El Niño de la Profecía

Capítulo 1

Entrenando el alma

Naruto se hallaba en el dominio de los sapos entrenando arduamente para controlar la energía de la naturaleza y aplicarla a sus técnicas. Esa mañana, Fugasaku y Gamakichi lo habían llevado a la entrada de una cueva sobre un río. La cueva tenía a ambos lados estatuas de sapos sosteniendo relojes de arena. El rubio miró las estatuas con algo de curiosidad y luego volteó hacia sus acompañantes desconcertado.

-¿Qué es éste lugar?-

-Esta cueva es un lugar de entrenamiento espiritual.- respondió Fugasaku.

-¿Huh? ¿Y qué voy a hacer en este lugar?-

-Entrarás, llegarás hasta el final y tratarás de regresar.- indicó el sapo anciano.

-Eso suena demasiado fácil ¿qué tiene eso de entrenamiento?-

-Volver no es tan fácil- le advirtió Gamakichi –Muchas personas llegan al final de la cueva y no son capaces de volver nunca de lo que encuentran ahí… muchos han preferido acabar con sus vidas ahí mismo.- le dijo en un tono tan lúgubre que hizo a Naruto tragar saliva.

-Si no puedes con la oscuridad de esa cueva… no podrás con lo que el resto del entrenamiento requiere.- tanteó Fugasaku, Naruto miró hacia la cueva e ingresó con una mirada determinada.

Conforme iba avanzando, Uzumaki notó que la luz se hacía cada vez menor hasta llegar a una completa oscuridad en la cual no podía ni ver la palma de su mano. Solamente escuchaba sus pasos sobre el agua y su respiración.

-Quizás esto no fue tan buena idea… ¿sigo yendo hacia delante?- se dijo antes de detenerse y voltear atrás, dándose cuenta que tampoco en esa dirección se veía luz alguna. –Seguiré hasta el final… ¡tengo que continuar hasta el final!- tomando aire continuó caminando hacia el frente. A los pocos segundos a Naruto le pareció escuchar una voz femenina cantando, y al mismo tiempo el sonido de explosiones, gritos, uno que otro llanto, y varias voces pronunciando los nombres de sus amigos casi al mismo tiempo. -¿Qué está pasando?- se preguntó, de pronto una luz al frente encegueció al rubio por un leve momento. Casi por inercia Naruto corrió hacia allá, pero al llegar se dio cuenta de que ya no se encontraba en el dominio de los sapos.

El lugar donde Naruto estaba parado era un bosque completamente distinto a aquellos que rodeaban Konoha. Los troncos y las hojas eran de un color más oscuro de lo normal, y aunque era pleno día se veía algo siniestro. El chico caminó unos metros tratando de reconocer alguna cosa, cuando escuchó una explosión en el cielo y algo fue a estrellarse contra la cueva derribando algunas rocas y tapando la entrada.

-¡¿Qué fue eso dattebayo?!- gritó antes de correr de vuelta hacia la cueva, pero antes de llegar otra explosión parecida golpeó donde había caído la primera explosión, el impacto lanzó a Naruto varios metros hacia atrás. Cayó de espaldas en el suelo y desde esa posición pudo ver tres sombras más avanzando por entre las ramas de los árboles.

-¡Kazuki, ahí hay alguien!- gritó una voz femenina, al instante una de las figuras se echó para atrás aterrizando a un lado de Naruto.

-¡¿Neji?!- exclamó Naruto sorprendido al ver que quien se detuvo a su lado era un joven muy parecido a Neji pero vestido con una chaqueta negra y un pantalón azul pálido y su cabello recogido en una trenza. El muchacho se mostró sorprendido pero al instante tomó una actitud seria.

-No, mi nombre es Kazuki y estoy en medio de un trabajo. Eres ninja de Konoha ¿no? Como veo que estás bien, deberías ayudarnos.-

-Ah… ¡Claro! ¿Qué es lo que ocurre?- preguntó Naruto incorporándose de inmediato.

-Te lo explico en el camino, ven.- le ordenó y de un salto volvió a subirse a las ramas de un árbol, Naruto lo siguió y mientras saltaban Kazuki le señalaba a una de las figuras que estaban peleando. –Tratamos de atrapar al sujeto de cabello negro, el rubio idiota está de nuestra parte así que no lo ataques. El de las marionetas y la chica también están conmigo.-

-¡Bien! ¡Podré atacarlo usando lo que acabo de aprender en mi entrenamiento!- celebró Naruto golpeando el puño derecho en su palma izquierda, Kazuki sonrió al encontrar curioso el comportamiento del rubio. No tardaron mucho en encontrarse con los otros dos compañeros de Kazuki: una chica de ondulado cabello castaño oscuro sujeto en una coleta baja y vestida de azul, y un muchacho de cabello rojizo vestido con un saco largo color café y un uniforme de chuunin negro por debajo y con una protector de la aldea de la arena en su frente.

