Bueno, pues aquí está un poco más de la continuación. Perdonen si me tardo en actualizar, tengo una inspiración muy voluble, sin contar que cada vez se acercan más lo exámenes de admisión a la universidad y he tenido que estudiarle duro, gastando todas mis energías en ello.

Este capítulo ya lo traté de centrar más en Hizashi, aunque también me quedó mucho del punto de vista de Hoshi, como nombré al líder, padre de los gemelos (jaja, de hecho creo que éste fic, como va, podría ser más sobre éste personaje con el título de "deber" que de su hijo menor, pero sólo en estos dos capítulos) Ahora sí, espero, los siguietes capítulos van a ser enteramente de Hizashi.


Ceremonia de los 3 años.

Aquél día era tan especial como el de hacía tres años en esa misma fecha. Por eso todo el Clan Hyuga, con la única excepción de quellos que habían salido a misiones inevitables e impostergables, se encontraban presentes en una de las ceremonias más importantes de la familia.

Aquél día, el futuro heredero de la rama principal del clan, sería dado a conocer como tal: el heredero. A su vez, todos los pertenecientes del Bouke que no tenían el sello aún, serían asignados definitivamente a su destino como miembros de un rama baja y servil del Souke.

Sin duda este era un momento muy dificil para Hoshi, el actual líder del clan, pues no sólo le entregaría el título de poder que le serviría a su hijo mayor para después tomar su cargo y disfrutar de los beneficios con los que él había sido criado; sino que condenaría a la vez a su hijo menor con una marca irrevocable a un destino de sumisión del cual sólo se escaparía hasta su muerte.

Seguramente sería la cosa más dificil que iba a hacer como padre en toda su vida. Pero como líder debía de mostrar fortaleza y como siempre, hacer lo que fuera mejor para el clan.

Por eso ese día, después de que Hanabi, su esposa, los bañará por última vez juntos y los vistiera con un atuendo adecuado al clan, Hoshi los llevó sin dudar hasta el recinto en el que se celebraría la ceremonia.

El hijo menor, Hizashi, no entendía mucho de lo que sucedía, pero mientras se agarraba fuertemente de la mano de su papá cuando empezaron a avanzar pudo ver llorar silenciosamente a su mamá, sin comprender realmente que sucedía y viendo a su hermano, con el cual había compartido casi todo y hasta hace no mucho se había dado cuenta de que era otro ser diferente a él y no una extensión de su "yo" como creía, supo que estaba igual de confundido.

Llegaron al fin a un jardín al aire libre, en el cual muchos miembros ya se encontraban ahí. A penas los vieron, se acercaron y como siempre lo hacían, hicieron una reverencia frente a su papá; sin embargo esta vez también le hicieron una reverencia a su hermano, pero lo ignoraron a él.

—Muchas felicidades por Hizashi-sama— decían todos roboticamente y su papá les devolvía el gesto con un gracias de la misma forma, sin embargo, nadie dijo nada acerca de él, a pesar de que antes de ese día no los diferenciaban en su manera de tratarlos.

Durante todo el festejo fue igual y Hizashi pudo notar como todos se concentraban en su hermano, sin embargo, también pudo notar que su padre le sujetaba la mano con más fuerza pero cuidando de no lastimarlo, como si no lo quisiera dejar ir.

—¿Qué pasa, papá?— preguntó al fin Hizashi confundido acerca de todo el alboroto de la ceremonia sin entender relamente que acontencía. Su hermano se acercó curioso también.

Hoshi suspiró y le dirigió una mirada seria a ambos, lo cual confundió aún más a los hermanos.

—Hoy es el día en que conocerán sus destinos— dijo su padre, pero ninguno de los dos sabía muy bien a qué se refería —Quiero que sepan que estoy igualmente orgulloso de ambos y espero que acepten las diferentes responsabilidades que les tocará desempeñar a partir de hoy.

—¡Descuida papá, yo seré muy responsan..reponsa.. ¡reposable!— dijo al fin Hiashi graciosamente al intentar pronunciar una de las palabras más grandes que le había tocado decir; a su lado Hizahi asintió totalmente de acuerdo con su hermano.

Hoshi alborotó los cabellos de ambos en una muestra de cariño, pero tuvo que dejar de hacerlo cuando el patriarca se acercó a ellos seriamente.

—Muy bien Hoshi-san, creo que sabe qué falta por hacer.

Hoshi se enderezó y asintió, toda muestra de felicidad que había expresado hace rato hacía sus hijos se había esfumado.

—Empezaré de inmediato.

Dicho esto el patriarca se fue satisfecho, dejando al padre y sus dos hijos solos.

Hizashi no entendía del todo que sucedía hasta que sintió como su padre le tomaba la mano y lo dirigía a uno de los edificios que se encontraban a unos metros de ahí. Vio como su hermano intentaba alcanzarlos, pues jamás habían estado separadas hasta entonces, pero uno de los miembros más próximos lo detuvo.

Sin que nadie pudiera evitarlo Hiashi comenzó a llorar desesperado, y no tardó mucho para que el mismo Hizashi lo acompañara, pero a nadie pareció importarle y su padre lo apartaba más de su hermano conforme se acercaban al edificio.

