Okey, primero justificaré mi ENORME tardanza ;_;
Uno, me ahogo en trabajos finales de la escuela x.x es el último año y no nos dejan estudiar.
Y segundo, me preparaba para mis exámenes para aplicar a la universidad, algunas me aceptaron pero las que anhelaba no :cc me frustra porque por poco puntaje he quedado fuera pero culpo a no meterme a una academia desde inicio de año x.x quedé fuera de la Carrera de Medicina por 20 punto… ¡Solo 20 puntos! Pero me di cuenta que lo que realmente quería es Arquitectura, y de miles que se presentaron para solo 13 vacantes, quedé en puesto 21 :cc osea solo por 8 personas! Y me dolió, realmente me hizo decidirme a entrar ahora en verano –aura de automotivación- Pero bueno, el caso es que, realmente no tenía cabeza para escrbir, pero ahora que todo terminó y me prepararé a partir de finales de diciembre para verano, me siento más relajada y supe que debía actualizar todas mis historias x.x
Sin más los dejo! Espero que disfruten este capítulo, que es el último de esta historia con la que me he encariñado :')
Gaara había llegado a la isla luego de tanto tiempo, aun como gobernante de una aldea se negaba a dejar una misión incompleta. Si quería retirarse debía quedarse con todo cumplido o se regañaría a sí mismo de eso todo el tiempo.
Con la túnica característica de su aldea y un sombrero que demostraba su autoridad en el desierto de Suna, se infiltró en la enorme Kirigakure, siendo guiado por los rumores de todos los aldeanos de la ciudad. Todos se referían a una enorme flota pirata buscando a otros similares; y habían escuchado muchos disparos de pronto, demasiados, más adentrado en ese bosque cuya fama era la lluvia ácida pocas veces en el año y al cual nadie entraba, sabiendo que era tierra de nadie.
A pesar de que sus hombres le insistían no tomar el riesgo, Gaara se adentró en el bosque y siguió los rastros de batalla que aumentaron a cada paso. Balas en el suelo, una que otra flecha, olor a pólvora cada vez más fuerte…
Y así fue encontrando cadáveres, uno, dos, tres… ocho… y subían a más de 10. No tenía duda que la lucha había sido complicada pero ya había terminado. La calma era total, el ambiente se relajaba. Él conocía el sentimiento, sabía que en cualquier momento encontraría el lugar donde se dio el clímax, donde los líderes se debieron enfrentar y donde quizá encontraría a Sakura.
Cuando había cruzado de un lado a otro de la isla, veía sangre en los pastizales y luego un pequeño tumulto de personas cerca a un acantilado. Ahí vio a la inconfundible cabellera rosada.
Naruto lo notó al instante y tuvo toda la intención de atacar apenas notó un intruso, pero paró. Una brisa agitó la tela que protegía el marco de la cara de la autoridad, y unos cabellos rojos resaltaron sobre la piel porcelana de Gaara cuando alzó la mirada. Los ojos aguamarina chocaron con los azul cielo, sin esperárselo por ninguna de las dos partes.
-¿Suna? ¿Pero qué carajos? –Kiba se puso de pie de inmediato junto con otros más de la tropa y se pusieron en posición, algunos apuntando con flechas como Neji pero el rubio les hizo una seña para que se calmaran.
-Alto –dijo, enfundando su espada de vuelta ante la mirada confundida de todos- Él no es una amenaza…espero…
-¿Gaara? –preguntó Sakura dando unos pasos hacia adelante, pero paró en seco al recordar algo que la hizo enojar bastante- Mi padre debió enviarte ¿cierto?
El pelirrojo negó la cabeza y habló con su usual parsimonia.
-Lo hizo, pero eso ya hace más de un mes-se acercó hacia la pareja- Ahora tengo otras responsabilidades, princesa; pero no podía dejar mis principios a un lado y no terminar el que era mi último trabajo –afiló un poco la mirada-Debía llevarte a Konoha, pero mi padre fue asesinado por los Akatsukis, estoy seguro. Solo querían sacarme de su tablero de ajedrez, alejarme.
-¿Entonces qué quieres hacer ahora?-intervino el rubio, interponiéndose protectoramente entre él y Sakura- Ellos están muertos ahora.
Gaara divisó con facilidad al cadáver del líder a solo unos metros de ahí.
-Lo he notado –centró su mirada en el capitán- No esperaba volverte a ver…ni siquiera que estés vivo, Naruto, debes regresar a tu aldea.
