Después de desaparecer del espacio he regresado, lamento haber tardado pero he pasado por un periodo de cambios desde lo laboral hasta lo personal, a quienes leyeron la historia; "GRACIAS" por darle una oportunidad. Quienes me dejaron un comentario: "GRACIAS".

Istharneko: El fic que te había mencionado y en el cual iba a utilizar tu composición esta en proceso, tenia programado subir el primer capitulo y avisarte desde hace una semana pero un ejercito de virus invadió mi ordenador produciendo la muerte de todo lo que guardaba.

Nota: Este capitulo aun no esta editado por mi beta Bea Snape, trate de corregirlo todo lo que pude pero estoy segura que uno que otro error ha de colarse, en cuanto tenga el corregido lo voy a subir.

Nota 2: No estoy segura pero creo que contiene bashing a Harry, spoilers del séptimo libro.

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-No me imagine que fueras tú quien maneja el mercado negro de pociones Granger –murmuro Nott, en primer año le parecía una inadaptada social que cubría sus inseguridades con una mascara de sabelotodo, pero a lo largo de los años sospechaba había abandonado esa inseguridad, seguía manteniendo su personalidad insufrible y chillona pero de un tiempo acá era solo para aparentar. Si la pudiera describir en pocas palabras el diría que la prefecta era de las que parecía inocente pero cuando algo o alguien se interponía en su camino no les temblaba la mano para hacerlo a un lado, una serpiente en toda la extensión de la palabra – Esta poción en especial, es de difícil fabricación, sin mencionar lo cotizada que se encuentra a pesar de ser considerada clasificación "D" ya que genera adicción por este tipo de mundos donde algún infeliz puede evadir la realidad, diríamos que son como las drogas en el mundo muggle -termino de explicar, atento, igual que sus amigos a las reacciones de la castaña.

-¿Podemos ser socios Granger? Ofrezco una considerable suma de dinero y a cambio poseeré un sesenta por ciento de la mercancía, pero no te preocupes elevaremos el doble de producción con la posibilidad de extendernos a otros colegios, nadie puede mejorar eso, te aseguro que jamás encontraras a un socio como yo -Terence nunca desaprovechaba una oportunidad, aunque tenia cierta duda de que la chica fuera la líder ya que le faltaba enfocar la ambición que tenia por la simple lectura y pretender ser la salvadora de criaturas indefensas a otras áreas mas productivas, era una lastima que Dumbledore solo la considerara la niñera de Potter y no explotara el talento de la joven, en cambio en las manos y dirección correcta seria maravilloso lo que podría lograr con la prefecta. Una sonrisa adorno su boca, ahora entendía el interés de Blaise, su amigo había descubierto un diamante en su estado natural listo para ser pulido y fabricar cualquier cosa con el.

Hermione interpreto la expresión del chico como una sonrisa de burla y se enfadò.

-¡Cállate, Higgs!-Grito pero después bajo la voz al ver que los enanos se le quedaban viendo - Eso no es gracioso, yo no fabrico la poción ni mucho menos manejo el estúpido mercado negro.

-¿Entonces quien?- Pregunto Blaise interesadísimo.

-No les importa- La castaña jamás de los jamases delataría al profesor Snape, si traficaba con pociones por que no le alcanzaba su sueldo de docente, pues bien por el, por ningún motivo pasaría a formar parte en su lista de enemigos como Harry, ella sabia cuando hacerse a un lado.

-¡DONDE ESTA BLANCANIEVES! ¡Dejen de susurrar y hablen!- uno de los hombrecitos grito, su aspecto hosco y al parecer eterno malhumor le confirmo a Hermione que era gruñón, quien posiblemente era los lideraba.

-¿Qué hacemos? -Pregunto Nott dirigiéndose a sus amigos, dejando de momento el interrogatorio al que estaban a punto de someter a la prefecta para saber quien era el fabricante- ¿Empleamos la táctica cuatro? ¿Peleamos? Yo voto por lo primero, no soy ningún un iluso suicida Gryffindor - los demás asintieron, era una suerte haber creado tácticas en lugar de estarse poniendo de acuerdo cada vez que se metían en problemas, así ya sabían que hacer y como hacerlo.

Hermione los vio reprobatoriamente preguntándose que diablos era eso de ¿táctica cuatro?

-Theo y Terence a izquierda, nosotros derecha, nos vemos aquí dentro de dos horas -tomo a Hermione de la mano y aunque esta quiso liberarse no lo permitió ya que de momento, Blaise era quien podía controlar por así decirlo a la castaña, si la mandaba con Nott iniciarían una pelea verbal por ver quien mandaba y quien obedecía, Terence no era una opción, el se ganaría una paliza o en el mejor de los casos otro puñetazo debido a su comentarios sarcásticos, él simplemente ignoraría todo lo que la chica dijera y daría ordenes sin dar tiempo a replicas, sabia de sobra que con personas como la castaña era mejor pasar a hechos que exponer ideas y argumentos.

-¡Esperen! ¡Tenemos que estar juntos! Vienen conmigo y están bajo mi responsabilidad -la prefecta se oponía a separarse e interiormente no le gustaba que la dejaran de lado, mientras ellos tomaban las riendas de la situación y le daban ordenes como si ella no tuviera cerebro para idear un plan, bueno, en estos momentos no tenia uno, pero podía idearlo, de eso no había alguna duda.

-No eres nuestra niñera Granger, no esperes a que nos demos la vuelta y nos hagamos los muertos, olvídate que somos Potter y Weasley para juegues a la mama gallina, aunque la verdad si yo fuera tu los llevaría directo a un río para que se ahogaran -Terence se divertía como nunca al hacerla rabiar, ahora entendía a Malfoy que siempre estaba buscando pelea con Granger, se propuso mentalmente que a partir de ahora la molestaría mas seguido.

-¡YA BASTA! Si no nos dicen nada, entonces su hembra se va a quedar con nosotros -grito uno de los hombrecitos que al parecer se le antojaba la idea de tener a la joven mucho mas atrayente que tener de vuelta a Cenicienta, recorrió a la chica con una mirada que hubiera hecho sonrojar al mas pervertido de los magos.

-A la cuenta de diez -súbitamente Hermione cambio de opinión, por su seguridad personal lo mas sensato era alejarse de ahí y no separarse de Blaise hasta que regresaran a su mundo, de los tres jóvenes que le acompañaban era con quien había tenido mas interacción y quien en ese mundo le parecía mas confiable.

-Uno -susurro Terence, los cuatro se pusieron en posiciones como si fueran a correr los cien metros planos.

-¡DIEZ! -Grito Nott emprendiendo la carrera y derribando a uno o dos enanos que no se lograron quitar a tiempo.

Desconcertados los hombrecitos se dividieron y corrieron tras ellos, lanzando gritos y blandiendo sus armas.

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Hermione y Blaise corrían como si el mismo Voldemort los persiguiera, habían perdido la noción del tiempo al tratar de extraviar a sus persecutores pues siempre que lograban perderlos de vista; los hombrecitos de aspecto hosco aparecían como por arte de magia cerca de ellos. En ese momento el italiano y la chica trotaban, los habían perdido de vista hacia un rato y aprovechando el poco tiempo extra que tenían antes de verse nuevamente perseguidos decidieron esconderse en unos arbustos para descansar un momento pero al parecer los hombrecitos habían tomado un atajo porque oyeron sus voces demasiado cerca, como pudieron se levantaron emprendiendo la marcha y en un abrir y cerrar de ojos tenían a sus persecutores pisándoles los talones. Un poco mas adelante una anciana salía de entre unos arbustos limpiándose el polvo de su vestimenta, la mujer en cuanto vio a Hermione le ofreció una manzana roja como la sangre y reluciente como espejo.

-Toma linda niña, te la obsequio -su mano blanca y arrugada contrastaba con la fruta.

La prefecta tendió la mano para tomarla en cuanto pasaran a su lado y poco falto para lograrlo, el italiano corrió un poco más adelantándola y apartando de un empujón a la mujer de la tercera edad quien cayó al suelo.

-¡A un lado abuela! Tenemos prisa- Blaise jalo a la chica que tuvo que saltar encima de la anciana murmurando una disculpa.

La dejaron ahí, en el suelo, gritando palabras que supuestamente ningún personaje de cuentos infantiles debería emplear.

