Los ojos rojizos miraban el cielo despejado con un sentimiento de preocupación en el semblante, no podía dormir, no podía dejar de pensar. Frunció el seño encrespada y un tanto desesperada movió la cabeza de un lado a otro en un vano intento de que sus confusiones y problemas se alejaran de ella.

A ella, quien no le gustaba que nada estuviera fuera de sus manos, la situación la estaba enloqueciendo lentamente, como un veneno que le carcomía la carne provocándole la más enloquecedora de las torturas. Lo sabía, sabía perfectamente que tarde o temprano tendría que tomar una drástica decisión.

Tenía dos opciones, siempre lo supo, el problema era que perdería algo sea lo que escogiese.

Suspiró amargamente al recordar nuevamente las advertencias de su madre ¿Qué debía hacer? Ella hablaba muy en serio y por más odioso que le resultara…también, en parte, tenía sentido. Tras recordar aquellos ojos furiosos y fríos un escalofrió le sacudió la espalda. Ya no había vuelta atrás, ni siquiera podía hacerse la desentendía pues ella misma le había confesado los sentimientos que tenia hacia Nanoha.

Pero ya estaba cansada…


"Porque me perteneces"

Capitulo XVIII

"Debilidad"


"Nanoha…" - El nombre se le escapo de sus labios como un susurro, un dardo tranquilizante que le entumecía el corazón para rechazar tanto dolor, para tanto pesar que albergaba su ser y por unos segundos su cerebro empezó a enviarle imágenes de la noche que habían compartido juntas y un violento sonrojo le cubrió hasta la punta de las orejas. Sus manos se llevaron a su rostro tratando de calmarse.

Todavía no terminaba de creérselo. Lo que tanto la llevaba perturbando desde hacía meses ¿Cómo era posible que simplemente pasara? "Así de repente" Estaba perpleja. Claro, tuvo algunos pequeños problemas técnicos en el acto…bueno, bastantes problemas, pero no se imaginó que tan comprensiva y paciente su novia había actuado con ella.

Y ahora…

Y ahora su piel le quemaba, su sangre le hervía y su corazón latía salvajemente tanto que el pecho le dolía.

Quería verla de nuevo, tocarla de nuevo.

Volver a sentir lo que sintió en ese momento, quería volar por los cielos con cada beso y caricia y caer al más profundo abismo para ser atrapada por aquellos brazos que fuertemente te aferraban a ella para no dejarla, irónicamente más prisionera era de ella más libertad y paz poseía ¿A qué se debía? No importaba, era feliz no pensando en ello.

Una rosa chocó su rostro sacándola de sus pensamientos - "Hey, Hey" - Escuchó la locuaz manera de anunciarse de Chrno quien animadamente se sentó al costado de la chica y ágilmente planto un beso en su mejilla, ella lo quedó observando con una expresión interrogante y el chico aun sonriente revisó su celular para fijarse en la hora - "Feliz cumpleaños".

El corazón de la chica dio un pequeño salto y se percato que ya era media noche, hoy día cumplía 20 años - "Gracias"

"Ahora ante la sociedad ya eres mayor de edad, podrás hacer cosas divertidas como ir a clubes y tomar alcohol" - Ambos rieron irónicamente. Ellos nunca habían esperado a tener esa edad para hacer lo que ellos quisieran.

"¿Vienes de entrenar?" - Preguntó observando los atuendos simples del muchacho. Este sin haber dejado su relajada expresión asintió - "¿Cuantos traseros has pateado hoy?" Preguntó un poco burlona.

El rió - "Yo no lo llamaría así, practico artes marciales porque me relaja" - Si, solo sus amigos más cercanos y familiares sabían su verdadera naturaleza violenta. Desde que había fallecido su padre no había ninguna semana en que Chrno no se metiera en alguna pelea, no solamente con pandilleros también poseía una muy mala reputación en el trabajo, todos les tenían miedo más que respeto.

A excepción de las personas que realmente lo conocían y que él había dejado que lo conocieran.

Fate levantó una ceja dudando - "¿Cuántos?"

"Está bien quizás unos…15…o 20 ¿Quién los cuenta?" - Encogió los hombros y movió la cabeza en forma despreocupada. - "La culpa la tienen ellos que no pueden resistir unos cuantos golpes"

"Esa es la resistencia de un ser humano, tú eres el anormal, supongo que usan protección"

Los ojos oscuros la miraron como si hubiera dicho alguna barbaridad - "Los hombres de verdad pelean sin protección y a puño limpio" - Bueno, al menos aquella actitud digna era algo que Fate admiraba de él, tenía que admitirlo a Chrno nunca le gusto tener algún tipo de ventaja contra algún oponente - "Pero dejando de hablar de mi ¿Qué pasa contigo? No luces muy feliz"

"No es nada solo…"- Calló unos momentos y una expresión complicada se le formó en la cara - "…cosas" - Terminó diciendo nada para la desilusión del muchacho.

"Fate. Tú no te deprimes por 'cosas' tú las afrontas y haces pedazos las 'cosas' que se interponen en el camino" - Para animarla este le pasó la mano por su rubia cabellera alborotándola.

"¡No soy una niña! ¿Sabes?" - Protestó alejando su cabeza de él.

"Siempre serás como una hermana para mi, puedes llamarme Onii-Chan cuando estemos solos"

"Suenas como un viejo verde cuando lo dices de ese modo" - Se quejó manteniendo la visión fija en las estrellas. Una parte de su pesar era como si se hubiera aligerado tan solo un poco, quizás simplemente necesitaba hablar con alguien, la última persona con quien había mantenido una charla tan abierta había sido con Amy, sin embargo, ella ya no se encontraba con ella. Diablos ¿Acaso la echaba de menos? Se cuestionó algo preocupada y divertida por ello.

"Nanoha…"

De inmediato al escuchar su nombre una serie de recuerdos se le subieron a la cabeza, no pudo evitar que vieran su rostro en llamas. Y se maldijo una y otra vez, era de noche pero había suficiente luz de luna como para que no pasara inadvertido. Con horror se fijo en la sonrisa burlona de oreja a oreja que tenía el chico.

"¿Di en el clavo?, nunca había visto que te sonrojaras de esa forma y mucho menos tan solo con mencionar el nombre de alguien…que linda" - No pudo evitar echarse a reír a todo pulmón para vergüenza de la aludida.

"¡Cállate, te he dicho que te calles! No ha sido solo porque la mencionaras…simplemente recordé algo…" - Dijo lo último en un hilo de voz.

"¿Qué cosa?"

Ella volteo el rostro molesta aunque sintiéndose afiebrada- "Na-Nada"

"¿Acaso la pequeña Fate-Chan se ha vuelto toda una mujer?" - Chrno rápidamente esquivó 2 puños que intentaron borrarle la sonrisa.

"¡CALLATE!"

"Me alegro mucho por ti" - La rubia quedó quieta, el muchacho le mostró una sonrisa afectuosa y una expresión de alivio. Chrno estaba preocupado por ella. - "¿Te lo hizo bien?"

"Muy bie…¡CALLATE!"

Después de escaquear algunos golpes, patadas y de rodar frenéticamente por el piso en un ataque de risa, para indignación de cierta muchacha, Chrno respiró tranquilo, en su interior estaba aliviado y sumamente agradecido con Nanoha por haber ayudado a Fate a salir de su temor.

"Pero en serio pensé que tenias más…carácter"

"¿A qué te refieres cuando dices que no tengo carácter?" - Preguntó desafiante como si fuera a golpearlo si seguía provocándola.

