Hola a todos, por aquí me tienen una vez mas comenzando un nuevo fic, la verdad es que lo tengo hace un tiempo y creo que es justo que sea publicado ya. (Los personajes no son míos)

Bien por otro lado, soy más que pésima, escribiendo sumary. Así que más o menos les voy a decir de qué se trata. Kagome es una abogada e Inuyasha es un sospechoso de asesinato con un interesante secreto, lo demás se da en medio de este extraño caso.


CRIMINAL

By: KAGOMEINU1982

Cáp. 1: profesión

- ¡Culpable! – Resonaron las palabras del juez por todo el lugar, dando así por terminada la larga sesión -El demandado es condenado a 60 años de prisión por homicidio premeditado, extorsión y secuestro, sin posibilidad a disminución de pena.

Todas las personas presentes, en su mayoría acompañantes de los implicados en el juicio y el jurado, se pusieron de pie algunos abrazándose felices y otros tratando de resignarse por el destino del condenado…

- Felicidades – dijo un joven acercándose a la chica que recogía algunos papeles del escritorio en que había estado momentos antes.

- Ah, no fue gran cosa – dijo la chica con una sonrisa.

- Abogada…muchas gracias…gracias por hacer pagar al culpable de esto – dijo una mujer que tenía los ojos levemente irritados debido a las lágrimas que había derramado momentos antes.

- No fue nada, es mi trabajo – dijo la chica con modestia.

Sin embargo era cierto, su trabajo consistía en mandar a la cárcel a aquellos que infringían la ley, y adoraba su trabajo y hasta el día de hoy con sus 2 años de profesión y 23 de edad le iba excelente por no decir mas, no había perdido ni un solo caso, confiaba en ella y sabría que no llegaría el primero de mala racha.

- Oye te invito a tomar algo Kagome – dijo el chico que la había felicitado anteriormente, uno de sus compañeros de trabajo.

- Eh, claro déjame llevar esto donde el juez y te alcanzo – dijo la chica.

Camino por los grandes pasillos del lugar, haciendo resonar sus tacos altos y de color negro al igual que su traje, su caminar era delicado, con gracia pero igualmente imponente, mostrando su fuerza y poderío.

Al llegar a la oficina del juez, llamo educadamente y luego entro…

- Señorita Higurashi… - dijo el juez que se quitaba su traje negro y lo colgaba en una percha - Felicitaciones, lo hizo excelente.

- Gracias, venia a ultimar detalles sobre este caso – dijo la chica extendiendo unos sobres - No quiero que se filtre mas información como la que esta en el sobre, no alcanzo a llegar a los canales de televisión, por suerte, no quiero problemas con usted y usted mucho menos conmigo.

- Vaya…, esta bien señorita, no tenga cuidado – dijo el juez sentado en la silla.

- Bien, hasta luego y que tenga buen día – dijo saliendo de la oficina.

Una vez fuera del edificio las luces de las cámaras la inundaron, no es que fuera famosa o algo por el estilo pero cuando trabajabas en un caso importante a los medios de comunicación siempre les interesaba.

- ¡Señorita Higurashi!… ¿Cuánto tiempo quedara el asesino de la joven en la cárcel? – hablo un periodista de los miles que esperaban y grababan a la abogada encargada del caso mas famoso de homicidio hasta el momento, el asesinato de la hija de de uno de los empresarios mas influyentes en todo Japón.

- Lo suficiente para no causar mas daño – Fue lo único que dijo la joven subiéndose al auto de su amigo que la esperaba afuera.

- ¿Y a donde quieres ir? – dijo el chico de ojos azules, cabello negro y sujetado por un coleta, un extraño aspecto, pero no por nada era bien parecido.

- No muy lejos, algo de comer estaría bien – dijo la joven.

- Oh, vamos Kagome hay que celebrar que ganaste este caso – ofreció - ¿Qué te parece un bar, una disco?.

- Kouga…estoy cansada este caso no fue sencillo, lo dejamos para otro día –la chica casi rogó - Vamos comemos, me llevas al bufete y yo voy a mi casa.

- Está bien – suspiro resignado y tomo rumbo a un restaurante.


- ¡¿Qué no pueden dar solo la maldita orden?! – golpeo la mesa enfadado, mientras miraba a su amigo.

- Te saliste del protocolo además no es tan sencillo – Dijo el joven sin inmutarse por el alboroto.

- Las otras veces lo fue – camino desesperado por la pequeña habitación.

