Bien, bien. ¿Que qué hago aquí con otro fic si ya tengo dos empezados? Buena pregunta. Pero mi musa es una caprichosa insoportable y ha estado días gritándome para que escribiese algo sobre Blair y Chuck. Dios, adoro esta pareja… Ejem, dejando eso a un lado, creo que esta tabla de 10Instantes con citas les viene como anillo al dedo. En un principio las viñetas pueden contener spoilers de la segunda temporada, aunque lo avisaré si eso pasa.
Espero que os guste
Kira
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01.- "El amor es así, como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro". (Jacinto Benavente)
El Upper East Side es un lugar en el que no puedes permitirte tener ciertas debilidades. Vale, sí, emborráchate, esnifa, despiértate desnudo en una cama ajena sin saber quién está a tu lado, ten todos los vicios que quieras, pero no tengas debilidades, porque la gente que te rodea es como un banco de tiburones hambrientos dispuestos a aprovecharse, raro es el que tiene amigos de verdad. Por ejemplo, raros son ellos.
Ella los definió una vez como el Club de Desayuno de los que No Juzgan y nadie se lo rebatió. Todos habían tenido y tenían fallos. Los siguen teniendo. Sexo, mentiras, drogas, odios… y amores, pero eso último siempre se dejaba en el aire, porque cruzaba peligrosamente la línea de vicio para caer del lado de la debilidad y, una vez más, fuera del pequeño Club, aquello sólo serviría para que lo devorasen. Pensándolo bien, dentro tampoco ayudaría.
Siempre habían sido ellos cuatro: Chuck, Serena y Blair y Nate, los dos últimos como una sola unidad desde hacía años. Nate y Blair fueron la pareja de su generación, la única que las malas lenguas no atacaron hasta destruirla y que Gossip Girl no bombardeó desde el comienzo. Después, cada uno al lado de su respectivo mejor amigo, estaban Chuck y Serena, parte también del pequeño grupo, pero más independientes, diferentes de ellos, que muchas veces vivían en su feliz burbuja.
Chuck siempre pensó que, para acabar de completar el círculo, él y Serena deberían, por lo menos, haber pasado una noche juntos, pero el caso es que nunca se le arregló como quería, bien por que ella no quisiese, o por que cuando estaba punto de caer se dormía borracha en su sofá y entonces ya no tenía gracia. Y, sin poder evitarlo, a pesar de saber que el mundo estaba lleno de mujeres, empezó a fijarse más en Blair.
Blair era terreno vedado, la novia de Nathaniel, su mejor amigo. No pensaba acercarse a ella y sabía que no la quería más allá del aprecio que pudiera tenerle como amiga, pero le gustaba observarla, ver moverse sus bucles de color chocolate cuando llegaba al colegio envuelta en su abrigo o su pequeña boca besando la frente de las muñecas con las que jugaba cuando aún eran unos niños. Cuando los niños crecieron, aquello no cambió. Chuck se volvió un poco más posesivo y, aunque a su retorcida y fría manera, puso bajo su ala protectora a Nate, Blair y Serena, porque si de Chuck Bass hay algo digno de mención, es que es sobreprotector con lo suyo.
Pero, y aunque nunca lo hubiera dicho en voz alta, Blair siempre fue su favorita. Tenía cara de ángel, las notas perfectas, una vida aparentemente inmejorable, pero por dentro estaba tan destrozada como todos los demás, como él mismo, y empezó a admirarla por llevar las apariencias con tanta seguridad, porque él nunca había sido capaz de ser un modelo para los demás cuando su padre lo evitaba o despreciaba, su madre se moría o él se veía atrapado en un futuro precocinado.
Admiraba a Blair Waldorf, protegía a Blair Waldorf, ayudaba a Blair Waldorf y, sobre todo, quería a Blair Waldorf. No la amaba, la quería. Claro que nunca se lo diría a ella ni a nadie, aunque Serena lo atrapase observándola en silencio y le sonriese con tristeza, como si le compadeciese, o Nate intentase, discretamente, mantener a su novia lejos de él siempre que podía. Chuck no podía entender por qué tanto drama si, para él, Blair era la mujer perfecta, pero intocable. Le hacían gracia las reacciones que su interés despertaba en la gente.
Él no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde de que Blair hacía tiempo que había pasado de vicio a debilidad, aunque fuese obvio para el resto del mundo.
Y entonces se maldijo por dentro.
Por cada review que no me dejáis, muere un gatito. Meditad sobre ello, meditad...