El amor de un vampiro.


Resumen: AU. S.S/H.G. Un vampiro, líder del grupo. Está en el tejado de una casa… está protegiendo la casa de su amada de los demás vampiros que andan bebiendo la sangre de las personas de aquel pueblo.

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a JK Rowling. A mí solamente me pertenecen mis ideas.

Notas autor: Esta es una historia que escribí para Taller de Lenguaje… espero que les guste…


Los vampiros… un mito según varios, pero una realidad en este pequeño pueblo cercano a Londres. Sus habitantes son continuamente son asesinados por un clan de vampiros. Pero hay uno que nunca participa en estas matanzas. En las noches en que los vampiros atacan, él siempre se queda en el tejado de una casa. Su tez blanca contrasta con sus vestimentas obscuras. Sobre su nariz aguileña, descansan unos ojos negros, que no muestran más que frialdad. Su cabello negro reposa sobre sus hombros.

Los demás vampiros que le ven ahí parado jamás se atreven a adentrase en ese hogar. Ellos saben perfectamente que su alférez, está ahí parado protegiendo la casa de su amada. Su alférez, que está al mando de ese grupo, Severus Snape.

Él siempre desvaría en sus pensamientos. Imaginándose como seria su vida si él hubiese nacido humano. Que ese superávit de vida que se le otorgó es un martirio sin su amada. Su querida Hermione Granger… con esa sonrisa tan dulce que le ha visto en los días cuando esta junto con su madre. Porque él se arriesgo a salir con luz de día aunque eso le pudiese matar… él necesitaba saber cómo se verían esos ojos color miel con alegría en ellos y no con temor. Su cabello castaño a la luz del sol y no escondido por una manta que abriga a la joven del horror que ocurre afuera de su hogar. Aunque su señor le cobro ese día que escapo a ver la joven, dándole un ultimátum, que jamás volviera a salir a plena luz del día.

Siente que su cuerpo le está cobrando el déficit de sangre. Necesita beber de ese líquido que es tan importante para ellos y que mata a los humanos sin ella. Pero aunque sienta que le hace falta, no se moverá de su posición. Tampoco cambiara su fría expresión. Si lo hace, los demás vampiros irán como desquiciados a beber la sangre de su amada… la sangre que más anhela un vampiro, la sangre de una muchacha virgen.

Pensó que para ella, él sería un inicuo. Un ser que arrebataba la vida de las personas que habitaban ese pueblo. Que al ser el líder del grupo, se llenaba de fatuo. Pero no era así… él le amaba y por eso protegía cada noche, que atacaban ese pueblo, el hogar de ella.

La hora límite ya iba llegando y con un silbido, que solamente oían los vampiros, les dio la señal de retirarse del lugar. Estos obedecieron, transformándose en murciélagos y yéndose a su refugio, a dormir.

Severus descendió del tejado y se paro delante de la puerta del hogar. Como era su costumbre iba a dejar un ramo de alhelís en la puerta de la casa. Pero cuando iba a dejarlos, la puerta se abrió lentamente dejando ver a la joven que le robaba el sueño. Se quedo sorprendido, iba a transformarse en murciélago para salir de ahí. Pero la joven le abrazo, susurrando un "gracias" y dejando un leve beso en los labios del vampiro. Él le miro atónito y la chica solamente le sonrío y soltándole un "te amo" se metió en la casa.

Después de un tiempo Severus despertó de sus pensamientos, debía irse pronto o los rayos del sol le matarían. Pero ahora si tenía una meta que cumplir, la joven a la cual amaba le correspondía a sus sentimientos. Por lo cual ahora protegería con más ansias el hogar de su amada.

The end.