¿Más de un mes desaparecida? O.O ¡Dios, realmente no tengo perdón! Gomenasai, se que suena ya repetitivo decir que no he tenido tiempo o que mi inspiración estaba decaída, pero aunque no me creáis y eso no calme vuestra furia… No os podéis imaginar el mesecito que tengo (y los que me esperan).

Aun así mis más sinceras disculpas. Para ello me he esforzado con este capítulo (final) y he intentado hacerlo más largo, un poco como recompensa. Ojala os satisfaga.

Daros las gracias por vuestra paciencia, por vuestros comentarios cargados de energía positiva con las críticas constructivas y los halagos. ¡Muchas no, muchísimas gracias a todos los que leéis y comentáis el fic!.

Espero que este capitulo final sea de vuestro agradado. Ya me contaréis.

Advertencias: Los personajes de Naruto no me pertenecen, el fic Sí.

Ahora si, disfruten la lectura:


.-EL INTERROGATORIO-.

-Si los martes le cambio el turno a Ino, tendré toda la tarde libre. Pero entonces, tendré que hacer horas extras los jueves para compensarlo- frunció el ceño dando a entender su disgusto ante sus propios pensamientos-No, será mejor coger el turno de Hinata, así podría amoldarme en caso de que me surgiera alguna misión.

Se había reafirmado en su decisión. Para matar los minutos de distancia que la separaban de la Torre Hokage hasta el hospital, Sakura decidió idear un planning de entrenamiento para mejorar sus habilidades. Buscaba la mejor forma de sacar partido a su tiempo libre, sin embargo, era un duro trabajo ya que entre las misiones, el trabajo del hospital y los encargos de Tsunade, a la kunoichi no la quedaban muchos espacios que llenar con un entrenamiento a no ser que se quitara de lujos como las comidas o sus horas de sueño.

Pero desde luego no estaba dispuesta a cometer semejantes atrocidades contra su integridad física.

Bufó molesta. Cuanto más lo pensaba, menos tiempo libre encontraba en su rutina. Estaba claro que tendría que reducir sus horas de sueño para poder entrenar por la mañana, justo antes de ir al hospital y siempre y cuando no tuviera una misión. Aprovecharía también los pequeños ratos de descanso que hay entre las misiones así como también los respiros que de vez en cuando se podía permitir en el hospital.

Apareció una sonrisa en su rostro al haber sido capaz de organizar con tal precisión el día a día, pero duró muy poco.

-Necesitaré proteínas, una dosis extra de vitaminas y mucho calcio para fortalecer los huesos- Obviamente aquello era una locura y para compensar un poco a su cuerpo comenzó a pensar en cambiar su dieta.

Una vez que estuvo medianamente satisfecha con su nueva rutina, su atención volvió a recaer en el exterior de su persona para darse cuenta de que ya había llegado a su destino. Las puertas del hospital, un lugar tan cotidiano para ella, estaban justo delante de sus ojos.

Entró a paso lento. No le gustaba la idea de que Tsunade la hubiera encargado aquella tarea, pues ni si quiera se podía considerar una misión. Haría el reconocimiento lo más rápido posible y luego aprovecharía para irse a entrenar. Sólo esperaba que quien quiera que fuera la persona que tendría que oscultar no la molestara mucho en su trabajo… odiaba las interrupciones impertinentes y las conversaciones banales que tenía con muchos de sus pacientes.

Una vez quitado su uniforme anbu, se vistió con el uniforme que la catalogaba como médico y comenzó sus pasos hacia la sala en la que la esperaba aquel todavía misterioso paciente.


Su cara lo delataba. Estaba molesto. Más bien cabreado.

De acuerdo que no era como quien dice el ojito derecho de la Hokage, ni mucho menos, pero la situación ya comenzaba a sobrepasar los escasos límites de su paciencia.

Primero se ríe en su cara e intenta humillarle cuando la comunicó su regreso. De acuerdo, se lo merecía… aunque eso no quisiera decir que aceptaría de buen grado aquella humillación.

El menor sonrió con arrogancia ante sus propios recuerdos. Aquel día le quedó bien claro a la Godaime que jamás se debe tocar el orgullo Uchiha.