Chrno sin inmutarse por el gesto chequeó su celular nuevamente, apretando la pantalla como si estuviera revisando algo o al menos eso pensó Fate quien no se molestó mucho en prestar atención. - "Te noto últimamente como si estuvieras siempre pensativa, preocupada, no me gusta el aura de miseria y resignación que veo en tus ojos, no es normal en ti…"

Ella agachó la cabeza y apretó los puños pensando en esas palabras - "No es como si no me hubiera dado cuenta de lo deplorable que me ha de ver. Las cosas no son fáciles"

"¿Cómo? Exactamente ¿Qué es lo difícil?"

Ambos quedaron callados, sin embargo no era incomodo. El viento cruzaba por sus cuerpos refrescándolos y a la misma vez acariciando gentilmente los dorados cabellos de la chica que resplandecían bajo la luz de la noche, tan suave que parecía como si la misma naturaleza le estuviera confortando. Ella vaciló unos minutos, inquietada por donde comenzar, sabía que si podía confiar en alguien ese era la persona que estaba justamente a su costado. Es decir, desde siempre Alicia, Hayate, él y ella habían sido mejores amigos desde que eran pequeños.

Con fuerza tomó un bocado de aire y lo dejó en sus pulmones un rato - "Madre no quiere a Nanoha cerca de mí. Ella ha pagado hasta el último centavo de su deuda, eso quiere decir que…no tiene ninguna obligación para permanecer aquí conmigo"

"Ya veo" - Chrno la acompaño a mirar el suelo y se quedaron prendidos un buen rato como si hubiera algo interesante que ver - "No creo que ella sienta que tiene alguna obligación contigo" - Terminó de agregar. Fate asintió.

"Lo sé, pero igual tiene que irse. Lo he estado pensando mucho. Debe llevar una vida normal con su familia. El mundo en donde vivimos está podrido Chrno…por mucho tiempo había aceptado que ésta era la realidad y traté de acomodarme a ella. Hice muchas cosas despreciables…traté mal y utilice a las personas para obtener lo que quería, hacia lo que se me venía en gana, veía atrocidades e injusticias que humillaban a las personas y yo simplemente los miraba indiferente e ignoraba tratando de no involucrarme con las personas que pensaba que eran inferiores a mi…"

"No eres la única que ha hecho eso. Claro, no trato de justificar nada pero para mí hay tres tipos de personas en este mundo: los que abusan, los justos y los que permiten que abusen de ellos. Estos últimos generalmente actúan como si no tuvieran la responsabilidad de su desdicha y le echan la culpa a los demás" - Alzó los hombros y siseó la cabeza - "Fate, la realidad no es la que todos nos dicen que es, sino la que nosotros creemos"

La chica se encogió un poco manteniendo la cabeza gacha - "¿Soy de las que abusan?"

"Si, pero también dejas que personas abusen de ti. ¿Esto es algún tipo de auto-castigo?" - Cuestionó sintiéndose confundido.

"¿Co-cómo?"

"Ya sabes, ahora que te diste cuenta de lo que has estado haciendo todo este tiempo ¿crees que negándote la felicidad es algún tipo de auto-castigo que mereces para calmar tu culpa?"

Fate quedó helada. La verdad nunca se le había ocurrido pero… -"Yo…"

"¿Por qué simplemente no…te vas?"

El suelo quedo en segundo plano. Los ojos borgoñas se abrieron como platos y quedaron sujetos a los más oscuros. Con duda, con miedo de responder aquella pregunta que a simple vista parecía tan sencilla pero entendía que Chrno no se diera cuenta de todo lo que conllevaba ello.

"Chrno…tengo que decirte algo" - El muchacho asintió - "Alicia no lo sabe…Okaa-san está enferma…"

Se sobresaltó al saber la noticia ¿Su madre lo sabría? ¿Qué tipo de enfermedad? Con la nueva información los cabos se iban juntando lentamente. No era que Fate no hubiera pensado en irse con Nanoha. Chrno conocía demasiado bien a la joven y sabia que ella poseía la habilidad y la confianza para empezar ella sola una nueva vida, sin embargo dejar a su madre en estas condiciones seguramente Fate lo consideraba como una traición hacia ella.

"¿Desde cuándo lo sabes?"

"No mucho…hoy la vi…y… no puedo dejarla ahora, en cualquier momento Chrno…ella tendrá que dar un paso atrás y legalmente todo estaría en las manos de Alicia y mías, tampoco puedo esperar que ella se encargue de todo. Quizás por eso madre quiere que tome más responsabilidades y Nanoha…para ella simplemente es una distracción"

"Eso…"

"No es justo para ella tampoco"- Explotó golpeando tres veces con sus manos el suelo - "Apenas tengo tiempo para ella, no podemos tomarnos de las manos y peor aun…besarnos en público sin que esas miradas se vuelvan frías e incomodas, mis oídos no pueden evitar escuchar esos murmullos hirientes. ¡Incluso generaría mala reputación y afectaría los negocios que tuviera en un futuro, si me va mal no solo a mi me perjudica sino a todos los trabajadores que dependen en que yo tome buenas decisiones para que ellos puedan seguir trabajando!"

Los chicos cayeron en silencio nuevamente, pensando, analizando, respirando lentamente para que el aire pudiera tomar un poco del pesar de sus cuerpos y liberarlo con cada exhalación que hacían.

Que irónica era la vida.

Ella tenía todo lo que una persona humilde desearía tener y Fate deseaba la libertad y la simplicidad que la vida de las personas normales poseía.

Que injusto.

Chrno se apoyó en sus codos y dejó caer la cabeza hacia atrás, tarareando lo que a la rubia le pareció uno de esos ruidos de meditación que hacían los monjes en los templos.

Ella se imaginó así misma en uno de esos templos. Le apetecía la soledad y el silencio que embargaba aquellas casonas antiguas. Quería simplemente desintegrar su existencia y desaparecer. Pensó nuevamente, no estaba lista para decirle a su hermana sobre la enfermedad de Precia, estaba segura que ella también tenía problemas y angustias guardadas en su interior, agregarle una más no estaba en sus intenciones aunque claramente al parecer se iba a enterar tarde o temprano.

Inclusive, estaba más que segura que su madre pretendía llevarse el secreto hasta que estuviera tendida en la cama de un hospital. Ella era terca y orgullosa, no le hubiera gustado que las demás personas le tuvieran algún tipo de consideración o lastima por su condición. Fate entendida eso, seguramente ella hubiera hecho lo mismo. Pero aquella tarde, cuando fue a intentar persuadir nuevamente a su madre para que considerara no meterse en su relación, aquella tarde…al abrir su habitación y verla en el baño escupiendo sangre en cada tosido que trataba de acallar con su mano…

El miedo y el pánico tomaron control de ella, su madre estaba enferma ¿Desde hace cuanto tiempo? ¿Cuánto tiempo había ocultado el dolor de su padecimiento para ella sola?

"Oh cielos…" - Se escuchó lanzar el chico aún con la cabeza hacia atrás y con la mirada ahora en el techo - "Ser gay es un problema" - Aquel comentario había salido con total soltura y serenidad, como si hubiera opinado de cualquier cosa irrelevante, mas a los oídos agudos de Fate aquello había tenido un trasfondo de rencor.

"Ser gay no es un problema, la sociedad es el problema. Por cierto…" - Su mirada se torno severo - "No es como si en verdad estuviera interesada en mujeres"

Tal aclaración hizo que se reincorporara. Al notar su confusión explicó:- "No me había fijado en ninguna hasta ahora que apareció Nanoha. Siento que…si ella hubiera nacido en un cuerpo masculino de igual manera me hubiera gustado"

"Que cursi…"

"¿Puedes dejar de burlarte de mi?" - Espetó acalorada y avergonzada.

