Capitulo 19

Volver a casa, solo para ver al perro…

Bella POV

Bella, cariño ¿estas lista, para irnos?- preguntó Edward cuando me senté aun emocionada por mi sueño de la navidad con Emmett.

Si, lista para dejar Seattle, ya es hora de volver a casa- le dije emocionada repentinamente ante la idea de ver a mi padre, lo había extrañado verdaderamente, cada vez me parecía más lejano la última vez que lo había visto, o que había hablado por teléfono con mi madre. Me levanté de la cama, emocionada, corrí dando saltos al estilo Alice por la sala de estar, mientras mi familia me miraba extrañada.

¿Bella? ¿te sientes bien?- preguntó Carlisle frunciendo el ceño, y tocando mi frente preocupado. Mi temperatura estaba bien, por lo que se extraño aun mas, su mueca era la viva muestra de la ansiedad.

Carlisle…- dije quitando su mano- solo… estoy feliz, tengo ganas de ver a mi padre y de hablar por teléfono con mi madre, recién entiendo cuanto los extraño, solo eso- dije en voz audible para todos los Cullen que ya se encontraban en posición de alarma por si algo amenazaba mi persona, aunque solo fuera mi locura.

¡Humanos!- exclamó Emmett, riendo- una especie tan rara, nunca los entenderé.

Todos, mi querido Emmett, fuimos humanos alguna vez- lo reprendió Alice.

Sip, pero yo era el humano más perfecto e inteligente de mí época.

De haberlo sido, y no es que lo dude, Sr. Perfección, ¿Por qué cuando Rosalie te encontró te estaba por matar un oso? ¿no sabías los peligros que representaban para un hombre perfecto e inteligente como tu?- preguntó con malicia Jasper.

Pfff…si lo sabía, y también sabia que me encontraría una sexy vampiro como es mi Rosie-Pooh, por eso me estaba dejando atacar por el oso- contestó Emmett sonriendo por su ocurrencia, y Rosalie agachó la vista avergonzada, quizás ella como humana se hubiera sonrojado como yo.- pero volviendo a los que nos interesa, Uds. vayan yendo a Forks, Rosalie y yo los alcanzaremos luego, debemos buscar un "felino".

Emmett ya déjate de estupideces, estamos a unos días de la boda de Edward y Bella, luego vuelves a buscar al acosador de Rosalie pero ahora vamos a Forks.- le pidió Jasper.

Además quedan muchas cosas por hacer antes de la boda, y no tengo casi tiempo, 24 horas al día me serán pocas, creo que deberé probarle el vestido a Bella incluso durmiendo, porque un par de kilos ha perdido desde que vinieron.- contestó Alice, mi estomago dio un vuelco, me sentí repentinamente asustada, tan poco para mi boda, y ¿tan pocas ganas de hacerlo? ¡¡¡NO!!! Erradiqué ese pensamiento de mi mente inmediatamente, amaba a Edward más que a mi propia vida, nunca lo dejaría, este compromiso ya lo había asumido, y tuve incluso mi despedida de soltera y todo.

Bien, entonces… ¿nos vamos?- preguntó suavemente Esme, mis pensamientos habían durado demasiado para el tiempo vampírico que manejaba mi novio y su familia, me miraban expectantes. Asentí sonrojándome, obviamente.

Hermanita, no se en que piensas, pero casi puedo afirmar que estas a punto de quemarte tu ultima neurona, sale humo de tu cabeza- me hizo saber Emmett doblándose de la risa.

¿Cómo puedes hablar de algo que nunca tuviste? Que yo sepa nunca tuviste neuronas como para saber como es cuando se queman- me defendió Jasper, enviando oleadas de seguridad en mi dirección. Sonreí tímidamente, y me dirigí al auto, llevaba 3 días fuera de casa, ya oscurecía nuevamente, de repente comencé a pensar en mi padre, ¿habría comido bien esos días? Alice se acercó a mí, cuando estaba por subir al asiento del copiloto, me tomó del brazo, y me alejó solo unos centímetros, Edward se impacientó y bajó inmediatamente del auto, Alice le dirigió una mirada de alerta, haciéndole saber que no se acercara.

En ese momento comprendí que ella vio mi duda unos minutos antes, cuando flaquee en mi decisión de casarme. Lo que me intrigaba era que había visto en mi futuro.

Bella, solo puedo asegurarte que todo saldrá bien, hay espacios que no veo, por lo que se a quienes te acercarás en esos momentos, no lo veo con claridad, pero el resultado es el mismo.- dijo ella, enigmática.