No sabían si llevaban horas o tan solo minutos corriendo, pero estaban demasiado cansados que Hermione sentía que si se detenían ella no volvería a caminar siquiera. Después de dar un par de vueltas a la izquierda y tres a la derecha para confundir a los enanos vieron un árbol caído y sin decir palabra alguna se escondieron tras el, ambos respiraban con dificultad, la castaña podía jurar que el latido de su corazón se oía a una considerable distancia.

La sangre se le congelo al escuchar unos murmullos exitados señal de que sus persecutores se encontraban cerca.

-Están cerca, puedo oler a la mujer- decía un enano que tenia la barba mas larga que los demás, aspiraba con fuerza y cada que lo hacia se reía dementemente.

-¡Hay madre! Están locos -susurro Hermione temblando solo de imaginar lo que le podían hacer siete enanos pervertidos, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Zabini le arrojo algo parecido a lodo podrido directamente a la cara- ¡Estas demente!- Le lanzo una mirada muy fea respaldada por indignación ante una conducta infantil que había tomado su compañero en semejante situación, trataba de limpiarse con ayuda de su viejo vestido pero el olor putrefacto seguía estando presente y la causaba nauseas.

-Pueden olerte, es por eso que nos siguen - Blaise le informo con una actitud sabelotodo que nada tenia que envidiar a la que Hermione ponía cada que los profesores preguntaban algo.

-He perdido el rastro, su olor ha desaparecido –reporto a sus compañeros de cacería confundido y sumamente decepcionado el enano encargado de rastrear a los fugitivos, aspiraba con fuerza pero sus intentos no daban resultado.

-¿Cómo los seguimos?- pregunto uno aun mas decepcionado -¿Saben que? No vale la pena, mejor vayamos con Rapunzel, me dijo la semana pasada que podía enseñarnos unas posturas nuevas con la ayuda de su enorme cabello -se froto las manos y una enorme sonrisa apareció en el rostro de todos.

Se alejaron comentando que postura les encantaría realizar con la princesa de la torre.

-Hay que regresar –murmuro Blaise una vez que estuvo seguro los enanos ya no los verían alejarse si alguno de ellos volteaba, ni mucho menos olerían a la prefecta, ayudo a ponerse en pie a su acompañante y ambos empezaron a caminar en silencio cada uno sumido en sus propias reflexiones.

Hermione estaba completamente horrorizada con ese mundo, se prometió que si algún día tenía hijos nunca les contaría un cuento infantil porque sin duda a su mente volvería esa traumante experiencia. Aunque bastante utilidad le veía a ese portal, una opción para enviar de vacaciones a Rita Skreeter o a Dolores Umbrige cada vez que metieran su ya enorme nariz donde no les correspondía, claro primero tendría que entender bien el funcionamiento de ese mundo y ya después usarlo a su favor.

Blaise por su parte, pensaba en que hacer para sacarle el nombre del productor de la poción a la castaña, algo de vital importancia pues el mago que la fabricara tenia que usar influencias poco convencionales para obtener los ingredientes, influencias que si sabia como podía sacárselas al misterioso elaborador le podrían servir en el futuro. Pero por mas que pensaba, su atención se desviaba a temas mas difíciles y escabrosos como la atracción que sentía hacia ella, no que la castaña fuera una belleza pero tenia que admitir que pese a tener su pelo mas parecido a un arbusto con su actitud mandona y arrogancia imperceptible solo la hacian mas atrayente, como si esa frase fuera el detonante para que se paralizara por completo, horrorizado se dio cuenta que estaba pensando como uno de los tantos maridos de su madre, esos que a las tantas horas de la madrugada le recitaban poemas de amor en el balcón o ese ultimo que nunca terminaba de profesarle su amor eterno en cada desayuno, comida y cena actos por los que Blaise paso las vacaciones de invierno con la familia de Higgs, por su reputación y salud mental esperaba que no terminara comportándose como un enajenado detrás de la Gryffindor; se imagino haciéndole ojos de cachorro abandonado a la prefecta mientras la seguía por los pasillos, apretó fuertemente la mandíbula y maldijo con todas sus ganas el día que decidió hablarle al verla hacer posturas tan ridículas con su sombra, se reprendió por acercarse al fuego mas de la cuenta; ahora estaba con un pie dentro del infierno y lo que le extraño fue que aun con todos las toneladas de azufre que pudiera soportar al entrar, la idea se le hacia atrayente y es que como todo buen Slytherin sabia que no debía enredarse con personas que no pudiera dominar, porque indudablemente estaría en una balanza donde con lo único que contaría serian con su sangre fría y astucia, cualidades que talvez no funcionasen con ella porque de cierta manera eran iguales lo que dificultaba alguno de ellos diera un paso en falso, pudo sentir como algo se removía en su vacío corazón algo que no le hacia ninguna gracia porque era como sentir que su corazón ya no formaba parte de el, que estaba contaminado con debilidades, porque alguien como el o cualquier Slytherin un sentimiento; así fuera el mas insignificante era una debilidad, no tenia idea de que sentia exactamente ni de lo expuesto que estaba pero de momento no tenia ningunas ganas de explorar, no era ningún cobarde pero teniendo tan cerca de la causante de sus debates personales era mejor dejar esa tarea para la oscuridad de su dormitorio. La vio de reojo, tenia el cejo fruncido, inequívoca señal de que estaba pensando y obviamente lo ignoraba olímpicamente porque la conocía lo suficiente como para saber que no soportaba estar tanto tiempo callada, una molestia lo invadió pues estaba acostumbrado a que los demás llamaran su atención, no importaba si era solo para obtener una mirada de fastidio de su parte. Si la joven esperaba que el fuera el primero en hablar pues que se quedara esperando; Blaise jamás iniciaría una conversación tan banal solo para que la prefecta le hablara o le mirara.

Enfadado apresuro el paso ante el desconcierto de su acompañante que se preguntaba que mosca le había picado al italiano.

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Para Terence y Theodore no fue muy difícil el eliminar a los enanos, simplemente los arrojaron a un pozo seco que encontraron en el camino y asunto acabado, pero al parecer ese mundo no los iba a dejar en paz muy rápidamente porque el verdadero problema para ellos surgió cuando; al regresar se encontraron frente a la diminuta casa a dos lobos hambrientos que los llevaron en calidad de cena a el interior de la misma para cocinarlos.

Cuando Hermione y Blaise llegaron, encontraron a Terence sentado en la mesa conviviendo alegremente con los lobos como viejos amigos, riendo de chistes acerca de cerdos voladores hace unos días y brindando con algo parecido a whiskey de fuego, pero no pudieron preguntar nada porque Nott que estaba junto a la chimenea les hacia gestos para que se mantuvieran apartados y en silencio.

-¡Brindemos amigos!- Higgs levanto su botella, tenia las mejillas encendidas, prueba de que su aguante aun no llegaba a su máximo punto pero iba por buen camino - ¡Por el mas feo, horroroso, pulgoso, maloso y peligroso!

-¡Ese soy yo!- se levanto de un salto el mas grandote.

-¿TU? Se refería a mí sin duda - el otro aunque más pequeño y sin levantarse de su asiento lucia más intimidante.

-¡No lo creo!- rugió el alto enseñando los dientes y de un manotazo volcando la mesa, provocando que Hermione diera un salto por el susto.

-¡Comes niñas bobas y abuela enfermas!- se burlo el otro- eso es de debiluchos.

-¿Y tu? Cerdos rosas, que ni siquiera pudiste con ellos, por eso te expulsaron del sindicato

- le contradijo el mas grande inclinándose amenazadoramente sobre el pequeño, sus hocicos estaban tan cerca que se podía comparar la longitud de sus dientes.

-¡No es verdad! – el lobo de los tres cerditos se levanto de un salto y de una patada alejo la silla en que había estado sentado, a pesar de su baja estatura encaraba valientemente a su oponente y estaba demasiado furioso que Hermione pensó que de un momento a otro le empezarían a salir humo de la orejas- ¡Me fui porque Iggor hizo trampa en las elecciones!- el resentimiento y la impotencia aparecieron en su peludo rostro, ya no parecía un lobo si no mas bien un cachorro al que los mas grandes no lo han dejado jugar.