"Como sea…" - Se puso de pie, tomándose el tiempo para sacudir su pantalón para luego encararla. Fate lo odiaría por lo que acababa de hacer pero tenía que decirle la verdad. - "Alicia no estará muy complacida el que le hayas ocultado cosas y mucho menos noticias tan importantes como esta, ella tiene muy mal carácter cuando se le provoca ¿Sabes? Y aunque sea descuidada a veces sigue siendo tu hermana mayor"

"No pienso decírselo todavía" - Argumentó - "Además…solo es mayor que yo por algunos minutos, gran cosa. Ella es mayor aunque generalmente actúa como si fuera lo contrario"

"Igual"

"Además ¿Crees que no me doy cuenta que ella también me esconde cosas? ¿Por qué debería ser sincera si ella no lo es conmigo?"

"Tiene sus razones"

Fate se enfureció aun más - "¡Me importa una mierda sus razones, soy su hermana!"

El nuevamente encogió los hombros como si no estuviera dispuesto a escuchar sus protestas - "Segundo, tendrás que hablar con Nanoha y decirle lo que realmente está pasando, una relación es de a dos, no creo que ella sea de las personas que dejan que la otra parte tomen todas las decisiones, por cierto, lo he notado, ella también tiene mal carácter cuando se enoja"

¿Era su imaginación o para Chrno todas tenían mal carácter?

En ese punto si consideraba que tenía la razón, seguramente su novia se molestaría por haberle ocultado sus problemas, ya se la imaginaba…con esos ojos viles como las de un demonio que chispeaban fuego y esa aura tan…escalofriante. - "Tercero" - Levantó la voz resaltando la importancia del anuncio - "Tendremos esta noche una fiesta sorpresa por el cumpleaños de las gemelas Testarrosa. Nanoha está invitada obviamente, es mi casa así que nadie no puede impedir que entre, pero te aconsejo que vayas ensayando lo que le vas a decir ambas"

Los labios de la chica se quebraron formando así una extraña mueca como diciendo 'Eres tonto si piensas que voy a hablar del tema con ellas' - "Gracias por la recomendación pero prefiero manejar este asunto a mi manera" - Despreció con un dejó de arrogancia a lo que el chico respondió con una expresión igual de altanera.

"Lo siento Fate, al parecer tus métodos no son muy eficaces así que me he tomado la libertad de darte un pequeño empujón" Él levanto la mano que sostenía su celular y le mostró la pantalla.

Horror.

Pánico.

Eso fue lo que sintió la chica al ver la pantalla del aparato y ver el nombre de Alicia Testarossa marcado en él, bien grande e iluminado y con más de 1 hora desde que la había marcado. La mandíbula se le calló y los ojos se le abrieron a más no poder, su garganta trataba de decir algo, cualquier cosa, sin embargo desde hace unos segundo se le había secado completamente.

Solamente cuando escuchó a Alicia murmurar algo por el aparato, ésta parpadeo volviéndola a la realidad y procesando rápidamente lo que acababa de ocurrir. Chrno se llevó su celular a la oreja, al parecer ella le estaba dando algunas instrucciones pues los ojos oscuros la observaron serios. - "Toma" - Ofreció él y ella miró el objeto con temor, dudó unos instantes antes de llevárselo a la oreja.

"Nanoha está aquí conmigo, también ha escuchado todo. Cuando llegue vamos a tener una charla"

Click

Beep Beep Beep…

Sus palabras fueron cortas pero precisas y más que una petición Alicia había utilizado 'ese' tono de voz con ella dejándole en claro que hablar no era una opción sino más bien una orden.

El espanto en Fate se reflejó en su semblante.


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Los arboles corrían y desaparecían rápidamente mientras Nanoha observaba con una expresión entre ansiedad y tristeza el paisaje a través de las ventanas polarizadas de la limosina, el paisaje que había sido de frondosos bosques cambiaron repentinamente en hermosos jardines cuando cruzaron un portón de metal bañado en bronce con detalles florales, había seguridad por todos lados y todos portaban el mismo símbolo de la familia Harlaown en el pecho de sus uniformes.

A pesar de la rigurosa seguridad todo parecía bastante tranquilo, se acomodo nuevamente en el asiento de cuero y acarició los cabellos de la chica que tenía en su regazo, un poco más pálida de lo normal, bueno…quizás no exactamente pálida, la castaña analizó un poco mejor su apariencia, para ser más preciso era un extraño color entre verde y azul. La rubia se veía un poco graciosa con esa mueca de nauseas y con ese pañuelo cubriendo sus ojos, casi no había dicho ni una sola palabra desde que abordaron el avión, solamente uno que otro gemido para afirmar su malestar pero siempre con la boca cerrada, como si tuviera miedo de que el desayuno se le saliera en cualquier momento.

En los últimos días su decreciente salud la había estado perturbado notoriamente, no solo parecía que no tuviera apetito además de eso nunca la había visto tan susceptible, se la pasaba encerrada en su habitación e incluso a veces las escuchaba sollozar en silencio, como si no quisiera que nadie se diera cuenta de lo que estaba padeciendo.

Nanoha se pasó a pensar, quizás el Sr. Rojo la había visitado, eso podría explicar algunas cosas como la falta de apetito y el cambio de humor, es decir, son síntomas bastante comunes en ese periodo de tiempo. A veces ser mujer puede tener sus complicaciones…

"Me estoy muriendo" - Murmuró casi agonizante y no pudo evitarlo, le dio gracia pues justamente eso fue lo que le dijo Fate la última vez. No cabía duda que se parecían, inclusive decían las mismas frases.

Con gesto maternal le acaricio lentamente la cabeza - "Quizás comiste mucho en el desayuno, te dije que tomaras algo ligero" - regañó aunque su voz suave nunca cambio.

La aludida solo dio un gruñido - "No fue mucho"

"Te tomaste 2 tazas de café, 3 croissants, 2 muffins, brioches y esa galleta"

"¡Estúpida galleta!"

"¡No creo que haya sido la galleta!" - Replicó indignada.

Alicia se quitó el pañuelo, su rostro se ensombreció - "Esa galleta tenia deliciosas y malévolas chispas de chocolate. Debía saberlo, lo último que comes siempre es lo que te pone mal"

"¿Qué tipo de radícula lógica es esa? Simplemente no entiendo, apenas comes en 3 días y de repente te devoras todo lo que hay en la mesa" - Definitivamente algo extraño pasaba, ella sabia del carácter bipolar pero ignoraba de la existencia de 'estomago bipolar'.

Nanoha estaba incomoda, había tenido que encargase de una enferma todo el camino y para como escuchar todas las sandeces que decía. - "No….me grites…"

Los ojos azulados se abrieron para encontrarse con la lastimada expresión de Alicia, al principio pensó que solo era una actuación para después mofarse de ella sin embargo, cuando sus ojos se empezaron a poner acuosos empezó a entrar en pánico y empezó a sentirse horrible, era como…como si hubiera pateado un cachorro. Nunca le había visto ese semblante tan adorablemente triste y frágil en el rostro. - "Lo siento, no te estaba gritando"

"Si lo hacías y ya tengo muchos problemas para que una pobretona violenta e insensible como tú me este regañando ¿Acaso no puedes ser mas cortes?"

Una pequeña vena resalto y empezó a latir fuertemente en su sien, ¿Cómo podía ser tan cara dura en decirle eso? Retiraba lo dicho Fate era mucho menos molesta cuando entraba en su periodo. - "Está bien, lo sien-…"

"Es decir ¿Por qué diablos no puedo estar tranquila? Tengo problemas con mi madre, mi hermana me guarda secretos, ok, yo también se los guardo pero estaba pensando decirle todo de una vez, me siento muy mal guardándome todo esto ¿Sabes? No es como si fuera de piedra o una súper mujer…"

"Oh dios mío ¿está entrando en una crisis emocional en el auto?"

