Dear Readers: Disculplen la tardanza, pero sufrí de obstrucción de imaginación por semana y media y no podía terminar este capítulo. Además estuve muy ocupada por que fue mi prom night =D y estuvo super padre! pero hay mucho trabajo detrás de verte super bien por una noche.

Así que aqui les dejo el capítulo 11 Mesa de Regalos; es pre-wedding =D siento como si la estuviera preparando yo misma ^^

Tambien quiero agradecer a las personas que agregaron The Wedding Ruiner a sus favoritos hasta hoy:

- LuNiiTta -

aerithsephy

anichu90

Arsshel

Bruja Vampirita

Candy Belle Cullen

carliitha-cullen

CintiaSwanMasenCullen

escorpiotnf

estrella'black

geckito

ing-ver0

Kokoro Black

Laire Elizabeth Masen

lau1993

LuciiS

M.-Way

Maria Alejandra19

MariaSimmenthalBlack

meldark

Miko kikyou105

Nagini31

nekoclau-xd

ninnia depp

Potter and Charmed's world

sarlia

Shadow Noir Wing

twilove18

VamPiRE cUllEn giRL

Zai110791

Zero Uchiha

Y también a los que escribieron reviews del capítulo pasado:

Candy Belle Cullen: Si sigue la boda dentro de dos capítulos espero que te guste.

Nancy: Muchas gracias por tu review, lamento haber tardado tanto.

meldark: Estoy haciendo todo lo posible por terminarlo ya, keep in touch!muchas gracias por tu review.

Psique46: Me rei tanto con lo de "Por fin Edward se ha bajado del burro"! gracias por tu review.

danixKullen: Lamento mucho no haber podido subir el capítulo para tu cumpleaños, espero que te la hayas pasado muy bien! En éste nuevo capítulo Nessie también cumple años; espero que te guste.

Mis eternos agradeciemientos a todos los que me han dejado reviews en capítulos pasados =D se la vuelan de lindos.


Capítulo 11.- Mesa de regalos


Renéesme's POV

"¡Feliz Cumpleaños, Nessie!"

Fue lo último que escuché antes de que tío Emmett estampara mi cabeza contra un enorme pastel de chocolate.

"¡Emmett!" regañó la abuela Esme mientras todos reían a carcajadas, al mismo tiempo que trataba de sacar mi acalorada cabeza del mazacote de pan y betún.

Hace cerca de cuatro meses, me hubiera parecido un gesto idiota, y el sabor del cremoso betún una aberración culinaria humana; pero ese día, el día de mi cumpleaños número veinte, todo se me hacía fabuloso. Estallé en carcajadas divertida mientras trataba de quitarme el chocolate de los ojos.

Toda mi familia, incluidos el abuelo Charlie y Sue, junto con Seth y Jake por supuesto estaban tronchados de risa a mí alrededor. La abuela Esme y mamá trataban de quitarme el chocolate con servilletas mojadas.

Era el mejor cumpleaños en muchos años. No sólo porque había pastel y eso, y no sólo porque toda mi familia estaba ahí, y no sólo porque Jake estuviera ahí, sino porque ese mismo día habíamos ensayado la ceremonia de la cena de mi boda. Estaba tan feliz, que creía que tendría que clonarme para poner en otro cuerpo toda la felicidad y la dicha que sentía.

Mi boda sería bastante sencilla y hogareña. Hacía ya frío y aparte Jake y yo no le habíamos dado tiempo a tía Alice de hacer casi nada, pues decidimos casarnos lo más pronto posible. Ella había alegado por supuesto que necesitaba más tiempo para organizar decentemente una boda, pero yo argumenté que ya la habíamos aplazado demasiado. Jake, en su defensa, trató de persuadir a tía Alice de no hacer la boda muy lujosa y extravagante porque temía echar a perder algo en su propia ceremonia matrimonial, así que tía Alice pareció ceder ante ese comentario y prefirió no hacer el cuento más largo.

Según ella faltaba mucho por hacer, pero según yo, no faltaba nada. Teníamos al novio, que era lo más importante, y el pequeño y escurridizo detalle por el cual no estaba casada hasta ese día. Era capaz de casarme con Jake en jeans, lo demás me valía un comino. Pero todo sea por la felicidad de tía Alice. La mía ya estaba completa.

Miré de reojo a Jake, que estaba riéndose de algún chiste con Seth y el abuelo Charlie, con su espalda descansando sobre el refrigerador relajadamente. Sus ojos brillaban por la diversión, y los míos de sólo mirarlo.

Todo en mi vida parecía de nuevo en su lugar. Incluso la vigilancia constante sobre nuestros propios pensamientos. Ahora que Jake y yo íbamos en serio de nuevo, era esencial que cuidáramos lo que pensábamos; por lo que idee un código mental para reprimir un pensamiento que no era saludable para papá. Macetas, por ejemplo, me recordaba a Jake, y lo feliz que deseaba ser a su lado para siempre. Lo que más quería en ese momento era que llegara el día de nuestra boda, no podía aguantar más.

Tía Alice, mamá, Jake y yo habíamos terminado la lista de invitados después de varias horas de seleccionar y descalificar candidatos. Toda mi familia, incluida Tanya y las chicas de Alaska, Carmen y Eleazar, Peter y Charlotte, estaban invitados, así como todos los quileutes y las hermanas de Jake. Mamá también había decidido invitar a mi abuela René, la mamá de mi mamá, a quien no frecuentábamos mucho debido a la enorme distancia que nos separaba y a que solía ponerse nerviosa cuando había muchos vampiros a su alrededor, pero había hecho jurar a mamá que le haría saber de cualquier evento en mi vida, así que ella era prioridad en la lista. Sin embargo, había quienes habían sido descalificados, como Nahuel. Jake estaba furioso de que tía Alice lo hubiera siquiera contemplado, y no era como si yo lo quisiera por los alrededores el día de mi boda. ¡Quería que todo fuera perfecto!