Segundo le manda a un estúpido y sin sentido interrogatorio, en el que casualmente fue su antigua compañera de equipo, la supuesta más débil, la persona a la cual debía una obediencia.

Ladeó la comisura de sus labios hacia la derecha, remarcando la sonrisa de su rostro. Segundo fallo por parte de Tsunade; creer que él se sometería ante un simple ambu, más aun ante ella.

Aunque debía reconocer que aquel interrogatorio no había sido tan sin sentido como él pensó en un principio. Todo lo contrario, fue de lo más interesante.

Pero si creyó que con aquello ya había sido suficiente, ahora la maldita vieja alcohólica le enviaba a un chequeo médico. ¿Es que acaso no tenía nada mejor que hacer que joderle la vida? ¡Maldita sea! Era la gobernadora de una aldea entera, como poco, seguramente tendría más de un millón de papeles, folletos y demás informes retrasados sobre su escritorio. ¿Por qué no se dedicaba a eso y le dejaba en paz?

-¡Tsk!- su cara lo denotaba, esta Muy cabreado.

Casi sin darse cuenta, Sasuke llegó hasta su destino. La puerta blanca e impoluta con el número de habitación que le había indicado Tsunade estaba justo en frente de él. Sin pensarlo mucho más, dio un par de golpes sobre la madera para avisar de su presencia.

-Adelante- se oyó la voz desde el interior

Una voz más que reconocible incluso a kilómetros de distancia.

La sonrisa de su rostro se ensanchó todavía más, dándole si se podía un toque más arrogante a su expresión.

Puso la mano sobre el pomo de la puerta y entró a la habitación llamando así la atención de unos preciosos jades.

-Sakura…- pronunció con su habitual voz ronca.

La sonrisa no se iba de su cara… puede que al final aquella revisión fuera más interesante de lo que él había imaginado.

Giró sobre sus talones lentamente y abrió los ojos asombrada al reconocer la voz que lo había llamado. Sus jades corroboraron sus pensamientos, justo en frente de ella se encontraba aquel hombre con su porte arrogante y con una gran mueca de altanería plasmada en su rostro.

Cuando todo el peso de sus jades se posó en él, la mirada sorpresiva de Sakura cambió rápidamente por una total mueca de disgusto.

Este acto hizo que su sonrisa aumentara. Le gustaba la idea de poder "jugar" de nuevo con ella. Sin embargo, extrañamente algo había pasado desapercibido ante sus ojos. Unos ojos negros y fríos como la noche salieron por detrás de la silueta de Sakura y se posaron directamente en él.

Se sombró por no haber recaído en su presencia y su sorpresa aumentó cuando pudo observar detalladamente la situación.

Sai, sentado sobre la camilla que había colocada en el medio de la habitación, sin ningún tipo de prenda que le cubriera la parte superior y con una distancia mínima entre su cuerpo y el de Sakura.

Esa imagen fue la causante de que la sonrisa de su cara se esfumara sin dejar rastro. Su ceño se frunció y su ira aumentó al ver como aquel sujeto estaba ocupando el lugar que a él le correspondía en aquellos momentos.

Al darse cuenta de quien ocupaba toda la atención del Uchiha, la kunoichi habló- Ahora estoy ocupada con Sai, por favor espérame fuera. En unos segundos te atiendo.

-No pienso ir a ningún lado. Se supone que esta es mi hora- sin apartar en ningún momento la mirada de aquel sujeto, el cual tenía una falsa sonrisa que lo hacía enfurecer todavía más, Sasuke habló de forma contundente. No pensaba moverse de ahí de ninguna manera.

-Llegas tarde por si no te diste cuenta. He tenido que adelantar algunas visitas para no perder el tiempo. Así que ahora te toca esperar fuera.

¿Llegaba tarde? Sasuke cambió la posición de sus ojos para mirar el gran reloj analógico que había colgado sobre las paredes. Y al ver la hora su ceño se frunció aun más.

Maldición, Sakura tenía razón.

-La próxima vez no hagas perder mi tiempo Uchiha. Sal fuera y en seguida te llamaré.

-¡Tsk!- su orgullo había sido dañado de nuevo. Y de nuevo por ella. Giró sobre sus talones y con el peor humor que podía tener salió de aquella habitación cerrando la puerta tras de sí con un gran portazo.

