Vale me he pasado un poco hace una eternidad que no actualizo y eso no debería de ser.
Así que aquí os dejo el capítulo.
5.- Clases particulares:
Había pasado una semana desde que fue mi cumpleaños, Edward, no tardaría mucho en aparecer, habíamos quedado para las clases, me alegro de haber practicado un poco con el teclado, no quiera quedar en ridículo, ya que él, era seguramente un gran pianista.
Mientras tocaba una de mis canciones favoritas a guitarra, estaba tan absorta con la canción que no note, que entro Edward, al final de mi pequeño repertorio aplaudió. Con eso solo consiguió que me sonrojara profundamente, era vergonzoso que me hubiera escuchado cantar. El me miraba sonriente.
- Cantas y tocas precioso.- Me ha dicho él muy sonriente. Mientras dejaba caer todas las cosas sobre uno de los sofás.
-Gracias, supongo.- Le dije entre alegre y vergonzosa. No era habitual, que nadie me escuchara cantar o tocar la guitarra. Ni siquiera mi padre sabía que yo cantaba.
Lo vi dejar su guitarra en una silla, el teclado estaba junto a la puerta en el sofá.
- Conque instrumento empezamos, ¿Qué te parece el piano para saber si eres tan buena, como con la guitarra?.- Me pregunto el con una sonrisa ilusionada que debía de ser ilegal. Se mostraba tan encantador que es increíble que fuera un adolescente.
- Claro, pues empecemos por el piano, bueno teclado en nuestro caso.- Le dije también sonriente era muy contagiosa su felicidad. Además en ese momento agradecí haber practicado, hubiera sido muy vergonzoso que viera, que no era capaz de reconocer las teclas. Aunque la verdad es que había practicado, porque no tenía nada mejor que hacer esa semana, había terminado casi todos mis proyectos
Fue agradable, ver su cara de sorpresa al ver que era capaz de interpretar pequeñas melodías.
…-….
Estaba en casa sin hacer nada, ya estaba contando el tiempo para poder ir con Bella, era todo un cambió en mí vida, salir de la rutina era muy gratificante, y si soy sincero no se tocar la guitarra, yo soy más de instrumentos clásicos, el piano, que es una de mis pasiones, el violín, el clarinete, la flauta dulce, el chelo, el arpa, y el órgano. Pero de todos con el que más practicaba era con el piano, era el que más me relajaba, los otros, los había aprendido a tocar por puro placer o para ocupar el tiempo, es uno de los defectos cuando tienes tiempo para todo.
- ¿Ya te vas con Bella?.- Me ha preguntado una muy sonriente Alice, que solo pensaba en canciones. Yo he asentido, mostrándole una pequeña sonrisa.- Salúdala de nuestra parte.- A dicho mientras salía.
Yo también he salido de casa, me he subido a mi volvo, y he ido directo al hospital. Pensaba pasar a ver a Carlisle, pero una de sus enfermeras, me ha dicho que lo han llamado de urgencias. Iba pronto, había quedado con Bella en media hora, me acerque a su habitación, y escuche una preciosa melodía de guitarra, y una preciosa voz interpretaba una canción. Me quede mudo al ver a la pequeña Bella, sentada sobre su silla, tocar la guitarra y cantar, era buena, muy buena, mejor que muchas de las cantantes que se escuchaban en los medios. Cara, cuerpo y voz de ángel. Que más se podía pedir.
La contemple sin hacer ruido no quería interrumpir a ese Ángel. Cuando acabo le elogie su preciosa voz y la maestría que tenía con la guitarra, ella enrojeció, estaba adorable cuando se sonrojaba.
Las clases empezaron con el piano, ella demostró tener bien las bases, era capaz de interpretar piezas simples. Sin darme cuenta estaba disfrutando de su compañía era tan diferente a todas las personas que había conocido, aparentaba ser más joven, que mi apariencia, pero era mucho más grande, además era muy inteligente, cálida y divertida.
- Creo que toca cambio de instrumento.- Dijo ella que parecía divertida. La verdad era que muy posiblemente le divirtiera mi cara de asombro.
- Si, ahora nos toca la guitarra.- Dije no muy seguro de querer empezar a tocar ante ella, un instrumento que no había tocado nunca. Pero todos los instrumentos de cuerdas son semejantes.
La verdad lo hice de pena, ante ella, pero me reí mucho, Carlisle al pasar a hacer su ronda nos pillo en plena práctica, se estuvo riendo un poco de nosotros, más que nada de mí, pero parecía más orgulloso de ver, a dos de sus hijos sonreír. Él consideraba a Bella como una de sus hijas, y verla reír y hacer amigos le fascinaba. También se alegraba por mí porque era la primera persona aparte de mi familia con la que empezaba a tener confianza.
La verdad era difícil no caer en los encantos del ángel de la jaula de cristal, pero como el pájaro más bello en su preciosa jaula, ella me cautivaba.
