Iba camino a la escuela, solo podía pensar dos palabras " this sucks" ( esto apesta). De pronto su familia había decidido venir de nuevo a Japón, dejar detrás el idioma que tanto le había costado aprender, a escribir de forma occidental, pero claro su familia desconsiderada, en que estaban pensando. Sus amigas, miraba el ventanal acordándose las largas pijamadas, la comida chatarra las películas que miraban juntas, trataba de acordarse de las calles, pero le dolía la cabeza tratando de acordarse. Lo único que podía reconocer eran apenas los kanjis ¡que horror! Tener que aprender a leer por tercera vez
Su padre la miró desde el asiento delantero, sus ojos dorados atraparon sus castaños ojos. Se miro en el espejo reflector nerviosa.
- ya llegamos, hija, te vendré a buscar a la salida – mirando como la castaña aun lo cuestionaba- te deseo suerte.
- si padre – le dio un beso en la mejilla y bajo del auto- lets go!! Digo Ikimasho!!
Varios alumnos la miraron, quien seria aquella joven de cabellos castaños debía de ser nueva. Camino hasta la entrada del edificio, varias muchachas la miraron admirándola, ya que en sus movimientos había gracia y delicadeza toda una señorita, o mejor dicho toda una extranjera.
Se paro frente a la puerta del salón, para esperar la señal del profesor.
-Muy bien alumnos hoy tenemos una nueva compañera – lo escucho decir desde afuera- pasa, - entro temerosa- ella es Sango Sohuma, viene desde Chicago, Estados Unidos, tiene 16 años, espero que todos sean amables con ella. – he hizo una pequeña reverencia en símbolo de respeto, observo a su clase todos la miraban maravillados, estudiándola- bueno siéntate allá atrás, justo al lado de Higurashi, ella podrá ayudarte con todas las dudas… ¿y Higurashi? – Preguntó viendo que no estaba – nunca falta…
De pronto se abrió la puerta dejando a la vista una joven de la misma estatura de Sango, con el uniforme correctamente en su lugar, pálida, con unas gruesas gafas y su cabello atado en una trenza baja dejando su flequillo adelante.
- Buenos días Higurashi, - dijo el profesor- que te sucedió…
- un atropello – dijo la joven sin asombro, sus compañeros miraron a Sango con compasión.
- Bu… bueno, ejem Sohuma siéntate con Higurashi por favor
Cuando estaban ubicadas. Sango le hablo a su compañera de puesto.
- mucho gusto me llamo Sango Sohuma ¿y tu?
- Kagome Higurashi – dijo mirándola con unos ojos inexpresivos – avísame cualquier duda – musito apenas.
Las clases siguieron su normalidad, kagome le traducía a Sango cuando era necesario, kagome siempre tenía aquel semblante serio sin ninguna variante concentrada en sus clases, pudo confirmar a lo largo de la mañana que aquella chica era la mejor del salón.
En el almuerzo.
- Kagome – totalmente inquieta pregunto la castaña – enséñame la escuela por favor…!! - se acerco a la azabache- especialmente el baño ¡¡onegai!!
- bueno – con un tono de voz un poco divertido, un joven al parecer de un grado mayor se acercó a ella.
-Higurashi, te buscan en el laboratorio de bio-química – dijo el joven en un tono de desagrado-
- lo siento, tengo que ir – y se alejó corriendo.
- pero que… - miró al joven, con aquella reacción tan extraña se le quitaron las ganas de ir al sanitario-
- aléjate lo mas pronto de ella, te lo advierto – musito aquel chico
- eh? – miro al chico que se alejaba.
- olle, quieres venir a almorzar con nosotras – dijo una muchacha, compañera de su clase por supuesto-
- sip – dijo contenta- ¿como se llaman?
- ella es ayumi – señalando a una chica de pelo ondulado- eri – a una de pelo corto con cintillo amarillo – y yo soy yuka, mucho gusto sango.
Caminaron y se sentaron en una de las mesas del comedor.
-etto ¿kagome no viene a almorzar? – Dijo sango, viendo como todas la miraban de forma extraña- ¿what? Digo nani...
- más vale que no te involucres demasiado con ella – dijo eri en el mismo tono que aquel chico – si no quieres que te suceda nada malo-
- vamos… chicas no, yo creo que fue solo una coincidencia…
- ayumi, como puedes decir esas cosas, tu misma fuiste testigo de todo aquello, tu novio…
- lo se… - llenándosele los ojos de lagrimas - pero no dejo de pensar en aquella posibilidad.