Apoyó su espalda contra el lateral derecho de la puerta que le separaba de Sakura y miró de nuevo a uno de los relojes que había en los pasillos del hospital. ¡Joder! ¿Cómo no se había dado cuenta de que llegaba tarde? La impuntualidad no era una de sus facetas… y ahora más que nunca la odiaba.

Si hubiera llegado antes no tendría porque haber presenciado aquella escena.

Se extrañó ante sus propios pensamientos. ¿Aquella escena? No, aquello no había sido nada anormal. Solo era un medico con su paciente… ¿Por qué le molestaba entonces? Eso sólo era un reconocimiento típico, seguramente él pronto se encontraría en la misma situación…

Y extrañamente, aquella idea hizo que su furia disminuyera… Cerró los ojos con tranquilidad y cruzó sus brazos para esperar impacientemente a que Sakura le diera permiso para entrar.

A los pocos minutos la puerta se abrió. El menor abrió los ojos atento al oír el sonido de las bisagras y al hacer tal gesto, su mirada chocó con la de la persona que salía del interior de la habitación.

El sujeto le respondió con una sonrisa- Ya puedes pasar Uchiha-traidor. Yo ya he terminado con Sakura-san

Aquella sonrisa sumada precisamente a aquellas palabras, hicieron aumentar la frustración que embargaba a su cuerpo. Se encargó de que Sai notara todo esto lanzándole una de sus peores y más frívolas miradas y sin dirigirle palabra alguna se internó en la habitación cerrando la puerta tras de si y encargándose de que nadie les molestara, al menos durante su estadía en aquella sala.

-Siéntate- aquello no fue una sugerencia, fue una orden. Dirigió su mirada hacia la doctora encargada de su reconocimiento y sonrió al ver la cara de pocos amigos que ésta traía.

Al ver la sonrisa que aparecía en su paciente, Sakura no pudo evitar su comentario- Parece que estás muy contento. Eso es extraño en ti- pero él no la respondió. Se sintió estúpida al verse ella misma en aquella situación, intentando entablar una conversación y precisamente con él, por lo que vivazmente intentó solucionar su comentario con uno nuevo cargado de frialdad e ironía- ¿Acaso te alegras de que sea yo quien te osculte Sasuke-kun?

Primeramente sufrió un proceso de sorpresa y enfado por el impertinaz comentario, pero haciendo gala de su personalidad supo contrarrestarlo antes de que ella se creyera que dominaba la situación.

Se dirigió hacia la camilla y se sentó en ella- La verdad es que sí, me alegra encontrarte de nuevo.

Ese comentario dejó totalmente fuera de control a Sakura, quien no se esperaba semejante reacción por parte del Uchiha. No pudo evitar mostrar tales emociones en su rostro alzando una ceja y preguntándole su duda- ¿desde cuando te interesa tanto verme?

Sasuke simplemente se limitó a sonreír por su reciente éxito. Había conseguido descolocar a Sakura y con ello la hizo olvidarse momentáneamente de contestar con fríos comentarios o de que se le pasara por su cabeza la estúpida idea de intentar humillarle de cualquier forma. Sin embargo, todavía no finalizaba. Entre que Sakura se iba acercando con un endoscopio sobre su mano para analizarle, Sasuke habló a la vez que se iba quitando de forma lenta su camiseta dejando su torso completamente desnudo- Desde que nuestros encuentros son tan interesantes

Punto débil.

Se quedó completamente en shock, sin ningún tipo de respuesta. La profunda y sensual voz del shinobi pronunciando aquellas significativas palabras a la vez que se iba medio desnudando la pilló totalmente desprevenida. Incluso se podría decir que no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran levemente de un color escarlata.

Sasuke alzó una ceja y miró fijamente a la kunoichi- ¿No ibas a oscultarme?

En ese instante fue cuando ella salió de su trance y se dio cuenta de que se había quedado con el brazo estirado cargando el endoscopio-¡Tsk!- Su cara cambió radicalmente al analizar la situación en la que se encontraba.

Acercó el aparato a Sasuke y lentamente fue recorriendo con él todo su pecho, escuchando así sus pulmones y los latidos de su corazón.