5 Meses después...
Yo sigo visitando a Bella, para las clases compartidas, y para simplemente estar con ella, era muy agradable estar con ella, además muchos fines de semana vamos todos con al hospital a estar con ella y con Carlisle. Ella ha progresado mucho con el piano, pero no creo que sea su instrumento lo toca con mucha maestría, pero no lo hace vibrar como la guitarra donde se ve su alma. Nada comparado con todo lo que puede expresar con su guitarra, quizás su instrumento clásico seria el violín, yo sinceramente la veía más con él. Su cuerpo menudito, y su voz melódica, combinarían a la perfección con el sonido de un violín.
Ahora toda la familia pasaba muchas horas en el hospital, mucho fines de semana, venimos todos a ver una películas o a jugar a los videojuegos, es nuestra única amiga humana, todos se preocupan por ella.
Según todos, en especial Esme, creen que su amistad me va muy bien, dicen que parezco más feliz y vivo, supongo que tiene razón, ella me hace ser un poco más alegre. Odio el tiempo que estoy en el instituto, sé que hemos de disimular, pero todos esos adolescentes con sus problemas, me ponen de los nervios.
Pronto es Halloween, Alice pretende celebrarlo en el hospital con Bella, creo que estará muy bien, además ella nunca se ha disfrazado, creo que le gustara, Alice asegura que con la de diseños de disfraces que tiene eso quiere decir que a ella le gustaría vestirse así también.
Esas cosas me hacen pensar que ella tampoco tiene una vida normal, hay muchas cosas que para las personas, son normales para ella no lo son, para ella casi nada es normal. No me imagino una vida así, encerrado.
Hoy como cada viernes fui a las clases con Bella, entre en el hospital a fuerza de costumbre, ya casi no tenía tentaciones con el olor a sangre que había en el hospital. Pase a saludar a Carlisle, lo encontré perdido entre papeles, los informes de sus pacientes.
-Hola Carlisle-Le salude, el me dio una sonrisa.
-Bienes para la clase, ¿cuándo será que veremos los resultados de tanto estudio?-Me pregunto Carlisle en tono bromista, la verdad es que pronto podríamos hacerlo, pero dudaba que Bella quisiera.
-No lo sé Carlisle, no creo que Bella quiera cantar ante nadie, no la he escuchado cantar desde que la sorprendí.-Le dije recordando, ese día ella cantaba tan bien, y tenía una voz tan bonita.-Por cierto como esta ella, comento que le tenías preparada una revisión.
-Ah, bien dentro de su caso particular, ella está muy bien, aunque no creo que la encuentres muy feliz.-Le dijo él.
-¿Por qué no está feliz?-Le pregunte seriamente intrigado.
-Algo relacionado con que odia ser mujer, y con su preferencia por ser un chico, o eso andaba diciendo esta mañana.-Me comento Carlisle, la verdad no entendía nada.-Bueno mejor vez a verla.
Carlisle me había dejado intrigado y sus pensamientos tampoco me daban muchos detalles. Subí a ver a Bella, y no sabía que me encontraría. Sin duda cuando me asome a su salón me sorprendí, Bella estaba sentada sobre su sillón, mirando imágenes, del tipo que ponían en las aburridas clases de educación sexual, una temática extraña. Cuando detecto mi presencia, convirtió los cristales en una pantalla negra.
-Bella, Bella ¿qué has hecho a los cristales?- Le pregunte acercándome a tocar a los cristales.
-Nada, hoy creo que no quiero dar clases, no es un buen día.-Dijo ella.
Era un comportamiento extrañó, incluso para Bella, era una chica eso no lo negaba, pero a que venía ese comportamiento.
-¿Qué te pasa Bella?¿He hecho algo mal?¿Te encuentras bien, o llamo a Carlisle?-Estaba realmente preocupada, ella nunca había hecho esto.
-No Edward, me encuentro bien, y no has hecho nada malo, simplemente ya no quiero tener la clase de hoy.
-Bien si es lo que quieres, nos vemos en la siguiente clase, espero que eso que te atormenta lo puedas solucionar.-Le dije, la verdad, que razonándolo, todo el mundo tenía derecho a tener un mal día.
Alice lleva casi tres semanas como loca preparando la gran fiesta de Halloween, para Bella, había convencido al director del hospital, con la excusa de que sería bueno para los enfermos del hospital, que por un día no recordaran porque estaban allí, sobre todo a los niños. El director, como casi todo el mundo, no pudo detener la avasalladora personalidad de Alice, que acabo obteniendo su permiso y un casi acuerdo para navidad, poco se le podía escapar a ella.
Bueno aquí lo dejo, a ver qué pasa en el próximo capitulo, que procurare no demorarme tanto en escribir, espero que os guste, y sepáis perdonar mi demora.
Gracias por leer un saludo.
Si creéis que lo merece, me alegrarían los comentarios.
Selena Sarsen