-¡Querías un recuento!- dijo el otro con fastidio como si esa fuera una vieja pelea. Así inicio una acalorada discusión acerca de boletas desaparecidas, corrupción en sindicatos de maleantes, trolls ineptos en las urnas y derechos lobunos.

Terence que se había logrado hacer a un lado para evitar que lo tiraran junto con la mesa, se alejo de ellos y junto a Nott se acercaron a los recién llegados.

-¿Que les parece si salimos?- Higgs los veía preguntándose porque se habían tardado tanto, pero esa pregunta quedaba relegada a segundo plano porque le intrigaban las miradas de su amigo a la prefecta, hizo nota mental de asaltar a Zabini a preguntas en cuanto regresaran al castillo, recordó que una vez en su segundo curso justo después de que Nott rompiera con Padma Pattil y en un momento de unión ante el desengaño amoroso de Theo, los tres se habían jurado que si alguno de ellos perdía la cabeza por una chica, meterían al desafortunado a una celda de Azkaban, Terence esperaba que la afortunada para Blaise no fuera Granger y es que el problema no era ella si no mas bien sus amigos e ideales pero si no había de otra, entonces primero Nott y el se asegurarían de que la chica le correspondía a su amigo ya que lo consideraban su hermano. Los cuatro salieron dejando a dos lobos que seguían peleando y se habían olvidado de la cena.

-¿Qué hacemos?- Hermione ahora si tenia un plan, ya les enseñaría quien era ella, justo cuando estaba por empezar a explicar y dar ordenes una pregunta la dejo con la palabra en la boca.

-¿Granger has estado aquí antes? -Theodore vio confirmada su sospecha al verla ponerse nerviosa y retorcerse las manos, señal de que su cerebro estaba trabajando por una respuesta convincente, lo había pensado mientras Higgs se deshacía de los lobos embriagándolos y haciéndolos pelear. La prefecta ya había viajado, el se había imaginado que solo vendía la poción pero no que la usara, un dato que lo intrigaba, se pregunto porque el sombrero seleccionador la ubico en esa casa de mediocres y si de verdad era una selección limpia o si actuaban intereses de algo o alguien mas.

-¡No! Es la primera vez que estoy aquí- puso la mejor cara de desconcierto que tenia rogando por lograr el efecto deseado.

-¿Cómo saliste las otras veces?- sin hacerle caso a su respuesta Nott repitió la pregunta.

-Yo… No he estado aquí antes- ¡Santo Merlín! ¿Porque no le creían? Estaba pensando seriamente decir o no la verdad, pero se planteaba dilemas ante la aceptación o negación de esa información; si admitía que utilizaba la poción habría consecuencias con sus compañeros de colegio, desde sobornos para no revelar que utilizaba sustancias prohibidas pasando por realizar sus trabajos escolares hasta sumas de dinero, de eso ultimo no estaba tan segura porque aunque no sabia mucho de ellos, la mayoría de quienes estaban en Slytherin se pudrían en dinero, de los trabajos escolares se descartaba porque cualquier Slytherin y eso si lo podía afirmar categóricamente era que nunca dejarían que una sangresucia los humillara haciéndoles su trabajo; eso seria admitir que ella era un ser pensante mágico y aniquilando esa ultima posibilidad se quedaba con el limpio y puro soborno pero ahí había un ligero detalle: Hermione era buena para extorsionar no para que la chantajearan. Contemplando los pro y contra de esa respuesta se quedaba con la opción de mentir y decir que ella ni conocía ese mundo, pero estaba segura que entonces los chicos le dirían a Snape acerca de la rara poción que los envió a ese mundo aun mas raro, Severus se enteraría de que ella si le robo la poción y aunque el profesor no había mencionado el incidente de su desastroso viaje anterior, en las clases y cada que tenia oportunidad la vigilaba el mayor tiempo posible, la duda que le plantearían los integrantes de su casa solo haría que se volviera mas visible en el radar del profesor.

Los tres la observaban tener su pequeña crisis personal y la hubieran dejado si esto les aportaría una pista para salir, mas esperaron y al parecer la castaña no avanzaba, Blaise decidió volver a preguntar.

-Eres mala para mentir Granger, si fuera la primera vez estarías haciendo varias preguntas y nos echarías la culpa antes de admitir que eres tu la causante de esto, sin embargo pareces demasiado cómoda con la situación, incluso no estas apurada por buscar la forma de salir, ahora ¿Cómo saliste? –Zabini cambio la pregunta era obvio que la joven no les daría respuesta así que era mejor buscar la forma de salir, se había sentado en una enorme roca y la veía fijamente.

-Por un beso – Hermione murmuro bajito con un leve sonrojo al recordar sus dos anteriores viajes en especial el beso de un rubio egocéntrico, para evitar que se dieran cuenta de su sonrojo fijo su mirada en una flor a sus pies donde un escarabajo trepaba por sus pétalos, veía la acción del insecto como si fuera el acontecimiento del año.

-Perdón pero no te escuche - Nott se había acercado a ella y si Hermione no estuviera tan abochornada habría visto que tenia una sonrisa de oreja a oreja, probablemente era la primera vez que mostraba una reacción diferente a su habitual mascara de desinterés frente alguien desconocido. Pero pese a que la castaña tenia la vista en el suelo alcanzo a notar el tono de burla y regordeo en la voz del joven o al menos eso creyó ella, olvidando el sonrojo se enojo porque constantemente fuera la burla de los tres, sintió la ira invadir cada uno de sus poros y no hizo nada por controlarse, no estaba con Ron ni Harry así que si no tenia que morderse la lengua por decir unas cuantas verdades, al fin y al cabo después de que salieran de ese universo no les volvería a dirigir la palabra a los tres cretinos que tenia como compañeros de viaje.

-¡Un beso! Maldita sea – elevo la voz y poco le importo que la escucharan a lo lejos, le descontrolaba no tener el control de cualquier situación -¡Un beso! -recalco como si los demás fueran sordos.

- Te escuchamos la primera vez Hermione -Zabini no tenia ningunas ganas de que la chica se pusiera a gritar incoherencias así que lo único que se le ocurrió fue decir su nombre para que se calmara y milagrosamente surtió efecto.

-Si Granger, respira profundo -Higgs al parecer tenia el don de hacer rabiar a Granger y de paso echar por la borda el intento del italiano para calmar a la Gryffindor.

La castaña bufo por la idiotez de Terence, pero se calmo un poco haciendo que su carácter volátil volviera a descender, ni siquiera Ron le despertaba instintos homicidas como el Slytherin pero tenia la ganancia de que había desviado un poco la atención de su historial de viajera frecuente. Los demás empezaron a hablar pero no les presto atención, se sintió agotada mentalmente, estaba harta, primero un rubio prepotente con aires de grandeza que a partir de su viaje juntos; cada vez que se la encontraba se alejaba de ella como si tuviera la peste, después un profesor de defensa contra las artes oscuras que la vigilaba cada que tenia oportunidad, como si fuera una bomba de tiempo lista para explotar en cuanto Severus se diera la vuelta, después tres Slytherin, no le tocaron Ravenclaw, ni siquiera Hufflepuff, si no Slytherin que era una casa donde un noventa por ciento de sus integrantes era de sangre pura y donde al menos la mayoría de ese noventa por ciento deseaba la aniquilación de los sangre sucia, de los mutantes que los habían invadido, de los bichos raros donde ella tenia un lugar preferencial. Pensó que si encontraba a su paso por ese mundo retorcido un departamento de regulación y control de personajes infantiles o algo parecido hablaría muy seriamente con el responsable; una vocecita resonó dentro de su cabeza "si Hermione exige un reembolso, seguro que si no te gusta te devuelven tu salud mental".

Su mente se encontraba lejos de ahí por eso cuando sintió que una mano se situaba en su cintura se sobresalto, para cuando elevo la vista se encontró inconvenientemente cerca de Blaise Zabini. Instintivamente trato de alejarse pero el italiano solo la jaló más hacia él haciendo que sus cuerpos estuvieran demasiado juntos.

- De alguna forma tenemos que salir- le susurro acercándose a sus labios pero sin besarla aun.

