Labios Compartidos

Summary: "Nos encontramos. Aún lo recuerdo y me parece increíble el cómo terminamos de nuestros problemas. Él no te quiere, y ella no me ama. Pero, igual. No habrá manera de separarnos… o al menos eso creí."

Disclaimer: Digimon 01, 02 y Tamers, con todos sus personajes, no me pertenecen, ya que tengo entendido que los derechos van para Toei Animation y Akiyoshi Hongo. La historia acá presente (inspirada en parte gracias a una canción) sí es mía. Aclaro que no quise crear OC´s (personajes de mi creación) en el proceso, para poder darle el merecido protagonismo a los personajes de la franquicia.

ADVERTENCIAS: Lenguaje no apto para menores de 14 años. A medida que avancemos en los capítulos, esta historia incluirá escenas lime/lemmon, y cronológicamente está ambientado después de Digimon 02. Sin contar con el epílogo, por supuesto.

Notas de Autora: Evidentemente ha ocurrido un milagro en esta Semana Santa, ¿verdad? :D Lo sé, ni yo me lo creo, pero bueno XD La verdad, quiero agradecerles por todo su apoyo, sus palabras y hasta amenazas por terminar esta historia xD Me ha costado mucho, pero literalmente me obligué entre el jueves y ayer para terminar de escribir este cap y subirlo lo más pronto posible (Eso sí, no conté con que el internet no estuviera de mi parte en esta ocasión, y pues, tuve bastante problemas para subir este cap, pero finalmente ya está con nosotros, coño xD)

...Lamento tantísimo la demora. No tengo excusas para mi ausencia, y no me molestaré en crearlas. Honestamente, no sabía como continuar mi propio fic y fue por esto que seguí escribiendo, pero en otros fandoms. Con el pasar de los meses y años, me llegaron sus reviews... y realmente me daba cosita dejarlos así, y más cuando estoy viviendo algo parecido con otras lecturas que sigo. Así que sí, tranquilos, sé lo que se siente x,D Quiero agradecer irónicamente a la página Es de Fanfics por sus memazos que alegran más la vida, por sus sutiles recordatorios de continuar con mis fics en hiatus, y también agradezco las diversas "Confesiones" que al final me inspiraron bastante para lograrlo.

Más de una vez no supe exactamente qué hacer con la historia, porque el rumbo de la misma no me cuadraba y la cosa. Hasta que llegué a la siguiente decisión: no, no voy a borrar el fanfic. Pero para continuarlo como quiero y como se debe, necesito que todo esté en orden primero. Y fue por eso que empecé a remodelar "Labios Compartidos" (: Es decir, estoy re-editándolo desde cerp, corrigiendo los horrores ortográficos/gramaticales, sustituyendo el guión por la raya… y pare de contar. Si revisan el primer capítulo, por ejemplo, notarán la diferencia, jajaja. Claro que aún me falta editar otros caps, pero trataré de ir a un ritmo estable, para no agotarme tanto, que se supone que estoy de vacaciones :v Pero sí, quiero terminar la edición lo más pronto posible. Por respeto a ustedes y a mí, no he publicado más cosas Michis de los que me he permitido hasta leer un final aquí.

Con re-escribir esta historia, Me estoy haciendo un favor a mí, para ustedes y para los futuros lectores que encuentren este fic. Les confieso que literalmente tuve que re-leer los nueve capítulos para acordarme de ciertos detalles, en dónde lo dejé, qué le falta para terminar… y así. Realmente ayudó mucho. ¿Recuerdan que hace capítulos atrás les comentaba la idea de subir un POV de Matt, o de Sora? Bueno, pues no creo que se vaya a dar. Porque no lo veo tan necesario.

Verán, la cosa es que desde un principio, la historia iba a ser contada por Tai y Mimi (principalmente por Tai, pero a lo último me decidí por Mimi también), y pues, les recuerdo que es la primera vez que escribo una historia en Primera Persona con dos personajes casi que completamente opuestos, pero que hacen lo posible por convivir y tolerarse el uno al otro, pese a sus principales diferencias.

