17
Corazón Orgulloso
Sugerencia:
Este capitulo tuvo dos canciones los cuales definen los sentimientos de Edward y Bella en su platica.
Edward: Ya no hay forma de pedir perdón- Pedro Aznar
Bella: Me cuesta tanto olvidarte- Mecano
Jaydeen aun seguía pensativo en las formas en que la vida le había hecho pagar muy caro. Su letanía, su amor. La vida sigue su curso, pero él, aun no encuentra estabilidad. Estuvo a punto de matar a Bella si no es porque Adrien lo detuvo...
De pronto se quedo quieto y lo analizo con más profundidad
¿Adrien esta vivo?
Esto lo tomo desprevenido. La misma Scarlett había asegurado que lo habían matado. En un momento de lucidez, tomo un respiro y se dirigió a la puerta de su cuarto para salir a avisar…
Pero todo se volvió negro en un instante.
Bella respiró profundamente y Edward guardó silencio durante un minuto. Ambos pensaban en lo difícil que seria todo esto. Se aclararían cosas, se darían demasiados argumentos… Ninguno se sentía preparado para esto, pero era necesario, sobre todo para arreglar las cosas.
-Primero, creo que deberíamos hablar de lo que realmente sucedió—comenzó Edward mirando a Bella con tristeza. Bella se mantenía fría y dura desde su posición—Durante todo este tiempo, he cometido error tras error sin remediar nada. El egoísmo y el dolor hicieron que me cegara ante una oscuridad profunda. Nada tenia sentido…
-¿De lo que realmente sucedió?—repitió Bella algo confundida.
-Si. Lo que sabes es sólo lo exterior, no sabes por qué realmente paso.
Hubo un momento en que Bella dudo ¿Y si dolía más de lo que ella creía?
-Esta bien Edward—comenzó Bella mordiéndose el labio. No estaría dispuesta a pensar en qué lo llevó a dejarla, casarse y finalmente abrazar a la niña—Creo que te entiendo, sólo un poco. Lo que pasó en ese bosque...—se estremeció pero continuó—Me quedó muy claro. Y realmente no quiero saber que te llevó a casarte con Annabelle. Creo que eso no me incumbe en lo absoluto.
Edward se quedó callado durante unos segundos.
-¿Qué te quedó claro lo que te dije en el bosque?
-Si.
Edward miró otra vez a su niña entre sus brazos. Reneesme estaba soñando que su madre la abrazaba y jugaban juntas en un pastizal hermoso. ¿Qué era lo que estaba haciendo mal?
-Por favor, te pido que me escuches, que atiendas mis palabras. Mi palabra de honor ha sido muy rota, pero, si te puedo jurar que estoy siendo completamente sincero. No nada más por lo que pasó, sino porque merecías una explicación.
¿Cómo voy a lograr que aún me quieras?
¿Cómo lograr que quieras escuchar?
Cuando este fuego me desvela
pero despierto solo una vez más.
-Te escucho—accedió Bella mordiéndose los labios.
-Sabía que algo malo pasaría si no era cauteloso. Fui débil, mis errores te arrastraron junto conmigo y a pesar de que sabía que pasaría lo peor, jamás quise alejarme de ti.
«Todo pasó en un segundo, Jasper intentó matarte y en ese momento me maldije porque eso no tenia que haber pasado—sus ojos se perdieron en un instante—Fue claro como todo te perjudicaba, lo más querido para nosotros se podría destruir aún si yo no lo intentara. Lo vi tan claro durante unos segundos… me dejó ver finalmente que tu camino se estaba desviando hacía un lugar oscuro y lleno de peligro. Algo indecente.
-Te amaba, y quería estar contigo. Pero no podía aferrarme de esa manera a ti. Tenia que hacer algo, debía escoger entre lo que era bueno para ti, y lo que realmente quería yo. Te quiero a ti, pero también quiero tu felicidad. La respuesta fue mucho más dolorosa de lo que imaginé.
Edward observó un instante a Bella y ésta no reaccionaba. Parecía que se había quedado en blanco.
¿Cómo lograr verte de nuevo?, oh
¿Cómo he de recobrar tu corazón?
¿Cómo aceptar que todo ha muerto?
Si ya no hay forma de pedir perdón.
«Recurrí a una absurda mentira alejándote de mis peligros y demonios para que volvieras a tu vida normal. Acepté el hecho de que yo era dañino y que sin mi, estarías mejor. Incluso podría ver como amabas a otro y no me importaría… No importaría que ese él fuera otro que no fuera yo. Mientras siguieras viva, yo seguirá existiendo.
-¿Cómo fue que cometí semejante locura? No lo se, Bella. Dios sabe que no lo hice con ninguna intención de lastimarte, al contrario. De haber sabido cuanto daño causaría tan sólo mi afán de protegerte… Dios, cuanto me arrepiento.
