¡Holaaaa~! Porfin de los porfines aparezco...y aún sin Word D:

Fue una verdadera aventura escribir este capitulo, CREANLO. Me da risa de solo recordarlo.

Tuve que ir a la casa de una de mis amigas a robarle su computador que casualmente SI tiene la licencia del Exel, ORIGINAL, gah, la odio - COFFENVIVIDACOOFFF - Y me la pase llendo a su casa prácticamente día por medio, y obviamente no me iba solo a sentar y decirle "Oye, nesecito tu computador para escribir mi fanfic del cual no subo un capitulo desde hace sepa Dios cuando. ¿Me lo prestas?" NO.

Asique debido a mi incapacidad de mantenerme callada por mas de treinta segundos, cada vez que iba para allá, casi nunca avanzaba el capitulo porque les digo que con mis amigas las horas de cuchicheo se transforman en segundos.

Pero finalmente un dia en particular me senté con mis ideas claras y mis deditos hicieron el trabajo restante, asique agradezcan la bondad de Camile al prestarme su computador y su paciencia cuando la aburría por horas discutiendo con ella la mejor manera de avanzar esta historia, fufufufu, ella ya sabe el final. *risas*

Lamento mucho si leen algunos errores garrafales de ortografía, pero ya saben en la posicion en la que me encontraba.

Asique solo me queda decir que disfruten este capitulo y no me asesinen por medio de los Reviews e_e

Naruto obviamente no me pertenece, de lo contrario, CAOS sería lo único que ustedes podrían ver. Asique agradezcan a Kishimoto que sus cerebros aún no se ven violentados con mi logica incompetente :B

¡A Leer!


Capítulo VIII

Intervenciones.

By: Shivi

- ¿Qué miras dobe?

- Oh nada, nada. Solo imaginaba pequeños híbridos del Sharingan y Byakugan corriendo por la aldea.

- … ¿Te han comentado alguna vez que tienes un serio retraso mental?

- Todos los días por las mañanas, gracias a ti por supuesto.

Era hora de almuerzo y Rehia había decidido salir a recoger algo de real alimento para su hermano, alegando que la comida de hospitales le daba la impresión de que con lo poco apetitoso con que lucían los platos, querían hacerlo caer a uno de vuelta a la sala de emergencias con alguna infección estomacal.

Hikari por supuesto se auto-invitó, por lo ahora que ambas rivales se encontraban caminando por las calles de una Konoha en reconstrucción luego de la batalla de hace unos días.

Varios aldeanos las observaban sin mucho disimulo mientras las señalaban y murmuraban, las chicas recibieron miradas de admiración tanto como de respeto.

Pero las más comunes eran las de rechazo y de temor.

Ninguna de las dos se incomodó sabiendo que eran observadas y analizadas por casi todos los habitantes de la aldea.

Para ellas, eso era pan de cada día.

Hikari se inclinó suavemente hacia adelante, tratando de hacer contacto visual directo con la pelinegra. - ¿Compraremos ramen?

Rehia siguió con su vista puesta en el camino y sin demostrar emoción alguna, respondió. - Ni muerta.

La Uzumaki hizo un puchero. – Aw, vamos Re-chan~

- No. – Rehia notó por el rabillo de su ojo cómo la rubia se tomaba la barbilla, pensando.

Qué milagro.

Hikari hizo un gesto que a opinión de Rehia, la hizo parecer un gato triunfante que acaba de atrapar a su canario. - Si te decides por el ramen, te cuento lo que Toushiro murmura en sueños…

Rehia hizo una mueca. – Como si me interesara lo que…

- …De tí. – Terminó la Uzumaki acercándose aún más al rostro de su rival, analizándola con insistencia en busca de alguna pequeña señal que le diera una respuesta.

Y la encontró cuando la Uchiha finalmente la miró a los ojos, con su seño fruncido. - ¿Qué demonios? Ahora te dedicas a escuchar los balbuceos de los demás mientras duermen. Definitivamente tienes un serio problema Hikari, ve a un psicólogo. – Hikari solo sonrió aún más.

A Rehia no le gustó eso.

- Ohh, ¿Te molesta acaso? – Dijo la rubia con un claro tonito de burla.

Rehia la miró con fastidio. – Idiota, estoy en el mismo equipo que él hace mas de 6 años, eh escuchado más de una vez las estupideces que Toushiro murmura mientras babea cuando duerme. – la pelinegra giró su cuerpo hacia el lado contrario de Hikari, continuando con su camino.

Hikari alzó una ceja, sin quitar esa sonrisa del gato Chesire. – Entonces cuéntame Teme-chan. ¿Qué dice mi gemelo mientras duerme? – Dijo luego de alcanzar a Rehia.

Y la suerte, extrañamente parecía estar del lado de ella, porque Hikari estando demasiado ocupada mirándola y observando sus reacciones, chocó de bruces con un Sasuke salido de la nada, cayendo al duro suelo en un golpe seco y al parecer doloroso. La rubia maldijo mientras notaba como Sasuke se mantuvo firme en su lugar sin alterar su fría expresión.

Uchihas.

- Sasuke. – Dijo Rehia inclinando levemente su cabeza.

El pelinegro Uchiha repitió en gesto pretendiendo no escuchar los insultos que Hikari le dedicaba en voz baja. – Rehia.

Hubo un silencio entre padre e hija, que solo se veía alterado por la reclamante voz de Hikari. Sasuke decidió tomar la primera palabra, milagrosamente. – Estoy buscando al Dobe. ¿Lo han visto? – Dijo directo.

La pelinegra asintió - Precisamente acabamos de estar con él hace un momento, está en el hospital. – La joven notó como Sasuke se tensó ligeramente, por lo que rápidamente agregó. – Naruto decidió escoltar a Hikari al hospital esta madrugada y ahora íbamos en camino a recoger algo de comida para mi hermano, mis compañeros y para él también.

