Capitulo 7: Citas III.
BELLA POV
Cuando corte me dirigí al baño y me mire al espejo, genial, estaba roja de pies a cabeza… claro literalmente. Ángela ya había entrado por que escuchaba voces. Tome el cuaderno y el ensayo de Angie, le quería mostrar lo que había escrito.
Salí de la habitación y escuche las risas de la pequeña Angie.
"¡SEÑO!" Grito la pequeña cuando me vio. Le regale una sonrisa y la levante.
"Hay Angie, dime Bella fuera del colegio." Le dije depositando un beso en su mejilla. "Pero mira que linda que estas, pareces una muñequita de porcelana con ese hermoso vestido rosa."
"Gracias me lo regalo mama." Dijo tímidamente. Saque la vista de la niña para encontrarme con una Ángela totalmente diferente, además de estar con otro tipo de vestuario se notaba que se encontraba cansada pero con un cansancio feliz ya que tenía una sonrisa depositada en su rostro y aquella felicidad le llegaba a los ojos.
"Hola Ang" La salude con una sonrisa.
"Hola Bella"
"Oigan chicas, la cena no esta lista, pueden empezar a hacerlo suyo, mientras nosotras jugamos con la pequeña." Dijo contenta Alice, ya no podía esperar a jugar con Angie y jugar a varias cosas, que yo seguramente temería.
"¿Angie te gustaría jugar a la peluquería con nosotras?" Dijo Rose mientras le extendía la mano y la pequeña tomaba con gusto.
"Si seño, me gustaría mucho."
"A nosotras también dinos por nuestros nombres ¿Si cariño? Nos gusta que nos llamen por nuestros nombres cuando estamos fuera del Instituto. Ya sabes, el Instituto y sus reglas" Rosalie le guiño un ojo mientras tomaba su mano.
"Bueno" Las tres se fueron a la habitación de Alice mientras yo la guiaba a Ángela hacia el comedor.
"Te ves cansada Ángela"
"Si, hoy tuve que ir al oncólogo"
"¿Oncólogo?" Pregunte asombrada…
Realmente no esperaba eso, aunque de cierta manera explicaba lo que decía Angie en su ensayo sobre la enfermedad de su madre.
"Si Bella, estoy enferma, tengo leucemia" Dijo con una sonrisa triste.
"Lo siento Ang… Pero ¿cómo? Eres tan joven"
"Me entere hace un año. Me hago tratamientos pero ninguno parece funcionar, aunque el doctor Cullen, que es mi médico pediatra me recomendó un oncólogo que es uno de los mejores, está en Seattle… pero… el dinero ya no es suficiente y hacemos lo que podemos con Ben" Dijo con voz ahogada, pero se recupero a los segundos.
"Ang… lo lamento, se que nos conocemos hace un día, y sé que apenas sabemos cosas entre nosotras pero, para lo que necesites nos tienes a nosotras y si es cuestión de dinero no te preocupes, yo te ayudare."
"Oh Bella" Dijo y me abrazo. "Gracias, pero no soy capaz de aceptar"
"Ángela, tiene una niña por la que velar, por que seguir, tienes una familia. Te ayudaremos en lo que podamos."
"Bella si no lo necesitaría no aceptaría tu ayuda, lo que más pena me da es que apenas te conozco y quieras ayudarme."
"Eso no tiene por qué importante Ángela, para mi eres ya una amiga." Dije muy segura de lo que decía. Ángela me volvió a dar otro abrazo.
"Bueno no hay que lamentarnos ¿No? Además de esta reunión quería mostrarte algo" Dije tomando el ensayo de Angie, que había dejado arriba de la mesa.
"¿Qué cosa?" Dijo secándose las lágrimas.
"Toma, es el ensayo que escribió Angie, en su tarea de Ayer"
Tardo menos de unos minutos leerlo, el tiempo necesario como para que unas cuentas lagrimas cayeran de sus ojos.
