Disclaimer Nada me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la historia es Jayeliwood, yo solo hago la traducción.

Edward llego demasiado tarde a Port Ángeles, ahora los dos tendrán que sobrellevar las consecuencias. Reeditado. Edward POV

Nota Traductora: Hola a todos, pues aquí estoy de nuevo con una traducción a los que ya me conocen sabrán que ya había traducido esta historia, cuando la llevaba a la mitad, Jayeliwood empezó a reeditarla, yo continué con la versión original y les prometí que cuando tuviera tiempo haría la edición editada.

También quería traducir dos nuevas historias, desgraciadamente una jamás recibí la respuesta de la autora y la otra, mala suerte para nosotros la autora quiere publicarla. Le deseo la mejor de la suerte y lastima por nosotros que nos vamos a perder ese excelente fic.

Espero que les guste la edición, sigue siendo la misma historia pero yo considero que esta mejor escrita y redactada. Espero que les guste y denle una oportunidad. Por ultimo voy a tratar de subir dos capítulos por semana, si puedo mas con todo gusto lo haré. Gracias por leer.

Última cosa es una historia con contenido adulto (Violación), si te ofende por favor no la leas.

Ale Snape Li

Un Momento Demasiado Tarde (Editado)

Capitulo 1

Me tomo meses darme cuenta que estaba enamorado de Isabella Swan. Desde el primer momento que llego a la escuela me di cuenta que era diferente. No me di cuenta que tan diferente era hasta que se sentó a mi lado en la clase de biología. La odie en ese momento, por que la deseaba demasiado. Tenía un fuerte deseo por su sangre, que huí asustado, como un niño. Fue el cariño de mi familia la razón por la cual regrese. Ella era solo una chica ¿cierto? Se necesito que casi muriera para darme cuenta y el silencio de las siguientes semanas. Empecé a conocer más sobre ella. Y también conocí más cosas sobre mí: estaba totalmente enamorado de ella, y la protegería con mi vida.

Así que esta es la razón por la que estoy recorriendo las calles de este pequeño pueblo, buscándola. No puedo creer que perdí su esencia. Fui tan descuidado. Debí de haber salido del auto y tenerla a mi vista. Pero no quería que me viera tampoco. Entonces pude oír sus pensamientos claros y fuertes. Iban a matarla. Maneje rápidamente en su busca, a través de este pequeño pueblo

"Dios se siente tan bien…"

"No puedo esperar por mi turno…"

"Espero que ya termine, así ya puedo gozar con ella"

"Dios, ve los ojos de la perra. Esta encabronada…"

Gruñí con furia. La esencia de Bella se hacia mas fuerte, pero estaba mezclada con la esencia de otros cuatro. Finalmente di la vuelta en la esquina y ahí estaba, inmovilizada en el suelo de un oscuro callejón. Sus pantalones en sus tobillos; sus pantaletas rasgadas por el suelo. Pise el freno tan fuerte que el Volvo se corcoveo. Estoy sorprendido que no se descompuso con la fuerza que use. Estaba afuera del auto en menos de un segundo, viendo fijamente al hombre que violaba a Bella, tratando de pensar que hacer.

La fuerte esencia de su sangre volando por el aire, pero no era dulce. Estaba sucia, contaminada. Ellos habían contaminado a mi hermoso ángel. Gruñí furioso al enfadado hombre que me miraba. Dos de ellos sacaron unos cuchillos.

Rompí sus cuellos en cuestión de segundos, ni siquiera les di oportunidad de estirar sus brazos. Los inútiles cuchillos cayeron al cemento con un golpe sordo. Quite de un jalón al tipo de cabellos oscuros que estaba sobre Bella, una ola de furia me llenaba. Este fue el que mas la había lastimado. Profanando su cuerpo para su propio placer. Lo hubiera torturado hasta que rogara por la muerte, pero estaba tan furioso, que no podía controlar mi necesidad de destruirlo. Fácilmente arranque su cabeza de sus hombros. El único hombre que quedaba, estaba frente a mi, aterrorizado y temblando. Sus ojos negros abiertos por el terror.

