Disclaimer: Nada me pertenece excepto la propia historia.

Un pequeño one-shoot sobre Ron y "sus mujeres". Espero que os guste ;)

-Entonces lo bates un poco más fuerte, con energía pero suavemente… ¿Ves?

-Sí...-suspiró- Era eso en lo que fallaba, lo hacía demasiado rápido. Bueno fallar fallo en eso y en todo… Tengo que aprender mucho de cocina todavía.

-Bueno cariño, para eso estoy yo, ya lo sabes-le sonrió con el cariño más sincero.

-Sí-le devolvió la sonrisa con la misma sinceridad.

Ron las miró, sentado en la mesa, y no pudo evitar sonreír al ver a las dos mujeres más importantes de su vida tan unidas y felices la una con la otra. Las dejó allí, preparando el postre para la cena de esa noche con casi toda la familia, y se dirigió escaleras arriba a lo que fue su habitación en aquella casa. Subió los últimos escalones con cuidado de no hacer mucho ruido, abrió sigilosamente la puerta y entró en la habitación mientras la cerraba con el mismo cuidado. Se sentó delicadamente en su cama dónde ella dormía, su princesa. Le colocó algunos mechones de pelo detrás de la oreja, y siguió acariciándoselo. Le encantaba su pelo. Era una fusión perfecta entre el pelo de Hermione y el suyo, difícil de peinar pero gracias a su madre conseguía definir los bucles pelirrojos y mantenerlos más o menos ordenados. La pequeña se acomodó más en la cama y acto seguido fue abriendo los ojos muy lentamente. Su mirada azul. Otro de los detalles de Rose que le encantaba a Ron eran sus ojos, una calcomanía exacta de los suyos. La niña al reconocer a su padre sonrió.

-Duerme, todavía es pronto. Aprovecha el tiempo que te deje tu madre…-Rose soltó una pequeña carcajada y siguió el consejo de su padre, volviendo a acomodarse en la cama y cerrando los ojos.

Ron se levantó mirando a su hija y acto seguido ésta abrió los ojos, él la miró confundido y ella puso una de sus pequeñas manos en un lado vacío de la cama. Ron se señaló a él mismo con el dedo índice y ella asintió enérgicamente con la cabeza mientras sonreía. El pelirrojo se tumbó junto a Rose y ambos cerraron los ojos al mismo tiempo.

Una hora más tarde una desesperada Hermione, que no encontraba a su marido por ningún lado para que ayudase con la mesa, apareció en la habitación del pelirrojo. Primero entrecerró los ojos al descubrir a su marido durmiendo, pero cuando se acercó y vio la imagen de los dos pelirrojos durmiendo juntos tan tranquilos no tuvo más remedio que sonreír, taparlos a ambos con una manta y cerrar con mucho cuidado la puerta de la habitación al irse para que ningún sonido alterara sus sueños.

Y se acabó. Ya sabéis, tanto si os ha gustado como si no se aceptan reviews. :)