Aunque, a decir verdad, también estaba algo nerviosa. Desde que habíamos vuelto juntos, y habíamos acordado casarnos, tenía algunas inquietudes nuevas que parecían no haberme molestado antes, opacados por problemas aún más grandes. Pero ahora que Jake estaba ahí, con todo y su inmortalidad, a menos de una semana de convertirme en su esposa, me preguntaba constantemente a mi misma ¿Podría hacer feliz a Jake, en todos los sentidos? … Jake podía estar seguro completamente que yo no me sentía defraudada de ninguna manera; yo no pedía más que amor a cambio. Pero una parte de mi estaba preocupada de que él no se sintiera totalmente satisfecho en ciertos…sentidos, y que llegara a esperar más de lo que yo podía ofrecer. Sí, éramos felices juntos, como lo habíamos sido siempre; pero…ahora que íbamos a ser marido y mujer, teníamos que llegar al último paso físico, y no yo no podía calificar peor mi poca experiencia …

No era bueno tener cosas así en la cabeza en presencia de papá. Así que sacudí la cabeza fuertemente para reprimir el pensamiento. Afortunadamente para mí, papá tenía la cabeza muy ocupada en las facturas y recibos de las compras que tía Alice y mamá habían hecho para la boda.

Me terminé de chupar los dedos que tenía llenos de betún.

"¡Emmett, se casa en una semana! Y ahora parece Oprah Winfrey" comentó divertida tía Alice, sacando otro paquete de servilletas de la alacena.

"Oprah Winfrey es muy guapa" alegó él.

"Oprah Winfrey es una gorda" enfatizó tía Rosalie de mal talante.

"Rose, ya sabemos que eres muy guapa" dijo papá monótonamente, medio concentrado en su trabajo de contador.

Tío Jasper se rió fuertemente, pero tía Rose lo miró furiosa y se calló de inmediato.

"Eres un…"

"Déjalo Rose" le consoló tío Emmett "Está un poco alterado…desde que descubrimos eso de que el papá de la novia paga la boda no hay que hacer bromas cuando él esté carca"

Papá lo miró sombríamente mientras seguía revisando las facturas de las compras que tía Alice y mamá habían hecho. "Bella, ¿Para qué demonios queremos cincuenta adornos florales?, ¡apenas caben veinte aquí!...Oh, carajo, ¿De qué va a estar hecho el pastel? ¿De oro?..."

"Edward, cállate y firma más cheques, aún faltan todos nuestros vestidos" atajó tía Alice enjuagándose las manos llenas de betún bajo el chorro de agua, junto con la abuela Esme y mamá.

"El papá de la novia paga… ¿Quién rayos dijo eso? Esto no pasó en mi boda" susurró para sus adentros.

El abuelo Charlie soltó una carcajada.

"Tu boda, cariño, fue el resultado de un considerable número de chantajes" explicó mamá pacientemente, pero visiblemente picada.

Todos reímos mientras papá entrecerraba los ojos.

"Además, ¿Por quién tomas al buen Charlie?" preguntó burlón el tío Emmett "¿Pagar para que te casaras con su hija? ¿Con Alice organizando la ceremonia? ¿Acaso es idiota?"

"Oh, es una hermosa tradición, hijo" intervino la abuela Esme acariciando los hombros de papá para calmarlo. "¡Deberías estar muy contento!"

"Bien" sentenció tía Alice, secándose las manos con una toalla. "¡Hora de abrir los regalos! Todos a la sala"

Todos nos levantamos y nos sentamos en la sala, Jake se sentó a mi lado, con un brazo sobre mis hombros.

"Yo sólo espero salir vivo de esto" susurró él cerca de mi oído "Por cierto, aún tienes chocolate en la oreja…"

"¡Jake!" alegué tratando de alejar sus labios de mi oreja, mitad convencida, mitad no tanto.

Tío Emmett, tía Rose y tío Jasper estaban sentados frente a nosotros, papá y mamá estaban recargados sobre el descansabrazos del sillón en el que los abuelos Carlisle y Esme estaban y el abuelo Charlie estaba plácidamente acomodado en un reclinable, con Sue y Seth a cada lado. La mesa de centro estaba llena de cajas de regalos.

"Como todos saben, hoy es el cumpleaños número veinte de mi sobrina favorita, que por veinte años ha dado de que hablar en ésta casa y ha sido nuestra constante fuente de alegría"

Tío Emmett soltó un "Urraaaaa"

Tía Alice entrecerró los ojos ante la interrupción y continuó "Es un poco triste que vaya a casarse, porque va a irse a divertir a la playa con los hombres lobo y nosotros nos quedaremos aquí con el gruñón de su padre, pero bueno, esperemos que se divierta"

Todos rieron de buena gana, incluso papá, a quien el sombrío humor de los últimos meses se le había disipado por completo. Sí, era verdad que se quejaba de injusticias hacia su persona todo el tiempo con eso de que el papá de la novia paga la boda, pero había sido él en secreto quien había insistido en hacerse cargo de todos los detalles. Tía Alice decía que estaba pasando por el trance de padre de la novia y que teníamos que comprenderlo. Pero mis tíos todo el tiempo le gastaban bromas pesadas, sobretodo tío Emmett. Afortunadamente tenía a mamá como apoyo moral; y de quien no podía separarse ni un segundo ya que las peleas entre ambos habían cesado de una vez por todas.

