Capitulo 13: Despertar
Jasper pov
-Me van a decir alguna vez ¿que edad tienen?-pregunte exasperado, era el segundo día que pasaba aquí, el sol se encontraba en su máximo punto en el cielo y dos pequeños vampiros se encontraban brillando delante de mi.
-A una dama nunca se le pregunta la edad, deberías saberlo- refunfuño Jane mirando hacia abajo. Nos encontrábamos en una de las tantas plataformas que poseía la montaña disfrutando del sol que rara vez se mostraba en los alrededores y que tan pocas veces mis actuales compañeros de hogar tenían la posibilidad de ver.
Mire a Alec esperando que el me contestara, pero por el contrario no se encontraba viendo en mi dirección con la sonrisa burlona que generalmente ponía cada vez que yo preguntaba su edad, se encontraba concentrado observando fijamente a Jane desde una distancia considerable completamente embelesado.
-¿Ustedes son gemelos?-pregunte de golpe, ambos se voltearon, ninguno de los dos se esperaba esa pregunta.
-No –susurro Jane acercándose adonde me encontraba sentado y dejándose caer frente a mi.- podemos confiar en ti ¿cierto?
-Confías en mis hermanos y ellos confían en mi, por lo tanto ya estas confiando en mi- Alec sonrió de lado al tiempo que se dejaba caer al lado de Jane.
-La verdad ni siquiera somos hermanos-dijo simplemente, yo los observe fijándome en los pequeños detalles que con un solo vistazo o una mirada superficial no notarias, y de hecho Alec poseía un rostro mas angular y definido que Jane mostrando que quizá le llevaba unos años mas, sus cabellos contrastaban de manera escandalosa a la luz del sol el rubio liso que caía suelto de Jane y el negro azabache ondulado de Alec mostrando una de sus mas grandes diferencias. Los mire esperando una mayor explicación.
-¿Alice alguna vez te conto como "adoptamos" a Edward y a Bella?-pregunto Jane, asentí en respuesta, Alice había llegado por la tarde completamente destrozada contándome la historia.
-Bueno la verdad esa es nuestra historia, claro con algunas modificaciones- comenzó Alec- La verdad no nos encontrábamos en un orfanato sino en una pequeña aldea escondida en uno de los tantos bosques de Francia, con Jane éramos los mejores amigos nos conocíamos desde que éramos bebes, nuestras familias vivían una junta a la otra, por lo que prácticamente crecimos juntos.
-Era mi decimo cuarto cumpleaños y Alec insistió en llevarme a una hermosa saliente que había encontrado en uno de sus tantos paseos- sonrió Jane al tiempo que parecía recordar otra época- aun conservo la flor de la promesa de aquel día – murmuro por lo bajo escondiéndose tras su cabello.
-Le prometí que nunca me separaría de ella y la protegería con mi vida, hasta ahora he cumplido- rio Alec abrazando a Jane por los hombros y acercándola a él.-ese día tan bien fue el que perdimos todo- siguió perdiendo su tono alegre y llegando a uno tan frio que me erizo los cabellos.- cuando volvíamos a la aldea al atardecer pudimos ver humo saliendo de entre los arboles, escondí a Jane entre algunos arbustos y me dispuse a ver que ocurría. La pequeña villa se encontraba en llamas y los pocos aldeanos eran arrastrados por unos cuantos hombres, ¡vampiros!-escupió con desagrado- uno me vio y me capturo llevándome hasta donde pude distinguir a mis padres sin vida en el suelo, fue entonces que Elezar apareció.-Aro quiere a los que posean alguna habilidad, el chico posee potencial- declaro alejándome del Vampiro quien le gruño en respuesta y se dispuso a buscar algo escondido en los arboles. Cuando escuche el grito aterrorizado de Jane no te puedes imaginar lo que sentí-dijo Alec con los ojos llenos de terror y dolor.- aun no se como pude liberarme de Elezar y correr hasta ella, lo primero que hice fue cargarla he intentar correr hacia el bosque pero uno de los vampiros se empecinaba en jugar con nosotros, no permitiéndonos escapar, fue entonces que choque con Elezar y caí al suelo cubriendo a Jane con mi cuerpo y gritando que no la separarían de mi, había echo una promesa y la iba a cumplir.
-No fue hasta que Elezar aseguro que no nos separaría sino que nos llevaría a ambos, fue que se calmo- rio cariñosamente Jane.