Hikari una vez que se hubo puesto de pié, gritó. - ¡Ven con nosotros! – Rehia la miró punzantemente, mientras menos tiempo pasaran con sus padres, mas fácil sería todo. Pero al parecer a Hikari eso no parecía importarle ni en lo más mínimo.

La pelinegra se había volteado hacia la Uzumaki con claras intenciones homicidas, cuando la voz de Sasuke la hizo detenerse.

El Uchiha vaciló, pero finalmente habló con firmeza. – Antes de ir, necesito hablar algo contigo.

Hikari se sorprendió al oír que su propuesta había sido aceptada por la versión juvenil del padre de Rehia, y la rubia notó como su rival fruncía el seño, extrañada.

Rehia se giró hacia la rubia, pero la chica se le adelantó, conociéndola. – Tranquilos par de temes, yo me largo. Tanto Emo junto me da comezón. – Dijo la rubia mientras hacía gestos exagerados, rascándose el cuerpo. Rehia dio un amenazante paso hacia la rubia, ante lo que Hikari con un Puff desapareció.

Quizás en camino a desabastecer el Ichiraku, pensó la Uchiha.

Rehia se giró para encarar nuevamente a su padre y notó su gesto de fastidio dirigido al lugar donde había desaparecido la rubia, la chica rió internamente, había sacado demasiadas actitudes idénticas a las de su Chichihue. – ¿Sobre qué?

- Solo, sígueme.- Cortó Sasuke dándole la espalda y desapareciendo en un flash, Rehia captó el rumbo que su padre había tomado y sonrió con arrogancia.

Hace bastante que no tenía una batalla decente con Chichihue.


Mamoru en ese momento se lamentaba no haber salido con su hermana, pues con Naruto allí lloriqueando que ya quería su ramen para el almuerzo y junto a Toushiro con Yuuki que se peleaban como perro y el gato por cualquier minúscula cosa de sus existencias.

El antídoto ya se le había sido administrado por su madre en horas de la madrugada y podía sentir cómo su cuerpo se recuperaba poco a poco, sin embargo, el joven Uchiha miraba con tentación las ventanas de su habitación y se preguntaba a qué distancia se encontraría del suelo.

Oh bueno.

Naruto en un lapsus pareció retomar un poco de compostura y se acercó a la cama de Mamoru, el Uchiha lo miró esperando que quizás retornara al llanto o hiciera alguna de esas muecas raras que solía hacer cuando intentaba hacerlo reír mientras era más pequeño.

- ¿Te puedo hacer una pregunta Mamoru?- El aludido quiso responder que ya le había hecho una, pero conociendo a Naruto, se le quedaría mirando sin entender su respuesta.

- Claro.

El rubio se acomodó un poco en la cama del chico. - ¿Realmente eres medio hermano de Rehia?

Mamoru se quedó de piedra, esto no era bueno, para nada bueno, había subestimado a Naruto olímpicamente. ¿Cómo habían dudado enseguida de la historia que su Nee-san les había relatado? ¿Tan poco creíble había sido? Aunque si era sincero consigo mismo, de alguna manera sabía que esto pasaría tarde o temprano.

Sin embargo, casi todos preferían que fuera más tarde que temprano.

Si seguían a ese ritmo, para la próxima semana se sabría todo.

Tratando de no entrar en pánico, Mamoru optó por una actitud de enfado. Y miró con seriedad a Naruto. - ¿A qué viene eso, Uzumaki-san? – El joven pelinegro notó por el rabillo del ojo cómo Toushiro y Yuuki habían dejado de agredirse verbalmente y observaban el intercambio entre en Uzumaki y el Uchiha, serios.

Naruto pareció no notar el cambio de ánimo en Mamoru al igual que en el par y miraba el cielo por una de las ventanas de la habitación. – Mera curiosidad…- Dijo con simpleza mientras se encogía de hombros, los otros tres jóvenes soltaron el aire que tenían contenido. Pero se volvieron a tensar enseguida cuando Naruto abría su boca para seguir hablando.

Benditos sean todos los cielos, agradecieron todos, pues Hikari decidió aparecerse con varias bolsas en las manos mientras gritaba. -¿Quién quiere un poco de Ichiraku Ramen?

El cerebro de Naruto dejó de procesar cualquier información que su mente comenzaba a traducir en palabras, y las incógnitas instantáneamente fueron remplazadas en su totalidad por aquel manjar celestial.

El rubio lloraba a mares y se lanzó hacia Hikari que con dificultad logró mantener el equilibrio, siete bowls de Ramen no eran fáciles de mantener en las bolsas y agregándole a su padre no ayudaba mucho.

- ¡Te amo Hikari-chan Dattebayo~!- Dijo sin dejar de apretujarla, mientras la chica reía abiertamente. Naruto solo la soltó para hurguetear en la bolsa que contenía los pocillos.

Toushiro se apresuró a sacar su propia ración y Yuuki lo siguió de cerca, Naruto ya se encontraba tragando cuando Hikari le acercó un pocillo a Mamoru. El Uchiha miró los costados de la rubia, en busca de su hermana luego de aceptar su ración.

¿Dónde estaba?

Hikari notó la mirada de Mamoru y después de agradecer por la comida le dijo mientras separaba sus palillos. – Tu hermana y yo nos encontramos a una persona muy singular en el camino, el mismo que quiso tener una pequeña charla con nuestra queridísima Re-chan a solas.

Toushiro, Yuuki y Mamoru fruncieron el seño en perfecta sincronía. - ¿Quién?

Hikari le dio un sorbo al caldo de los fideos. – Uchiha Sasuke.

- ¡¿Qué? – Gritaron tres voces, alterados.

Naruto sonrió con perversión. – Vaya no sabía que el teme tenía tendencias de pedófilo. - Mamoru lo miró con horror.

