!!!!Hola!!!!

Por fin he podido terminar el capitulo. No había tenido tiempo suficiente para hacerlo, pero al fin ha salido, he estado una buena parte del día aquí sentadota para poder terminar.

Gracias a todos ustedes, porque si no fuera por ustedes queridos lectores, jamás habríamos llegado hasta la segunda temporada. Así que besos para todos ^^

Disclaimer: Naruto no me pertenece, pertenece a Kishimoto-sensei, pero yo uso a sus lindos personajes para crear mis historias ^^

Advertencia: este capítulo contiene lemon, aunque aún estoy en práctica, así que no esperen mucho de mi ^^u


Capitulo 1: Vacaciones de verano.

Las aves volaban en el cielo, sobre el inmenso mar, y el sol calentaba más que nunca.

La playa estaba llena de gente, todos tomando sol, comiendo helados, jugando en el mar. Algunos estaban en parejas disfrutando de su amor, otros jugando con una pelota de playa.

-¡El agua está fría! – Gritó una chica de cabellos azulados amarrados en una especie de tomate, y ojos color perla, que lucía un revelador bikini blanco. Salió corriendo unos cuantos pasos y luego alguien la tomó entre sus brazos - ¡Espera Naruto-kun!

-Vamos al agua hime-chan, no seas cobarde – Decía el rubio de ojos azules metiendo a su novia al mar – Además no está fría.

-¡No! – La chica le daba leves golpes en la espalda, pero no estaba enfadada, sólo estaba jugando. Él la metió al mar, haciendo que se mojara completa - ¡Que malo eres Naruto-kun!

-¿Soy malo? – Preguntó él con una sonrisa divertida.

-Eres malísimo, malvado – Respondió la ojiperla haciéndole un desprecio, pero luego lo miró con una sonrisa – Pero te amo de todas formas.

-Y yo a ti Hinata-chan – Naruto se acercó hasta sus labios y la besó, mientras las olas golpeaban a ambos, a ella por la espalda y a él de frente.

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Sakura estaba recostada sobre la arena tomando el sol tranquilamente, usando unos lentes de sol oscuros con los marcos color rosa. Su bikini era rosado también y encima usaba una pañoleta de color verde agua con flores amarillas.

De pronto una sombra le tapó el sol, por lo que se quitó los lentes para mirar con una sonrisa a la persona que tenía en frente, quien traía unas sodas en las manos.

-Sasuke-kun – Dijo la pelirrosa – Te tardaste.

-Perdón, es que allá donde vendían las sodas estaba lleno de chicas locas que comenzaron a pedirme mi número, de no ser porque Karin las espantó yo…

-¿Karin? – Preguntó Sakura arqueando una ceja.

-¿No vas a ponerte celosa cierto? – Sasuke se sentó a su lado mientras le sonreía. Sakura simplemente desvió la mirada mientras inflaba las mejillas – Vamos Sakura – Tomó a la chica del mentón e hizo que lo mirara a los ojos – No te pongas así ¿De acuerdo?

-De acuerdo – Respondió Sakura sonriendo, y acercándose a los labios de su novio para besarlo.

-

Los chicos estaban jugando vóleibol playero. Neji, Tenten, Gaara y Yuki estaban en un lado y Matsuri, Sasori, Temari y Kiba estaban del otro.

Yuki cada vez que podía se colgaba del cuello de Gaara y aprovechaba de besarlo, luciendo lo más que podía su título de "novia". Matsuri la miraba con rabia, aunque trataba de disimularlo al estar frente a su novio Sasori.

-¡Allá va! – Gritó Tenten golpeando la pelota de playa hacia el otro lado de la red. Del otro lado Matsuri le dio con ambas manos, y la lanzó, directo al rostro de Yuki.

La chica cayó de espaldas con la nariz sangrándole y la cara roja por el golpe.

-Ups, perdón – Dijo Matsuri sonriendo internamente – No fue mi intención querida.

-Auch, mi rostro – Se quejó Yuki poniéndose de pie. Gaara fue a verla y la ayudó a levantar.

-¿Estás bien Yuki? – Preguntó el pelirrojo – Te llevaré de regreso al hotel para que vayamos a curarte.

-No es necesario Gaara-kun – Dijo Yuki con una sonrisa dulce, acto seguido miró a Matsuri como si fuese a matarla, con ojos de metralleta y un aura de demonio – Ésta maldita lo hizo a propósito.

-No, fue un accidente – Le aclaró la castaña - ¿Por qué te atacaría a ti? Yo no tengo nada en tu contra – Decía riendo con ironía.

-¡Claro que si, estás celosa porque Gaara ahora es mi novio y me quiere! ¡Porque él ya no te hace caso! – Gritó la pelinegra histérica, pero Matsuri seguía riendo. Gaara miró a Matsuri mientras trataba de retener a su "novia" –con quien en realidad sólo estaba para darle celos a Matsuri- que estaba por ir a golpear a la chica.

-Si vieras que eso me da igual, Gaara no me interesa para nada – Dijo la castaña, haciendo que Gaara se sintiera muy mal, después de todo lo había dicho en frente de él. Sasori aprovechó de abrazar a Matsuri por la cintura.

-Escucha niña, Matsuri es mi novia y créeme que Gaara no significa nada para ella.

-¡No hables por los demás bastardo! - Lo amenazó Gaara.

-¡¿Qué?! ¡¿Quieres pelear otra vez mocoso?!

-¡Cuando quieras!

-Gaara-kun, vámonos por favor, ya no quiero estar aquí – Pidió Yuki abrazando a Gaara. Él asintió y se fue con ella, pero sin dejar de ver a Matsuri durante todo el tiempo que le fue posible.

-"Idiotas" – Pensó Matsuri con fastidio. Era verdad que lo había hecho a propósito, después de todo no soportaba a esa resbalosa, pero eso jamás iba a reconocerlo, jamás iba a aceptar que seguía amando a Gaara – "Jamás lo haré"

Después del incidente, Sasori la tomó de la mano y se la llevó del lugar, dejando el juego tirado.