-Kariko, Ichiru, este chico es de Konoha y va a ayudarnos.- indicó Kazuki, aparentemente él era el líder.

-Hola- saludó la chica, al parecer Kariko era su nombre.

-Kazuki ¿puedes verlos con tu byakugan? Yo no alcanzo a verlos- preguntó Ichiru, el Hyuuga de inmediato activó su técnica.

-El enemigo está regresando, al parecer nuestro "nuevo camarada" está forzándolo a regresar.-

-¿Puedes predecir hacia donde se dirigirá?- quiso saber la chica, Kazuki señaló en una dirección y ella se separó del grupo para ir hacia allá.

-¿Qué es lo que está pasando, dattebayo?- preguntó Naruto ya molesto por no saber qué era lo que hacían.

-Estamos tratando de atrapar al sujeto de cabello negro, es un agente de Akatsuki. Kariko irá a poner una trampa al lugar donde creemos que nuestro compañero lo llevará, deberías ir con ella y ayudarle a preparar una emboscada.- sugirió el Hyuuga. Naruto asintió y se fue en la misma dirección que Kariko, no tardó mucho en alcanzarla puesto que la chica se movía un poco más lento que él.

-Oh, hola de nuevo.- saludó ella -¿Vienes a ayudarme?-

-¡Sí! No te preocupes por nada, yo soy bastante fuerte.-

-No lo dudo- concedió la chica sonriendo antes de detenerse y bajar al suelo –Aunque yo solo pensaba crear una barrera de chakra para detenerlo y que los demás lo acorralen.-

-¿Barrera de chakra?-

Las explosiones que ocurrían a lo largo del bosque fueron acercándose más y más. Kariko arrojó un par de kunais a lo lejos e hizo algunos sellos con las manos antes de llevarse a Naruto a esconder detrás de unos arbustos. Los estallidos se escuchaban cada vez más cerca y el joven rubio miraba atento al frente esperando el momento para salir.

-Ahora.- susurró la chica formando el sello del tigre, al instante un muro azulado se levantó del suelo cubriendo la distancia marcada por los dos kunai. Una figura oscura se dio de frente con esta barrera y rebotó hacia atrás, Naruto supo que era momento de salir y así lo hizo, la pared desapareció al momento en que él se acercó, y Kariko también fue hacia el extraño. El rubio Uzumaki no perdió tiempo y acertó un puñetazo en la cara del sujeto cuando este recién se levantaba dejándolo inconsciente. Otra persona descendió desde la copa de un árbol y Naruto al verla de inmediato se colocó frente a Kariko de manera defensiva.

-¡Tú!- gritó señalando al hombre de largo cabello rubio que tenía en frente. -¡¿Qué es lo que haces aquí?!-

-¡Eso es lo que debería preguntar yo!- exclamó más que sorprendido el joven perteneciente a Iwa que Naruto reconocía como Deidara, un miembro de Akatsuki.

-¿Lo conoces?- preguntó Kariko al miembro de Akatsuki, lo cual hizo que Naruto se confundiera más aún.

-Este mocoso viene de mi tiempo h´n.-

-¡¿Qué rayos estás diciendo?!- gritó Naruto furioso.

-¡Kariko!- llamó Kazuki llegando con Ichiru -¿Qué pasa? ¿Lo capturaron?-

-¡Kazuki! ¡¿Qué hace un miembro de Akatsuki aquí?!- exigió saber Naruto.

-¿Miembro de akatsuki? Te lo acabo de decir, tratamos de capturar al sujeto de cabello negro.-

-¡No me refiero a él! ¡Me refiero a éste sujeto!- dijo señalando a Deidara, quien estaba comenzando a irritarse.

-Ah, Deidara. Bueno, él no es miembro de Akatsuki desde hace más de quince años así que…-

-¡¿De qué estas hablando?! ¡Hace apenas unas semanas este sujeto atacó Suna y capturó a Gaara! ¡¿Cómo puedes decir que no es de Akatsuki?!-

-Tranquilízate por favor.- pidió Kariko sosteniendo a Naruto quien quería correr a matar al akatsuki que tenía enfrente

-¿Atacar Suna? Yo soy de Suna y nadie ha capturado a Kazekage-sama desde hace muchos años.- dijo Ichiru, Naruto definitivamente no entendía nada, Deidara suspiró para luego mostrar una sonrisa sarcástica.

-Acabas de llegar ¿no es así? Esto no es el mundo que conoces, de alguna manera ahora estamos quince años en el futuro… y no hay manera de volver atrás.-