Rosalie's POV

Alcancé a subirme al techo y quedarme ahí, afirmándome como podía. La mujer entró y prendió la luz de inmediato.

-Lo siento, no sabía dónde estaba el interruptor. – mintió Emmett.

-Esta bien. Bueno, que tenemos aquí. – Examinó el baño – El baño está bien. Creo que sólo sonaron las cañerías. Es un baño un poco viejo y en mal estado.

-No se preocupe. Ya lo use.

La monjita le sonrió amablemente. Yo estaba afirmándome muy bien pero fue la tabla del techo la que no estaba con buena calidad. Empezó a crujir de a poco hasta que lo temible pasó.

Caí con techo y todo al suelo. Emmett me alcanzó a tomar en brazos y lanzó a la pobre monja lejos para que no se hiciera daño.

-¡Pero que…! – exclamó la anciana. Vio mi camisa a medio abrochar y a Emmett con una sonrisa avergonzada. -¡Salgan inmediatamente de mi convento! ¡Degenerados!

Emmett me bajó y empezó a caminar sobre los escombros hacia la monja.

-Señora, nosotros no-

-¡Policía! ¡Policía! ¡Ayuda! – lo interrumpió. Para nuestra mala suerte, la gente de afuera la oyó y empezaron a movilizarse rápidamente.

-¡No haga escándalo señora! – la calmé – Sólo acompañaba a mi hermano al baño.

-Seré vieja pero no ciega… ¡Váyanse de acá!

Escuchamos la sirena del carro de la policía y salimos corriendo de allí. Fuimos por el patio trasero y escalamos la gran muralla sin dificultad.

-¡Corre Emmett! – le apuré.

No podíamos andar a nuestro paso así que corríamos como humanos. Nos escondimos en un callejón, detrás de una gran caja que usaban para la basura. Apestaba pero al menos no nos iríamos presos.

-Amor, yo seré tu hombre mono, pero tu…dejas bastante que desear. No te pudiste afirmar mejor. – me reclamó riendo.

Lo empujé hacia un lado haciendo que cayera.

-Ey, eso no se vale.

Nos quedamos escondidos un rato allí. Hasta que ya no escuchamos los gritos ni las sirenas.

-Amor, tengo que contarte algo. Creo que ya es hora. – me dijo Emmett muy serio.

-¿Qué pasa?

-Bueno… se que amas nuestra casa acá en África….

-¿A qué viene eso Emmett? – le interrumpí.

-Lo que pasa amor, es que… bueno…

-Emmett – lo apuré. Me estaba poniendo nerviosa.

-Ok. Tenemos que volver a Forks porque es el cumpleaños de Bella. Alice le tiene una fiesta y quiere que estemos allí. Y yo quiero ir.

Tomé una lata que estaba cerca, tirada en el suelo y la apreté con mi mano. La apreté con fuerza y dejé caer los pequeños pedazos pulverizados de lata.

-Rose, por favor. Podemos volver acá cuando queramos. Es sólo por su cumpleaños.

Estaba frustrada. No podía decirle que no a Emmett, incluso cuando se trataba de la humana. Pero ella ya era parte de mi familia, y aunque yo no quisiera, tenía que aceptarla.

-Está bien. Vamos.

Emmett abrió los ojos como plato y me miró con cara de preocupación.

-Rose, ¿estás bien? Yo sabía que llevarte a un lugar con tanta virginidad dando vueltas te haría mal.

-Emmett, no seas tonto – reí – Hemos pasado las mejores vacaciones de todas. Te amo y eres increíble. Me has hecho reír y ser feliz acá. Estoy preparada para volver. Incluso me comportaré bien con ella y no le diré nada.

Emmett abrió la boca sorprendido ante mis palabras pero era verdad. Lo había pasado tan bien que no podía sentirme enojada. Emmett había sido el que cambió mi actitud ante la situación.

-Pero una cosa – levanté mi dedo.

-Oh no… lo sabía.

-Tenemos que terminar lo del baño. – moví mis cejas y le sonreí.

Esa tarde volvimos a nuestro hogar, por última vez. Hicimos el amor exquisitamente hasta que anocheció. Arreglamos nuestras maletas y nos despedimos de nuestro hogar. Algún día volveríamos. Era perfecta la casa para nosotros y lo mejor: era resistente.

Subimos al jeep y tomamos rumbo a Abuja. El avión no tardó en despegar. Subimos rápidamente y para mi sorpresa, la azafata era la misma que nos atendió cuando veníamos llegando.

-Mira quien está aquí. Si no es Lizz, tu amiguita – dije con tono sarcástico.

Emmett me miró seriamente y mantuvo mi mirada con sus ojos dorados.

-Ella no es nada comparado contigo. Jamás podría mirar a otra que no fueras tu. Y si así fuera, iría con los Volturi para que me arrancaran los ojos.

-Te amo bebé – le besé tiernamente.

Entonces la azafata con su sonrisa tonta y estúpidamente coqueta llegó a nuestro lado.

-Señor Emmett, que gusto verlo por acá ¿desea algo?

-Si. Qué no nos moleste en todo el viaje. Gracias.

La tipa se fue indignada mientras que Emmett se dio vuelta para besarme apasionadamente. Miramos por la ventana y nos despedimos de África. Era las mejores vacaciones que pude haber pedido jamás. Y estaba feliz de tener un hogar al cual volver o arrancarnos.

Fin.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.

Ohhhhhhhh! Siii, terminó! :/ Bueno, tenían que volver.. ahora Jasper se quiere comer a Bella y bueno, todos saben lo que pasa! Jajajaj… en fin… Espero les haya gustado.. Muchas gracias por los REVIEW! Si quieren entrar a mi log de rosemmett..

www. Fotolog .com /rosemmett_mtz (sin espacios)

Gracias por leer, espero se hayan reido, divertido y enamorado de Rosemmett!

Un beso, nunirose.

PD: Camila Hale traduce esta historia al portugués. Si conocen a alguien que hable ese idioma y quiere leer la novela, pídanme la página. Pronto la pondré en mi perfil. Un beso.