Segundo fic! Espero que les guste!
Capitulo 1: Baile de Primavera
Primavera.
Una increíble estación. Época de amor. Pero también inicio de clases.
Por las calles de la cuidad de Karakura se pueden observar a los alumnos de la preparatoria dirigiéndose hacia su destino. Algunos se saludan o abrazan por la alegría de volver a ver a sus amigos y compañeros.
Pero entre toda esa alegría se puede observar a un chico de cabellos naranjas, con unos ojos cafés hermosos bajo un ceño fruncido muy marcado. El chico molesto por tener que volver a la temible escuela, caminaba solo, callado.
Algunas chicas lo volteaban a ver, sonrojándose al instante por lo guapo que es el muchacho.
– ¿Quién es él? Es muy guapo– murmuraban las chicas que observaban al joven.
– ¿No lo sabes? Es Kurosaki Ichigo. Es muy apuesto pero también tiene fama de pandillero– contestaban otras.
Por más que las chicas comentaran en voz baja, Ichigo podía escucharlas muy bien. Esos comentarios lo ponían incomodo. Nunca entendería a las mujeres.
Para él, las chicas nunca fueron una prioridad. A la mayoría las consideraba molestas y ruidosas. Con sus amigas tenía más que suficiente y no quería a alguien molestándolo como mosquito todo el día. Conclusión: Ichigo no quería ni necesitaba una novia.
Ichigo entro al instituto. Saludo a algunos conocidos dirigiéndose a su aula.
–¡ICHI-GO! – dijo un chico de cabello café mientras corría hacia él. Ichigo lo detuvo haciendo que chocara con su antebrazo, dándole justo en la cara.
–Hola Keigo– dijo Ichigo entrando al salón.
–Hey Keigo, Ichigo viene de buen humor, ¿No crees? – dijo un chico de cabello negro y ojos azules, mientras se paraba en la cabeza de Keigo.
–Muérete Mizuiro– dijo el de cabello café mientras le salía un hilo de sangre por la nariz.
Ichigo se sentó en su lugar de siempre, cerca de la ventana. Le gustaba ese lugar. En él podía mirar hacia afuera, cuando ya no le interesaba la clase. De pronto el sintió que alguien le tocaba el hombro. Al voltear se encontró con una joven de cabello corto negro, ojos azules y de pequeña estatura. Su nombre Kuchiki Rukia.
–Hola Rukia, ¿qué ocurre? – dijo Ichigo sin mucha importancia.
– ¿Qué ocurre? Te estoy hablando Ichigo. Te estoy preguntando como estuvieron tus vacaciones. Deberías mostrarme un poco de interés idiota. – cuando Rukia lo volteo a ver Ichigo estaba observando de nuevo por la ventana.
–Ichigo… ¡HAZME CASO IDIOTA! – Rukia le dio un buen golpe en la cabeza Ichigo haciendo que este se cayera de su asiento.
–Argh… ¡ENANA DEL DEMONIO! ¡¿POR QUÉ HICISTE ESO RUKIA? – demando saber Ichigo mientras le salía un chichón en la cabeza.
– ¿Por qué? Porque eres un desconsiderado. Con esa actitud que tienes nunca tendrás novia. Nadie te querrá si sigues así. Idiota. – dijo la ojiazul.
–Ja… no me interesa tener novia Rukia. Ya te lo he dicho– Ichigo se sentó en su lugar.
–Déjalo Rukia. Todos sabemos que Ichigo no es un hombre. – dijo un chico con cabello negro azulado, ojos azules y con gafas que lo hacían lucir muy inteligente. Ishida Uryuu.
Ishida recibió un golpe por parte del pelinaranja.
– ¿Quién te crees Ishida? ¡Claro que soy un hombre! – se defendió Ichigo.
–Argh… Un hombre puede hacer feliz a una mujer pero tu Ichigo no haces feliz ni a tus amigas, como esperas hacerlo con tu novia. – dijo Ishida
– ¡Es cierto Ichigo! Tienes que cambiar o quedaras solo por siempre. Sé un hombre. – dijo Rukia.
–Ah… ¡Cállate! ¡Y déjenme en paz! – dijo Ichigo sentándose en su lugar.
– ¡Hey Rukia!– dijo una joven de apariencia atlética, con cabello café oscuro y ojos chocolate. Arisawa Tatsuki. Capitana del equipo de Judo.
–Tatsuki, ¿Qué pasa? – quiso saber Rukia.
