Aclaraciones: Los personajes no me pertenecen, son creación y obra del mangaka Masashi Kishimoto. Es una historia "Au" (Universo alterno); Japón, Tokio. Está es una historia/trama completamente mía, basada en su vieja edición "Mi muñeca" igualmente hecha por mí. Pueden encontrar la historia original que subí en 2010 en mi facebook –cuyo link está en mi perfil-.

Advertencía: Relación de siete años de diferencia. Vocabulario soez. OoC –no tan extremadamente exagerado, pero obviamente lo hay-.

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M U Ñ E C A

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¡Disfruta de la lectura!


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1章

REGALO

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Sasuke Uchiha, hijo de Fugaku Uchiha, primer ministro de Japón. Familia de políticos. Y como en todo gobierno, siempre hay y habrá corrupción, no hay nada ni nadie que se salve de ello, el mal es algo que siempre estará presente, hasta el fin de los tiempos.

Sasuke siempre estuvo consiente de las cosas que los políticos solían hacer, tanto las cosas "buenas" para ayudar a la población y el país, como de las cosas "malas", que obviamente eran todo lo contrario a la primera y en beneficio propio.

La familia del joven era pequeña, sólo consistían en su hermano Itachi, el cual le llevaba cinco años de diferencia; su padre y su tío Madara, este último era el peor de todos, un hombre avaricioso, egoísta, soberbio, intransigente y corrupto. Su madre había muerto hace varios años atrás por un derrame cerebral, su ausencia aún le dolía.

El cumpleaños número dieciocho del joven llegó. Iba a celebrarlo en su enorme casa. Y una fiesta como la suya, sólo significaban tres cosas: Alcohol, locura y sexo.

Para ese entonces, su tío le había hablado un día antes de la celebración, avisándole que le daría un regalo el cual lo sorprendería mucho y que a su vez, le daría una enorme responsabilidad.

El azabache pensó que ese tal regalo, sería algo parecido a un perro.

"Genial, otra boca más que alimentar"

Sinceramente al chico poco le interesaba aquel asunto del regalo de su tío, si era algo que le traería problemas, lo más seguro es que lo terminaría regalando o donando.

El día de la fiesta, el primero en llegar fue su mejor amigo, Naruto Uzumaki. Amigos desde la infancia. Para Sasuke, Naruto era como un segundo hermano, el cual apreciaba y, aunque le costará admitirlo, le tenía bastante aprecio.

Después de su llegada, no tardó en llegar la demás gente, en un par de horas, la enorme casa estaba atosigada de adolescentes alborotados y descontrolados, los cuales bebían, fumaban, bailaban. Se subían a las habitaciones en parejas, tríos, incluso cuartetos; a hacer sabe Buda que.

La fiesta terminó hasta el amanecer, cuando Sasuke se despertó a lado de una desconocida, se vistió y bajo a la planta baja, notando el desastre que habían dejado toda aquella parvada de jóvenes.

Después que toda la gente se marchó, en su mayoría cruda y con resaca, la pobre servidumbre, comenzó a limpiar aquel "chiquero" dejado.

Más tarde, después de varias horas de aseo, Sasuke se había duchado y cambiado. En esos momentos se encontraba entretenido en una computadora.

Recordó a su tío y su supuesto regalito, el cual nunca llegó. Justo después de pensar en aquello, el timbre sonó. Antes de que algún empleado fuera atender, el joven se adelantó.

Abrió la puerta y, parado con una enorme sonrisa socarrona, estaba su tío Madara.

— Sobrino, que agradable es verte —comentó el hombre con un tono de voz fingidamente amable —. Pues como lo he prometido, aquí está tu regalo.

Se hizo a un lado, dejando ver a la pequeña niña que tenía detrás de él. Sasuke no pudo ocultar la cara de sorpresa que tenía. Estaba estupefacto. Intentó tranquilizarse, como pudo.

Miró de nuevo a la niña, parecía tener no más de diez años. Su cabello le llegaba a la nuca y era de un color extravagante, rosa pastel. Traía puesto un vestido de igual color que su cabello, con una cinta azul marino rodeándole la cintura y unos zapatos café claro. Tenía la cabeza gacha, por lo que el joven no pudo divisar bien su rostro.

— ¿Y esto? —reaccionó el azabache exaltado.

— ¿Cómo qué "que" es esto? Pues que más, tú regalo sobrino—contestó Madara, cual si de un perro se tratara.

— ¿De dónde la has sacado? —cuestionó Sasuke aún con cierta exaltación en su voz.

— No seas ingenuo, Sasuke. La he comprado. Y vaya que me ha costado. No, lo que más me costó trabajo, fue convencer al hombre de ese burdel que me la vendiera, no quería dejármela, parecía casi su tesoro —platicaba el hombre, sacando un cigarrillo de su bolsillo —. Así que, más vale que lo aprecies, mi querido sobrino —agregó, para después encender su tabaco.

Sasuke no podía creer que tan bajo había caído su tío. Había sido cómplice del tráfico de menores. Sabía que tipo de persona era, pero nunca a tal grado de meterse con ese tipo de cosas tan delicadas.

— ¿Y, piensas dejarnos aquí afuera? —reprochó el tío, sacando una fumarola de humo por su boca.

El joven no tenía opción, tenía que aceptar a la niña. Por más que odiara meterse en problemas ajenos y lo fácil que sería rechazarla, su conciencia no se lo permitía.

Dejo pasar a ambos, de mala gana. Se dirigieron a la sala más cercana y tomaron asiento. La niña perseguía a Madara, sumisa y temerosa.

—Su nombre es Sakura. Es toda tuya, puedes hacer lo que quieras con ella, no me interesa mucho. Si te la doy, es para que tengas un rato de diversión, ya que bueno, eres mi sobrino consentido.

Sasuke frunció el seño, estaba asqueado ante la actitud de su pariente.

—Muy bien, déjamela. Ya te puedes ir —respondió el joven cortante. Madara mostró una tenue sonrisa de satisfacción.

—Está bien, me agradecerás luego—el hombre se levanto y sacudió levemente la cabeza de la pequeña, está aún con la cabeza baja y encogiéndose de hombros.

Madara se dirigió a la puerta y Sasuke lo acompañó. Esperó a que este sacara su sucio trasero de su propiedad, para después cerrar la puerta con cierto enfado. Fue en dirección a donde se encontraba la niña.

Y allí estaba ella, sentada, con la mirada fija al suelo.

—Oye, tú…


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1章*: Significa en sencillas palabras "Capítulo uno". Así serán todos los capítulos, con esas simbologías. Dato curioso es que supuestamente es japonés, solamente puse en google traductor –español-japonés- "Capítulo uno" y eso salió. ¿Por qué utilizar esos numeritos y simbologías?…Porque se me ocurrió para hacer ver más "bonitos" los capis (agregando que es una historia ambientada en Japón), porque me molo como se vio, me pareció guay y nada más, pa' andar de mamona xD.