¡Hola a todos!

Aquí estoy yo, adentrandome en un nuevo Fandom: Inuyasha. Y no podía ser con otra pareja distinta a la de Sesshomaru y Rin, mi favorita. Este fic fue escrito en repuesta al reto del foro Retos ilustrados (Carta: Sensaciones; Tabla: Funciones de cuerpo).

Disclaimer: Inuyasha no me pertece, yo sólo pongo el argumento de este fic.

Nota: Este fic constará de un conjunto de quince viñetas.


#1 No basta con ver [Mirar]

― El señor Sesshomaru está tardando demasiado. ¿Le habrá ocurrido algo?―se lamentaba por cuarta vez en el día Jaken.

Rin resopló mientras se agachaba a recoger unas setas que, a primera vista, parecían apetitosas.

―Te preocupas demasiado, abuelo Jaken. El señor Sesshomaru es capaz de defenderse a la perfección. No hay enemigo que pueda con él―alegó Rin con su típica voz alegre, aunque algo cansina tras escuchar continuamente las quejas del demonio sapo.

―Niña tonta, ¡el amo Sesshomaru no es invencible, puede estar herido en cualquier parte! Debería estar junto a él, ayudándolo, y no aquí, cuidando a una niña pequeña tan molesta. ―le espetó Jaken.

Rin simplemente rodó los ojos y continuó con su labor. El abuelo Jaken siempre se ponía irritable cuando tenía el estómago vacío ―bueno, en realidad, más irritable de lo usual―. Ella no estaba preocupada, pues sabía que Sesshomaru era capaz de cuidarse sin ayuda de nadie. No importaba cuan grande o fuerte fuera su rival, él siempre lo mataba sin complicaciones, con una facilidad que a veces Rin encontraba escalofriante. Pero no temía al señor Sesshomaru, claro que no. Sabía que jamás la dañaría.

Encendió un fuego mientras Jaken continuaba regañándola por cosas que ni comprendía en su totalidad, pero no se sintió molesta por su actitud. El abuelo Jaken se distraía de esa manera cuando Sesshomaru los dejaba para entrar en batalla con algún demonio. Parecía sentirse bien quejándose sobre tener que protegerla cuando estaba ausente, aunque eso ya no era del todo cierto.

― ¡No soy pequeña! La próxima primavera cumpliré doce años ―presumió Rin sacándole la lengua al demonio sapo, que volvió a refunfuñar.

A medida que se acercaba la fecha, se ponía más nerviosa. No porque fuera a cumplir un año más ―eso siempre había carecido de importancia para ella―, sino porque fue en primavera cuando conoció al señor Sesshomaru, cuando la salvó tras ser asesinada por los lobos del demonio Kouga.

Tres años viajando junto a Sesshomaru. No recordaba haber sido nunca tan feliz, después de presenciar la muerte de sus padres y hermanos a manos de los bandidos que atacaron el pueblo para saquearlo. Ahora ese demonio de cabellos blancos era su única razón de existir, y siempre permanecería a su lado.

Ya no se oían las palabras airadas de Jaken, por lo que Rin se volteó tras preparar la comida hacia el demonio. Este miraba a la lejanía, sin prestar atención aparentemente a nada.

― Abuelo Jaken, ¿qué te pasa?

Se volvió con expresión malhumorada hacia la muchacha y señaló con gesto impaciente el horizonte.

― Niña tonta, ¿por qué no miras en vez de hacerme preguntas estúpidas?

Rin sacudió la cabeza confundida, sin comprender. Giró su cabeza y oteó el espacio llano, sin saber exactamente qué estaba buscando.

― Pero, abuelo Jaken, yo no veo nada ― se quejó Rin, pegando una patada al suelo con frustración.

Jaken suspiró y movió la cabeza a un lado y a otro, y Rin supo que la estaba llamando de nuevo tonta en sus pensamientos.

― ¡No me prestas atención! No te he dicho que veas nada, te he pedido que mires, tonta.

Rin se volvió hacia el horizonte enfurruñada, sintiéndose en verdad tonta por estar buscando algo sin saber qué.

Pero entonces, miró de verdad, y sonrió de felicidad ante la visión. Una figura se movía felinamente por la llanura, con sus cabellos níveos moviéndose al compás del viento. Junto con Jaken, corrió a su encuentro, olvidándose de la comida o del fuego encendido.

Ya nada importaba, Sesshomaru había vuelto junto a ella.


Espero que esta primera viñeta os haya gustado. Doy gracias a Natalia por las correcciones que me ha hecho y su paciencia.

Críticas, opiniones y tomatazos, por review.

¡Nos vemos!