Hermione sintió una seguridad arrolladora en cada una de sus acciones, junto con un olor masculino que por segunda vez logro que se olvidara de quien era y que hacia en esta vida, quiso besarlo, no solo porque de esa manera en un sesenta porciento (que es lo máximo que podía trabajar su cerebro en ese momento) estaba segura que podían salir de ahí, si no por algo mas que en ese instante no supo definir. Cerro los ojos solo para un segundo después darse cuenta no fue lo mas sensato porque sus sentidos se intensificaron, pudo sentir su aliento golpeándole la cara, sus labios fueron presionados primero delicadamente y después con urgencia, abrió la boca cuando sintió la lengua de Blaise insistiendo entrar y perdió la noción espacio-tiempo, descargas de placer le recorrían la espalda haciéndole que el estomago le diera un vuelco y la piel se le erizara, los besos que en un principio eran suaves se convirtieron en exigentes era como si Blaise intentara arrancarle la conciencia, como si exigiera algo que ella se oponía a darle, nunca le había golpeado una blugger pero estaba segura que ese estado de idiotizamiento deberia dejar el impacto, estaba de piedra sin saber como reaccionar o que hacer y no fue hasta que él le mordió el labio incitándola a corresponder que la prefecta salio de trance, respondió pero no siguiéndolo a el si no tratando de imponer su propio ritmo, mas que un beso para ella era una competencia para dominar al otro y es que lejos de comportarse como una adolescente con miedo al ridículo y de movimientos torpes en sus primeros besos, estaba decidida a que aunque sabia la teoría no fallaría en la practica, al menos podía demostrar que aprendía rápido y no la iba a intimidar un guapo Slytherin. Eso ultimo no le gusto, que aceptara que tenia que besarlo estaba bien pero de ahí a considerarlo atractivo era algo que le confirmaba estaba en una dimensión paralela.

Por una fracción de segundo Blaise se desconcertó de que ella no lo siguiera si no al contrario tratara de ser la dominante dejándole a él el papel de pasivo, pero cuando esta pasó sus brazos alrededor de su cuello y acerco bruscamente su cuerpo al suyo salio de su incredulidad, comprendió que no era un simple beso para los dos aunque ambos lo veían de distinta forma, para Zabini era la pelea entre un ángel y un demonio sobre un abismo para ver quien caía primero, aumento la fuerza en el ataque luchando por doblegar a la chica, mientras llegaba a la conclusión de que sin importar el resultado, los dos serian arrastrados al centro de ese abismo, atrapados en la red del destino, donde se tejen amores problemáticos que eran los únicos que raras veces se podían dar entre un Slytherin y alguien fuera de la casa no porque los demás fueran inferiores si no porque la mayoría de ellos eran iguales en cuanto a su visión del mundo. Curiosamente que lo que se hacia y lograba por esos amores se encontraba mas allá de un concepto como el bien y el mal.

Un sonoro carraspeo lo saco de su batalla, los dos dieron un respingo separándose como si fueran dos imanes de la misma carga, se habían olvidado que tenían publico.

-No funciono- Nott se veía entre exasperado y fastidiado- los besos no funcionan ¿como vamos a salir?

-Dime que tienes un plan "B", "C" ó "D" Granger - Terence se mostraba preocupado.

-No, solo tenia el "A"- la castaña se sentía frustrada de que el plan que al inicio le había funcionado ahora se resistiera a surtir efecto, maldijo el día en que Malfoy se puso en su camino con la dichosa poción, una vocecita chillona que para su preocupación estaba empezando a hablar a menudo resonó en su cabeza "si eso es Hermione échale la culpa a los demás, no pasa nada, como el no esta aquí, no se puede defender, total." Se sorprendió pensando una respuesta para su conciencia, alarmada se dijo que se buscaría mas vida social antes de empezar a hablar sola.

-Pues no funcionó- le volvió a repetir Theodore como si la prefecta no pudiera comprender el amplio significado de la palabra funcionar.

-¡Ya lo note! -le espeto- ¿Bueno, y que quieres que haga? -se estaba alterando otra vez así que trato de controlar su respiración, inhalando y exhalando acompasadamente, al ver a otro lado su mirada se cruzo con la de Zabini e inmediatamente la desvió poniéndose súbitamente nerviosa, volvió a intentarlo una vez mas y ocurrió lo mismo, inhalaba y exhalaba mas rápido como si el aire de repente se acabara ¿porque ya no podía sostenerle la mirada?, sentía que si establecía contacto visual mas de lo necesario con el italiano, se le abalanzaría como una loca ninfòmana en busca de algo mas cercano sin que le diera una oportunidad al chico de alejarse, una parte de su cerebro le dijo que en su caso había ingerido un veneno sin antídoto, algo llamado amor, pero no amor por cualquier persona si no por un Slytherin.

- Eso es, respira mas lento - se burlo Terence - te necesitamos en pleno uso de tus facultades mentales, no necesitamos que al regresar al castillo nos caiga encima un destacamento de aurores acusándonos de haberte perturbado hasta el punto de volverte loca, eres importante, aun el pequeño Elegido no sabe atarse la corbata.

La castaña avanzo hasta el y lo señalo con el dedo.

-Harry es…

Pero ya nadie pudo oír que era Harry porque el sonido de unos cascos de caballo se acercaba, como ya había pasado antes inmediatamente los cuatro se acercaron cuando un jinete llegaba a su lado y se bajaba con la más absoluta elegancia que pudiera existir. Su cabello rizado de color dorado y su sonrisa perfecta daba un parecido escalofriante con Gilderoy Lockhart.

Avanzo con movimientos elegantes hasta quedar frente a la consternada prefecta y sin más, se arrodillo mientras muy despacio introducía una mano en su capa color amarillo huevo y sacaba una zapatilla de cristal, después extendió el brazo ofreciéndole el objeto a la adolescente al tiempo que carraspeaba un poco.

-¡OH! ¡Mi hermosa doncella! Estoy aquí para que te pruebes esto -elevo aun mas el brazo- ¡He cruzado ríos, desiertos, montañas, peleado con dragones! Todo, todo por ti- su sonrisa se ensancho mas al ver que ella tendía la mano aceptando su regalo.

-¿Tanto esfuerzo por un inútil zapato?-con un movimiento rápido le arrebato el objeto y lo lanzo lejos, Blaise estaba molesto y le molestaba aun mas el no saber porque, a lo lejos se pudo escuchar el sonido del cristal rompiéndose.

-¡Por que hiciste eso!- le chillo la chica, enfrentándolo y olvidando momentáneamente que se habían besado, se sentía disgustada por su comportamiento tan contradictorio, a veces se comportaba de forma adulta y toda perfección encarnada, pero había momentos en que no solo él, si no también Higgs y Nott parecían tener una regresión mental y se comportaban como niños de cuatro años, si le preguntaran su opinión de los tres no sabia cual definir por mas normal, Terence por lo general le parecía un poco maniático con su alegría perpetua y el vestuario que tenia en estos momentos solo hacia que expusiera todo su potencial, Nott la confundía con sus constantes ataques que de pronto eran reemplazados por algo parecido al respeto e incluso en algún momento creyó que el chico era medio bipolar, que pasaba de ser casi una piedra a un chico medianamente normal, Zabini por otra parte se comportaba como un… un… si el chico fuera de otra casa diría que celoso, pero dado que convivía con Malfoy o al menos procedían del mismo agujero, talvez era el simple gusto de joderle la vida a los demás.

-¡Me atrevo porque quiero y puedo!- le respondió dirigiendo una mirada de repulsión al patético príncipe que veía embobado los cristales rotos, a sus espaldas Nott y Terence sonrieron por la respuesta tan Slytherin de su amigo.

Hermione apretó los puños e iba a decir, que ella bien podía patearle el trasero porque quería y podía junto con otras dulzuras del mismo estilo, cuando otro sonido aterrador de cascos se iba oyendo cada vez más.

Mientras se acercaba el caballo, se distinguía a un jinete de cabello rubio con una capa verde ondeando al viento, cuando llego lo suficientemente cerca, freno y el caballo relincho lo que le confirió mas dramatismo a la escena, pero lo que los cuatro no se esperaban; era que el príncipe que bajaba de gestos finos y delicados de su negro corcel tenia la piel blanca y era ni mas ni menos la replica exacta de Lucius Malfoy, una sonrisa radiante que parecía hacerle competencia al sol apareció en su boca, haciendo que instintivamente Hermione retrocediera un par de pasos hasta dar de espaldas con Nott, quien en circunstancias normales hubiera protestado y mencionado de paso la cobardía de un Gryffindor pero estaba demasiado ocupado pensando si tanta locura que iba incluida en el paquete de la estirpe de los Nott no empezaba a manifestarse ya.