- Oh Kami, eso es enfermo Oya-Naruto. – Corrigió rápidamente Toushiro con nauseas, casi dejó de lado su ramen luego de escuchar tal atrocidad.

Casi.

-Gracias, Naruto-baka-san. Ahora tendré pesadillas de por vida. – Dijo Yuuki tomándose la cara con una de sus manos, las imágenes mentales recién formadas serían difíciles de borrar.

Hikari optó por darle un coscorrón a su padre. – ¡Baka! Kami, que nunca se te pase siquiera por tu mente eso Naruto, NUNCA.

Entonces, Teme-chan y Teme-ojiisan serían...sdfjkgfkdjakfjkkaghgkkkkkkk...

Creo que una parte de mi cerebro acaba de morir-dattebayo...

Mamoru muy perturbado, sólo se cogió la cabeza con ambas de sus manos, mientras se repetía una y otra vez, Padre e Hija, Padre e Hija, Familia Normal, No Pedofilia, No Pedofilia…Esa ventana se ve muy tentadora…

Naruto sobándose el área adolorida solo miraba con extrañeza las reacciones de los otros integrantes de la habitación.

¿Tan malo fue lo que dijo?

Si tan sólo supiera, pensaban los demás.

Yuuki fue uno de los primeros en recobrar medianamente el hilo de la conversación. – Hikari, qué posible demonio fue el que se apodero de ti como para que dejaras ir a Rehia, sola. – La rubia lo miró con mala cara por lo del demonio y después se encogió de hombros.

- Rehia está bastante grandecita como para tomar sus propias decisiones, noté que querían hablar de algo importante, asique los dejé. – Toushiro miró a su hermana.

- Entonces doy por hecho que Rehia te amenazó.

La rubia miró con aire ofendido a su hermano. – Claro que no, baka… ella solo, bah, para qué les explico esto a ustedes, no entenderán.

- Debemos entender Hikari-nee-san. – Presionó Mamoru mirando fijamente a Hikari. – Especialmente si se trata de Sasuke.

Naruto frunció el seño mientras dejaba de lado su bowl de ramen totalmente vacío. - ¿Porqué tanto problema? Yo encuentro de lo más normal que el Teme quiera hablar con un miembro de su clan que desde hace años, él creía ser el último. – El kitsune ahora miraba con un aire serio a los jóvenes del futuro.

Mamoru se apresuró a cubrir su error. – No es eso Naruto-san. – Le dijo con aire tranquilizador al rubio mayor. – Ambos sabemos cómo son de orgullosos Sasuke y mi Nee-san, no creo que Sasuke aún se encuentre del todo tranquilo con la llegada de nosotros, al igual que muchos de ustedes. – Dijo haciendo alusión a los Konoha trece. - Me temo que lo que menos harán si los ánimos se comienzan a calentar siquiera un poco, es hablar.

- Re-chan tiene un carácter muy volátil aunque no lo parezca, Naruto. – Dijo Toushiro, sorbiendo lo último de caldo que le quedaba. – Y déjame decirte que Sasuke no saldrá muy bien parado si se llegan a enfrentar en batalla.

Y al parecer aquel día estaba lleno de interrupciones y llegadas repentinas, pues casi destruyendo la puerta de la habitación en el proceso, entró una agitadísima Sakura.

La pelirrosa estaba pálida como una hoja de papel y tenía una mirada de preocupación, mezclada con confusión y temor. Todos la quedaron mirando sorprendidos y preocupados al notar la expresión de la medico y sin darles tiempo de siquiera abrir la boca, Sakura dijo atropelladamente. – Sasuke y Rehia están a punto de enfrentarse en los campos de entrenamiento, tratamos de detenerlos, pero no hicieron caso. Necesito que vengan conmigo, ahora. – Sakura miró a Mamoru con una expresión de disculpa. – Lo siento Mamoru-kun, aún no estás en condiciones de abandonar el hospital.

Mamoru la observó serio. - ¿Realmente usted cree que me quedaré aquí de todas maneras?

Sakura reconoció esa mirada, era la misma que Naruto y Sasuke ponían justo antes de escaparse de sus lechos cuando estaban hospitalizados.

La pelirrosa decidió rendirse por esta vez, sabía que de una u otra manera el joven llegaría al lado de su hermana. Y con un suspiro, comenzó a ayudar al Uchiha.

Toushiro le lanzó un par de pantalones marrones y Yuuki una polera simple de color negro, Hikari le pasó sus sandalias ninja y una vez se hubo vestido completamente, Naruto lo ayudó a ponerse de pié, pues aún se encontraba débil.

Sakura lo revisó rápidamente y luego de darle una píldora que le ayudaría a sentirse con más fuerzas y energía, se encaminaron velozmente hacia el antiguo campo de entrenamientos del equipo siete.


Rehia siguió a su padre hasta un lugar que Sasuke ignoraba, significaba mucho en la vida de él, tanto como en la de la chica.

Si bien, Sasuke sabía que Rehia pudo prever hacia donde sus acciones los estaban llevando, aún algo dentro de él le decía que no debía retar a esta joven. El hecho de que Rehia fuera dos años menor que él, era algo que de seguro le brindaría una ventaja segura y era eso mismo lo que le hacía sentirse un poco dudoso respecto a esa repentina decisión, sería injusto e impar, la balanza siempre estaría a su favor.

Pero aquella misma voz que le decía que no debía retar a la joven, que venía de alguna parte muy escondida de su sub-consciente, le decía que la situación sería todo lo contrario.

Sasuke sacudió su cabeza, molesto.

Era imposible.

- ¿Y bien? No tengo todo el día Sasuke. – Habló Rehia una vez pusieron sus pies en la tierra del campo.