"¿Esto escribió mi pequeña?"
"Si, Ángela, fueron pocos los ensayos que destacaron, pero el de tu hija fue uno de los mejores." Sonrió amorosamente y luego volvió su vista hacia la tarea de su hija.
"Muchas gracias, Bella no sabía lo que pensaba mi niña sobre mí, sabía perfectamente que me ama pero no que me admira y me ve como un ejemplo a seguir."
"La entiendo perfectamente a Angie, muchos niños admiran a sus padres, pero nunca había leído tanta 'pasión' por decirlo de una manera grotesca, para una niña tan pequeña. "
"¡Mami! ¡Mami!" Grito la pequeña Angie mientras venia del cuarto saltando con sus hermosos bucles recién hechos.
Ángela miro con admiración a su hija, le sonrió de manera maternal y por último la subió a sus piernas.
"Dime mi cielo"
"Mira lo que me hicieron Rose y Alice" Dijo mientras movía su cabeza de derecha a izquierda para que viera como saltaban sus rulos.
"Estas preciosa, cariño" Le dio un beso en la mejilla.
"También me regalaron esta Barbie, me dijo Alice que el otro día la encontró cuando desempaco sus cosas ¿Me la puedo quedar?"
Ángela vio a mis amigas que se encontraban admirando la escena desde la entrada del comedor con una sonrisa.
"Si Alice te la regalo, no veo por qué negarle tan lindo regalo"
"Gracias mami" Le dio besos por todo su rostro.
"¿Qué le tienes que decir a Alice y a Rose?"
Angie salto hacia las chicas, dándole un beso a cada una y un 'gracias'.
Alice se dirigió a la cocina y grito "¡LA CENA ESTA LISTA! ROSE MUEVE TU…" Que no lo diga… que no lo diga… Rose tapo los oídos de la pequeña que se encontraba mirándonos extrañadas por la risitas que dábamos "TRASERO Y VEN AYUDARME!"
"¿Escuchaste lo que dijo Alice, corazón?" Le pregunto Rose a la pequeña.
"No ¿Qué dijo?"
"Algo que no debes decirlo, bueno, no ahora"
Rosalie se fue con rapidez hacia la cocina antes de que Alice quemara el pollo que tanto le costó realizar, si es que ya no lo quemo, claro.
Angie se sentó al lado de su madre, mientras que yo me encontraba al frente de ellas, y así llego la cena, Alice traía el pollo en una de sus ollas resplandecientes y sin mencionar su sonrisa de orgullo por no quemar la comida, el tema era… si salíamos vivas luego de comerlo. Rose se encargo de traer las bebidas que consistían en sodas y todo tipo de agua saborizada.
La cena transcurrió con alegría, reímos, charlamos, y no paramos de contar anécdotas divertidas y por sobre todas las cosas pudimos lograr que Ángela se olvidara un poco de sus problemas personales, que solo riera y disfrutara del estar con gente nueva y su hija.
"Deja de levantar los platos, Ángela, me vas a volver loca, tu eres la invitada. Siéntate." Pedí con amabilidad.
"Oh, vamos Bella, me atendiste como una reina, déjame ayudar en algo" Siguió levantando los platos junto con Rose y Alice, quien no perdieron la oportunidad de comentar algo contra mí.
"Porque tu no la conociste en la secundaria. Cuando nos quedábamos a dormir, y nos cambiábamos de pijama, ella iba detrás nuestro levantando cada prenda." Dijo Rose riendo
"En mi defensa debo decir que me costaba horas limpiar y ordenar mi habitación" Mencione con un puchero.
Entre todas terminamos de lavar y secar los platos. Angie se encontraba plácidamente dormida en la habitación de mi amiga.
"¿Angela?"
"mmmm" Contesto con cansancio, poniéndose su abrigo y colocando a su hija en sus brazos.
"¿Tienes automóvil?" Pregunto Alice.
"No, pensaba ir caminando, nuestra casa esta a unas calles del hospital de Forks" Dijo Ángela dándome una rápida mirada.