En fin, que me estoy extendiendo mucho, qué mala maña la mía xD Ya respondí sus hermosos reviews por PM, así que abajo están las respuestas de los reviews anónimos (cabe destacar que siempre respondo los "Guests" por orden de llegada, para evitar confusión)


Respuesta a Guests/Personitas sin cuenta:

MIKAOTAKU:¡Holaa! :D Jajaja XD Me dio mucha cosita y me reí de buena manera por tus palabras, ¡gracias! Realmente significa mucho para mí que hoy en día todavía tengas interés en la historia, je. Por mucho que me ha costado (y me sigue costando en mis otros fics, no lo niego), no quiero dejar de actualizar porque no me veo dejando una historia abandonada ): Es feíta la sensación, no quiero eso en mi Expendiente Fanfiction, jajaja. Así que bueno, muchísimas gracias por tu apoyo (:

Guest: ¡Hola, gracias por comentar! :D De verdad no sabes cuánto me alegra que le hayas dado una oportunidad a esta historia sin estar terminada, ¡este año si Dios quiere leeremos el final! (L) Un abrazo.

Guest: En verdad me dio risa tu comentario, en el buen sentido. Aunque no sabía si sentirme amenazada o halagada por tu comentario, jajaja. ¿Sabes? Está muy genial que demuestres tu aprecio por una historia que te guste, pero no está bien que presiones de forma /: Aparte que la historia no es tuya, una cosa es hacer una adaptación, y pues, si llegas a realizar lo que escribiste hace tiempo, eso se consideraría plagio. Espero que estés muy bien, no sé si hoy en día tengas cuenta, pero espero que puedas leer este capítulo y saber que sí, lo continuaré. Muchísimas gracias por leer.

Hisato:Estoy trabajando en eso, cariño. ¡Gracias por leer, y comentar! :D Espero que la estés pasando increíble en Semana Santa, un abrazo.

Ezequielsuper12:Aww, ¡muchísimas gracias por tus palabras! :D Qué bien que te guste el lemmon, porque me di cuenta hace años que me cuesta escribir Michi sin lemmon, jajaja xD Oye, yo también hago eso de buscar/descargar las canciones que aparecen en ciertos fics, ¡qué genial! Y claro que te respondo, aunque normalmente lo hago al momento de actualizar (con los Guests, si tienes cuenta, respondo PM´s), así que aquí sí se te quiere bastante, Ezequiel ;3 Espero que estés muy bien, abrazos.

Marifer Potosme: ¡Hola, nena hermosa! ¡Gracias por tus palabras! :D Jajajaj pues te diré que cuando leí tu teoría, me reí, porque ha sido la más acertada, hasta ahora xD Pero no, no será así xP Ya veremos qué ocurre n.n Espero estés muy bien, y que puedas disfrutar este cap!

PD. Por si las dudas, en este capítulo tenemos únicamente a Tai como narrador.


Cap. 10 Distancia

(Tai)

Suspiré por enésima vez, perdiendo ya la cuenta mientras maldecía nuevamente al profesor de matemáticas.

Un examen. Teníamos un jodido examen y yo no sabía ni un coño sobre los logos…

—Logaritmos. —Me corrige Izzy de nuevo cuando escucha mi intento por pronunciar la palabra. Mientras sumergía su nariz en otro libro, me doy cuenta de manera tardía en que su paciencia es admirable.

Recordaba cómo era antes y de cómo sigue manteniéndose fiel a su personalidad hasta ahora.

No puedo evitar sonreír con cierto toque culposo de júbilo. — Como sea, lo único que sé es que reprobaré el examen.

— ¡Tai! —Exclama Mimi, a poca distancia de nosotros, tenía un libro escolar a la mano y particularmente no estaba muy alegre que se diga, su cara era un poema. Sabía que me escucharía y esta vez no pude evitar carcajearme por la situación, — ¡me dijiste que sabías de este tema!

Abrí la boca y la cerré de inmediato, no recordaba haberle dicho eso. Aunque… ¿quizás tuve que inventar un poco, para que pudiera estar en mi casa? Lo más probable.

Las carcajadas de Davis y Kari resonaron por toda la sala, y no me gustó para nada su reciente compañerismo y complicidad.

— ¿Mi hermano, experto en matemáticas? —Me sorprendí al escuchar su risa nasal, muy rara vez lograba hacer que mi hermana la soltara. Me sentí en parte ofendido, mientras trataba por todos los medios de que no se me pegara su alegría, tenía que hacerme respetar. — ¡Ohh, mi estómago! ¡No puedo parar de reír!

Pude ver como Davis estaba que lagrimeaba por los ojos, y ciertamente le costaba respirar.

Me codeó como si fuésemos viejos camaradas, y se acercó a mi oído. — ¿Otra vez la engañaste, Tai? ¿Qué acaso no querías que estuviera lejos de ti?