-¿Bueno y ahora qué? – Preguntó Tenten con fastidio.

-¿Vamos a dar una vuelta por la ciudad Ten? – Le preguntó Neji con una sonrisa. La castaña asintió sonriendo, y ambos se fueron tomados de la mano.

-Bueno, supongo que así no se puede jugar – Dijo Kiba – Me voy a buscar a mi novia.

-Si, yo voy por Shikamaru.

Los dos jóvenes se alejaron. La rubia caminó hasta una silla de playa, en donde se encontraba recostado Shikamaru, ya un poco rojo por pasar todo el día ahí sin hacer nada.

Temari se sentó a su lado, mirándolo con el ceño fruncido.

-No me gustas tan bronceado – Le dijo cruzándose de brazos.

-¿Eh? – El pelinegro la miró levantando un poco sus lentes, pero al notarlo Temari comenzó a reír, ya que se notaba la línea de los anteojos de sol sobre su piel y se veía muy gracioso.

-Cielos Shikamaru, debiste quitarte los lentes, jajajaja – Reía la rubia.

-No te burles o esta noche no me voy a escapar a tu cuarto – Le amenazó Shikamaru con una sonrisa. Temari se calló al instante, inflando las mejillas.

-¿Siempre vas a sobornarme con eso? – Preguntó mirando a otro lado. De pronto sintió los brazos de su novio alrededor de su cintura, lo que la hizo sorprenderse. Shikamaru la había abrazado por la espalda, apoyando la cabeza sobre el hombro de ella, que estaba descubierto debido a que estaba usando un bikini.

-Sabes que es sólo una broma tonta – Le dijo con esa voz que tanto le gustaba, no con pereza sino con ternura.

-Eres malo para hacer bromas, perezoso – Le susurró Temari sonriendo.

-

-¡Por favor una foto Ino-san! – Pedían un montón de chicos mientras Ino posaba vistiendo un sensual bikini morado. Tras ella había una especie de escenografía de la playa, pero al atardecer, y junto a ella había varias chicas más. Arriba había un gran cartel que decía "Miss beach girl", e Ino estaba participando de ese concurso.

Sin embargo, para Sai -que estaba en primera fila- no era nada grato ya que todos esos chicos desesperados tendrían una colección privada con fotos de SU novia, y eso lo hacía sentirse celoso.

En ese momento llegaron Sasuke y Sakura tomados de la mano, al igual que Naruto y Hinata, ya que querían ver el comienzo del concurso.

-Ino se ve muy linda – Dijo Hinata sonriendo.

-Para mí la reina de la playa eres sólo tú Hinata-chan – Le dijo Naruto mientras le daba un suave beso en los labios. La ojiperla le sonrió y todos voltearon a ver el concurso que ya estaba comenzando.


Mientras tanto, Matsuri había sido jalada por Sasori hasta llegar al hotel. Él estaba muy molesto, aunque en la playa lo había disimulado muy bien.

-¿Por qué lo hiciste? – Preguntó el pelirrojo.

-¿Hacer qué? – Matsuri se hizo la desentendida, como si no supiera de que estaban hablando, pero él no estaba dispuesto a dejar las cosas así.

-La golpeaste a propósito ¿Crees que no me di cuenta? Aún sigues enamorada de Gaara – Dijo Sasori bajando la mirada. Matsuri se sintió mal, ella no quería hacerle eso a él, y tampoco quería sentir todo aquello por Gaara, pero no podía evitarlo. En su juego de conquistarla, Gaara realmente lo había logrado completamente, sentía que jamás podría sentir algo así por otro hombre, aunque lo intentara.

-No fue así – Siguió negando Matsuri – Y yo no amo a Gaara, de verdad que no – Dijo bajando la mirada.

-No te creo – Sasori le dio la espalda y se fue del lugar muy triste y a la vez enojado. Matsuri se apoyó contra la pared de aquel pasillo vacío.

-¿Cómo se hace? – Se preguntó con tristeza - ¿Cómo se hace para olvidar a alguien a quien amas con todas tus fuerzas?


-Ya está todo bien Yuki – Dijo Gaara con una sonrisa. Por suerte el golpe había sido superficial y sanaría pronto. La pelinegra le sonrió con dulzura.

-Perdón por hacer que me cuides, sé que soy una torpe para todos los deportes.

-No es cierto, esto lo hizo Matsuri a propósito – Dijo el pelirrojo con cierto enfado en su voz – Voy a tener que hablar con ella.

Gaara se puso de pie dispuesto a salir, pero Yuki lo tomó de la mano, jalándolo hacia ella. Gaara se dejó llevar, hasta quedar encima de la chica.

-Por favor no vayas con ella – Pidió con una suave voz – Yo sé que aún la amas – La chica bajó su mirada y una lágrima se deslizó por sus mejillas. Gaara notó esto y la secó con sus dedos.

-No llores Yuki, te prometo que haré todo lo posible porque esto resulte – Le dijo Gaara, tratando de sonar convincente. Él no quería lastimarla, la quería mucho, pero no la amaba.

-Yo sé que si – Dijo Yuki antes de besarlo.

Gaara se sentía un poco mal, después de todo sólo la usaba para darle celos a Matsuri, y no se daba cuenta de que ella se estaba enamorando de él.


En Konoha, las cosas iban de mal en peor en la mansión Hyuuga. Hiashi había sufrido un extraño e inexplicable desmayo, que los doctores no habían podido explicar a ciencia cierta. Ahora se encontraba en cama.

-¿Cómo te sientes Hiashi? – Le preguntó Motoko mientras se sentaba a su lado, y dejaba una taza de té sobre el velador.

-Estoy mejor, gracias por preguntar – Dijo Hiashi tratando de disimular su malestar, para no preocupar a su esposa.