- excuse me please, but i don´t understand nothing – dijo sango molesta, al ver sus caras de no entender- "no les gusta verdad molesta, molesta, jujuju" – digo, sorry, perdón aun me cuesta un poco no entiendo nada!! De que hablan…
- es cierto nadie te ha dicho nada sobre Higurashi. – dijo yuka – yo te lo diré, ella es una asesina…
&
Estaba tomando anotaciones sobre sus cultivos, al parecer todo estaba bien. Si no se equivocaba sus compañeros le estarían contando sobre su historia, apretó el lápiz fuertemente y miró por la ventana, ya pronto seria el aniversario, dos años desde aquel momento.
Miró por la ventana, y pudo verlos de nuevo solo pudo decirles:
- lo siento, aun no puedo…
Y siguió con su trabajo ni hambre tenía.
&
- como que asesina, esa es una acusación muy grave – enojándose- es por ello que usan ese tono tan raro con ella…
- lo que sucedió – procedió yuka – que en esta escuela no estaba solamente higurashi, si no que eran los trillizos higurashi- viendo la impresión de sango- Souta, el sueño de cualquier chica, novio de la jefa de nuestra clase Arimi, gran deportista futbolista tenia un gran talento, la segunda kagura, gran bailarina, estaba becada para ir en una compañía cuando saliera de la escuela, era la reina de belleza de la escuela por dos años consecutivos, no era estirada como las porristas, era un ángel, cuando una tenia un problema siempre te ayudaba, ambos los mas populares de toda la institución era un agrado tenerlos con nosotros en el mismo salón, y por ultimo kagome, la menor de los tres, callada, retraída, no se acerca a nadie como tu ya puedes ver, te mira con malos ojos siempre, era prácticamente invisible para todos solo se denotaba por el apellido, pero ahora es conocida por el peligro que ella acarrea.
- de hecho a nadie de esta escuela le gustaría que estudiara aquí ella debió haber muerto en aquel incidente- agrego eri-
- no digan esas cosas tan feas, yo Salí mas afectada, que ustedes dos – en tono molesto- y no quiero que le pase nada a kagome, nadie sabe lo que realmente pasó.
- alguien quiere decirme de una buena vez lo que sucedió!! – dijo ya sango sin ninguna paciencia.
- estábamos en clase de biología, haciendo una disección de una rana, kagome terminó haciéndolo sola, ya que ella siempre obtiene buenas notas en las materias, pero todos sabemos era por que nadie quería sentarse con ella, y además sus hermanos eran solicitados en otros equipos trabajo. – le explico eri-
- " no me gustan como hablan de ella"
- de pronto se paró sin ninguna explicación apretó la rana con una fuerza muy extraña en contra de la pared, fue al depósito de químicos, y al entrar al lugar, le dijo algo al profesor, y este salio blanco como un papel, de pronto el deposito exploto, nos sacaron rápido a casi todos, algunos… de nuestros compañeros quedaron atrapados, dentro de ellos el novio de ayumi.
Sango pudo ver a la chica, estaba con la mirada baja.
- y tambien kagome, que quedo "encerrada" en el deposito, souta y kagura entraron a buscarla, pero de pronto el techo se derrumbo y kagome salio como si nada y se desmayo. Perdimos a 30 alumnos en total 5 de nuestra clases, dentro de ellos souta kagura y el novio de ayumi, Houyo. Y el resto de otros salones ya que el fuego se expandio rapido.
- pero pudo haber sido un accidente ¿no? – dijo sango-
- no lo fue ya que ella estaba con una gran sonisa el dia de los funerales – agrego eri- ni siquiera lloró en el funeral, y siguió su vida normal al dia siguiente. ¿ no te parece raro?
- da para pensar que lo hizo para que le prestaran mas atención.
- si, puede ser eso – dijo Sango asombrada- pero tengo que escuchar su versión.
Tomó sus cosas y se fue.
- Hasta cuando van a contar lo mismo a los chicos nuevos- dijo ayumi enfadada-
&
Salió del laboratorio, para dirigirse a sus clases de la tarde y sango venía corriendo hacia ella ya sabría lo que ocurriría.