-¿Por qué lo haría? No creo que se alegren de ver a un pirata como yo de vuelta. Incendiarán el suelo por donde camine. Me acusarán de raptarme a Sakura y de seguro, terminaré en un calabozo como una miserable rata. Yo solo querría gobernar lo que mi padre algún día hubiera querido, pero el pueblo me rechazará.
-Te equivocas. La noticia se esparcirá de inmediato. Todos sabrán que mataste a Pain, y llevarías a la princesa de vuelta. Todos te verán como un héroe.
Naruto abrió los ojos con esa palabra. Tragó pesado.
-No lo sé, Gaara. Nada me garantiza que será así. Además ¿Qué pasa con los padres de ella? –señaló a la pelirrosa que levantó las cejas al recordar a sus progenitores y miró curiosa al pelirrojo por saber la respuesta.
Se mantuvo en silencio unos segundos, hasta que supo que tenía que explicarlo todo de raíz.
-Luego del asesinato del tercer rey, hubo una lista de candidatos al trono. Entre ellos estaban muchas familias adineradas como Sakura y los Namikaze… donde encabezabas tú –intercambiaba miradas tanto con el rubio como con la esmeralda- Pero eras muy joven y desapareciste al poco tiempo. Lo mejor era que una familia sin mucho peso pero que al menos resaltaba por sus relaciones políticas tomara el poder… gracias a eso tuvieron la paz, al menos hasta ahora. No eran amenazas para los Akatsuki, ellos solo buscan exterminar a quienes derrochaban fama y poder, imponiendo el miedo a un golpe de estado. Su puesto no es realmente relevante ahora –vio a Sakura dándose cuenta de cómo había sonado- Lamento si eso te ofendió.
-No… al contrario, porque eso quiere decir que mis padres en realidad… vendrían a ser como un plan para no atraer a los enemigos –susurró la pelirrosa, extrañamente no estaba decepcionada de que sus padres realmente sean una especie de gobernantes momentáneos.
El pelirrojo asintió.
-Pero ahora Akatsuki no existe ¿O me equivoco? –obtuvo una negación por parte del resto como respuesta.
-… Naruto, regresa a Konoha –dijo Sakura, viéndolo a los ojos- Haz la voluntad de tu padre… vuelve con tu aldea…
El rubio lo dudó por unos momentos y no sabía qué responder en ese instante. Era algo complicado, podría volver pero no sabía si era bueno quitarle el lugar a los actuales reyes… además, ¿Qué pasaría con su tropa? ¿Su barco? ¿Sus amigos?
Sintió una mano sobre su hombro y vio a unos ojos afilados y caninos darle confianza.
-Como tu amigo, sé la razón por la que comandabas el barco… ¡Y mira! ¡Lo lograste! Pain está muerto.
-Kiba…-vio como Shikamaru, Neji y los demás lo imitaron y le sonrieron –Chicos…
- Debes volver a tu vida de antes, problemático señorito.–decía Shikamaru, rascándose la nuca- Tranquilo, no molestaremos a Konoha… hay siete mares esperándonos.
-Millones de lugares –le siguió el ojiblanco.
-Y aventuras –susurró Kiba, entrelazando dedos con Hinata, que ahora estaba a su lado y sonreía de igual manera –Cuidaremos el barco.
Naruto sonrió, pero a la vez estaba triste porque había pasado mucho tiempo con todos ellos, se habían vuelto muy cercanos, como hermanos.
Sakura lo miró cuando sintió la mano del rubio tomando la suya.
-…Está bien, pero promete que te quedarás a mi lado.
La esmeralda le sonrió en respuesta y fue suficiente para él. Gaara entendió cuando Naruto lo miró decidido.
-Konoha los espera –finalizó el de Suna.
***…***
"Querido diario,
Hoy fue la juramentación de Naruto como nuevo rey de esta aldea. Estábamos muy emocionados con esto hace días. Me hace recordar el primer día en que estuvimos de regreso, cuando le contamos a mis padres quién era y el alivio que vi en ellos. Noté que nunca fue la intención de mis padres robar el trono y que rogaban por el día en que un verdadero heredero regresara, más que todo aceptando el poder por mi nacimiento, queriendo darme todo lo mejor y haciendo que mis disculpas por huir sean sinceras.
De inmediato se instaló en el palacio y yo insistí en volver con mis padres. No contaba que a la semana de mudarme Naruto venga con un ramo de rosas y su sombrero de capitán en la mano, de donde sacaría el anillo. Fui feliz, muy feliz.
