Disclaimer: Otra historia de Ms Figg, quien amablemente me ha permitido traducir sus historias como ya he dicho anteriormente. Espero no cansar a nadie con todo este discurso. Y ya saben que si bien, la historia original, (Forgetting Ron), pertenece a Ms Figg, los personajes son propiedad de J.K. Rowling y que nadie hizo, hace o hará dinero por la publicación de estas historias. Solo la dueña, J k Rowling hace dinero con esto... ¡Y CUANTA PLATA TIENE! JAJAJAAAA

Bueno, yasta...ya lo dije.

Capítulo 1: Corazón roto.

"No puedo creer que Ron me hiciera esto", dijo Hermione con la voz temblorosa mientras se bebía una taza de té de valeriana.

Su Maestro, el Profesor Severus Snape, no dijo nada mientras seguía atendiendo al burbujeante caldero. Hermione había sido su aprendiz por los últimos tres años, y habían entablado una buena relación de trabajo, aunque Severus seguía siendo un hombre de pocas palabras.

"No solo me estuvo engañando con Lavender, también la dejó embarazada", dijo la joven mientras Severus se movía sobre el siguiente caldero.

Las lágrimas comenzaron a rodar sobre el rostro de Hermione a pesar de su esfuerzo para contenerlas. Se alejó un poco del área de trabajo para no contaminar los ingredientes. Snape la miró, pero siguió trabajando.

"Desearía que hubiera alguna poción para aliviar un corazón roto", murmuró Hermione.

"No existe tal poción, Hermione", dijo Severus con suavidad mientras seguía revolviendo el caldero como las agujas del reloj con una cuchara de peltre.

"Lavender se presentó en nuestra casa, con la panza enorme y todo, y dijo que estaba embarazada con el bebé de Ron, profesor. Y Ron no pudo negarlo. Siento como si mi mundo se hubiera terminado. Tampoco me puedo divorciar", dijo ella en voz baja, secándose los ojos con las mangas de su túnica.

De nuevo, Snape no dijo nada, solo siguió caminando de caldero en caldero, abriendo las tapas para gentilmente sacudir la mano sobre los vapores para poder oler sin peligro. Su lacio cabello se hallaba atado para que no interfiriera con su trabajo.

Hermione se quedó allí parada por un minuto con los ojos llenos de lágrimas al pensar en su futuro. La vergüenza de estar casada con un hombre que había concebido un hijo fuera de su matrimonio con ella. El dolor de saber que otra mujer tendría un hijo de él antes que ella. El hecho de que Ron había encontrado a otra mujer que atendiera sus necesidades.

Era verdad, ella pasaba mucho tiempo con Snape, pero su aprendiz y era el tiempo requerido para trabajar. Llegaba tarde por las noches para encontrar a un resentido Ron esperándola.

Entonces, hacía como un año atrás, ella llegó a casa y no lo encontró allí. Él dijo que había estado en un pub aquella primera vez, la siguiente le dijo que se había ido a beber con unos amigos que ella no conocía...unos fanáticos de los Chudley Cannons. Tuvieron una gran pelea esa vez con terminando la discusión diciendo que ella pasaba todo el tiempo con Snape y que volvía a la casa cuando tenía ganas...así que el podía hacer lo mismo, o simplemente, podía no volver a casa.

Ella trató de explicarle que todo sería diferente una vez terminara su aprendizaje con Snape. Entonces ya sería una Maestra de Pociones con todas las letras y podría tener un horario normal de trabajo, una vez encontrara un empleo. Le suplicó que fuera paciente, pero Ron no era un tipo con paciencia. Había sido criado por una mujer que siempre estaba en casa, siempre poniendo a la familia antes que cualquier cosa. Pero Hermione Granger no era nada como su madre y él lo había sabido cuando se casó con ella, pero lo que el quería era que ella se amoldara a él...que cambiara. Pero no lo hizo.

Lavender actuaba más como la esposa que Ron quería de lo que lo hacía Hermione. Le cocinaba, preparaba su baño, lo consentía, lo trataba como a un rey. Ella lo hacía sentir como si fuera la persona más importante en su vida. Tampoco le importaba el matrimonio que compartía con Hermione. En la opinión de Lavender, las prioridades de Hermione estaban mal. Además, si bien no podían divorciarse, las parejas se abandonaban mutuamente a diario. Todavía podía robárselo, sobre todo porque Ron no tenía hijos con Hermione.

Lavender había quedado embarazada a propósito para destruir su matrimonio.

Y lo había logrado.