El doble de Malfoy extendió los brazos y comenzó a caminar hacia la castaña sin duda para abrazarla.

-Mi bella princesa he venido desde un reino lejano a desposarte ¡OH mi pequeña blanca nieves!- frunció los labios en una clara señal para besarla.

-Yo no soy Blanca Nieves – se disculpo, miro al otro príncipe que veía con ceño a su rival -ni tampoco Cenicienta -apresuradamente procuro ocultarse bien detrás de Blaise para que funcionara de escudo, volteo a ver a los demás chicos y se desconcertó al verlos sentarse en el verde pasto, con miradas expectantes como si fueran a ver una función de teatro cuando los interrogo con la mirada solo atinaron a encogerse de hombros y murmurar algo como "es el padre de Draco".

-¡OH! No... No… No… mi lady, usted es Blanca Nieves, he viajado desde muy lejos para besarla y llevarla a mi lado, donde será reina y madre de cuatro hijos – rodeo al italiano tratando de acercarse aun mas pero un empujón por la espalda hizo que estuviera a punto de caerse.

-Ella marchara conmigo al ocaso, yo llegue primero – declaro solemnemente el príncipe de Cenicienta, estaba furioso y los encaraba con la cara roja.

-¡Eso no puede ser!- el rubio estaba indignado, señalo a la prefecta -¡Somos dos almas gemelas! -el doble de Lucius inflo el pecho y rechino los dientes- ¡dos gotas de agua listas para unirse! ¡UNIRSE! -se sentía ultrajado por semejante confusión- En mi corte no permito que me contradigan.

Hermione esbozo una sonrisa al escuchar el mismo tono fastidioso y creído que empleaba Draco cuando declaraba que su padre era un hombre poderoso, si lo viera ahora seguro se volvería loco.

-Estoy seguro que mi reino es mucho más grande que el suyo ya que abarca el mar y medio mundo, será a mí a quien elija -con voz pomposa presumió el doble de Gilderoy Lockhart.

-Es obvio que no cabemos en el mismo espacio -alzo su aristocrática nariz- ¡TE DECLARO LA GUERRA! –saco su espada y se puso en guardia, su parecido con el patriarca de los Malfoy era exacto, la castaña pensó que solo le faltaba proclamar su fidelidad al que-no-debe-ser-nombrado para ser igual que el de el mundo mágico.

-Esto si es interesante -Terence aplaudió haciendo que su gorro verde se le cayera, tenia una sonrisa infantil, como un niño al que a su cuarto han ido a visitar Santa, el conejo de pascua y el hada de los dientes.

Hermione le lanzo una mirada de reproche, nunca iba a entender a ese joven que en clases y presencia de extraños mantenía una actitud fría y desinteresada a una traviesa cuando entraba en confianza.

Los dos combatientes chocaban sus espadas, lo extraño era que se dedicaban a tratar de impresionarse al realizar complicados movimientos y un tanto ridículos, se afanaban mas en fanfarronear que en herirse y la castaña que realmente se había asustado aunque también halagado de que dos caballeros (exceptuando los parecidos) se enfrentaran por su preferencia algo que no sucedía muy a menudo en el mundo mágico, se hicieran daño e incluso se provocaran la muerte, verlos ahí como dos niños bravucones le llevo a pensar que no representaban peligro para nadie ni siquiera para ellos mismos.

-¡Me he preparado toda mi vida para esto!- Gritaba el doble de Lockhart.

-¡Soy un héroe en mi reino! ¡Yo la salvare! -el rubio grito mas fuerte blandiendo su espada.

-¿Salvarla de que? -su contendiente había dejado de realizar una complicada ejecución de su arma y veía al otro con desconcierto.

Después de meditar un poco una alegría le ilumino el rostro al doble de Lucius, haciendo que agitara su espada con mayor entusiasmo.

-¡DE LAS FUERZAS MALIGNAS QUE INTENTAN CORROMPER SU INOCENTE CORAZON!

Theodore, Hermione, Blaise y Terence intercambiaron una mirada de aprensión, les resultaba difícil de digerir que un sujeto con un parecido sorprendente con el patriarca de los Malfoy dijera algo como eso, desearon regresar lo mas pronto a su mundo. Pero fueron interrumpidos de sus deseos compartidos cuando oyeron la risa estùpida del otro príncipe.

-Yo también la salvaré –elevo su espada para dar mas importancia a su declaración- mi mentor Sir Nicholas de Pomkiston me aseguro que algún día, encontraría a mi damisela ya sea en peligro, raptada, maldecida, encerrada en una torre, herida de muerte, o cualquier otra cosa -sus ojos brillantes por la emoción.

-¡No puede ser!- daba saltitos de alegría el rubio príncipe- ¿también te dio clases de caballero de brillante armadura Sir Pomkiston?- para este momento ya se habían olvidado de la batalla y de todo lo demás, lo único que les interesaba era cambiar impresiones de su ilustre maestro -en su manifiesto numero trece dice que un héroe no debe temer a el villano porque siempre llegara la ayuda cuando menos se lo espere, o se le ocurrirá una idea para salir de el aprieto…

-Es por ello que cuando el príncipe tenga frente a si a su archienemigo, este siempre habla de lo que le va a hacer con todo detalle, pero no le crea estimado lector, solo son alardes para cubrir el miedo que le tiene, salga de donde se encuentre y sea valiente (si no lo es, pregunte con el autor de este manifiesto por las clases de seguridad) y enfréntelo con lo que tenga a mano, su valor influirá en su arma de modo que le ocasionara un daño mortal a ese ser malvado, márchese de el lugar y salve a la doncella de donde sea que se encuentre, no se preocupe por su enemigo no volverá por un tiempo, tal vez se aleje a una tierra desconocida o decida volverse bueno. Aunque cabe una mínima posibilidad que regrese después de algunos años para vengarse pero en ese caso la gran batalla final le tocara a su primogénito, le recomendamos le inscriba con Sir Nicolas de Pomkiston que lo preparara para ese momento decisivo -recito de memoria el príncipe de cenicienta con una sonrisa infantil.

Ambos comentaban sus puntos de vista, acerca de un Sir que tal vez era un fraude sin duda los había engatusado haciéndoles creer que se puede elegir ser héroe, Hermione no sabia que pensar todo se le hacia demasiado irreal como para siquiera intentar sacar de su error a esas dos copias mal hechas de héroes.

-Que perdedores -Higgs no podía creer que hubiera alguien que superara el record de imbecilidad en el mundo, se levanto de el pasto y se desesperesò listo para marcharse de el lugar y así evitar se contagiara de tanta estupidez, no había pasado toda su estancia en el colegio alejándose de ignorantes que se creían tocados por Merlín como para que en un rato se convirtiera en un descerebrado.

-Tienes razón son ridículamente optimistas -Nott imito a su amigo, al principio había pensado que seria una batalla emocionante pero al parecer había desperdiciado su valioso tiempo.

-Enferman con su mediocridad, es como estar rodeado de puros Gryffindor -Blaise ignoro olímpicamente a la castaña que lo veía con reproche, esperando sin duda que se disculpara; palabras que jamás saldrían de su boca, ella era un fenómeno en su casa, no encajaba ahí pues su desdén hacia las normas y mas hacia quien las imponía, la convertía en una revolucionaria, su manera de resolver los problemas era enredándose en unos mucho mas grandes que hacían insignificantes a los primeros.

Los tres jóvenes empezaron a caminar alejándose de los personajes, Hermione no le quedo mas opción que seguir a los Slytherin, hubiera deseado perderlos en ese mundo por el bien de la humanidad pero su conciencia insistía que era la responsable de esos chicos y si ellos encontraban la forma de salir primero entonces la que se quedaría encerrada seria ella. Apresuro el paso para adelantarlos, molesta de que la excluyeran de lo que sea que tramaran, después de que volteara un par de veces para asegurarse de no perderlos pudo ver sobre una rama a un sapo, una idea demente la asalto; cuando era niña su madre le contaba el cuento donde una princesa besaba a un sapo encantado que se convertía en un apuesto príncipe, indecisa se acerco a la criatura preguntándose si podría hacerlo.

