Disclaimer: Los personajes son propiedad de Stephenie Meyer.


Epílogo

Todos terminaron el curso con muy buenas notas. Se empeñaron en ayudar a Alice, ya que a causa de la operación había faltado a muchas clases, pero entre todos lograron que aprobara.

A mediados de Julio, Jasper y Alice viajaron a Texas, tal y como habían planeado. Pasaron dos semanas en un pequeño hotel, y fueron a visitar a los abuelos de Jasper y a algunos de sus tíos. Jasper se dedicó a enseñarle todas las cosas interesantes que había en Texas, y se hicieron casi novecientas fotos en cada uno de aquellos rincones. Lo pasaron tan bien que les dio demasiada pena marcharse, pero debían continuar el verano en Forks. Necesitaron casi dos horas para enseñarles a sus familias todas las fotos que habían hecho.

La primera semana de Agosto, llegaron Emmett y Rosalie al pueblo. Los primeros días se dedicaron a instalarse para poder pasar en Forks todo el mes, pero a partir del tercer día comenzaron a salir todos por todos los lugares posibles. Iban a hacer excursiones por la montaña, para la desgracia de Bella que cada vez las odiaba más, e incluso habían ido a la playa de La Push. Allí trabaron amistado con algunos de los adolescentes que vivían en aquella reserva.

A los pocos días Emmett recordó lo que tanto él como Jasper debían hacer.

-¿Qué, Jazz? ¿Iremos a saltar de los acantilados de La Push?

Jasper lo miró durante unos momentos hasta que apareció una sonrisa en su rostro.

-No veo por qué no deberíamos hacerlo.

-¿No estarás hablando en serio? –preguntó Alice angustiada.

-Sí.

-Estáis locos. Os romperéis el cuello –les advirtió Edward.

-Claro que no. Será genial –anunció Emmett frotándose las manos ansioso. –Tú también deberías hacerlo.

-A mí no me metáis. Ya tendré bastante con veros saltando por ahí.

-¿Y por qué no hacéis puenting? Por lo menos estaréis atados a una cuerda, y no existirá la posibilidad de que os ahoguéis –preguntó Rosalie, a lo que Bella y Alice asintieron.

-Porque mola más saltar desde los acantilados. Además, los chicos de La Push lo hacen muchas veces y nunca les ha pasado nada malo.

-Sí, pero ellos lo llevan haciendo desde siempre, vosotros nunca habéis saltado por ningún acantilado –explicó Bella.

-Bueno, no tiene por qué pasar nada malo. No hace falta que seáis tan negativos –se cruzó de brazos Jasper.

-Me parece que si no te ahogas en el mar y al final terminas vivo, te mataré yo con mis propias manos –lo amenazó Alice fulminándolo con la mirada. –No entiendo qué son esas ganas tan estúpidas de poner en riesgo vuestras vidas.

-Solo queremos pasar un buen rato, Alice. Y creo que lo mejor de todo será que lo hagamos esta tarde. –anunció Emmett orgulloso. – ¿Qué te parece, Jazz?

-Por mí bien.

Alice y Rosalie resoplaron enfadadas, observando a sus respectivas parejas.

Durante el viaje a La Push, cada pareja fue con su coche, por lo que Alice no le dirigió la palabra a Jasper en todo el trayecto.

-No te enfades, ya verás como no será nada. –intentó tranquilizarla.

-Sí, eso me lo dirás cuando te hayas chocado contra una roca, perdido el conocimiento, y mueras ahogado.

Jasper rió entre dientes.

-No seas tan negativa. ¿No te parece bien que sea tan temerario?

-Me parece una estupidez.

Jasper negó varias veces con la cabeza sin dejar de sonreír.

-Podrías saltar conmigo –le dijo él a modo de broma.

Alice permaneció varios segundos callada.

-Cuando era pequeña siempre quise saber lo que se sentiría al saltar desde uno de los acantilados –le contestó haciendo que abriera los ojos como platos.

-¿Entonces saltarás conmigo?

-No lo creo. Supongo que si ahora te digo que sí, después me echaré atrás.

-Pues piénsatelo –le pidió Jasper aún incrédulo ante lo que acababa de oír.

Cuando aparcó el coche, los dos comenzaron a caminar hasta el lugar dónde habían acordado encontrarse con los demás. Emmett y Rosalie ya estaban por allí, el primero haciendo flexiones. Rosalie no parecía demasiado contenta, porque estaba sentada en el suelo con el ceño fruncido.

Jasper se acercó a Emmett, mientras que Alice fue a sentarse con Rosalie.

-¿Qué haces? –le preguntó Jasper observándolo detenidamente.

-Flexiones.

-Eso ya lo veo, pero, ¿para qué?

Emmett dejó de ejercitarse y después se levantó sacudiéndose el polvo de las manos.

-Para nada. Porque me aburría, Rosalie está enfadada conmigo y no me habla desde hace dos horas.

-Ah… ya se le pasará –intentó tranquilizarlo Jasper.

-Sí, ya lo sé. Pero es así de terca, qué vamos a hacerle. –Le explicó negando lentamente con la cabeza –Por cierto, ¿quién saltará primero?

-Como quieras, me da igual.

-Lo haremos a suertes.

Emmett comenzó a caminar mirando el suelo detenidamente. Se agachó y cogió dos palos, uno más largo que el otro. Después volvió a acercarse a Jasper, escondió los palos en sus manos y comenzó a moverlos. A continuación tendió el brazo hacia Jasper, con la mano cerrada en un puño y los dos extremos de los palos hacia fuera.