-Ten, espero que esto te haga sentir aún mejor – Dijo la mujer entregándole la taza – Debes reponer fuerzas.

-Si – Dijo Hiashi haciendo un gesto de agradecimiento.


Mientras, en casa de los Uzumaki, las cosas iban cada vez mejor. Ya estaba todo preparado para la babé, porque ya sabían que sería una niña. Incluso el nombre ya estaba pensado, se llamaría Aiko porque sería amada por toda su familia.

Kushina estaba preparando la comida para Minato, ya que sus dos hijos se habían ido a la playa hace casi tres semanas. Los extrañaba, pero todo estaba muy tranquilo desde que se fueron.

En ese momento llegó Minato, quien traía en sus manos un pequeño osito de peluche que usaba un vestido rosado.

-¿Cómo estás amor? – Preguntó el rubio besando a su esposa.

-Bien, la bebé ha dado unas patadas hace rato – Respondió Kushina sonriendo – Creo que tenía deseos de oír a papá, ya que cuando llegaste se ha calmado.

-Pues será mi consentida al parecer – Sonrió Minato – Traje esto para ella, y… - Su mano derecha había estado escondida tras su espalda todo el tiempo, hasta que por fin mostró que traía un hermoso ramo de flores – Estas son para ti.

-Están hermosas – Dijo Kushina – Auch, ha dado otra patada.

Minato puso una mano sobre la barriga de su esposa y sonrió en el acto.

-Esto me trae viejos recuerdos… de cuando esperábamos a Naruto y Naruko, y me hace pensar en todos los errores que cometimos después de ese maldito accidente – Minato apretó los dientes, enfadado., pero Kushina lo abrazó en ese momento, aunque se le dificultaba bastante.

-Eso ya pasó, ahora estamos juntos.

-Es cierto – Dijo el rubio.


Sasori estaba sentado sobre un risco que había en la parte trasera del hotel. Desde ahí el mar estaba muy abajo, el que cayera ahí seguro no vivía para contarlo. Él estaba tomando el aire, se sentía confundido y frustrado por Matsuri. A pesar de todo ella no lograba volver a quererlo. Si tan sólo hubiera hecho mejor las cosas la primera vez.

-¿Qué puedo hacer? – Se preguntó lazando una piedra, la cual dio botes contra las rocas de más abajo, partiéndose por la mitad, y luego fue devorada por las furiosas olas del mar.

-¿Por qué estás tan solo Sasori-kun? – Escuchó cierta voz conocida. Se volteó y vio con una sonrisa a Naruko, quien lo veía con sus hermosos ojos azules que parecían ser el mismo cielo.

La chica traía un atuendo ligero, un short de tela de color café y una blusa de tirantes color naranja. Su cabello estaba como siempre amarrado con dos coletas, y además tenía un poco de tierra en la cara, por lo que Sasori comenzó a reírse.

-¿Q-que pasa? ¿Por qué te ríes? – Preguntó la chica un poco exaltada.

-Tienes tierra en la cara – Le respondió Sasori mientras sostenía su estómago, tratando de parar de reír, pero las expresiones que ponía la rubia no ayudaban mucho en eso.

-¡¿Eh?! – Gritó Naruko. Dio un movimiento brusco sin querer y se resbaló. Por suerte Sasori se levantó rápidamente y la sostuvo para evitar que cayera, pero a cambio él se enredó con las piernas de ella, haciendo que los dos cayesen hacia el suelo rocoso.

Sasori había quedado justo encima de Naruko, y ella lo miraba sonrojada, aunque no decía ni hacia nada. El también se sonrojó, jamás imaginó tenerla en esa posición, se veía realmente hermosa e indefensa, aprisionada entre sus brazos y aquel duro suelo de rocas. Podía sentir la respiración de la chica sobre su rostro, y ella lo sentía a él, y de pronto un extraño deseo por unir sus labios se apoderó de ambos.

Sasori se fue acercando, detallando con su mirada centímetro a centímetro los labios de la Uzumaki, la cual no hacía ningún esfuerzo por moverse del lugar. Sus labios estaban a punto de encontrarse por segunda vez, y ahora no era igual que antes, ahora no era una "práctica" sino algo real.

-¡Naru-chan! – Oyeron la voz de Naruto desde lejos, al parecer estaba buscando a su hermana. Sasori se levantó un poco, estirando sus brazos para poder ver a Naruko.

-Tu hermano te está llamando – Le dijo con una sonrisa, para después dirigir su mano al rostro de la chica para limpiarle la tierra – Te ves mejor así.

Naruko se sonrojó y desvió la mirada, en ese instante él se levantó, y dándole la mano a ella, la ayudó a pararse también.

No habían podido besarse, pero al menos estuvieron a punto de hacerlo. Ambos sabían que lo deseaban.

-N-nos vemos luego – Dijo Naruko antes de salir corriendo.

-Me pregunto… ¿Qué es lo que sucede conmigo? – Se dijo el pelirrojo mientras la veía correr.


-¡Y la reina de la playa es…! – Gritó el animador del concurso, mientras todos estaban expectantes - ¡Ino-san!

Un aplauso de todos sus amigos llenó el lugar por completo, todos felicitándola y gritando, pero también había muchos chicos más que gritaban el nombre de Ino acompañado de "Ten una cita conmigo" o "¿Serías mi novia?" lo que terminó por hacer que Sai se alejara furioso, sin siquiera presenciar como a su novia le ponían una hermosa corona y una banda.

Ino estaba sonriendo, muy feliz por haber ganado frente a otras chicas que eran realmente hermosas. Sin embargo su sonrisa desapareció al ver que Sai se alejaba. Quiso seguirlo, preguntarle que había sucedido, pero en ese momento no podía hacerlo.

-"¿Qué habrá pasado?" – Se preguntó preocupada.