Sin embargo, su mente estaba más en sus cavilaciones que en concentrarse en el reconocimiento. Había sido una estúpida, se había dejado llevar por unos básicos y estúpidos impulsos y había perdido el control de la situación. Pero desde luego, tenía bien decidido que las cosas no se iban a quedar así.

-No podría estar más de acuerdo- la frase pilló a Sasuke por sorpresa, no sabiendo muy bien a que se refería su compañera- sobre lo de nuestros encuentros- el rosado pelo de la kunoichi se esparcía por toda su cara impidiendo a Sasuke observar su rostro. Tan sólo podía guiarse por la melodiosa y dulce voz que en esos momentos salía por la boca de la pelirosa- Realmente han sido muy interesantes. He de confesar que he disfrutado mucho en el interrogatorio.

-Uhm- apareció la sonrisa que remarcaba todo su orgullo en su expresión.

La kunoichi alzó la cara para encontrarse con su mirada y ese momento fue en el que Sasuke pudo observar el rostro frío e irónico que ésta poseía, cosa que hizo que su sonrisa desapareciera.

-Disfruté muchísimo haciendo callar tus comentarios impertinentes… justo como ahora

Sus ojos negros apenas tuvieron tiempo de ver el momento en el que un puño cargado de chacra se dirigía sin ningún tipo de titubeo contra su cara. No supo bien si fueron sus habilidades o simplemente su instinto de salvación, pero afortunadamente pudo agarrar a tiempo el brazo de la kunoichi impidiendo que lo golpeara y quedando así ambos shinobis muy pegados.

Sasuke aprovechó para acercar la cara de Sakura más a la de él y continuó así con su juego- No me refería precisamente a ese tipo de diversión… Sakura- procuró que pronunciando la última palabra todo su aliento calara directamente en la kunoichi.

Ella sonrió- Yo tampoco

Él no pudo más que abrir los ojos completamente consternado. No se dio cuenta cuando fue el momento en el que su juego había pasado a ser el de ella. No se enteró de que aquel puñetazo no tenía la más minima intención de recaer en su cara y ni se inmutó en el momento que había ocurrido todo.

De lo que único que era mínimamente consciente en aquellos momentos, eran de los finos y delicados labios que estaban posados sobre los suyos. Lo único que notaba era una lengua pidiendo paso por entre su boca mientras que unas suaves manos se enredaban por entre su pelo.

No sabía lo que hacía ni porqué. No sabía porque había cedido ante aquel beso y ahora estaba saboreando un exquisito elixir de cerezo y mucho menos sabía en que momento sus manos pasaron a posarse sobre sus caderas impulsándola más hacia él.

Impulsos… se movía por impulsos. Su cuerpo la quería cerca y él solo reaccionaba ante aquello. Notó entonces como ella se disponía a parar aquel momento y totalmente disgustado con aquella decisión hizo más hincapié en su agarre y la atrajo más hacia él para profundizar su beso y poder así seguir fundiéndose con ella por unos momentos más.

…Luego ya pensaría las consecuencias.


Miró al montón de informes que la acababan de dejar sobre la mesa, una pila que bien que podría llegar a sobresalir un metro por encima de su escritorio. Tras eso, sus ojos se posaron en la culpable de que aquel montón estuviera en frente de ella.

Su expresión estaba contraída, su entrecejo estaba fruncido y de con un alto grado de valor su mirada de reproche se enfrentaba con la suya.

De nuevo volvió a posar sus ojos sobre los informes, cada vez que los miraba se disgustaba toda vía más. Ladeó un poco la mirada para ver el té que había junto a los papeles, arrugó la frente. Hubiera preferido un poco de sake en vez de aquel jugo para poder evadirse momentáneamente de aquella situación.

-Lee y fírmalos. Volveré en una hora a por ellos- contundente. No la iba a dar tregua.

Un suspiro de abatimiento salió de su boca, Shizune había ganado. A regañadientes estiró su mano y cogió el primero de aquella tanda de papeles. Sus ojos se abrieron incrédulos ante lo que estaba leyendo- ¡Esto es del año pasado!

-Si, por eso no se pueden atrasar más. Ya va siendo hora de que se ponga al día con todos estos informes Tsunade-sama- la mirada de reproche de la pelinegra le dejaba claro que aquella tarde iba a ser muy dura.

-¿Una hora? Tardaré todo el día en terminar esto.