-¿Mentiste para alejarme de ti?—preguntó Bella con desesperación apenas perceptible en su rostro regocijado. Edward asintió.
-Fue el peor error que he cometido sin duda. No sabia que sin mi estarías peor… La realidad era tan distinta como la veíamos, Bella. Y todo el tiempo que estuve sin ti… Dios, ni siquiera se si alguna vez estuve así tan mal…
-Yo sabía que algo andaba mal—susurro con miedo Bella—Debí de haberlo sabido cuando te acostaste conmigo.
Que mal, que mal
esta absurda y triste historia
que se pone cada vez peor.
Que mal, que mal
porque ni puedo hablarte.
Temo que es así
ya no hay forma de pedir perdón.
Ahora el rostro de Edward se reflejo en dolor puro.
-Fue en una mirada lo que paso todo. La idea me estaba desesperando, y tu ya jamás me volverías a pertenecer. Se estaba haciendo cada vez más intolerable y fue como mi resistencia a ti, mi deseo frenético venció mi voluntad y decidí hacerte mía en esa noche. No quiero excusarme, pues estas en tu derecho de odiarme.
«Aún la recuerdo, tu semblante estaba distinto a todas las veces que habíamos estado juntos. Tu piel era mucho mas suave que de costumbre. Me volví un animal y no pensé, solo actúe. La felicidad me había extenuado y así como te vi, tan hermosa y perfecta, quise que estuvieras así siempre… Y serias así aún cuando los años pasaran sobre ti. Lloré por dentro cuando me di cuenta que en ese momento, te perdí para siempre»
La verdad había golpeado el corazón de Bella como tantas veces lo había sentido, sólo que ahora fue peor. Sabía que Edward aún la amaba, que cometió un error que los había destruido a los dos.
-Pero… Te casaste ¡Te casaste! ¿Si fue tu dolor tan fuerte, como fuiste capaz de casarte?
Que mal, que mal
esta absurda y triste historia
que se pone cada vez peor.
OH, que mal, que mal
porque ni puedo hablarte.
Temo que es así
si ya no hay forma de pedir perdón.
-Esa fue una penitencia—aclaro rápidamente Edward mirando el vacío—Annabelle primero me salvó de la muerte. No tenia sentido estar en este mundo cuando pensaba que te habías ido para siempre—suspiró y tomó fuerza—El dolor no me dejaba pensar, actuaba muy rápido y fue como tome la decisión de agradecer a Belle que me dejara pasar más tiempo con mi familia, y así después de que el tiempo se volviera más insoportable, buscaría la manera de quitarme la vida.
¿Cómo lograr que aún me quieras?, oh
¿Cómo lograr que quieras escuchar?
cuando este fuego me desvela.
Qué es lo que voy a hacer
qué es lo que voy a hacer.
Si ya no hay forma de pedir perdón.
-¿Matarte? ¿Qué hay de tu familia? ¿Carlisle y Esme? ¿Alice y Emmett? ¿Ellos no te importan en lo absoluto?—preguntó Bella haciendo énfasis—¿Por qué Edward? Arruinaste todo Edward, todo.
-Ya te dije que el dolor me cegaba, no me permitía ver nada más haya de la oscuridad—contestó Edward una vez más con su rostro demacrado—Siento que lo único que hago es hacer daño. Parece un patrón que nunca acaba.
Ya no hay forma de pedir perdón- Pedro Aznar
Bella jadeo furiosa. ¡¿Por qué?! Si tan sólo una vez en su vida, él hubiese abierto la boca… Si ella hubiera tenido la fuerza suficiente para detenerlo… Hubiera, hubiera… ¿Qué más se podía hacer?
-No me diste tiempo de rescatar lo que teníamos—habló Bella dolida, sin mirarlo. Edward la miró fijamente—Yo no habría permitido que todo se fuera a la basura. Tu locura de mantenerme a salvo… lo acabo todo.
Entre el cielo y el suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar.
Edward estuvo a punto de hablar pero Bella lo atajo primero.
-¿Y que hay de Belle? ¿A ella la ibas a tirar a la basura como a mí?
Edward bajo la cabeza y una vez más agarró fuerza. Sabía que lo que había hecho no merecía ningún trato especial, Bella estaba en su derecho y seguramente se desahogaría a su modo. Él solamente tendría que darle una explicación… y ella tomaría la decisión.
-Tienes razón, fui muy egoísta. No pensaba más que en mis planes—explicó Edward apenado—Pero me consolaba la idea de que ella es fuerte, y hasta el momento, ha sabido manejar nuestro matrimonio por la buena cara. Ella sabía que había algo en mí que jamás lograría y… solamente estaba conmigo para ayudarme. Finalmente se libraría de mí y conocería a una persona mejor.
Bella rezongo y se sentó en la pared.