"Mi vida es un desastre, es como si nada tuviera sentido y además….me siento mal…"

"No te sientas mal, seguramente Fate-Chan ha tenido sus razones para no decírtelo ahora y…" - Alicia la miró preocupada.

"No, en serio me siento mal…una bolsa…¡una bolsa te digo!" - Se llevó la mano a la boca poniéndose más pálida de lo que ya estaba.

"Maldición, ni se te ocurra vomitarme encima, ¡Para el auto, Para el auto!"


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"Esto es increíble, no puedo creer que sean las dos" - Se quejó Chrno al acomodar a la chica quien prácticamente se había desmayado en el auto. Para la sorpresa de Nanoha, Fate también empezó a experimentar ciertos mareos al mismo tiempo y se encontraba descansando en su habitación.

"Raro" - Nunca antes había podido entender completamente los lazos que tenían los gemelos, ciertamente resultaba distinto a los de los hermanos comunes, sentir y hasta en algunos casos experimentar físicamente lo que tu otra mitad experimentaba le resultaba curioso.

Sentir y comprender lo que Fate sentía.

Estar unidas de esa manera.

Ser la persona más cercana a ella.

Tenía un poco de envidia.

"Buenos días, parece que las cumpleañeras no la están pasando tan bien, lastima" La suave y melodiosa voz de Suzuka se hizo presente en la habitación. Chrno volteó y sonrió de lado al percatarse de la joven heredera de los Tsukimuras y de cierta ilustre persona que la seguía a su costado, mirando fijamente a la enferma. Éste, caballerosamente simplemente inclinó la cabeza saludando a sus invitadas y con un gesto las invitó a pasar. - "Nanoha-Chan, me alegra encontrarte"

La sonrisa de la aludida se ensanchó aun más y con un afectuoso abrazo la recibió. Se separó un poco para prestar un poco más de atención al singular personaje que esperaba ser presentada pacientemente detrás de ella.

Nanoha se quedó pasmada por la belleza de la chica de piel color canela, sus cabellos negros azabache caían como cascada delicadamente por sus hombros y su femenino y esbelto cuerpo que era cubierto por un Sari de seda color turquesa con finos bordados de flores doradas - "Kirana Kamaljit" - Dijo juntando sus manos he inclinando la cabeza hacia delante, siempre manteniendo contacto visual con esos ojos penetrantes y misteriosos color esmeralda que contrastaban perfectamente con el tono de su piel.

"Mucho gusto" - Igualmente respondió al saludo un poco dudosa de lo que estaba haciendo.

"Kamaljit-San es una vieja amiga de la familia" - Presentó el chico. Por las joyas de oro con piedras preciosas que colgaban de su cuerpo y muñeca Nanoha no tenía que ser muy inteligente para adivinar que se trataba de la hija de una acaudalada familia que seguramente habrían tenido negocios con los Harlaown.

"Oh" - Fue lo único que salió de sus labios y se sintió completamente estúpida por no poder aportar nada más a la conversación, era la primera vez que veía a alguien así y tenia deseos de acallar todas sus curiosidades bombardeándola de diversas preguntas, sin embargo quedó con las palabras a mitad de la garganta por la presencia de aquella mujer.

Sintió que unas manos la sujetaban- "Nanoha-Chan ¿No vas a ir a ver a Fate-San?" - La pregunta hizo que reaccionara

"¿Podrías llevarme con ella?" - Preguntó preocupada y con un asentimiento Tsukimura la guió hasta la puerta siendo seguidas por unos curiosos ojos verdes.

"Discúlpeme, me tengo que retirar unos momentos, estoy segura que Harlaown-San la acompañara en mi ausencia"

"No hay problema, mándale saludos de mi parte a Fate cuando se encuentre mejor y que espero con ansias poder tomarme una taza de té con ella" - Contestó con agraciada sonrisa la exótica joven.

Y antes de cruzar el umbral de la puerta, solo por unos segundos, los ojos azulados que todavía se mantenían algo curiosos y fascinados voltearon y se encontraron con los esmeraldas que la miraba fija y fría.


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Clic Clic Clic

Sus sentidos empezaron a despertar y escuchó el reloj de pared sonar armoniosamente. Ella estaba despierta pero no se atrevió a abrir los ojos, sentía caricias como suaves plumas que apenas rosaban con su piel, el tacto amable de una mano amorosa que posaba su afecto contra sus mejillas aun un poco pálidas para decir que estaba completamente bien.

Le dio temor de romper aquella muestra de cariño abriendo los ojos, así que permaneció quieta unos minutos más, atesorando cada segundo y aspirando la dulce fragancia que emanaba de aquella mano, esa fragancia que hacía mucho tiempo se le había grabado con cincel en lo más recóndito de su cerebro.

"Sé que estas despierta, abre los ojos" - Ella se maldijo en su interior ¿era posible que fuera así de mala engañándola? Era eso o su novia resultaba una persona bastante perspicaz. Decidió quedarse quieta unos instantes para tentar su suerte y al sentir una respiración muy cerca del rostro.

Apretó la mandíbula sin poder ocultar una pequeña sonrisa traviesa en los labios y rápidamente atrapó a su presa en sus brazos sujetándola contra su cuerpo, sus frentes se tocaron y los ojos rojos se abrieron lentamente para encontrarse no exactamente con el rostro que esperaba.

"Me acerqué un momento para sentir si tu energía estaba bien pero obviamente haz amanecido con mucha de ella" - Burló la pelimorada muy sonriente y el entusiasmo de Fate se desvaneció casi de golpe y aun más cuando observó unos ojos azules muy peligrosos mirándola desde un costado de la cama.

"Yo…ehm…" - Balbuceó sin quitarle los ojos a la castaña y esta a la misma vez se preguntaba por qué diablos seguía sosteniendo a la chica por la cintura.

"Suzuka, ¿estas aq…-"- La cabeza de Fate rápidamente volteo a la puerta, no solo tenía a una novia fastidiada al costado sino una rubia totalmente pasmada frente a la puerta que a los segundos pasó de estar sorprendida a estar totalmente furiosa y en ese preciso momento ella se dio cuenta que todavía tenía los brazos enroscados sobre la frágil cintura de Suzuka y que prácticamente la había obligado a caerse sobre la cama con ella abajo.


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Al posar la taza de té los dedos de Precia jugaron vaga pero discretamente con el borde de del plato de porcelana, con la vista perdida en el liquido cobrizo que reflejaba su imagen cubierta de vapor que se elevaba hasta invadir sus fosas nasales, aspiró un poco y dejo salir un pequeño suspiro de sus labios cubiertos de lápiz labial.

Frente a ella, una mujer mucho mayor se llevaba el té a la boca tomándose el tiempo para deleitar el fino liquido pasar por su reseca garganta. Precia dobló la dura mirada hacia la ventana que evidenciaban la presencia de aquellas dos mujeres que ni una palabra habían intercambiado desde su reunión.

"Ha pasado los años" - Pensó la mujer al ver la cabellera gris que cubría la cabeza de la mayor, que sin embargo siempre mantenía el porte distinguido y pulcro al recogérselo con un broche de oro, ni un solo pelo desalineado. La piel que una vez yacía tersa y vigorosa con el paso de los años abrieron paso a las arrugas y una expresión de soledad marcado profundamente en el semblante endurecido de la anciana.

