Creo que me equivoque en algo… xD me acorde en clase de Biología hace muchos años, que ellos no son gemelos, son mellizos x3 Sorry!!
Este cap lo hice demasiado rápido, ya que no tengo tiempo ni para rascarme la nariz.
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Capitulo 5: Adolescencia. "Él/Ella es mi Novio/a"
A gran velocidad iban saltando rama en rama. Podrían estar siendo perseguidos, pero no es así.
Ellos perseguían a un buen saco de dinero y sacrificio para su Papi –todavía depende de Jashin–.
Itami chasqueó la lengua, ninguno de los dos lo alcanzaba entre medio de la oscuridad.
—Mierda.
—Deberíamos ir corriendo. —dijo su hermana.
—…Bueno, pero no hagas nada estúpido.
—Hmp.
Los hijos de los inmortales saltaron de los arboles al suelo, a comenzar a correr tras el individuo; era más rápido.
—Creo que los perdí. —la víctima se sentía victoriosa. Creer que todos su compañeros fueron asesinados por esos dos jovencitos sin experiencia, aunque se lamentaron por haberlos matados, ya que los necesitaban para su Papi, o algo así decían. El único que sigue con vida es el.
— ¿Enserio? No subestimes a los seguidores de Jashin-sama. —presumió el albino.
El incognito shinobi se espantó por sus apariciones al frente de sus ojos.
—Cierra la boca Itami, deja de presumir. Papi está esperando su sacrificio.
—No lo mates. —advirtió de reojo, porque para hacer el sacrificio, lo necesitaba vivo. La azabache poseía la fuerza bruta de Kakuzu y la lentitud de Hidan.
Su hermano, al contrario; si poseía la brutalidad de Kakuzu; gran velocidad y gran inteligencia.
—Ustedes… aléjense de mí… —dijo aterrorizado.
***
La puerta sonó violentamente.
Los ojivioletas tiraron al suelo al hombre que atacaron.
— ¿Qué significa esto? —preguntó Hidan que cenaba con su esposo.
—Tu sacrificio. —contestó simple su reflejo mejorado.
— ¿Mi qué? —parpadeó varias veces sin comprender. Él nunca les pidió que fueran a buscarle un sacrificio; nunca.
—Y trajimos un buen maletín. —continuó Hitomi mientras sacaba un saco de su ropa.
—Oh, perfecto. —felicitó Kakuzu. Eso hizo enfurecer a Hidan. No estaba de su parte.
—Joder Kakuzu, deberías retarlos.
— ¿Eh? No seas idiota, hicieron algo bueno. ¿Y donde andaban? —se levantó de la silla, acercándose a ellos.
—En la Aldea de las Aguas Termales. —respondió la azabache.
—En… —balbuceó Papi. Hace tiempo que no iba a su aldea originaria.
—Sí, a tu aldea. No te preocupes Papi, no nos pasó nada.
—…bueno…
—Oye, ¿cuándo podremos hacer el pacto con Jashin-sama? —la pregunta siempre era tema para Itami.
—Nunca. —dijo Kakuzu, era más que obvio, no tendría hijos religiosos.
—Cuando sean mayores de edad. —Hidan enmarcó una sonrisa de triunfo, su culto de propagaba.
—Tch. Como sea, nos vamos a la habitación. —y ambos jóvenes dejaron solos a los inmortales.
El mayor observó que él estaba callado.
— ¿Extrañas tu aldea? —dijo, y Hidan volteó enseguida.
—No… solo que hace tiempo que no sé nada de ella. ¿Por qué no hacemos un paseo familiar? —se animó.
—Sí, después nos vamos a mi aldea, quizás les de gusto en que volvamos. Eres un idiota, piensa un poco.
— ¡No me trates así!
—Vamos a dormir.
— ¿Qué? ¡¿Me vas a dejar con las palabras en la boca?! ¡Eres un…! —cuando seguía reclamando, su esposo iba subiendo las escaleras. — ¡Espera Kakuzu!
***
Los rayos cálidos del Sol se hacían presentes en el hogar.
El joven de cabellos grisáceos estaba al teléfono, conversando muy a gusto en la sala de estar.
Él aceptó la condición sexual de sus padres. Al principio era difícil. Algunos de sus amigos lo molestaban. Tenía miedo de ser homosexual también, pero para su suerte, le gustas las mujeres.; y sigue teniendo problemas con su Papi.
—Oye… no sé si pueda. —dijo en la conversación.