Algo más haya de toda la verdad que finalmente ya sabia… faltaba algo.
¿Qué haría ahora?
Y ese algo que soy yo mismo
es un cuadro de bifrontismo
que sólo da una faz.
Bella mantuvo los ojos cerrados durante unos segundos.
-¿Cómo pudiste mantenerte tanto tiempo tan lejos?
-No pude en realidad—contestó con la voz apagada—Todo lo que hacia, lo que intentaba hacer era pensar en ti. Tu cara siempre volvía a mí como una película encantadora. A veces me preguntaba cómo es que te aliviarías de este dolor y siempre venía a mi mente la frase: "Un clavo saca a otro clavo" Me enfermaba pero finalmente era al menos un consuelo.
Bella se mordió los labios enojada. ¿Cómo podría hacerlo?
-¿Cómo diablos podría hacer eso?—preguntó enojada—Intentaba no recordarte pero me atemorizaba olvidarte.
-Creo que hubiese sido mejor que me olvidaras.
-Tal vez…
La cara vista es un anuncio desigual
la cara oculta es la resulta
de mi idea genial de echarte
me cuesta tanto olvidarte
me cuesta tanto.
-¿Pero como diablos te olvidaría, si enmarcaste toda mi vida?—confesó Bella angustiada.— Mi vida giraba entorno a ti. Era… como si no existiera nadie más, llenaste todo lo que hacia falta en mi existencia.
"Y mis recuerdos te hacían vivo, pero lastimaban tanto…" pensó internamente Bella sintiendo de nuevo los golpes del pasado.
Edward también cerró los ojos.
-Todas esas veces que tuve el valor de abrir mi mente… Vi lo perfecto que eras. Siempre supe que no era merecedora de ti.
-¡Por dios, Bella!—exclamó Edward en una extraña melancolía y sorpresa—Lo que tu llamas perfección, era algo que no me hacia normal, y por lo tanto no era humano—sacó aire en forma de cansancio—No es alguien humano, es un monstruo.
-No queda mucho por decir, Edward. No se ni siquiera que diablos debería decirte…—argumentó Bella moviendo sus piernas incomoda—Esto parece ponerse peor de lo que esta.
Edward temía ante todo la absoluta reacción de Bella. Temía de sus dudas, temía por su enojo, temía que ya no lo amara. No sabía como reaccionar ante eso. El la seguiría amando por la eternidad pero ¿y ella?
Olvidarte me cuesta tanto
olvidar quince mil encantos es
mucha sensatez.
-Bella sólo necesito saber una cosa en esencial, una, la más importante de todas. Aunque me duela saberlo, me de miedo aceptarlo son otros hechos—la mirada profunda de Edward envolvía a Bella a algo que ella tenia miedo—La pura verdad Bella.
-¿Cuál verdad? Me cuesta trabajo creer todo los líos que has hecho sólo por mi. No sé que decirte y mucho menos sé que contestarte. Al menos creo que podré ser sincera contigo.
Edward respiró hondo, tomó fuerzas para preguntarle a Bella. Ella esperaba ansiosa su pregunta.
Sin embargo, se detuvo un poco avergonzando. Levantó la mirada a Bella y por unos segundos recordó algo que le había dolido como una navaja atravesando su pecho. Bella parecía muy afecta a Jaydeen a los ojos de Edward.
-Jaydeen y tú se entendían bien…—dejó entre ver Edward—Me parece que él y tú son más que amigos.
Bella negó lentamente con la cabeza.
-Yo no podía querer a Jaydeen de esa manera. Él y yo tenemos una historia muy diferente. Fue nuestro salvador en un momento crucial. Estuvo en ese bosque en donde yo di a luz a Reneesme—comenzó a relatar Bella con la mirada baja. Edward la miraba atento—Ahí donde hablamos por ultima vez—se retorció un poco y Edward arrugo el entrecejo—Cuido a la niña y me convirtió en ese instante donde estuve a punto de morir. Nos dio un lugar, un nuevo hogar, una nueva familia…
«Los Vulturi nos abrieron los brazos y entramos sin ninguna dificultad—sonrío Bella al recordarlo—Aro nos aceptó como si fuésemos de su misma familia, nos enseñaron cosas extraordinarias. Mucho cariño por parte de todos ellos, fue… algo inimaginable. No podía creer en realidad que se daba una oportunidad así.»