Fruncí el ceño, ya comenzando a cabrearme de manera seria. Si bien las cosas entre ambos se habían puesto no tanto flojas, (porque era decir poco), sino más bien… jodidas.

Jodidas porque radicalmente Mimi ha cambiado, y no necesariamente ha sido para mejor. Desde el incidente de su padre, sé que me ha estado evitando en más de una manera, no tengo que indagar mucho para saberlo. Sé que ha evitado a Sora (que no me extraña, pero antes lo aparentaba mejor), pero lo que más me ha sorprendido, era que hasta evitaba a Matt.

A Matt, Yamato; el chico por el que desde cuarto grado deliraba. A Matt, a su fulano príncipe. A Matt, su amor platónico, y ahora, damas y caballeros, presentamos a Matt, su actual ex novio.

Sí, leyeron bien. Ex novio. Aún no me lo puedo creer.

Aunque bueno, realmente no podía fiarme mucho al respecto, ya que lo había escuchado sin querer en una conversación que mantenían algunas porristas, y sabemos que dicha fuente era de dudosa procedencia. Posiblemente esparcieran la verdad, como posiblemente no. O tal vez es que se estén guardando muchos detalles, o tal vez… ni siquiera lo saben, y sólo andan comentando el hecho.

Como sea, aunque el asunto directamente no me involucrara, sabemos que en realidad no es así. Todo lo que involucre a Mimi Tachikawa, me involucra a mí, y viceversa. Ha sido un silencioso acuerdo que hemos tenido durante años, y esperamos mantenerlo así. Al menos de mi parte, no sé del todo de ella. Como dije, me ha evitado y realmente no lo entiendo. Porque cuando necesitamos mantener distancia del otro para aparentar a nuestras parejas y a la sociedad en general que todo está bien en nuestro universo, normalmente al menos mantenemos cierto contacto telefónico o por las redes sociales en internet. Así que… podría decirse que esta es la primera vez que ella trata realmente de despegarse de mí.

Y me preocupa.

Desde que la conozco, desde que comenzamos a tratarnos por medio de cartas, siempre… me vi en la obligación de cuidar de ella. Nunca supe si fue debido a la diferencia de edad, que aunque no es mucha, igual mi sentido de responsabilidad por ser el mayor me lo exige; o si era debido a… la costumbre. La costumbre de tenerla cerca, la costumbre de saber a cada rato dónde está, con quién está, qué hace… sacudí la cabeza, tratando de despejar un poco la mente.

Si alguna dijera esas palabras en voz alta, me tacharían de acosador y bah, que no lo soy. Simplemente… estoy cuidando a mi mejor amiga, es todo.

¿Mejor amiga? ¿Realmente a estas alturas sigue siendo tu mejor amiga?

Basta. No quiero profundizar mis sentimientos por ella. Estamos en muy mal momento para eso. Sigo esperando el momento perfecto para desenmascarar a Sora, y partirle la cara a Matt por tanto tiempo acumulado que he tenido de impotencia y rabia. Cuando pienso en ellos dos, estando juntos en todo el sentido de la palabra, se me revuelve el estómago y de inmediato quiero desatar mi ira por medio de golpes. ¿Qué si está mal?, sí, puede que lo esté, pero honestamente, ya he tolerado bastante esta situación y quiero que se acabe.

Nos quedan pocos meses para graduarnos de secundaria (bueno, a Mimi e Izzy les queda otro año más), y no pretendo lidiar este problema aun estando en la universidad. Se supone que una vez allá, todo sería borrón y cuenta nueva con el pasado. Y realmente estoy más que listo de pasar página.

Tal vez… Mimi sienta lo mismo también. Y no sabe cómo expresarlo. ¿Acaso… se arrepiente del trato que teníamos? ¿Qué hay de nuestra venganza personal? ¿Nunca la llevaremos a cabo?

Las cosas que he escuchado en el instituto, me han dejado pensando. Vi como Mimi publicó algunas fotos con Matt en su Facebook la última noche que me quedé en su cara, reconfortándola por lo sucedido con su padre. No me ha devuelto mis llamadas, y tenerla en la misma habitación como en estos momentos se encontraba, irónicamente no me aseguraba que ella quisiera hablar conmigo. No podía… obligarle a nada. No me gusta, y odiaría la idea de enterarme que ella ha hecho cosas conmigo en contra de su voluntad. Realmente… necesitamos hablar. Aunque reconozco que en nuestras oportunidades de charla, lo que menos hemos hecho es eso, gracias a mí. En parte porque también he querido evitar el tema, y lo otro porque… no puedo controlarme cuando estoy a solas con ella, es oficial. Nosotros hemos tenido demasiada historia juntos, como para algún día fingir demencia con el otro, o con todo lo sucedido, si es que alguna vez se daba ese molesto caso. Eso realmente lo odiaría, olvidar todo de nosotros nunca estuvo en mis planes.