-Besalo, adelante, quien quita- la voz de Blaise la asusto haciendo que se detuviera en el instante que iba a tomar al animal, se volteo solo para ver que los tres la veían burlonamente adivinando sus planes a corto plazo, tenia planeado hacerlo a solas pero ya que tenia compañía lo único que le quedaba era apresurar sus planes y evitar todo espectáculo.

Tomo al resbaloso animal que intentaba saltar fuera de su alcance y tuvo que apachurrarlo para evitar que se escapara, rápidamente lo acerco su boca respirando profundo e intentando besarlo, pero al parecer no fue demasiada rápida porque lo único que logro con esta acción fue que unas nauseas la invadieran, alejo al animal aflojando el agarre que el sapo aprovecho para escabullirse.

-¿Conoces el significado de la palabra cobarde verdad Granger? -Terence pregunto entre risitas que se convirtieron en carcajadas al ver a la prefecta sonrojada y furiosa con el, por alguna insana razón le gustaba provocarla y por otra aun mas insana, ella le contestaba con fuerza física lo que le divertía aun mas.

La joven estaba tratándose de recordar que no debía dejarse provocar, les lanzo su mejor mirada de hastió y siguió caminando ya sin importarle si la seguían o no, pero a su encuentro venia una mujer rechoncha mas baja de estatura que los enanos y volaba con unas alas color rosa chillón que era un milagro la pudieran elevar en el aire debido a su sobrepeso, esa regordeta mujer solo podía ser el hada de cenicienta, la idea que había tenido en su primer viaje con Draco volvió con fuerza y ya que había agotado su ingenio decidió probar, se volteo rápidamente y se encontró con la mirada de sus tres acompañantes puesta donde antes tenia su trasero ¡cabrones! en otro momento los hubiera embrujado por tal descaro pero por ahora tenia cosas que hacer, así que lo dejo pasar, ella tardaba pero no olvidaba y si olvidaba no para siempre.

-Hay que quitarle la varita al hada - era una orden, lo único que hicieron los chicos fue asentir obedientemente. Pasaron a su lado sin oponer objeciones por que les ordenara hacer el trabajo sucio.

Los tres se lanzaron contra la desprevenida mujer que en cuanto se vio atacada empezó a gritar por ayuda, la castaña prefirió hacerse de oídos sordos, trato de convencerse que era la única forma de salir y deshacerse de tres adolescentes hormonales.

-¡LA TENGO!- Nott se alzo triunfante. Apunto con ella al hada -¡PETRIFICUS TOTALUS!- lo que se esperaba fuera un rayo de luz tan solo fue humo blanco, desconcertado apunto a Blaise que se ponía en pie -¡CRUCIO!- un moño de payaso apareció en su cuello, furioso con los resultados rompió la varita en dos y se la lanzo a la mujer que yacía en el suelo quejándose por una ala rota y despeinada resultados del ataque perpetrado-¡Ya puedes largarte Campanita eres un fraude!

-¡MOCOSO INSOLENTE!- Prácticamente escupía las palabras tratando en vano de levantarse, pero a juzgar por las muecas de dolor, el daño a su ala rota si era serio, se conformo solo con maldecirlo en lengua extraña a lo que el aludido solo le hizo una mueca de desprecio.

-¿Cuál es tu plan Granger? -Nott se había girado para encararla.

-Por el momento no tengo ninguno -admitió de mala manera.

-Hay algo que se me ocurre y tal vez funcione, nos ahorraremos que tengas que salir con estupideces cada tanto como mandarnos a robar una varita defectuosa o andar besando a cuanto personaje se te pase enfrente...

-¿No precisamente estoy ansiosa por besar sabes? ¡Estoy hasta el gorro!- exclamo exasperada interrumpiendo a Theo, al parecer los tres consideraban que era su culpa que no pudieran salir de ahí ni que los planes dieran resultado, su mal humor aumentaba - ¡ustedes no ayudan en nada! ¡Ya puedes tu empezar a besar a cuanta bestia nos encontremos y yo me sentare aquí, pondré cara de todopoderoso y ya veremos como nos va!

Blaise levanto una ceja de forma inquisitiva, en unas cuantas oraciones le había dicho que era una bestia, jamás había recibido ese cumplido, rió para sus adentros, cada día le interesaba más la fastidiosa sabelotodo. Tal vez esa fue el mismo pensamiento de ella porque se volteo a verlo con una mirada de disculpa que cambio rápidamente en cuanto sus ojos recorrían con lujuria el cuerpo de la chica, lo había hecho solo para molestarla con su descaro, cada día le gustaba mas.

-Como decía…- Nott vio con disgusto a la castaña que se cruzo de brazos y le devolvió la mirada desafiante esperando a que continuara -Todos estos cuentos tienen un final feliz, lo más probable es que esa sea una de las formas de salir de aquí, la misma dimensión nos saque pero ahí es don…

-Vaya esa es una teoría interesante, me imagino que desde que llegamos aquí la haz estado analizando -Hermione lo volvió a interrumpir, ella ya había imaginado esa opción pero la había desechado, al parecer ese no era un mundo normal de cuentos infantiles -Pero ya que estas tan versado en el tema dime ¿Cómo hacer a dos lobos feliz? -lo veía esperando una respuesta testaruda como lo hacia Harry o unos cuantos balbuceos si era el caso de Ron cuando les preguntaba algo.

-Es obvio que tu ya haz deducido la respuesta, acepta que no soportas que alguien mas proporcione alternativas a los problemas que tu te buscas, estas acostumbrada a que esos a quienes arrastras a tus aventuras obedezcan ordenes, eres dominante y te molesta tener que obedecer -Theodore la veía a los ojos y hablaba seriamente sin un asomo de temor al ver que poco a poco el carácter de la Gryffindor mutaba a una furia.

-¿Perdón? ¿Te refieres a mí?- apretaba los puños y era increíble que pudiera hablar aun con la mandíbula apretada -¡No te atrevas a juzgarme! –Ya ni siquiera le importaba en que mundo estaban, lo único que quería era retorcerle el cuello con sus propias manos a ese venenoso Slytherin.

-Granger, otra vez te estas dejando dominar por la ira, tienes que calmarte -Higgs le reprendió juguetonamente, al parecer tenia tantos dones que entre ellos se incluía la forma de desviar los deseos de la castaña por cometer un asesinato mientras que su buen humor parecía un escudo a las miradas asesinas de su compañera.

-¡Y un cuerno! -Hermione sabia que no debía dejarse dominar por la ira pero con esos tres le era difícil que no la sacaran de sus casillas, para tratar de calmarse empezó a caminar de un lado a otro -creen saber la respuesta para todo ¿no es así? ¿No les basta con ser insoportables en el colegio? ¿Cómo se toleran tanto?- no les dio tiempo para que contestaran, muchas veces bajo el estrés encontraba una salida como el año pasado con Umbrige y aunque en estos momentos no estaba bajo presión si lo estaba bajo la ira, obviamente no eran iguales pero desde su punto de vista, cualquier sentimiento que la ayudara a encontrar una salida era bienvenido -El maldito mundo se tuerce cada vez mas y si no encontramos una salida nos quedaremos atrapados, toda sustancia, poción o hechizo tiene un periodo de efectividad, poco a poco disminuye su fuerza, si lo que dice Nott es en cierta parte acertado no veo la manera de equilibrarlo…

-¡Esto es insólito! Te acabas de quedar sin un plan –Nott la interrumpió de sus despotriques- Me extraña porque tu siempre tienes uno, de lo contrario Potter ya estaría muerto desde primer año, Dumbledore nunca se equivoca al elegir los peones -Theodore estaba cómodamente reclinado en un árbol observándola quemarse el cerebro -encuentra la manera, anda, tu puedes.

-¡Ah! Ya la encontraré -soltó una risita histérica, preguntándose si esta experiencia no le no le empezaba a dejar secuelas emocionales -¡no soy una maquina! si están tan ansiosos por ayudar, adelante ilumínenme con su infinita sabiduría.