Pero la felicidad nos duraría poco, pues el tema de Sasuke salió a la luz. Desde la pelea en Kirigakure nadie lo había visto, ni a Madara Uchiha, ni a Itachi y eso, aun, nos mantiene preocupados a todos…"
***…***
"Naruto,
Me enteré de tu juramentación, idiota. Espero que hagas un buen trabajo con ese pueblucho que ahora gobernarás. Toma esto como el último mensaje que recibirás de mí, no me busques, no me encontrarán. No estoy con Madara, lo maté en cuanto pude en esa isla. Me voy con Itachi, alejándonos de la gente que nos hizo tanta mierda a nuestra vida. Estoy seguro que le pedirás matrimonio a Sakura, quiero que sepas que ya no es virgen. Tómate esto como una despedida si quieres, solo quería dejar en claro que no volveré a Konoha a seguir viviendo como un imbécil por los idiotas del consejo. Hasta nunca.
Uchiha Sasuke
PD: Naruto, tomé esta carta sin que Sasuke lo notara, cuida de la aldea, es importante para mí. No te preocupes por un ataque, yo lo controlaré todo… ten muchos hijos, así nunca faltarán herederos…
Uchiha Itachi"
***…***
"Querido diario:
Finalmente hemos recibido noticias de Sasuke, a Naruto le llegó una carta misteriosamente. Nos decían que se iban lejos y que no volverán, pero que no atacarán la aldea…. No supimos como tomarlo al principio. Yo no pude negar un ligero alivio, ciertamente Sasuke nunca fue bueno conmigo, pero Itachi era una excelente persona y no se merece todo el dolor por el que pasó.
La reacción de Naruto la noté desde que comenzó a leer la carta. Su cara pasó de la sorpresa, la alegría, el enfado, la tristeza y el ligero alivio en unos segundos. No quiso leerme la carta, pero confío en que lo que me dijo que estaba escrito es lo necesario. De todas maneras, la carta era para él y no para mí. Ahora estoy en mi habitación y Naruto duerme plácidamente en la enorme cama. Cierto, acabo de recordar que dejé unos pequeños zapatitos a medio tejer, quiero que sea una sorpresa, así que aprovecharé que mi adorable marido está dormido."
***…***
"Bitácora (Día 23 de Noviembre)
7:00 am Levantarse
8:00 am Desayuno
9:00 am Trabajo, papeleo, consejo
2:00 pm ¡Comida!
3:00 pm Más trabajo (quiero dormir)
6:00 pm Jugar con bebé, alimentarla, molestar a Sakura
7:00 pm ¡Comida!
8:00 pm Apapachos con Sakura (anotar que nadie lea esta bitácora nunca)
9:00 pm Dormir
10:00 pm Ir por la bebé, dormir con la bebé. Rogar a Sakura que deje a la bebé dormir con nosotros.
Vaya, es la bitácora más rara que he escrito. Ya no hay "Robar" "Puerto" "Naufragio" "Se acabó el combustible" "Kiba se comió todo de la cocina" "Estamos sin dinero" "Maté al maldito que me robó el oro" "Shikamaru trajo ron" "Hoy desperté en un lugar que no conozco" "Llegamos al burdel"
Bueno, lo último no lo voy a extrañar, pero me alegro tener estas bitácoras guardadas…"
***…***
Naruto estaba sentado en el enorme jardín del palacio con el sombrero de pirata entre sus manos. Miraba el enorme mar que se divisaba desde allí y recordaba esos momentos en que estuvo al borde de la muerte. Se acordó de los tripulantes, de todo lo que pasó y también de cómo encontró a Sakura.
-¿En qué piensas? –de pronto oyó la voz femenina, y unos brazos le rodearon por detrás del cuello cariñosamente. La vio sobre su hombro con la nostalgia en sus ojos.
-En cómo llegué hasta aquí –una ligera risa salió de sus labios- ¿Recuerdas cómo nos volvimos a ver? ¿No quieres huir de nuevo, no? ¿O tal vez unirte a otra tripulación?
-No me iría del lugar en donde tengo todo –le contestó, dándole la vuelta y sonriéndole- A ti, a mi hija, a todo lo que pedí en mi aburrida vida de antes. Felicidad.
Naruto también sonrío.
-Señor, unas personas lo buscan. Dicen haber quedado con usted antes –un guardia se adentró al lugar y dijo eso apenas los vio.
El mencionado arqueó una ceja, pero tenía el presentimiento de que no era malo.
-Ya voy.
