Nota aclaratoria: No me pertenecen los personajes de Candy ... que triste no? =(

CONFESIONES

Por Scarleth

-Hola pequeña – saludó sonriente a la linda enfermera que se dirigía hacia él con paso apresurado, mientras la luz del sol iluminaba graciosamente su silueta.

-¡Albert! - exclamó emocionada al verlo -George me dijo que vendrías ¡Estoy tan feliz!

Albert sonrió enigmático al ver la reacción de Candy por su presencia. Lo que hubiera dado porque las cosas fueran distintas.

-Quise darte una sorpresa Candy – dijo glalante -¿Me acompañarías a comer?

-¡Por supuesto! - interrumpió de inmediato - Jamás me negaría a tu compañía y a una buena comida -añadió riendo y colgándose de su brazo.

Albert soltó una carcajada.

-¡Olvidaba lo glotona que eres! – comentó aún riendo.

Candy hizo una mueca graciosa.

-Como ya te dije, tratándose de tí y de comida …¡no puedo decir No!.

Caminaron y charlaron durante el trayecto como grandes amigos. Candy hablaba y hablaba de sus pacientes y Albert la escuchaba atentamente.

-Albert - se interrumpió de pronto - ¿pasa algo? Te noto raro …

-No, nada pequeña. Sígueme contando del pequeño Jimmy ¿qué fue lo que le pasó en su pierna?

No es fácil engañar a una chica, y mucho menos tratándose de Candy, sólo que no quiso incomodarlo y prefirió seguir con su tema, ya averiguaría después qué le pasaba.

Finalmente llegaron al restaurant y eligieron una mesa apartada de las demás. Una especie de privado tal como Albert quería para poder llevar a cabo su propósito.

-¡Que hermoso es el lugar! Y ni qué decir de la comida … ¡estuvo excelente ! Gracias Albert.

-Si tienen tu aprobación deben ser realmente buenos Candy – le contestó riendo y viéndose acompañado inmediatamente por la joven - Y ahora … el postre - dijo extendiéndole un sobre - esto es para tí.

-¿Para mi? - preguntó extrañada - ¿Qué es Albert? – ni bien acababa de tomarlo cuando lo escuchó decir:

-Es la cesión de los derechos de los terrenos en que está el hogar de Ponny y la mansión de Lakewood a favor tuyo …

-¿QUE? - exclamó quedándose helada con la respuesta. Le estaba dando ¿qué? Definitivamente Albert se estaba volviendo loco … ¿Cuándo en sus más oscuras pesadillas pensó que ella podría aceptar semejante regalo? ¡Ni que fuera una caja de chocolates!

-Sí Candy, lo que escuchas.

-¡Pero esto es una locura! … ¿por qué? – preguntó mientras sus sorprendidos ojos no dejaban de parpadear.

-Porque por un tiempo no podré estar más a tu lado …

La rubia sintió como si una cubeta de agua helada se hubiera derramado sobre su cabeza ¿Estaba asegurando su futuro porque se alejaría de ella? ¿Creía que con dinero ella estaría bien?

-¿Qué dices? –preguntó aún incrédula y con su mente formulando miles de hipótesis- ¿Acaso es una broma?

-No Candy, jamás bromearía con algo tan serio.

-¡Entonces explícame qué significa, porque no puedo entender qué pasa!

-"Pasa que te amo como un loco y no puedo seguir a tu lado sabiéndote tan lejana, esto me está matando poco a poco y estoy en el límite" – pensaba – Candy, he decidido hacer un largo viaje y estaré ausente algún tiempo. No sé con certeza cuánto, por eso quiero dejar todo arreglado antes de partir. Esta cesión de derechos que tienes en tus manos serían mi obsequio para tu próximo cumpleaños, mas como no me encontraré contigo, quise que lo tuvieras y supieras lo que planeo hacer de mis propios labios.

-"Albert se va" – pensaba la joven y un nudo en su garganta le impedía decir lo que quería. Respiró profundo tratado de controlarse - No Albert… Si crees que con esto puedes reemplazarte tómalo, no lo quiero. Déjaselo a alguien más. Lo único que yo no quiero es perderte - Se levantó de la mesa y pensaba en salir precipitadamente cuando un fuerte brazo la hizo retroceder.

-¿Perderme? – preguntó un esperanzado muchacho a la rubia que dejaba de poner resistencia - ¿Qué quieres decir Candy?

-¿Quieres decir que el gran magnate no ha podido darse cuenta? ¿De verdad estás tan ciego Albert? - Candy lanzaba estas palabras con rabia, con resentimiento y sobre todo con muchísimo dolor. Un dolor tan intenso que sólo era comparable con lo que sentía por Albert Andrey - … ¡Puedes quedarte con todo lo que tienes! no lo quiero … no lo necesito … sin ti … no necesito nada …

-¿Por qué? ¿Por qué Candy?

Candy suspiró tratando inútilmente de serenarse.

-¡Porque no tienes idea de lo miserable que sería mi vida sin ti! - exclamó - ¡Me voy a morir si no estás conmigo!– aceptó finalmente mirándolo con ojos llorosos.

-Dime por favor que estoy en la realidad Candy, que no estoy soñando ...

-Estás en la realidad Albert, pero me has sumido a mí en la peor de las pesadillas – dicho lo anterior, se safó bruscamente de su prisión y salió corriendo del lugar.

-¡Candy! – gritó corriendo tras ella.

-¡SEÑOR! … ¡SU CUENTA! – lo alcanzó el mesero antes de que saliera.

-¡MALDICION! –pensó Albert y sacando como pudo la cartera, tomó un fajo de billetes y lo aventó en la primer mesa que encontró.

Continuará ...

Hooooooooooola! aqui estoy de nueeeevo con otro minific! ni modo chicas tendran que aguantame porque me he propuesto celebrar el mes de nuestro cumple (Albert y mio jejejeje!) con todo lo que pueda subir jijiji!

Y bueno ... ando de medio buen humor porque Mexico cuando menos no perdio (que la vi cerca ... muuuuy cerca ... si no es por ese poste ... ahorita estaria todavia despotricando ...)

Asi que me despido mandandoles un gran beso porque ma;ana los partidos comienzan a las 6.00 am de aqui ... y pues tengo que estar fresca como lechuga jijijiji!

Scarleth =)

p.d comentario como siempre bieeeeen recibidos y se agradecen de toooodo corazon! =) bye!