— ¿Cómo que no puedes? ¡Vamos Itami, hay cerveza! —su amigo intentaba animarlo del otro lado del teléfono.
—Mira, voy a ir, pero no con mi hermana. —podríamos decir que es muy protector aunque no quiera admitirlo.
— ¿Eh? Pero…
—Nada. Nos vemos otro día, adiós. —cortó fastidiado. Giró hacia el comedor, pero su sorpresa fue ver a su hermana bien vestida. — ¿Adónde vas?
—Una cita, regreso en dos horas. —respondió rápido y salió de la casa antes de que su hermano le dijera un sermón.
Luego de aquello, el día transcurrió normal.
Hitomi había llegado radiante por su cita, lo cual no pasó desapercibida por sus padres. ¿De dónde sacó el permiso para salir?
Ya estaba atardeciendo.
Itami yacía en la mesa junto con Hidan, tomando la cena. El ojiverde por su parte, sentado en el sofá.
Justo en eso se hace presente la chica.
—Oigan, voy a salir.
Ambos albinos levantaron la mirada.
— ¿Quién te dio permiso? —preguntó Hidan.
—Am… por eso estoy avisando.
— ¿Adónde vas y con quién?
—Con mi novio, a una fiesta. —sonrió sencilla. Por lo oído, Kakuzu se levantó, y fue hacia ella.
— ¿Otro? Bien, y a qué hora llegas. Me imagino que te viene a buscar.
—Aja. Es lindo.
—Que sea lindo no significa que sea un buen partido. —comenzó hablar el poseedor de los cinco corazones. En cuanto a Itami, estaba callado observando la escena. —Y si vas a salir... —con sus manos abrochó la chaqueta que su hija que mostraba demasiado. —no muestres como tu padre. —simplemente se refiere a la costumbre de Hidan en andar con el torso al aire libre.
—Como sea. Yo saldré les guste o no. —Hitomi se cruzó de brazos.
—Como quieras, pero conoceré a tu novio.
— ¿Eh? No… digo… ¿por qué?
—Porque sí.
*Ding Dong*
—Creo que ya llegó. —dijo Hidan un tanto celoso. Acto seguida, alegremente la muchacha fue abrir la puerta, dándole la bienvenida a su nuevo novio.
Ella lo presentó ante toda su particular familia.
Luego tomaron asiento.
Itami seguía en su posición anterior, mirando con los ojos entrecerrados al individuo pretendiente de su hermana pequeña… por minutos.
— ¿Y a que te dedicas? —Kakuzu comenzó con el cuestionario. El chico se encontraba tenso, no le agradaba para nada la mirada de ese hombre moreno, ni pensar de su cuerpo lleno de musculatura. Solamente se dedicó a coger la mano de la pelinegro. A Hidan le molestó.
—Soy… soy un ninja medico. —respondió.
—Ah~ —se asombró. —, que bien. ¿Y tus padres?
—Em… lo mismo, je.
— ¿Qué intenciones tienes con mi hija? —fue directo al punto.
—…La quiero mucho, quiero ser el mejor novio que ha tenido em… ¿le puedo decir suegro?
—No. —negó en voz alta. Al decir verdad, no le cree nada.
—Ok. Señor Kakuzu.
—Otosan, tenemos que irnos a la fiesta. —interrumpió la joven, además de que ya es tarde para la diversión.
—Vayan. —afirmó. La pareja se levantó para irse, no obstante… —Ultima cosa. Si le haces algo a mi hija… Te Mato, y no bromeo.
— ¡Sí, sí señor!
—Otosan no lo asustes.
—Y hacerlo sacrificio para Jashin-sama. —dijo Hidan, eso tensó aún más al novio.
—Sí, sí… vámonos. Adiós. —abrió la puerta y salió de la casa con su pareja.
—No me gusta.
—A mi tampoco. —dijo Itami. — ¿Los sigo?
—Hazlo —ordenó Kakuzu. Para nada le tenía confianza en ese joven. Entonces Itami se levantó de la silla dispuesto a salir de la casa—. Y hace algo, no dudes en matarlo.
—Ok. —y solamente dejó la casa.
Caminando por las vacías calles, miraba el suelo.
¿Por qué hacía esto?
Era su hermana menor, pero no le importaba con quien saliera.
En fin, solo lo hace por sus padres.
Tomó un taxi para ir al lugar de la fiesta, usando sus sentidos de seguimiento a su hermana.
