Disclaimer: personajes de JK
Una ENORME disculpa por el retraso, pero los otros fics y la escuela me han traído descontrolada.
Haré todo lo que esté en mis manos para que no vuelva a pasar.
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"DIOS DE LAS PESADILLAS"
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IV REPTIL ASESINO
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Párpados voluntariosos rehúsan abrirse.
Cuerpo adormecido.
¿Esto es la muerte?
Siendo así, es más tenebrosa de lo esperado.
Oscuro sendero. Olor penetrante.
¿Estoy respirando?
Sí, mi pecho se ensancha.
¿Estoy viva?
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La prisionera tardó infinitas horas en recuperar el control de su cuerpo.
Finalmente los músculos respondieron a sus peticiones.
Su primer comando, fue el abrir los ojos.
La primera visión, cabellos dorados, granos de trigo.
Era él, sin duda alguna sus plegarias habían sido escuchadas.
Quería correr, tomarlo en sus brazos, llorar en su pecho.
Hasta que divisó el perfilado rostro.
Sus ojos.
No eran los grises de siempre.
La carta.
No… debía explicarle.
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Por fin, Judas despertaba de su letargo.
Exacerbado había leído el pergamino hasta memorizarlo. Quería venganza. Y sabía cómo obtenerla.
- ¿Querías suicidarte mezquina? Tu asquerosa sangre contamina el suelo que pisa - recitó colérico.
La situación era sumamente delicada. Hermione debía ser astuta. Utilizar sus únicas armas, el cuerpo y las palabras.
- No te temo, monstruo descompuesto - ¿De dónde provenía su aparente valentía?, porque lo cierto era que el terror sacudía su débil cuerpo.
- Quiero ser testigo de tu muerte. Te ayudaré a cumplir tu último sueño - ¿Quería morir? Bien, él le daría la satisfacción.
- Te llevaré conmigo -
- Traicionera, insignificante felina, arrastrada salamandra - La presión en sus dientes resultaba molesta. ¿Por qué no la eliminaba de una vez?
- Compartimos el halago –
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Ese aroma a crepúsculo seco lo desconcertó de repente, rabioso se acercó a la impura.
- No hay tregua, haz cruzado la frontera. Mi paciencia se ha agotado - Por todos los infiernos. Un solo movimiento de varita bastaba. ¿Qué lo detenía?
- Lleno de furia y lamento, ¿y tú alma? - Ella creía que tal vez quedaban los restos de una.
- La noche entera y tus asesinas palabras se han encargado de sedarla - Dolorosa verdad.
No… por favor Draco, escúchame. Pero no podía suplicarle, ella más que nadie lo sabía. Sólo lograría aumentar el volumen de su enojo.
- Terrible dueño, libérame de esta esclavitud - Y conviérteme en tu compañera, tu igual.
- Mi marca quema tu piel, no tienes opción - ¿Se atrevía a pedir?
- Prepotente ser, hinchado de orgullo, borracho de soberbia - Que me tiene extasiada.
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¿Osaba insultarlo? Jamás. Él era el único con ese privilegio.
Reptil asesino. Tomó el delgado cuello en sus ásperas manos.
- Saciaré tu inmundo contorno, tortuosa escoria - Hazlo. Una pizca más de fuerza y lograrás romper su garganta.
No…
Acercó el aliento al rostro de su hidalga.
- Yo me apodero, me abstengo a compartir. Incluso la muerte no puede quitarme nada sin mi permiso - Vamos. Mátala, es el momento.
No… no puedo.
- Yo muero lejana sin comprender - ¿Por qué no lo hacía ya? A menos que él…
La besó. Húmedo, poderoso. Calla hechicera.
Rasgaba los labios, raspaba con la lengua. Sufrirás maldita.
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- Gime flor marchita, mancillado néctar sumiso - Y volvía a devorar su boca.
Saliva, dientes, lengua.
-Esta penuria es más cruda que el metal – Mentirosa. Te encanta sentir su poder sobre ti.
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- Emborráchame blanca leche fértil. Retuércete hechicera – Estúpido. Se dejó embrujar de nuevo.
Descubrió un par de voluminosos pechos. Lamía, mordía.
