I. Encuentro con la ex.

Era un hombre con suerte… o al menos eso era lo que pensaba cada vez que veía a la mujer que lo acompañaba en su vida desde hacía un buen tiempo. Claro, no podía negar que era preciosa, bien podía definirse como un sueño, inteligente y, para qué negarlo, extremadamente fuerte, mucho más que él mismo.

Pero a ratos toda su situación actual le traía más que unas simples dudas… ¿cómo una mujer tan hermosa como la Androide 18 había decidido estar con un hombre como él?. Contando algunos de sus tantos "defectos", era demasiado bajo de estatura, débil (en comparación con ella y los Sayayins), tímido, demasiado nervioso (rayando en lo miedoso), con el autoestima demasiado bajo. A pesar que llevaban un buen tiempo saliendo (y, si se quería decir, tenían una relación relativamente formal) Krilin aún en ocasiones se sentía en sueños. ¡Vamos!, si no había que ser demasiado inteligente como para no darse cuenta de que era una pareja demasiado dispareja.

Y quizás esa era de las principales razones por las que Krilin sentía demasiada inseguridad en su relación. A ratos podía jurar que ella se aburriría de él y terminaría yéndose con el primer príncipe azul que se le cruzara en el camino de ellos… como ya había pasado alguna vez antes.

Y ese no era el único problema que tenía el muchacho en esos momentos. Él sabía que estaba enamorado de esa mujer, ¡por Kami que lo estaba!, sobre todo desde que había llegado a sus vidas ese pequeño ser, que les iluminaba el día a ambos… pero, ¿y ella?

Krilin sabía que 18 lo que menos tenía era expresividad en sus sentimientos, era demasiado fría para su gusto, incluso algo reservada. Pero cuando la duda comenzaba a carcomer su interior trataba de animarse pensando que si no sintiera algo por él, simplemente 18 no estaría a su lado. Sabía que esa era una buena razón, pero a pesar de ello, siempre quedaba en su interior un dejo de tristeza, por el bichito de la duda.

-Vamos- 18 salía de la tienda con la pequeña Marron en sus brazos. La pequeña tenía a penas tres meses, y dormitaba en brazos de su madre. Al notar que él no se movía (y ni siquiera parecía haberla escuchado), comenzó a impacientarse -¿qué te pasa?, ya vi en esa tienda y no me gustó nada para la niña.

-¿Eh?- él pareció salir de su triste pensamiento. Se puso de pie rápidamente –sí, lo siento. Sigamos.

18 parecía completamente ajena a los pensamientos que atormentaban a Krilin en esos momentos, estaba más entretenida mirando las tiendas del centro comercial y la variedad de artículos que tenían.

-18- dijo de pronto Krilin, llamando su atención.

-¿Qué?

-¿Tú me quieres?- sí, la pregunta era tonta y demostraba toda la inseguridad que sentía en esos momentos respecto a su relación. Ella se detuvo y lo quedó mirando ceñuda.

-¿Qué fue lo que me preguntaste?- fue la respuesta de la rubia, justamente con otra pregunta. Al notar el tono con que dijo esas palabras, Krilin notó que se había enojado, por lo que decidió cortar con el tema.

-No, nada- se apresuró a decir, riendo tontamente –no me hagas caso el calor me debe estar haciendo hablar tonteras. Sigamos…

-No, espera- gruñó 18, poniendo una mano en su cintura, visiblemente molesta –quiero saber por qué me hiciste esa pregunta, no entiendo.

Se sonrojó, arrepentido. Se dio cuenta que ella no dejaría de insistir en el tema hasta que le contestara de una vez, así que lo mejor era terminar lo que había iniciado.

-Es que, bueno…

-Me preguntaste si te quería, ¿por qué?- lo interrumpió ella, con voz molesta. Krilin no sabía qué contestar para que ella no se enojara más.

-Bueno…- Krilin no sabía qué decir –es que… tengo esa duda…

18 frunció el cejo, sin contestar. Krilin no sabía si era porque se sentía ofendida o porque no sabía qué decir. Y de pronto, comenzó a tomar cierta valentía en la conversación, principalmente porque su corazón cada vez se estaba notando más desilusionado.

-¿Me quieres, 18?- volvió a preguntar –y no vengas a contestarme utilizando a Marron, quiero saber la verdad… para no sentirme como el sapo persiguiendo inútilmente a la princesa -¿Me quieres tanto como para casarte conmigo?

La única reacción que notó de su parte fue que abrió demasiado los ojos debido a la sorpresa de la declaración. Ella era fría, y a ratos no podía acostumbrarse a ciertos arrebatos que tenía Krilin, que después de unos momentos de silencio continuó hablando, algo triste por el silencio de la Androide.

-Porque yo sí, te amo- fueron sus palabras, hablando con seguridad a pesar de la sonrisa triste que tenía –te amo tanto como para querer formar una familia contigo, casarme, tener más hijos…- hubo silencio unos momentos entre ellos –lamento haberte incomodado.