Después de varios minutos los ojos violetas y encontraron con los ojos verdes pardos que habían perdido tras los años su lustre.

"Ha pasado los años" - Repitió verbalmente lo que la otra estaba pensando.

"No creí que todavía tuvieras ganas de verme" - Prenunció las palabras con cierto rencor y se acomodó incomoda en su asiento, como si no pudiera aguardar el final de dicha conversación.

La anciana simplemente tomó un nuevo sorbo y la observó con expresión tiesa - "¿Acaso me ves saltando de la alegría?" - Espetó irónica para luego bajar la cabeza de forma agotada - "Me has quitado todo lo que tenía. Ya estoy demasiado mayor para que me importe como lo hacía antes, pero aun tengo derecho a verlas"

"¿Para eso has venido?"

"Si"

"Ellas están bien" - Respondió tajante.

"¿En serio? No es lo que he escuchado" - La tensión creció y un silencio casi críptico invadió la pequeña reunión de té - "Si, estaré vieja, pero aun tengo contactos en esta familia, sé lo que pasa dentro y fuera de ella"

El rostro de Precia se endureció como gárgola y una mirada fulminante apareció en ella. No había nadie más que Lilith que pudiera contactarse con ese vejestorio y ella se encargaría de arreglar las cosas para que nadie pudiera hablar a sus espaldas - "¿Vienes a decirme como criar a mis hijas? Como si tu hubieras sido mejor madre"

"¡No he sido la mejor, por eso quiero que tú seas mejor de lo que yo fui!"

Estaba a punto de replicarle, no obstante se dio cuenta que en verdad no tenia palabras para contradecirla, ni siquiera para molestarla o herirla. La anciana observaba la meza con ojos plagados de dolor y cansancio, como si estuviera agotando sus últimas fuerzas para realizar aquella conversación.

Y así, nuevamente un sepulcral silencio las invadió, hasta que su atención fue captada por algo más interesante fuera de la ventana - "¿Esa es…?"

La mujer de ojos violetas levanto la cabeza y giró hacia la ventana - "¿Fate?" - Eso era algo como lo que Alicia haría pero estaba segura que no era la mayor, sino la menor de las gemelas corriendo descalza, prácticamente en ropa de dormir y gritando quien sabe que, al parecer muy perturbada, perseguida por Arisa Buggings quien corría furiosamente alzando las manos como si quisiera estrangularla, detrás de ella Nanoha quien también se sumaba a la carrera tratando de detener a la rubia de cabellos más cortos.

Precia se llevo las manos por el rostro suspirando exasperada. No era propio de Fate tener ese comportamiento tan vergonzoso.

Mas al voltear observó sorprendida una pequeña sonrisa aventurándose en esos labios que se habían mantenido rectos casi la mayor parte de su vida, sus ojos verdes se tornaron cálidos y su expresión se suavizó. Esa anciana jamás había tenido ese rostro cuando la miraba a ella - "Parece Feliz" - Dijo aun observando a la joven.

"Claro que es feliz ¿Por qué no lo seria?" - Ambas se miraron nuevamente y Precia entendió a lo que se refería. Volvió el rostro a la ventana nuevamente y su mente traicionera por unos instantes le dijo que era la primera vez que veía que su hija se expresaba y divertía como una joven de su edad.

"¿Quién…quien esa joven?" - Señaló a la chica de cabellos castaños - "¿Hija de quién es?" - Interrogó un poco más ansiosa sin apartar la atención de la escena.

"Ella…no es nadie, olvídate de ella"

"Precia…" - Se acomodó nuevamente en su lugar y cara a cara su expresión volvió a ser la misma de antes.

"Haz venido a verlas ¿No es verdad? Entonces…puedes hacerlo" - Dijo poniéndose de pie y con los ojos cerrados, como si verle la cara a aquella mujer la llenará de sentimientos problemáticos, se dispuso a salir de la habitación.

"No solo a ellas…" - Precia se quedó quieta con la mano en la perilla y sus ojos se entre abrieron - "A ti también, eres mi hija"

"Demasiado tarde para haberte dado cuenta"

La puerta se cerró dejándola nuevamente sola en la habitación.

"Lo sé…"


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La puerta se cerró de golpe y ambas entrelazaban sus brazos por su cuerpo, la agitación hacia que los latidos de sus corazones latieran con tal fuerza que por un segundo pensaron que las delataría del 'depredador' que pasaba por el pasadizo, automáticamente ambas se miraron, sonrieron y aguantaron la respiración hasta que sintieron los pasos alejarse.

De golpe tragaron una bocanada de aire y empezaron a reírse tan descontroladas que casi se les salía unas cuantas lágrimas.

"Corres rápido"

"Tu igual" - devolvió el cumplido.

Quedaron mudas hasta que sus pechos volvieron a contraerse de forma parsimoniosa nuevamente. Fate la sujetó más fuerte con su brazo derecho mientras que con el izquierdo entrelazaba la mano de Nanoha, sus frentes se tocaron y sus tibios labios la besaron, empezando por la frente, bajando lentamente para prestarle la misma atención a su mejilla.

Ambas manos se aferraron más.

Las manos de Fate eran finas y suaves como terciopelo, clara evidencia de la falta de labores físicos mientras que la de la castaña eran un poco más ásperas, aun así ambas encajaban tan perfectamente que parecía que hubieran sido hechas una para la otra.

"Tú amiga está loca" - Acusó la rubia quien aspiraba con devoción la fragancia de los cabellos cobrizos - "Me ha hecho correr por todo el patio hasta terminar encerrada en un armario de limpieza"

"Es tu culpa por estar abrazando tan descaradamente a otras personas"

"Tú sabes que no fue culpa mía, pensaba que… ¡hump!"

Su protesta fue silenciada forzosamente por unos labios suaves, húmedos y apasionados. Fate se encontró así misma siendo empujada hacia la pared con tal brusquedad que algunos artículos de limpieza le cayeron en la cabeza causando que un pequeño gemido se ahogara en la boca de su novia, quien no esperó más por exigir un beso más demandante.

Otra vez el corazón empezó a desbocarse sintiéndose afiebrada por la repentina subida de temperatura que experimentaba su cuerpo.

"¿Acaso no te gusta quedarte conmigo en el armario?" - Fate observó esos ojos que se iluminaban por la lujuria y una sonrisa maliciosa apoderarse de aquel rostro angelical. Tragó saliva y le respondió devolviéndole el atrevido beso, no le importaba si era en un cuarto o en un armario, ella la quería ahora -"Feliz cumpleaños"

"Éste es un buen regalo"

La mano de la rubia masajeó su nuca y lentamente empezó a descender por la estrecha cintura de la chica atrayéndola más a ella y provocando que ambas partes íntimas rosaran provocando más de un gemido que se perdía en aquel reducido lugar.

Aquellas lenguas estaban en una guerra que ninguna de las dos pretendía perder, Fate tenía su lado dominante al igual que Nanoha pero eso solo hacía que la excitación incrementara aun más. La castaña empezó a sentir como gotas de sudor se le resbalaban por la sien cuando sintió aquella mano, que había estado sujetando su cintura, sujetar firmemente su muslo.

Por unos minutos dejó que hiciera lo que quisiera, en especial porque le encantaba que la tocara de esa forma, sin embargo ya estaba llegando a su límite -"Fate…" - Llamó ella.

"Uhm…" -Contestó vagamente estando sus labios muy ocupados besando su cuello y estando sus manos muy concentradas tocando todo lo que podía tocar.

"Fate"- Volvió a intentar, alejándose un poco de ella.

"¿Qu-qué?"- La miró impaciente.

