Uchiha Corporation

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- ¿Mi jefe? Es un cerdo machista licenciado, un precoz espécimen de macho ególatra y subdesarrollado con necesidad de adulación constante, ¿Qué puede tener de atractivo?

-Saku, es obvio, su tra...

-¡Ino-cerda!

Sasusaku

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Prólogo

El sol resplandecía altivo en el horizonte y, por supuesto, como en cada amanecer primaveral de aquella pequeña y concurrida ciudad de Konoha, el canto de las aves que migraban del sur era la dulce y accesible melodía que todos disponían de tiempo para escuchar.

Sí, a sus agendas apretadas y sus entrevistas de gran importancia no le molestaba ser retrasados por esos dos segundos que lograban tranquilizar el entorno como un suave y adictivo sedante. Y claro que ella no era la excepción.

Un largo suspiro se escapó de sus labios y se acomodó en su asiento. El brillo jade de su mirada admiró entonces la decoración de aquel sencillo y rústico restauran donde se encontraba. Un aire nostálgico la invadió por un breve segundo, al entender que aquellas hermosas reuniones no se hacían con la misma frecuencia que en la secundaria, ni mucho menos. Con suerte, se podía contar con la asistencia de la mitad de las personas perteneciente a su grupo de amigos…

Una suave brisa se filtró por la puerta recién abierta y meció con suavidad sus largos y sedosos cabellos rosados. Sus orbes entonces se dirigieron a dicha entrada encontrando en ella a la espléndida figura de una de sus antiguas amigas. Sus cabellos rubios lucían altivos en un coleta, sus negros pantalones de vestir se conjugaban perfectamente con aquella elegante y sofisticada blusa blanca que resalta su envidiable figura, por último, el destello zafiro de su iris era cubierto por unos fabulosos lentes negros.

Y es que la pequeña Ino-puerca, no era ni más ni menos que la mayor accionista de una prestigiosísima empresa de indumentaria femenina.

Junto a ella se encontraba un joven que contrastaba la sofisticación de la joven con su desfachatada apariencia, el velo de misterio rodeaba su desinteresada figura.

Pero Shikamaru no era el único que estaba entrando hacia la mesa donde la joven Haruno se encontraba, sino que detrás, tímida y tranquila, avanzaba una muchacha de pupilas de color perla y destellos zafiros en su azabachado cabello.

- ¡Ino!, ¡Hinata!, ¡Shikamaru! –saludó con énfasis la joven, cuando ellos estuvieron más cerca.

- ¡Sakura! –contestó la rubia con efusividad.

- Tanto tiempo sin verte Sakura –saludó entonces la joven Hyuga.

-Hmp… -saludó el muchacho.

-Tomen asiento –invitó entonces-. ¿Y Naruto, Kakashi…?

-N-Naruto me pidió q-que lo disculpara con ustedes, pero y-ya saben, t-tuvo que grabar en Sudamérica y…

-Así que ahora el joven sabandija decide cambiar la fama y el estrellato en lugar de almorzar con sus amigos –reprochó riendo Ino-. Salúdalo de nuestra parte.

Y es que aquel joven Uzumaki siempre dispuesto a pelear por sus sueños y rechazado por media sociedad femenina se convirtió en la celebridad adolescente más buscada del momento. Con gracia, espontaneidad y unos ojos capaces de cautivar a quien se atreva a ahondar en ellos…

- ¿Qué desean ordenar? –la voz de la camarera la sacó abruptamente de sus cavilaciones.

Y como si en realidad no se sintiera inferior ante el éxito en su grupo de amigos y su autoestima permaneciera completamente estable ante el hecho de no encontrar un rumbo estable el cual seguir, dibujó una enorme sonrisa antes de indicar su pedido.

- ¿Y cómo te ha ido con tus estudios de periodismo? –preguntó Sakura cuando comenzando a probar la comida.

-En dos meses van a darme el título, logré hacer la carrera en muy buenos tiempos. Además me han ascendido en la revista en la cual trabajo, y estoy escribiendo artículos muy importantes –admitió la azabachada.