- Inuyasha, te involucraste mas de lo que debías y pusiste en peligro la operación, sabes que eso no esta permitido, además no es la primera vez, pero te pasaste en esta – continuó sentado sin inmutarse de la actitud del otro.

- Ya no me lo recuerdes, Miroku – Cansado de andar se sentó.

- Mira…se que no te van a dejar acá, pero no pueden sacarte así de rápido o les comprobaras lo que esa joven les dijo – dijo Miroku colocándose de pie - Voy a hablar para ver que sucede… nos vemos amigo – palmeo la espalda de su amigo y salió.

- Maldita perra…, pero apenas salga me las vas a pagar – dijo enfadado.


- Oye Kagome que tal si vamos de compras este fin de semana – pregunto una chica de cabellos castaños.

- Sango, es la mejor idea que has tenido; lo mejor que aproveche este tiempo antes de que salga un nuevo caso – dijo la abogada.

- Si todos los grandes casos te los traen a ti…

- Jajajaja… los gajes de ser la mejor – hablo con burla - ¿Y como vas con el consultorio?

- Muy bien, la próxima semana llevan los muebles, y ya estoy programando entrevistas – Comentó con entusiasmo.

- Yo seré la primera clienta en recibir terapia psicológica doctora Sango – Y una risa se escapo de ambas por el comentario.

- Y en serio la necesitas Kagome – rebatió la otra joven.

Sango era su mejor amiga, la conocía desde que… tenía memoria, ella era Psicóloga recién egresada y tenia planes de abrir su propio consultorio, a pesar de sus diferentes profesiones eran las mejores amigas en todo el mundo, habían estado presentes en la vida de la otra para reír y para llorar, esa era una verdadera y real amistad.

- Kagome, Totosai te quiere ver en su oficina – Entro una joven a su oficina, mas específicamente su secretaria.

- Esta bien, ya voy – hizo girar su asiento para salir tras el escritorio.

- Ves…te lo dije – dijo acomodándose su bolsa.

- No te preocupes, lo del fin de semana sigue en pie – Abrió la puerta y dejo pasar a su amiga, luego salió cerrando tras ella.


- Por favor anciano Myoga, no es para tanto –dijo Miroku confianzudamente.

- ¿No lo es?, y para ti que lo es – No estaba para las cosas de ese joven.

- Bien, bien si lo es, pero es no quiere decir que lo vayas a dejar ahí, una semana mas y te quedas sin tu mejor agente – Trato de convencer al hombre.

- Mira, ve donde el y dile que se aguante, que eso le pasa por abrir su bocota – Tomo unos documentos de su escritorio y volcó su atención a estos- Aún podemos salvar esta operación, si dejamos a Inuyasha allá, ellos pensaran que solo fue una falsa alarma, luego lo sacamos.

- Está bien – Se resigno, el habia intentado, no lo consiguió, así era la vida.

- Ahhh y dile que esta suspendido, y que Houjo tomara su lugar –dijo el anciano con una sonrisa.


- ¡¡¡¿HOUJO?!!!, no encontraron mejor cosa – grito furibundo.

- No me grites solo cumplo con informarte – dijo con extrema serenidad.

- Miroku maldita sea, tienes que sacarme de aquí – Lo aceptaba, estaba desesperado - La comida apesta y hay uno que otro raro…Dios sácame – Rogó.

- Ya cálmate, me entere que están consiguiendo un abogado, no estarás una semana mas, ahh y ve pensando a donde quieres ir de vacaciones… estás suspendido – Se acerco a la puerta y llamo al guardia para salir antes de ser asesinado.

- ¡¡Miroku!! Ven aquí –dijo tratando de alcanzarlo pero la puerta se cerró - Argg, llévenme a mi celda –hablo al guarda al pie de la entrada-

- Tiene otra visita – informo con parquedad.

¿Otra visita?, el único que venia a verlo era Miroku, así que sin mas se sentó a esperar, solo esperaba que fuera ese anciano para matarlo y así pagar condena sin peros…


- ¿Me mando a llamar señor Totosai? – Entro en la oficina y se detuvo frente al escritorio de finísima madera.

- Siéntate hija, primero que nada te felicito por la victoria, estas en todos los canales y segundo, se que puedes estar cansada pero nos acaba de llegar un caso de extrema importancia – el hombre de ya avanzada edad le estiro unos papeles.

- ¿De que se trata? – Recibió las carpetas y ojeo rápidamente.