"Tenemos que hablar"

"…."- Fate sintió como toda la calentura se empezaba a acumular en su vientre se drenaba por algún lado- "¿A-Ahora?"- Estaba bromeando ¿Verdad?

"Si, es importante" - Comunicó ya más calmada acomodándose la ropa.

La ojiroja quedó helada y sintió como se le producía un tic nervioso en el ojo izquierdo. - "¿N-No puede esperar unos…15 o 20 min?"- Trató de persuadirla sonando casi al punto de la desesperación.

"No, quiero aclarar las cosas contigo antes que Alicia te aborde, vamos, creo que Arisa-Chan ya no está por los alrededores" - Nanoha abrió la puerta con cautela mirando de reojo de un lado a otro y saliendo respiró profundamente para calmar el infierno que se le había producido entre las piernas.

"Por favor…"

"No"

"No me hagas rogar que no lo voy a hacer" - Se cruzó de brazos.

"No te he pedido que lo hicieras"

Cambio de estrategia: mirada de cachorrito - "Nanoha..."

"Ni aunque me mires así"

¡Mierda! - "Eres…una calienta bragas" - Murmuró visiblemente de mal humor.

"¿Qué dijiste…cariño?" - Era la primera vez que su novia la llamaba así y en una situación normal seguramente hubiera puesto cara de idiota y se hubiera sonrojado hasta las orejas, no obstante, aquella palabra que le debió haber sabido a miel la sintió tan acida como el limón.

"Nada…cielo" - Le devolvió con el mismo tono.

Nanoha la miró con una expresión tan áspera que la garganta se le secó y supo que estaba en camino al infierno. Entonces inmediatamente se dio cuenta que todo había sido una treta de la chica que hacía llamar su novia. Ella era como un demonio, sí, eso era, primero la seducía para suavizarla y tenerla en sus garras para luego aplastarla sin misericordia.

"Se ve tan sexy cuando está molesta…"- Fate se agarró de los pelos horrorizada con lo que estaba pensando ¿Acaso era una maldita masoquista?

Sus ojos se clavaron en el suelo, mirándolo sin esperanza de poder escapar, se sentía como un preso caminando a la sala de ejecución.

"Testarossa-San" - Llamaron dos veces. Fate volteo para saber de quién demonios se trataba y visualizó unas caras familiares, se tomó algunos segundos para reconocer que se trataban de algunas de las hijas de amigos de negocios de su madre, seguramente Chrno les había hecho llegar una invitación.

"Salvada por la campana" - Se dijo así misma un poco aliviada. La castaña por su parte simplemente le dio su espacio para que pudiera atenderlas, claro, no tan lejos para poder pardela de vista.

La charla no pasó de lo esperado. Las chicas muy afanosas saludaron a la rubia por su cumpleaños llenándola de cumplidos y alabanzas. Los ojos azulados se entrecerraron y sus cejas se contrajeron un tanto cuando una se prendió del brazo de Fate. No sabía que le molestaba más, que ella no hiciera nada por quitarse a esas aventadas de enzima o que sonriera como si le gustara aquel tipo de atención.

Nanoha volteó la mirada hacia el frente esperando a que terminara la conversación - "¿Testarossa-San, quien es ella?"- Cuestionó la más baja que se aferraba al delgado brazo. Las otras féminas voltearon le clavaron la mirada con cautela, con recelo, como si se tratase de un insecto que amenazaba con colocarse en el precioso hombro de la heredera de los Testarossa.

"Ella…uhm…"

"¿Acaso se trata de una empleada?" - Interrogó con sonrisa petulante y altanera. Nanoha apretó la mandíbula y los puños tratando de controlarse, la joven adinerada le pasó la mirada de arriba abajo no gustándole la forma como la observaba, como si no le agradará que tocaran a la chica "Para ser una sirvienta no tiene muy buenos modales"

"Nanoha…" -Los ojos rojizos le pedían que se tranquilizaran.

"Oh yo me acuerdo de ella" - Exclamó la segunda - "En todos las conferencias y partidos de tennis siempre la acompaña"

"No soy una empleada" - Espetó casi fulminándola con la mirada.

"Ella no trabaja aquí…ella es… una conocida…" - Explicó Fate con dificultad.

"¿En serio? Lo lamento, por las fachas que traes te confundí con una"

"Prefiero vestirme modestamente antes que me confundan con una ricachona altanera y sin modales como tú"

"Pero que ordinaria"- Comentó la tercera tapándose el rostro como si pudiera contagiarse de alguna enfermedad.

"Oh, en ese caso está bien" - Su sonrisa decreció un poco sin embargo, en un impulso se enroscó en el otro brazo de Fate susurrándole al oído - "Viendo lo burda que es su familia no debe ser tan importante, apuesto a que han venido a rogarle por un poco de ayuda"

Las demás chicas escuchando eso trataron de contener la risa tapándose discretamente la boca pero no pudieron evitar mandarle una mirada burlesca a la chica que en esos momentos tenia lagrimas que se aventuraban a salirse de los ojos por la rabia de la humillación que estaba recibiendo.

"Ya basta" - Ordenó la rubia despegándose de las chicas que se enroscaban a ellas y volteo justo a tiempo para detener a Nanoha quien ya tenía la mano alzada para meterle tremenda bofetada a la chica que la por la sorpresa la quedo mirando con horror.

"¡Suéltame!"

"¡No lo voy a hacer, cálmate!"- No era como si ella no estuviera molesta por los comentarios hechos, pero no podía dejas que Nanoha se metiera en más problemas de lo que ya tenía, sabía perfectamente de que eran capaces eras arpías, no podía dejar que la tomaran de blanco.

Los ojos azulados que se empañaban por las lágrimas contenidas la miraron con furia e indignación y de un empujón la aparto de su lado para salir casi corriendo.

"¡Nanoha!"

Su cabeza quedó en blanco y cuando recobró el sentido se hallaba a ella misma corriendo por los pasillos desesperadamente a su novia, gritándole que se detuviera y que hablaran. Nanoha ciertamente era rápida, no obstante para su desgracia la rubia lo era más y no tardo mucho en sujetarle la muñeca firmemente para que dejara de escapar.

"Por más que me hubiese gustado no te puedo permitir golpearla, entiende porfa-…"

¡PLAF!

Los ojos borgoña quedaron estupefactos mirando hacia un lado y lentamente se toco la mejilla que le latía y le quemaba por la bofetada que había recibido, pero lo que le dolió aun más no fue el castigo físico sino la expresión llena de dolor y las lagrimas que caían de los ojos de la persona que más quería.

"¡Tienes razón, ellas no se merecían la bofetada sino TÚ!"

"¿Na...Nano…"- Demasiada estupefacta las palabras se le hicieron nudo en la garganta.

"Eres una maldita egoísta, siempre quieres que te entienda ¿Alguna vez te molestaste en preguntarme lo que quería y entender lo que yo quiero?"

"Sé que estas molesta… Yo también lo estaba" - Trató de ir con calma y tocar una de sus manos pero al instante la apartó - "Tu sabes como son, no es la primera vez que enfrentas una situación así, la ultima vez no te molestaste tanto"

"¡La ultima vez no era tu novia, con un demonio!"

Fate retrocedió unos pasos al sentirle gritarle en la cara, quedó callada, se sentía demasiado estúpida y avergonzada para poder rebatirle. Nanoha se volteó y alborotó su cabellera color cobre en un signo de exasperación, apretaba los puños hasta casi quedar blancos y de una patada hizo que una de las sillas de la habitación en que se encontraban saliera disparada.

Fate sabía, la bofetada no solo era por lo que acababa de pasar, era por todo lo que había soportado hasta ahora.