"No me mates…" Grito, su voz temblaba de miedo "Por favor" Me rogó con fuerza

"No" Sujete su cráneo entre mis manos, lo destroce completamente. Cayó al suelo rápidamente, su densa sangre entre mis manos. Pero no tenia tiempo para ansiarla o siquiera notarla. Una nueva emoción cruzaba por mi cuerpo, cuando recordé la razón por la que estaba aquí.

Me deje caer de rodillas junto al cuerpo sucio y sudoroso de Bella. Sus normalmente grandes ojos chocolates estaban abiertos, su cuerpo temblaba con temor. Entraría en shock pronto. "Bella. Bella… contéstame ¿Bella" Le exigía inclinándome sobre ella.

"Edward…" Susurro mi nombre suavemente, antes que sus ojos se cerraran. Gracias a Dios se desmayo. No necesitaba estar despierta para esto. No estaba seguro cuanto dolor tenia, tanto física como mentalmente. Le subí sus pantalones y quite sus pantaletas destrozadas. La acune entre mis brazos. Había pequeñas cortaduras en su piel, la sangre no era tan abrumadora para mí como pensaba. Mi determinación de llevarla al Hospital era más fuerte que mi deseo de sangre. Tenia que llevarla a Carlisle. La puse en el auto y fui a esconder los cuerpos. Tenia que hacer eso antes que nada, incluso si solo tenía la necesidad de irme inmediatamente. Los deje en un basurero cercano, limpie la sangre de mis manos en sus ropas. Disfrutaría quemando sus cuerpos después.

Disfrutaba el manejar rápido, pero nunca antes había acelerado como esta vez. En menos de doce minutos estaba estacionado frente al hospital en el que mi padre trabajaba. No me importaba quien estaba viendo cuando corrí al otro lado del auto. No podia oler a nadie cerca. Bien eso lo haría más fácil.

La acune nuevamente entre mis brazos, lo mas suavemente que pude, manteniéndola lo mas firme posible contra mi pecho. Corrí a más velocidad que la humanamente posible hacia la sala de emergencia. No había nadie ahí, solamente una enfermera que ojeaba una revista de modas, ignorándonos completamente. ¿A eso le llaman servicio? Pensaba para mí. Patee la puerta del pasillo para llevarla a una habitación donde hubiera el equipo para atenderla. La enfermera por fin se acerco corriendo hacia mí

"¿Qué estas haciendo?" corrió hacia mi. Su enojo se desvaneció y su cara se lleno de terror cuando vio a la chica inconciente entre mis brazos. "¿Qué sucedió?"

"¡Ve a traer a mi padre! ¡Trae al Doctor Cullen! ¡Ahora!" La enfermera se detuvo confundida por mis órdenes. No se esperaba que alguien que era considerado casi un niño le ordenara. "¡AHORA!"

Asintió con la cabeza y se giro sobre sus talones. Corrió a la estación de enfermeras, prácticamente tropezando con sus propios pies. Me preguntaba si seria nueva en emergencias. No se veía acostumbrada al pánico. O quizás Forks era un pueblo aburrido. Tomo el teléfono negro y lo acerco a sus temblorosos labios. "Se solicita al doctor Cullen en emergencias. Doctor Cullen repórtese a emergencias"

Acosté a Bella en la camilla de la primera habitación que encontré. Su respiración era suave y profunda, afortunadamente era estable. Cheque su pulso; era lento pero no estaba mal considerando que estaba desmayada. Empecé a revisar los pequeños cortes en su piel. Parecía que estaban por todas partes. Fui al gabinete y tome un pequeño trapo. Fui hacia el lavabo y lo humedecí con agua caliente. Fui hacia ella y no sabia por donde empezar.

Empecé en su cara. Estaba llena de suciedad, sudor y lágrimas. Iba a tener un ojo morado; incluso podía ver el moretón empezando a formarse bajo su piel. Limpie un rastro de mugre en su mejilla inflamada… Me incline lentamente y presione mis labios contra su frente. No estaba despierta todavía, y me sentía a salvo de hacerlo. Ella no sabe lo que siento, pero se lo voy a decir lo más pronto que pueda. No pienso desperdiciar un segundo.