"Así que me toca darle su primer regalo de cumpleaños fusionado con regalo de bodas, espero que lo entiendas, era muy estúpido regalarte algo hoy y algo dentro de seis días, créeme todos hicimos lo mismo" me dijo a modo de disculpa.

"¡Hey!" exclamó Jake "Eso significa que también a mí me toca regalo"

"Injustamente, si" observó tío Emmett.

"Como sea" prosiguió tía Alice cansada de interrupciones, y tomó uno de los regalos que descansaba sobre la mesa. Era un álbum de recortes, blanco, liso y con un listón que decía Mi boda "Lo hice yo misma"

"Oh, tía Alice, muchas gracias" dije tomándolo entre mis manos y abriéndolo. Tenía fotos y recortes de periódicos de las fechas en las que las fotos fueron tomadas, con adornos de muchos colores. La primera hoja tenía una foto mía y de Jake; era el bosque de Forks, totalmente nevado, él era idéntico a como era entonces, sonriendo bajo los copos, pero yo era una niña pequeña, le llegaba hasta las rodillas, con dos coletas a ambos lados de mi cabeza sostenidas por listones rosas y cara de boba viendo la nieve. Jake se rió al ver la foto. Las demás fotos que seguían siendo de Jake y yo a media que yo iba creciendo.

"Wow, Alice, ¿de dónde sacaste todo esto? Es genial" preguntó Jake.

Tía Alice sonrió "Que bueno que les guste, todavía falta que pongan las fotos de la boda"

Los demás regalos fueron igual de significativos; Sue y sus hijos me regalaron un medallón de oro en forma de corazón para poner una foto en cada lado; el abuelo Charlie nos dio una licuadora (más para Jake que para mí, quien saltó de júbilo al verla); Los abuelos Carlisle y Esme nos regalaron un cupón de Ikea, por casi diez mil dólares, para poder adecentar el taller de Jake en la Push; pero tío Emmett y tía Rosalie llegaron demasiado lejos.

Ambos reían como tontos cuando nos entregaron su regalo; podía ver que tenía la forma de un libro empastado, envuelto en papel blanco con decoraciones temáticas.

"Jacob, Nessie, el matrimonio no es un juego" fingió decir solemnemente mientras tío Emmett se moría de risa detrás de ella.

"¡En realidad espero que disfruten su regalo!" exclamó tío Emmett apenas con aire.

Jacob recibió el regalo y comenzó a quitar el reluciente papel, todos observaban curiosos, incluido papá, al mismo tiempo que yo me preguntaba en qué estarían pensando tío Emmett y tía Rosalie para no estropear la sorpresa.

"Ehhh…" balbuceó Jake nerviosamente.

"¿QUÉ?" rugió papá con los ojos como platos "¡SUELTA ESO, AHORA MISMO!"

Jake quitó las manos del libro y las levantó como si le estuvieran apuntando con una pistola.

"¿EL KAMA SUTRA?, ¿A QUÉ JODIDOS ESTÁN JUGANDO?"

Voltee a ver el presente para descubrir que efectivamente, mis tíos me habían regalado el Kamasutra.

Sentí mis mejillas arder mientras mis ojos recorrían la portada super explícita sobre el contenido del útil manual popular, su etiqueta de actualización garantizada y la dedicatoria de tía Rose y tío Emmett, que ahora daba golpes al piso tronchado de risa

Tía Alice se tapó la boca sorprendida, pero ahogando una risita; al igual que tío Jasper.

Jake estaba muy rojo, extremadamente rojo, con las manos aún por encima de la cabeza, inspeccionando asustado a mamá y a papá, cuya furia era evidente. Los abuelos Carlisle y Esme también miraban a papá cautelosamente, con miedo a decir algo que pudiera enfadarlo aún más.

Entonces el abuelo Charlie explotó en carcajadas y todos volteamos hacia él con una extraña sorpresa.

"¡Vamos, Edward!" le animó "Es una simple broma, Nessie ya no tiene cinco años, no hay porqué enfurecerse tanto…"

"Ahhh, Oh Dios…debieron haber visto sus caras" suspiró tío Emmett desde el suelo tratando de calmar su estómago.

"¿Esta es su idea de una broma?" preguntó mamá quitándole el libro a Jake del regazo y escondiéndolo detrás de unos cojines.

Papá seguía bastante crispado, respirando con dificultad, escudriñando a tía Rose y a tío Emmett rabioso. "Cuando tengas una hija, Emmett, espero que comprendas cuando le regale un manual sobre cómo tener relaciones sexuales"

"Naaa, por eso nosotros usamos protección" respondió irónicamente y mirando de reojo a tía Rose.

"¿QUÉ HAS DICHO?" respondió papá perdiendo los estribos y abalanzándose sobre tío Emmett. Mamá y el abuelo Carlisle lo atraparon por los hombros.

"De acuerdo, de acuerdo" intervino tía Alice, tratando de apaciguar su risa "¡Calma todos! Jake, ya puedes bajar las manos"

Jake dejó caer los brazos, aún con las mejillas enardecidas. Bien, el chiste de tío Emmett y tía Rose no había sido nada gracioso. Tal vez un poquito si no lo hubiera hecho en presencia de papá. Mamá tenía razón, algún día de estos iba a sufrir un espasmo cardiaco o algo parecido.

"Eso fue ir muy lejos…" admitió tía Alice a modo de reproche para tía Rose y tío Emmett que volvían a ocupar su lugar "Pero… ¡Tu cara, Edward! ¡Debiste de haberte visto!" y comenzó a reírse mucho. El abuelo Charlie también lo hizo, y poco a poco todos comenzaron a dejar que la risa aligerara la tensión del momento. Incluso Jake tuvo que toser para enmascarar su diversión.