-El león cree que la serpiente es de su condición -El italiano hablaba después de estar bastante tiempo callado observándola pelear con su amigo -No hay forma de equilibrar este mundo, ni este ni ningún otro, por naturaleza, el ser humano se resiste a la felicidad de la misma manera que la ansia, necesitan creer que hay algo que los espera al final de su miserable vida, no importa lo que sea, se aferran a creer que hay algo o alguien que los recompensará por sus acciones, esa luz al final del túnel, el paraíso prometido, la otra vida, solo así todos sus padecimientos, penas, dolores y angustias tienen sentido, la idea de una felicidad a la mitad de su vida los aterroriza por el simple hecho de que no saben como vivirla, ¿que pasa con el resto de su existencia? como seguir si ya no tienen porque sufrir ni pelear, no podemos darle un final feliz a nadie porque no hay quien lo quiera Granger, dale la felicidad a Potter y va a buscar la manera de involucrarse en el peligro e inconscientemente buscara enemigos, lo que digo no es una regla general ya que hay unas cuantas excepciones pero para la mayoría es así, ellos no pueden aceptar la vida tal y como es, se empeñan en sufrir porque quieren algo después de la muerte, no aquí en este mundo, no ahora, sino allá; donde obtengan su recompensa, por mas que desees una cosa esta se va a alejar aun mas y si la llegas a alcanzar para ese momento esta te va a parecer tan insignificante que vas a buscar otro objetivo ¿entiendes el concepto? -le pregunto con un aburrimiento solo comparable al que ponía Snape cuando explicaba a un alumno demasiado ignorante porque la tierra giraba alrededor del sol.

-Entiendo perfectamente Zabini -estaba exasperada, extrañaba a Harry, él al menos el dejaría que ella se dedicara a planear y el a ejecutar pero con ellos era aun mas difícil decir algo medianamente comprensible sin que trataran de sabotearla.

-Permítanme interrumpir lo que seria un interesante debate filosófico, ¿que les parece si volvemos a la actual situación?- Terence se había puesto a la espera de cualquier respuesta de la castaña para contradecirla.

-Podríamos reunir a los personajes y de ahí intentar que los lobos se coman a los enanos, el problema es encontrar a las princesas para sus respectivos príncipes, talvez si les dejamos a Granger los príncipes se conformen, no es mucho pero es algo -Nott se había dado la vuelta tranquilamente dispuesto a llevar a cabo el plan cuando un jalón de su brazo lo tomo desprevenido y casi lo hizo caer, al recuperar el equilibrio se encontró cara a cara con la prefecta que a juzgar por su rostro no se había tomado a bien el posible papel que desempeñaría.

-Ni tu ni nadie va a hacer lo que propones, ya encontraremos la manera de salir pero te aseguro que tu descabellado plan no se va a ejecutar -Hermione apretaba los dientes conteniéndose para no gritar y perder la poca calma que le quedaba.

-No haz hecho otra cosa que hacer que perdamos el tiempo, hazte a un lago Granger y deja que nos hagamos cargo, no te basta con ser inteligente quieres que los demás lo sepan y cuando lo reconocen se lo restriegas en la cara ¿Cómo se le llama a eso? Eres la persona por la que estamos aquí y si estoy en lo correcto ya eres una adicta a la poción al realizar mas de dos viajes, por eso no puedes darnos una solución razonable, tu participación no cuenta -se cruzo pacientemente de brazos dispuesto a escuchar la respuesta para después rebatirla con argumentos mas sólidos.

-¡No…Soy…Adicta! -ahora si estaba cabreada, la dotación de autocontrol ya se había agotado y la poca calma se había evaporado. Los señalo a cada uno como si sentenciara una pena de muerte -No vamos a hacer nada, este mundo no existe ¿me oyen? Los personajes están distorsionados por lo que no hay final, es un infinito, el cuento se modifica a cada instante, ¡me voy a quedar sepultada en toda esta mierda, junto a tres arrogantes hombres, que lo único que hacen es fastidiarme! aquí no hay nada lógico - y como si hubiera dicho abra cadabra, la oscuridad los envolvió.

Hermione estaba eufórica, por fin se libraría de esos energúmenos, sus pies se elevaron por un rato mas de lo normal, unas ráfagas de viento helado le golpeaban en todas direcciones, sin tener algo firme a donde poder aferrarse soltó un grito, al momento sintió unos brazos que sujetaban envolvían su cuerpo dándole estabilidad momentáneamente, sin pensarlo correspondió el abrazo, abrió la boca en busca de aire ya que la oscuridad con una presión descomunal le impedía respirar normal. Rápidamente se precipito al vació, a pesar de que la abrazaban soltó un chillido de terror, el vértigo le revolvía el estomago, busco desesperadamente algo en que concentrarse, y como si le hubieran leído la mente unos labios fueron al encuentro de su boca, correspondió el beso en automático como si fuera una acción de los mas normal, las descargas de placer en su espalda aparecieron haciendo que se estremeciera y olvidara las nauseas, pero solo duro unos segundos mas porque en cuanto se empezó a notar un poco de claridad, el extraño que la abrazaba la soltó y por mas que extendió los brazos para volverlo a abrazar no encontró nada. Cuando sus pies tocaron tierra se tambaleo debido a que estaba moviendo las manos pero logro mantenerse en pie, busco con la mirada a Zabini pero el ya salía por la puerta sin voltear, no necesitaba pasarse noches en vela preguntándose quien la había besado, fue el Slytherin, ella lo sabia o mas bien su cuerpo y sentidos lo sabían, lo que no entendía era su conducta contradictoria y porque huía de ella.

-Fue un placer tu compañía Granger -Higgs le dedico una sonrisa descarada y salio detrás de su compañero, dejándola con Theodore que la veía de hito en hito.

-¿Qué?- respondió a la defensiva, le incomodaba estar a solas con el chico y es que a pesar de su aspecto enfermizo, su porte aristocrático y aparente frialdad daban la sensación de un depredador hambriento listo para lanzarse en cuanto el conejo se despistara.

El no dijo nada tan solo se acerco a la caja que estaba en el suelo, la tomo y con una ultima mirada calculadora se fue dejándola confundida. La castaña suspiro, había tenido un día demasiado movido, poco a poco fue regresando a la calma, guardo sus cosas lo mas rápido que pudo, para después abandonar el baño y echar a andar directo a su sala común, esperaba que Harry ya le tuviera noticias o al menos un pequeño dato acerca del paradero de los Horrocrux, ojala y ella pudiera asistir a las sesiones con el director, talvez podría encontrar algún cabo suelto.

-Contraseña- la voz de la dama gorda la sobresalto haciendo que se detuviera, probablemente si no le hubiera hablado se hubiera dado de bruces contra el cuadro.

Susurro la contraseña monotonía, cuando el retrato se aparto dejando un hueco entro arrastrando los pies, se acerco al primer sillón que encontró y sin mas se dejo caer, una butaca a su lado fue ocupada inmediatamente pero no le presto atención a Ron, que en cuanto la vio entrar había ido a sentarse junto a ella, el le hablaba diciéndole no se que cosa de Quiddittch y ella solo afirmaba vagamente, estaba demasiado cansada como para fingir que le interesaba, sus pensamientos volaban a la velocidad de la luz exactamente a lo ocurrido hacia apenas unos momentos, le parecía un sueño, mas bien una pesadilla si tomaba en cuenta todo el viaje, una nítida imagen se abrió paso entre todos sus pensamientos, se toco el labio inferior con una sonrisita tonta y que afortunadamente su pelirrojo amigo asocio a su excelente relato de cómo había logrado bloquear un tiro de Harper en el ultimo partido contra Slytherin.

Habían pasado unos minutos cuando el retrato volvió a abrirse dejando a la vista a Harry, toda sonrisita se esfumo de la cara de Hermione cuando lo vio, el joven tenia una expresión que la alarmo, era esa de determinación que ponía cada vez que se lanzaba a hacer algo peligroso, el niño-que-vivió cruzo la sala como rayo, apenas si le contesto cuando ella le pregunto si todo estaba bien, el elegido subió directo a su dormitorio, al cabo de un rato bajo a toda prisa y se planto delante de Hermione tendiéndole el mapa de el merodeador. Les contó rápidamente que se dirigía con el director en busca de los Horrocrux, encargándoles que reunieran al ED y vigilaran el castillo, Hermione estaba tan agotada que lo único que atino a hacer fue asentir obedientemente, ni siquiera pudo protestar que fuera sin mas compañía que el director.