-Coge uno, el que se quede el palo corto, salta primero.

Jasper cogió uno, y abrió la mano. Emmett abrió la suya, y se dio cuenta de que le tocaría a él saltar primero porque Jasper se había llevado el palo más largo.

-Pues ya está decidido.

Jasper asintió, y después observó como aparcaba el coche de Edward delante de ellos.

-Hey, chicos. ¿Qué tal? –preguntó Bella acercándose a ellos seguida por su novio.

-Bien, acabamos de echar a suertes quien será el primero en saltar, y le tocará a Emmett. –les explicó Jasper.

Edward sonrió y después negó varias veces con la cabeza.

-Mejor por ti, Jazz. Así si le pasa algo a Emmett no hará falta que saltes – bromeó.

-No me va pasar nada. En realidad no está tan alto como parece –le dijo Emmett arrogantemente.

-Bueno, será mejor que lo hagamos cuanto antes –Jasper comenzó a agitarse y le entraron ganas de acabar ya con aquello.

-Vamos.

Jasper fue con Alice, y los dos comenzaron a caminar detrás de sus amigos.

-¿Estás seguro de lo que vas a hacer? –le preguntó ella entrelazando su mano con la de Jasper.

-Sí, ¿y tú estás segura de que no quieres saltar?

Alice se encogió de hombros.

-Creo que será mejor que no lo haga.

Jasper asintió, y después se dio cuenta de que ya habían llegado casi al borde del acantilado. Los chicos de La Push estaban a unos metros de ellos, por lo que se acercaron para saludar.

-¿Qué? ¿Vais a saltar? –les preguntó Jacob deteniéndose al lado de Emmett. Jacob era uno de los quileute que vivía en la reserva. Era alto, fuerte, moreno y llevaba el cabello largo. Casi siempre iba con sus amigos Sam, Paul, Embry, Jared y Quil, que también vivían en La Push.

-Solo nosotros dos –le aclaró Emmett señalando también a Jasper.

-Nosotros lo hemos hecho antes, aún no nos hemos recuperado del subidón – le explicó Jacob con una risita. – ¿Os importa si nos quedamos a ver como saltáis?

-No, claro que no.

Emmett se quitó la ropa quedándose con el bañador. Caminó hasta Rosalie e intentó abrazarla pero ella se negó y se fue con Alice y Bella cruzándose de brazos.

-¿No vas a desearme suerte? –le preguntó poniendo carita de cordero degollado.

-No.

-Yo también te quiero, Rose –le dijo sonriendo antes de darse la vuelta y caminar hasta el borde acantilado.

Dio unos cuantos saltitos a la vez que se petaba los huesos de las manos y de los hombros. Después respiró hondo, y saltó hacia delante emitiendo un grito antes de llegar al agua. Todos se asomaron rápidamente con caras de preocupación, hasta que vieron que Emmett salía a la superficie carcajeándose como un desesperado.

-¡¡¡Dios!!!! ¡¡¡Es la mejor sensación del mundo!!! –les gritó desde el agua, a lo que todos rieron. – ¡Venga, Jazz! ¡Te espero en la orilla!- le dijo comenzando a nadar lentamente, hasta que vieron que salía del agua.

Jasper respiró hondo varias veces y después se quitó la ropa. Alice estaba a su lado, y lo miró con cara de preocupación.

-Ya has visto que a Emmett le ha encantado. –intentó tranquilizarla él.

-Sí. Ten cuidado, Jasper –le pidió ella con una mueca de preocupación.

Jasper asintió lentamente y después le dio un beso en la mejilla. Se quedó unos cuantos pasos alejado del borde del acantilado porque quería estar seguro de no chocar con ninguna roca. Respiró hondo y miró a Alice de nuevo. Ella le sonrió radiantemente y dio un pasito hacia delante. Entendió lo que le había querido decirle con aquello, y sin pensárselo dos veces, Jasper comenzó a correr, la cogió en brazos y saltó.

Todos los que estaban arriba se quedaron con la boca abierta por la sorpresa, y se asomaron rápidamente para comprobar que estaban bien. Y, efectivamente, así era. Los dos salieron a la superficie riendo, y después se abrazaron con fuerza.

Desde aquel momento supieron que aunque la vida les tuviera preparados muchos obstáculos, juntos serían capaces de superarlos. Aunque de todos modos, siempre podrían saltarlos…


Bueno...hemos llegado al final de esta historia. Os aseguro que me da mucha penita terminarla porque me ha encantado escribirla, y llevaba mucho tiempo con ella. Pero segun dicen todo tiene un final, asi que hasta aqui hemos llegado. Se que el final es algo extraño, pero a mi personalmente me encanta^^

Primero de todo tengo que agradecer enormemente el gran apoyo que recibio la historia desde casi el principio, y despues agradecer tambien a las lectoras que fueron uniendose a medida que la historia iba avanzando;)

Este fic va dedicado a todas y cada una de las personas que lo han leido, porque sin esas personas digamos que esto no hubiera seguido adelante, asi que muchisimas gracias a todos/as.

Tambien tengo que deciros que no me voy del todo, porque aunque esta historia haya terminado, aun tengo algunas cosillas mas que publicar ;) Y empezare en cuanto pueda! Ademas, tengo muchisimas ideas que me encantaria plasmar, por lo que espero que os alegreis de que no ve vaya ;P

Y buen, creo que ya lo he dicho todo. De nuevo os agradezco a todos/as el gran apoyo, sois los/as mejores!!!^^

Muchisimos besos, y nos leemos pronto!;)