Mamá salió en defensa de papá casi de inmediato "Muy bien, graciosos, creo que es momento de entregar el último regalo"

Papá gruñó.

Mamá se acercó a la mesa y tomó una gran caja larga y envuelta en un lindo papel color azul.

"Tu padre y yo no sabíamos que regalarles" admitió con una sonrisa "Además, no creo que necesiten nada de verdad"

Sonreí mientras miraba los sinceros y alegres ojos de mamá. Ella continuó.

"Nunca creí que fueras a casarte tan pronto…quiero decir, no es pronto, pero para mí lo es… una parte de mí no quiere dejarte ir, así que decidimos darte algo que también fue parte de nosotros"

Me extendió la gran caja larga que sostenía con ambas manos. La tomé con emoción, y empecé a quitarle con cuidado el papel azul con ayuda de Jake mientras todos miraban, destapamos juntos la caja con cuidado… y "…Oh, mi Dios"

Me llevé las manos a la boca cuando vi que ahí, cuidadosamente guardado, estaba en hermoso vestido blanco de novia de mamá, con las centellantes perlitas y el suave chantú, con el velo, la cola y una pequeña peineta azul.

Los ojos se me llenaron de lágrimas. Había soñado toda mi vida casarme en ése vestido. "Mamá, no puedo…"

"Claro que puedes, es tu regalo de bodas y de cumpleaños" dijo sonriendo. "Viene con todo y algo azul"

"¡Oh, mamá, muchas gracias!" solté entre lágrimas y me levanté haciendo a un lado la caja para echarme en sus brazos.

"Bien, otra cosa solucionada" dijo tía Alice alegremente, aunque sabía que ella sabía que mamá me iba a regalar el vestido, si no estaría histérica buscando algún Vera Wang por todo el país "¡Ya tenemos vestido! Bien hecho, Bells"

El transcurso de la tarde fue fantástico, los humanos acabaron con el pastel de chocolate, incluso yo comí una rebanada. Hasta ese día juraba que sabía horrible. Nadie habló más del regalo de tío Emmett y tía Rosalie por el bien de la sanidad mental de mi pobre padre, pero de repente alguien hacía alusión al presente y todos estallaban en carcajadas menos papá, por su puesto.

Era bastante vergonzoso admitir que me había fijado muy claramente bajo qué cojín se encontraba el dichoso libro. Traté de pensar en eso muy esporádicamente, ya que papá prestaba mucha atención a los pensamientos de todos para poder defender su honor. No quería ponerme en evidencia de ninguna manera, sin embargo, mi mente tenía un conflicto muy grande entre si había considerado el regalo como un insulto o como mi primer libro de autoayuda. Argg….

Los abuelos Charlie y Sue, al igual que Seth tuvieron que irse temprano por que iban a tomar carretera así que Jake y yo que salimos a despedirlos.

"Muchas felicidades, muñeca" dijo el abuelo Charlie cuando se despidió dándome un beso en la mejilla "No te veré hasta el gran día, así que cuídate"

Asentí contenta mientras Sue y Seth se despedían de mí, asegurándome que Leah y los demás me mandaban sus felicitaciones y que esperaban ansiosos el día de la boda.

Los abuelos Carlisle y Esme, así como tía Rose, tío Jasper, papá y mamá salieron de caza enseguida, ya que el día anterior sólo habíamos ido tío Emmett, tía Alice y yo

"No tardaremos mucho, Ness" aseguró mamá poniéndose un abrigo "No le causen muchos problemas a Alice y a Emmett"

Jake y yo volteamos a ver a tía Alice y a tío Emmett pelearse a muerte por el control remoto de la televisión, rodando por el piso uno encima del otro.

Jake miró a mamá con las cejas levantadas "Lo juro honestamente"

Mamá puso los ojos en blanco y salió por la puerta.

"¡Emmett! Esto es una ridiculez, ¿cuántos años tienes, cinco?"

"¡No! Tengo…tengo… ahhh rayos, no lo recuerdo en éste momento, pero ese no es el punto"

"No vas a ver la repetición del juego de los Yanquis, ¡es una repetición, por Dios!"

"¡Pero hay cosas que te pierdes la primera vez! Además ¿Qué puede ser más importante?"

"¿America's Next Top Model?"

"¿Qué? …Oh! ¿Next Top Model?¡Espera!¿Son modelos?"

Jake suspiró ante el cómico e infantil comportamiento de tío Emmett, al mismo tiempo que este se levantaba del suelo junto con tía Alice y se sacudían la ropa.

"¡Oh, mierda santa!" exclamó tía Alice reparando en su reloj de muñeca "Tengo que ir a recoger los arreglos florales"

"Nosotros podemos hacerlo" le sugerí a tía Alice

"No seas boba, tu eres la novia, no puedes hacerlo"

"Pero vas a perderte America's Next Top Model"

"No importa" dijo restándole importancia y dirigiéndose a tío Emmett "Para eso crearon las repeticiones… además ya lo sé"

Tío Emmett la miró con el ceño fruncido. "Pues que te vaya muy bien… rómpete una pierna, o algo"

"Ah no, mi vida, tu vienes conmigo"

"¿Qué? ¿Por qué?"

"Porque necesito cargar muchos arreglos, ¿Qué va a pensar la gente cuando me vea sosteniendo cincuenta arreglos con una mano? Además, haces mal tercio"

Tío Emmett la miró y después a nosotros y después a tía Alice de nuevo. "Está bien" dijo al final resignado. "Pero no se pongan cochinos en la sala, ahí me siento todos los días"

"¡Tío!" exclamé sonrojada, muy sonrojada.