"¿Qué sucedió?" Los pensamientos de Carlisle eran demasiado rápidos para poderlos entender. Su mente estaba prácticamente llena de murmullos de todas las cosas que tenia que hacer, cosas que tenia que revisar.

"La seguí a Port Ángeles. Solamente quería mantenerla vigilada, pero la perdí. Fui tan estúpido. Debí de prestar más atención. Cuando finalmente la encontré esos hombres… esos hombres… ellos…" No me salían las palabras.

Los ojos de Carlisle se abrieron de terror. "¿La violaron?" Yo simplemente asentí, no queriendo decir la palabra. "Esta sangrando ¿Esto no te molesta?" Me dijo en su mente. Podía decir que me obligaría a salir si fuera necesario. La seguridad de ella era lo más importante para el, cosa que me alegraba.

Negué con la cabeza, diciéndole la absoluta verdad. No podía sentir nada además de la tristeza y la furia. Amaba a esta chica y falle protegiéndola. No haría nada para lastimar ni uno de sus perfectos cabellos. "No, estoy bien"

Levante el trapo húmedo hacia su mejilla, iba a limpiar sus lágrimas secas. Solo mirarla me partía el corazón. Quería limpiar todo su dolor. "Detente, necesitamos que la enfermera traiga el kit de violaciones. Cuando acaben podremos limpiarla" Dijo suavemente, temeroso de enojarme. Detuve mi mano y suspire profundamente. Asentí a regañadientes.

"No voy a dejarla" Le dije en un tono violento.

"Lo se…" Suspiro "¿Que se necesita hacer?"

"Cuatro cuerpos en un basurero en Port Ángeles, están en un callejón" Le susurre tan suavemente, que solo el seria capaz de escuchar. No importa su estilo de vida o que perdiera los estribos, no me arrepiento de lo que hice. El no podría enojarse conmigo por lo que hice.

Mi celular vibro en mi pantalón, me sorprendió. Mire el identificador. Alice. ¿Por que no había visto esto? "¿Que?" sisee. La rabia empezaba a llenar mi cuerpo. Mi estomago inservible parecía que se había retorcido boca abajo.

"Me haré cargo de esto. Ya estamos llegando ahí. Lo siento Edward" Alice me susurro suavemente con arrepentimiento en su voz. Me sentía horrible tan rápidamente como me había enojado. Trague la ponzoña de mi boca antes de contestar.

"Gracias Alice" susurre.

"Lo lamento tanto" Me susurro antes de colgarme. Guarde nuevamente el teléfono en mi pantalón. Tome la mano de Bella y la bese, presione su palma contra mi mejilla. Quería tocarla mientras pudiera. Cuando despertara probablemente ella me rechazaría y a todos los hombres. Cuando realmente comprenda que fue lo que le paso.

"Tenemos que llamar a su padre" Carlisle me dijo suavemente "Me esperare hasta que despierte antes de empezar con la inspección. Necesitamos saber que fue lo que vio" Lo siguiente me lo dijo en su mente ¿Lo hiciste frente a ella?"

Simplemente asentí. Esa seria una más de las cosas por las que siempre me arrepentiría de esta noche. No me arrepentía de sus muertes, solamente de haberlo hecho frente a ella. Ella no necesita mas estrés y yo se lo di sin darme cuenta.

"¿Cuántos? ¿Algunohuyo?

Levante mi mano y le enseñe cuatro dedos.

"¿Ella lo vio?"Pregunto con delicadeza.

Me encogí de hombros. No estaba completamente seguro de que fue lo que vio. Esperanzado de que no viera nada. Pero con mi suerte de seguro vio todo. Si seguía de la misma forma que la vez de la camioneta, yo ya sabia la respuesta.

"Averigua que es lo que sabe; Dime cuando este lista. ¿De acuerdo?" Me palmeo el hombro antes de irse y dejarme con mis oscuros pensamientos.