"Oh, olvídalo, nosotras de llevamos" Dijo Alice tomando sus llaves.
"Se los agradecería mucho, el tiempo no es favorable y no quisiera que mi pequeña bribona se enfermara."
Alice y Rose las llevaron a su casa y yo decidí preparar las cosas para mi nuevo día de trabajo. Me di un refrescante baño, me puse aquella remera grande con un pequeño short que solo usaba para dormir.
Y caí en un sueño profundo, olvidándome absolutamente de todo.
"Bella, cabeza de chorlito te quedaste dormida" Me dijo Alice mientras me ahogaba en café y me atragantaba con un pan tostado.
"No me distraigas" Dije tosiendo.
"Como digas, pero apúrate que en quince minutos Rose se ira" Y sabia que si no me apuraba la rubia se iría dejándome en la casa. "900 segundos, 998, 987,986"
Un grito exasperado salió de mi garganta y entre al baño. Me di la ducha mas rápida de mi vida, sin mencionar que casi me caigo al intentar vestirme.
Entre a mi habitación con mi pantalón a medio colocar, y agarre mi bolso metiendo hojas, lápices, cosas personales, mi celular, agenta, todo lo que usualmente llevaba en mi cartera.
Me acomode la ropa y tome mi abrigo.
"Ya estoy lista" Dije entrando a la sala.
Genial. Simplemente genial. Las muy idiotas me dejaron en mi propia casa.
¿Cómo demonios iba a ir al Instituto si ni siquiera conocía correctamente las calles del pueblo. Quizás el portero sabría de alguien que me pudiera llevar o directamente notificarme enferma al Instituto, pero ahí ya me encontraría realmente desesperada.
Salí del departamento, asegurándome de que todo estuviera cerrado, tome el ascensor ya que con lo nerviosa que estaba me caería de las escaleras.
"Disculpe ¿Hay alguna remiseria(N/a: Es un servicio de transporte muy parecido a los de un taxi, se utiliza mucho en mi país y en Uruguay) por aquí?" Pregunte con amabilidad al portero.
"No, querida, en el pueblo no hay nada parecido."
"Simplemente Estupendo." Dije mordiéndome el labio. "Me diría como llegar al Instituto de Forks"
"Eso está a unos diez kilómetros de aquí." Dijo sorprendido el anciano. Sin más remedio, me explico cómo llegar, debería caminar largo rato, estaba considerando elegir la segunda opción. Mis esperanzas volvieron cuando me dijo que pasaban muchos camiones que podían dejarme en mi destino.
"Muchas gracias, que tenga buen día" Le dije saliendo del pequeño edificio.
"Para usted también, y suerte"
Comencé a caminar por calle, para encontrarme con miradas expectantes. No era normal ver a una maestra en horario de clases. Ya iba alrededor de cinco cuadras, no había sido buena idea ponerme los tacos que Alice me dejo a mano.
Un estúpido empezó a tocar bocina. Yo apreté con fuerza mi bolso y seguí con mi paso, tratando de no parecer nerviosa. Hasta que empecé a escuchar silbidos.
Simplemente genial.
Sentí como toda la sangre de mi cuerpo se subía a mis mejillas, realmente me estaba comenzado a molestar.
-¡Bella! Espera. – Aquella voz era… no podía tener tanta suerte. Me di vuelta para ver a un Jake sonriente dentro de un rabbit.
-¿Jacob? – Le pregunte mientras veía como aparcaba.
-El mismo ¿Qué haces aquí? Ya se te quedaste dormida.
-¿Tu qué crees? – Le dije mientras le saludaba con un beso en la mejilla.
-¿Y tus amigas? Pensé que te llevaban.
-Pensaste, se fueron, por que no me vestí a tiempo. En parte tienen razón pero… Mierda, saben a la perfección que no conozco nada de este pueblo. – Comente enfadada.