-Pero eso no cambiaba el hecho, ni pasado. Eso nos dio Jaydeen, mucho más de lo que alguna vez le podría pedir, lo apreciaba por eso pero solamente fuimos grandes amigos…
Y no se si seré sensato
lo que se es que me cuesta un rato
hacer las cosas sin querer
Edward asintió levemente. Al menos ella hablaba en pasado y no reconoció haber tenido algo con él. Le permitió concebir esperanzas…
-Por lo menos estamos bien—susurro Bella un poco contrariada—Por ahora…
Edward lo estuvo reflexionando durante unos segundos ¿Cuánto mas podía doler el hecho de que ella fue muy sufrida por su culpa? Sentía mucho remordimiento pero tenia que ver otras cosas, Bella y la niña se quedaron a solas…
-Jaydeen te ve como algo más que amiga, ya te ve como suya, y para él, Reneesme es su hija—dijo Edward a Bella para que estuviera enterada. Ella hizo una mueca.
-Jamás se terminan de conocer a las personas—fue lo único que dijo Bella—Cambio bastante, lo mejor es que yo me aleje al menos hasta tener bien claras mis dudas.
-¿Segura de que?
-De qué es lo que quiero. Nuestro bienestar, lo mejor para nosotras…—se quedó callada durante unos instantes—¡Ella es lo único que tengo en el mundo! Tengo que ser muy, muy fuerte para ella. Sacarla adelante y que siempre este bien.
-Bella, no estas sola en esto. Ahora que sé todo el infierno que pasaste, no te voy a dejar sola…
Aquellas palabras surtieron un efecto tan extraño. Aún escuchaba el lado razonable de Edward y la mortificación de Bella empezaba a surgir. ¿Responsabilidad? ¿Obligación? ¿Qué era lo que Edward quería decir? ¿Qué fue lo que lo motivo? A Bella sólo le dolían estas preguntas, preguntas que ella intentaba siempre evitar, pero ahora, sólo era más complicado y doloroso para ella.
Se levantó de un salto y caminó hasta el otro lado de la pared dando la espalda a Edward. Y con una voz siniestra susurro.
-No es necesario que sientas obligación hacia nosotras…
Y aunque fui yo quien decidió que ya no más.
-No es obligación. Es voluntario y me nace Bella. No puedo quedarme con los brazos cruzados cuando ella y tú… podrían peligrar.
-No tienes que hacerlo.
-Bella, esto es mi culpa, por favor déjame solucionarlo…
Edward se acercó a ella pero ella se volteó rápidamente y se alejó de él
-Nosotros aún tenemos problemas Edward.
Finalmente se detuvo y la miró apesadumbrado. Sus ojos se volvieron brillosos y los cerró para calmar el abismo que sentía. A ella no le agradaba en lo absoluto hacerle sentir esto, pero ella se alejaría de todo lo que le causara más dolor del que ella misma carga. Sería intolerable que él se acercara a ellas… casado, obligación… sin amor.
-Lo sé, Bella, y ahora que lo mencionas—continuo Edward con la cabeza gacha—En realidad, esa era la pregunta…
Bella arrugó el entrecejo, su interés creció.
-¿Cuál era la pregunta...?
-¿Serias capaz… tendrías la nobleza de perdonarme? Es mucho pedir, lo sé. Pero yo estoy dispuesto a solucionar las cosas. Por favor, quiero remendar todo lo que ocasioné. Me sentiría mucho peor de lo que estoy si no lo hiciera—expresó casi cansado. Bella lo observaba angustiada—Yo no necesite nada, ni siquiera un papel, o que tu misma lo confirmaras. Ella es mi hija, y es lo que nos une por el simple hecho de que fue procreada con amor. Algo que nos unió hace algún tiempo y… espero que siga vivo.
Bella se quedo intacta mientras el remordimiento y el rencor nacían de nuevo en ella. Con los ojos de par en par lo miro incrédula. Esa petición en particular decía tantas cosas, por momentos se sentía salvada, por otros, angustiada pero lo que predomino, fue el odio.
-¿Quieres volver después de todo lo que paso? Después de que me abandonaste a mi suerte con toda la tempestad encima de mi, incluso cuando te enteraste de mi muerte y aún así te casaste y te querías suicidar… ¿Después de todo eso me pides esto?
Edward se sintió amedrentado, estuvo a punto de contestar pero Bella continúo.
-¿Cómo puedo olvidar que me hiciste todo esto Edward? Tu tiranía me hizo estallar tantas veces en lagrimas y me confundió tanto que no sabia que hacer—Bella explotó con sus emociones a flor de piel—Mi vida llegó a un punto en donde ni siquiera sabia si realmente llegaste a existir y tan sólo la idea de pensar que fuiste una alucinación… me rompía por dentro, como el saber que ya no me amabas… Y después de todo esto, me entero que sólo fue una mentira, para salvarme… Más que odiarte o seguir recordando mi amor frustrado, me decepcionas demasiado.
Y no me canse de jurarte
que no habrá segunda parte
me cuesta tanto olvidarte
me cuesta tanto olvidarte
me cuesta tanto...