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Después de esa noche, el terror se apodero del mundo mágico, habían asesinado a el director del colegio Hogwarts y precisamente había sido uno de los docentes, los alumnos se marchaban a todas horas unos a voluntad y otros a la fuerza por padres que no admitían replicas, otros peleaban a gritos con sus progenitores para presentar sus respetos al director fallecido, grandes funcionarios de todas partes llegaban para presenciar el funeral de un personaje tan importante para el mundo mágico.

Hermione salía de la biblioteca pues había buscado en todo tipo de libros donde se mencionara a un mago con las iniciales RAB, caminaba por un pasillo desierto bastante decepcionada por la poca información recabada.

El eco de sus pasos se oía por el pasillo, aunque no había orden expresa de permanecer en las salas de la respectiva casa, los estudiantes se habían enclaustrado voluntariamente al menos hasta que llegara el momento de partir a sus hogares, tan ensimismada iba que cuando unos brazos la sujetaron y prácticamente la arrastraron hasta el armario mas cercano ni siquiera grito, no le veía el rostro a su atacante lo que contribuía a que miles de ideas se arremolinaban en su trabajador cerebro, mortifagos que la secuestraban como carnada para atraer a Harry, Snape había vuelto para asesinarla por robarle la poción, un grupo de Slytherin la encerrarían en la cámara de los secretos por pura diversión y antes de siguiera escalando su nivel de posibles causas se encontró en la completa oscuridad, se dio cuenta que estaba apretujada contra escobas lo que le decía que estaba en un armario, iba a gritar, morder, patalear… Una punta de varita se ilumino empezando a alumbrar el rostro de su atacante dejándola de piedra por un momento, casi sonrió de felicidad cuando comprobó que solo era Zabini, pero inmediatamente frunció el ceño.

-¿Que diablos haces? ¡Me haz dado un susto de muerte sabes!- le escudriño el rostro tratando de descifrar que pasaba por la cabeza del chico pero como siempre su cara estaba carente de emociones.

El no respondió, tan se lanzo sobre ella ansioso por probar esa boca, la atacaba como un animal hambriento, memorizando cada detalle con cada uno de sus sentidos, al principio se había negado a aceptarlo ya que después de marcharse del baño se había encerrado en su dormitorio de muy malhumor. Cuando Higgs se enojaba se metía con algún niño de primero hasta hacerlo llorar, Nott era diferente, el simplemente no hablaba con nadie por días enteros, pero el no, Blaise lo meditaba, dividía el problema y en cuanto sabia que o quien lo causaba lo eliminaba de fondo, así había llegado a ese momento, ella era el problema, era una espina clavada en su frió corazón y se la estaba tratando de sacar, le importaba poco si ella cooperaba o no, así que la iba a besar hasta cansarse y después se le pasaría, a pesar de que ella seguía luchando con manos y pies, molesto por la resistencia de ella y sin romper sus besos le abrió las piernas colocándolas alrededor de su cintura para después tomarla con ambas manos de las muñecas y colocarlas sobre la cabeza de la chica, debido a su constitución física no tardo mucho en inmovilizarla. Sorprendido se dio cuenta que Granger seguía peleando, ya no con el cuerpo si no en el beso, se lo devolvía con furia mientras gruesas lagrimas resbalaban por su rostro, trato de alejarse pero ahora era la prefecta quien se lo impedía, lo retenía como si fuera un naufrago que se aferra a una ultima tabla, pasó sus brazos ya libres alrededor de su cuello mientras lo envolvía con sus piernas fuertemente. No fue capaz de poner empeño en separarse hasta que ella le mordió demasiado fuerte el labio inferior que él empleo mas fuerza de la necesaria, el sabor metálico de su propia sangre le volvió a la realidad, apoyo su frente contra la de su compañera tratando de normalizar su respiración. Con la manga de su túnica se limpio un hilillo rojo que emanaba de sus labios mientras desarrollaba otro plan de acción sabiendo que probablemente no seria el mejor para los dos.

Hermione ya solo sollozaba, había derramado todas las lagrimas que había retenido ante sus amigos al tratar de aparentar fortaleza e increíblemente no le avergonzaba fuera delante de el italiano, apenas se había dado la primera batalla de muchas que se asomaban a la vuelta de la esquina, el fallecimiento del director le provocaba pena y desconsuelo, de un tajo Voldemort había quitado la base de la resistencia, el pilar de muchos. Sentía un hueco en el pecho y aunque no sabia exactamente su ubicación le dolía como si se tratase de un hoyo negro que absorbía cualquier esperanza, tal vez era en su alma donde se encontraba, talvez si era eso, un hueco en el alma, el primero de muchos que vendrían.

-¿Ahora que? –la voz de el joven la sorprendió, se había olvidado de su presencia incluso de que estaba encerrada con el en un armario, entendió la pregunta, no se sentía con ganas de hacerse la desentendida ni mucho menos preguntar ¿Qué de que? En otros días le hubiera encantado verlo poner mala cara con esa respuesta pero ahora no había cabida para otro sentimiento que no fuera la tristeza, desesperación y terror ante lo que tenían que enfrentarse.

-Iré con Harry -por un momento le pareció ver furia en los ojos del muchacho que al instante borró una expresión de indiferencia en sus aristocráticas facciones.

-Suerte – con esa despedida había desechado el plan secundario, salio de ahí echo una furia, el pobre Potter, ¡santo Potter!, tenia ganas de encontrarlo y cargárselo de una vez para ahorrarle el trabajo a Voldemort, el que la llevara derecho al matadero solo podía ser de el, de un cobarde que estaba acostumbrado a llamar la atención esperando que los demás se sacrificaran por su bienestar, el pequeño justiciero, el muy imbecil ni siquiera la consideraba como su amiga si estaba con ella era porque solo no tenia ni plan ni programa para su guerra, no tenia idea de encantamientos avanzados ni nada que se le pareciera, Blaise le había puesto especial atención ese año y se dio cuenta de que si el señor tenebroso no le hubiera matado a sus padres, el chiquillo en esos momentos seria un mago promedio sin ninguna habilidad, simple y patético como cualquier Gryffindor pero debido a su trágica desgracia el director lo presentaba ante el mundo como el Mesías, un niño con poderes desconocidos, una sonrisa burlona descompuso sus facciones haciendo que quienes se lo encontraran por los pasillos se alejaran lo mas rápidamente; talvez esos poderes desconocidos consistían en aprender a comer solo. Pero ella, era especial, lo había notado a simple vista, tenía un nivel más allá que lo atraía, un potencial desperdiciado. Tomo la firme decisión de hacerse a un lado, dejaría que Hermione viera con sus propios ojos la bestialidad de la guerra, que lucharan por mantener la igualdad y la fraternidad a través de la violencia, que el trío maravilla rodara por medio mundo mágico tratando de mantenerse con vida, que se convirtieran en los caudillos de el pueblo si ganaban o los mártires si perdían, y cuando eso pasara el regresaría para sacarla de donde sea que se encontrara, le abriría los ojos para mostrarle los costos de la guerra, la llevaría hasta la cima de la montaña y le mostraría nuevos horizontes, el verdadero poder de la magia. Si se la llevaba ahora como lo había planeado impulsivamente después del beso solo lograría que la chica se empeñara en huir, se cerraría ante el cambio, se rehusaría a el proceso de evolución, la dejaría que realizara su tontito sueño, cuando considerara oportuno regresaría para mostrarle el otro lado del espejo.

Llego a las puertas del colegio donde dos jóvenes lo esperaban.

-Pensé que la traerías contigo- Terence lo veía sospechosamente.

-Será mejor que nos apuremos antes de que empiecen a restringir la red Flu Internacional- Nott se subió al carruaje que los esperaba, los otros lo imitaron, antes de cerrar la puerta Blaise observo por última vez el castillo.

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No estoy segura de ese final pero curiosamente se me ocurrió primero el final que el inicio de este capitulo.

Cualquier duda que puedan despertar mis incoherencias, queja de ese final tan pobre, sugerencia de cómo mejorarlo o simplemente decir que les pareció estaré más que agradecida.