-No si empieza ahora. La dejaré sola. Recuerda vuelvo en una hora y más la vale que haya terminado con todos- tras dejar sus últimas palabras, Shizune salió del despacho dejando a una más que abatida Godaime.

Suspiró de nuevo. Agarró con más fuerza aquel papel y empezó a leerlo.

Informe sobre el interrogatorio de Sasuke Uchiha.

Anbu designado: Haruno Sakura

Alzó una ceja recordando el día en el que el Uchiha llegó a Konoha y cuando asignó a Sakura aquel interrogatorio. Sonrió, había pasado mucho tiempo desde entonces, no entendía como había podido olvidarse de leer aquellos informes.

Puede que después de todo, aquello fuera más interesante de lo que había previsto en un principio. Continuó leyendo.

Tras dos intensos días de interrogatorio me atrevo a corroborar la decisión de la Godaime. Uchiha Sasuke no representa ninguna amenza para la aldea de Konoha. Los motivos que le hicieron regresar tras su traición son completamente inofensivos. Su antiguo equipo, conocido como Hebi o Taka ha sido disuelto y nos ha facilitado la posición de cada uno de los intrigantes, a los cuales deberíamos estar atentos por mera precaución.

Sabemos que Uchiha asesinó a varios miembros de Akatsuki y he conseguido información muy valiosa de este grupo de asesinos, la cual será dicha en persona a la Hokage para evitar posibles infiltraciones en los informes.

En cuanto a la actitud personal del Uchiha sigue manteniendo su personalidad egocentrica y altanera. Sacarle la información desea ha sido mucho más duro de lo previsto y he tenido que usar distintos tipos de tácticas, muchas de ellas insuficientes para que pudiera colaborar con el interrogatorio.

Confirmo sus buenas intenciones como he dicho al principio, pero aun así no descarto una preventiva vigilancia durante unos meses para comprobar sus movimientos y corroborar que su estadía en Konoha no representa una amenaza para la aldea.

El resto de información será recibida en persona.

Atte: Haruno Sakura, anbu al cargo del quinto escuadrón de la aldea Oculta de la Hoja

Frunció el ceño dando a entender su disgusto. Aquel informe no la había sido de entretenimiento, no la decía nada de especial. Ni si quiera Sakura se había dignado en mencionar la batalla que ella misma decidió pelear tras el interrogatorio. Ladeó sus sonrisa pensando de nuevo en aquel día.

Estiró su mano y cogió la siguiente hoja de papel.

Informe médico sobre el estado físico y psicológico de Uchiha Sasuke

Ninja médico designado: Haruno Sakura

Tsunade sonrió al leer el comienzo. Espera que este informe fuera mucho más interesante que el anterior al recordar el día en que Sakura le entregó aquellos papeles.

Flash Back

-Aquí tiene el informe Tsunade-sama- la kunoichi le entregó los papeles

Tsunade los dejó encima de la mesa dispuesta a leerlos más tarde. Por el momento prefirió centrarse en su alumna, analizándola de arriba abajo. Había algo diferente en ella y estaba dispuesta a sonsacarle cualquier cosa.

-¿Y bien? ¿Cómo ha ido la oscultación?

-Si lee el informe lo sabrá. Ahí viene todo detalladamente- Maldición, Sakura era lista… pero ella no se iba a dar por vencida.

-Si, pero me gustaría que tú me contestaras. ¿Cómo es el estado físico del Uchiha?

Bingo. Supo que acertó con su pregunta al ver un atisbo de sorpresa en los ojos de su pupila e incluso podría haber jurado que sus mejillas se ruborizaron levemente.

-Es excelente- Tsunade sonrió picaramente- no tiene ningún daño interno ni físico ni psicólogico. Los detalles están en el informe, he de irme. Adiós Tsunade-sama.

Aquella respuesta la agradó en demasía. Su alumna era distinta y sabía que cierto Uchiha tenía mucho que ver en todo aquello. Sonrió al ver como sus planes funcionaban con gran éxito y se permitió tomar un poco de sake para celebrarlo.

Fin Flash Back

Aquel día se la olvidó leer el informe. Y al recordar todo aquello de nuevo la entró la curiosidad, por lo que sin dudarlo dos veces comenzó a leer.

