—Bien, bueno, nos vemos —dijo Hermione despreocupadamente, dándose vuelta y saliendo hacia el pasillo principal y a la luz del sol con un alarmante pavoneo estilo Draco. Por fin, podía ceder a su deseo por sonreír y disfrutar de su brillantez, sin embargo, una mirada a su reloj la condujo a trotar y se preguntó distraídamente si estaba condenada a llegar tarde a cada cita que tuviera ese año.

Aún así, tenía el fuerte deseo de lamer su dedo y dibujar un marcador en el aire. Le llevaba uno de ventaja a Tom Riddle.

Debería ganar un premio por eso.


Capítulo 13 "de la suerte": Cómo Quebrantar Cuatro Normas Escolares Con Una Frase

Jueves, 10 de octubre de 1944

7:32 p.m.

—¿Estuvo bueno el entrenamiento chicos? —preguntó Ginny descaradamente, sonriéndole a Draco y a Harry mientras que los Slytherins de melena rubia y melena oscura entraban a la Sala de los Menesteres. Sus cabellos todavía goteando del lluvioso entrenamiento de Quidditch, salpicando diversas áreas de sus rostros. —¿Finalmente se las arreglaron para hacerse uno con los clubes?

—Cállate, West-lette —gruñó Draco, malhumorado, frunciéndole el ceño a la sonriente pelirroja. Él se dejó caer pesadamente en su lugar habitual junto a Hermione. Reclinándose y recostándose sobre su regazo, pronunció dramáticamente: —Abrázame.

En lugar de cumplir con su pedido, Hermione le reviró la mirada, apartó su brazo de su cara y se aseguró de que su empapado cabello rubio permaneciera lejos de su vestimenta y bolsa. —Oh, madura, Draco. Personalmente, creo que Harry y tú serán unos magníficos Bateadores. Ambos con gran naturalidad.

—Con gran naturalidad mi jodido trasero, Nefertari. No estás en posición de hacer esa asunción, no te veo golpeando pelotas en tu tiempo libre.

Harry se secó frenéticamente la cabeza con una toalla, levantó las piernas estiradas de Ginny y se dejó caer en el sofá de Slytherin a su lado, permitiendo que la pelirroja descansara sus pies sobre su regazo. —Aunque debes de admitir, du Lac, que hacemos buen par —bromeó él con una sonrisa, señalando hacia abajo a su novia. —Y tú estás haciendo muchísimo mejor trabajo como Buscadora de lo que yo pudiera haber hecho, Gin; tu finta Wronski de hoy estuvo increíble.

Draco resopló. —Sí, tienes que decirlo porque es tu novia.

—Ese es exactamente mi punto, du Lac, tú no me ves actuando resentido porque perdí mi posición, mi novia-

—Harry, cállate. ¡Oye, chicohurón! —Ginny se incorporó amotinadamente, con varita apuntando a la goteante cabeza de Draco. —¿Quieres que te conozcan como Batman de nuevo?

—¡Ey! —exclamó Hermione bruscamente, sujetando en posición vertical a Draco del cuello húmedo de su camisa y levantando una palma hacia Ginny en señal de ¡alto!. —¡Párenle, todos! ¡Tenemos cosas mucho más importantes sucediendo que sólo Quidditch, y lo último que necesitamos son dos de nosotros en la enfermería por nuestra propia mano!

Como Draco se volvía a sentar, arrojándole una mirada deliberadamente sucia a Ginny, la Premio Anual suspiró y miró hacia el sofá vacío de Gryffindor-Hufflepuff. —Corrimos con suerte de que Lavender y Ron se encontraran en su entrenamiento de Quidditch en este momento, o estoy segura de que ya habría estallado una guerra total.

La mirada de Harry, ahora realmente seria. Él concordó asintiendo con la cabeza. Se estiró, y colocó su mano sobre el tenso hombro de Ginny y la acurrucó hacia él. —Tiene razón, Gin, du Lac. Necesitamos concéntranos ya.

—Lo lamento —murmuró Ginny hoscamente, reclinándose en el costado de Harry. Ella miró a Hermione en tono de disculpa. —Estar aquí sólo te hace querer tratar de olvidar, ¿sabes? Quiero decir, si Riddle no estuviera aquí, casi sería como si la vida hubiera vuelto a la normalidad... antes... antes de todo... —se le quebró la voz, y ella le hizo un gesto con impotencia.

Harry descansó su barbilla sobre la cabeza pelirroja de Ginny, dándole consuelo la rodeó con sus brazos y susurró: —Ssssh, Gin, lo sé, también he actuado un poco despreocupado al respecto.