-Pues, no te preocupes yo te llevo. – Dijo acercándose a su coche, si no me equivocaba era un Volkswagen.
Me subí, dejando mi bolso y mi portafolio en los asientos de atrás, para luego acomodarme a la perfección en el asiento del copiloto.
- ¿Y qué te parecen los cursos?
-Son un chicos geniales, realmente me agrada enseñarles, pero debo admitir, que siempre está el chico que te vuelve loca – Sonreí francamente.
-Estas en lo cierto, a mi me sucede lo mismo. Pero con las muchachas de secundaria, muchas no quiere hacer ejercicio, y debo optar por hacerme el entrenador rudo y obligarlas a por lo menos correr un poco. – Me devolvió la sonrisa mirando hacia el frente.
-No te imagino rudo, bueno… - Lo mire como examinándolo. – Solo un poco.
Se rio, ante mi comentario claramente sarcástico. No pude evitar pensar que era realmente cómodo estar o compartir el tiempo con Jake. Además que con mis amigas, y mis alumnos; Jake se iba ganando mi amistad poco a poco, al igual que la familia Cullen.
Y ahora que recuerdo, debía hacerle una pregunta a Jake.
-Jake, puedo hacerte una pregunta.
-Claro, Bella, puedes preguntarme lo que desees. – Me dijo honestamente.
-Pues, veras…En segundo grado, pedí de tarea que me hicieran un ensayo sobre ellos mismo, a muchos niños les agrado a otros ni por asomo; a lo que voy es que uno de los ensayos mejores redactados fue el de Renesme Cullen –Note como Jake se ponía rígido pero seguía escuchando atentamente. – En el, hablaba sobre ti, decía que eras su tío y que tu le habías puesto su apodo, Nessie. Me gustaría saber la historia sobre su apodo, ya que no me imaginaba que tú y la familia Cullen se llevaran bien o por lo menos tuvieran contacto.
Jake sonrió triste, o por lo menos eso me pareció a mí.
-Lo que Renesmee te conto es cierto, para ella soy algo así como su tío, yo era el mejor amigo de su madre. – Ahora fue mi turno el tensarme. – Antes de que Renesmee naciera; Sofía, su mama, y yo éramos grandes amigos, o por lo menos Sofía me veía de esa manera… - Se cayó, para limpiar una de sus manos en sus vaqueros, como si estuvieran sudando. – Yo amaba a Sofía, pero ella solo tenía ojos para Edward Cullen, lo que me hizo odiarlo, hasta podría jurar que en ese momento era mi peor enemigo. Fue mucho peor cuando me entere que se casarían, mi sangre hirvió cuando ella me lo dijo aquella tarde en la Push. –Me observo unos instantes para decirme. – La recuerdo como si hubiera sido ayer. – Cuando escuche que se casarían; que toda aquella oportunidad que pude haber tenido con ella, se esfumo con un tan solo "Jake me caso con Edward en tres meses"… En fin, mucho no pude hacer, después de todo, Cullen ya había ganado. Yo era el padrino de su boda, Edward me mando una nota para que asistiera, ya que Sofía se pondría muy feliz de verme; cabe destacar que luego de haberme enterado desaparecí durante varias semanas, ni siquiera mi padre sabia donde estaba.
Jacob contaba cada palabra como si le doliera hurgar en aquella herida que lamentablemente yo abrí…
-Jake, si te duele, no es necesario que me cuentes, no quiero que te pongas mal… - Le dije tocando su hombro.
