Este último capítulo se lo dedico a Amafle. Gracias por tu constante apoyo amiga.

Como en el capitulo 1 repito: Inuyasha ni ninguno de sus personajes me pertenecen. Solo los aqui inventados.

Capítulo 15

En la puerta de la recámara estaba parada una hermosa youkai elegantemente vestida de hermoso cabello blanco. La madre de Sesshoumaru. Detrás Ika la acompañaba, ya que ella había ido a buscarla.

-Sesshoumaru -dijo con su fría y melodiosa voz feminina

El Inoyoukai levantó la vista al frente mostrandose altivo pero no movió ni una ceja de su rostro. Sólo respondió con el mismo frío y seco tono de voz.

-Madre

Ella se adelanto hasta quedar parada al lado de su hijo. Observó el cuerpo de Rin, cuyas partes intimas habían sido cubiertas por unas telas blancas. Al ver las manchas verdes en su cuerpo, hizó el mismo gesto que su hijo: fruncir el seño.

-Uhm!, no es mejor que muera Sesshoumaru? -le pregunto con voz indiferente

El Daiyoukai no hizó ningun gesto ni sonido, pero en sus ojos se notó el brillo de la molestia ante las palabras de su madre. Ella comprendió su silencio.

-Pequeño youkai -dijo dirigiendose a Jaken quien se encontraba al frente, al otro lado de la cama

-Jaken, mi lady

Ella hizó como si no lo hubiera escuchado.

-Cuánto tiempo ha transcurrido?

-Un día y una noche mi lady

-Sesshoumaru -dijo nuevamente -a quien quisieras salvar, a la mujer o a tu hijo?

Él abrió los ojos de sorpresa ante lo que acababa de escuchar. Debía escoger entre uno de los dos?. Acaso los dos no podían ser salvados?. Entorno los ojos con molestia. Ambos debían ser salvados, no podía decidir por la muerte de uno de ellos.

-Sesshoumaru -repitió nuevamente -no le hagas perder el tiempo a tu madre.

El daiyoukai gruñó. Tenía entonces que tomar una decisión.

-La mujer -dijo fríamente

-Pensé que tener herederos era lo más importante -comentó la madre

El Lord volteó el rostro en sentido opuesto a su madre. Sabía que tener herederos era importante, más si era un hijo con Rin. Pero no podía soportar la idea de perderla. Más adelante podrían ver para tener otros hijos, aunque existía la posibilidad de que ella no le perdonase haber decidido que su hijo muriese.

-Mi lady -dijo Jaken respetuosamente con lágrimas escapandosele de los ojos -no existe la posibilidad de que pueda salvar a ambos?

Ella había empezado a untar una extraña y espesa crema negra sobre las manchas verdes, haciendo previamente unos cortes en cruz encima de ellas.

-Pequeño youkai, porque lloras?

-Por la muerte del heredero del amo Sesshoumaru -dijo él bajando la cabeza, con lágrimas inundando su rostro

Ella volteó a ver a su hijo, quien seguía inexpresivo mirando fijamente a la inconsciente Rin.

-Sesshoumaru, ya no continuarás con esa tontería de hacerla tu pareja, verdad?

El volteó a verla con ojos llenos de cólera, sufrimiento y determinación. Su madre suspiró.

-Yo soy quien deberia estar llorando entonces -dijo con voz melodramática, como que había recibido una gran ofensa -ya no podré tener nietos por la falta de consideración de mi único hijo

Los ojos de Sesshoumaru brillaron. Había entendido bien lo que ella dijo?

-A qué se refiere mi Lady? -preguntó Jaken

-No les he dicho que esa humana ya no podrá tener más hijos?

-La verdad es que Usted no dijo eso -murmuró Jaken tristemente

Las garras del Daiyoukai se cerraron fuertemente traspasando su carne. Rin no podrá tener más hijos. Sus sueños de descendencia se desmonoraban ante sus ojos. Y Rin se lo perdonaría?. Querría ella seguir con vida al enterarse no solo que había perdido su hijo sino que no podría tener ningún otro?. Tenía ganas de gritar pero sus labios no emitieron ningun sonido, solo dejaron relucir sus brillantes colmillos.