- Asesinato múltiple, principalmente personajes políticos y miembros de sus familias – dijo el anciano seriamente.

- No habia escuchado nada en las noticias – frunció el ceño mirando las fotografías en el expediente.

- El gobierno veto la noticia en la prensa, es algo que muy pocos saben –dijo el anciano - La policía de seguridad máxima encontró a un sospechoso, los datos fueron dados por una familia, del mismo círculo político; estudia el caso, mira las pruebas que hay, pero es estrictamente necesario que…

- Ese sospechoso quedé en la cárcel –complemento las palabras.

- No exactamente, deberás ponerlo en libertad.

- ¿Ponerlo en libertad?, es el culpable de un asesinato múltiple – dijo extrañada, por lo que podía leer por encima las pruebas dadas por la familia eran mas que suficientes para dejar a esa persona toda la vida en prisión.

- Kagome, nos contrataron para sacar a esa persona del lío, haces de manera excelente tu trabajo, pues necesito que el día del juicio salga un veredicto a nuestro favor.

Pero no entiendo… ¿Usted sabe algo mas? – Ella era muy perceptiva y claramente aquí habia algo más.

- La información que te doy, es lo único que se me es permitido darte – Ultimo el hombre-

Esta bien, yo hare mi trabajo – Al parecer ahí terminaba la plática, se despidió de su jefe y salió de la oficina.


- ¿Cómo estas Inuyasha? –Dijo con su delicada y sensual voz

- ¿Qué haces aquí? – Si antes estaba enojado ahora lo estaba mucho más.

- Vine a ver como te trata la vida – Miro a los lados y una sonrisa se formo en sus labios.

- No te imaginas de que manera Kikyo – Se acomodo en la silla metálica con sus brazos cruzados y la vista fija en la mujer - ¿Y como sigues en tu vida?

- Excelente, pero ya ves aun así me acuerdo de gente tan especial como tu –Se inclino levemente hacia él, con aire de misterio - ¿Me has extrañado?

- Como no te imaginas querida… – dijo con el tono más sarcástico - …Como patada de asno…

- No andas de muy buen humor – Se acomodo en la silla.

- Nada personal – La escruto con la mirada y de nuevo se reprocho, ¿Cómo habia sido tan idiota?.

- ¿Acaso no han venido a sacarte? – hablo la mujer.

- Aun ahora no se de que hablas –mintió el chico acercándose a ella-

- Vamos querido, que lo sabes muy bien… - paso uno de sus finos dedos por el pecho de él, por sobre el traje de inmundo color gris - …No fue muy de tu agrado que te viera la cara…pero acéptalo, nos divertimos mucho

- Solo eres una perra traidora – Agarro la mano de mujer entre la suya.

- No te pongas agresivo – Jalo con fuerza y se libero del fuerte agarre de él.

- Jajajajaja…te juro que saldré de aquí y cuando lo haga tendrás que cuidarte la espalda – La sonrisa mas escalofriante se apodero de su rostro, se levanto del asiento para acercarse a la puerta - ¡Guardia lléveme a mi celda!


- Inuyasha Taisho, 25 años de edad, desempleado…para serlo tiene excelente posición económica – Estaba analizando el expediente del demandado, su nuevo cliente.

- Hola Kagome… - El joven entro en su despacho - Venia invitarte a cenar, pero veo que estas ocupada…

- Ahhh un nuevo caso, lo lamento Kouga –dijo, agradeciendo mentalmente a su nuevo cliente.

Kouga era un colega de trabajo, un gran amigo, pero el insistía en querer ser algo mas, y ella…bueno simplemente no quería nada mas que la amistad de el, y no es que fuera feo, es mas era muy guapo, tenia buen cuerpo, sus cabellos eran negros y largos tomados en una coleta y su mayor atractivo sus ojos, azules como el mismo cielo, pero que se le va hacer a ella no le gustaba y lo quería solo como un amigo.

- No te preocupes, ¿Y de que se trata el caso? – Se sentó en la silla frente a ella, él no se daba por vencido.

- Debo de dejar libre de sospecha al posible culpable de un asesinato múltiple – Y ella aun ni siquiera lo creía, nunca defendía a los culpables por más buen dinero que le pagaran.

- ¿Posible culpable? – Pregunto extrañado.