–Hay un rumor en la escuela de que va a entrar un estudiante nuevo durante este curso. Y al parecer estará en nuestra clase. – dijo Tatsuki emocionada.
– ¡¿En serio? ¡Increíble! – contesto Rukia con una emoción recién adquirida.
Los chicos desde lejos observaban como las chicas se entretenían con tan poca cosa. Los chimes. El mejor tema para las adolescentes.
– ¡Bah! Mujeres– dijo Ichigo mientras cerraba los ojos dispuesto a esperar a que entrara la profesora.
– ¡Muy bien chicos! ¡Siéntense! ¡Arisawa, Kuchiki, hablen durante el descanso chicas! ¡Me alegra ver que varios de ustedes regresaron a clases! Eso es bueno. Es mejor que estar vagando por la cuidad. Aunque, si fueran pandilleros tendrían una vida emocionante– comenzó a divagar la profesora Mío. Los alumnos la observaban pensando que es una profesora extraña.
–Oh casi lo olvido. El día de hoy tendremos a una nueva estudiante, se acaba de mudar a Karakura así que por favor recíbanla con mucho cariño. Pasa linda. – dijo la profesora. La puerta del salón se deslizo, dejando ver a una chica de cabello naranja, largo y brillante, ojos de color plomo, piel de porcelana, una sonrisa hermosa y un cuerpo que hasta las diosas envidiarían.
–Hola mucho gusto. Mi nombre es Inoue Orihime. Espero que podamos ser muy buenos amigos. – todos los chicos estaban impresionados. La chica nueva era realmente preciosa. Incluso unos ojos de color café estaban impresionados. Ichigo no podía creer que una chica así existiera.
–Muy bien preciosa Inoue. Siéntate junto… mmm… déjame ver… ¡Ah, sí! adelante de Kuchiki– al oír su nombre Rukia levanto la mano para que Orihime pudiera saber quién era. La joven pelinaranja comenzó su andar. Todos los alumnos observaban cada paso que daba.
– ¿Por qué todos me observan tanto? ¿Tendré algo en el rostro? – pensó Orihime mientras se sentaba en su lugar asignado. Estaba totalmente roja porque podía sentir las miradas en su nuca.
La clase comenzó.
Ichigo no podía quitar los ojos de encima de la chica nueva. Estaba idiotizado.
– ¿Qué me pasa? Es la primera vez que una chica me deslumbra. Es muy bonita. Eh… ¿Pero que estoy pensando? Solo debe ser porque es nueva. Además que piense que una chica es bonita no significa que me enamore de ella. El amor es para tontos. Y yo no soporto a las mujeres. – pensó Ichigo restándole importancia al asunto. Después de todo a él no le interesan estas cosas.
Orihime sintió una mirada muy penetrante, que de repente desapareció. Al voltear buscando esa mirada, se topo con el rostro de un chico de cabello anaranjado como el suyo pero más claro, unos ojos cafés muy hermosos. Estaba con la barbilla recargada sobre su mano, mirando hacia afuera de la ventana. Como anhelando poder salir. Se sonrojo. Volteo la mirada hacia su cuaderno.
–Es un chico muy apuesto. Tiene una mirada muy intensa. Qué pena no debería estar viéndolo de esa manera. Será mejor… que me concentre en las clases. – pensó la joven reanudando su tarea.
Llego la hora del almuerzo.
Orihime se disponía a irse a almorzar cuando una chica de ojos azules la llamo.
– ¡Hey Inoue! – dijo la joven.
–Ah… tú eres Kuchiki-san, ¿no es así? – pregunto la ojigris.
– ¡Increíble! Te aprendiste mi apellido. Pero mi nombre es Rukia. Por favor llámame así. ¿Ok? – dijo Rukia con una gran sonrisa en el rostro.
–Sí, Rukia-chan y tú llámame Orihime–
–Dime Orihime, ¿quieres almorzar con nosotros? – pregunto Rukia.
– ¡Claro que sí Rukia-chan– dijo Orihime muy contenta. Las chicas tomaron sus almuerzos y se dirigieron a la azotea de la escuela.
Al llegar ahí, Orihime pudo notar que había chicos de su mismo salón pero también había dos chicos más que no conocía. Pero también estaba…
–Ah… es el chico… de mirada penetrante. – pensó Orihime mientras se sonrojaba al mismo tiempo.
– ¡Hey Rukia llegas tarde! – dijo Tatsuki.