Así que… aquí estoy, tratando de averiguar algo por mi cuenta. No tienen idea de cómo odio la chismeadera, me gusta que me digan las cosas de frente y si es verdad que Mimi ya no quiere nada conmigo, pues entonces tengo que escucharlo de sus propios labios para que sea cierto.

Había pasado ya dos semanas después del incidente con su papá, y Mimi no me ha dado muchos detalles al respecto de la supuesta ruptura con Matt, si es que eso es verdad. Aunque… si no me ha dicho nada, entonces eso debe ser mentira, ¿no? Estoy consciente de que a pesar del montón de problemas que uno como persona pueda tener, la vida continúa y en esta regla no hay ninguna excepción para nosotros.

En otras noticias, se acercan los exámenes finales y me siento completamente jodido, porque estoy a punto de reprobar el año. Claro, esto casi nadie lo sabe. Bueno, nadie. Ni siquiera se lo he contado a Mimi, debido al problema de comunicación que hemos tenido últimamente. Por eso es que he tratado de hacer discretos grupos de estudio, sin levantar muchas sospechas. ¿En qué momento dejé de prestarle atención a mis notas? Mi madre se decepcionaría profundamente si llegara a ver mi boletín.

Ni hablar de mi hermana, tengo que darle el ejemplo a ella.

Observé a Davis, contándole un chiste y ella se reía del mismo, mirándole con algo inusual que (espero) no sea cariño. Desde que le advertí seriamente lo de no acercarse más a T.K., extrañamente no ha puesto tanta resistencia como antes lo hacía, y como inicialmente lo esperaba. He de aclarar que eso me alegra y me sorprende a partes iguales, ¿habrá pasado algo sin que yo me enterase?

Trato de no pensar mucho en ello mientras mi atención se dirige una vez más a las explicaciones de Izzy. Nos sumimos en un silencio del que sólo interrumpimos únicamente para aclarar dudas.

Mimi asentía en silencio, captando todo lo que podía de su explicación. Teníamos el mismo examen, lo único que cambiaba era la dificultad. A ellos, por supuesto, les tocaba más fácil: algunas definiciones y ejercicios sencillos. En cambio, lo que nos espera a Sora, Matt y a mí, no era nada fácil. Como desearía hacer el examen del curso inferior, al menos ese sí creo que lo aprobaría.

Milagrosamente y aunque costaba creer, realmente pasamos toda la tarde estudiando, los cuatro. Tuvimos nuestro tiempo de break, y Mimi ayudó a Hikari con la cena. Sonreímos, hablamos de temas superficiales en la mesa, y cuando llegó el momento de irse, sin pensarlo mucho y en silencio, empecé a ponerme los zapatos y a buscar mi chamarra. Era muy entrada la noche, hacía frío afuera y Mimi vivía relativamente cerca, pero había que caminar unas cuántas calles hasta llegar a su casa.

—Tai… —Susurra ella cuando tengo mis llaves en mano. Levanto la mirada y la veo indecisa en el umbral, escucho como Daisuke y Koushiro se despiden de mi hermana. —Yo… no es necesario que lo hagas.

Le doy una mirada extrañada y doy un par de pasos hacia ella, porque realmente no sé de lo que está hablando, y aunque puede que en estos momentos me esté dando una idea… ¿realmente lo quiero saber?

Esbocé una sonrisa para animarle, aunque posiblemente el que necesite ánimo ahora sea yo.

Mimi, Daisuke y Koushiro seguían vistiendo el uniforme del instituto ya que nos visitaron después del almuerzo, por lo que me pregunté si debía prestarle a ella unos pantalones míos o algún atuendo que dejó en mi habitación, después de la última noche que pasamos juntos. Creo que ahora recuerdo dónde fue que puse su ropa la última vez que se la lavé.

Cuando avancé un poco más hacia ella, retrocedió un paso y desvió la mirada. Yo fruncí el ceño. — ¿Pasa algo?

Ella siguió sin mirarme, y yo me quedé pasmado por su actitud. Mis inseguridades por la situación se asomaban, y abrí la boca sin saber muy bien qué decir.