- Las pruebas que hay, apuntan a el indiscutiblemente – Su vista seguía fija en los papeles - Y no se como demonios voy a sacar a este tipo de ahí…

- Ya sabrás como hacerlo, te ayudaría sino tuviera trabajo – Finalmente se puso de pie y caminó hasta la salida - Nos vemos Kagome…Que pases buena noche…

- Si es que duermo –dijo la chica con una sonrisa, para luego quedarse sola - Haber niño bonito de papá… - su vista se fijo en la pequeña fotografía del expediente, ese era el apodo para el, porque de donde habia sacado dinero sino era de su familia- …ayúdame a sacarte de ahí…no me digas que eres tan tonto para dejar tantas cosas en tu contra en las escenas del… ¡Claro, no eres tan tonto!, eso creo…


- No me digas eso Kagome –dijo la chica al otro lado de la línea telefónica.

- Lo lamento Sango, no puedo ahorita tengo una cita con alguien para lo del caso nuevo, pero en la tarde estoy libre y seguimos con los planes de salir de compras – dijo la chica sosteniendo el teléfono con el hombro mientras miraba los papeles.

- Esta bien, pero si no llegas Kagome te voy a…

- Sí llego, es una promesa – luego de despedirse colgó.

- Señorita Higurashi, acaba de llegar el señor Houshi – se escucho la voz por el teléfono.

- Hazlo pasar

- Bueno días señorita ¿Higurashi? – saludo el hombre al entrar en la oficina.

- Tome asiento y puede decirme Kagome, señor…

- Miroku, me puede decir Miroku, debo decirle que no pensé que sería una mujer la… - Su comentario fue acallado rápidamente.

- ¿Prejuicios? – Levanto una ceja acusadora, lidiaba mucho con ellos y no lo soportaba, las mujeres podían ser mejor que los hombres, es más, lo eran.

- No, claro que no es solo que es extraño – En definitiva debía pensar antes de hablar.

- Bien, ahora entrando en materia, ¿Qué es exactamente usted con el señor Taisho? – Y la abogada entro en escena.

- Inuyasha y yo somos, buenos amigos de toda la vida –respondió.

- Algo más exacto por favor, es mas ¿Fue usted el que contrato los servicios del bufete de abogados, es mas el mío? – Pregunto, aunque mas bien afirmo.

- Exactamente, señorita –dijo el chico con una sonrisa.

- Esta bien Miroku, le voy a ser honesta, el caso del señor Taisho es muy serio y las pruebas dadas son contundentes, pero creo que es posible dejarlo fuera de la cárcel

- ¿Será pronto?

- Pues a medida como se vayan refutando las pruebas, y se logren sacar nuevas conclusiones, puede tardar, como no –dijo Kagome- Por lo pronto voy a comenzar por ir a la cárcel de máxima seguridad y hablar con el señor Taisho y luego veré como evoluciona todo…

- No se preocupe, tómese el tiempo necesario, no hay afán – hablo con una sonrisa.

- Esta bien – El hombre estaba muy confiada o calmado, parecía mas que seguro que iba a salir, ¿Confianza en ella?- Eso es todo, luego le iré informando…

- Muchas gracias, señorita Kagome – Se coloco de pie para marcharse - Nos vemos…


- ¿Y que te dijo? –Pregunto Miroku sentado frente a la mesa, mientras el otro revisaba la bolsa-

- Pues nada en especial solo vino con sus…Miroku ¿Esto no es lo que te pedi? – de la bolsa saco varias revistas.

- Ahhh, esas son mías – Con una sonrisa le quito la bolsa pasándole otra.

- Eres un pervertido – Abrió la bolsa encontrando la pasta dental, jabón, unas cuantas golosinas y refrescos, esa, sí era su bolsa.

- Te puedo dejar una que otra para que te distraigas – Y una maliciosa sonrisa adornó su rostro.

- No molestes, ¿Y que pasó con mi salida de aquí? – Y la mirada más seria se poso en Miroku.

- Hoy en la mañana hable con la abogada, creo que vendrá a verte en estos días

- ¿Es mujer? –Interrogo el joven con cierta duda-

- Así es y una muy bonita –dijo el chico con una sonrisa-

- Por lo que noto me dejaran aquí de por vida – Y su tono no pudo ser otro mas que de resignación.

- Ya deja de ser machista, por subestimar a las mujeres estas aquí, además es de las mejores abogadas –Aseguró.

- Con tal de que me saque de aquí… lo que sea –dijo con el ceño fruncido-


Bien eso fue solo el primer capitulo, si les gustó dejen sus comentarios y sugerencias para este fic. Un abrazo para todas…bye…