-No, Bella, está bien, después de todo, si no es por mí, de seguro que te ibas a enterar por alguien más.- Hubo una leve pausa. Hasta que respiro hondo y continuo…
Cuando llegue a la boda, me coloque donde se supone debían estar los padrinos, y me mantuve callado durante toda la ceremonia, tragándome las miradas que se echaban Edward Y Sofía. En ese momento, por loco que suene… Me sentí feliz por los dos, yo jamás hubiera podido encender aquella chispa que Sofía tenía ese día en los ojos. –Sonrió con tristeza para mirarme. – Por un milagro de dios, o alguna maldita suerte, Sofía me había perdonando, cuando termino toda esa mierda de la iglesia, mi amiga me abrazo y lloro, hasta me pidió disculpas, cuando era yo quien debía pedírselas. Desde su boda, todo parecía mejorar entre la familia Cullen y yo. Hasta pude llegar a mantener una o dos conversaciones con Edward sin pelearnos. – Se rio sin ganas. – Luego de unos meses, me llego la noticia de que Sofía y Edward serian padres… Mi amiga tuvo un embarazo complicado, hasta podría llegar a decirte que tanto Renesmee como ella sobrevivieron al parto por milagro de dios. Mi mejor amiga no podría estar más feliz cuando tuvo a su nena, a su pequeña bebe que tanto había deseado durante aquellos penosos nueve meses.
…
Cuando la vi llegar ese doce de septiembre, con una bebe de sonrisa juguetona, entrando con rostro cansado, no pude evitar quererla como antes, como aquella Sofía que compartía todo sus pensamientos conmigo, como aquella que me abrazaba y me decía lo mucho que le importaba. Pero cuando cargue a Renesmee, cuando me percate de que esa bebe parecía haber abierto los ojos; deje de pensar en todo y en todos, en ese momento éramos Nessie y yo… - Hubo un corto silencio
Todos dicen que los bebes no abren los ojos hasta después de algunas semanas, yo había visto sus ojos miel, como los de Sofía. Me acuerdo que le sonreí y ella como que también rio. Y le dije Nessie, sin pensarlo, además Renesmee es un nombre bastante largo y le queda a la perfección ese apodo. Pero lo que se con certeza es que me tomo el dedo y desde ahí, no puedo evitar querer a esa pequeña.
Sofía, odiaba que le dijera así, pero se acostumbro con el tiempo a llamarla de esa manera, pensaba que su hija era como "El Monstruo del Lago Ness". Cuando Nessie creció, para ella yo era su tío Jake… Nessie es como mi otra parte, Bella. Esa pequeña supo ganarse mi corazón.
-Y para todos fue devastador la muerte de Sofía, tanto como para Edward, como para Nessie y a mí. Yo no creo que murió de causas naturales, Sofía era una chica fuerte, pudo tener a Nessie durante el parto donde casi nadie tenía esperanzas y no pudo soportar ese paro cardiaco, no lo entiendo. –Golpeo con fuerza el volante y respiro repetidas veces para luego observarme. – Bella, no creo que Sofía haya muerto por causas naturales al igual que sus otras dos amigas, Camila y Daniela. Las tres eran fuertes, y no entiendo qué demonios sucedió como para que murieran de esa manera.
-Lo siento, Jake, realmente lo siento. – Me percate de que una solitaria lagrima rodaba por mi mejilla. La seque antes de que mi nuevo amigo se percatara de ello. Tome mi bolso y mis cosas para luego salir del coche en compañía de Jacob.
El morocho me miraba intensamente como esperando alguna cosa.
-Jake, sé que no nos conocemos, y lamente haber abierto esa herida que parecía cerrada, lamento mucho esto, pero quiero que sepas que si realmente necesitas un hombro o una mano, me tienes a mi o a mis amigas. Estoy segura que les caerías de maravillas a Alice y a Rose. – Le sonreí.
-Gracias Bella. No te sientas culpable de lo que te dije, realmente debía decirle a alguien sobre lo que pensaba sobre la muerte de mi amiga. –Me devolvió la sonrisa para darme un rápido abrazo. – De nuevo, Bella, gracias por escucharme.
-Gracias a ti por traerme y no matarme por curiosa. – Me sonrió y entramos a nuestras respectivas clases con un "Nos vemos en el almuerzo"
Jake sería un gran amigo…
ALICE POV
-Vamos, Bells ¿Aun sigues enfadada? – Le pregunte con un puchero colgándome de su brazo.
