Cuando el cosmo de los santos de Atena se eleva, puede ser invencible; pero reside en un cuerpo humano, vulnerable a los peores sentimientos. ¿Podrán los 5 santos de bronce vencer las sombras en sus corazones oscuros antes que el nuevo enemigo clame victoria?
Esta historia explora los oscuros sentimientos que pueden albergar los corazones, de los ahora no tan santos de Atena
Los dioses desconocidos y lejanos; ahora para nosotros los humanos, desde la época mitológica, se han visto enfrascados en sangrientas batallas, uno de estos dioses adopto la misión de proteger la tierra y nuestra existencia, valiéndose para ello de valientes jóvenes éstos, son conocidos como los santos de Atena, valerosos jóvenes provenientes de todo el mundo que la ayudan a cumplir esta tarea; para ello están dotados de una gran fuerza y un espíritu inquebrantable, luchan sin arma alguna; puesto que la diosa las detesta. Usan su cuerpo como única defensa. Sus puños son capaces de desgarrar el aire, sus patadas despedazan la tierra, los santos de la esperanza reaparecen cuando la maldad se extiende en tierra.
PRÓLOGO
Una fría noche, una joven mujer recorría un desolado paisaje. A pesar de la lluvia ese lugar olía a muerte, hedía a sangre; era el escenario de una guerra cruenta, aun se podían observar partes de cuerpos desmembrados en proceso de putrefacción. La vestimenta de la mujer estaba hecha jirones resultado de tratar de esquivar las varillas que sobresalían de las diversas estructuras derruidas de edificios y casas de lo que antes debió ser una ciudad. Debía llegar, no sabía cómo reconocería el punto pero su corazón le indicaba que estaba muy cerca, la angustia en su pecho le hacía cada vez más doloroso respirar; cada inhalación parecía quemar su garganta y su pecho. Los latidos de su corazón eran acallados por los aislados truenos, caminó un poco más y vio lo que tanto había temido, un relámpago detrás de ella iluminó tétricamente la escena, el sonido del rayo enmudeció su grito de terror.
Saori despertó bañada en sudor frío, pasó un rato tratando de convencerse de que solo había sido un mal sueño. El temor recorría todo su cuerpo provocándole una horrible sensación en su estómago; en el pasado estaba su triunfo sobre las doce casas y haber sido reconocida como Atena. Atrás había quedado su lucha contra Poseidón así como la última guerra sagrada contra Hades, peleada hace diez años…a pesar de todo su esfuerzo, nadie podía huir del destino, era hora de reunirlos nuevamente.