Tía Alice se rió mucho, pero Jake se atragantó con el último pedazo de pastel que quedaba.

"Muy bien, tortolos" sentenció tía Alice poniéndose un abrigo y tomando una sombrilla "Cuiden la guarida, regresamos en media hora"

"Eso es más que suficiente para un polvo" susurró Tío Emmett a tía Alice, se metió un gorrito, una chaqueta, un par de guantes y salieron por la puerta principal, riendo del nada gracioso comentario.

Cerraron la puerta tras de sí, cuidando que la ventisca de aguanieve no entrara a la casa.

"¿Estás bien?" le pregunté a Jake mientras trataba de regresar su sistema respiratorio a la normalidad.

"Cla…coff coff…claro" dijo aún tosiendo un poco tomando el control remoto para subir el volumen del programa.

Traté de olvidar los simpáticos comentarios de tía Alice y tío Emmett. Aunque la verdad tenían razón, ¿habría antes de mi boda una oportunidad mejor que ésta para probarme a mi misma que podía o seguía siendo lo suficientemente provocativa?

Tomé asiento a su lado, lentamente, frente al televisor. Procuré caminar algo provocativamente, aunque no sabía muy bien si lo estaba haciendo correctamente…aún así di gracias por no estar frente a un espejo y terminar avergonzándome de mí misma. Discretamente, desabroché tres botones de mi vestido.

Maldita sea, me sentía bastante estúpida. Sólo esperaba que el Kamasutra explicara todo paso por paso. No puedo estar pensando esto, de verdad…

Jake no despegó los ojos del televisor, concentradísimo en el rechoncho comentarista de ESPN, que alegaba acaloradamente sobre el desempeño de los Yanquis.

Puse los ojos en blanco. Hombres… Su comportamiento no hizo más que acrecentar mis inseguridades. ¿Qué? ¿En lugar de tratar de aprovechar la comodina situación de estar solos se ponía a ver una repetición deportiva? ¿Qué necesitaba para atraerlo, una serie de luces navideñas enredadas al cuerpo? No me había puesto un ajustado vestido azul marino, vaporoso y con botones en el escote por mera coincidencia… una parte de mi cerebro, freudiana y medio perversa, acababa de descubrir que tal vez necesitaba empujar un poco más mis propios límites para saber si de verdad iba a ser capaz de ser…complaciente.

Me llevé las manos a la cabeza, por encima de la nuca, fingiendo arreglar mi cabello. Me deshice de los zapatos y pasé las piernas lentamente por encima de las suyas, dejando que el vestido llegara no más allá de cinco dedos por encima de la rodilla.

Pero Jake parecía inmutable, totalmente hipnotizado por el estúpido comentarista de voz chillona. "¿Qué dice? ¡Ésta ha sido la mejor temporada de los Yanquis en años!"

"Jake…" traté de comenzar a distraerlo, acariciando su nuca. ¿Estaba de verdad enfadado con el comentarista? ¡Era un comentarista! ¡Al diablo con él!

"Mmmph" respondió él sin mirarme.

"Estaba pensando…" Aunque de verdad no estaba pensando en nada más que en darle una patada en el trasero por preferir un programa de televisión sobre mis atenciones. ¿De verdad lo hacía tan mal? "Preguntándome, de hecho…"

Jake siguió con su vista al frente.

Fruncí los labios, enfadada, pero no dio signo alguno de notarlo. Estúpido base ball.

"Jake, ¿eres feliz conmigo?" pregunté con voz melosa, besando el hueco que había debajo de su oreja, acariciando su rostro con mi otra mano.

"Ajá" fue su monosilábica respuesta, sin quitar su vista del maldito aparato.

Me mordí el labio, sintiendo cada glóbulo rojo de mí sangre enojarse con él.

¡Urg! ¿De qué se trataba? ¡Estábamos a seis días de casarnos y no mostraba ningún interés en mí! … Claro, como yo no era ninguna sexy rubia neoyorquina exuberante, Jake no se sentía incitado de ninguna manera… ¿Pero qué podía hacer? El enojo se fue transformando poco a poco en decepción, al comprender que no era Jake, sino yo, la que funcionaba un poco por debajo del promedio. Por un momento, me vinieron las ganas de saber qué tipo de trucos habían aplicado las chicas de Nueva York con él, pero imaginarlo fue tan insoportable…

No quería recurrir a decir lo que sentía, ni a hacerle ver lo que sentía; tenía que lograr excitarlo por mí misma. No es que no lo hubiera conseguido antes, pero parecía que ahora había perdido por completo mi habilidad de hacerlo… éste hecho me entristecía bastante. ¿Así iba a ser nuestro matrimonio?

"¿Me amas?" volví a probar mi suerte con otra pregunta idiota, susurrando las palabras a su oído con voz sensual y rozando mis piernas con las suyas.

"Ajá" contestó de nuevo.

Bien, el vaso derramó la gota. Le di un fuerte golpe en el brazo "Tu ganas" solté ofuscada, levantándome del sillón, yendo hacia el comedor, lejos de él, y de la vergüenza de me hacía sentir.

"¡Auch!" exclamó "¿Qué fue eso?"

"Un golpe, idiota"

"¡Ya sé que fue un golpe!" dijo sobándose el brazo "¿Qué tienes ahora?"

"Nada" mentí mientras buscaba entre el montón de centros de mesa, manteles, platos, copas y cubiertos que estaban sobre la mesa del comedor, la lista de invitados a la boda.

"¿Qué haces?"