Hinata estaba entre la gente, pero se alejó para buscar a Naruto, que hace unos minutos había ido por su hermana al hotel. Tenía que admitir que estas tres semanas habían sido las mejores de su vida. Antes, cuando estaba en el instituto de chicas, parecía estar encerrada todo el tiempo, ni siquiera tenía amigas, si no fuera porque decidió regresar a la ciudad e ir a estudiar al instituto Konoha, nada de esto estaría pasando, no habría conocido a su amado Naruto, ni a todos los amigos que ahora tenía. Y definitivamente no se habría reencontrado con su madre.

Sonrió levemente al recordar lo buena que había sido su vida desde el año pasado. Ya casi pasaba un año desde que conoció a Naruto, y para ella había sido un amor a primera vista, porque desde la primera vez que lo vio su corazón había dado un vuelco enorme.

-¡Hey, Hinata-chan! – Escuchó la voz de su rubio llamándola. Observó hacia su izquierda y ahí venía Naruto, trayendo de la mano a Naruko, quien se veía un poco extraña. El rubio finalmente llegó a su lado y la abrazó - ¿Qué pasó, ya acabó el concurso?

-Así es, Ino-chan fue la ganadora – Le respondió Hinata.

-¿En serio? Tengo que felicitarla – Dijo sonriendo Naruko mientras se acercaba a su amiga. Naruto y Hinata la miraron con una sonrisa y luego se miraron entre ellos.

-¿Entonces, hoy iremos a la fiesta que habrá en el hotel? – Le preguntó Naruto sonriendo.

-No lo sé, yo había pensado en pasar ese tiempo a solas, tú y yo… - Dijo Hinata un poco sonrojada, bajando la mirada. Naruto entendió lo que ella quiso decirle y también se sonrojó. Era cierto que desde que llegaron no habían podido estar a solas en casi ningún momento, los cuartos eran para tres u cuatro personas, y no había forma de tener privacidad así.

-¿Estás segura? D-digo… sobre eso… - Dijo Naruto bajando la mirada. Luego miró a Hinata, notando lo hermosa que se veía con sus mejillas adornadas de ese color rojizo. Ella asintió para luego abrazarlo.

-Claro que lo estoy Naruto-kun, quiero estar contigo – Le dijo mientras se sonrojaba aún más, y apegaba su cuerpo al de Naruto. El rubio posó ambas manos en la espalda de la ojiperla y sonrió.

-Entonces esta noche nos escapamos de la fiesta ¿Te parece?

-Me parece perfecto – Le respondió Hinata.

Sakura y Sasuke habían ido a pasear por la playa. Al mirar a un lugar notaron a Kiba y a Lee muy enterrados en la arena, sólo sus cabezas estaban afuera. A Chouji comiendo todo lo que podía, y a Shikamaru, como siempre, haciendo nada.

La pelirrosa se entretuvo mirando a unos niños pequeños que hacían castillos de arena, mientras Sasuke iba por unos helados. Al volver le ofreció uno a Sakura.

-Estos días si que han pasado rápido ¿No crees Sasuke-kun?

-Ajá, lástima que después de esto te irás donde tus padres – Dijo Sasuke bajando la mirada. Sakura le sonrió y le tomó la mano.

-¿Me vas a extrañar?

-¿Tú que crees? – Sasuke esbozó su media sonrisa, esa que a Sakura tanto le gustaba. De pronto ella se abrazó a él, sorprendiéndolo, ya que parecía extraña - ¿Te sucede algo?

-No, es sólo que aún no puedo creer todo lo que hemos pasado – Dijo Sakura sonriendo – Al principio ni me hacías caso… eso realmente me dolía mucho… - La chica escondió su rostro en el pecho de su novio, y éste sólo la abrazó – Pero ahora todo es tan distinto…

-Lo sé – Dijo Sasuke – Yo nunca te haré eso de nuevo, lo juro. Ahora siempre seremos tú y yo – Tomó a Sakura del mentón para besarla dulcemente, mientras ambos sostenían sus helados. Al separarse se sonrieron, y Sakura miró al mar.

Notó que el mar se movía de forma extraña, y de pronto se dio cuenta que no era eso, sino que estaba algo mareada. Se sostuvo la cabeza y se tambaleó unos segundos. Sasuke la sostuvo algo preocupado.

-¿Te encuentras bien? – Le preguntó.

-S-si… fue sólo un pequeño mareo, no sé, tal vez comí algo que no me hizo bien – Respondió Sakura con una sonrisa.

-Espero que sólo sea eso y no vayas a estar enferma de algo – Dijo el azabache en tono de regaño, como reprochándole el no haberse cuidado bien. A Sakura le apareció una gotita en la frente y lo miró con una sonrisa.

-No seas tan gruñón Sasuke-kun, te vas a poner viejo antes de tiempo – La pelirrosa comenzó a correr - ¡Y no podrás atraparme!

-¿A si? – Preguntó el chico con una sonrisa divertida - ¡Ya veremos si te atrapo! – Sasuke se terminó su helado de un bocado y salió corriendo tras Sakura.


Matsuri estaba caminando hacia la playa, cuando sintió que su brazo fue jalado por alguien, haciéndola dar la vuelta obligatoriamente. Se encontró de frente con los ojos de Gaara, que la veían enfadados.

-¿Qué te pasa imbécil? – Le preguntó agresiva.

-¿Por qué lo hiciste? – Fue todo lo que dijo él, sin siquiera tomarle importancia a la pregunta de la chica. Ella se soltó de su agarre muy molesta.

-¿Ahora tú también vas a decirme que fue a propósito? Por favor, fue un maldito accidente ¿De acuerdo? – Dijo Matsuri con sarcasmo, pero Gaara no le creía nada.

-Es mentira, vi como le lanzaste el balón a propósito a Yuki, no ganas nada con negarlo – Gaara volvió a tomarla bruscamente del brazo, y a ella le dolía, así que trataba de soltarse - ¿Es que acaso estás loca?

-Suéltame, no tienes ningún derecho de tratarme así Gaara – Decía la castaña tratando de zafarse – Me duele.