-Bella…—hablo Edward lastimado—Yo mejor que nadie se los errores que cometí por mi afán de protegerte, pero si es tanto tu odio hacia mi, si ahora soy tan repulsivo para ti como para poder estar cerca de ti, supongo que yo… tendría que alejarme. Respetaría tu decisión porque finalmente esto yo lo provoqué.
Y vuelvo a decir, estas en tu derecho de odiarme, pero yo sólo pido una respuesta. Si es un no… Creo que podría alejarme para siempre…
Un no… Bella tembló.
Ahora ella vería cumplido finalmente lo que Edward prometió, irse por siempre sin volverlo a ver. Un extraño presentimiento de dolor agudo y miedo a la soledad, le dio un aviso de que ella no lo volvería a soportar. Volver a ver a Edward irse seria tan intolerable como la primera vez y no ha habido dolor más potente que sentir la ausencia perdida.
Edward se sentía defraudado. Pero no era tan devastador como él pensaba. Él podría seguir existiendo, recibir las torturas más grandes que se le interpusieran, incluso ver como Bella lo dejara de querer, todo lo soportaría; pero jamás volver a pasar por la muerte de Bella. Él podría seguir existiendo mientras supiera que ella estaba bien y con vida. Si algo malo le pasara… La eternidad seria una maldición tan acabadora como el hecho de jamás volverla a ver.
-¿Irte?—preguntó Bella dudosa, moviendo las manos nerviosa.
-Por siempre…
Volvió a alejarse de él pensando en lo que él le había dicho ¿El rencor seguía ahí? Si, por supuesto, también la confusión y todo lo que la desesperaba. Era momento de aclarar las cosas y lo mejor para todos.
Edward es el padre, y la niña merece conocer la verdad… Al menos sólo una parte.
-¿Serías capaz de irte otra vez por siempre?—preguntó Bella sin darle la cara. Edward se acercó a ella y le levantó el rostro para mirarla directamente a los ojos.
-Yo haré sólo lo que tú me digas. Tendría que resignarme por siempre a que tú ya no me amas y la eternidad será algo desconocido para mí.
-¿Qué intentas decir?
-¿Es que acaso no lo ves?—preguntó Edward tomando con delicadeza sus manos— ¿Alguna vez podría olvidar lo que viví contigo?—nerviosamente su mano toco su rostro y la electricidad los lleno de ansiedad y atracción a los dos—Más que de sentir mi alma viva, sentirte a ti como algo glorioso entre toda la oscuridad. Lo más puro que he llegado a tocar en toda mi existencia. Nada podría cambiar lo que me hizo unirme a ti.
Y aunque fui yo quien decidió que ya no mas.
-No habrías hecho lo que hiciste—pronunció Bella con dificultad a causa de las caricias que la enviciaban.
-Oh, Bella—gritó Edward consternado—Fui un idiota y no mereces más esto. Te pido perdón—y a continuación, se arrodilló enfrente de ella agarrando sus manos—perdón por haberte mentido, perdón por haberte hecho daño, perdón por amarte tanto.
Bella miró con dolor a Edward que estaba agachado ante ella. Ella no pudo más y se hinco también para acariciar su suave rostro y gozar de lo que le quedaba de tiempo.
-Tanto fue tu amor a mí que… que te acostabas y consumías tu matrimonio con Annabelle mientras yo tenia la preclara visibilidad de lo que éramos—susurró con su suave aliento rozando a Edward.
Y no me canse de jurarte
que no habrá segunda parte.
-Eso no es verdad. Yo nunca me acosté con ella.
Bella lo miro extrañada.
-¿Cómo?
Edward cerró los ojos y sintió como aspiraba su aroma.
-Me casé con ella, le daba un poco de mi, pero no demasiado. Sólo era un poco atento con ella—suspiró desesperado—Pero nunca la toque, sólo besos fríos, roces y abrazos… Apenas hablábamos. Era un matrimonio perdido y ni siquiera compartíamos habitaciones. Ella intentaba cambiar eso, quería llamar mi atención pero, yo siempre estaba perdido. Nunca le hacia caso… A ella igual la dañe y por eso me pidió el divorcio para que ya no sufriera más con ella.
La inquietud de Bella estaba desapareciendo, poco a poco ¿No la toco? Eso parecía un poco esperanzador. Abrió los ojos un poco con incredulidad pensando en qué decir.
-Entonces… ¿Nunca pudiste enamorarte de nuevo?—preguntó Bella alejándose de sus manos.
-No. Ni siquiera lo intenté. El tiempo no parecía nunca acabar y yo quería que pasara algo… lo que fuera, algo que me salvara de mi sufrimiento—sonrío pero no tenia ni pizca de alegría—Era tan inútil. No podía estar cerca de nadie, porque repelaba a cualquiera. Era infeliz y algo motivaría para volver... sea como sea iba a volver para asegurarme que estuvieras bien y si hubiese vuelto en ese momento—se detuvo pensativo y miro a Reneesme—nada me hubiera alejado, siempre estaría a tu lado, contigo…
De pronto Bella comenzó a sollozar. Edward parpadeo confuso y levanto su barbilla para observarla.