Ron había abandonado a Hermione la noche anterior y se había ido directamente al departamento de Lavender. Y Hermione estaba devastada.

Aun así, había considerado que lo mejor era actuar con normalidad, hacer las cosas que hacia usualmente, lo que significaba acudir a Hogwarts y hacer su trabajo. Era sábado así que Snape trabajaría con ella, ya que no tenía clases que dar.

Cuando Hermione le comentó, durante el primer año como aprendiz, que iba a casarse con Ron, el solo le dijo que servir como aprendiz consumía muchísimo tiempo y no era bueno para tener una vida feliz de matrimonio. Pero ella era una cabeza dura y creyó que podía balancear una cosa con la otra.

Se había equivocado. Ahora había perdido a su marido.

Se quedó allí en silencio, en la oscuridad, sin amparo y con una absoluta sensación de fracaso inundándola. Hermione simplemente no estaba acostumbrada al fracaso.

Entonces...algo dentro de ella...se quebró.

"Tal vez no exista una poción para alivia un corazón roto, pero hay pociones que podrán quitarme el dolor", dijo ella suavemente a la espalda de Snape, "Con permiso profesor"

Hermione dejó el laboratorio.

Snape, quien seguía revolviendo pociones, aminoró sus movimientos mientras consideraba sus palabras. De repente, soltó el cucharón y se lanzó fuera del laboratorio, corriendo hacia la habitación de las provisiones. Encontró la puerta abierta y se metió adentro justo a tiempo para quitarle a Hermione de la mano la botella que estaba empinando sobre su boca.

Era un potente veneno.

En silencio, Snape miró los trozos de la botella destruida, luego miró a Hermione quien parpadeaba.

"¿Por qué lo hizo?", le dijo ella con la voz quebrada, "No puedo aguantar el dolor, profesor. Mi esposo me abandonó. No puedo vivir con la vergüenza o el dolor. Me siento tan vacía, tan fracasada. Él no me desea, lo perdí. He perdido todo"

"Él no vale la pena", dijo Snape, con los oscuros ojos descansando sobre la cara de ella, que tenía los ojos llenos de lágrimas y dolor. "No has perdido nada. Tú eres más fuerte que esto. Sé que sí".

"Pero ¿por qué? ¿Por qué lo hizo Severus?"

"Porque es un idiota, Hermione".

"Yo soy la idiota", dijo Hermione. "Debí verlo venir. Debí poner a Ron primero así esto nunca hubiera ocurrido. Si no hubiera sido tan egoísta, queriendo ser una Maestra de Pociones. Si hubiera sido la esposa que él quería que fuera, no me habría dejado. Obviamente, Lavender le dio todo lo que necesitaba...y yo fui tan estúpida que se lo entregué..."

"Ya basta", siseó Snape.

"Debí prestarle más atención..."

"Basta"

"Debí estar ahí cuando llegaba del Ministerio, con la cena sobre la mesa..."

"Basta"

"Debí abandonar mis sueños para seguir los de él..."

Repentinamente, Snape agarró a Hermione de los hombros y la sacudió rudamente.

"¡Él...nunca...te...mereció!" declaró con la voz dura y el pálido rostro contorsionado. "Él estaba...por debajo de ti. ¡Él nunca... podría haberte entendido!"

De pronto, Snape la acercó más a él y la besó, con labios suaves y desesperados. Se apartó de ella y miró a la sorprendida y desaliñada mujer y la soltó.

"Yo...lo lamento..."dijo él con la voz suave, "No debí...no debí hacer eso..."

Hermione lo miró y se lanzó hacia él, envolviendo su cuello con los brazos y besándolo con mucha más pasión, invadiendo su boca con la lengua también desesperada y hambrienta.

Snape puso los brazos alrededor de ella y la alzó del suelo, dando tanto como recibía, deleitándose con la dulzura de su conexión. Movió los labios desde su boca hasta el cuello. Hermione echó la cabeza atrás y envolvió su cintura con las piernas.

"Haz que me sienta mejor, Severus. Haz que olvide lo que pasó. Haz que olvide que mi vida se ha vuelto una ruina, aunque sea por un solo momento. Ayúdame...por favor...", lloriqueó ella cuando la boca de Severus encontró la suya de nuevo. Snape podía sentir sus lágrimas en los labios.

Besándola aun, Snape la cargó desde la habitación de reservas hacia su oficina, a través del salón de clases. Bajaron por un corto corredor y fueron hacia su habitación.

N/A: Solo son dos capítulos. Voy a ver si puedo terminar con la historia esta noche, pero no prometo nada... ¡aguantad un poco!

¡Nos vemos!