Déjame imaginarme
Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto, lástima, lástima.
Karin se pasó los dedos por el cabello para acomodarlo un poco, se sobresaltó cuando Sasuke entró sin avisar y sin expresión en el rostro.
- ¿Qué querías? - preguntó él, seco, cortante y frío.
- Te amo – soltó de pronto. El silencio de los segundos siguientes fue asfixiante para ella, se mordió el labio cuando lo notó girando los ojos con fastidio – yo sé que te puedo parecer una niña inmadura y tonta y de seguro toda chica que te conoce te ama sin más, pero al menos dame una oportunidad de demostrarte que puedo ser diferente a todas, que puedo servirte para siempre y...
- No – la interrumpió girándose para salir del lugar. Karin cerró los ojos con fuerza y ahogó un sollozo. Sasuke caminó dos pasos para salir cuando volvió a detenerse – Me gustaría, Karin – dijo sin voltear – pero no mereces que se te trate como un objeto para rastrear y curar.
No supo que contestar en ese momento, el aire la abandonó, su corazón latió con fuerza y se le formó un nudo en la garaganta.
- No me importa con tal de estar contigo – mustió con la cabeza gacha.
- Ya te dije que no – repitió sin cambiar su tono de voz y aún sin mirarla – ahora duérmete que mañana saldremos antes de que amanezca y necesito que estés en perfecto estado para que rastrees sin problemas.
Él salió de la habitación caminando con calma y ella se quedó unos instantes más sin levantar la cabeza.
- Sí... - sollozó.
Luego de un largo suspiro de derrota y con los ojos vidriosos decidió que quería salir a caminar un poco y respirar con calma, pero apenas dio un paso y sintió una mano empujándole
- Quítate; – dijo Suigetsu con burla – estorbas.
- Suigetsu... - murmuró ella escondiéndo el rostro con el cabello – eres una desgraciada anguila de agua estancada, ¿por qué no te mueres para que yo pueda ser un poco feliz?
- ¡Eh, eh, eh! - se acercó a ella agregándole agresividad a su tono – cuidado con tu boquita, ¿ahora qué demonios te pasa?
Ella no contestó, sólo ocultó más el rostro e intentó dar media vuelta y salir corriendo, pero Suigetsu la jaló muy bruscamente de la muñeca para obligarla a mirarlo.
- ¡¿Qué te pasa?! - demandó alzando la voz, confundiéndose al notar que ella estaba a punto de llorar.
- ¡Sólo muérete, púdrete, maldito perro sarnoso! ¡Te odio más allá de lo posible! ¡Te odio, te odio mucho!- gritó llorando y empujándolo a la pared. Él iba a protestar, pero cuando ella lo hizo chocar con el muro se le lanzó al cuello y lo besó con violencia. Suigetsu intentó separala mientras que trataba de articular de nuevo un "¿qué te pasa?", sin embargo, pronto comenzó a corresponder a su beso con la misma intensidad, resbalándose por la pared hasta caer al suelo, donde ella se le montó y siguió besándolo metiéndole las manos debajo de la ropa.
- Déjame imaginarme que eres él... - dijo Karin en un instante que se separó de su boca.
El chico sólo la miró un momento a los ojos y volvió a besarla, empujándola para que ella quedara en el suelo y él encima.
- Sasuke... - jadeó Karin.
Pues nada, aquí un desvarío mío, jiji, Si alguien tiene un comentario, una critica, alguna corrección de cualquier tipo me gustaría que me la comentaran, gracias y un beso ^^