–Sí lo sé. Pero me detuve a invitar a Orihime a comer con nosotros. Ven Orihime te voy a presentar. – dijo Rukia tomando a Orihime por la muñeca y jalándola hacia sus amigos.
–Orihime, presento a Abarai Renji, Arisawa Tatsuki, Asano Keigo, Kojima Mizuiro, Yasutora Sado, Ishida Uryuu y Kurosaki Ichigo– Orihime poso sus ojos en cada uno de sus nuevos compañeros. Renji es un chico de cabello rojo y unos extraños tatuajes en las cejas. Tiene una mirada que da miedo. Sado es un joven moreno con cabello rizado y es enorme.
Pero al posar sus ojos en los de Ichigo, la sangre no tardo en subir a sus mejillas. Esa mirada la ponía muy nerviosa.
–Mu-Mucho gusto. E-es muy agradable conocerlos. – dijo la nerviosa joven. Rukia se sentó a lado de Renji quien discutía con Ichigo y Uryuu. Orihime se sentó a lado de Tatsuki y Mizuiro.
–Dime Inoue-san, ¿Qué te trae a la cuidad de Karakura? –pregunto Mizuiro.
–Bueno… mi tutora y yo… se podría decir que necesitábamos un cambio urgente. Ella me dijo que Karakura es muy bonito y aquí nacieron mis padres. – contesto Orihime con una gran sonrisa.
– ¿Dices que tienes una tutora? ¿Y tus padres? – pregunto Renji.
–Oh… mis padres murieron hace muchos años. – dijo Orihime con una nostálgica sonrisa.
Todos guardaron silencio. Hasta que… plaf!
– ¡Bien hecho cara de mandril! –gritó Rukia furiosa.
– ¡Oye porque me pegas idiota! ¡¿Cómo iba a saber que sus padres fallecieron? – le reclamo Renji sobándose la mejilla roja por el golpe propinado por Rukia.
– ¡No te preocupes Rukia-chan! ¡Eso paso hace mucho tiempo! – dijo Orihime agitando las manos y sonrojándose por la incómoda conversación.
– ¿Qué tal si cambiamos de conversación? – dijo Sado, que hasta ese momento había permanecido en silencio.
–Chad tiene razón hablemos de otra cosa– dijo Tatsuki.
– ¿Chad? Creí que te llamabas Sado– dijo dudosa Orihime.
–Así es se llama Sado, pero Ichigo tiene un problema para hablar correctamente y dice Chad en vez de Sado, dejándole un apodo. Pronto aprenderás que Ichigo es un inútil– dijo Uryuu burlándose del pelinaranja.
–Ja… Idiota no te burles de mí. – dijo Ichigo mientras comía su almuerzo y mirando hacia otro lado.
Orihime pudo notar que el almuerzo de Ichigo tenía un dibujo sobre el, hecho con salsa. El observarlo más detenidamente la chica ojigris se dio cuenta que era una caricatura de Ichigo.
– ¡Ah! ¡Qué lindo almuerzo! – dijo Orihime levantándose de su lugar. Se acerco deprisa a Ichigo y se arrodillo cerca de él. Ella se inclino para poder observar el lindo almuerzo. La chica estaba muy cerca de Ichigo. Él se sonrojo.
– ¡E-espera! ¡No te acerques tanto! – dijo Ichigo haciéndose para atrás. Estaba nervioso ninguna chica se le había acercado tanto. Y sus amigos lo notaron.
–Oh… lo siento Kurosaki-kun, es solo que tu almuerzo es muy bonito– dijo apenada Orihime.
– ¿Qué pasa I-chi-go? – dijo Rukia con una sonrisa picara.
– ¿Acaso la hermosa Inoue te puso nervioso? – dijo Renji con una cara igual a la de Rukia. Por este comentario Orihime se sonrojo.
– Argh… Y-yo… ¡Cállense! – Ichigo se levanto y salió de la azotea totalmente furioso. Todos observaron cómo se iba del lugar, todos tenían una cara de desaprobación. Bueno no todos. Orihime tenía una cara de culpabilidad. Tatsuki lo noto.
– No te preocupes por el idiota de Ichigo. Él es así. No es tu culpa Orihime– dijo con una gran sonrisa.
– Gracias Tatsuki-chan– dijo Orihime un poco más animada.
El almuerzo siguió sin problemas.
Ya era hora de irse a casa. Orihime y sus nuevos amigos acordaron ir a comer un helado al parque finalizando las clases. Una celebración había dicho Rukia.