-¿Tu qué crees, Alice? Si no es por Jacob hubiera llegado no tarde a mis clases, hubiera faltado.
-Es que Bells, sabes cómo es Rose, ella no quiso esperarte. – Trataba de convencerla. Bella era una gran persona pero cuando se enojaba, no había dios que la hiciera razonar. Aunque después de todo me lo merecía, no debí haberla dejado.
-Ah claro, ahora la culpa la tengo yo. –Menciono Rose atrás nuestro.
-Bien, de acuerdo, la culpa la tuve yo ¿Me perdonas? – La mire con ojitos de perrito degollado.
Bella me miro seriamente, no parecía querer ceder.
-Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor… ¿Si? Prometo no hacerlo otra vez. – Mi castaña amiga sonrió y me abrazo.
-Te perdono, pero no lo hagas otra vez o enserio te matare.
-Oh, Belli eres la mejor amiga del mundo…
-Claro y que a Rose pise un camión de 16 ruedas. – Dijo la rubia dejando sus elementos de trabajo en el baúl.
Era viernes, estábamos saliendo del trabajo y hoy tenía planeado ir a buscar ropa nueva al shopping, el domingo tenía una cita con Jasper y no quería ir vistiendo harapos. Mi misión eran convencer a Bella para que nos acompañar Rosalie y a mí, a buscar un lindo atuendo.
-Tú también eres una de las mejores amigas del mundo, pero contigo es más fácil convencerte para perdonarme…
-Ahora la que resulta fácil soy yo… - Menciono Rosalie falsamente indignada mientras subíamos las tres a mi coche.
Comencé a conducir a Port Angels, con la esperanza de llegar a algún local abierto.
-Oye Al, este no es el camino a casa.
-Nop- Dije enfatizando la 'p'. –Iremos de compras.
-¿Qué? No Alice, Claro que no. Estoy cansada y lo único que quiero es dormir.
-No seas holgazana, además debes ayudarme a elegir mi ropa para el domingo con Jasper.
-Sabes que no tengo orientación hacia la moda, y tampoco me interesa tenerla. Y se te haría mucho ms fácil no tenerme como carga, y no es que yo no quiera hacerte recordar pero tú ya tenías ropa para el domingo.
-Lose pero ayer salió la nueva temporada, y no puedo ir vistiendo trapos para ver el hombre de mis sueños. – Dije soñador.
-¿Ya planeaste tu vida con Jasper? Demonios Alice, estoy segura que si sigues con tus ideas el pobre hombre saldrá aterrado con tu loca mente.
-El me amara por ser como soy, y amara mis locas ideas. – Les dije sacándoles la lengua con una sonrisa.
Ambas rieron de mi actitud y yo me apresure por llegar a Port Angels, quería encontrar algún local abierto…
-Por fin, algo abierto… -dije aparcándome enfrente de un local de ropa. Y en cuando vi aquella bermuda con esa blusa verde marino, me enamore completamente de ella.
-Chicas bajen y traigan sus bolsos. – Le dije saliendo dispara en dirección de ese puesto.
-Buenas tardes Señorita ¿En puedo ayudarla? –Dijo una muy cansada adolescente.
-Buenas tardes, mm, quería saber si tiene ese atuendo en talle dos. – Le sonreí amablemente. La chica asiento y me guio hacia la zona oeste del loca.
-Tenemos en varios colores ¿Quiere lo de vidriera?
Fue sacando diferentes blusas como las que había visto ahí afuera, pero con diferentes colores y la bermuda me la mostro en blanco, negro y azul.
Opte por la blusa de punto rosa, era un color bonito y me favorecía mucho ese color. Me tomo por sorpresa cuando me dijo el precio, era demasiado barato, aunque claro no dije nada.
-¿Quiere probárselo señorita?
-Claro. – Dije tomando la bermuda con la blusa, y un par de jeans que estaba geniales.