-Felicitaciones –articularon al unísono las jóvenes allí presentes.

Y entre cálidas rememoraciones de dulces pasados transcurrió la tarde y con ella el almuerzo que los jóvenes habían decidido semanas atrás compartir.

Y había que admitir que ese postre estaba realmente delicioso.

-Buenas tardes –sonó una voz peligrosamente familiar.

- ¡Kakashi! –saludó la pelirosada.

Es que aquel hombre eternamente impuntual con sus desordenados cabellos plateados y aquel exótico lienzo que cubría parte de su rostro, era como su maestro de la infancia, su maestro de la vida.

-Para variar siempre tarde –recriminó la rubia con la aceptación de los demás allí presentes.

-Vamos, que ésta vez sí he tenido una buena razón…

-Ajá… apuesto que hubo una reedición comercial de aquel libro hentai que tanto lee y como buen devoto pasó su tarde entre sus sucias páginas Kakashi-sensei –apuntó la esmeralda.

-En realidad, resulta ser un tanto más interesante –comenzó a comentar tomando asiento a un lado del joven Nara-. Vengo de Uchiha Corporation, ¿Alguien aquí lo conoce?

-Es el poderosísimo monopolio accionista que cuenta con la mitad de las acciones de cada empresa cuyo nombre pueda ser considerado como "relevante" –contestó Shikamaru con indiferencia.

-Exacto… -coincidió Kakashi.

-También yo lo conozco, ellos cuentan con otra parte de las acciones de la empresa indumentaria a la que pertenezco –interrumpió Ino.

-Vaya, parece ser un lugar muy importante, ¿Qué hacía usted ahí, Kakashi-sensei? –indagó intrigada.

-En efecto, lo es. Y vengo de ahí porque serás la nueva secretaria de su presidente, Sasuke Uchiha… ¿Qué te parece, Sakura-chan? –inquirió ante la sorpresa de la esmeralda.

-¿Y-yo?

-Por supuesto, tienes a penas veintidós años y un potencial increíble. Además, me dijiste que necesitabas comenzar a llenar ese currículum, ¿Verdad? Es simplemente la oportunidad perfecta.

- ¿En serio?, ¡Muchas gracias, Kakashi-sensei! –gritó con emoción la muchacha.

-Comienzas este mismo lunes a las siete –apuntó, con una sonrisa.

Entre las tres muchachas se armó un revuelo cargado de emocionantes especulaciones acerca de esta nueva oportunidad que se abría ante la joven Haruno.

-Y dime Hatake, ¿En qué demonios pensabas cuando decidiste que la joven e inocente Sakura se sometiera a los caprichos del egocéntrico Uchiha menor? –interrogó Shikamaru en un susurro cargado de reproche.

-Sasuke está hecho una estatua de hielo, frío y calculador… inclusive más que Fugaku. Sakura está moralmente destrozada y necesita un rumbo para dar a su vida. Se necesitan.

-Uchiha tirará por la borda el amague de autoestima que asoma en Sakura… y lo hará sin escrúpulos, sabes que ella sólo finge valentía como eterno método defensivo… -interrumpió.

-O quizás Sakura le explique al necio de mi ex alumno que los sentimientos no son letales, y que la felicidad no es anticonstitucional.

Un suspiro se hizo presente por parte del joven Nara.

- ¿Acaso no confías en mi? –inquirió entonces fingiendo indignación.

-Sólo espero que las cosas salgan como las estás planeando, Hatake… solo espero que Sakura no salga lastimada de todo este embrollo –susurró mientras observaba la emoción de sus amigas en sus risas comentarios.

Y es qe quizás, y sólo quizás, la escabrosa idea de Hatake de mezclar al agua y al aceite por sobre las leyes naturales, no resultara tan mal como imaginaba. O quizás, costaría más de lo que ambos jóvenes pensaban, levantar luego los escombros que quedarían tras el colapso de dos polos tan opuestos…


Espero de corazón que les haya gustado, espero con ansias sus comentarios, críticas o sugerencias n.n

.-.Hanako14.-.