-No te voy a soltar hasta que vayas a pedirle perdón a Yuki – Dijo secamente el pelirrojo. Matsuri lo miró abriendo los ojos sorprendida ¿Pedirle perdón? Ella jamás se rebajaría a tanto, no iba a pedirle disculpas a la novia de Gaara.

-¿Tanto la amas? – Preguntó la chica con la mirada ensombrecida.

-¿Qué?

-¿No decías amarme tanto? Sin embargo a la primera oportunidad te fuiste con ella ¿Ese es tu amor? ¡¿De esa forma piensas demostrármelo?! – Matsuri finalmente se soltó del agarre de Gaara, mientras sentía algunas finas lágrimas comenzar a brotar de sus ojos.

-¡Tú fuiste quien me rechazó! ¡¿Qué querías que hiciera, que me quedara lamentándolo toda la vida?! ¡¿No crees que eso es un poco egoísta?!

-¡Cállate, déjame en paz! – Matsuri iba a salir corriendo pero él una vez más la tiró del brazo, haciendo que se pegara a su cuerpo. No quería dejarla ir así, no podía soportar el deseo de tenerla entre sus brazos, de besarla.

Al principio Matsuri se sorprendió al sentir el contacto de los labios de Gaara sobre los suyos, moviéndose con pasión, pero no pudo resistirlo y se entregó por completo a ese beso. Ella también deseaba sentirlo, y aunque ahora sintiesen rabia el uno por el otro, por un momento todo se les había olvidado.


Tenten y Neji caminaban tomados de la mano por una especie de feria junto a la playa. La castaña observaba a algunos artesanos haciendo collares y ese tipo de cosas, como también gente que pintaba tatuajes artificiales. Neji también observaba, aunque no le interesaba mucho. De pronto miró a la playa, y ahí vio a su prima Hinata, muy a gusto junto a Naruto.

Hinata y él corrían, pero luego Naruto la atrapó y la abrazó haciéndole dar algunas vueltas en el aire.

Él aún seguía molesto con ella, por haberse ido con una mujer asesina, con la mujer que había acabado con la vida de su padre. Jamás podría perdonarla, ni a ella ni a sus primas por haberlo traicionado de esa forma.

Tenten lo miró, y se dio cuenta enseguida de que otra vez le pasaba lo mismo. Siempre que veía a Hinata esa rabia lo carcomía por dentro, y no lo dejaba vivir en paz.

-Neji ¿Quieres ir a otro lugar?

-Estoy bien aquí Tenten – Respondió él sin dejar de ver a su prima, que ahora iba corriendo hacia el agua.

-Por favor Neji, habla con Hinata. Ustedes eran como hermanos y ahora… me duele ver que la rabia te mantenga tan alejado de ella… - Dijo la castaña bajando su mirada, sintiéndose muy triste. Neji se dio cuenta de lo que la hacía sentir, y él también se sintió mal por eso.

-Lo siento Tenten – Dijo acariciando la mejilla de su novia – Te prometo que lo intentaré, trataré de hablar con Hinata.

-Así me gusta – Tenten le sonrió.

Hinata llegó hasta el mar y le aventó un montón de agua al rubio, quien cayó de espaldas al suelo. Hinata se acercó a él, agachándose a su lado.

-¿Estás bien Naruto-kun? – Le preguntó, pero Naruto tenía los ojos cerrados.

-Me he ahogado, tendrás que darme respiración boca a boca – Dijo el rubio abriendo un solo ojo, para notar que Hinata se había sonrojado. Le gustaba tanto hacerla sonrojarse, que rió al lograr su cometido.

-Naruto-kun… - Dijo ella en tono de regaño.

-Me ahogo, por favor sálvenme – Seguía Naruto. Hinata simplemente suspiró y acercó sus labios a los de él.

Y obviamente no fue respiración boca a boca, sino un beso intenso ya apasionado. Naruto posó ambas manos en el rostro de Hinata haciendo que el beso se volviese aún más intenso. En el momento en que Hinata se separó de él le dio un pequeño golpecito en el pecho.

-Los ahogados no besan a sus salvavidas – Lo regañó.

-Es que este ahogado se estaba muriendo por un beso – Respondió Naruto con su brillante sonrisa. Hinata simplemente le sonrió con ternura. Realmente lo amaba, él era tan tierno que sin importar las tonterías que dijera, siempre se enamoraba más de él.


-¡No! – Matsuri empujó a Gaara para separarlo de ella y le dio una cachetada. Luego se fue corriendo mientras él simplemente se sobaba la mejilla.

-Eso me dolió – Dijo el pelirrojo, para después sonreír – Ella todavía no me ha olvidado, aún me quiere…

Por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz aunque lo hubiesen golpeado. Sin embargo recordó que dentro de su habitación había dejado a Yuki dormida, y justo después de prometerle que iba a hacer el intento de quererla, había corrido como un perro faldero detrás de Matsuri.

Ahora estaba realmente confundido ¿Qué debía hacer?

Por otro lado Matsuri había llegado hasta la playa corriendo, pero en una zona algo alejada del turismo, donde decía que estaba prohibido bañarse. Sin embargo ella sólo se sentó en la arena.

-Que estúpida… ¿Por qué lo he besado? – Se reprochó – Yo tengo que olvidarlo… no puedo… - Se cubrió el rostro con ambas manos para detener las lágrimas – No puedo sentir esto…


La noche al fin llegó y el patio trasero del hotel estaba lleno de gente que había venido a disfrutar de la fiesta.

Los chicos estaban todos bailando y disfrutando, algunos tomando y otros simplemente sentados.

Naruto y Hinata estaban bailando mientras se sonreían el uno al otro. Ya había pasado casi una hora desde que llegaron y no tenían intenciones de quedarse mucho más.

-¿Crees que ya podemos irnos hime-chan? – Le preguntó Naruto con ciertas dudas.

-Ajá, nadie nos está mirando… además están todos distraídos con la fiesta – Le respondió Hinata – Es hora de irnos.