-¡Tsunade-sama!- el grito colérico de Shizune la asustó

-¿Qué demonios te sucede? No han pasado ni diez minutos

-No…no es eso. Sakura-san acaba de ingresar en urgencias acompañada de Sasuke-kun

-¿¡Qué?! ¿Otra vez?- sin perder ni un segundo, Tsunade tuvo que dejar el informe sobre su escritorio y salió lo más rápido que pudo de su despacho camino al hospital.

Las entradas de Haruno y Uchiha en urgencias eran algo de lo más habitual. Desde el regreso de Sasuke, ambos shinobis habían pasado largas temporandas compitiendo entre ellos en el campo de batalla. Y debido a sus duros caracteres y sus altos orgullos, muchas de las ocasiones acababan con grandes heridas.

Pero hacía ya más de siete meses que no peleaban por ver quien era el mejor. ¿Cómo se les había ocurrido?


La paciencia no era ni de lejos su mejor virtud. Llevaba ya más de una hora rondando por aquellos pasillos tan atisbados de gente, su vista se había dirigido al reloj en más de quince ocasiones y ya estaba empezando a enfadarse. La preocupación lo estaba cegando y la ira comenzaba a hacerse paso por su cuerpo.

-No te preocupes, estará bien- la voz de Naruto intentaba tranquilizarlo, pero en aquella situación no había nada capaz de relajarlo.

Tan solo había una cosa que lo tranquilizaría. Y esa era verla a ella de nuevo.

De pronto la puerta de la habitación se abrió y toda su atención se posó sobre la persona que salía, a la cual se abalanzó sin pensarlo dos vences.

-¿Cómo esta?

-Tranquilo, todo ha salido bien. Puedes pasar.

Su corazón por fin se tranquilizó al escuchar aquellas palabras. Un suspiro de relajación salió de su boca y notó entonces las manos de su amigo posada sobre su hombro.

-Enhorabuena teme

Sasuke sonrió. Sus piernas comenzaron el camino que los separaban y tras unos segundos llenos de nerviosismo sus ojos vieron la que toda su vida sería la imgen más maravillosa del mundo.

Con la frente sudada y el pelo desalborotado, aun así ella estaba hermosa. Sus ojos jade brillaban y su sonrisa relucía a la vez que sujetaba a una pequeña criatuara sobre sus brazos.

Se acercó hasta Sakura y la besó para luego mirar a la niña. A su primera hija, la persona más bella de este mundo para él.

-¿Cómo se va a llamar?- preguntó Naruto, quien acababa de entrar en la habitación seguido de Tsunade

-Mizuki- dijo Sasuke

-Noa-dijo Sakura al mismo tiempo

Ambos se miraron retadores y con el ceño fruncido.

-Mizuki le pega más. Significa belleza.

-Pero Noa quiere decir amor, que es más importante que la belleza

-Se llamará como yo digo Sakura, no hay más que hablar.

-Por su puesto que hay más de lo que hablar. Esto no se va a quedar así Sasuke, se llamará Noa y punto.

-Mizuki

-Noa

-Mizuki

-Noa

-¿Quieres jugártelo a una batalla?

-Cuando quieras.

Tsunade y Naruto miraron la escena anonadados. La relación de amor y odio que profesaban aquellos chicos era indescriptible. Ni si quiera en el nacimiento de su propia hija eran capaces de ponerse de acuerdo.

Pero aun con todo eso, Tsunade comenzó a reírse. Por que ya podía ser feliz, por fín su mejor alumna había vuelto.


.-FIN-.


¿Les gustó? Al principio quise haber explicado un poco más la primera situación del hospital o como acabaron Sakura y Sasuke teniendo una hija. Pero creo que todo esto queda mucho mejor si lo dejo a su imaginación, ¿no les parece? Espero que sí.

Lo que más me interesaba de este fic, era la idea del interrogatorio, donde pude contar con toda vuestra colaboración. Al haber cumplido con gran entusiasmo esa meta, me pareció bien dejarlo así. Espero de verdad que os haya gustado. Yo estoy muy satisfecha gracias a vosotros. De verdad, Muchísimas gracias por todo el apoyo que he recibido y por esos comentarios que dejáis tan fantásticos.

¡Espero saber sus opiniones!

¡Cuídense!

Atte: Kunoichis-San