"Busco la lista de invitados. He decidido invitar a Nahuel"

Nahuel había sido excluido formalmente de la lista de invitados por acuerdo mutuo; era increíble que tuviera que usarlo como chantaje ahora, pero no tenía otra opción…quería enmascarar mi vergüenza por la nula atracción que tenía sobre mi prometido, a quien tenía ganas de cortarle la cabeza en ése momento.

"¿A QUIÉN?" preguntó atónito

"A Nahuel, un hombre moreno y alto…"

"¡Recuerdo muy bien a ese infeliz, gracias!" me cortó "¡Y no vas a invitarlo, no señorita, sobre mí cadáver!"

"¡Es mí boda, yo hago lo que quiero!"

"¡He dicho que no!"Rugió

"¡¿Por qué no?! ¡Es un gran tipo!" respondí alzando la voz, bastante enfadada como para no darme cuenta que estábamos teniendo una discusión estúpida de matrimonio de veinte años tipo mis padres… ¡Oh, Dios, qué horror!

"¡Es un idiota!"

"No lo creo, él por lo menos me presta atención..."

"¡¿Prestarte atención?! Nessie, ese hombre es un descarado, no lo quiero ni mil kilómetros cerca de ti"

"¡¿Por qué?!"

"¡Porque detesto como te mira!" atajó furioso "¡Porque detesto cuando te mira y se detiene en cada parte de ti como si fuera un escáner y reparara en lo preciosa que eres!; en tu cabello, tu rostro, tu cuello, tus hombros, tu…. argh, olvídalo" Su frase se quedó en el aire. Al mismo tiempo que enunciaba cada parte de mi cuerpo, sus ojos viajaban con sus palabras, pero entonces se detuvo y se dio la vuelta, sonrojado, con las manos en los bolsillos.

Respiró hondo como para calmar su enojo. Sus hombros subían y bajaban conforme lo hacía y su ancha espalda parecía estremecerse.

Bien, si la situación era mala, había logrado convertirla en pésima. ¿De verdad Jake quería casarse conmigo, así? ¿Soportaría toda una eternidad de mis niñerías?

"¿Jake?" quise llamar su atención.

Me acerqué lentamente hacia él. Descalza, Jake me parecía bastante más alto. Pasé mis brazos alrededor de su cintura y apoye mi mejilla contra su espalda. Podía oír su corazón acelerado, y su respiración irregular, tal vez por la furia reprimida.

Ahora me sentía algo culpable. No debí de haber metido el tema de Nahuel por ningún motivo, ni siquiera para hacerlo sentir mal por su falta de interés. Fue un golpe bastante bajo de mi parte.

Recargué mi frente sobre su omóplato, mientras con mis manos recorría su firme abdomen y su pecho por encima de la suave tela de su camisa blanca. Sentí como sus manos apartaron mis brazos para poder girarse hacia mí.

No sé que hay más allá de sentirse estúpida, pero era exactamente como me sentía.

Un silencio incómodo se hizo entre los dos. Bajé mi mirada, incapaz de sostenerla. Cuidé no tocarlo con mis manos tampoco, no quería que mis vergüenzas estuvieran más expuestas aún. No era necesario que viera por sí mismo cómo me sentía, seguramente se me notaba mucho.

Tragué saliva. "Lo siento," me disculpé apenas, cabizbaja, "No debí…"

"Nessie" me cortó tajantemente y mirándome a los ojos intensamente.

"Jake, de verdad es mi culpa, no lo dije enserio…"

"Nessie"

"Yo tampoco quiero que venga, es sólo que…"

"¡Nessie!" me pidió enfadado, tomándome con fuerza por los hombros. "Cállate de una vez"

Desprevenidamente, antes de que pudiera alzar una ceja y retarlo de nuevo, tomó mi rostro entre sus manos con fuerza, y me besó con un poco más que simple entusiasmo. Con mucha más fuerza de la normal; aprensivamente. Tal vez para que cerrara la boca de una vez por todas…

Sin embargo, ese enfurecido beso no me estaba disgustando para nada. Su lengua abrió mi boca y sus brazos eliminaron cualquier pequeño espacio entre nosotros enérgicamente, despertando extrañas sensaciones dentro de mí…

Una vez recuperada de la sorpresa, le respondí el beso con todas mis fuerzas, parándome de puntitas para alcanzarlo mejor.

Con los ojos cerrados, sentí como se agachaba y estrechaba sus brazos alrededor de mi cintura para levantar mi peso y no tener que inclinarse. Mis dedos se enredaron sin que lo notara en su suave cabello y el contacto entre nuestros cuerpos se hacía más profundo.

En un par de segundos, la decepción y el enojo se transformaron en otra cosa muy, muy diferente. No quería que me dejara de abrazar, no quería que me dejara de acariciar, así que me pegué con más fuerza a su cuerpo.

Sentía un curioso hormigueo por las piernas, enroscadas en acto reflejo a su cintura, de un brinco seco. Me faltaba el aire y de un momento a otro no conseguía llenar mis pulmones con suficiente oxigeno como para dejar de jadear ruidosamente.

Sin saber cómo, estábamos de regreso en el largo sillón de la sala, recostados; su peso cernido sobre mi cuerpo y nuestras piernas entrelazadas. Créanme, traté de rebobinar la escena en mi cabeza para reparar en qué momento habíamos dejado de discutir, pero era como si la cinta fílmica de mi memoria su hubiera atascado en un recóndito rincón y mis intenciones de buscar explicaciones y de pensar en causas y consecuencias se esfumaron por completo. ¿No era eso lo que yo quería?

