Hola! Muy bien, creo que a eso de las tres de la mañana me agarra inspiracion jajaja. Asi que decidi hacer una continuacion del Oneshot. Ahora debe ser un TwoShot o algo asi O.o. Les agradezco mucho a las personas que me dejaron reviews en la primera parte. Aqui dejo la continuacion:
Parte dos.
La lluvia golpea el ventanal de esa enorme habitación. El día era gris y opaco, y a pesar de la intensa lluvia, no se apreciaban ni truenos ni relámpagos.
La ventana estaba cubierta por unas cortinas casi transparentes. La claridad del día apenas y alumbraba el interior del lugar, a pesar de que no había rastro del sol.
Quizás habían pasado un par de semanas desde aquella noticia. La verdad ya no interesaba demasiado.
Lo primero que hace es acurrucarse en su lugar, intentando conservar el calor de las sabanas que lo cubrían. Traga saliva y cierra los ojos con molestia.
No tenia idea desde hace cuanto el dolor de cabeza lo estaba perturbando, pero lo único que le fastidiaba era que a causa de eso no podía conciliar el sueño y evadir la realidad por aunque sea algunas horas.
Se harta fácilmente de la posición en la que estaba, ya que todo le resultaba incomodo. Entonces toma la almohada en la cual apoyaba su cabeza y entierra su rostro en ella. Gira un poco para poder respirar y mantiene sus ojos cerrados.
Solo llevaba los pantalones de pijama, y su torso estaba desnudo. Aun así, se había cubierto lo mas posible con la sabanas de la cama. A esas alturas ya no sabía si era frio o calor lo que invadía su cuerpo.
-Solo quiero que esta pesadilla se termine.- Murmura casi rogándole a algo o a alguien que las cosas pasaran, y que de alguna manera, todo se solucione.
Y de la nada, un ruido seco y espontaneo aturde toda la habitación, haciendo que Kaoru se estremezca y tiemble un segundo sin moverse de la cama.
No había escuchado, o más bien, no le había prestado atención al ruido de la puerta al abrirse. Lo que lo había asustado era el escándalo que había provocado ese portazo violento que había echo al cerrarse.
Hikaru se apoya de espaldas contra la puerta recién cerrada, sin nada de delicadeza, y lleva ambos brazos detrás suyo. Mira hacia abajo por segundos sin querer observar el decadente estado de su gemelo.
-¿Acaso quieres morir?- Murmura seriamente, sin cambiar el semblante de su rostro.
Kaoru vuelve a enterrar su rostro en la almohada, y se niega a responder de cualquier tipo de forma. Lo único que se le viene la mente es ignorar a Hikaru, como lo había echo desde hace tres días. También se maldice por haber discutido con él hace tres días exactamente.
-Respóndeme.- Hikaru alza la mirada y lo mira con algo de asco. No pensaba tenerle lastima, ni consolarlo. Había tomado la determinación de seguirle el juego enfermo a Kaoru. Desde su discusión hace tres días, había decidido estar distante y no preocuparse por él.
-¿Acaso quieres morir?- Reitera la pregunta con mas firmeza, sin despegar la mirada de su queridísimo hermano.
Kaoru solo… se queda callado. ¿Qué podía responderle? ¿Qué el dolor que sentía era tan grande que quería morir?
No. Quizás se estaba dejando llevar por ese sufrimiento. Pero en verdad, él no quería dejar solo a Hikaru. La respuesta era un "no". Por lo menos es lo que logra pensar, pero por lo que hacia, parecía querer lo contrario.
-¡HÁBLAME!- Le ordena Hikaru lleno de rabia, y no soportando el silencio de esa horrible habitación. Lo que más le molestaba era la indiferencia de su gemelo.
No solo se tendrían que separar para siempre en poco tiempo, no solo se habían peleado horriblemente hace tres días y desde ese momento no se habían dirigido la palabra, no solo era Kaoru el mas afectado de ambos. Hikaru se moría de dolor al igual que él, ¿Era tan difícil que el menor entienda que su angustia era exactamente la misma?