Por las heridas hechas por la dama, empezó a supurar un burbujoso y verdoso líquido, llegando a cubrir totalmente la negruzca crema. Al rato, esta crema desapareció como si hubiera sido absorvida. El redondeado vientre de Rin también comenzó a desaparecer. Luego, los parpados de ella empezaron a temblar hasta abrirse lentamente.

-Ses..shou..maru -murmuró ella

El Daiyoukai se acercó a ella, sentandola sobre la cama, le dió un tierno abrazo.

-Sesshouma...rusama -repitió ella conmovida

-Rin, estas bien -dijó él mirandola a los ojos

Ella solo asintió.

Jaken e Ika lloraban de alegría y salieron a comunicar a todos los que esperaban fuera de la habitación que Rin ya había despertado.

-Ya no me necesitas más Sesshoumaru -dijo su madre dando la espalda a la pareja, para luego salir de la recámara.

-Tu madre... estaba aquí? -preguntó Rin timidamente al recién percatarse de su presencia al escuchar sus palabras, y se sonrojo más aún cuando se dió cuenta que estaba completamente desnuda. Sus manos fueron instintivamente a su vientre. Palpó y volvió a palpar, luego con rapidez y fuerza apretó su vientre en busca de alguna señal. Levantó la interrogante mirada hacia Sesshoumaru. Por primera vez, él no supo que decirle.

-Mi bebe? -preguntó ella -dónde está nuestro hijo?

El Lord sólo paso su mano por el rostro de Rin, acariciandolo. Estaba pensando en las palabras más apropiadas.

-Qué paso con nuestro hijo, Sesshoumaru? -pronunció en voz alta y de manera agresiva, algo completamente inusual en ella.

Al escucharla, el Lord tuvo miedo de su reacción.

-Se ha ido, Rin -dijo con voz grave

-Como qué se ha ido? -dijo ella llorosa -como que se ha ido? -repitió llorando y golpeando el pecho del Lord -como que se ha ido?!!!

El Daiyoukai sintió como su corazón se partía en dos. La abrazo con fuerza, esperando que se calmará, mientras Rin lloraba sin consuelo.

Ooooo---------ooooO

-Akime, ten cuidado con Moishiro, recuerda que es mucho más pequeño que tú - le gritó Kagome

-No te preocupes, mamá -le dijo ella sin dejar de jugar con el bebé que recién estaba aprendiendo a caminar

-Akime es bien cuidadosa Kagome -le dijo Rin -es una niña preciosa

-Gracias Rin -dijo lanzandole una tierna mirada a los niños y añadió -me alegra mucho que estén aquí con nosotros

-A nosotros mas bien nos alegra que nos hayas invitado -dijo Rin amablemente

-Bueno, nosotros es mucha gente, no crees? -dijo lanzando una mirada a donde se encontraban Inuyasha y Sesshoumaru sentados, con cara de pocos amigos y dandose practicamente la espalda.

Rin se rió al verlos.

-Espero no te haya costado mucho trabajo convencerlo de pasar la festividad del nuevo año con nosotros -preguntó Kagome

-No, él sabe que esta en deuda contigo -dijo Rin alegremente

-Aún recuerdo su cara cuando te negaste a que él te marcara como su pareja -dijo riendose -nunca pensé ver esa expresión en Sesshoumaru

-Tenía que forzarlo a que me dejara ir contigo Kagome. Tenía que intentarlo. Aunque las probabilidades eran pocas, no quería perder la esperanza.

-Entiendo, yo hubiera hecho lo mismo.

Viendo a los hermanos fijamente agrego -Yo más bien recuerdo cuando salimos del pozo devorador de huesos, el verlos allí sentados a ambos, esperandonos. Y la expresión de alegría en su rostro. Creo que no quería dejarme ir por miedo a que nunca más regresara a su lado.