Cuando llegó al sitio, observó mucha gente bailando y bebiendo como animales.
¿Cómo se le ocurre venir aquí?
Le daba igual. El punto es encontrar a la parejita.
Pasó entre la muchedumbre con empujones y algunos improperios, hasta que al final la halló.
Y no le agradó para nada en que estaban.
El novio de Hitomi intentaba tocarla, y ella se hacía a un lado.
— ¡Oye, deja a mi hermana, mierda! —luego de eso, fue a darle un golpe en la cara.
Todos gritaron y la fiesta se detuvo.
***
Hidan estaba en la sala con el entrecejo fruncido.
La puerta se abrió de apoco, apareciendo a ambos herederos de la religión Jashinista.
— ¿Qué hora son estas llegar jovencitos? —habló Hidan.
—La seguí. ¿No querían eso? —respondió Itami de mala gana.
—No me respondas así. ¿Saben qué hora es? Las seis de la mañana.
—Bien, bien. Te contaré lo que sucedió.
—Cállate, no le cuentes. —amenazó Hitami.
—Golpeé a su noviecito por tocarla, después lo maté.
—… ¡¿Qué?! —sobresaltó Hidan.
—Era lo menos que podía hacer. Además fue en honor a Jashin-sama.
—Y después fuimos detenidos. —terminó la joven.
—Con razón la demora. Lo bueno es que están bien —dijo calmado el padre—. Y la próxima vez que salgas niñita, cúbrete ese pecho, joder. —le subió el cierre de la chaqueta.
—Yo me voy a dormir. —Itami se marchó a su habitación.
—Y faltó contar algo —sonrió Hitomi, y Hidan la miró sin entender—. Tuvimos que matar a los guardias para salir del lugar, jajaja. —rápidamente se fue de la sala.
Hidan quedó paralizado.
Pain tenía mucha razón cuando dijo que sus hijos eran unos parásitos de mal.
A pesar de todo, eran sus hijos dignos de ser Jashinistas. Debería hablar con Kakuzu sobre hacerlos inmortales aunque sean menores de edad.
A la mañana siguiente, Kakuzu le dijo que no.
Itami se alistaba muy provocativo en su habitación, no importa si durmió poco, este día era muy especial para él.
La azabache entró y lo miró de pies a cabeza.
— ¿Y tú?
—Nada. —respondió sencillo mientras se desordenaba el cabello. Para él eso es orden.
—Raro. —no se dijeron nada más hasta que el albino pasó al frente de ella para salir de la habitación y le quedó observando. — ¿Qué me ves?
—Bájate esa falda.
—Vete al diablo.
Luego de aquel choque de egos, bajó a la sala. Vio a Hidan cocinando.
— ¿Dónde está Otosan?
—Fue a comprar, enseguida regresa. ¿Por?
—Es que… invite a mi novia a almorzar y quiero que la conozcan.
— ¿Novia? Oh joder. Ayer tu hermanita tuvo un novio… muerto. ¿Qué pasaría si…?
—No va a pasar, joder.
***
Ya estaban almorzando.
No hubo ninguna conversación, solo miradas a la novia del joven Jashinista.
A Hitomi le gustaba nada la idea de que tuviera novia… y ¡Rubia! Odiaba a las rubias de ojos azules.
¿Celos? No, para nada.
Es que como él mató a su novio, tendría que hacer lo mismo.
— ¿Y haces algo? —preguntó por fin alguien, Kakuzu.
—Trabajo en el banco; en general mi familia tiene muchos bancos alrededor del país. —respondió la joven. Eso era maravilloso para Kakuzu.
—Hijo mío —Itami levantó la vista por el extraño "apodo" —, ha conseguido un buen partido.
— ¿Eh? Tú nunca me has dicho "hijo…"
—Bienvenida a la familia Chicle.
—Gracias, pero soy Chieko, señor. —corrigió la novia de Itami.
A Kakuzu le daba igual como se llamara, lo importante es que esa familia lo hará muy feliz. No obstante si analizamos el nombre de la joven, significa Niña de las Mil Bendiciones.
¡Vaya Bendición!
Hitomi chasqueó la lengua.
***
— ¡Te odio! —le gritó Chieko quien estaba enojada.
— ¿Qué, pero por qué? —el pobre de Itami no comprendía.
—Me engañaste.
—Espera un momento, yo jamás te he engañado.
—Lo vi con mis propios ojos. ¡Hitomi tenía razón!