-De acuerdo – Naruto la tomó de la mano y la sacó de la fiesta, ingresando los dos al hotel. En verdad no estaba seguro de lo que iba a suceder, pero sabía que si él y Hinata estaban juntos nada podría salir mal.

Mientras tanto en la fiesta, Sasuke y Sakura estaban sentados en una mesa. El azabache bebía un trago mientras la pelirrosa simplemente lo miraba.

-¿Por qué no vamos a bailar Sasuke-kun? – Le preguntó Sakura con una sonrisa.

-¿Eh? Si, claro – Respondió Sasuke – Pero déjame beber el último – Sasuke se sirvió un trago y bebió un poco - ¿Quieres Sakura?

-No… como que lo veo y me da asco – Respondió Sakura haciendo un gesto de repulsión.

-¿Y eso? – Sasuke la miró preocupado y le puso una mano en la frente – Estás roja Sakura ¿Segura que estás bien? Parece que en verdad te has enfermado.

-Estoy bien Sasuke-kun "O eso creo" – Pensó preocupada. La verdad era que estaba sospechando algo, ya que realmente había tenido unos mareos muy extraños estos últimos días – "N-no… no, tengo que pensar en otra cosa, definitivamente eso no puede ser" – Trató de auto-convencerse.

-Hey Shikamaru ¿Has visto a Naruto? – Le preguntó Kiba mientras él y Kana se sentaban a la mesa del Nara y su novia.

-No, desde hace un rato que no veo a ese problemático – Respondió Shikamaru.

-Ah ¿Oye no quieres ver quien resiste más? – Propuso Kiba mientras tomaba entre sus manos un pequeño vasito con licor. Shikamaru sonrió y Temari los miró a ambos con una gotita en la frente.

-¿En verdad vas a hacer eso? – Preguntó – Cielos, yo no quiero estar cuando te caigas sobre la mesa.

-Hasta Temari desconfía de ti – Se rió Kiba.

-Que gran apoyo, gracias – Dijo Shikamaru con sarcasmo. Temari sólo infló las mejillas y le hizo un desprecio.

-Kiba-kun, no creo que debas hacer eso, no es bueno emborracharse por puro gusto – Trató de disuadirlo Kana mientras le tomaba una mano, pero Kiba sólo le sonrió.

-No te preocupes, no voy a perder.

-Kiba-kun – Dijo ella en tono de regaño.

Mientras Lee hacía unos pasos entre egipcios y árabes en el centro de la pista, Ino se acercó a Sai, quien estaba sentado solo y alejado de casi todos en ese lugar. Él estaba lanzando piedras al acantilado, cuando vio llegar a la chica a su lado.

-¿Por qué estás aquí? – Preguntó ella.

-Estaba pensando – Fue todo lo que dijo el pelinegro, volviendo a lanzar una piedra hacia el fondo del lugar.

-Sai… ¿Por qué me dejaste sola durante el concurso? Me sentí muy triste cuando vi que te ibas – Dijo Ino bajando la mirada – Pensé que ibas a estar orgulloso de mi…

-Lo siento – Dijo él bajando la mirada también – La verdad es que… cuando vi que todos esos hombres te miraban de esta forma, que te tomaban fotos, y tú alegremente posabas para ellos, yo… estaba tan celoso…

-S-Sai… tú… - Ino lo miró sorprendida. Ella siempre había sentido celos por él, por cada chica que se le acercara con "esas" intenciones, pero en cambio, Sai jamás le había dicho que él también sentía celos.

Realmente se sintió feliz de saber que él sentía eso, porque quería decir que la quería de verdad.

-Lo siento mucho Ino-chan, yo no debería sentir… - Pero fue interrumpido por los labios de la rubia, quien después de eso lo miró con una sonrisa.

-Sai-kun… prométeme que siempre vas a estar a mi lado – Dijo Ino mientras lo abrazaba – Porque yo te amo mucho, y sin ti no sabría que hacer.

-Claro que si – Le dijo él correspondiendo su abrazo – Yo también te amo Ino-chan, y te lo prometo, siempre voy a estar a tu lado.

Después de decir eso, fue él quien la besó, sintiendo el suave contacto de sus labios. Realmente la amaba, era la única persona que había despertado ese sentimiento en él y en su corazón que hace tiempo había perdido el brillo.


Karin estaba saliendo de detrás de un árbol abrochándose la blusa. No pasaron ni cinco segundos y apareció Suigetsu detrás de ella, quien la abrazó por la espalda.

-Mantén esas manos quietas lagartija – Le dijo Karin apartándolo.

-¿Ahora te vas a hacer la difícil? – Preguntó él mientras se acercaba a su oído – Hace un rato no me decías lo mismo.

-¡Suigetsu! – Gritó la chica sonrojada – Ni una palabra de esto a nadie ¿Me oyes?

-¿Por qué? ¿Acaso te da vergüenza que te vean conmigo? – Preguntó el joven molesto, mientras se alejaba de ella. Karin lo miró sintiéndose algo culpable.

-No es eso… lo siento – Dijo la chica dejando de lado su tono agresivo – A fin de cuentas… tú eres el único que… bueno… ya sabes.

-¿El único que te ha hecho sentir mujer? – Dijo él con su media sonrisa, haciendo que Karin se volviese a sonrojar.

-Sólo no me molestes ¿De acuerdo?

-De acuerdo Karin – Respondió Suigetsu antes de besarla.


Sasori estaba bastante aburrido ya que lo único que hacía su novia era beber más y más, y no le daba ni la hora.

-¿Por qué no vamos a bailar Matsuri? No quiero que te emborraches.

-No quiero, ve a bailar con alguien más – Dijo la chica cortante.

-Bien, como quieras – Le respondió Sasori enojado, y se fue dejándola sola.