¿y él?- pregunté dirigiendo una rápida mirada a Edward que permanecía tenso en el asiento del volvo.

Él nunca dudaría de ti, además como te dije, el resultado es el mismo. Ahora vámonos, tienes una sorpresa mas en Forks.- dijo guiñándome pícara un ojo.

Mi mente no dejó de vagar ni un minuto, en cierta medida puse mi vida en una balanza, y claro estaba que lo que más pesaba era Edward, siempre Edward, pero… desearía aunque fuera ¿un día más?, ¿Por qué todas estas dudas llegaban tan cerca de mi boda? Mi maravilloso y hermoso novio, no mostraba ningún signo de inquietud, por lo que supe que estaba a salvo mi secreto en Alice, él llevaba su mano sobre la mía, sus dedos entrelazados con los míos, calor y frío, hielo y fuego, tan distintos, pero hechos el uno para el otro. Emmett iba con Rosalie, Carlisle y Esme en el Mercedes de mi suegro, oscilaba de un lado a otro de la carretera, de derecha a izquierda, en zigzag, minutos antes de salir Jasper lo había retado a que no sabia como hacían los humanos para tener accidentes en la ruta, Emmett aceptó el reto por estúpido que fuera, siendo que sus reflejos eran perfectos, y comenzó a zigzaguear imitando a un humano ebrio. ¿Lo pueden creer? Lancé una risita con una nota de histeria, al recordar a Emmett imitando convulsiones en la disco, mientras bailábamos ambos completamente borrachos.

Edward a mi lado se tensaba mirando con ira al Mercedes, debía acelerar y frenar a cada instante, con los locos movimientos de Emmett, Jasper estaba con animo divertido, y Alice reía tontamente de absolutamente nada, Edward gruñía y se despeinaba su cabello cobrizo, con lo que amaba manejar a mayor velocidad, Emmett no se lo permitía; cuando Edward quería adelantarse, mi pequeño oso, aceleraba un poco mas, y empleaba alguna otra de sus tácticas suicidas, al menos la autopista estaba despejada.

Volví a pensar en mi padre, Charlie no aprobaría este loco manejar, la ansiedad volvió a apoderarse de mi, Jasper puso su mano en mi hombro, sintiendo mi flujo emocional.

Tranquila Bella, ya estamos cerca- dijo él infundiéndome paz. Sonreí tranquila, de que la relación con Jasper siguiera tan amena como lo había sido en estos días.

¿Amor…?- preguntó Edward frunciendo el ceño y casi juntando sus hermosas cejas.

Solo quiero ver a mi padre, eso es todo.- dijo apretando sus dedos en mi mano, para él de seguro solo fue una caricia un poco mas intensa, pero lo suficiente para que se relajara.

Bien, debemos apurarnos, no sea que Charlie se vaya a pescar nuevamente- dijo y aceleró, esquivando entre la banquina y la ruta a Emmett que en ese momento zigzagueaba en dirección contraria.

¡Edward!- exclamé.- ¡tu auto!

¡Oh! Eso, bueno, Alice me debe uno, me lo hizo chocar un par de veces asustándome, por lo que ya este no importa, pero no le digas a nadie que es otro volvo, que todos crean que es el mismo.- me respondió sonriendo, una dulce y calida sonrisa, aunque su mirada a Alice por el espejo retrovisor tenia mas de asesina que otra cosa. Ella no se sintió molesta de ninguna manera, por lo que Edward continuó mirando mi rostro y luego nuestras manos entrelazadas. Lo besé levemente en la mejilla, y detrás nuestro sentí bocinazos, y cambios de luces, claro, Emmett nos alcanzó, y con su súper vista de vampiro vio nuestra pequeña demostración de amor. Me sonrojé y volví mi vista al camino, pensaba ¿que podría haberle dicho Alice que asustara a Edward?, ella no se sentía culpable al respecto en lo absoluto.

En eso divagaba mi cerebro, cuando aparentemente me descubrió el sueño, puesto que lo próximo que recordé fueron unos férreos brazos que me tomaban suavemente como si de una pluma se tratare del asiento, rápidamente mi cuerpo que en principio estuvo incomodo se amoldó a la figura, su frío me volvió a adormecer y caí rendida nuevamente. Desperté cuando el camino tomaba la última curva de la casa de los Cullen hasta la mía, mi corazón dio un vuelco, imaginé a mi padre solo y quise correr a su encuentro.

Alice detuvo el auto en la entrada de la casa de Charlie, era necesario seguir con la farsa de que mi despedida me la hicieron las "chicas Cullen" y no, bueno… Emmett.

