One love

Los siguientes personajes son de Meyer, claro. Y el título, una canción de U2.

Cuando él la abraza, Wanda suelta un suspiro, casi eterno. El mundo se detiene –y ya no es 'el mundo', si no su mundo.

Ella sonríe.

Ian la besa. Y sus besos saben a café, a tardes que vuelan, a lluvia en días cálidos, al cielo desteñido del verano, a fresas fuera de temporada.

Y Wanda lo sabe. Que esas nueve vidas no han sido más que una y que lleva años, miles, miles de años esperando vivirla. Que el cuerpo humano no dura un suspiro ni más en comparación con su alma, y que su vida –la de verdad, la que esperó- será tan corta como larga.

Porque ella es humana.

Lo es desde que vio el rostro de Jamie en los recuerdos de Mel, desde que soñó con Jared y creyó, creyó tontamente que él era para ella. Lo es desde que comenzó a querer a esa chica que le hacía todo difícil, que estuvo a punto de matarla, de matarse por el desierto buscando algo en lo que apenas creía.

Lo es, desde que vio los ojos de Ian –enormes, brillantes-. Desde que éste la tomo de la mano y ella dejó de ser el gusano asqueroso. Lo es, desde que él se acercó y dijo: te quiero.

Lo es, porque lo ama. Lo ama, y qué importa una vida, dos o tres, si Ian está con ella; sí Ian la besa, y a Wanda se le va parte del día pensando en él y en qué sabor tienen sus labios.

Porque su mundo se detiene; pero, y ahí, con el tiempo trabajando a su antojo, sigue sin tener más del que necesita.

Quisiera un Ian, -.-