Cuando al fin llegaron, Hoshi cerró la puerta y volteó hacía su hijo menor, el cual no había parado de llorar y estaba comenzando a hacer un berrinche. Sin duda la separación sería muy dificil, pero necesaria.

Hoshi le tendió una mirada seria y reprobante a su hijo que obró mágicamente en él, pues había dejado de llorar y sólo estaba sollozando.

—¿Y-y Hiashi?— preguntó el menor entre hipidos mientras se limpiaba con una de sus manitas su cara enrojecida por el llanto —¿No viene?

—No, no viene.

—P-pe pero...

—Escucha, de ahora en adelante ya no podrás estar más con él

Aquella noticia no pudo hacer más que empeorar la situación, pues un nuevo y renovado llanto salió de los pulmones de Hizashi, quien se encontraba espantado por que la sentencia fuera real.

Hoshi esperó con calma, sabiendo lo dificil que sería para sus hijos la tradición del Bouke y Souke; sin embargo, como el llanto no aminoraba y aún debía de terminar el trabajo, decidió detener a su hijo, sin permiterle desahogarse todo lo que debería.

—¡Hizashi!— le ordenó y éste dejó de llorar al instante mientras asomaba sus blanquecinos ojos hacia su padre. —Escucha muy bien, esto no va a ser fácil, y no espero que lo comprendas aún, pero debes de seguir el destino que te fue ordenado.

Hizashi lo veía sin saber realmente que decir o como reaccionar a eso, aún medio hipando; por lo que Hoshi continuó:

—De ahora en adelante, vivirás en otro lugar, lejos de tu hermano, de tu madre y de mí; sin embargo, aún así quiero que seas fuerte y cumplas tu deber.—Esperó un momento para ver la reacción de su hijo, el cual lo veía prestándole toda su atención aguantándose seriamente las ganas de llorar de nuevo, entonces continuó —Tú vivirás ahora con los Bouke— sentenció.

—¿Bo-bouke?— apenas pronunció Hizashi

—Así es, el Bouke, la familia secundaria, la encargada de proteger el ojo blanco y servir a la rama principal.

Hizashi se quedó un rato en silencio, lo cual aprovechó Hoshi para preparar todo para el sellado que distinguía a una rama de la otra. No quería taradar mucho en el sellado, pues quería que la experiencia fuera lo más breve posible.

Cuando terminó se dirigió de nuevo hacia su hijo, quien se había quedado extrañamente callado y meditabundo. Ahora tocaba la parte más dificil, la que había estado temiendo desde el primer momento en que le habían delcarado sobre el destino de su segundo heredero. Hoshi, como miembro de la familia principal, jamás había sentido el dolor del sello del pájaro enjaulado sobre su frente, por lo que realmente no sabía a que estaba exponiendo a su hijo. Aún así, sabía que no era nada agradable, y en verdad le hubiera gustado evitarle la pena a cualqueira de su familia, pero sabía cual era sudeber. Sin embargo, lo que más lamentaba profundamente de todo aquello era que sería él mismo quien le infringiría ese dolor.

Después de convencerse mentalmente de que lo que hacía era lo correcto, se giró hacia Hizashi, quien a su vez lo volteó a ver. Sin decir nada empezó a escribir los signos más secretos y celosamente guardados del Souke para implantar el sello alrededor del infante que no comprendía para nada por que su padre había empezado a garabatear el piso.

—Hizashi,— le dijo entonces su padre una vez que terminara —quiero que ahora, más que nuca, seas valiente y fuerte —Hizashi pensó en que trataría de serlo para así no defraudar a su padre. Hoshi sólo lo miró mientras le tendía una última mirada triste y sin proponérselo lo abrazó fuertemente contra sí inesperadamente. Probablemente ese sería su último abrazo con su hijo por lo que trató de disfrutarlo lo máximo hasta que hubo tiempo de separse —Hijo, no sabes lo orgulloso que estoy de ti- le dijo mientras lo tenía de enfrente-, sin embargo, ahora es el turno de que cada quien tome el destino que le fue dado.

Después de unos segundos en que se despedía de su hijo, terminó de dibujar los signos que faltaban y reuniendo toda la fuerza que un líder debía de poseer llevó a cabo la prueba más dificil que había tenido que hacer a su cargo.

...

Al fin todo había acabado, Hizashi se encontraba inconsciente, pues por lo que sabía, la implantación era sumamente dolorosa y muy pocos la resistían conscientes. Después de eso lo cargó y se lo entregó al actual líder de Bouke para que de ahora en adelante se hiciera cargo de él, pues era obvio que ya no podía vivir más con ellos. Después de todo, desde ese día había dejado de ser su hijo, de ahora en adelante ahora era alguien más a su servicio, por muy duro que eso sonara sólo así el orden se mantendría y aunque tuviera que bañarse de frialdad para resistirlo seguiría con su deber.


Bueno, como lo pometí, aquí está el capítulo. Un poquito más largo que el anterior pero suegurmaente no lo suficiente como otros quiesieran. ¡Lo siento! Son la 1:15 y mañana tengo escuela. (¿mañana? ¿domingo? sí, vean mi triste realidad...)

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