Disclaimmer: Los personajes pertenecen a la Sra. Meyer, yo solo soy dueña de la trama.

Summary: Una brigada, un robo, todo sale mal, hay muertes, encarcelados y huidas. 18 años pasan y hay alguien dispuesto a cobrar venganza…. ¿Por donde empezar? Sus hijas. ¿Qué pasa si los secuestradores se enamoran de las victimas? 26, 15, 27 y 25. 45.

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Isabella's. prov.

-¡Alice como exageras!- dije riéndome.

-¡Ey! No exagero, no todos los días me graduó de la secundaria-

-Esta bien, estaré allá-

-¡Así me gusta! A las ocho en punto, y trae a mi hermosa niña- dijo y colgó.

Tenia que ser Alice. Hoy mi ya no tan pequeña hermana se graduaba de la secundaria, y siendo como es, quería festejarlo en grande y había organizado una fiesta en casa de mis padres.

Han pasado ya nueve años desde que me case con Edward, y mi amor por el sigue igual, si no es que ha aumentado. Nuestra luna de miel fue hermosa, me llevo a las islas Bora Bora. Ahí nos pasamos casi todo un mes, a comparación de Rosalie que tuvo una luna de miel de casi cuatro meses y medio.

Estacione el auto enfrente de nuestro departamento. Después de vivir medio año en el departamento de Edward, decidimos que era hora de vivir aparte y compramos uno en el centro de Phoenix, mas moderno y mas grande, y le dejamos el otro a Jane y Alec.

Abrí la puerta del piloto y a como pude logre bajarme sin golpearme ni tirar nada. Me tambalee hasta la entrada y toque el timbre, como siempre, había olvidado mis llaves. Me recosté en la pared a esperar a que bajara Marie, el ama de llaves, a abrirme. Digamos que la enorme panza de cinco meses me cansaba demasiado.

Si, tenía cinco meses de embarazos y pronto daría a luz a mi segundo bebe. Según los estudios seria niño y lo llamaríamos Anthony, como el segundo nombre de mi Edward.

-¡Mami! ¡Mami!- escuche los grititos de mi hija.

La puerta se abrió y sentí un bultito agarrarse de mi pierna. Baje la mirada y me encontré con el cobrizo cabello de Vale, mi primera hijita de seis añitos.

-Mi niña ¿Cómo estas?- dije tomando su manita. Con la panza no podía cargarla.

Marie la cargo y le pude dar un besito en su siempre roja mejilla. Valeria era una hermosura. La habíamos concedido dos años después de habernos casado, la noticia fue todo un milagro, ya que en esos tres años habíamos intentado mas de mil veces que quedara embarazada, y nada. Habíamos recurrido a doctores y estos daban a entender que yo no podía dar hijos. Pero que equivocados estaban.

-¡Bien!- chillo dando saltitos.

Con ayuda de Marie subí hasta el último piso, donde estaba nuestro departamento. Deje todo en la entrada y me deje caer en el sillón con Vale a mi lado.

Valeria tenia el cabello cobrizo como Edward, sus ojos eran entre achocolatados y miel, como una combinación de ambos. Había heredado la hiperactividad de Alice y el fuerte temperamento de Jane, por suerte, no había heredado mi torpeza, solo mi sonrojo.

-Cariño, tendremos que arreglarnos, hoy tía Alice dará una fiesta- dije acariciando sus cabellos, ella rodó los ojos. Para tener cuatro años era muy inteligente.

-Ay, esa mi tía, solo dando fiestas y fiestas- dijo con su vocecita de soprano, mientras negaba lento con la cabeza. Solo reí.

Tome su manito y la llave hasta su cuarto para cambiarla y todo eso. Estaba por abrir su closet cuando vi una bolsa en su cama. La abrí y vi una vestidito con todo y accesorios. "Alice" pensé al instante.

-Vamos, Vale a bañarte- canturreé llenando la bañera. Escuche la risita de mi hija y sus pasitos.

Valeria amaba el agua. Yo creo que su primera palabra fue esa. Cheque que el agua tuviera una temperatura ambiente y salí a buscarla. No estaba en el cuarto. Estaba por llamarla cuando entro solo en calzoncito y con su salvavidas de pato en su cintura.

-Dije "bañarte" no "nadar"- dije cargándola y llevándola a la bañera.

Estaba bañándola mientras ella solo jugaba y reía. Mi pequeña era una niña muy risueña, siempre se estaba riendo. Estaba quitándole el shampoo cuando sentí unas manos alrededor de mi cintura, y un beso en mi cuello.

-Hola, mis amores- dijo. Me voltee y plante un beso en sus labios.

-¡Wuackala!- escuchamos decir nuestra hermosa niña.

Reímos y Edward despeino sus cabellos. Se agacho a la altura de mi gran estomago y le di un besito.