Me cuesta tanto olvidarte.
-¿Qué es lo que somos ahora Edward?—preguntó Bella llorando. Edward arrugo el ceño—¿Por qué destruiste todo lo que éramos?
Edward no podía responder. Una vez más se recrimino por dentro.
-Tal vez tú te hayas puesto una penitencia. Pero no sólo a ti, a todos los que te rodean, Edward—le recrimino Bella a Edward—¡Lastimaste a tu familia, te dejaste caer hasta lo más profundo y destruiste lo que nos unía!
Finalmente Bella se desahogaba y Edward recibía el precio de todos sus actos.
—¿Por qué nos mataste?—preguntó con conmoción—Te amaba hasta el punto de dejarlo todo por ti. Amor, por tu amor yo… yo—el sentimiento no la dejaba continuar—iba a dejar a mi familia por ti, yo quería ser esa que Annabelle es… Yo lo habría dado todo por el sentimiento que apoderaba todo mi entorno y nada tenía mas importancia que eso, nada se le comparaba con lo que yo haría. Cualquier riesgo, no importa. Por siempre y para siempre a tu lado.
-Bella, por favor tranquilízate—pidió Edward aún más consternado—Es demasiado rápido para pensar en lo que nos sucede… Estoy seguro que tú tampoco pudiste retomar tu vida. Lo intentaste con Jaydeen y no lo lograste. Siento tanto que no se lograra nada de lo que yo hubiera querido para ti.
¿Qué era lo que intentaban transmitir esas palabras? La misma Bella quería negar, negarse así misma lo que sentía en esos momentos. Jamás olvido como amaba a Edward, aquel sentimiento que tanto la atormentaba y en momentos la hacia sonreír por bellos recuerdos… ¿Qué debía hacer? El veneno del rencor se debía a algo…
El rencor era porque la abandonó y se fue con otra mujer. Pero todo fue aclarado… Edward no amaba a Annabelle, no, porque a ella la amaba sobre todas las cosas. Esto cambiaba todo, todo lo que originalmente empezaba a restar importancia.
Me cuesta tanto olvidarte.
¿Por qué no pudo querer a Jaydeen?
Porque siempre fue Edward al que amo. No aprendió a querer a nadie más porque ya amaba. Siempre será él hasta en su último respiro humano y en su nuevo amanecer siendo inmortal. Lo demás con Jaydeen sólo eran caricias indeseadas porque ella sólo quería otro corazón.
Por la eternidad.
Bella se dio cuenta que había cerrado los ojos, los abrió y miro a Edward que éste la observaba con ansiedad. La revelación era algo que ya suponía, pero estaba tan dolida…
-No puedo perdonarte, pero me niego a decirte adiós—confesó angustiada—No ahora que sé nuestra situación. Sé lo que debo hacer y lo haré a su tiempo.
Me cuesta tanto olvidarte.
Se acercó a la cara de Edward y susurró lentamente.
-Dios sabe que te amo, mucho más haya de lo que nunca pude borrar. Te quiero a ti y a la niña, pero el tiempo nos dará la razón… Pero los términos son amistosos, hasta que me sienta suficientemente sana y pueda volver a tus brazos…
¿Qué pasa cuando dos almas se mutilan mutuamente?
Me cuesta tanto olvidarte- Mecano
Edward y Bella escucharon eso al mismo tiempo. Edward intentó buscar entre las mentes de los demás qué pasaba. Bella se acercó al muro y pegó su oído para escuchar qué era lo que pasaba.
"¡Edward! ¡Salgan de ahí ahora mismo!"
Edward entrecerró los ojos.
"Algo malo se acerca. Quieren hablar con Aro. Esto no depara nada nuevo…"
Edward intentó buscar algo en la mente de Vladimir y Stefan, pero no hayo nada.
Escucharon que abrieron las puertas de los calabozos, y en instantes apareció Scarlett abriendo las rejas y encontrándose cara a cara con ellos.
-Tú, ven—ordenó Scarlett señalando a Bella. Ésta se acercó a ella y ambas salieron del calabozo.
Mientras caminaban, Scarlett soltó una serie de preguntas.
-¿Jaydeen te dijo lo que planeaba hacer con Edward?
-No.
-¿Has estado todo este tiempo en el calabozo?
-Si.
En cuanto oyó la respuesta, Scarlett la tomó del cuello y la impactó en la pared. Bella se zafo de ella y también la empujó llevándola al otro extremo del pasillo.
-¡No me vuelvas a tocar en tu vida, estúpida!—gritó Bella furiosa. Scarlett se incorporó rápidamente y la tomó de las solapas.