El Uchiha mayor le daba la espalda mientras miraba los límites del campo de entrenamiento, estaba tan ensimismado pensando que no notó que había otras personas en el lugar con anterioridad. – Yo tampoco…

Los últimos días había estado muy distraído, terminaría como el Dobe si seguía a ese ritmo.

Rehia también notó que no estaban solos. – Tres son de mi grupo, Óbito, Ryuu y Kouta.

Sasuke reconoció enseguida una cabellera rosa. – Sakura y Hyuuga Hinata. – dijo señalando a las féminas del grupo.

¿Qué demonios hacían allí?

Los cinco se habían dado cuenta de la presencia del par Uchiha en cuanto pusieron sus pies en el lugar, Óbito tuvo la vaga sensación de que no le iba a gustar lo que pasaría con aquellos dos.

Kouta, arrancando una indefensa flor de la hierba, se puso de un salto frente a Rehia. - ¡Rehia-sama, qué maravilla toparme con tan hermosa visión en este brillante mediodía! – Recitó el hijo de la actual Bestia verde de Konoha, poniendo rápidamente la flor en un costado del cabello de Rehia.

Ryuu miró a Kouta con pena. – Gusto en conocerte Kouta, espera, retiro eso. – Dijo el Hyuuga, después murmuró algo sobre padres y equipo sobre protectores seguido de algo de presupuestos para un ataúd.

Rehia no hizo amago de quitar la flor, pero miró con aires molestos a Kouta. – No te acerques más. – Kouta no tomó en cuenta lo dicho por la chica y seguía diciendo cosas sobre la llama de la vida, los rasgos finos de la Uchiha y su fortaleza ejemplar.

Sasuke ya harto, jaló a Rehia alejándola de Kouta, mas el pelinegro enseguida retiró su mano de la muñeca de la chica como si esta quemara.

¿Qué estaba haciendo?

¿Por qué reaccionaba así?

No conocía a Rehia, mas un instinto de protección simplemente se accionó en él mirando a Kouta seguir hablando maravillas de la joven.

Hubo un silencio luego del acto de Sasuke, hasta Kouta se había callado.

Óbito optó por aligerar el ambiente y se dirigió a Rehia. - ¿Cómo está Mamoru-kun? – Le tocó el hombro, haciendo énfasis en tratar de alivianar el extraño y al parecer tenso ambiente después de las reacciones de Sasuke.

Rehia había dirigido sus ojos hacia Sakura, temiendo que la pelirrosa tomara de una mala manera los actos de su padre. Pero para su alivio, las verdes orbes de Sakura solo se mostraban extrañadas y no dolidas o con algún otro sentimiento que le hiciera añadir a Rehia un innecesario dolor de cabeza más a la lista. – ¿Mmh? - Dijo aún un poco distraída, ahora mirando al Hatake, quien por su lado suspiró.

- ¿Mamoru-kun, cómo está?

Rehia pestañeó repetidas veces y con un suave carraspeo se giró completamente, encarando Óbito. – Bien, gracias. Haruno le administró el antídoto esta madrugada, mi Otouto deberá estar completamente bien para mañana por la mañana.

- Mamoru-kun reaccionó excelentemente a los tratamientos, es un joven muy fuerte. – Sumó Sakura mientras le sonreía a Rehia. La Uchiha le mostró el fantasma de una sonrisa y luego se dirigió a Ryuu.

- ¿Qué hay del resto? – Preguntó haciendo alusión al resto del grupo del futuro, en especial a Mikoto.

El Hyuuga dirigió sus ojos hacia la Uchiha, comprendiendo. – Mikoto se encuentra bien resguardada si eso es lo que dudas, Rehia. – La Uchiha lo miró con fastidio. – Aoi está a cargo de los demás, tu equipo y Hikari estaban contigo según tenía entendido.

- Están en el hospital. – Le aclaró la joven.

- Nosotros volvíamos de la torre del Hokage cuando nos topamos con Hinata-san y Sakura-san. – Añadió Óbito señalando a ambas kunoichi. Rehia y Sasuke solo alzaron ambas cejas al escuchar esta información.

- Sakura-san y yo necesitábamos la ayuda de un traductor de un mensaje que se nos fue enviado esta mañana desde un país lejano, Óbito-kun junto con Kouta-kun y Ryuu-kun amablemente nos ofrecieron su ayuda. - Hinata habló sin vacilar, extrañando un poco a los demás, pues cuando se trataba de extraños la Hyuuga se ponía roja de pies a cabezas y no paraba de tartamudear. Pero al mismo tiempo, algunos sabían que durante estos últimos años y con la ayuda de una cierto rubio hiperactivo, Hinata había endurecido consideráblemente su carácter y su apariencia débil. – El mensaje fue totalmente decodificado y ahora íbamos camino al hospital.

Sakura rió con pena. – En el camino me entró curiosidad acerca de las habilidades de Kouta-kun, pues le encontré un leve parecido a Lee-san.

Sasuke dejó escapar un gruñido e internamente agradeció que Sakura no le hubiera oído.

Rehia miró a Kouta. Esperaba que la nueva bestia verde no hablara de más, pero sabía que era algo que no podía impedir. – Kouta se especializa en el Taijusu, es un excelente adversario y domina muchos diferentes estilos de pelea…

A Kouta se le formaron lágrimas en los ojos, ilusionado. – Rehia-sama…

-… pero en cuanto a Ninjutsu y Genjutsu confiaría mas en una cría de mono recién nacida. – Ahora Kouta lloraba limpiamente, destruido. - Haruno, si quieres pelea ve con él, pero no esperes ninguna habilidad ninja demasiado compleja.

Sasuke sonrió de lado, cada vez le caía mejor esta Rehia. – Hn. – Notó cómo los demás trataban de camuflar una risotada, tosiendo o simplemente cubriéndose los rostros.