Todos se reunieron en la entrada de la escuela. Cuando ya no falto ninguno, comenzaron su andar. Las chicas iban adelante platicando sobre la tarea y algunos chismes del primer día, mientras los chicos caminaban detrás de ellas cuidándolas.
Al llegar al parque se dirigieron al puesto de helados. Keigo y Tatsuki pidieron uno de limón; Chad y Renji uno de vainilla; Mizuiro e Ichigo de fresa; Rukia, Orihime y Uryuu de chocolate. Después se sentaron en unas bancas cercanas a degustar su helado.
– ¡Hey chicos casi lo olvidaba! Dentro de una semana será el baile de primavera del instituto. –dijo de repente Rukia muy entusiasmada.
– ¡Un baile! ¡Qué emoción! ¿Vamos a ir verdad chicos? – pregunto Orihime a sus amigos haciendo una cara de suplica.
– ¡Claro que vamos a ir Orihime! Después de todo, las chicas somos las que tenemos que invitar a los chicos. – dijo muy segura Rukia.
– Muy bien Rukia, ya puedes pedírmelo– dijo Renji.
– ¿Pedirte qué? – contesto Rukia mientras ceñía un poco las cejas.
– Pues que te acompañe al baile– dijo Renji extrañado.
– Yo no dije que te iba a invitar idiota– respondió Rukia.
– ¿Eh? ¿Por qué? Todos sabemos que mueres por mí– dijo Renji muy confiado.
Rukia se puso roja de la ira.
– ¿Eso piensas? Bien. Ichigo, ¿me acompañarías al baile de primavera? – dijo Rukia. Todos los presentes abrieron los ojos de la sorpresa. Renji no lo podía creer, la chica que le gustaba lo estaba rechazando. Se sintió muy dolido.
– ¡¿QUÉ? ¡Estás loca Rukia! ¡No iré contigo! ¡No me metas en tus líos amorosos! – sentencio Ichigo dándole la espalda a Rukia.
– Ehmm… Ichigo– dijo Uryuu mientras apuntaba con el dedo hacia una dirección. Cuando Ichigo volteo hacia donde señalaba se encontró con lo más terrorífico que jamás había visto. Rukia.
La chica ojiazul estaba rodeada con un aura negra y sus ojos destellaban como si de un espectro se tratase.
– Gulp… Claro que iré contigo Rukia– dijo Ichigo con una sonrisa fingida mientras un sudor frío recorrió su nuca.
– Muchas gracias Ichigo, no te arrepentirás– contesto Rukia mientras su aura negra cambiaba a una rosa con flores.
– Ya me estoy arrepintiendo– pensó Ichigo con una mueca de terror en el rostro.
Rukia giro el rostro hacia Renji. Lo observo. Y después sonrió triunfante.
– Muy bien Rukia. Yo también puedo jugar– pensó Renji. Volteo a ver a Orihime. Se acerco a ella. Y dijo:
– Inoue, ¿te gustaría ir al baile conmigo? – todos dejaron caer el helado. Esto era guerra.
– Eh… Abarai-kun… y-yo– comenzó a balbucear la joven pelinaranja. Sus mejillas se tiñeron de rojo.
– Por favor, Inoue… te lo pido como un favor– dijo Renji en un susurro, solo para los oídos de Orihime.
La joven abrió los ojos como platos. El joven Abarai solo quería vengarse de Rukia. Orihime pudo ver en sus ojos el dolor del rechazo.
– Sí, Abarai-kun… iré contigo encantada– dijo Orihime con una sonrisa muy cálida.
– ¡¿QUÉ? ¡¿LA HERMOSA INOUE IRÁ CON EL MANDRIL AL BAILE? ¡RÁPIDO TATSUKI! ¡Acompáñame al…– grito Keigo pero fue interrumpido por un golpe en el estomago.
– Ni estando borracha Keigo– dijo la capitana de Judo, mientras le salía humo del puño.
Absortos del alboroto armado por sus amigos, Renji y Rukia se observaban intensamente. No comprendían porque hacían estas cosas. Y en medio de esta tensión se encontraban Ichigo y Orihime.
– ¿En qué nos metimos Kurosaki-kun? – dijo preocupada Orihime observando de reojo al pelinaranja.
– No lo sé, pero esto acabará mal– dijo Ichigo.
CONTINUARA…
Dejen muchos comentarios! hasta la proxima