-Juro, juro que si compruebo que fuiste tú, te haré pagar peor de lo que estaba planeado con Edward—y la agarró del brazo para llevarla a otro lugar.
Bella se quedó totalmente confundida. ¿Pagar? ¿Ella? ¿Por qué?. No la podían acusar de nada cuando ella ni siquiera se había movido del lugar donde la habían encerrado. Algo malo debió de haber pasado para que Scarlett este así.
Llegaron al segundo piso y Bella reconoció el camino que llevaba a la habitación de Jaydeen. Había ahí otros vampiros, entre ellos Adrien en el piso sosteniendo algo, pero su espalda no la dejaba ver.
En cuanto él se levantó a verlas, ella vio a Jaydeen tirado en el suelo.
-¿Qué sucedió?—preguntó Bella asustada. Adrien la miró suspicazmente.
-¿No estabas aquí cuando esto paso?
-No. Ustedes me encerraron en un calabozo, yo no…
-Bella…—susurro Jaydeen muy debilitado.
Bella dudo unos segundos pero finalmente se arrodilló y miró a Jaydeen.
-Bella—volvió a susurrar.
Bella observó con más atención y vio que en la parte del abdomen tenia una encrucijada redonda abierta y había un liquido verde que lo rodeaba. Observó con atención sin entender que sucedía.
-¡Jaydeen! ¿Qué fue lo que te paso?—exclamó Bella asustada revisando la herida con nerviosismo.
Jaydeen no apartaba los ojos de Bella.
-¿Por qué, Bella?—preguntó él dolido. Bella al principio no entendía de qué hablaba, pero cuando miró fijamente a sus ojos suavizó ella misma su mirada.
-Lo siento, Jaydeen. No era algo que estuviera enteramente en mis manos. No hubiera querido que las cosas salieran así—aseguró Bella tocándole el rostro. Los ojos de Jaydeen estaban completamente lastimados—Nunca quise lastimarte pero… tu tampoco eras bueno para mi. No tenías porque haberte lastimado de esta forma por lo que paso.
Muchos vampiros de ahí se miraron con confusión. Scarlett siseo un poco y Adrien tenía el rostro pensativo. Todos tenían una actitud tan extraña.
-No se lastimo Bella—habló Scarlett llamando su atención—Lo atacaron. La herida es profunda, parece que fue hecha con una daga. Tiene un líquido verdoso en toda la extensión de la herida. Ese es el veneno de Amedux y no lo hemos encontrado.
-¿Qué?—preguntó Bella alterada. Se volvió hacia Jaydeen y lo tomó de la cabeza para apoyarlo en sus piernas-¿Quién lo hizo Jaydeen? ¿Quién te hizo esto?
Jaydeen no respondía. Tenía la mirada perdida.
-Esta muy mal, el veneno recorrió gran parte de las arterias, casi le incrustaron el veneno en varios puntos exactos—explicó Adrien moviendo su brazo derecho en la parte central—llegamos tarde. El veneno empieza a carcomer todo y seguramente ya habrá acabado con todo lo que recorrió. No le queda mucho tiempo.
-Dios mío—exclamó Bella impresionada.
Y mientras ellos discutían, Jaydeen se transportó a otro lugar, fuera del dolor y lo insoportable que se estaba volviendo, y lo llevó a una luz inmensa que lo hizo despertar del fulgor.
Mientras se acercaba a esa luz vislumbro algo en ella.
Jaydeen empezó a gemir y alejaba su rostro del de ella. Bella estaba desesperada, no sabia que hacer. Jaydeen moriría ya de un momento a otro. Bella pensaba que lo menos que podía hacer por él era quedarse en esos momentos. Después de todo, sin él, no habría logrado salvarse de tantas cosas. A él le debe incluso la vida. Mientras pensaba esto acariciaba su frente con melancolía.
-Lo siento tanto…
Jaydeen la miraba con la misma melancolía. Miraba sus ojos y no era ese hombre que se reveló y le dio tanto miedo, era otro, era su Jaydeen. Ese muchacho noble y tierno que siempre procuraba su bienestar… Ese era Jaydeen en realidad.
La imagen mental de Emily llegaba con una sorprendente sonrisa a un lugar blanco. Jaydeen se sorprendió. Emily le ofreció su mano, no se notaba ni un solo enojo en su rostro, al contrario, sólo ofrecía una mirada llena de dulzura como era ella…
Los gemidos estaban parando y sus ojos empezaron a perder el brillo. Aquellos ojos adquirieron ese tono rojo pero suave, no tan radiante como los de los demás. La miraron profundamente como muchas veces lo hizo, y en sus pensamientos ella se decía que jamás olvidaría esa dulce mirada, jamás olvidaría como era Jaydeen, y siempre estará agradecida con él.