Hermione con honestidad podía decir que conocía exactamente lo que Ginny estaba sintiendo. Estar en una época donde la Guerra ya no existía, donde las Casas eran más amigables unas con otras, y donde no existía nada que les recordara su tan ganada vida anterior, a excepción de Riddle, por supuesto, y ocasionalmente Dumbledore y McGonagall y otras conexiones... la tentación de pretender que sus vidas pasadas no habían sucedido siempre estaba presente.

Pero esos dieciocho años del antes de ahora habían sucedido; ellos no podían seguir actuando como si no hubieran pasado.

Mientras que Ginny asentía y se reclinaba hacia Harry, cerrando sus ojos, él miró fijamente a Hermione. —Mione, ¿qué novedades tienes de Riddle?

Hermione estaba sorprendida de reparar con qué rapidez el 'Todos, ¿qué novedades tenemos de Riddle?' había cambiado a 'Hermione, ¿qué novedades tienes de Riddle?' Como si, cuando ella había asumido el puesto de Premio Anual, también hubiera asumido toda la responsabilidad del asunto de Tom Riddle. —Tengo una pregunta —dijo ella sin más, eligiendo hacer de lado, por el momento, el comentario sobre el esfuerzo unilateral. —Y mi pregunta es, exactamente ¿él qué tan avanzado se encuentra en el lapso? —echó un vistazo alrededor de la habitación, a los rostros de sus amigos, buscando por una respuesta.

Ginny esnifó y ladeó su cabeza hacia la castaña, secándose rápidamente sus húmedos ojos. —¿A qué te refieres?

—Quiero decir, Dumbledore originalmente había mencionado que, a medida que pasaba el tiempo, únicamente los amigos más cercanos de Riddle lo conocían como Lord Voldemort —Hermione hizo una pausa, arqueándole las cejas a Ginny y a Harry. —'Sus amigos más cercanos'. Díganme, ¿cuándo siquiera han visto a Riddle con alguien que pudieran llamar un amigo cercano?

El-Niño-Que-Vivió frunció el ceño, reflexionando sobre la pregunta de Hermione. —Probablemente sea en encubierto; él no querría ser obvio sobre ese tipo de cosas —dijo él pensativamente, y luego miró a Hermione, con sus ojos verdes, curiosos. —¿Cómo propones que descubramos sobre ellos?

Hermione sonrió enigmáticamente, se agachó, hurgó en su bolsa y sacó una pequeña llave de oro. —¿Se acuerdan cómo, durante el E.D., le dimos galeones a todos los miembros para decirles sobre las reuniones? Bueno, con esa idea en mente, tomé esta llave y le hice algunos… pequeños ajustes —ella levantó la llave y señaló una pequeña y apenas perceptible letra tallada en un costado. —Esta es la Llave A. Cuando digo una frase de activación, la llave se duplica a si misma. Miren, les mostraré.

Cerrando su mano alrededor de la pequeña llave, ella se giró hacia Draco, descansando a su lado, y susurró: —Draco, habrá una fiesta mañana por la noche en la Sala de los Menesteres. Está en el quinto piso. De las ocho a las diez. Necesitas de una llave para poder entrar —con eso, ella abrió sus dedos.

Una llave se había multiplicado en dos.

—Wow —murmuró Ginny, mientras que Hermione le entregaba a un Draco de aspecto suspicaz la segunda llave. Él la sostuvo frente a su nariz, estudiándola desde todos los ángulos. —Mione, eso es magia algo avanzada.

Hermione se encogió de hombros con modestia. —De hecho, los hechizos no resultaron tan difíciles de realizar como originalmente pensé que serían —ahora que Ginny lo mencionaba, Hermione había encontrado los hechizos de activación y de replicación en libros de instrucciones de la más alta dificultad y, aún así, para su deleite y placer, había logrado encantar la llave con éxito en su primer intento.

Que extraño.

Ella acarició distraídamente el Amuleto de Eras bajo su camisa, negó con su cabeza y continuó. —Como sea. ¿Observan aquí? El código en la llave de Draco es A1. Eso significa que él es la primer persona en recibir la invitación de mi llave, la llave A. Si Draco se da la vuelta e invita a otra persona, como Ginny, por ejemplo, ella tendrá la llave A11, y si Ginny invita a Lavender y a Ron, ellos tendrán las llaves A111 y A112, respectivamente. Nadie puede invitar a más de nueve personas. Así que, como en una cadena, las llaves siempre pueden rastrearse de vuelta a su fuente.

Ella hizo una pausa, sin aliento, por la nerviosa anticipación de la posibilidad de poner en acción su ligeramente diabólico plan. —¿Todo claro hasta el momento?

—Todo, menos la parte de la fiesta a las ocho en punto en la Sala de los Menesteres —Draco arrastró las palabras, colgando la llave de sus dedos, y ocasionalmente, balanceándola en un arco.

—Bien, ese es el evento. Tenemos que armar algo, algo que no sea ilegal, a lo que la mayoría de los estudiantes -Slytherin, Hufflepuff, quien sea- quisieran asistir. No le daremos a Riddle una de las llaves maestras, llaves de la A a la Z. Esparciremos esas por todo quinto, sexto y séptimo año de cada casa.