Entre al probador y escuche a Bella y a Rosalie diciendo que venían conmigo. Rosalie de seguro está mirando algo para comprar y Bella, sentada o parada observándola como si fuera un extraterrestre.
Me acomode la blusa y la bermuda, realmente me gustaba lo que veía, la blusa me hacia más delgada y entonaba un poco mas mis senos, que no era muchos, por cierto… Y la bermuda me acentuaba el trasero. Salí a ver que opinaban las chicas.
-¿y? ¿Cómo me veo?- Le pregunte a las mujeres que se encontraban esperando.
Bella me sonrió y levanto su dedo gordo en señal de aprobación. Rosalie me miro de arriba abajo y para luego hacer una mueca extraña.
-La blusa te queda hermosa, pero la bermuda no m agrada, mejor pruébate un jean. – Me dijo con una sonrisa.
-Bien, eso estaba pensado, aunque me gusta cómo me queda la bermuda. – Dije volviendo a entrar.
-No sé por qué se preocupada, de todas maneras comprara la bermuda igual.- Escuche a Bella bufar y luego unas carcajadas de Rosalie.
Me probe cada uno de los jeans para ver cual me quedaba mejor, y opte por un negro y azul… Me los llevaría a ambos, luego en casa decidiría.
-¿Y este qué tal?
-Perfecto. –Dijo Rose con una sonrisa y Bella asintió con aprobación. Me volvi a meter en el probador, y Rosalie me empezó a dar prendas para comenzara a probarme... Realmente no tuve ningún problema, lo que me causo gracia fue escuchar a Bella rogando para que no probarse nada.
-Vamos Bells, esto te quedara de muerte… ¿Te lo pruebas?
-Tengo demasiadas prendas que me quedan de muerte, si me sigo probando moriremos todos ¿No crees?
-¿Por mi? Te juro que te quedara maravilloso… - Lo lograría, Rosalie siempre conseguía lo que quería, aunque tuviera que hacerlo ella misma.
-mmm… Bien. – Escuche como entraban al probador de al lado, y una carcajada de mi rubia amiga.
La tarde paso rápidamente y cada prenda que me probaba me queda de maravilla, al igual que a Bella aunque esta última estaba aburrida y cansada mientras que Rosalie quería seguir probándose cosas en otros locales, pero el único abierto era este, y hasta las asistentes se estaban cansado pero… Demonios le compraremos todo, no sé por qué nos miran de esa manera.
-Bien… Nos llevaremos todo esto. Pagare con tarjeta.
-Como usted prefiera, Señorita.- Dijo la chica aceptando la tarjeta Gold que le ofrecía. Me quede mirando afuera a través de la vidriera para darme cuenta de que unas pequeñas manos se sacudían llamando mi atención.
Sonreí al darme cuenta de que esas manos eran de Susan.
Sonreí al dame cuenta de que no se encontraba sola.
Y sonreí aun mas cuando me di cuenta de que la persona que la acompañaba era mi Jazz… Digo, solo Jasper.
Le devolví el saludo, y cuando estaba dispuesta a salir del local para saludarlo, la chica de que me caía bien, y hablo en tiempo pasado, porque quería saludar a la pequeña con su padre; me pidió que firmara un recibo y luego un ticket.
Mis amigas y yo cargamos las bolsas para luego, que yo saliera disparada en la dirección donde había visto a Susan.
-¡ALICE! –Grito la pequeña, llamando mi atención y la de su padre.
-Hola, hermosa. – Dije dándole un beso en la mejilla, para luego pararme y saludar a Jasper de la misma manera. –Hola Jazz.
-Hola Al ¿Qué haces aquí? Oh allí están las maestras, las iré a saludar. – Rápido lo dijo y rápido se fue, haciéndonos sonreír a los adultos presentes.
-Hola Alice ¿Cómo estás?
-Genial ¿Y tú? Pareces cansado.