Sakura, luego de recuperar su compostura, se dirigió al par de Uchihas. - ¿Y ustedes? – Ambos pestañearon.

- Sasuke me dijo que tenía que hablar conmigo. – Dijo Rehia, observando también a Sasuke, mientras el joven, sintiéndose un poco molesto con todas las miradas sobre él, los miró de vuelta con frialdad.

El pelinegro se dirigió luego, solamente a la chica frente a él. – Si bien, comprobé que tienes el Sharingan, aún me queda algo que hacer para saber que eres una verdadera Uchiha. – Rehia sabía a lo que se refería, mas quiso molestar a su padre.

- ¿Qué cosa sería eso?

- Pelea conmigo.

Sakura abrió sus ojos a más no poder. - ¡Sasuke! – Y la pelirrosa se topó con el sólido ónix de los ojos de Sasuke, la Sannin de las babosas estaba exaltada. - ¡¿Es que no escuchaste a Tsunade-sama? Nada de peleas, no problemas con los recién llegados. ¡Aún no los conocemos lo suficiente!

Rehia, esperando esto decidió hablar. – Tranquila Haruno, solo será un entrenamiento suave. – Sasuke se giró hacia la chica y se notaba en su mirada, que esas claramente no eran sus intenciones.

- Eso pensarás tú, pero yo soy plenamente serio cuando se trata de batallas, Rehia. – La chica lo miró fastidiada.

- Créeme Uchiha Sasuke, tú no quieres conocer mi faceta seria. – Dijo Rehia con una mueca de superioridad.

Mas Sasuke no se quedó atrás y de una zancada se puso frente a la pequeña figura de la joven, la chica le llegaba a la altura de su pecho y ella tuvo que doblar su cabeza para poder mirarlo a los ojos. - ¿Eso es una amenaza?

- Hn, tómalo como quieras.

Sakura entró en pánico, esperaba poder convencer al joven pelinegro, pero se estaba desesperando al notar las reacciones de los dos Uchiha. La pelirrosa sabía que Sasuke era increíblemente fuerte y no dudaba ni un momento de sus capacidades, pero de quien si tenía dudas era de Rehia. Aquella chica tenía un aura que gritaba que se trataba de alguien realmente poderoso, su apariencia podía ser engañosa al tener un cuerpo tan menudito y sumándole su actitud silenciosa y observadora, le daba ese aire de ser alguien de temer. Sakura sabía que era un adversario duro.

Y temía que Sasuke la subestimara y su soberbia le terminara jugando en contra.

Asique tenía que detener esto ahora, se dijo la chica mientras se posicionaba entre ambos y ponía una mano en el hombro de cada uno, separándolos. - ¡Basta los dos!- Gritó la pelirrosa y dirigió su vista a Rehia que la observaba con sus ojos una fracción más abiertos de lo normal. – Por favor Uchiha-san, piensa en Mamoru-kun y Mikoto-chan, Sasuke-kun es alguien muy poderoso, no debes subestimarlo, pues saldrás herida.

Rehia sonrió internamente ante los intentos de su madre, mas la chica sabía que tenía que hacer esto. - Comprendo los riesgos Haruno, hace bastante que vengo escuchado de las habilidades de Sasuke y personalmente me moría de ganas de pelear con él desde hace mucho tiempo.

Sakura maldijo la similitud entre ella y Sasuke. – Sasuke-kun, no lo hagas. – Lo miró suplicante.

Sasuke le devolvió la mirada y trató de hacerla entender por medio de los sentimientos que sus ónix orbes querían transmitirle.

Tenía que hacer esto.

Y Sakura comprendía a Sasuke, simplemente no compartía su opinión.

Óbito, conociendo igualmente los riesgos se dirigió a Rehia. – Estas poniendo en peligro toda la misión Rehia.

Rehia no lo miró. – No hagas esto Óbito, sabes que pasaré sobre quien sea para tener esto.

El Hatake frunció el seño. - ¿Inclusive de tu familia, tus Nakama? – El peliplateado notó como Rehia se puso tensa y las orbes que le devolvieron la vista, ahora eran del color de la sangre, la Uchiha estaba enfadada.

- No te atrevas a nombrarlos, esto no les incumbe…

Óbito ahora también estaba enfadado y se acercó a Rehia. - ¡Si, si nos incumbe Rehia! ¡Todos nosotros somos tu familia! – Gritó el joven. – Sé que tienes muchas ganas de hacer esto, losé. Pero…

Rehia intervino, ya con su Sharingan desactivado. – Puede que para ti no signifique mucho, pero es algo que también estoy haciendo por el bien de mis hermanos Óbito. – Dijo un poco más calmada. – Mi orgullo como una Uchiha está en juego y no es algo en lo que tranzaré. Tú más que nadie debe saber cuan valiosa es esta oportunidad…que no se volverá a repetir.

Óbito, al escuchar eso último, se rindió. Y miró a Sasuke. – Te lo advierto Uchiha, no es un contrincante fácil. - Dijo y el Uchiha se limitó a alzar una ceja.

Sakura se giró hacia el Hatake y lo miró indignada. – Eso no ayuda mucho Óbito-kun. - El aludido simplemente se encogió de hombros, sabiendo que no había nada que hacer para cambiar la mente de Rehia y de Sasuke por igual.

- Aquí, no hay mucho que hacer Sakura-san. – Y Sakura solo negó con la cabeza, no era posible.

Kouta y Ryuu miraban con preocupación a Rehia, pero al parecer ellos también sabían que la cuestión era caso perdido. - Se cuidadosa Rehia-sama. – Dijo Kouta. – ¡Y deja en lo alto tu orgullo con una victoria aplastante! – Terminó golpeando su puño en el aire, Rehia le sonrió de lado.