Hermione titubeó, y sus labios se torcieron hacia arriba de ironía. —Bueno de acuerdo, sería mejor si los profesores nunca se enteraran de ello, así que llevaré una lista de registro de todos los que pongan un pie en la Sala de los Menesteres.

A pesar de su contundente riesgo, ella no pudo evitar resplandecer de lo bien que encajaba el plan, a pesar de haber ingeniado las bases de este en sólo dos días. —La lista requerirá que cada alumno dé su nombre y su código de llave para que puedan ingresar nuevamente, pero también los obligaría a mantener el secreto, a menos que estén entregando más llaves. Y la fiesta en sí, quedaría concluida a las 10:30, antes del toque de queda del viernes, así que, técnicamente, lo que estamos haciendo no está completamente fuera de los límites...

—Sólo por la completa parte de 'no notificarle a la administración', ¿cierto? —preguntó Ginny con una pequeña sonrisita. Ella negó con su cabeza. —Hermione, a veces me pregunto por qué no estás aquí en Slytherin con el resto de nosotros.

La castaña se rió. Sí, eso sería el colmo. —Bueno, puedes continuar preguntándotelo, Gin... Como sea, el evento es una fiesta... una fiesta/baile. Podemos contrabandear comida -dulces, cerveza de mantequilla y cosas por el estilo- de Hogsmeade... Harry, tú conoces el camino a través de los túneles... yo podría encantar el reproductor de MP3 mágico para aumentar el nivel de volumen apropiado para la música, y tendríamos que pedirle a la Sala de los Menesteres que se convierta en una especie de salón de baile…

—¡Woa, woa, espera un momento! —exclamó Draco, sonriendo diabólicamente y frotándose las manos con deleite. —Nef, tú eres la Premio Anual, acabas de sugerir que demos una fiesta, ¡y justo acabas de quebrantar cuatro normas escolares con una frase!

Hermione arrojó sus manos al aire y le dio un codazo al rubio a su lado, mirándolo con desdén de soslayo. —Eso no significa que bailo de alegría por ello, D —replicó exasperada. —No me agradan los alumnos de últimos grados, salvajes y fuera de control, tanto como al estudiante de junto que conozcas. Ésta será una fiesta controlada. Recalco sobre controlada. Relajada. ¿Y tienes alguna mejor idea que nos ayude a obtener la información que queremos sin despertar las sospechas de Riddle?

—Espera —interrumpió Harry, cayendo en cuenta. —Hermione, ¿estás diciendo que esto nos garantizaría el conocimiento de quién invitó a Riddle? Así que, cuando él escriba su nombre y el código de su llave, ¿podríamos rastrearla hasta la persona que lo invitó, y por ende saber con quién está en términos relativamente amigables?

Hermione asintió, con una pequeña sonrisa apareciendo en su rostro. —Eso es exactamente lo que estoy diciendo.

—Entonces, ¿qué pasaría si Riddle o uno de los 'amigos cercanos' de Riddle no se entera a la primera? O ¿qué pasaría si Riddle estereotípicamente decide que prefiere pasar el rato biblioteca y no va? —preguntó Ginny, aún con un rastro de conflicto en su voz, aunque sus ojos marrones habían comenzado a brillar de entusiasmo por el silencioso mensaje, 'Si esto nos acerca un paso más para derrotarlo, estoy al cien con ello.

Hermione sonrió de nuevo, tratando de superar esa sensación de nerviosismo en su estómago, ese constante conocimiento de que estaría rompiendo oh-tantas normas... —Entonces se convertirá en una regularidad. Y créeme, él irá. Sólo lo he tratado por, qué, dos semanas, y ya puedo ver que le desagrada el no saber algo de cualquier cosa que ocurra en Hogwarts —levantando la voz, ella llamó; —¡Oigan, Harry, Ginny, ¿se enteraron que habrá una fiesta mañana por la noche?!

Lanzando su llave al aire, ella la atrapó y abrió su mano, revelando su llave más otras dos. Con astucia, miró a Harry y a Ginny y deslizó las dos llaves por la mesa de centro hacia las expectantes manos del par. —Corran la voz.

Y así comenzó lo que llegó a conocerse como El Baile de Viernes por la Noche. La llegada de la fiesta del fin de semana, la popularidad y la asistencia dentro de los círculos de los alumnos de los últimos grados detonaba exponencialmente con cada semana que se celebraba.

Sin embargo, si el objetivo principal de Hermione, Draco, Harry y Ginny siquiera había recibido en alguna ocasión una llave, ese era un asunto completamente diferente.


¡Gracias por continuar conmigo y por su incondicional apoyo, nos leemos en el próximo capítulo!