-A decir verdad Rin, la única que lo aguanta eres tú -comentó Kagome

Rin se rió más fuerte todavía.

Miroku se acercó a Inuyasha y preguntó -qué crees que están hablando las chicas?

-Uhm! -dijo Sesshoumaru, volteando altivo la cara a otro lado

-De qué crees, Miroku? -dijo Inuyasha -del idiota que esta aquí a mi costado

-Ah! -exclamó Miroku viendo a Sesshoumaru y alejandose mejor a donde estaba su esposa

-Ya está la cena -gritó Kagome

-Quién ha cocinado? tú o Rin? -preguntó Miroku

Kagome le lanzó una mirada asesina, por lo que Miroku retrocedió alzando sus manos al frente como para cubrirse de esa mirada.

-Insinuas algo, Miroku? -le espetó Kagome

-No, nada -respondió temeroso

-Yo he cocinado Miroku -dijo Rin risueña para calmar la tensión mientras colocaba los platos en la mesa

-Gracias a Dios! -dijo él pasando una mano por su frente para retirar el sudor, lo que hizó que Kagome lo mirara más indignada todavía

Rin se acercó a los niños y cargo a Moishiro en sus brazos. Un lindo bebé con un hermoso y sedoso pelo blanco cortito, que apenas cubría su nuca. Dos lindas orejas de perro se asomaban entre la maleza de su despeinada cabellera. Sus ojos dorados reflejaban una tierna mirada rematado de una linda sonrisa en sus labios. Un primor de bebé. En su frente estaba ya saliendo una mancha lila, que se asemejaba a la luna creciente, la cual sería realmente evidente conforme el pequeño creciera.

-Ven, vamos donde papá -le dijo cariñosamente Rin y se acercó a los chicos

Sesshoumaru volteó a verlos acercarse y un brillo iluminó su mirada. Rin depositó al pequeño en sus fornidos brazos. Él lo sostuvo con mucho cuidado y le hizó una pequeña gracia con la nariz a lo que respondió el bebe riendo.

-Quien iba a decir que un imbécil como mi hermano podía tener una criatura tan encantadora como esta

-Inuyasha... osuwari -dijo Kagome. Y mientras Inuyasha estaba en el piso agrego -te he dicho mil veces que no hables de esa manera delante de la niños

Sesshoumaru se levantó altivamente con su hijo en sus brazos y se dirigió a la mesa. Rin al verlos, una inmensa ternura invadió su corazón y sin darse cuenta se llevó la mano al cuello, donde el Daiyoukai le había dejado su marca, ese día que regresaron de la época de Kagome. Allá unas extrañas personas de vestimenta blanca, doctores como les llamaba Kagome, la habían revisado y le había dado un "tratamiento" con lo que ella pudo nuevamente quedar embarazada. Y viendo a Moishiro y a su esposo se dió cuenta, que todo el sufrimiento que tuvieron que pasar, había valido la pena.

Ooooo---------ooooO

Taro estaba en el asiento de trono escuchando con atención las réplicas de un campesino.

-Qué opina Usted consejero?

-Creo que debemos salir en misión para cazar a ese youkai para que no vuelva a repetir fechorías

-Usted lo ha dicho. Organice una expedición entonces -ordeno el Daimyo -pero no se te olvide regresar pronto, que mi boda no puede realizarse sin padrino, Kohaku

-Y la mía sin novio -añadió él

Ambos rieron. Quien iba a imaginarse que en sus muchas travesías, antes de asentarse Taro como daimyo de las tierras del norte bajo protección de Sesshoumarusama, conocerian a un par de hermanas que les robarían a ambos el corazón.


El fin de esta historia. Espero les haya gustado y gracias a quienes la han seguido todo este tiempo.

Por favor, sigan dejando sus comentarios queridos lectores.