¿Hitomi? ¿Qué tenía que ver ella en esto?
Mierda…
— ¿Con quién me viste? —al aparecer ya sabía quién se refería. Un día estaba conversando en la plaza con su tía Konan… eh… cosas personales sobre Pein.
— ¡Ah, entonces lo admites! ¡Desgraciado! — ¡paf! Una linda cachetada de su novia le dio. — ¡Terminamos, no quiero volver a verte! —corrección, ex novia; y se fue de la casa.
—Auh. —se lamentó por el dolor en la mejillas, acariciándola. Pensó un segundo en su hermana, y rápidamente va a buscarla. — ¡Hitomi! —pronunció enfurecido.
— ¿Qué? Wow… ¿Estás enojado? —se divirtió mientras masticaba chocolate en su cama.
—Tú… ¡Por tu culpa, terminó mi relación! —sin pensarlo dos veces, se abalanzó sobre el cuerpo de su "adorada" hermanita. Ella comenzó a gritar y a jalarle el cabello para que la soltara, pero no había caso.
Se revolcaron en la cama hasta desordenarla, luego cayeron al suelo… y sin dejar de pegarse y decir maldiciones.
En ese momento llega Hidan.
— ¡Joder! ¡Dejen de pelear! —a prisa fue a separarlos. Le costó demasiado. Al separarlos, seguían diciéndose millones de palabras obscenas. — ¡Ya basta!
—…
— ¿Se puede saber, por qué mataban, joder?
— ¡Por su culpa, terminó mi relación! —Itami levantó la voz mientras la señalaba.
—Pero esa no es razón para atacarla. Además ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
— ¡Le dijo que la engañaba, y que me junte con Konan-san!
— ¡Hitomi! —Hidan se enojó.
— ¡Lo hice porque él mató a mi novio, que en paz descanse! —se defendió.
— ¡Te voy matar! —el joven intentó lanzarse a la chica, pero Hidan se interpuso. — ¡Déjame hacer un sacrificio a Jashin-sama!
— ¡Ustedes dos cálmense! ¡No quiero escándalos! ¡Los dos están castigados, no tendrás salidas durante tres meses, y nada de novios aquí, joder! ¡¿Dónde mierda está Kakuzu cuando lo necesito?!
—Trabajando… —mencionó cabizbajo Hitomi.
— ¿Entendieron?
—Sí… —dijeron los hermanitos totalmente deprimidos.
—Itami, a tu habitación. —ordenó, él chico accedió.
***
·
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Dos años pasaron.
Ninguno de los dos tuvo una pareja hasta que se convirtieran en adultos, para no causar dolores de cabeza a Kakuzu.
Pero no solo era eso.
Su otro propósito eran ser Jashinistas.
Ya tienen la mayoría de edad.
Los cuatros yacían reunidos en el bosque en la madrugada.
Kakuzu rezaba que ellos se negaran en pertenecer a esa religión.
Hidan estaba muy contento y orgulloso.
—Bien hijos míos —decía el Jashinista. —, vamos a comenzar con el ritual. Jashin-sama se sentirá muy feliz de tener más seguidores. Ahí tienen los dos sacrificios, pero antes tienen que hacer el sello de maldición.
—De acuerdo. —aceptaron los hermanos.
Había dos personas adormecidas amarradas a cada árbol.
Los hijos de los inmortales procedieron a hacer el pacto con Jashin.
—Arrepiéntanse, arrepiéntanse, arrepiéntanse. —se decía mentalmente el moreno.
Sin decir nada más, y en resumen…
Fueron Jashinistas.
Todos vivieron felices para siempre…
Itami y Hitomi dejaron la casa; a independizarse.
Hidan y Kakuzu probablemente a un asilo de ancianos.
¿Nietos? Quizás sí o quizás no.
Fin.
N/A: ¡Al fin lo terminé! Sé que este cap le faltó más narración… pero es que no dispongo de mucho tiempo, lo acabé recién (29/03, 23:54) Por lo menos fueron felices para siempre… see como no xD
Recuerden! ¡Se viene el cumpleaños de Hidan! (2/04) Ya deben saber que regalarle, porque yo si sé! X3
Y haré oneshot y drabble sobre mis OC (Itami y Hitomi) sobre los hechos no vistos en este fic.
Si se dieron cuenta, Hitomi anda mostrando parte de sus pechos al igual que Hidan xD
Eso sería todo, espero que les hayan gustado.
Review's?
XD