Estaba de pie en medio de su habitación, donde no quedaba nada más que los muebles y un montón de cajas que pronto se llevarían de ahí. Tenía que admitir que así de vacío su cuarto daba un poco de pena. Por mucho que llevara años preparándolo todo, a pesar de que sabía que ese momento llegaría tarde o temprano y aunque esos últimos seis años se los había pasado viviendo entre Mid-childa y su casa, la idea de mudarse definitivamente le daba algo de miedo.

Miró el calendario donde un círculo marcaba el día de mañana. Mañana dejaría esa casa, mañana dejaría ese mundo y se mudaría a su nuevo hogar, una habitación en una pequeña residencia de Mid-childa, un planeta bastante lejano. Visto así ¿verdad que tenía motivos para estar asustada?

#01 ESCRIBIR

Se sentó en la cama y suspiró. No sabía como sería su nueva vida, pero no era el hecho de irse a vivir a otro sitio lo que le inquietaba, era más bien la tristeza de dejar atrás todos los recuerdos que le traía este lugar. Sin ir más lejos y por poner un ejemplo, en esta habitación habían hecho la primera fiesta de pijama con Fate-chan y en esa misma cama habían acabado durmiendo las dos juntas por primera vez, algo que después se volvió un hábito natural para ellas. Se dejó caer sobre el colchón y suspiró de nuevo, no tenía ganas de seguir empacando. A pesar de que sabía que le quedaba poco tiempo antes de que vinieran a por las cajas, ahora que se había puesto a recordar...

¡Recuerdos!

Se puso de pie de un salto y se dirigió al armario, cogió una silla y se subió a ella para poder ver encima del mueble. Ahí estaba, tal y como la había dejado... bueno, quizá con algo más de polvo. ¿Cuánto tiempo hacía que no abría esa carpeta? Sopló y empezó a toser mientras sus ojos lloraban por culpa del polvo, definitivamente no había sido buena idea hacer eso.

- Vamos a ver...

Desenrolló la cinta que mantenía cerrada esa pequeña carpeta y tuvo que coger al vuelo parte de su contenido que había estado a punto de caer. Miró con una sonrisa los cd's en los que se podía leer "Para Nanoha" con una letra claramente infantil, ahí estaban sus recuerdos más preciados, las video-cartas que Fate le mandó durante los seis meses que estuvieron separadas. Se sentó en el suelo y los dejó a un lado, luego los vería, ahora le corría más prisa...

- Cuanto tiempo, ¿eh?

Pasó la mano por la tapa de aquella vieja libreta, la portada era muy sencilla, quizá algo infantil con un estampado de florecitas y estrellas por doquier pero recordaba que en su momento le gustó. Abrió la portada y leyó la primera hoja.

Diario de Takamachi Nanoha. Si estás leyendo esto y no eres yo... ¡déjalo!

Casi se pone a reír, ¿de verdad pensaba que esa advertencia lograría que alguien dejara el diario? Miró alrededor buscando un bolígrafo con la mirada, lo tenía todo fuera de lugar y eso era un verdadero caos, pero logró encontrar un lápiz, así que se estiró para cogerlo y agregó una pequeña nota debajo de esa frase.

A no ser que quieras sentir la ira del demonio blanco del TSAB.

Rió de nuevo y empezó a pasar páginas buscando la última escrita, dispuesta a escribir. Recordaba perfectamente porque había empezado a anotarlo todo en ese diario y aun recordaba la sensación de alivio que le dejaba escribir aquello que no podía decirle a nadie, escribir esas cosas hace que te sientas un poco mejor.

Se encontró una página en blanco y cogió aire soltándolo todo en un largo suspiro. Cogió el lápiz y empezó a pasarlo por encima de la hoja.

Ha pasado mucho tiempo ¿verdad? Tengo tantas cosas que contar, tantas cosas que decir... no sé por donde empezar.

Ya no soy una niña, tengo dieciséis años y he crecido... Soy instructora de vuelo en las TSAB y últimamente el vivir entre dos mundos era bastante pesado, así que mañana me mudaré... Seguramente echaré de menos este lugar, pero lo bueno es que Fate-chan también se irá a vivir a Mid-Childa... pero no estará conmigo, estaremos en apartamentos diferentes pero como están relativamente cerca podremos seguir viéndonos. Además que muchas veces me toca ir a misiones con ella y Hayate.

En definitiva, no me puedo quejar. Todo me va bien pero... a pesar de todos mis logros laborales creo que mi vida está estancada.

Seguramente pensarás que he cambiado pero las personas que me conocen dicen que no es así, que sigo siendo la misma niña de siempre, algo infantil y cabezota... supongo que es verdad, no he cambiado demasiado y sin embargo sí lo he hecho.

Hace años te escribía diciendo que Fate-chan era una importante amiga para mi "mi mejor amiga" recuerdo que decía.

Nanoha miró la página escrita. Su letra era irregular, nunca se le había dado bien la caligrafía pero al menos ahora no parecía tan infantil. Se llevó el lápiz a la boca y lo mordisqueó releyendo sus últimas líneas mientras pensaba como seguir, recordaba que siempre que tenía algo que le preocupara, al escribirlo notaba como la presión en su pecho disminuía, no sabía si eso era porque por aquel entonces era una niña, pero esperaba que siguiera funcionando.