"Lo que más me molesto no fueron sus insultos, ya me han humillado bastante para que me importe lo que esas idiotas me digan, lo que realmente me irritó fue que no trataste de defenderme, maldita sea Fate…" - Se volteó llorando y le sostuvo el rostro para que la viera detenidamente - "Eres mi novia, sé que las cosas no han sido perfectas pero trato de poner de mi parte"

"¡Yo también! Las cosas son difíciles pero siempre pienso en lo que es mejor para ti"- Declaró empezando a desesperarse.

"No, lo que piensas es como realizar las cosas de la forma menos complicadas pero Fate… ¿Míranos?" - Retrocedió unos pasos con una triste sonrisa plasmada en el rostro - "¿En verdad crees que hay un método sencillo? ¿Crees que es menos complicado para mí por no tener la posición social o el dinero que tienes? Tengo miedo Fate…"- Confesó en un hilo de voz.

"Nanoha…"

"Siempre me he sentido que algo me faltaba, no lo entendía, no sabía que tenía que hacer para no sentirme de esa manera, inclusive…acepté la proposición de matrimonio de Yuuno pensando que quizás…eso podría llenar el vacío que había en mi…"

"….."

"Todo hubiera sido más fácil si tan solo me hubiera casado con él, mi madre estaba tan ansiosa, inclusive me mencionaba lo mucho que deseaba tener nietos pero ¡mírame! Apareciste tú y solo…nunca me había sentido tan feliz y completa con alguien y ahora que estoy contigo, tengo miedo que me hagas daño porque…viniendo de ti duele aun más"

Nanoha inhaló oxigeno y evitó encararla tratando de pensar, existían tantos pensamientos que le rondaban a la cabeza y demasiada confusión para ordenarlas de la forma más adecuada. Pensaba que por ser ella las cosas serian más sencillas de expresar pero se dio con la sorpresa que era todo lo contrario. - "Mira, yo solo… ¿Fate?"

Llamó ella al notar que la aludida estaba lejos de estar escuchándole, los ojos rojizos se mantuvieron mirando un punto fijo en el suelo, con el ceño levemente torcido y su rostro no podía más que expresar cierta sazón de consternación y confusión.

"Hace solo unos días…" - Su mirada se oscureció al igual que sus palabras - "Hicimos el amor, sabes lo duro que ha sido confiar en ti y ahora ¿me estás diciendo ahora que estas comprometida? ¿Estás demente?"

"Fate, no es como si hubiera querido engañarte yo…"

"¿Tu qué? ¡¿Quieres que terminemos para que te vayas con tu perfecta familia que siempre te dicen lo mucho que te aman, te cases con ese imbécil y le des a tu madre la bendición de tener los nietos que yo jamás podré darle?"

"¿Cómo puedes decir eso?"

"Digo lo que pienso"

Ella se encontró estática con los ojos abiertos y tratando de procesar lo que acababa de escuchar ¿terminar? ¿Acaso Fate quería terminar con ella? El corazón se le empezó a estrujar - "Ciertamente, algún día me gustaría tener hijos, eso sería maravilloso y me encantaría hacer a mamá feliz" - Confesó.

"Podrías hacerlo, ya lo escuchaste ¿verdad? Ya no debes absolutamente nada, eres libre de irte cuando quieras"

Una pequeña sonrisa, casi una mueca irónica le dio a Fate - "¿Y tener que conformarme con una vida socialmente aceptable?"- Ella encogió los hombros y meneó la cabeza de un lado a otro lentamente - "Yo amo a mi familia y no quiero hacerle daño a Yuuno pero…no siempre puedes complacer a todo el mundo y yo…"

Ella tembló cuando sus cálidas manos la sujetaron del rostro, su mirada era firme y brillaba con determinación - "te escojo a ti"

Era absoluto. La resolución de Nanoha era verdadera y el enojo por haberle ocultado su compromiso quedó minimizado por la sinceridad de esos ojos azulados que eran como grandes ventanales con vista al cielo profundo.

Sintió envidia de no tener la fuerza suficiente como ella.

"No puedo darte hijos"

"Lo sé" - Respondió la fémina tratando de sonreír a pesar de la tristeza de la realidad.

"Tampoco me puedo casar contigo" - Las mejillas de Nanoha se tornaron un poco más rosas por el comentario.

"Al menos no en Japón…todavía" - Le contestó y Fate también sintió como le empezaba a subir la temperatura del cuerpo.

"No te quiero arruinar la vida"

"Nunca la arruinaste, la hiciste mejor ¿Qué hay de la tuya?"- Cuestionó la pelirroja. Era verdad cuando le decía que siempre pensaba en ella.

Ella se encogió de hombros - "Ya está muy jodida para pensar seriamente en ella" - Ambas rieron unos segundos hasta el sonido empezó a morir en aquella habitación. Fate sujetó las manos de ella fuertemente. -"Nanoha…"

Ella la besó.

Sin embargo no fue por querer besarla, sino para callarla.

Porque de pronto le dio la sensación de que Fate diría algo que ella no quería escuchar.

No, no quería oírla.

Pero no podía quedarse así para siempre, Nanoha trató lo más que pudo en alargar aquel agridulce beso, se aferró a ella como si se le fuera a escapar de las manos, de igual manera sintió a Fate abrazarla y estrecharla contra ella con igual ferviente deseo, pero los repentinos espasmos que producía su cuerpo a causa del llanto que estaba reprimiendo no le dejaron continuar, cerró fuertemente los ojos sujetando el rostro de su amante, cuyas lagrimas empezaron a descender de igual manera.

"A pesar de todo ¿Quieres terminar, verdad?"

"Lo siento"

"¿Es por… lo del compromiso?"

Ella negó con la cabeza - "Kaa-San está enferma, yo…necesito arreglar primero mi vida si pretendo hacer feliz a otra persona, mientras tanto… quiero que sigas con tuya"

Nanoha la abrazó, fuerte y hundió su cabeza en su cuello - "Sabes que no pretendo darme por vencida ¿no?"

Sintió a Fate asentir, aun con los ojos cerrados apostó que se le había formado una pequeña sonrisa - "Eres demasiado obstinada"

Ella echo a reír por el comentario y le acarició dulcemente el rostro -"No quiero escuchar eso de ti, eres la persona más cabezona que he conocido. ¿Acaso crees que no sé lo que ha estado rondando por tu mente estos últimos meses?" - La mirada azulada se tornó más seria.

"No sé de lo que hablas" - Se defendió la aludida con la expresión más serena y con un toque de falsa inocencia.

"Tu madre te va a matar" - Literalmente hablando.

"Te digo…que no sé de lo que hablas" - Elevó sus hombros haciendo hincapié que en verdad ignoraba la causa de tal acusación; mas aquel resplandor de misterio se mostraban otra vez por sus ojos. Nanoha decidió no inquirir nuevamente por más curiosidad que tuviera.

"¿Te puedo pedir algo?"

"Lo que desees"

"Terminemos lo que empezamos en el armario"


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Nanoha nuevamente había quedado sola, había más de una hora que no podía dejar de ver la vasta colección de arreglos florales que el personal adjuntaba en el patio trasero para la gran fiesta. Las chicas, se preocupaban por tener las mesas totalmente ordenadas y tanto las vasijas y la escalera de mármol cuidadosamente limpias y pulidas.

Seguramente la cocina no estaría menos atareada.

Ella suspiró. ¿Qué iba a hacer ahora? No tenía planes en lo absoluto y es que todo había ocurrido con tal imprevisión que todavía no concebía la sola idea de despedirse de toda esta vida, por un momento le pareció que el completo año que había estado fuera de casa había sido tan solo un sueño, tan irreal que seguramente si se lo contara a alguien se reiría en su cara.