- ya te lo dijeron ¿verdad? – le inquirió antes de que la castaña dijera algo – no quiero hablar, eres libre de cualquier acción no me importa lo que todos piensen, disculpa pero tenemos clases – le dijo con sus ojos fríos-
- yo…
No pudo decir nada mas ya que la azabache se había alejado.
&
llego a su casa pensando que su madre estaria en la cocina, pero no de nuevo estaria en aquel lugar, quizas todos tenían razón, ya le importaba poco los que todos dijeran ella era así y nada iba a cambiar no podía sentir impresión por nada, la vida le había enseñdo eso a sus cortos 16 años ya estaba su personalidad formada, la muerte de una persona ya no le remecía nada, que le dijeran tanta cosa ya no le provocaba nada y así era ella, mejor para su bienestar, a quien mentía claro, que ella sufria pero en silencio, que nadie se diera cuenta pues, así la herirían.
- Madre- la llamó entrando en la habitación de sus hermanos-
Se encontraba mirando la ventana con la foto de sus cuatro hijos hacia mas de una hora, todos creían que kagome tenía la culpa, pero ella sabía que aquello no era verdad, solo por que tenía aquella personalidad no era un monstruo, la Sra. higurashi, sabía que su hija escondía algo mas que aquella careta, todos la habían criticado tanto pero nadie hacía nada por la Joven, ni siquiera ella siendo su propia madre, se sentía tan culpable.
- madre – la volvió a llamar- madre yo… ¿aun los extrañas? – sintió que necesitaba preguntar aquello-
- kagome- mirándola maternalmente y acercándola hacia si- una madre jamás olvidaría a sus hijos, algún día lo entenderás, no pronto por favor…
Kagome sonrió, su madre era la única que la entendía junto con su abuelo, el resto de la familia nunca la había querido ni su propio padre.
madre estoy cansada – al principio quería contarle todo lo que sentí pero se arrepintió- por la escuela- siempre había sido así cuando iba a soltarlo todo se arrepentía no quería ver a su madre sufrir – creo que me iré a dormir- " por que no puedo"
- lo siento kagome, pero quiero que te arregles te deje un vestido encima de tu cama, listo hoy tenemos una reunión importante-
- esta bien – llendo hacia la puerta – madre…- corriendo hacia ella – lo siento tanto. – y corrió hacia su habitación.
- hija… - miro de nuevo por la ventana recordando a todos sus hijos jugar la mayor después del incidente se fue a EEUU para no volver, había escapado de su hermana como todos en la familia – son unos tontos.
Recordó tambien lo que hace una semana había ocurrido.
Flash back
El abuelo entró corriendo por la cocina de la casa, era un sacerdote.
- hijo, aiko!! – llamando a su primogenito y a su nuera-
- que ocurre- dijo aiko- sientate
- la perla, la perla se torno negra!! La profecia
Los presentes palidecieron.
- hay que ubicarlos rapido sino, que cosas ocurriran.
- eso quiere decir que una de las dos… - pregunto el jefe de familia saito higurashi ( aiko si alguna vez lo lees perdoname!!) viendo la cara de su esposa- bueno si es por kagome no hay problema…
Una cachetada y luego un portazo en el segundo piso de la casa se hicieron presentes.
- si kagome esta llorando… juro por dios que hoy dormiras solo!!
- tranquila eso nunca pasara!! – grito el padre-
- ERES UN IDIOTA!! Ella es tu hija sea como sea… - grito la señora higurashi-
- es cierto eres un estupido.
Fin flash back.
El tiempo paso rápido tan rapido que no se dio cuenta que ya estaban tocando el timbre, y ella ya se había arreglado. Su marido abrio la puerta y pego un grit de alegría.
- Inu no taisho sohuma!! Que alegria compadre!! – dijo abrazando a su amigo-
- saito!! El leon de la escuela mira como pasan los años en ti viejo!! – pegandole en el brazo -
Bajo la escalera y allí estaba su amiga su confidente, no lo podia creer.
- Izayoi!!- la abrazó muy fuerte- mira que estas bella mujer-
- son cuatro nenes!! Y tu no te quedas atrás aiko!! Lamento… lo de tus hijos.
- no te preocupes, si paso fue por algo… pero mira nada mas ese es sesshomaru!!- dijo estrechandolo – dios ¡! Estas muy grande!! – miro su mano – ya te casaste!! Dios mio mis niños crecen rápido ¿ cuantos años tienes ya?
