Disclaimer: No sor Meyer, nunca lo fui, ni nunca lo seré. Si lo fuese, estaría recorriendo el mundo en un yate, o algo.
Pre-regalo de cumpleaños para mi geme, que la amo con toda mi puta alma, y es de las personas más geniales que puede haber en éste mundo. Y porque pidió un Leah-Sam en Navidad, detallando todo lo que él la quería, lo que la extraña, desde su punto de vista. Pues, geme, he aquí mi intento :)
Muchas gracias por leer :)
La llama Lee-Lee en susurros a media voz, cuando la luna emerge y la luz de las estrellas baña su rostro. Los dos tirados en la playa, contemplando el bamboleo de la marea y el sonido de las olas al romperse.
La llama Lee-Lee, ojos brillantes, sonrisa perlada, mirada traviesa. La coge por la cintura y la sumerge en el agua, su risa estalla cerca de su oído. Todos son besos rápidos y lentos, dulces y salvajes.
La llama Lee-Lee para que se acerque, besarle despacio y susurrarle "soy tuyo" al oído. La llama así porque la quiere, la ama por su sonrisa radiante y sus ojos misteriosos. Lo hace, simplemente, porque es ella.
La llama Lee-Lee cuando la siente entre sus brazos, y parece que el mundo es perfecto.
La llama Lee-Lee porque le encanta, adora que ponga los ojos en blanco y le sonría burlona, antes de cogerle por la remera y besarle.
La llama Lee-Lee cuando ella se enfada, pone los brazos en jarra y le mira mal. Lo hace porque, a pesar de todo, el cabreo no se le pasa, pero hace un poquito la diferencia.
La llama Lee-Lee en su mente, porque en un momento, pareciese que el viento o las leyendas los alejaron. Lo hace porque sabe que ya no puede ser suya, porque el amarla es su condena eterna.
La llama Lee-Lee aquel día, en labios de otro. Da igual, la llama de todas formas. Pide por ella en silencio, en lamentos ahogados, mientras intenta fingir que todo está bien, que su corazón no sangra.
La llama Lee-Lee, aunque ya no estén juntos y él sea de otra.