Ryuu se mostró menos enérgico que su compañero. – Si pierdes te las verás conmigo. – Le dijo con mediana seriedad. – Nos estás poniendo en riesgo a todos, asique más vale que le patees el trasero con gracia.

Rehia también le dedico una media sonrisa al Hyuuga. - Hn, tú ya me conoces Ryuu. Los dejaré con las mandíbulas desencajadas.

Sakura no podía creerlo, tenía que detener esto ahora.

Y con ese último pensamiento, dejó como un bólido el campo de entrenamiento, seguida de una contrariada Hinata.


Mamoru negó con suavidad. – Típico de Nee-san.

Hikari, Toushiro y Yuuki estuvieron totalmente de acuerdo con el joven.

Hinata, alegando unos asuntos con el consejo del clan Hyuuga se retiró antes de que comenzaran su viaje hacia el campo de entrenamiento. Asique Sakura en el camino les había relatado los hechos y para continua molesta de la rosadita, ninguno de los compañeros de Rehia se alteró demasiado.

Era algo común.

Lo único que les molestaba un poco en realidad, era que Rehia podía descontrolarse un poco y terminar matando a Sasuke, Sakura y Naruto los miraron con horror cuando hicieron aquel comentario.

- Debemos hacer algo, si Shishou llega a enterarse... - Siguió Sakura, tratando de persuadir a los chicos.

Naruto estaba del lado de su compañera, claramente. - La vieja se la pondrá feas al Teme. - El Kitsune pareció recordar algo de repente. -...Aún está en periodo de prueba.

Sakura, al igual que Naruto, pareció recordar recién aquel hecho y se sobresaltó aún mas. - ¡CIERTO! - Chilló, logrando que los demás la observaran con alarma.

Mamoru miró consternado a su madre. - ¿Sasuke-san aún está en periodo de prueba?

La pelirrosa asintió y por alguna razón los del futuro notaron cómo un pequeño sonrojo se comenzaba a esparcir sobre sus mejillas. - Aunque Sasuke-kun fue un factor clave en una batalla que definió esta aldea...

- Ah, si. Ese tipo Pain y un tal Madarao. - Inquirió Hikari como si recién le hubieran contado aquella historia.

Naruto rio ante la aparente equivocación de Hikari. - Eran Pein y Uchiha Madara, Hika-chan.

Mamoru pensó en la mejor manera de preguntar sobre aquel individuo con quien compartía un apellido y que de muy pequeño le había causado mas de una pesadilla. El joven trató de sonar confundido. -¿Uchiha Madara?

Sakura hizo una mueca. - Creo que es mejor que Sasuke-kun te hable de ese asunto Mamoru-kun...

- Si, una linda conversación de parientes mentalmente disturbados y psicópatas con complejos serios de dioses. - Habló Naruto con sarcasmo y tratando de sonar divertido, pero una mirada de muerte de parte de Sakura le dijo totalmente lo contrario. - N-No me pegues Sakura-chan...

Sakura tomó una bocanada de aire tratando de no cometer homicidio en contra de su compañero de equipo. - Como estaba diciendo. - Mirada de odio hacia cierto rubio. - Aunque Sasuke fué uno de los factores que logró que nosotros fuésemos los vencedores de esa batalla, no quitaba que fuera un Nukenin, su nombre en el libro Bingo es algo que aún no podemos quitar.

Ni siquiera en el futuro. Pensó Mamoru con fastidio.

Sakura no notó la mueca de Mamoru y siguió hablando. - Shishou aún esta particularmente enfadada con él y cada vez que puede le recuerda lo equivocado que estuvo al dejar la aldea de esa manera.

Mamoru ahora se podía hacer una leve idea del porqué en cuanto creciente sonrojo en el rostro de la pelirrosa. Aún recordaba una vez que él y su padre luego de una tarde de intenso entrenamiento con Katon, le relató la forma en la que dejó la aldea.

En su mente aún estaban frescas la manera en que Sasuke sonreía cuando le hablaba de una jovencita ingenua que le había declarado su amor de una extraña manera, y también la sombra que pasaba por sus facciones cuando le decía que no debió dejarla en aquella banca esa noche, había cometido un grave error.

Naruto sonrió zorrunamente. - Ñehehehe, Es que la vieja no le gustó la forma en la que dejó a su mas preciada aprendiz cuando abandonó la aldea. Asique le dio un periodo de prueba de dos años en el que tiene que ser vigilado por Kakashi-sensei junto a Yamato-taichou. - El rubio notó como un pequeño puño se acercaba con rapidez alarmante a su rostro.

- ¡NARUTO!

Mamoru, ajeno a la actividad de su costado, pensaba. Por eso es que Otou-san odiaba tanto a Tsunade-Obaa-san. El pelinegro sonrió de lado, mira que dejar a su padre en periodo de prueba sólo por la poco delicada manera de abandonar a su madre.

Je.

Hikari, Toushiro y Yuuki solo miraban a Sakura con sonrisas picaras en sus rostros, cosa que logró que la rosadita solo se enfadara más y se pusiera tan roja como el cabello color fuego de Yuuki.

- Pft, lo que hacen las mujeres. - Dijo Toushiro que se encontraba sosteniendo a Mamoru con su brazo izquierdo, quien a su vez lo observó con perspicacia.

- ¿Experiencia propia, Shiro-nii-san? - El rubio casi se atraganta con su propia saliva y miró al joven Uchiha con sorpresa.

- ¿Q-Qué cosas dices Mamo-chan? - Rió con nerviosismo el Uzumaki. - P-Por s-supuesto que con Re-chan tenemos u-una excelente relación de e-equipo y... - Toushiro comenzó a murmurar cosas bajito, y agarrando una de las peores manías de su madre cuando se ponía un poco nervioso, comenzó a jugar con sus dedos, sonrojado hasta las orejas.