Oí el sillón crujir bajo nuestro peso en un pequeño lapsus de lucidez, mientras sentía los cálidos labios de Jake trazar un camino hacia mi cuello. Sin pensármelo dos veces, (aunque sinceramente no lo pensé ni una sola vez), llevé mis manos a los botones de su camisa, luchando contra la inseguridad y la premura, para después deslizarla por sus brazos y deshacerme de ella. Mis manos recorrieron sin permiso su pecho, terso y suave, acelerando el latido de mi corazón.

Mi respiración era embarazosamente ruidosa, tenía la impresión de estar respirando con la garganta. No era tan nueva en eso, sin embargo era la primera vez que deseaba llegar hasta el final con todas mis fuerzas. Quería probarme a mi misma que podía hacerlo, ya no importaba nada de lo que antes importaba; sólo él y yo, fundidos en uno solo.

Las mariposas en mi estómago comenzaron a sospechar de mis oscuras intenciones, por lo que armaron un escándalo dentro de mí cuando una de las manos de Jake bajó suavemente desde mi cintura hasta la parte de atrás de mi rodilla, pasando por el costado de mi cadera y mi muslo. Sentí cómo la sangre ardía sobre mis mejillas, y sobre cada parte de mi cuerpo que él tocaba.

Me percataba del calor de sus manos a través de la vaporosa tela de mi vestido, y me dio la extraña impresión de que estorbaba demasiado; así que me armé de valor, y utilicé mis fuerzas para darme la vuelta y cernirme sobre él, de manera que él quedara debajo de mí, aprisionado entre mis piernas. El gesto fue tan imprevisto que ambos abrimos los ojos para encontrar nuestras miradas.

No podía dejar que la razón regresara a mi cabeza y reparara en todos mis errores; así que tiré de los botones de mi vestido lo más rápido que pude, pero él atrapó mis muñecas sobre mi pecho antes de que lograra desabotonar el último botón.

"Nessie, detente" trató de decir con voz ronca, a modo de advertencia. Pude ver cómo la urgencia y el deseo desaparecían de su mirada. Tuve que morderme el labio y cerrar los ojos antes de que la imagen me atormentara. Era un hecho, no era lo suficientemente buena. ¿Qué acaso hay clases de cómo satisfacer a un hombre? Podría pagar mucho por unas clases intensivas…

Pero me sentía muy decepcionada de mí misma como para no seguir intentando inútilmente.

"No" atajé enfadada y traté de soltarme para poder seguir desabotonando mi vestido. Forcejé con mucha fuerza, tratando de ocultar mi decepción. Mis ojos me picaban irritados por algunas lágrimas que se asomaban por el enojo.

Pero él no me soltó "Nessie, por favor"

"¡Suéltame, Jake!"

"Nessie, Nessie, espera…"

"¡Déjame!"

"No, espera, no, no…ahhh!"

Apliqué tanta fuerza que al final logre que cayéramos de lado, sobre el piso. Esperé el impacto, no habría sido nada. Pero de todas formas, Jake alcanzó a poner la palma de su mano entre mi cabeza y el piso, amortiguando el golpe.

Abrí los ojos, ofuscada por las lágrimas traicioneras. Jake estaba sobre mí, había caído de rodillas, una a cada costado de mi cuerpo; mi cabeza descansaba sobre su mano.

"¿Te encuentras bien?" preguntó preocupado.

Ay, por favor, ¿qué soy ahora, humana? Pestañé un par de veces y procuré mirar hacia otro lado. No quería verlo a los ojos, sentía como si hubiera perdido, como si me hubiera rechazado, como si no hubiera dado el ancho. No era que estuviera muy acostumbrada a la humillación de ninguna manera.

"¿Nessie?" insistió

"Jake, no me cortaron la cabeza, tranquilízate" espeté agresivamente.

Jake bufó y se dejó caer de costado, recargando su cabeza sobre su mano y mirándome inquisitivamente. Bien, ese era un lado positivo de todo el arguende. Sin camisa y recostado de ésa forma se veía sumamente sexy. "¿Qué es lo que pasa ahora?"

"Nada"

"¿Nada?"

"¡Nada, Jake! Nada de nada" gruñí sopesando la posibilidad de levantarme y subir y encerrarme en mi cuarto ó darle una patada por desconsiderado. ¿Era acaso muy difícil de entender? ¡Me estaba entregando a él y él me estaba rechazando, a seis días de nuestra boda! ¿Era muy exagerado sentirse algo molesta?

Jake abrió la boca para decir algo pero la cerró de nuevo, suspirando cansadamente, haciendo una pausa para después continuar despacio.

"Nessie, mira…"

"No te molestes" le corté alzando una mano. Yo aún seguía tendida en la misma posición en la que había aterrizado de la caída "No trates de dar explicaciones"

"¿Explicaciones?" Preguntó molesto "¿De qué? ¿De por qué no vamos a tener sexo en el sillón de la casa de tus padres?"

"No" corregí enojada dándome la vuelta sobre mi costado para estar en la misma posición que él "Explicaciones de por qué no quieres tener sexo conmigo, de por qué no te provoco. Yo lo sé ¿de acuerdo?"

"¿Qué?"

"No importa ¿vale? Voy a mejorar con el tiempo. ¡Voy a ser mucho mejor que toda la población femenina de Nueva York y vas a arrepentirte no haber tenido sexo conmigo en este maldito sillón…!"

Mientras yo despotricaba, Jake me miraba con el seño fruncido "Alto, detente, para" me ordenó poniéndome una mano sobre la boca, me siguió mirando con los ojos entrecerrados, como tratando de calcular las palabras perfectas para decir lo que tenía que decir "¿Estas enfadada conmigo…porque piensas que no quiero tener nada contigo…porque no me provocas?"

Lo miré a los ojos, sin decir nada.

