Prólogo

-¡Oigan que hay que irnos ya de aquí!- exclamó un moreno, ordenándoles así a un par de camaradas que leven anclas.

-Oh, cállate, no eres el jefe aquí –le respondió uno desde arriba.

-Es en serio Kiba. Cállate –le dijo Neji a su mano derecha – Que te quede claro: No-mandas-aquí.

-¡EY! ¡¿Por qué siempre contra mí?

-Por la misma razón que nos crees puedes mandar –le dijo Shikamaru, sentado en un barril del barco. Suspiró y siguió mirando las nubes – No te pongas pesado, cara de perro.

- ¡Repite eso! –le advirtió al otro moreno, el cual sonrió mientras lo ignoraba – Serás…

- ¡Ey, ey! ¿Qué les pasa? Vamos a salir ya y comienzan con mala onda –en solo oír al capitán del barco los dos se callaron…bueno, Kiba lo hizo.

El rubio se acercó al mencionado y posó un brazo en su hombro. Aspiró el aire salado y también se fijó en Shikamaru.

-¿Informes?

-Normal –le contestó el de cola – nadie nos odia, sospecha o interesamos.

-No sé si decir si eso es bueno o malo –le siguió Kiba – para mí Shikamaru es un inútil.

-No hay que mencionar que acabamos de huir de que nos maten. Supongo que está bien –Neji se acercó al trío – Y hablando de inútiles…Kiba, ¿No deberías chequear todo? Ahora.

-Eh, Neji –le interrumpió Naruto – amigo…yo no creo que sea bueno enojar ahora a Kiba.

Neji puso cara de confundido. Miró al mencionado y recordó las cosas que hacían enojar a ese tipo. Sonrió al darse cuenta y luego, explotó en risas.

-¡NO ME DIGAS! ¡Una mujer lo rechazó! –exclamó dándole una palmada al pobre y ahora, avergonzado Kiba.

-¿Qué, no era obvio? –susurró Shikamaru.

-¡Te escuché!

Naruto también empezó a reír.

-C-Chicos…-de pronto llegó Hinata, quien era nueva en el barco. No era muy sociable pero tampoco renegada, más bien tímida y para algunos como al comienzo para Naruto, algo rara – Y-Ya está todo listo para zarpar…-continuó la chica con sonrojo en su rostro.

Y es que, ciertamente no le podía quitar los ojos de encima a su querido capitán al que apenas vio y aseguró, casi le dio un paro cardíaco. Maldita timidez…

-¡Qué rápido! Bueno, ya hay que empezar. Shikamaru…., quédate ahí. Kiba, chequea todo. Neji…

- Te lo dije –interrumpió el oji-blanco. Se podía ver cierto enojo en el chico de marcas en la cara.

-¡Neji! Necesito una buena orientación, ven conmigo.

-Sí, sí…-le respondió al rubio con algo de aburrimiento.

- Hinata ¿Podrías cuidar de Akamaru por favor? Kiba tiene trabajo que hacer –le pidió el rubio, mirándola sonriendo, cosa que a la chica ponía muy sonrojada.

- ¡JODER QUE YA ENTENDÍ!

- Claro…-le respondió, tratando de sonreír calmadamente, pero que no logró.

- ¡Eh! Hinata, antes que nada, déjame pedirle algo a Akamaru ¿Sí? –ella asintió.

Shikamaru llamó al perro y le susurró algo en su oído. El canino movía la cola.

-…y que sea una chuleta grande… ¡pero ten cuidado con Chouji! –y luego de eso, se fue corriendo a la cocina ante la sonrisa de Shikamaru.

El mencionado al voltear también se pudo dar cuenta de lo que hacía Hinata, que no era nada más ni nada menos que "admirar" a Naruto. La mayoría de la tripulación se había dado cuenta y nadie había dicho nada, pero la estupidez del rubio estaba empezando a hacer que los demás se estén arrepintiendo de hacerlo.

"TSS…ese idiota no se da cuenta de nada ¿Y aún así es nuestro capitán?" se quejaba el de coleta internamente, volviendo a mirar las nubes.

"…yo no puedo creer que ese hombre tan guapo me haya dejado quedarme ¡Yo no soy una chica como lo desearían muchos! Y aún así pienso tener oportunidades…rayos" pensaba Hinata "Y mira nada más qué hombre…aún de espaldas…su espalda ¡HAY! ¡YA PÁRALE HINATA!"

-¡Neji! ¡Llévame a Konoha!