Escuché un aclaramiento de garganta a nuestras espaldas. —Taichi-san, yo la llevaré a casa. —Anunció Koushiro decidido. No recuerdo muy bien cómo reaccioné en aquél momento, lo único que supe con certeza fue que al final me hice a un lado para que los tres pudieran pasar.

Cuando vimos como la puerta se cerraba, de inmediato sentí la mirada apenada de Hikari en mi espalda, y yo para evitarla, automáticamente caminé a la cocina y así poder terminar de lavar los platos, también me quedé para ordenar el desastre que causamos.

Trataba de mantener ocupada mi mente con cualquier cosa.

No quería pensar.


Beep, beep, beep.

Gruñí por el sonido de la alarma, me había despertado bruscamente de un futuro en donde yo sería futbolista profesional. Un futuro que actualmente era muy inestable y que dependía de todo mi esfuerzo. Y sin embargo, había dejado gran parte de mis obligaciones con el deporte por dividir mi tiempo entre Sora y Mimi. Con la primera, ya no me atrae la idea de estar más con ella, por obvias razones. Pero con Mimi… ¿acaso se molestaría si yo me ausentara por un tiempo? Bueno, aunque realmente no debería de preocuparme mucho por eso, capaz ella también necesita espacio. Y en lo personal, no me caería nada mal despejar un poco la mente. Muchos acontecimientos y emociones en corto tiempo tampoco no son sanos, vamos.

Con un sonoro bostezo, me siento perezosamente en mi cama, viendo los pósters que tenía en mi cuarto, algunos de los estadios más grandes de todo Japón, otros de cantantes famosas, con pechos bien resaltantes, por supuesto. A Sora nunca le hizo gracia esto último. Esbocé una sonrisa ante ese hecho.

En sí, mi cuarto no había pasado por muchas remodelaciones. La litera que una vez había compartido con Kari, ahora no es más que un recuerdo entre ambos desde hace años atrás. Hoy en día ella cuenta con su propia habitación y es feliz así, lo cual es importante. Nuestros padres tenían sus altos y bajos, como toda relación. Había aprendido a tan temprana edad la responsabilidad de ser el hombre de la casa, después de mi papá, y el ser hermano mayor, pues Kari dependía en gran medida de mí. Desde que nació, me había jurado ser el mejor hermano del mundo para ella, y hasta el son de hoy, espero seguir haciéndolo bien. Claro que he tomado malas decisiones, y me ha costado dejar de decidir por ella. Supongo que eso también debe ser la costumbre.

Miré el despertador del buró, el reloj indicaba las 6:15am. Hoy es martes. Y como cosa rara, me he despertado un poco tarde. Con esfuerzo me levanto, mirando con anhelo mi cama… no te preocupes, hermosa. Volveré tan pronto como pueda.

Revuelvo mi clóset, en busca de mi uniforme. Algo no me cuadra… sigo revolviéndolo, desordenando aún más mis prendas. Saqué mi uniforme de deportes, posiblemente me dé chance de jugar hoy, y ya veremos si sólo Davis presume o si de verdad está entrenando.

Al cabo de unos segundos, luego de una revoltosa búsqueda en vano, comienzo a desesperarme.

—No lo encuentro. ¡Maldita sea, no lo encuentro! —Grité, expresando mi evidente molestia. Salí de mi habitación a grandes zancadas, avanzando por la sala. El frío mañanero me caló directo en los huesos y es ahí en donde me doy cuenta que sólo llevo puesto unas medias y mi bóxer azul favorito.

Observo cómo Kari está de espaldas, vistiendo aún su piyama de nekos blancos, terminando de planchar su uniforme. Cuando la miro de reojo, noto algo en su postura indicándome que hoy amaneció desanimada. Normalmente no suelo prestar mucha atención a las mujeres, pero cuando se trata de mi hermanita todo es distinto, y con Mimi es como un curso exprés de paciencia y de entender al género femenino, con sus transformaciones a lo Linda Blair cuando atraviesan sus periodos menstruales y todo eso.

Asentí, realmente uno aprende mucho.

— ¿Mmm, hermano? —Inquiere Kari, volteándose con su falda color verde en su mano derecha. — ¿Aún no puedes encontrar tu uniforme?

Me cruzo de brazos, recordando enseguida el motivo por el cual salí de mi cuarto.

— ¿Eres adivina? —Ella sólo esbozó una cálida sonrisa, como las que mi hermanita solo sabe realizar cuando me pierdo constantemente de algo.