-¿Y como fue que quedaron como hermanos?-pregunte
-A Elezar se le ocurrió, dijo que sus maestros no eran tan comprensivos como él y que no durarían en separarnos, por lo que ser llamados hermanos y poseer poderes que se complementaban nos permitió seguir juntos- respondió Jane tomando la mano de Alec entre las suyas.
-¿Edward y Bella lo saben?-inquirí con rapidez, quizás esto no debería decírselo a ellos.
-Si, se los contamos cuando aun estábamos en Volterra- dijo Alec- son lo mas parecido a una familia que hemos tenido en años, y nos recordaban de cierta manera a nosotros, fue la principal razón por la que sugerimos a Aro que antes de decidir que hacer con ellos probara si poseían un don, gracias a Dios lo hacían no creo ser capaz de asesinarlos, desde que fueron convertidos hemos convivido con ellos por horas enteras, confiamos en ellos y no permitiríamos que Aro les haga daño- me aseguro.
-¡Jane, Alec!- se escucho el grito de Bella desde el interior- llévense a Jasper de aquí Alice esta despertando.
No alcance ni siquiera a formular una idea de lo que pasaba cuando Alec me cargo en su hombro y se lanzo al abismo con Jane detrás suyo.
Alice pov
Después de lo que parecía un infierno las llamas por fin se detuvieron dejando un muerto corazón detrás, sabia lo que me había pasado, la mordida de un vampiro había comenzado el fuego en mi interior transformándome en una.
-Alice- escuche el susurro a mi lado, abrí los ojos con lentitud adaptándome a mi nueva visión, Bella se encontraba a mi lado observándome atentamente, pero no lucia como la recordaba era mas hermosa aun como una diosa y a su lado había un dios con una mueca de preocupación en la cara, el rostro de ambos despedía una luz propia que se acentuó con la sonrisa que ambos esbozaron al verme despierta.
-Bella- dije abalanzándome sobre ella por un apretado abrazo, lo que no esperaba era la reacción de Edward, el cual se interpuso en mi camino cubriendo a Bella con su cuerpo adoptando una amenazante postura.
-Edward, no me ara daño amor, esta asustada- dijo Bella saliendo detrás de él acercándose a mi con una sonrisa anesteciante- Dime ¿tienes sed?
Si no me lo hubiera dicho habría olvidado por completo el ardor en mi garganta cada vez que ingería una bocanada del aire que no necesitaba, por lo que me limite a asentir, inmediatamente Edward desapareció por una puerta que mis ojos ya habían procesado con anterioridad pero no habían puesto mayor atención.
-Alice-volvió a llamar mi atención Bella, me fije como me miraba inquieta a la vez que un rayo de luz se filtraba en alguna parte habiendo que su piel brillara, realmente parecían diamantes-¿Cómo te sientes?
-Rara, me es difícil concentrarme- conteste sinceramente contando los diamantes de su rostro.
-Si lo se suele ser abrumante los primeros días, es como ver, sentir por primera vez- dijo sentándose a mi lado, me miro con dolor y tristeza- realmente lo siento, esto no debería haber ocurrido, debí hacerle caso a Edward y alejarnos de ustedes, lo siento tanto Alice- se lanzo a mi brazos sollozando temblorosamente, como si no pudiera llorar.
-No es tu culpa Bella, son mi familia nunca me hubieran mantenido alejada de ustedes- le dije intentando tranquilizarla y la verdad era esa, era mi hermana, la chica que cuando cumplí cinco años horneo mi tarta favorita, la chica que se interpuso entre un perro y yo recibiendo ocho puntos en su brazo, la chica que era mi diario personal, la que a pesar de convertirla en mi modelo personal nunca me odio por ello, era la persona en quien mas confiaba y si el precio por estar a su lado era este no me importaba pagarlo.- ve el lado bueno ahora no podrás huir de mi cuando diseñe un nuevo vestido.
Bella se aparto con una pequeña sonrisa al tiempo que Edward volvía con un vaso entre sus manos, en seguida me tense al percatarme de que se trataba.
-No te preocupes, estarás bien- dijo Edward entregándomelo, tome un sorbo de prueba, el liquido aplaco el ardor en mi garganta pero el sabor no era el mejor, sabia a pasto, hice una mueca- siento el sabor, pero Jane y Alec acabaron con lo poco que habíamos traído de carnívoros-se disculpo.
-No importa logra acabar con la sed-dije encogiéndome de hombros y tomando el resto.