Me arrodille junto a su camilla, sosteniendo su mano entre las mías. Mi mejilla descansaba sobre el colchón. Sus dedos estaban a cinco centímetros de mi nariz. Respire su esencia profundamente, disfrutando su aroma floral. Ella era deliciosa en tantas formas, pero no tenia deseo por su sangre. Simplemente estaba horrorizado por lo que le habían hecho esos hombres. Después de destrozar a esos monstruos que la habían herido, con el monstruo de mi cabeza no habría problema. Quizás podría ser el hombre que ella necesitara.

"Edward…" sus pestañas empezaban a moverse hasta que finalmente se abrieron. Un ojo no lo podía abrir totalmente. La furia contra los hombres regreso nuevamente, pero la contuve recordándome pensar solo en ella.

"¿Bella? ¿Te encuentras bien?" Que pregunta tan estúpida, pero fue lo primero en lo que pensé. Mentalmente me patee, por ser tan insensible. Aunque ella no pareció notarlo.

"No lo se…" Susurro y trato de sentarse. Gruño suavemente y se recostó otra vez. Estaba seguro que estaba adolorida. Miro su pequeña mano entre la mía y me apretó suavemente los dedos. Sonreí con su gesto, pero en mi mente me pregunte por cuanto tiempo duraría. "Gracias"

La mire sorprendido "¿Por qué?"

"Por salvar mi vida… otra vez" Apretó de nuevo mi mano. Me pregunto si mi helada y dura piel la molestaba. Aunque no parecía que a ella le importara.

"¿Qué es lo que recuerdas?" Le susurre mirándola directamente a sus bellos ojos chocolates. Esta vez no lo iba a ocultar o a negarlo. No como con la camioneta. Todo era completamente diferente esta vez.

"Todo" Murmuro suavemente, su mirada no dejaba la mía.

"Oh…" Dije levantándome sobre mis talones. No sabía que decir o que haría ella.

"Gracias" Susurro nuevamente. Presione mis labios sobre su mano. Ella sonrió completamente sin sorprenderse por mi acción, o mi piel. Estaba nadando en aguas poco profundas, para probarla que tanto toleraba.

"Lo siento" Le dije acariciando su mano.

"Eres mi héroe" Dijo con una brillante sonrisa "No te preocupes no diré nada de lo que hiciste. No te preocupes. Igual que la última vez. Solamente diré que recuerdo al hombre y que me desmaye. Me desperté cuando me encontraste y me volví a desmayar. Y ya me desperté aquí. ¿Esta bien? ¿Hay algo mas que tenga que añadir?"

"Así esta bien" Lleve su mano a mi nariz, presionándola suavemente contra mis labios. Sonrió. Yo estaba contento que pareciera no importarle y disfrutara del contacto. No pude evitar sonreírle. Me tense al recordar que necesitaban hacer. "Van a checarte para reunir la evidencia"

"Lo se" Susurro "Mi papa es policía ¿Lo recuerdas?"

"Oh, si, por supuesto" Mire hacia nuestras manos unidas, no muy seguro de que hacer o decir.

"Todo esta bien. Estaré bien. No te preocupes" Recostó su cabeza contra la almohada y cerro los ojos por un momento. Los volvió a abrir, fijo su vista en la mía, su expresión era estoica.

"Estas terriblemente calmada con todo esto" Le dije, deseando sentirme tan calmado como ella parecía estar. Sentía como si un tornado hubiera golpeado en mi cabeza, mezclando todas mis emociones y mis pensamientos.

"Me siento segura cerca de ti" susurro y cerro de nuevo sus ojos. Se veía exhausta, no es que la culpara. Sabía que no se desmayaría otra vez, afortunadamente.

Apenas unas horas antes hubiera estado horrorizado por estas palabras. Debería estarlo en este momento. Yo era igual de monstruo que esos hombres. Pero ¿realmente lo era? Yo jamás le hubiera hecho eso a Bella. Nunca la lastimaría de esa forma. Ella estaba a salvo conmigo. La amaba demasiado como para lastimarla.

"Te mantendré a salvo" Le dije honestamente y apreté su mano suavemente.