Yuuki alzó una ceja al ver el comportamiento de su compañero. - Que bueno que tengas bien claro tu relación con Re-chan, pues no va mas allá del compañerismo.

El rubio salió de su mundo y miró con odio a Yuuki. - ¿Quien eres tú para determinar qué clase de relacion tengo yo con Rehia? - Toushiro fleccionó involuntariamente sus puños al notar la sonrisa en el rostro de su compañero.

- Yo, soy quien se quede con el corazón de Rehia, Shiro-chan. Que te quede bien claro.

El rubio lanzó una carcajada un poco forzada. - Eres un cursilón Yuu-teme, Rehia preferiría estar con Kouta antes de siquiera pensar en una posibilidad contigo.

Yuuki pareció enfadarse de gran manera con eso último. - Repite lo que acabas de decir Toushiro. - El pelirrojo tomó un pergamino color cielo de uno de sus bolsillos y estaba a punto de sacar el sello.

Mamoru al notar el pergamino en las manos del Hozuki, supo que la situación se le estaba yendo de las manos. - Yuuki-nii-san, Toushiro-nii-san. - Les llamó con voz seria.

Por su parte, Sakura y Naruto observaban las actitudes y reacciones de el rubio y del pelirrojo, sorprendidos.

Al parecer se tomaban las cosas muy enserio con respecto a Rehia.

Hikari ya con una jaqueca que le estaba poniendo de mal humor, se pasó una mano por su rostro, rogando a Kami que de la nada apareciera algún piano y les cayera en la cabeza tanto a su gemelo como a Yuuki. - ¿Quieren dejarce de idioteces los dos? -Pero al parecer sus palabras no surtieron efecto pues a Yuuki no le quedaba casi nada para romper el sello del dichoso pergamino.

Asique la Uzumaki, ya harta, sujetó los hombros de su gemelo y de Yuuki y les dijo con voz baja y amenazante. - Si quieren mantener la posibilidad de tener hijos en un futuro, les aconsejo que no hagan una escenita de celos y terminemos con esto de una vez. ¿Está bien?

Ambos jóvenes, comprendiendo que debían mantener su integridad intacta por el bien de sus hijos, recobraron la compostura.

-Tch, arreglaremos esto en otro momento señor cursi. - Dijo Toushiro, muy orgulloso (o atemorizado) como para admitir que su hermana le ponía los pelos de punta.

Yuuki quien en un ágil movimiento guardó su famoso pergamino nuevamente en su bolsillo, miró con una sonrisa retadora a Toushiro. - Pon el lugar y la hora, retrasado.

- Dientes de tiburón.

- Blondo oxigenado.

- Cabeza de tomate.

- Pelo de piña.

- ¡HEY! No tengo pelo de piña...

Mamoru y Hikari compartieron una mirada cansada mientras Naruto y Sakura miraban el intercambio de insultos, un poco mas relajados, con gracia.

Pero la pelirrosa saliendo de su trance, volvió a alzar la voz. - ¡Esperen! ¿Eso quiere decir que no harán nada para impedir la pelea?

Hikari miró a Sakura con serenidad. - Saku-chan. - la pelirrosa dejó pasar el tonto sobrenombre. - Ponte en el lugar de Sasuke y de la teme-chan.

Sakura frunció el seño. - Sus intenciones son totalmente comprensibles Hikari-chan. - La rubia le hizo un gesto que intentaba decir. ¿Entonces? Déjenlos en paz. - Pero las consecuencias son algo que no podemos tranzar ahora.

Naruto asintió apoyando a Sakura, aunque en el fondo, el kitsune se estaba muriendo por ver la pelea.

Mamoru aún estaba un poco reticente, pero sabía que si su Nee-san tenía la intención de pelear con su padre, era algo que ni siquiera él podía hacerla cambiar de opinión. - Por esta vez tendré que apoyar a Hikari-nee-san, Sakura-san. Una vez se le metió algo en la cabeza a mi Nee-san, nada la hará vacilar hasta haber completado su objetivo.

- Si notamos que las cosas se están saliendo de control, haremos algo al respecto. Tenemos a tres personas que aceptarán si se los pedimos. - Dijo Toushiro tratando de darle consuelo a la pelirrosa.

- Ademas, Hokage-sama no tiene porque enterarse de esto. - Añadió Yuuki.

Sakura lo miró con obviedad. - ¿Realmente creen que Tsunade-sama no sabrá? - Habló escéptica. - Por como me imagino el aspecto que tendrá esta batalla, no será algo que se lleve en viento, presiento explosiones y chakras llamativos.

Mamoru al escuchar eso se le vino algo a la mente, y sonriendo con picardía miró diréctamente las perlas esmeralda de su madre. - Eso es algo que podríamos arreglar, Sakura-san.


- Rayos Sasuke, tu novia es astuta. Fue en busca de mi ototou.

- Q-Qué demonios, Sakura no es mi novia...

- ...aún...

- ...

- ...

- ...vaya, que conversación mas entretenida, seguro los Uchihas saben cómo divertirse.

- Cierra la boca Ryuu.

- Tch.

- Hn.

Sasuke se vio tentado a golpear su cabeza repetidamente en contra de alguna roca o quizás un árbol, lo que estuviera mas cerca.

Tanto él, Rehia, Kouta, Ryuu y Obito estaban parados en medio del campo de entrenamiento, mirándoce los unos a los otros, como esperando algo. Nadie se movía.

El Uchiha obviamente se moría de ganas de empezar el enfrentamiento con Rehia de una vez por todas y desde el momento en que Sakura puso un pie fuera del campo, como si fuera un bocina de partida que da inicio a una maratón, Sasuke se puso en posición de ataque listo y dispuesto a atacar a la otra pelinegra.

Pero al parecer la chica había cambiado de planes, pues sin siquiera mirarlo, alzó una delicada mano y dijo con renovada serenidad.