-Hola, campeón- dijo acariciando mi panza. Sentí una suave patadita.

-Le gusta que le hables- dije poniendo mi mano sobre la de el.

Sonreímos. Momentos como estos eran los que recordaría siempre. Termine de bañar a Valerita y la empecé a vestir con el vestidito azul que me había dejado Alice.

-¿A dónde vas tan guapa, muñeca?- dijo Edward cargando a su hija.

-A ota fiesta de mi tía Allie- dijo dando palmaditas con sus manos.

-¿Qué tal si no vamos y nos quedamos a comer chocolates?- le dijo como si fuera un secreto.

-¡Edward! No le metas ideas, mejor vete arreglar- dije pegándole en el brazo juguetonamente.

-Si, mi comandanta- dijo haciendo un saludo militar. Nos dio un beso en la mejilla y se fue.

Termine de peinar a Vale con dos colitas y la deje en la sala viendo 'El rey león 2' con Mary y me fui a mi cuarto a arreglarme. Cuando entre vi a Edward poniéndose la camisa de color blanca con rayas azules.

Me sonrió cuando me vio entrar. Tome la bolsa que había en mi cama, cortesía de Alice y me puse lo que había en su interior. Un pantalón negro y una blusa azul marina. Mi querida hermanita había desarrollado un gran gusto por la moda.

-Sabes cuanto me gusta ese color en ti- dijo mi esposo tomándome de la cintura.

-Creo que Alice lo sabe muy bien. Ella escoge mi ropa-

-Tendré que agradecerle luego- dijo besando lento mis labios.

-Vamos, o Alice nos matara- dije tomando su mano mientras el hacia un puchero.

Le dije a Mary que regresaríamos al rato y sali del departamento con mi familia. Subimos a Vale al reluciente y amado volvo plateado de mi esposo.. Este auto se lo había comprado cuando lo subieron de puesto en el banco.

El camino estuvo lleno de la risa de campanitas de nuestra niña. Edward tenia una grave obsesión de hacerla reír cada cinco minutos, según el por que le recordaba mi risa, aunque no le encontraba nada de parecido. La de mi Vale era linda.

Llegamos a la casa de mis padres, donde seguía viviendo Alice, y nos estacionamos atrás del gran jeep rojo de Emmett. La casa estaba adornada con globos rosados y azules, ya que la fiesta seria de Jasper y Alice. La música retumbaba por todos lados, no dudaba que los vecino llegaran a reclamar.

Edward me ayudo a bajar y cargo a Valeria mientras le hacia cosquillas para que riera. Edward si estaba loco. Lo bueno era que estaba loco de amor por Vale y por mi, eso me encantaba.

-¡¡Bella, Edward, Vale!!- grito Alice cuando nos vio.

-Hola, pequeña- dije dándole un beso en la frente. Ella me miro indignada.

-No estoy tan pequeña, barrigoncita- dijo con burla.

-Sabes que es por el embarazo-

- Mas bien, por ser golosa. ¡Edward, préstame a mi querida sobrina!- dijo cuando la mire con odio, actuado claro.

-Claro, enana- dijo dejando a Vale en brazos de mi hermana menor.

-No los hubiese invitado- refunfuño antes de decirle algo a Vale sobre unos amigos y se perdieran en la multitud.

Mi hija estaba extremadamente pegada con Alice, bueno, mas bien con toda la familia. Se veía que los quería a todos por igual, y claro, ellos la querían del mismo modo.

Edward tomo mi mano y me empezó a guiar con cuidado entre los adolescentes, cuidando de que no golpearan mi estomago. A lo lejos, en un tipo de salita estaba el resto de la familia.

-Hola a todos- dije saludando a cada uno como es debido, un beso en la mejilla y un gran abrazo.

-¡Tia Bella!- chillo Ethan; hijo de Rosalie.

-Hola, Ethan- dije besando sus cabellos. El rió y corrió a brazos de Emmett, ese niño era un amor.

-Asi que ya vas por el segundo, Bella- dijo Rose sonriendo y viendo mi estomago.

-Y tu por el cuarto, hermanita- respondí siguiéndole el juego. Rose se sonrojo.

Rosalie también estaba embarazada, con los mismos meses que yo, nada mas que no era su segundo embarazo si no el tercero. Rose, a comparación mía, quedo embarazada un año después de nuestro matrimonio. En ese primer embarazo tuvo gemelitos. Max y Alex de ocho años de edad. Esos pequeños no parecían para nada gemelos.

Maximiliano era el mas pequeño por tres segundos, igual era un poquito mas bajo que su hermano. Max tenia el cabello medio lacio y de color negro, como el de Emmett, su piel era pálida, tenia las facciones de Rose y unos ojos grandes y azules. En personalidad, era un niño tímido, sepa dios de donde saco eso, muy risueño y se preocupaba por su salud, este pequeño no te comía nada de golosinas. Ojala y así me hubiese salido Vale, quien tragaba golosinas como quien sabe que.