"Gracias Edward"

Carlisle casi tuvo que arrástrame afuera de la habitación cuando la enfermera de asaltos sexuales entro. Quería sostener a Bella entre mis brazos para asegurarme de que estuviera bien. Me quede afuera de la habitación escuchando a la enfermera cuando supuestamente le hablaba tratando de calmarla. Podía escuchar sus lagrimas cuando caían por sus mejillas, incluso con la puerta de por medio. Me tomo toda mi fuerza de voluntad el no entrar y llevármela lejos. Lejos de aquí, lejos de todo.

Escuche los pensamientos de Charlie incluso antes de verlo. "Oh por Dios, oh por Dios, mi Isabella. Oh por Dios, mi bebe"

En el momento que me vio recargado contra la pared junto a la puerta se quedo estático. Me enderece y aclare mi garganta antes de hablar. "Jefe Swan"

"¿Eres el chico Cullen? ¿Eres el que encontró a Bella?" Su voz era débil, como si hubiera estado llorando en el auto cuando venia. No tenia dudas de que así fue. Yo lo hubiera hecho si fuera mi hija.

"Si señor" No podía verlo a los ojos. La vergüenza me llenaba. Debí de estar prestando más atención. Debí de estar haciendo lo que se supone que haría. No le falle solamente a ella, si no a el también.

"Gracias" Susurro, bajo su mira hacia sus enormes pies. "¿Qué sucedió?"

"Estaba dando una vuelta en Port Ángeles. Solamente estaba conduciendo… y entonces vi a los hombres rodeándola. Se detuvieron cuando vieron mi auto. Supongo que huyeron" Decía mentiras fácilmente, pero esta estaba mezclada con un poco de verdad. "Vi a Bella tendida en el suelo. Ella estaba temblando y sangrando. Nunca había estado tan asustado en mi vida. La levante y la traje al hospital tan pronto como pude. Si ella muere…" Las palabras salieron de mi boca antes que de que pudiera detenerlas. La verdad parecía que me abofeteo con fuerza.

Mi arrebato de emociones tomo a Charlie por sorpresa y su mano firme me sujeto del hombro "¿Te encuentras bien?" Asentí rápidamente y me aleje. Nunca había hecho esto antes. Nunca me había sentido de esta forma, y no estaba seguro de como manejarlo.

"Ah están haciendo algo con una especie de kit. De seguro ya casi acaban" Le dije aun sin encararlo.

"Aja, lo se…" Dijo quedamente, pero podía escuchar su mente. "Me pregunto ¿que estaba haciendo el ahí…?"

Decidí que este era un buen momento para hacer un poco de daño a mi control. Tome un fuerte respiro. "Todo lo que quería era comprar un buen libro. Entonces me perdí… si no lo hubiera hecho… ellos la hubieran…" continué "Desearía poder haberla protegido" Susurre suavemente.

"Edward suenas como si te preocuparas mucho por Bella" Puso su mano en mi hombro, me dio unos golpecitos antes de retirarla.

"Es una chica excelente. Somos compañeros de laboratorio. No podría haber pedido a una mejor. No se que es lo que voy a hacer mañana si ella no regresa" Ninguna de las palabras eran mentiras.

"Suena como si estuviera enamorado de ella" Pensó. No estaba equivocado, pero era algo más fuerte que eso. En eso la enfermera salio, sosteniendo varias cosas. Bolsas, frascos, botes y varios viales llenos de la sangre de Bella.

"¿Usted es el hombre con el que hable por teléfono? ¿Usted es el padre de Isabella?" Miro a Charlie.

"Si" Dijo simplemente, no tenia la suficiente energía para decir nada más. Sentía el peso de sus cuarenta y algo de años

"Ella tiene varias cortadas profundas. Va a tener muchos moretones. Pudimos extraer varias muestras. Esperemos que con eso podamos atrapar a los hombres que le hicieron esto. No tiene ningún hueso roto o ningún sangrado interno. Vamos a dejarla internada por esta noche para vigilarla en caso de suicidio. Vamos a mandarle mañana a un consejero después de que el doctor Cullen termine con ella. No se preocupe jefe Swan ella estará bien."