- Espera.

Rehia mantuvo su vista puesta en la figura de la pelirrosa que desaparecía junto a Hinata con rapidez en rumbo del lugar que la pelinegra, presentía que se dirigían.

Al hospital, se dijo la chica, claramente en busca de un recurso desesperado que se trataba sin lugar a dudas de su hermano menor y por ende, el resto de su equipo. Asique, la Uchiha decidió que esperaría a la llegada de su hermano y escuchar su opinión con respecto a esto.

Rehia frunció los labios, la Dobe no haría problemas, por ella que peleara con quien fuera para así poder verla desde un ángulo externo al momento de pelear y luego ocupar algún punto o nueva táctica cuando la Uzumaki retara a un encuentro a la Uchiha.

Hn, como si tuviera alguna oportunidad contra ella.

Dobe.

Toushiro gritaría y la miraría feo para después decirle que le pateara monumentalmente el trasero a su padre.

Yuuki, seguramente se mantendría al margen y aceptaría con reluctancia cualquier decisión que fuera tomada. Si era lo suficientemente cuerda, por supuesto.

De Mamoru, increíblemente no sabía que esperar, aunque si se iba por lo aparente y conociendo la naturaleza poco conflictiva de su hermanito, primero diría que no rotundamente y después le sonreiría calmo, diciéndole que diera lo mejor de sí.

La joven sonrió de lado, sin duda Mamoru era muy parecido a Hahahue.

Asique con esas concluciones ya listas, Rehia miró de soslayo los puños fuertemente apretados de Sasuke. - ...tranquilo Sasuke, solo quiero que mi equipo y mi hermano sean testigos de este...enfrentamiento.

Sasuke frunció su seño como por milésima vez aquella tarde. - ¿Alguna razón en especial?

- Eso no te incumbe. - Dijo la chica, cortante. Sasuke sintió un ligero tic en uno de sus ojos, esa chiquilla se estaba pasando de la raya.

Pero aún así, el pelinegro rápidamente retomó su típico aire de superioridad. - ¿Acaso necesitas tus guarda espaldas? ¿No puedes entablar una batalla si no tienes tu guardia personal esperando entrar en acción para rescatarte?

A Rehia no le agradó mucho el tono sarcástico de Sasuke, le hizo recordar sus días de infancia cuando ambos solían ir a entrenar duramente para siempre estar saltando a los niveles siguientes en el mundo Ninja. Sasuke sin duda era un excelente maestro, pero su poca delicadeza para con su propia hija, siempre estaba trayendo conflictos entre ambos. - No necesito que nadie me rescate. - Siseó la joven. - Solo quiero que sean testigos de cómo derroto de la manera más humillante al famoso y poderoso Sannin, Uchiha Sasuke.

El Uchiha mayor, no muy acostumbrado a que le contestaran sus fríos insultos con la misma intensidad, sintió cómo rápidamente comenzaba a perder la paciencia. El joven alcanzó a dar un solo paso en dirección a Rehia, cuando unos gritos en la lejanía le hicieron desviar su atención.

- ¡Nee-san!

- ¡TEME-CHAN! NO TE ATREVAS A COMENZAR LA FIESTA SIN MI HERMOSA PRESENCIA, QUIERO VER SAAAAANGRE.

- ¡SASUKE-TEEEMEEEEEEE! ME SORPRENDE TU CAPACIDAD DE ENERVAR A TODOS AL PUNTO DE QUE QUIERAN PATEARTE EL TRASERO, IDIOTA, LA VIEJA TENDRÁ TU CUELLO.

- ¡WOOO-HOOOO! RE-CHAN, ATACA PERO RECUERDA, NO MATES.

- RE-CHAN, TE EXTRALIMÍTAS, PERO CONFÍO EN TI. Y TOUSHIRO, ERES UN ESTÚPIDO.

- NARUTO ¿ESA ES TU MANERA DE HACER ENTRAR EN RAZÓN A SASUKE? ¡BAKA!

- Creo que el caos se acaba de desatar.

- No tienes ni idea, Óbito.

- ¡YOOOOOOSHHHHHHHH! LA LLAMA DE LA JUVENTUD REBOSA EN NUESTRA GLORIOSA PRECENCIA.

- Dios, reálmente voy a matarte Kouta. EN. SERIO.

- Ohohoho, esto me recuerda a una de las escenas del libro de mi padre...

- OH POR KAMI, NO EMPIECES TU TAMBIÉN ÓBITO.

En aquel preciso instante, ambos Uchiha se preguntaron si habían hecho algo resaltantemente malvado en alguna vida pasada como para verse rodeados de tanta gente incompetente, a la opinión de los dos.

Sasuke pensó aquello doblemente y maldijo.

Estúpido Karma.

Fin Capitulo VIII


FFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF.

Soy una persona que desarrolla MUY lentamente las escenas, como creo que ya notaron. Les prometo que en el próximo capitulo habrán hechos concretos y peleas que los harán querer saltar de sus asientos.

XD, la última escena es mi preferida, mientras me la imaginaba estaba muriendo de la risa adfjasdjasdñasdñjaddddd...

XD

¡RIAN!

Este capitulo me causó mucha gracia, tiene mucho humor y espero que ustedes también lo hayan disfrutado. Esa escena de "pedofilia" con naruto fue una de mis preferidas. PFT. Sasuke-papá lo va a Chidoringear(?) en cualquier momento :B

Asique eso mis queridos lectores.

¡Ah!

Se me olvidaba...muchisimas gracias por todos los Reviews del capitulo anterior, creanme algunos me hicieron muyyyyyyy feliz, me siento totalmente halagada de que aprecien tanto mi historia, no saben lo significativo que es para mi. Enserio, ustedes me animan a seguir.

Gracias.

Entonces, finalmente...¿Esto merece un Review?

-Shivi.