- Parásito. Deja de vivir a través de mi alma –
Gritó ahogada. El dolor era exquisito.
- Ofrécete, entrega, aguarda húmeda – Desnudó su torso. Quería sentir los pezones erectos de la traidora acariciarlo.
- Cuerpo maldito, enmancillado, que ya no es mío – Temblaba como niña.
Por primera vez en mucho tiempo él rió espeluznante.
- Qué ilusa, nunca fue tuyo. Desde el primer instante que mis ojos divisaron tu figura pasaste a ser parte de mis bienes -
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Su lengua exploraba la profunda cavidad entre las piernas de su esclava.
- Tus jugos corren humedeciendo mis veredas - Delicioso.
-Cascabeleas, me olfateas cual presa, engullas – Más Draco, más.
- Bésame con lágrimas saladas – Quería verla llorar.
- Lengua ácida, envenenas mis muslos - Más bestia, más.
Arqueó su espalda ansiosa, retorciendo las manos entre las sábanas de seda.
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Con el paso de los años, cual carne podrida, se había asqueado de su propio cuerpo.
Se sentía vendida, usada por este vil verdugo.
En este preciso instante el panorama era otro.
Cuando ella creyó que lo perdería para siempre su corazón despertó del letargo, necesitándolo para subsistir.
Porque él era el dolor que le recordaba que la vida aún fluía por sus venas.
Hazlo…no sería la primera vez que él la tomara, pero sería la primera vez que ella lo disfrutaría.
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Hambriento destrozaba.
La marca de sus dientes podía divisarse en todos los rincones que había tocado.
Sus duras manos la despojaban de todo aquello que no fuera piel.
Nunca antes había cerrado los ojos, y curiosamente, le estaba gustando. El no verla implicaba sentirla más.
Eres mi perdición, no he podido matarte. Pero soy rencoroso, debes aprender cuál es tu lugar.
- Obediencia y lealtad, eso era todo lo que requería de ti – mordía el lóbulo de su oreja escondido entre los castaños rizos.
- No hay parte de tu sucio cuerpo que no haya tocado – bajó hasta su cuello con su húmeda lengua.
- Te ofrecí protección, a cambio sólo pedía tu sumisa y podrida alma- mordió la piel con fervor, buscando derramar su sangre.
-¿Qué he recibido a cambio? Tu ingratitud – la furia aumentaba.
- No eres nada sin mi, inmunda escoria – sus rudas manos apresaban los rosados pechos.
- Regalada, vendida, eso eres, traicionera de los tuyos – resultaba tan excitante insultarla.
- No… Draco, por favor – susurró desesperada.
- Cállate necia, de ahora en adelante no tienes permitido hablar sin mi permiso-
Ella se sintió de pronto perdida.
Disfrutaba las rudas caricias, pero las venenosas palabras… eran la muerte misma.
Ambos sucumbían al pasional momento.
Calor, intensidad, deseo.
El instante en que ambos se fundirían se acercaba…
- No eres digna de mí, sangre sucia-
Y sin más, él se levantó de la inmensa cama. Sin dirigirle siquiera una mirada, salió del cuarto.
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Él la había hecho sentir éxtasis puro.
Él la había tocado como nunca antes.
Él la había arrastrado a la completa entrega.
Él la había abandonado justo en el momento en que todo sería consumado.
Él ya no la consideraba lo suficientemente digna para ser tomada.
El débil corazón de la leona, terminó por romperse.
Ella ya no era suya.
Y él se había vengado.
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Muchísimas gracias a: Albaex, Holly90 , ShaDark , Sobeyda , Hufflepuff, Arania, rockpink94 , Karii Malfoy , andeli Malfoy Cullen , Hermaikone-Tonks21 , RociRadcliffe , Ela Dakashi , Cazweet por sus reviews. Me super mega hiper encantan :)
Y de nuevo, mil MIL disculpas por el retraso. Procuraré que no vuelva a suceder, pero de veras, la escuela y los otros fics me tienen atada de manos y pies… sospecho que mi musa va a renunciar de un momento a otro, porque la hago trabajar horas extras y ni siquiera le pago un digno salario :P
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Hasta el próximo
Sari