"Gracias" Murmuro "Oh por Dios… oh por Dios… oh por Dios…"

Yo asentí con la cabeza y el Jefe me vio con confusión. Se preguntaba realmente que clase de relación teníamos, si acaso le escondíamos algo. Me encogí de hombros y cruce mis brazos mientras entraba a la habitación. El rápidamente me siguió.

"Hola hija…" Empezó a hablar pero se detuvo abruptamente cuando la vio. El ojo de Bella estaba casi completamente cerrado por la hinchazón. Había varios cortes por todo su cuerpo, algunos más profundos que otros, pero todos estaban expuestos por la bata de hospital que traía puesta. Finalmente las palabras que tanto repitió en su cabeza salieron por sus labios. "Oh por Dios"

"Hola papa…" Le dijo con una pequeña sonrisa, un corte en sus perfectos labios.

"Oh cariño. Lo siento" Empezó a llorar sin que lo avergonzara. Pensaba como un oficial de policía pudo permitir que esto le sucediera a su hija. Se sentía menos hombre y peor padre.

"Esta bien papa, no llores. Estaré bien" Murmuro y se ruborizo un poco. Podía decir que ella no sabia que hacer al ver a su padre así. No sabía como reaccionar.

"Pondremos a los bastardos frente a la justicia. ¿Me entiendes?" Dijo lloriqueando. Se tallo los ojos con la mano.

"No lo dudo papa" Sus ojos buscaron mi mirada y me sonrió un poco. No estaba seguro de cómo reaccionar pero también le sonreí.

Estaba tan feliz de que mi padre decidiera entrar. No estaba seguro si escucho todo cuando venia por el corredor. Entro cargando una charola con varios instrumentos para poderla curar.

"Muy bien, tienes varias cortadas que necesitan puntadas. No te preocupes, te anestesiare para que no sientas nada" Tomo una pequeña jeringa mientras le decía a Bella el típico discurso medico. Sus ojos se pusieron vidriosos cuando vio la jeringa, volteo a verme y se calmo un poco…

Ambos padres me miraron, esperando mi reacción. Me arrodille junto a su cama y sostuve sus mano entre las mías. "No te preocupes por la jeringa. Solamente mírame. Todo va a estar bien. Te prometo que yo te protegeré" Le susurre un poco mas fuerte. Ella me sonrió pero hizo una mueca cuando la jeringa atravesó su piel en varias partes de su cuerpo. Gimoteo cuando la aguja penetro su mejilla. La calme con la voz y le apreté la mano para llamar su atención.

"Los lugares donde la inyecte, están sangrando. ¿Necesitassalirte?" Carlisle me pregunto en su mente, sus ojos jamás se apartaron de su trabajo.

"Esta bien; Estoy aquí contigo" Le susurre a Bella, pero Carlisle sabia que estaba dirigido a el y eso fue lo que yo pretendía.

"Quédate conmigo" Bella susurro y unas lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas. En ese momento sonaba tan débil que no podía decirle no.

"Bells, yo creo que no es buena idea. Estoy seguro que Edward esta cansado y tampoco ha sido el mejor día para el" Charlie murmuro. Podría decir que el no se sentía cómodo de tenerme ahí, pero estoy seguro de que si Bella hacia un poco de presión se saldría con la suya. Bella también parecía saberlo.

"Me quedare tanto como tu quieras" Le dije mirándola directamente a sus ojos.

"Quédate" Bella insistió.

Charlie suspiro profundamente, sintiéndose frustrado y se sentó en la silla del otro lado de la habitación. Sus pensamientos regresaron al "Oh por Dios". No sabia como lidiar con algo como esto sobre todo cuando se refería a su propia hija.

Las manos de Carlisle fueron rápidas y gentiles. Estaba sorprendido de ver que tan rápido cosió su piel, trabajando con la rapidez y la destreza de mas de ciento cincuenta años de practica. Su mirada jamás se alejo de mí mientras trabajaba. De vez en cuando Bella mordía su labio cuando la aguja la atravesaba.