Le daba impotencia saber que en vez de aprovechar los últimos días juntos, tendrían que estar separados por una estúpida pelea.
Y todo porque Kaoru se negaba a olvidarse de él y de todo lo que habían pasado hasta el momento.
-¡¿En dónde mierda esta toda esa madurez?! ¡¿AH?!- Hikaru decide dejar de pensar, y de seguir revolviendo sus recuerdos. Se separa de la puerta y da un par de pasos hacia delante. Se detiene y permanece estático, entrecierra los ojos y resiste con todas sus fuerzas las ganas de llorar.
-¡¿No se supone que tu eras el mas maduro de ambos?! ¡¿Qué clase de reacción es esta, Kaoru?! ¡RESPÓNDEME!- Grita de una forma tan fuerte y descomunal, desgarrando su garganta con fuerza. Cada palabra que salía de su boca, era un puñal para Kaoru.
El menor siente que su cuerpo tiembla, y larga un sollozo sin derramar lagrimas. Coloca su rostro de costado en la almohada y cierra los ojos fuertemente.
-¡¿Qué sucedió con tu tranquilidad, con tu capacidad de analizar las cosas y darte cuenta de todo?! De darle… una solución a todo.- Hikaru siente demasiado enojo y furia. Se lleva una mano al rostro y suspira desganado, sin intenciones de seguir gritándole. Sabía que era inútil y que seguiría desgastando su voz en vano.
Desconocía por qué Kaoru lo seguía ignorando, y por qué no quería volver a dirigirle la palabra.
-Dos días… Kaoru.- Murmura Hikaru haciendo pausa entre cada palabra. Siente que no puede mantener su orgullo en alto por mucho tiempo.
Después de todo, era su hermano, y lo amaba. La realidad era que ambos estaban muy adoloridos, y aturdidos. Aun no podían reaccionar correctamente ante su separación absoluta.
Y a pesar de haberle gritado con tanto odio y desprecio, Hikaru sabia que en el fondo se preocupaba por su gemelo… y mucho.
Verlo allí… desde hace tres días… le dolía de muerte.
-Discutimos hace tres días, y hace dos… no me diriges la palabra. Solo quiero saber, ¿Seguiremos así hasta el ultimo día que estemos juntos?- Cuestiona con excesiva calma, y vuelve a dar unos pasos hacia delante. Queda en frente de la cama, contemplando el casi desnudo cuerpo de su hermano menor.
Tenia miedo.
Mucho miedo. Kaoru siente que su cuerpo tiembla, y sabe que es inevitable. Porque a pesar de haber aceptado olvidarlo, era algo completamente imposible.
Le daba pánico pensar en profundidad sobre la separación absoluta.
-¿Podrías…?- La voz de Hikaru se debilitaba a cada instante, y siente que sus ojos se llenan de lagrimas.
-¿…comer?- Siente un nudo en su garganta, y al bajar la mirada siente que se derraman en total silencio.
Kaoru se aferra a la almohada, y niega con la cabeza solo una vez.
El mayor aprieta ambos puños con fuerza y lo mira con una mezcla de tristeza y rabia.
-¿Podrías…?- Su mirada se cubre por las sombras, y esta vez, se deja llevar por las emociones.
-¿… tomar tu maldita medicina?-
Y Kaoru vuelve a negar sin emitir sonido alguno desde su boca, sin dejar en descubierto su rostro en totalidad. Hikaru aprieta los dientes con mucha fuerza, resistiendo las ganas de volver a gritar. Solo dejando que mas lagrimas se acumulen en sus ojos.
-No volveré a preguntártelo. ¿Acaso quieres morir?-
El menor siente la puñalada más grande y dolorosa que podría haber resistido su corazón. Vivir sin Hikaru… ya no tendría sentido. Lo amaba demasiado como para considerar vida a una existencia sin él.