Matsuri sentía que estaba haciendo todo mal. Ya no sentía lo mismo por Sasori que cuando lo acababa de conocer, no pudo volver a sentir lo mismo desde que besó por primera vez a Gaara, esa tarde en la enfermería de la escuela. Y ahí estaba otra vez pensando en él, sufriendo por él, arrepintiéndose de n haberlo perdonado, porque ahora él estaba con esa chica.

-Soy una tonta – Se dijo mientras tomaba un vaso y se iba con él, tambaleándose un poco pues ya estaba ebria.

Gaara estaba hablando con Neji y Tenten, ya que Yuki no había querido venir por lo que sucedió con su nariz. El pelirrojo vio salir a Matsuri, quien chocaba con algunas cosas al caminar. Se preocupó por ella y decidió seguirla.

-Disculpen chicos, regreso luego – Dijo saliendo del lugar.

-¿Qué le pasa a Gaara? – Preguntó Tenten.

-Ni idea, él es tan extraño… - Le respondió Neji – Bueno ¿Vamos a bailar?

-Claro Neji – Le respondió Tenten sonriendo.


Naruto y Hinata estaban ya dentro de la habitación. La ojiperla cerró con el seguro y luego se arrojó a los brazos del rubio besándolo apasionadamente. Estaba segura de sus sentimientos y de lo que quería que sucediera esta noche, y sabían que nadie los molestaría porque todos de seguro iban a amanecerse en la fiesta.

Naruto tomó a Hinata por la cintura, haciendo que se pegara más a su cuerpo, mientras la besaba cada vez con más pasión, dejando salir todos sus sentimientos por ella, perdiendo el aliento.

Rápidamente sus ropas comenzaban a estorbar, y el calor subía lentamente. Naruto pasó sus manos por la delicada espalda de Hinata, llegando hasta el borde de su blusa de tirantes. La tomó con ambas manos y la deslizó hasta quitársela por completo, dejándola sólo en sostenes.

Después de eso le bajó el cierre de su corta mini falda de mezclilla, haciendo que ésta cayese al suelo. Era la primera vez que la veía en ropa interior, sin contar las veces en bikini que era casi lo mismo. Pero no alcanzó a sorprenderse demasiado cuando notó que ella se deshacía de su camisa.

Naruto podía sentir como las manos de Hinata se movían temblorosas sobre su espalda desnuda. Hinata lo empujó sobre la cama, haciéndolo quedar sentado a la orilla de la misma, para después ella sentarse sobre sus piernas, mientras le besaba el cuello. Naruto comenzó a tocar la espalda y luego las piernas de ella, pasando lentamente sus manos por cada parte del cuerpo de su amada para sentir la suavidad de su piel tan detalladamente como le fuera posible. Entonces él también comenzó a besar el cuello de Hinata, dirigiendo su mano derecha al broche del sostén, para después soltarlo, dejando libres sus dos pechos suaves y redondos. Él jamás había visto a alguien tan perfecta como su Hinata, y estaba seguro de que tampoco lo haría.

Ahora quería llevar el control, así que se puso de pie, haciendo que ella también lo hiciera, para después recostarla sobre la cama y dejarse caer sobre ella, llenándola de besos. Entonces tocó su cuerpo por completo, besó su cuello, sus senos, todo de ella era realmente atrayente.

Hinata soltó un leve gemido mientras sentía como Naruto pasaba suavemente los dedos sobre su intimidad, provocándole unas sensaciones indescriptibles.

-N-Naruto-kun… Ahhh.

Naruto le hizo callar besándola en los labios, mientras Hinata comenzaba a bajar el cierre de su pantalón. Cuando él estuvo sólo en ropa interior, detuvo sus besos y sus caricias para mirarla directamente a los ojos.

-Hinata… ¿Estás segura de que quieres hacerlo? – Le preguntó con calma – Yo sólo planeo llegar hasta donde tú lo decidas, yo también estoy nervioso – Confesó algo sonrojado.

-Si estoy segura Naruto-kun – Le respondió la ojiperla con un evidente sonrojo en sus mejillas – A tu lado no tengo miedo de nada.

Naruto sonrió y volvió a besarla, introduciendo su lengua en su boca. Rápidamente se deshicieron del resto del resto de su ropa, quedando los dos completamente desnudos el uno sobre el otro, disfrutando del contacto de sus labios.

Naruto separó suavemente las piernas de Hinata y comenzó a entrar en ella sintiéndola estremecerse bajo él. Notó la expresión de dolor en el rostro de su novia y la forma en que ella lo abrazaba, casi a punto de enterrarle sus uñas en la espalda. Sabía que le estaba provocando un enorme dolor y quería que eso terminara pronto, no quería verla sufrir.

Hinata soltó algunas lágrimas mientras el ardor recorría todo su cuerpo acompañado de un leve grito que trató de no emitir en el momento en que sintió que Naruto rompía su barrera.

-¿Estás bien Hinata, quieres que continúe?

-S-si, estoy bien – Respondió ella con su dulce voz. Besó a Naruto mientras se guindaba de su cuello y entonces él comenzó a moverse muy despacio. Hinata podía sentir aquella invasión en su interior, y ese dolor que lentamente fue desapareciendo, siendo reemplazado por el placer.

Los dos comenzaron a respirar agitadamente mientras las envestidas de Naruto aumentaban su potencia cada vez más. Hinata comenzó a gemir con fuerza al no poder resistir tanto placer, se sentía realmente feliz de poder compartir ese momento con su amado Naruto. Su mano izquierda se aferró con fuerza a las sábanas de la cama, al tiempo que Naruto comenzaba a morder sus senos con delicadeza. Él también soltaba algunos gemidos, aunque más graves que los de Hinata, y es que también se sentía abrumado por las sensaciones que ambos estaban experimentando por primera vez.

Finalmente ambos sintieron que llegaban al clímax gritando el nombre del otro, y Hinata sintió que algo explotaba dentro de ella.

Naruto se tumbó en la cama y la abrazó protectoramente.

-Te amo princesa – Le susurró.