Al darse cuenta de mi respuesta implícita negó con la cabeza, con expresión de desaprobación absoluta "Renéesme Cullen, de todas las ridiculeces que has dicho por veinte años…ésta es la más grande" Y después comenzó a reírse "Menos más que sólo es eso"

"Gracias, Jake. Me hace muy bien que te rías de mí"

Jake se rió aún más fuerte y no reprimí el impulso de darle un golpe en el hombro. "Calma fiera, calma" soltó divertido.

¿De qué se trataba eso? ¿De hacerme sentir peor cada vez que decía algo? No era una ridiculez, de verdad lo sentía. ¿Qué no veía que estaba a punto de llorar? ¡Dios!

"Estas consiente que es una verdadera tontería ¿verdad?"

"¡No lo es, Jake!" espeté furiosa, sentía mi pecho arder "Voy a ser tu esposa en seis días y quiero hacerte feliz, en todas las formas en que se puede hacer feliz a una persona. Quiero ser mejor que las chicas de Nueva York, quiero ser la única mujer en tu vida; ¡y tú te estás riendo de mí y me rechazas en la sala de estar de mí casa, estando completamente solos!"

Jake sonrió, y me miró por mucho tiempo antes de reírse de nuevo.

"Eres un imbécil" renegué y traté de levantarme para irme muy, muy lejos. Pero él me detuvo y me obligó a quedarme en mi lugar y mirarlo.

"Amor, estás totalmente fuera de contexto" dijo aún con una sonrisa divertida arrancándose de sus labios "Estoy muy consciente de que vamos a casarnos en seis días; es el día que he esperado toda mi vida, obvio lo recuerdo. Y te agradezco tu consideración por mi felicidad, pero ya no hay nada más que puedas hacer. Soy demasiado feliz"

Hice una mueca.

"No sé por qué te dio por compararte con las chicas de Nueva York; en realidad no hay chicas de Nueva York, sólo fue una, y con ella no llegué a nada porque no podía dejar de pensar en ti, y en lo mucho de deseaba que fueras tú mi primera vez. Soy la única persona en el planeta entero que no ha tenido sexo por casi cuarenta años ¿y sabes por qué? Porque te quiero a ti, te deseo a ti. Sólo a ti. No me importa lo que tenga que esperar"

Pestañé varias veces sin decir nada. ¿Qué? ¿No había chicas de Nueva York? Leah me debía varias explicaciones…

"Y no voy a tener sexo contigo, aquí, en el sillón de la sala, a veinte minutos de que toda tu familia regrese, en un momento de cachondez porque sé que esto no es lo que tú quieres" siguió con voz seria, intensa, mucho menos juguetona "No has esperado todo éste tiempo para gastar nuestra primera vez en esto. Yo también quiero hacerte feliz, quiero que sea romántico, espontáneo, sin presiones. No quiero que te preocupes por dar el ancho o cosas así, quiero que seas tú misma, si me permites ser exigente de alguna manera"

Nos quedamos así, los dos recostados de costado, apoyando nuestras cabezas sobre nuestras manos, mirándonos el uno al otro. De repente me sentí ligera, contenta, con las mejillas encendidas y las mariposas en mi estómago revoloteando aturdidas. Me dejé de sentir estúpida poco a poco, al mismo tiempo que me daba cuenta de una pequeña sonrisa que se estaba formando en un lado de mi rostro.

"Que no me provocas…eres una tonta, de verdad" desaprobó juguetonamente mientras con el brazo buscaba un cojín en el sillón para aventármelo.

"¡Hey!" me quejé esquivando el golpe.

"Esta vez he sido yo el mezquino que ha arruinado el momento, pero te recuerdo que ha habido miles de veces que tú has arruinado el momento, pidiendo a gritos que esperáramos, que no era el momento y bla bla bla" dijo mientras se levantaba para ponerse a horcadas sobre mí y enterrar su rostro en mi cuello, besándolo dulcemente.

"Mmm" murmuré como si tratara de recordarlo.

"Voy a cobrármelas todas la noche de nuestra boda" susurró contra la piel de mi cuello.

"¿Ah sí?" pregunté con la ceja lazada "Ya lo veremos"

"¿Acaso me estás retando?" rió, haciéndome cosquillas con su aliento mientras me retorcía bajo su cuerpo. "Por cierto, me encantó éste vestido…" dijo acariciando mi cintura.

Me reí con ganas. Al final el vestido había funcionado. "Pues a mí no, puedes deshacerte de él cuando quieras"

"¿Quieres dejar de hablarme así? El vestido ya distrae bastante"

"¿Sólo te distrae?"

"No" dijo y se separó de mí para poder verme a los ojos "Me vuelve loco"

No pude evitar sonreír triunfante. Mi corazón comenzó a latir rápidamente de emoción. Tomé su rostro entre mis manos y lo atraje hacia mí para besarlo en los labios apasionadamente.

No quería perder el control de nuevo. Faltaba muy poco para que llegaran los demás, y era una indecencia rodar por el piso de la sala semidesnudos, pero ahora que me sentía mucho más segura de mí misma, tan bonita, tan cómoda entre sus brazos, sintiendo mi piel derretirse con cada caricia… todo era un poco más difícil de detener.

Cuando por fin una de las manos de Jake había llegado al tirante izquierdo de mi sujetador. La puerta principal se abrió, dejando entrar a tío Emmett y tía Alice con muchos arreglos florales.

Mierda.

"¡RENÉESME CULLEN, POR TODOS LOS CIELOS!" exclamó tía Alice alarmada dando un salto, casi derribando a un muy divertido tío Emmett.

"Tienen que admitirlo, mi regalo era el mejor"


Do Read & Do review. Currently Writting chapter 12 =D