Ni hablar


Otani mira hacia el cielo. Es como estar viendo a Koizumi, esa chica alta y algo chalada que siempre lo hace reír.

Las estrellas le recuerdan sus ojos brillantes, a pesar de que no piensa decírselo nunca.

Ni hablar. Lo molestaría durante toda la vida.

Koizumi es atlética, pero también despistada: tiene que mirar por dónde camina.

Encorvarse hacia las flores y los miles de dibujos del camino le recuerda a cuando debe inclinarse para escuchar los susurros de Otani, cuando éste le dice algo que sólo los dos entenderían.

Pero nunca se lo diría. Probablemente se burlaría. Ni hablar.


Una menudencia, lo sé. Pero amé este anime, me sentí tan fucking identificada que estuve como 4 veces a punto de lagrimear (me prometí no hacerlo, por eso no pude xd pero quería, vaya que sí).

No hay nada más lindo que este tipo de parejas a mi parecer. Realmente los adoro.

¡Gracias por leer!