-¿Los chicos se llevaron a Jasper?- casi escupí lo que quedaba de sangre cuando Bella formulo la pregunta.
-¡Jasper esta aquí!- grite, claro que con mi nueva voz no sonó como uno de mis acostumbrados chillidos, sino que fue como campanitas sonando.
-Si, esta aquí dijo que no le apartarían de tu lado- solté un suspiro, oh mi querido Jasper pensé, si para Bella Edward era su caballero, para mi Jasper era mi soldado, él que no temía defenderme y seguirme en mis locuras, pero esta no era una locura que él pudiera seguir, yo ya no era humana, no podía permanecer a su lado.
-Pero es peligroso- fue lo único que pude decir, por que enseguida el cuarto donde me encontraba desapareció junto a Bella y Edward, para dar paso a imágenes en mi cabeza de Jasper y yo en lo que parecía un bosque nevado, sus mejillas y nariz sonrosados por el frio al tiempo que sonreía al verme saltar de rama en rama, la imagen desapareció para dar paso a Edward vestido con un esmoquin esperando al final de un blanco pasillo, toda nuestra familia se encontraba allí, un chico alto y moreno reía a mi lado mientras fruncía su nariz en una mueca graciosa, las imágenes se detuvieron Bella y Edward se encontraban preocupados frente a mi.
-Alice ¿Qué ocurre?- pregunto Bella, Edward me miraba con los ojos como plato, claramente vio lo que sucedió con su habilidad.
-Jasper estará bien-asegure- acabo de verlo.
Todos en el cuarto parecían estatuas.
Edward pov
Alice había visto el futuro, eso era sorprendente, la pequeña duende tenia una habilidad, tal como el maldito de Marck había dicho, lo que me llevaba a pensar que si el resto de mi familia también las tendrían, pero deje todo eso de lado para recordar una sola imagen, yo vestido de esmoquin esperando en un pasillo. Una sonrisa idiota se instalo en mi rostro, era una boda y no había nadie con que deseara casarme mas que con mi Bella.
Había pasado una semana desde que Alice había despertado, el primer día fue cansador, la duende no paro de realizar pregunta tras pregunta hasta que al anochecer rio diciendo que este día nunca acabaría, las siguientes horas las paso intentando forzar su habilidad logrando tan solo vagas imágenes, a los tres días de su despertar Jasper se acerco por primera vez, todos estaban completamente tensos en la sala mientras Alice era sujeta por Alec y por mi por petición de ella y Bella sujetaba a Jasper por si tenia que correr con él, pero nada paso y Jasper con una gran sonrisa se acerco a una controlada Alice, desde entonces no se separaban hasta que Jasper se iba a la cama, claro que siempre se encontraban en compañía de alguien, lo cual a pesar de molestarles se veían forzados a aceptar.
-¿Cuándo me llevaran a cazar?- pregunto Alice a Bella, ambas se encontraban sentadas en el sofá cerca de la chimenea, con Bella de espaldas a Alice ya que esta cepillaba su cabello. Jasper dio un respingo en su asiento al lado de las chicas, soltando el libro de la guerra civil que había estado leyendo, se disculpo con un murmullo, aun no se acostumbraba a nuestra dieta.
-No podemos cazar aquí, es una reservación- respondió Jane por Bella, ella se encontraba un poco mas alejada del resto jugando damas con Alec- Este sitio esta lo suficientemente alejado de los humanos para mantenerlos a salvo en tus primeros días, pero no nos podemos permitir cazar y ser descubiertos, tienen cada animal de aquí registrado.
Alice hizo un puchero, se moría de ganas por ir a cazar y averiguar cual era su animal favorito luego de que Bella le contara nuestras preferencias, incluso tenia ropa preparada para la ocasión.
-Bella has algo- se quejo como niña berrinchuda, Bella tan solo rodo los ojos y se acerco a mi sentándose a mi lado, frente al piano.
-¿Qué haces?- me pregunto suavemente, no le podía contar que estaba planeando nuestra boda, se espantaría, así que decidí contestarle con otra verdad.
-Escribo una nueva nana para ti- dije sonriendo de lado tal como le gustaba.
-Por eso te amo-respondió dándome un suave beso.
-¡Oh por Dios!- nos separamos con el chillido de Alice- ¡Están juntos y no me lo contaron!
Ambos suspiramos esta seria una larga discusión, pero ambos contentos que a pesar de todo Alice seguía siendo Alice.