-Yo también te amo mi príncipe – Le respondió Hinata con una sonrisa, antes de volver a besarlo.


Sakura estaba encerrada en el baño, y cavaba de tirar la cadena. Tomó una toalla y se limpió la boca. Se sentía mal, y tenía el rostro tan rojo como si tuviera fiebre, para colmo acababa de vomitar.

Estaba muy preocupada, asustada, pensando lo peor.

-No… tengo que comprobar esto de alguna forma… - Se dijo viéndose al espejo - ¿Pero y si sí? ¿Qué voy a hacer si yo estoy…?

-Sakura ¿Estás bien? – Le preguntó Sasuke desde afuera.

-¡Si Sasuke-kun, ya salgo! – Respondió ella. Luego volvió a mirarse – Definitivamente es sólo mi imaginación, yo no puedo… no puedo estar embarazada…

Después de decir esto salió del baño encontrándose afuera con un preocupado Sasuke.

-¿Qué te pasa Sakura? ¿Por qué de pronto corriste al baño? ¿Te sientes mal?

-Estoy bien Sasuke-kun, de verdad que no tengo nada – Le dijo regalándole una tranquilizadora sonrisa – "Nada" – Pensó.


Naruko estaba sentada y aburrida, ninguno de sus amigos ni su hermano estaban por ninguna parte.

-Que lata – Se dijo.

-¿Qué haces tan sola Naruko-chan? – Oyó una voz masculina. La chica se volteó y al verle la cara se sonrojó mucho. Ahora cada vez que lo veía le pasaba lo mismo, lo que la tenía muy confundida.

-¿Y-yo? Estoy aquí aburriéndome ¿Y tú que Sasori-kun, no estás con tu novia?

-Tuvimos una pequeña pelea – Respondió el pelirrojo – Así que por ahora no me la menciones ¿De acuerdo? – Naruko asintió - ¿Qué te parece si vamos a bailar?

-Claro – Respondió la chica sonriendo. Sasori le dio la mano y la llevó directo a la pista de baile.


-¡Que estúpida soy! – Gritó Matsuri mientras se arrojaba de rodillas a la arena de la playa, que a esa hora estaba desierta. La marea estaba muy alta y rápidamente las olas la alcanzaron, mojándola sólo hasta las rodillas, pero a ella no le importaba. Estaba muy borracha y no le interesaba nada.

Se puso de pie y se dispuso a arrojarse al agua con los brazos abiertos, pero antes de caer fue sostenida por unos brazos.

-¡¿Acaso estás loca?! – Le gritó Gaara mientras trataba de hacerla reaccionar.

-¿Q-que haces tú aquí? ¿Qué no ves que… todo hip es por tu culpa? – Le decía la chica. Gaara notó el estado en el que ella se encontraba y frunció el ceño.

-Matsuri estás ebria, será mejor que te lleve de regreso al hotel ya.

-Déjame en paz – Decía Matsuri, pero a penas se le entendía claramente. Gaara la levantó entre sus brazos y ella le dio un golpe en el pecho - ¡Que me dejes carajo!

-Tranquilízate – Le dijo el pelirrojo – Te voy a llevar a descansar ¿De acuerdo?

-No necesito… tu ayuda… - Decía ella comenzando a cerrar sus ojos, quedándose dormida – Gaara baka…

Gaara la observó dormida entre sus brazos, y como al fin se había calmado decidió llevarla hasta el hotel.

Entró con ella a la habitación y la recostó sobre una de las camas. Ella aún balbuceaba algunas cosas que él no podía entender, y tampoco hacía el esfuerzo por comprenderlas.

-Tonta, mira nada más como has terminado – Dijo Gaara mientras la cubría con una manta para que no se fuera a resfriar, Por suerte sólo se había mojado las piernas, así que no tendría que preocuparse por ropa mojada.

Se puso de pie para irse, pero antes de eso volteó el rostro para mirarla. Notó que un cabello sobre su rostro la estaba molestando, así que se agachó junto a ella para quitárselo de encima, sin embargo al acariciar su rostro, se quedó perdido en él. Para Gaara ella parecía un angelito así dormida, se veía tan frágil e inocente que no pudo resistirse a acercarse a ella. Sus labios estaban a sólo centímetros de distancia, y sintió que era un aprovechado, pero no le importó.

Le dio un dulce beso de buenas noches y después se separó de ella.

-Yo aún te amo… - Dijo mientras acariciaba los labios de la castaña con la yema de sus dedos – Pero tú a mi no ¿Cierto?

Finalmente se puso de pie y salió de la habitación, apagando la luz y cerrando la puerta detrás de su espalda.

Matsuri –que seguía dormida- ladeó su cabeza mientras una pequeña lágrima rodaba por su mejilla y se perdía al llegar a la almohada, murmurando algo entre sueños.

-No te vayas Gaara… te amo…

Continuara…

Avance:

El viaje a la playa ha llegado a su fin, pero las vacaciones aún no acaban. Hinata se entera del estado de su padre y decide ir a verle, sin embargo deberá enfrentar la dura tarea de trabajar por primera vez. Sakura confirma que sus sospechas son reales, y tiene miedo de contarle la verdad a Sasuke y a sus padres. Gaara y Matsuri siguen pelados, pero ambos comienzan a darse cuenta de que no pueden vivir sin el otro. Mientras Ino y Sai comienzan a buscar al padre de éste, sin sospechar si quiera de quien pueda llegar a tratarse.

Próximo capitulo: Nuevos retos.

…………………….

Ya se habrán dado cuenta de quien es la embarazada ¿No? Jejeje, bueno, si, efectivamente es Sakura y no Hinata como algunos querían, pero ¿No creen que eso hubiera sido demasiado para la pobre ojiperla? Además con ella tengo otra cosa pensada.

Pues ya vieron en que andan los chicos, y los personajes que aún no salieron, saldrán en el segundo capítulo.

Muchas gracias a todos los que han leído.

Bye ^^