Eso no ha cambiado pero...

- ¿Nanoha?

La chica soltó un grito de sorpresa al escuchar esa voz que reconocería en cualquier lado. Sin pensárselo dos veces arrancó la hoja de un tirón, arrugándola y escondiéndola en su bolsillo mientras se ponía de pie para saludar con una sonrisa nerviosa a la persona que estaba en su puerta.

- Fate-chan... –Rió alterada.- ¿Ya has llegado? No te esperaba tan pronto.

- Te he llamado hace una hora... –La rubia dio un paso para entrar a la habitación pero Nanoha dio uno hacia atrás para alejarse de ella.- ¿Qué ocurre, qué hacías? Pareces nerviosa...

- ¿Yo? No... Nyahahaha

Fate alzó una ceja al ver como Nanoha miraba disimuladamente al suelo e intentaba esconder algo detrás suyo con el pie. Se acercó hasta ella y se agachó para coger la libreta pero la chica fue más rápida y se la quitó de las manos antes de que pudiera hacer nada para evitarlo.

- ¿Estabas escribiendo algo?

- No. –Suspiró al ver como su amiga fruncía el ceño, odiaba no poder mentirle.- Sí... Pero no es nada.

Tragó saliva al ver esa sonrisa, la odiaba. Con el paso de los años su amiga había aprendido a sonreír y Nanoha se conocía todas y cada una de esas sonrisas. Y sabía que no podía esperar nada bueno cuando esa sonrisa se ponía en los labios de Fate Testarossa Harlaown.

Y de hecho así fue.

La rubia se acercó y cuando ella intentó apartarse tropezó con uno de los cd's y acabó cayendo encima de la cama, quedando completamente a merced de su amiga. Fate soltó una risilla que le hizo tragar saliva de nuevo y, aprovechando la ocasión, se situó encima de ella acorralándola y sujetándole las muñecas con las manos. La libreta había caído un poco más apartada y sus ojos la miraron un momento antes de volver a mirar a Nanoha.

- ¿No me quieres dejar ver que escribes? –Murmuró con voz juguetona, provocando que un escalofrío recorriera la espalda de la castaña. Pero pese todo, Nanoha negó efusivamente con la cabeza.- Muy bien... Tú lo has querido.

El ataque fue implacable. En el preciso instante en que sus manos se colocaron en los costados de la chica y sus dedos empezaron a actuar, Nanoha empezó a reír desesperadamente. Una sonrisa se formó en sus labios mientras le hacía cosquillas. Le encantaba hacerle reír de esa forma, le encantaba su risa.

- Pa...Para Fate... ¡Fate-chan! –Decía entre risas.- No puedo de...dejártelo leer... es mi... ¡mi diario!

La rubia paró de hacerle cosquillas y la miró con sincera sorpresa, provocando que Nanoha se sonrojara al ver descubierto su secreto.

- ¿Tu diario? –Ella asintió con la cabeza.- No sabía que escribías un diario.

- Lo dejé hace años...- Murmuró avergonzada.

Fate se rió de la mueca que su amiga tenía en la cara, una entre el enfado y el bochorno. Ante su risa Nanoha le sacó la lengua y ella aun rió más fuerte, le dio unas palmaditas en la cabeza que sólo provocaron que su amiga se enfadara aun más y se puso de pie.

- Vamos.- Le tendió una mano.- Te ayudaré a acabar de recoger.

Nanoha suspiró y agarró la mano que le tendía, odiaba que le resultara imposible enfadarse con ella, no era justo. La vio recoger los cd's esparcidos y meterlos dentro de la carpeta antes de dársela con una sonrisa. También odiaba sentirse indefensa ante esa sonrisa, eso tampoco era justo.

Se acercó a la cama para recoger su diario y lo miró un instante antes de suspirar y guardarlo en la carpeta, sin pensarlo había arrancado la hoja... en fin, siempre podía volver a escribir. Sí, de hecho eso haría, volvería a empezar a escribir en ese diario y entonces...

- Algún día te lo dejaré leer.

Miró a su mejor amiga con determinación y asintió con la cabeza, Fate la miró con sorpresa un momento pero luego también asintió con una sonrisa.

- Espero que escribas muchas cosas de mí.

Nanoha sonrió y cerró la carpeta. No le gustaba tener secretos con su amiga y esperaba que algún día no necesitara escribir en ese diario.


Notitas varias: Bueno, me ha costado ponerme pero aquí traigo el primero de estas historias cortas :D O vicios, que a fin de cuentas responden a una tabla de vicios de la comunidad de livejournal 30vicios... en principio unos serán un solo vicio y otros irán enlazados entre sí, pero todos irán siguiendo una cronología y poco a poco iré explicando la historia general de Fate y Nanoha.. o eso pretendo xD a saber lo que sale, pero esperaos de todo xD y sí, sé que el titulo es muy cutre, pero bueeeeno.. XD

En fin, sólo espero no tardarme mucho con los demás... se aceptan opiniones y criticas constructivas, nee? Nos vemos n.n! (y que viva el NanoFate! Que hay poquita cosa en español y no puede ser esto ò.ó!) XD