18 se quedó unos momentos más de pie, y cuando iba a continuar su camino, vio cómo Krilin chocó con una mujer. Ambos cayeron al suelo y 18 sonrió levemente. Siempre era demasiado distraído.

Se acercó unos pasos, con la intención de ayudarlos, hasta que se dio cuenta que la mujer, al mirar a Krilin, soltaba un gritito y lo abrazaba con efusividad.

-¡Krilin, mi lindo Krilin!- exclamó la mujer. El muchacho estaba tan confundido que en un primer momento no se movió -¡Krilin, no puedo creerlo, después de tanto tiempo!- continuaba hablando ella, y después con toda la patudez del mundo, le dio un besito en los labios.

Krilin trató de soltarse.

-Maron, me alegra verte- dijo él, temeroso de lo que pudiera pasar –de verdad, pero yo… bueno, no es que haya olvidado que fuimos novios… ¿puedes soltarme?

-Claro- contestó ella, sonriendo con felicidad.

18 observaba la escena demasiado seria, tratando de controlar sus deseos de querer golpear a esa tal Maron, que se atrevía a acercarse, abrazar y besar lo que era de ella. Suspiró, acercándose a paso lento.

-El que se cayeran no significa que tengan que afirmarse así- dijo 18, lo más calmada que pudo, aunque por dentro estaba sintiendo cada vez más deseos de matar a alguien. Captando el mensaje, Krilin se separó de Maron con rapidez.

-Oh, señora, no la habíamos visto- le dijo Marron, tontamente y poniéndose de pie -¿usted conoce a mi Krilin o está de curiosa?

Krilin notó perfectamente que esas palabras a 18 le llegaban a causar un tic de la rabia que sintió. Sólo esperaba que el tema no pasara a mayores.

-¿ Krilin?- preguntó con lentitud.

-Sí. Él y yo fuimos novios, ¿sabe?, hasta teníamos pensado casarnos, pero por cosas de la vida nos separamos. ¿Qué triste, cierto?, nos decían que éramos la pareja perfecta.

Si las miradas mataran, tanto Krilin como Maron estarían en el más allá. Él se dio cuenta e intentó arreglar las cosas.

-Maron, te quiero presentar a 18, ella es mi…

-Prometida- lo cortó la rubia, mirando seriamente a la chica. Krilin la miró más que sorprendido –nos vamos a casar.

-¿Ah si?- preguntó Maron, a la vez que Krilin miraba a 18 con la boca abierta –oh, es una lástima que me hayan ganado, creo que sí debí quedarme más tiempo cuando fui a buscarte a Kame House después que terminamos.

-¿Fuiste a Kame House?- esta vez Krilin miraba sorprendido a Maron –pero, ¿cuándo?...

-Dos veces, pero no estabas- contestó pensativa la chica. Luego sonrió -¡como sea! Krilin, en caso que la señora te deje puedes buscarme, no me molestaría. Ahora debo irme, ¡adiós!

Tanto Krilin como 18 se quedaron en silencio una vez que ella se fue. Luego él miró de reojo a la rubia, estaba más seria de lo normal.

-Con que… una ex…- murmuró ella.

-Eh… sí… hacía tiempo que no la veía, de antes de conocerte.

-Hum…

18 se fue sin esperarlo. Krilin la siguió de cerca y, después de unos momentos, sonrió. Ese gesto no pasó desapercibido para la Androide, que lo miró más molesta aún (si es que se podía)

-¿Qué es tan gracioso?- le preguntó.

-Nada- Krilin puso rostro inocente, tratando de evadir nuevamente la conversación –continuemos…

-Oye, espérate. No entiendo por qué demonios te ríes, si todo lo que pasó no tiene nada de divertido. ¡Esa mujer!, dejaste que te besara frente a mis ojos.

-18, estaba sorprendido- dijo él, demasiado tranquilo para el gusto de ella –además, tú sabes que ya no siento nada por ella.

-¡Más te vale!, porque si vuelves a verte con esa tal Maron, ¡te haré puré!- 18 se quedó unos momentos en silencio, pensando -¡se llama casi igual que nuestra hija!

-¡A mí no me mires!- se defendió inmediatamente Krilin –el nombre de ella lo elegiste tú, no yo… como sea, continuemos, antes que se haga tarde.

Krilin el resto del día estuvo de lo más feliz, para disgusto de 18, que con sólo recordar a Maron sentía deseos de asesinar a alguien. Ese gesto, para Krilin, eran celos terribles, una buena señal para que la única duda acerca de la relación que tenía quedara respondida.

18 lo quería, aunque no lo demostraba de un modo convencional… y eso, era lo único que necesitaba para estar tranquilo.

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Holas!!

¿Qué les pareció?. Les cuento que éste es mi primer fic de Dragon Ball Z, y espero haberlo hecho bien. Krilin y 18 son de mis personajes favoritos de la serie (junto con su hija)

No estoy del todo segura de si habrá otra historia, lo más seguro es que sí, ya que tengo algo en mente, pero no se cuándo podría estar...

Eso... les mando saludos a tods, hasta la próxima!