TAN SOLO PUEDO AMARTE

POR: KAGOME*INU1982

Cáp. 1: obligada

Después de haber sido obligada a casarse con un rengo, tosco y brusco como era algo normal da la época en el año de 1660. Decidió comenzar su vida de nuevo, volver a su antiguo apellido, por suerte para ella nunca quedo marcada por ese hombre pues a los días de haberse casado él fue ejecutado por los cargos de herejía, y practica de alquimia. Pero bien, eso quedaba en el pasado a el lo habían ejecutado en la plaza central. Y por el momento todo salía bien para ella se alejo de todos y comenzó una nueva vida como campesina nada le faltaba y ella era feliz.

Pues si la vida le sonreía a kagome higurashi.

-kagome, ven-dijo una chica de cabellos castaños al igual que sus ojos-toma algo-

-si, gracias-dijo aceptando

-y en que pensabas-dijo sango.

-pues en lo de siempre-dijo kagome.

-ya deja de pensar en ese rengo, al fin y al cabo ya murió para tu suerte, interesante en algo, o en alguien mas-dijo sango insinuando algo que kagome ya conocía.

-no sueñes así estoy bien, y así me quedare-dijo kagome marchándose de nuevo a sus labores.

Kagome era una chica de tan solo 17 años, dos años atrás estuvo casa, pero con la muerte de este al fin quedo libre. Era una joven muy hermosa tenia unos largos cabellos azabaches, unos calidos y castaños ojos y una hermosa figura nada que envidiarle a una joven de la aristocracia. Nunca hablaba del amor pero sango estaba segura que algún día le llegaría. Kagome era una joven de un gran corazón y eso algún día le seria recompensado.

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Y que pasa con aquel tema-dijo un joven de ojos azules-

Pues kikyo dice que se encargara-dijo un apuesto joven de ojos dorados-

No entiendo tu absurdo gusto por los niños inuyasha-dijo el joven-

Pues mira miroku, a los niños no les veo problema, es mas me gustan; pero quiero que mi padre conozca a su nieto-dijo inuyasha-

Y sabes que chica será-pregunto miroku-

No tengo idea solo espero que no esa una de esas mujeres…-dijo inuyasha asqueado-

Pero si es linda no…-dijo miroku-

Ya cállate y sigamos con el avaluó-dijo inuyasha-

Inuyasha era un hombre de apenas 25 años aunque ya estaba casado, y según el enamorado; era un hombre asediado aun casado, por varias mujeres de la nobleza aun era joven y era demasiado guapo ojos extrañamente dorados, musculoso y torneado cuerpo en fin un verdadero adonis.

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Necesito una joven, linda, joven pero sobretodo necesito que sea…-dijo una mujer de cabellos lisos y negros y unos ojos tan fríos como la misma noche de invierno-

Y por que con esa cualidad-dijo una mujer de unos ojos que ardían de maldad-

Tú solo consíguela, con esas cualidades tú ya sabes para que-dijera marchándose en su carruaje-

Adiós, kikyo-dijo kagura-

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Eran las nueve de una ajetreada mañana en la plaza central, hora en la que todas las personas salían a hacer sus compras de víveres, y allí en estos momentos estaba kagome recorriendo los puestos en busca de los víveres semanales.

Oigan detengan a ese niño-gritaba un tendero-

Oye pequeño a donde vas-dijo kagome al tropezarse con el pequeño-

Señorita déme a ese niño le enseñare a no robar-dijo el tendero-

Kagome sabia bien que podrían llegar a hacerle a ese niño-no señor el viene conmigo, solo me ayuda a hacer las compras-dijo kagome mirando al pequeño que se escondía tras ella-

Entonces me imagino que usted pagara por la manzana que el niño cogio-dijo el hombre con el ceño fruncido-

Claro, tome-dijo entregándole el dinero, para luego pagar al otro hombre-

Iban ambos caminando kagome y el pequeño niño que comía su manzana

¿Cómo te llamas pequeño?-dijo kagome mirándolo-

Shippo-dijo el pequeño de cabellos rojizos, y ojos verdes de un rostro angelical-

Y por que robabas-dijo kagome-eso no esta bien

Eso lo se, pero a veces la necesidad te puede mas-dijo shippo-

-Kagome sintió una pequeña punzada en su corazón-te gustaría venir a mi casa-dijo kagome-claro si no tienes problemas-dijo-

Claro que no-dijo shippo sonriéndole-

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Que te pasa-dijo miroku al ver los ánimos de su amigo-

Argggg, nada-dijo inuyasha-

Nada, por nada no se esta con ese animo de perros-dijo miroku-es por lo del tema de Kikyo-dijo el de ojos azules-

Que crees-dijo inuyasha-

Si te exaspera tanto por que lo haces-dijo miroku-

Por que mi padre quiere un nieto-dijo inuyasha-

Pues que se lo de sesshomaru-dijo miroku-

Por favor sabes que mi hermano, nunca haría algo así, ni si quiera accede a casarse-dijo inuyasha-

Mira tu padre esta fuera del país con sesshomaru, espera al menos un tiempo-dijo miroku-

No se que hacer-dijo inuyasha-

No se tu pero lo que hace Kikyo para mi no esta bien-dijo miroku-

Ni a mi me parece, pero no se por que accedí-dijo inuyasha-

Por que ella es una malvada bruja, y te hechizo-dijo miroku burlón-

Deja de decir tonterías, tal vez me enamore-dijo inuyasha-

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Kagome-la llamo la joven de cabellos castaños-

¿Qué pasa?-dijo kagome saliendo del campo de cultivos-

La señora Kagura quiere verte-dijo la castaña-

Sabes para que-dijo kagome, posándose a su lado-

No pero más vale que te apresures-dijo sango-

Esta bien, ya vuelvo-dijo kagome marchándose-

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Señora Kagura-dijo kagome tocando la puerta desde afuera-

Pasa kagome-dijo la fría voz desde adentro-

Me informaron que desea verme-dijo ella haciendo una profunda inclinación-

Pues si kagome hay alguien que desea verla-dijo la mujer-

Y ¿Quién es?-dijo kagome sin comprender-

Soy yo kagome-dijo la voz de una hermosa pero fría mujer-

Señora Taisho-dijo kagome haciendo una profunda reverencia a la esposa del dueño de las tierras-

Puedes decirme Kikyo-dijo la mujer-Kagura nos dejas a sola.

Claro con permiso-dijo haciendo una reverencia y saliendo-

Te preguntaras kagome para que te busco-dijo kikyo-

Eh, pues si señora Kikyo-dijo kagome con la mirada baja-

Pues simplemente te voy a asignar un nuevo trabajo-dijo Kikyo-

Un nuevo trabajo-dijo kagome sorprendida-

Pues si kagome vas a ser mi nodriza-dijo Kikyo-

¿Nodriza?, señora lo lamento pero yo no he sido nunca antes nodriza, ni madre se me es imposible-dijo kagome-

No me has entendido-dijo Kikyo-serás más bien, como decirlo…una madre sustituta-dijo posando sus ojos sobre Kagome-

¿Qué?, que quiere decir-dijo Kagome entender-

Pues mira Kagome, tú serás la madre sustituta del heredero de los Taisho-dijo Kikyo mirando a Kagome a punto de caer-