Edward me sentó de manera mas apropiada en el espacio junto a él del asiento, Charlie corrió las cortinas y al vernos, de manera exagerada corrió, Edward lanzó una pequeña risa, lo miré molesta.

Ha perdido las llaves, se le ha roto la lavadora, y quiere tirar la puerta a patadas- dijo explicando su risa.- sonreí al imaginar los inconvenientes que habría atravesado mi padre en apenas unos días que estuve fuera de casa. La puerta se abrió tras un golpe sordo, finalmente había hecho saltar la cerradura, bajé y no me importó mojarme, corrí a mi padre.

¡Bella, hija!- fue todo lo que consiguió decir, y vi sus ojos enrojecidos de lagrimas que querían salir, claro que Charlie, las reprimió, le era tan difícil como a mi demostrar sentimientos, por lo que tomé la iniciativa y lo rodee con mis brazos por la cintura. El besó mi coronilla, y luego me palmeo apenas la espalda, para indicarme que entráramos a la casa, lo retuve unos segundos más.

Te extrañé, papá- dije y una lágrima caliente rodó por mi mejilla.

Yo también, Bells, ven vamos te vas a enfermar si sigues bajo la lluvia. Cullen, ¿Cómo estas?- dijo Charlie, recién reparaba que él y Alice estaban junto a nosotros bajo el agua.

Bien, Charlie, disculpa que mi madre y mis hermanas se hallan entusiasmado demasiado con la despedida de Bella, y recién hoy la hayan traído.- dijo él mintiendo con naturalidad.

No hay problema, ahora que esta de regreso en casa, me siento mas tranquilo.

Mi casa me invadió con su calor habitual, y me sentí verdaderamente en paz. Nos sentamos en el sofá, mi padre y yo, en el sofá grande, Edward en el individual, y Alice en el respaldar de nuestro sillón, explicaba con majestuosidad una cuidada mentira, de cómo había sido mi despedida de soltera, Charlie, la escuchó atentamente, llevado por el poder hipnotizador de Alice. De tanto en tanto me miraba a mí, que sonreía con la mejor cara de "esta diciendo la verdad" y asentía en los momentos necesarios.

Algo rasguñaba la puerta de la cocina, Edward y Alice por supuesto lo escucharon antes que yo, a mi el sonido me llegaba tenuemente. Charlie sonrió, y supe sería una sorpresa para mí.

Mordí mi labio, impaciente, y caminé a la puerta. Al abrirla una pequeña bolita de pelos saltó sobre mí.

Edward y Alice sonrieron tímidamente, y Charlie lanzó una carcajada.

Alguien "especial" te trajo ese regalo- el pequeño perrito, perrita en realidad, lamía mi cara y movía la cola frenética, una pequeña caniche toy.

¿¿¿Quién???- pregunté impacientándome.

Jake- dijo mi padre feliz.

Claro que fue él, la sonrisa desapareció del rostro de Edward y Alice. Finalmente comprendía las palabras de Alice: "solo puedo asegurarte que todo saldrá bien, hay espacios que no veo, por lo que se a quienes te acercarás en esos momentos"

Holas! Volví, todo el viaje de regreso a casa me dio vuelta sin parar esta idea, sé que Emmett aparece menos acá, les aseguro que vale la pena, tengo otras ideas dándome vuelta en la cabeza, veré si salen en estos días, perdón tanto tiempo de tardanza! Próximamente se viene otro fan este se va a llamar: Mi jefe, y es con Emmett y Bella, y mi Edward! Obviamente.

Mis vacaciones resultaron muy fructíferas, después si quieren les cuento: "si solo eso fue… un amor de verano" jaja!

Las súper quiero chiquillas! MarPatz! Va por vos Vanu!

Emmett: ¡hasta que volvés! ¿no?

MarianelaPatz: si, ya se, Emmett-pooh, pero era algo muy tentador como para perdérmelo.

Emmett: si, pero te olvidaste de mi, y de Vanu, y de Edward…

MarianelaPatz: (llevo una mano a mi boca con una expresión de terror) ¡de Edward nunca! ¿Por qué me insultas? ¡De penitencia no vas a salir en 3 capítulos!

Emmett: ¡no, no, no por favor! Prefiero quedarme de florerito contra la pared pero no dejar de salir en esta historia.

MarianelaPatz: ¿nunca más me vas a decir una cosa así?

Emmett: no, te prometo que nunca mas.

MarianelaPatz: ¿y…?

Emmett: ¡discúlpame!

MarianelaPatz: muy bien, así me gusta, ¡que nene obediente!