Jaydeen también sonrío, y tomó la mano de Emily…
La mirada se apagó, y con su fin, él se fue a un lugar mejor.
Scarlett cerró los ojos y agachó la cabeza. Adrien susurro algo ininteligible y ordenó a los vampiros preparar algo para Jaydeen. Bella pozo su cabeza en su pecho y tranquilamente empezó a sollozar.
-¿Quién le hizo esto?—preguntó Bella aún estando recostada en Jaydeen. Scarlett dudó.
-No sabemos quién lo hizo—confesó apenada—Pero es alguien que conoce la debilidad de los nuestros. Utilizó una de nuestras armas… No tenemos ni la menor idea.
Bella escuchó unos pasos que se acercaban a ellos. Volteó para ver y era uno de los vampiros que ayudaban a Scarlett.
-Señora… los maestros nos quieren presentes a todos en la sala—informó éste a Scarlett. Ella fijó la mirada en él y como si leyera algo, puso concentración en él.
-Bien. Avisa a Stefan que estaremos ahí. Da órdenes de que cierren las puertas una vez que hayan entrado todos. Vigílenlos de cerca y si alguien intenta atacar, mátenlo—explicó Scarlett. Éste asintió y se marchó.
Scarlett se acercó a Adrien para susurrarle al oído, pero Bella lo escuchó con claridad.
-Ya los tenemos. La trampa ya esta hecha—fue lo último que dijo antes de tomar a Bella del brazo, y la levantarla.
Bella tomó eso con sorpresa y la miró confundida.
-¿Y Jaydeen?
-No hay tiempo. Hay una reunión en el gran salón y parece que Aro estará ahí…—avisó Scarlett mientras jalaba a Bella para que caminara más rápido. Bella se quedó absorta.
-¿Aro aquí? ¿Por qué?
Scarlett desvío la mirada.
-Negocios.
En un abrir y cerrar de ojos ya estaban ahí. Bella observó con atención todos los reunidos allí y se asustó.
En el salón estaba del lado principal donde se ubicaban las sillas de los maestros, Vladimir y Stefan junto con sus aliados, y eran demasiados, casi invadían más de la mitad del salón. Del otro lado, donde estaba la entrada, estaba Aro principalmente y junto a él estaban Cayo y Alec. También traían consigo a varios más de los suyos aunque de la guardia casi no quedaba nadie. Carlisle estaba también junto con Esme, Alice, Jasper, Emmett y Rosalie.
La trampa hizo que el corazón orgulloso de Bella se hiciera añicos…
¿Y si todo se acabara antes de haber vivido?
Ok, debo una enorme disculpa a todas! Después de todo, si se publicaron los dos capítulos. Es un error mío lo siento demasiado. Tendré que publicar mas seguido porque me hago bolas con Fan Fiction net. Con esfuerzos se que me llegan MP. (Si no les contesto, es porque aun no se como abrirlos, no es por otra cosa)
Bienvenidas a las nuevas lectoras! Espero les sea de su agrado, y no decepcionarlas.
Este capitulo fue uno de los mas complicados que he hecho en todo el tiempo que llevo haciendo FF. No me salían las palabras y confieso que llore cuando escribí las palabras de Bella porque fue el sentimiento que me dejo Luna Nueva. Mi libro favorito de esta saga es Luna Nueva porque jamás un libro me hizo reaccionar con tantas emociones. Se puede decir que incluso yo aquí descargo mis sentimientos hacia este vampiro tan real y humano… Porque eso fue lo que escribió Meyer. Edward siempre fue un humano.
Y para mi lo es.
Bueno dejando a un lado esto, gracias por el apoyo que mostraron en cada uno de sus review. Dory, mirgru, Tata… todas todas todas son muy especiales. Se que están ahí incondicionalmente y en serio me siento muy agradecida por esto. Espero poderles estar correspondiendo. Y no es fortaleza jajajaja les ha pasado a muchas y por lo menos yo exploto, no se como reaccionen las demas. Pero que quede en claro que no me voy a quedar con los brazos cruzados.
También no sabia que FB les cobraba por enviar mensaje! Eso si es un problema. Bueno ammm en el momento en que envíen el review aquí en Eternel, explicando quienes son, ya las identificare cuando envíen la solicitud. Ya saben su nombre como están en FB y todo. Las aceptare asi para evitarnos problemas. Gracias a Tata Xoxo por el aviso.
Sin más estaré pronto de vuelta. El poco tiempo que me queda lo dedicare de lleno. Por ultimo si pueden, dense una vuelta a mi ultimo FF El Susurro del viento. Lo estoy corrigiendo y modificando la trama, porque esta historia es original mía. La escribiré con otros personajes de invención propia y la registrare… Pero por lo pronto el FF sigue su curso (si les gustan los Lemnos claro ^^)
Las veo pronto.
Elle.