-Bien y si me encuentro cansado, teniendo un torbellino como Susan y otro que me le gusta mirar Barney en mi presencia es agotador. –Dijo haciéndome reír.
-¿De qué te quejas? Yo debo jugar con veinte niños rogando mi atención, o al revés que algunos adolescentes me presten atención.- Dije riéndome.
-Oh ya veras, cuando tengas tus hijos, créeme, me compadecerás. – Menciono Jasper mirándome fijamente a los ojos.
…
-Hola, de nuevo. – Dijo fuertemente Susi, llegando al lado mío con mis amigas.
-¿Por qué estas sonrojada Al? –Pregunto Bella, con una sonrisa picara.
Se estaba vengando y lo sabía.
-No lo estoy. – Dije tocándome instantáneamente mis mejillas, que resultaban tener una temperatura más alta que la habitual.
-Sí, si lo estas.
-No, no mientas. –Dije a la defensiva, dándole una de esas miradas mías, diciendo: "Cierra tu maldita boca, si aprecias tu vida"
-En fin ¿Qué hacían ustedes dos, aquí en Port Angels? –Pregunto Rose con una sonrisa.
-Vinimos de compras, papi necesitaba un nuevo vestuario ¿Verdad?
-Sí, princesa necesitaba un nuevo vestuario, lo que estoy usando está muy pasado de moda. – Yo lo mire de arriba abajo, ósea, no era muy grave su estado pero era de la última temporada.
-No lo tomes a mal, pero eso es de la última temporada pero te queda genial, aunque esos zapatos no combinan con esa camisa. –Le dije concentrada mirando el vestuario de mi Jasper.
-Eso le dije yo, pero papi nunca me hace caso. –Susurro Susan observando con igual interés a su padre.
-Oigan dejen de mirarme como si fuera el experimento 626 (N/A: Para las que vieron Lilo y Stich, sabrán que el experimento 626 es Stich) –Me están poniendo incomodo – Dijo Jasper haciéndonos reír a todos.
…
-Alice, tengo un atuendo estupendo para ir al parque luego a tomar un helado o algo.
-Yo también Susi, es súper Cool, y te tengo que mostrar algo en casa –Dije guiñándole el ojo y siguiendo su juego… esperen, viniendo de mi esa frase, era la vida real no era ningún juego.
-Genial, hasta mañana Alice. –Dijo cuando llegamos al auto de Jasper. Me di un tierno beso en la mejilla para luego sentarse en los asientos traseros del Toyota Corola gris.
-Nos vemos mañana, Jazz. – Dije dándole un beso amistoso y ayudándolo a guardar la cantidad de bolsas en su baúl.
-Que duermas bien, Ali. – Me sonrio mientras subia a su auto y arranco el auto.
Me quede mirando el automóvil, cuando el carraspeo de alguien me saco de mi ensoñación.
Oh espere, no es alguien. ES ROSALIE.
-Creo que alguien está enamorada. –Menciono Bella burlándose.
-Búrlate, solo búrlate, tu terminaras con Edward y varios hijos suyos. – Dije entrecerrándole los ojos, haciéndola callar. No se jugaba con Mary Alice Brandon. –Y tú te casaras con Emmett…
-Si claro, y no me digas… Ya sé, tendré gemelos. –Le sonreí maléficamente.
-No, cielo, no tienes tanta suerte… Tendrás Trillizos.
Y con eso las deje con la boca abierta mientras caminaba con paso ligero hacia mi auto.
Hola Chicas. Sé que no tengo perdón y entiendo perfectamente a las chicas que decidieron dejar de leer "Enséñame a Amar" porque no publico seguido.
La pregunta que me hacen todas… Si voy a seguir la historia, pero no seguido, y más que nada quiero agradecer todos los comentarios que dejan, ya que son esas las cosas que me hacen escribir.
Y desde ya Gracias para aquellas que aun me tienen paciencia y siguen leyendo a pesar de todo.
Un beso.
Con Cariño…
Sofi Cullen.