"¿Realmente amas a esta chica?" Me pregunto. No estaba juzgando o siendo grosero. Era simplemente una pregunta. Sabía que si no quería contestar no tendría que hacerlo.

Yo simplemente asentí con la cabeza. El me sonrió, sus ojos brillaron. Simplemente estaba feliz de que yo encontrara a alguien con quien quisiera estar. "Te puedo decir que ella es una chica muy dulce. Y mientras tu seas feliz hijo" Con eso termino y regreso los instrumentos a la charola.

"Gracias papa" Le sonreí. Bella finalmente volteo y lo miro. Ella le sonrió un poco, por que su mejilla estaba anestesiada. Hacia que se viera un poco asimétrico. Por lo que sabía no era algo muy agradable el estar anestesiado.

"Bella voy a darte algunos medicamentos para el dolor, una dosis pequeña para ayudarte con los golpes. También quiero ofrecerte la opción de darte algo para dormir" Puso su mano sobre la de ella. "Puedes tomarla si lo deseas. No te obligare"

"Quiero la medicina para el dolor, pero por favor no quiero nada para dormir" Miro hacia Carlisle y el solamente asintió como si pensara lo mismo.

"Por favor llama a la enfermera si cambias de parecer. Voy a dejarte la noche y en la mañana alguien mas vendrá para hablar contigo"

"Gracias doctor Cullen" Mi padre salio no sin antes lanzarme una mirada significativa, básicamente diciéndome que hablaríamos mas tarde.

Bella regreso su mirada hacia mi otra vez. "Papi ¿Podrías hacer algo por mi?" Levanto su cabeza un poco y pestañeo dulcemente hacia el.

"Lo que quieras hija" Instantáneamente se levanto de la silla y se acerco a ella. Se sentía nervioso en el hospital y quería hacer algo para calmar sus temblorosas manos.

"Estoy hambrienta. ¿Podrías traerme una hamburguesa?" Sonrió y un lado de su boca subió más que el otro. Su ojo ileso mostró unas pequeñas líneas. Podría decir que estaba mintiendo, incluso aunque no lo necesitaba.

El rió y tomo un fuerte respiro. Su petición no era algo que el se imaginara, pero estaba agradecido que fuera algo fácil. Miro a su reloj; eran las nueve, así que todavía estaría abierto. "Si claro ¿Qué es lo que quieres?"

"Quiero una hamburguesa con queso y pepinillos extras, mayonesa y catsup. Quiero las papas fritas más grandes que te encuentres. También quiero una malteada de chocolate. No te olvides de los sobres de catsup, por favor" El la escuchaba hablar rápidamente y arrugo la nariz.

Resoplo "Será mejor que lo escriba" Charlie rápidamente escribió la orden en una hoja del hospital. Indeciso me volteo a ver. "¿Qué es lo que tu quieres Edward?"

"Nada señor. Gracias por preguntar" Le dije educadamente

"¿Estas bien Bella?" Doblo el pedazo de papel y lo guardo en su pantalón.

"Si papa. Como dije estoy hambrienta. Además Edward estará aquí conmigo" Su agarre se intensifico cuando menciono mi nombre.

"Regresare pronto. Te lo prometo" Y con eso salio de la habitación.

"Nunca te he visto comer tanto" Le dije sonriendo un poco.

"Y yo nunca te he visto comer nada" susurro "Eso lo mantendrá ocupado por un tiempo" Señalo hacia la puerta.

La enfermera entro e interrumpió nuestra pequeña plática. Le entrego a Bella dos pastillas redondas que yo las conocía como Lortab cinco, y un pequeño vaso con agua. Bella se las paso sin discutir. Después que la enfermera le dijo que llamara si necesitaba cualquier cosa, cerro la puerta tras de ella con un golpe sordo.

Bella se sentó lentamente, acomodándose en la cama. "Muy bien ahora estamos solos… ¿Qué demonios eres?"

Continuara…

Bueno aquí esta el primer capitulo, espero que les gustara, no cambio mucho, pero tiene mas detalles así serán todos los capítulos. Gracias por leer y nos vemos la próxima.

Ale Snape Li :)