—No, es sólo que tus gritos se pueden escuchar por todo el apartamento. No es tan difícil, si sabes prestar atención.

Bufé, estirando mis brazos para luego tronarme los dedos.

—Claro. Como sea, ¿has visto mi…? —Me callé abruptamente al ver como ella me tendía una chemise y pantalón color verde. Parpadeé con rapidez al sentir las prendas entre mis manos, y de reojo vi como ella me señalaba mi par de tenis de color gris. Sonreí, murmurándole con orgullo: —Serás buena esposa, Kari.

— ¡Venga ya! —Exclamó, empezando a sonrojarse. Le di la espalda, y sin dejar de carcajear por su reacción, caminé de vuelta a mi habitación. Casi enseguida miré la hora, y empecé a vestirme apresurado, ya se me hacía tarde. Resultaba increíble como el tiempo pasaba rápido en la mañana, y más cuando ciertamente no hacías nada.

Diez minutos después, me siento en la mesa con mi hermana para comer el desayuno. Nuestros padres vivían en otra ciudad, permitiéndonos el aprender a independizarnos desde muy temprana edad. Sin embargo, aún nos mandaban cierta cantidad de dinero mensual y pagaban la mitad de los gastos del departamento. Normalmente me daba flojera pagar la luz y los servicios, pero tenía qué. Ya que en Japón, como prácticamente todos los demás países, era casi imposible vivir sin luz, aunque teníamos la ventaja de que nos habían enseñado unos cuantos trucos en la escuela primaria, por si la situación lo ameritaba. Kari y yo comimos en silencio, tal vez ambos sumidos en nuestros pensamientos. Trataba de no pensar en lo sucedido de anoche, y en su lugar, sólo me concentré en el evidente hecho de que faltaban tan sólo meses para poder graduarme… y por mucho que me lo repita, aún no lo puedo creer. No me siento listo, no me siento como un adulto todavía.

¿Aquella indecisión en la vida que estaba sintiendo acaso era normal?

Cuando terminamos de alistarnos, recogimos nuestros maletines, y bajamos hasta el estacionamiento. Kari y yo teníamos un juego de bicicletas parecidas, siendo una de las mejores inversiones que hemos podido hacer.

El trayecto fue relativamente rápido, y con cuidado esquivamos los carros y ciudadanos que estaban muy cerca de nosotros. Llegamos al instituto justo a tiempo, faltando cinco minutos para la primera clase, estacionamos nuestras bicis en el campus. Me sacudí el sudor en el rostro, hacía demasiado sol esta mañana.

—Hermano, posiblemente hoy o mañana… vayamos al Digi-mundo.

No pude ocultar el asombro en mi rostro.

¿Eh? ¿Acaso ocurre… algo?

Teníamos demasiado tiempo sin ir al Digi-mundo, al menos desde la última vez que reunimos a todos los niños elegidos del mundo a solucionar un problema que evidentemente, nos afectaría a todos por igual. Tuvimos que salvar al mundo, y eso fue lo que hicimos.

Ya pasaron más de dos años desde aquello, y aunque tuvimos ciertas visitas espontáneas para pasar tiempo con nuestros Digimons, la mayoría hizo un silencioso acuerdo de no visitar ese mundo hasta que fuese necesario. Por la seguridad de los Digimons, más que todo. Claro que este trato exceptuaba a Daisuke y compañía, ya que relevamos parte de nuestra responsabilidad a ellos.

Hasta ahora, Daisuke ha hecho un buen trabajo como líder. Y ha podido contar con el apoyo de Ken cuando más lo ha necesitado. La relación entre ambos me recuerda un poco a la que tuve alguna vez con Yamato, tiempo atrás en el que lo consideraba como mi amigo.

Observo como Kari niega rápidamente. —No ha pasado nada, pero nosotros fuimos la semana pasada. —Cuando Kari dice "nosotros", automáticamente doy por sentado que se trata del grupo de ella: Davis, Ken, Miyako, Cody y Takeru. Los herederos de nuestros emblemas. Sonrío con nostalgia ante el pensamiento.

—Entiendo. —Le asiento, y con esto último nos despedimos, cada quién yendo a su respectivo salón de clases. Trato de enfocar mi mente únicamente en números y ecuaciones básicas.

Porque si pienso en otra cosa... lo más seguro es que cometa una estupidez.


Notas Finales: Vale, no es mucho... pero hey, al menos es algo :D

Volví para quedarme, muajaja ;3

Atención: Llegamos a la cuenta regresiva. Cinco capítulos más, y nos vamos.