* ** … ***

Se quitó las sábanas de seda que le cubrían y empezaban a darle calor. Ya era de mañana, joder, no quería levantarse pero por ser la princesa de ahí, no podía.

Dejó su cama y comenzó a caminar mientras se estiraba. Se sentó en su espejo y se cepilló el rosado y corto cabello que poseía, que en un ataque de rebeldía, lo había dejado así. Dejó de un lado el peine y se colocó el vestido negro que había dejado preparando desde la noche anterior, se puso el para ella inútil collar de jades que la diferenciaba como realeza y sin más preámbulos, se lavó la cara, y bajó a desayunar.

Una vida muy interesante ¿No creen? Pero debía ser así, debía, pero ahora también había decidido que no quería.

*** … ***

El chico afilaba su espada, miraba al cielo siempre azul de Konoha y suspiró.

Ya llevaba cinco años como caballero y su vida no había cambiado mucho. Itachi, pensaba. Ése nombre ocupaba todos sus pensamientos.

Itachi. Itachi. Itachi. Itachi. Itachi. Itachi.

El maldito de su hermano. A pesar que no quería pensar en eso su mente recordaba. Y era horrible que recuerdes algo en que te esfuerzas mucho en olvidar.

Clavó con fuerza la espada al suelo y miró por encima de los mechones de su negro cabello.

Pero recuerda perfectamente…el haber jurado matarlo.

-Itachi –masculló para sí mismo.

***…***

-Sí, mamá, claro…un pase no me haría mal.

Eso fue lo que le dijo a su mamá, la cual la mandó a tomar aire fresco al verla en términos actuales, cabreada, y ella había accedido ¿Qué tiene? Mientras más rápido pasa el tiempo, más se acerca la muerte, más se acerca el terminar con esa tortuosa vida.

"¡NO LO SOPORTO! Siento que no soy de aquí" miró su collar "muchos no dirían esto pero odio haber nacido en una cuna de oro"

-NO ¡ALTO! –gritó el chofer del carruaje. El caballo se uso rebelde y huyo, provocando que el carruaje se volteara y Sakura salga de él.

"¿Qué mierda…?"

La esmeralda se puso de pie y miró a su alrededor. Los aldeanos huían del lugar y poco o nada les interesaba que haya un miembro de la realeza ahí. La chica comenzó a correr hacia donde provenía el escándalo, sin importarle que fuera.

Sin duda ese era una oportunidad de salir de su rutina diaria y no quería perdérsela.

Corrió y corrió y un barco encontró. Casi se cae al mar pero se logró sostener con una mano del muelle y de un sol empujón pudo saltar de ahí…pero cayó en un suelo diferente.

-¿Dónde…estoy? –susurró para sí misma.

Miró para todos lados, con su respiración agitada y al voltear, vio un hombre, joven, al cual no se le veía más que su cabello rubio. Estaba algo lejos, pero se sintió algo intimidada.

Y antes de que pudiera siquiera reaccionar ante ese extraño, se encontró de pronto entre la pared…y él.

Pudo divisar sus ojos azules profundos sobre ellas, su cuerpo demasiado pegado al de ella y una pequeña sonrisa en él. Las manos del extraño subieron por su cuello hasta su mejilla y con la otra apuntaba su espada a su cuello.

-S-Suéltame –le masculló Sakura. Naruto Sonrió aún más al ver el carácter de la chica y con la mano que no sujetaba su espada tomó un mechón de su sedoso cabello.

El oji-azul acercó su rostro al cuello de la chica y aspiró su aroma. Tambié se fijó en las jades que llevaba.

-Y… ¿Qué hace aquí una chica como tú? –susurró seductoramente. Sakura puso cara de enfadada. Eso era demasiado descarado para ella.

Naruto puso más cerca el filo de su espada al cuello de la chica.

Y ambos se quedaron mirando fijamente. Cada uno con diferentes intenciones.


oLa (:

Bueno soy nueva en Naruto. Empecé a ver la serie hace dos meses y finalmente llegué a shippuden pero bueno...

Simplemente espero que les haya gustado tngo mas experiencia en CSS y esta es mi primera historia de Naruto y espero mi historia pueda cumplir con sus exigencias...gracias por leer esto ^^ y espero que las autoras que ya me conocen, disfruten esta historia (:

Bueno sin más me despido con un cálido abrazo para todos ^^

BezOz xOxO*
Byeeeeee =)


***/*Za-firE-aniLu*/***
=)