- que bueno verte tia aiko- dijo peinandose el mayor de los sohuma - 28
- que descortes soy – dijo izayoi apenada- ella es mi hija Sango tiene 16 y el es kohaku tiene 8 y proximo llega en un rato mas es que su vuelo se retrasó¿ y tus hijas?
- la mayor en EEUU, y la menor esta arriba… es un poco timida tu sabes.
Pasaron al salon.
- " cuantos higurashi pueden haber en Tokio " – medito sango ademas su mama se había referido a los hijos de esa señora ¡ no podia ser!
&
Maldita sea! Por que la vida era tan injusto con el, justo estaba empezando su practica y su familia se venia a Japón, agradecía manejarse en el idioma, mas encima llegaba recién quería dormir pero tenían una tonta cena, y aquel lugar era un templo y tenia como mil escalones aquella escalera.
Camino por aquelel patio tenebroso dirgiendose a la casa, y sintio una melodía muy triste venía de algun lugar del templo, la escucho atentamente, y de pronto se corto.
Golpeó la puerta y una señora de aspecto amable le abrió.
- buenas noches yo…
- Inuyasha hijo ya llegaste, mira aiko este es mi otro pequeñin estudia medicina y tiene 25 años- dijo izayoi empujando a su hijo adentro de la casa.
De pronto el patriarca de la familia se asomó desde la cocina vestido con su clasico traje de sacerdote destacando entre los que estaban vestidos formalmente.
- ooo pero ya llegó la familia Sohuma!! Miren que adultos estan parecía ayer cuando ustedes dos – señalando a los jefes de familia- iban a espiar a las jo… ejem ejem otro día les cuento esa historia…
- creo que ya estamos todos reunidos, pacemos al salón kagome debe estar por bajar - aviso el señor higurashi-
&
Se miró al espejo su atuendo un vestido negro, al estilo gothic lolita, pero muy discreto, le encantaba ese estilo y todo lo que estuviera relacionado con el hallowen, su pieza era oscura y sombría de día pero de noche al apagar la luz unos dibujos que ella misma había hecho resaltaban dejando ver un gran espectáculo fosforecente, se peinó el cabello amarrandoselo en su tipica trenza dejando unos mechones al frente su flequillo hacia delante. Sew estudió en el espejo.
" que tonta hagas lo que hagas nunca mejoraras, mejor asi"
Bajo las escaleras y allí encontró a todos los presentes, de nuevo esa sensación de querer huir por eso nunca sociabilizaba con la gente le daba miedo, podía decir solo algunas palabras y salir corriendo, pero ahora tendría que controlarce al menos por esta noche, o eso ella creía.
- miren esta es mi nieta kagome- dijo el abuelo tomandola del brazo y acercandola a la luz – ven que no te de miedo hija.
- mu… mu… mucho gusto – iba a salir del salón pero una voz y un abrazo inesperado la hizo quedarce.
- que joven mas encantadora… parece una muñequita de porcelana- dijo entusiasmada izayoi-
- e… etto- cerró los ojos y se encontró con sango – " fui muy descortes con ella"
- madre yo con kagome somos compañeras de puesto y salón – dijo muy animada sango poniendose a su lado y apretandole el brazo- y somos amigas ¿no?
- ¿eh?... eh eh si – dijo kagome nerviosa-
Kagome saludo a los presentes, su corazón latía fuerte, por que le pasaba siempre lo mismo…
Miró a la joven cielos, era normal para su edad pero definitivamente no era muy agraciada, con aquellas gafas, y su palidez la hacía verse como una muerta, pero como sea tenía que saludarla, ademas su manera de vestir, ¿llevaba luto? No… era un estilo de vida el cual su hermana había querido entrar pero el no lo permitió las niñas deben ser alegres como su hermana aunque lo golpea fuerte, pero no como aquella muchacha, tomo su mano para saludarla y un frio le heló los huesos. La miró a los ojos y pudo ver su mirada, triste sombría desesperada… que misterio encerraba esta joven
Hola hola hola ¡! Lamento tener que reescribir la historia pero creo que ahora si lo hice con sentimiento jejeje U es que este es mi primer trabajo serío y me he demorado mucho haciendo este fic ya van a ser 6 meses . es mucho lo que subi era mi prototipo eso me pasa por no leer la historia es que tampoco tengo Internet asi que voy a un caber a hacerlo jejejeje bueno espero que lo lean sayonara
Kira christopher