Alejandro era por obvio, el mayor. Tenia el pelo chino y rubio castaño, sus facciones eran idénticas a la de Rose y sus ojos eran azules, como los de su hermano. En personalidad, Alex era muy gracioso y para nada tímido, idéntico al padre. Amaba la comida chatarra y el deporte, a comparación de su hermano que le gustaba mas las artes. Y por supuesto, era muy gritón como Emmett, parecían que estaban sordos. Pero aun así, los dos era un encanto.

En su segundo embarazo nació un pequeño hombrecito igual. El pequeño Ethan que tenia cinco años. Ethan era la viva imagen de Emmett, el mismo cabello chino y de color negro, los mismos ojos, las facciones, todo. Ethan era un niño muy risueño y alegre, todo el tiempo andaba brincando y abrazando a la gente.

Edward se sentó en un silloncito y me puso sobre sus piernas. Quien sabe como aguantaba tanto peso, pero según el era tan liviana como una pluma, cosa que ni el se creía. La platica empezó alegremente. Los hombres platicaban sobre una cosa del trabajo y nosotras de cómo iban la empresa de Rosalie.

Rosalie y yo habíamos seguido con nuestro estudios. Yo ingrese a la universidad de aquí de Phoenix y estudie literatura inglesa. Mi hermana quería continuar pero debido a su embarazo no pudo terminar su carrera de relaciones internacionales, cuando los gemelos nacieron y Emmett fue puesto como gerente de una de las áreas del banco, puso una no tan pequeña boutique en el centro de Phoenix, que atiende junto con Jane y algunas veces Alice. La verdad le va muy bien.

En ese instante, llego Jane agarrada de la mano de su comprometido, Felix Katzenbach. Jane hizo algunos comentarios sarcásticos acerca de mi embarazo, algo así como "si que eres golosa, Bella" y la verdad no las entiendo, Rose va por el tercer embarazo y me llaman a mi golosa. ¡jum!.

Seguimos platicando amenamente sobre nuestras vidas. Jane nos platico acerca de los preparativos de su boda para el siguiente mes. Por supuesto, Edward interrumpió para amenazar a Felix, lo entendía, era su hermana pequeña, yo me pondría así si alguien hiriera a Alice, por suerte, sabia que Jasper seria incapaz de eso.

-Vamos a bailar- dijo Edward cuando empezó a sonar una canción lenta.

Lo mire como si tuviera tres ojos.

-Amor, si antes contrabajo y podía, quieres que con esta panza baile?-

-Si. Vamos, mi Princesa- tramposo. Sabia que con esa sonrisa y ese apodo no podría negarme.

Suspire y me levante de sus piernas. Escuche como suspiro de alivio. "cabezota" pensé.

Me tomo de la cintura y empezó a guiarme hacia la pista. Como siempre, el guió el baile. Repose mi cabeza en su hermoso pecho y me deje llevar por la música.

A lo lejos vi a Emmett y a Rose 'bailando' con sus tres pequeños. En sus ojos podía ver la dicha y felicidad. A unos metros de ellos, estaban mis padres, abrazados y viendo a sus nietos bailar. Un poco mas cerca de nosotros, Jane y Alice con sus respectivas parejas. Y muy alejados, Alec cargando a mi pequeño milagro y bailando con ella.

Sonreí y deje que unas lagrimas de felicidad se resbalaran por mis mejillas. Edward beso mis cabellos y susurro un 'te amo' al que yo respondí.

En estos momentos, le agradecía con toda mi alma a Carlisle y a su sed de venganza, ya que sin el, nunca hubiese conocido al amor de mi vida, ni hubiese podido tener una hija maravillosa como lo es Valeria, ni tampoco hubiese conocido ni a Emmett, ni a Jane, ni a Alec, mas bien, sin Carlisle yo no tuviera nada, y estoy casi segura que ninguna de mis hermanas. Y cada vez estoy mas segura que a el le debo toda mi vida …

Por que su nombre era venganza … y me dio la felicidad plena.

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¡Ay dios! No puede ser! Ahora si el final definitivo!!.

Waa!! Ahora si llorare! Chicas, en verdad que las amo!. Mil gracias por las que me apoyaron en toda la historia. ¡¡Gracias!!.

LES DESEO UNA MUY, MUY FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO!!! =)

NENAS, LAS AMO Y LAS VOY A EXTRAÑAS! EN ESTE HISTORIA XD

ESPERO VERLAS EN LAS OTRAS!!

Hasta muy pronto!.

Las kiere.

-*- Eztrella fugaz al amanecer-*-