No quería dejarlo solo, pero sucedería y no podría evitarlo. Si se separarían de todas formas, nada lo aferraba a vivir.
Ante aquel silencio sepulcral que se había formulado entre ambos por la pregunta de su hermano mayor… Kaoru termina asintiendo, y emite un gemido lleno de dolor.
Era suficiente. Hikaru ya no podía tolerarlo ni por un segundo más. Se le arroja encima, toma a Kaoru de un brazo y lo sujeta violentamente sin medir su fuerza o considerar si lo estaba lastimando. Lo arroja al piso y no controla lo brusco de sus movimientos.
Siente el golpe y lanza un corto grito seco, para luego acurrucarse adolorido sobre el suelo, de costado. Hikaru se arrodilla ante él y comienza a llorar.
-¡Te odio! ¡Eres un verdadero idiota!- Se cubre el rostro con ambas manos y no deja llorar.
El menor lo observa desde el piso, sin moverse ni un centímetro. Y poco a poco, siente que sus ojos se vencen por el agotamiento.
-Hi…ka…ru…- Articula haciendo las respectivas muecas con sus labios. Pero ni siquiera lo había murmurado, ni un solo sonido había salido de sus labios.
El mayor intenta secarse las lágrimas que seguían cayendo de sus ojos, y abre los ojos horrorizado al contemplar a su hermano tirado en el suelo.
Enfermo, y sin haber probado bocado hace tres días.
-Te… a…mo…- Murmura con dificultad y termina sonriendo Kaoru como si nada estuviera pasando. Como antes, cuando ambos estaban felices disfrutando de su amor, con todas las intenciones de enfrentar y compartir un futuro juntos.
Pero todo se había quebrado.
Hikaru se sostiene la cabeza y cierra los ojos sin poder reaccionar, sin querer admitir que todo estaba perdido para ambos. Solo deseaba con todo su ser protegerlo y hacer que no sufra.
¿Cómo podía todo esto terminar tan mal?
-Por supuesto que también te amo… mi Kaoru…- Se acerca a su cuerpo y poco a poco lo abraza para tratar de brindarle un poco de fuerza. Un poco de vida para que no se rinda y siga adelante.
Su cuerpo se estremece ante el contacto de Hikaru, pero no tarda en corresponder el abrazo con desesperación. El mayor no tarda en ayudarlo a subir a la cama nuevamente, en cubrirlo con las sabanas y en volver a abrazarlo de manera sobre protectora.
Podía notar que aun sufría de una fiebre alta. Hikaru sentía que el cuerpo de su gemelo estaba más cálido de lo normal. Sin embargo, Kaoru comienza a sonreír ignorando su propio estado al sentir los brazos de Hikaru rodeándolo y acariciándolo con mucho cuidado y dulzura.
-Eres tu… eres tu… siempre serás tu… es imposible de olvidar…- Murmura Kaoru sin dejar de sonreír, y entonces estrecha su cabeza contra el pecho de Hikaru. Disfruta de su calor, aprecia su dulce aroma, goza de sus tiernas caricias y agradece esos segundos de amor que aun podía brindarle.
Al ver las mejillas sonrojadas de Kaoru, y al sentir que hundía su rostro contra su pecho, Hikaru decide abrazarlo con pasión. Besa su cabeza una y otra vez, al borde de las lágrimas. Aunque en ese momento, agradece de todo corazón poder sentir la cálida y suave piel de su hermano entre sus brazos, siente una inmensa satisfacción al poder ver nuevamente una sonrisa en su rostro.
Kaoru alza su mirada y lagrimas caen con mucha lentitud. Hikaru se conmueve y siente las mismas ganas de llorar.
-Bésame… por favor.- Le suplica con la mirada, y quebrando su voz con cada palabra el menor de ambos.
Hikaru suelta su abrazo, toma su rostro con ambas manos y acerca sus labios hacia los de su gemelo. Kaoru cierra los ojos y disfruta el beso más hermoso de su vida.
El último.
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