"Demasiado tranquila para estar en la situación que estas"

El cambio de humor fue totalmente brusco y notorio; Nanoha torció el ceño y expulsó un exasperado gruñido volteando la mirada para no tener que observarla a ella.

Fate había terminado con ella y no se sentía muy dispuesta a pelearse con su madre.

"Yo no tengo tanto tiempo libre como tú para desperdiciarlo así que seré directa, quiero que mañana desaparezcas de mi vista y la de Fate"

Los ojos por fin chocaron entre sí. -"Puede que logré que me vaya sin embargo por más dinero que tenga no puede cambiar los sentimientos de las personas"

"El dinero, el poder y la influencia pueden hacerlo, pueden hacer vacilar, cambiar y moldear los deseos y las prioridades de las personas, ya deberías saberlo" - Precia levantó la vos como si lo que acabara de decir fuera más un himno a sus creencias, era su vida, la realidad.

Nanoha reconoció amargamente dentro de ella que parte de lo que decía esa bruja era cierto, ella lo había visto, ella incluso en cierto momento se vio disfrutando el manipular y engañar a las personas por ganar, por obtener el dinero que necesitaba para comprar su libertad - "A las personas débiles" - Pronunció solemne - "Fate no es débil"

"¿Pero qué hay de ti?"- Una mueca divertida se formó en su pálido rostro y empezó a caminar suavemente alrededor de ella, como si estuviera al asecho, esperando la más mínima reacción indecisa para poder atacar.

"¿Qué te puedo ofrecer para que cambies de opinión?"

Los ojos azules mostraron enojo y asco - "Nada de lo que me puedas ofrecer me interesa"

Unos suaves ronroneos maliciosos se escaparon de los labios de la mujer- "¿Nada?" - Tentó.

"Si no tiene nada más que decirme le pido que me deje en paz, no estoy de muy buen humor para soportarla"- Antes que Nanoha pudiera dar el segundo paso una firme mano sujeto su muñeca, ella quedó quieta con la mirada al frente y apretando los dientes para calmar el impulso que tenía en voltear y girarle la cara de una fuerte bofetada.

"La menor de tres hermanos, hija de una repostera y de un profesor enfermo"

La expresión perpleja de su presa ensanchó su sonrisa - "Has estado investigando a mi familia" - Mas que una pregunta fue una acusación, los ojos azulados se oscurecieron amenazadoramente advirtiéndola que había tocado un punto sensible.

"Por supuesto que lo hice, ¿Qué clase de madre seria si no conociera las amistades de mi propia hija?" - Fingió preocupación. La rabia de Nanoha se acumulaba en su rostro y en sus puños que querían incrustarse en la irónica cara de la mujer.

"¡Mi familia no te ha hecho nada!"

"Solo pretendo que desaparezcas de mi vida"

"Y eso pretendo, pero no de la vida de Fate" - Desafío más determinante y encarándola. La mujer que era por lo menos una cabeza más alta que ella bajo la mirada, odiándola, despreciándola.

"Pretender estar con mi hija habiendo ya una persona que espera ansiosa tu regreso, no es muy honesto de tu parte" - La mujer sabia más de su vida privada de lo que le hubiera gustado y estaba segura que no dudaría en atacarla nuevamente pero ella debía mantenerse firme y no darle el gusto de verla derrotada.

"Fate ya lo sabe y me ha perdonado por no haberle dicho antes"- La expresión de Precia en ese instante fue todo un deleite para Nanoha, no obstante al notar nuevamente la serenidad en su rostro ella supo que no había sido el final de la conversación.

"No puedo cambiar su decisión…pero quizás si la tuya" - Con una seña uno de sus asistentes se acerco a ella portando un portafolio oscuro, lo dejó cerca para que las dos pudieran verlo y con un movimiento de la cabeza de Precia este lo abrió.

Miles y miles de billetes se afilaban ordenadamente dentro, los ojos de Nanoha quedaron totalmente abiertos y tan rápido como vio la gran cantidad de dinero entendió lo que ella intentaba hacer.

"No lo tomes a mal" - Comenzó - "Solo quiero asegurarme que cuando esto termine todos seamos felices" - La garganta de la joven se seco por completo y se quedó congelada en su posición, la mirada totalmente confusa y en ese momento Precia pudo saber que muchos pensamientos contradictorios se le estaban juntando en la cabeza, más segura por aquella respuesta prosiguió - "La típica historia de la tercera hija, la ultima. Tienes unos padres que te adoran, sin embargo le dieron todo a tus hermanos, estudios, un futuro…de repente las cosas no marchan bien, hay muchos gastos y no pueden darte lo mismo que a ellos, tu comprendes y lo aceptas tratando de ayudar en el negocio familiar que poco a poco se cae en pedazos…"

"Eso no…"

"¿No es verdad? Tú lo sabes perfectamente, es tiempo perdido. Tu padre necesita una cirugía con urgencia, toda la familia necesita ahorrar para poder costearla, le puede costar el caminar. Trabajas en lo que puedes pero no es suficiente ¿verdad?"

Nanoha quedó callada, la mirada se perdía en el piso y totalmente inerte.

Su mente entumecida ni siquiera notó los largos brazos de la mujer enrollándose en su cuerpo, cual maliciosa serpiente preparándose para estrangular su víctima. La sonrisa envenenada de la mujer se hizo más evidente al recordar la primera vez que pudo estar tan cerca de esa chica, la batalla, los forcejeos, la mirada de odio y que sin embargo, ahora…la tenia presa en sus abrazos, confundida y temblorosa como un pequeño conejo.

"Yo le puedo dar un futuro a tu padre, ese dinero basta para arreglar todos los problemas de tu familia, incluso te puede mandar a la universidad, eres una chica inteligente solo necesitas la oportunidad….acepta, un pequeño sacrificio por el bienestar de tus seres queridos"

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Continuara…


N/A: Hola a todo el mundo, sé que no han sabido en mi en meses, agradezco mucho los reviews que me han mandado así mismo los mensajes amenazadores en mi correo jajajaja yo sé que lo hacen con mucho aprecio. Quiero disculparme por la larga espera, he tenido unos meses muy duros emocionalmente y buscar trabajo se convirtió en mi prioridad….y ahora que ya lo tengo (aplausos desde la audiencia) estoy más tranquila para continuar con la historia.

Quiero decirles que esta historia se va acercando a su final ¿a poco nadie se esperaba que Fate terminara con Nanoha? Jajajaja ¡pues si! Al diablo con las relaciones ocultas y complicadas, incluso no estoy segura si algún día volverá, quizás me vuelva loca y haga que Nanoha se case con Yuuno (Le tiran piedras)

En cuanto a Alicia…dicen que las personas reaccionan realmente cuando tocan fondo y SI, haré que ella lo toque, incluso que se vaya al infierno si es necesario; eso me pasa por crear un personaje tan obstinado y orgulloso jajaja (Fanáticas de Alicia me miran feo) Ahora que lo recuerdo…hice un pequeño conteo y descubrí que, al menos en mi historia, el personaje más popular no es ninguna de las protagonistas sino Alicia jaja, debo admitir que también es mi personaje favorito en especial porque su carácter está basado en mi personalidad XD trataré de enfocarme un poco más en la parte de su historia en el próximo capítulo.

Agradezco nuevamente a todas las personas que han agregado a "porque me perteneces" como una de sus historias favoritas, a todos los que me agregaron como uno de sus autores favoritos y a los que amablemente me dejan sus comentarios, siempre me motivan a seguir mejorando y a disfrutar más lo que hago. Nos vemos en la próxima.