Pronto entraron a un salón que era una clase de recepción para invitados. Era muy amplio y la luz del día hacía brillar cada detalle de la hermosa decoración de metales preciosos y cristales. Con trajes bastante elegantes encontraron a una pareja tomados de la mano admirando la enorme araña de cristal del lugar. Apenas se encontraron las miradas reconocieron de quienes se trataban.
-Sabía que nos dejarían pasar –dijo Kiba, con una enorme sonrisa de ver a su amigo de nuevo –Ha pasado un tiempo, chicos.
-Hola Sakura-san, Naruto-kun…
Los cuatro conversaron un rato. Kiba aseguró que la tripulación estaba excelente, y que había tenido que robar un par de trajes para poder adentrarse en Konoha sin ser descubierto. Shikamaru había vuelto por Temari y finalmente estaba con ella. Neji seguía siendo el cerebro del grupo y todo parecía seguir yendo de maravilla.
-Solo queríamos hacerles una visita- dijo la pelinegra con un ligero sonrojo. Naruto sonrió enternecido al recordar su timidez, Sakura le dio un codazo cuando se dio cuenta –Ya que nos quedábamos poco tiempo, decidimos pasar por aquí.
-Qué bueno que estén todos bien –le dijo Sakura.
-Hey, quiero preguntar algo hace rato ¿Esa niña nos ha estado mirando hasta ahora?
Sakura se fijó que atrás de un par de plantas, una pequeña niña se asomaba con curiosidad. Le hizo señas para que se acercara y ella a pasos lentos así lo hizo.
-Perdón, es que no los conoce –dijo la pelirrosa, acariciando los rubios cabellos de su pequeña- Di hola, cariño.
Ella alzó su pequeña mano haciendo un ademán de saludo tímidamente.
-Ella es nuestra hija-dijo orgulloso Naruto.
-¡Oh! –exclamó Hinata, encantada- ¡Es muy linda!
***…***
Luego de conversar un rato, estaban en la entrada del palacio, a punto de despedirse.
-Espero que podamos volver a verlos pronto.
Kiba alzó un pulgar en aprobación.
-Te aseguro que lo haremos… solo déjame conseguir otro traje para la próxima –Hinata asintió tomando del brazo a su pareja para irse. Antes de que cruzaran la puerta principal el rubio los detuvo y fue corriendo hacia ellos.
-Lo olvidaba-Naruto sacó su sombrero de capitán y lo extendió hasta Kiba, que lo miraba confundido- Tómalo, ya no necesito esto ahora…
El castaño lo vio sorprendido ¿De verdad lo hacía?
-¿Hablas en serio?
-Sí, quiero que seas oficialmente el siguiente capitán al mando de ese barco… así que cuida mucho este sombrero ¿Me oíste? –lo último lo dijo con un tono como el que solía usar en sus mandatos de capitán, con una sonrisa.
-Sí –tomó el sombrero negro con curiosidad y volvió a mirarlo- Gracias, Naruto.
El rubio solo agitó la mano en señal de despedida, y mientras se alejaban, pudo ver como se iba también la historia de piratas con la que había comenzado la vida.
Y ahora se quedaba en donde realmente debía estar: su hogar.
***...***
Sakura salía tranquilamente de la habitación de su hija, dirigiéndose a la suya para descansar, y justo cuando se encontraba en el marco de la puerta, notó que Naruto no estaba. Sin embargo, antes de que pudiera imaginarse dónde estaría, una venda le tapó la vista y suavemente tiró su cabeza para atrás.
Lo siguiente que sintió fue una leve risa cuyo aliento chocaba con su cuello, erizando su piel. Esa risa la reconocería así estuviera perdida en medio del océano.
-¿En serio? ¿Por atrás? Juegas muy sucio...-susurró con voz divertida.
-Crecí como un pirata después de todo, querida -respondió besando su cuello y sacándole un leve gemido.
-Eres un malvado, Capitán Naruto Uzumaki.
-Y tú una loca princesa... pero aún así te amo.
Y se besaron en medio de la oscuridad de la noche en el palacio, siendo una vez de las miles que vendrían para permanecer juntos...
FIN.
AHHHH, lo he terminado, no puedo creerlo T.T hace tantos años vengo con esta historia, le había tomado cariño, ahora solo espero que haya estado bien y no me golpeen cibernéticamente :'c
Quiero agradecer a cada uno de los comentarios y de las personas que me apoyaron *-* Y que finalmente no tengo nada más que decir, así que espero sus reviews con ansias para responderles.
Recuerden seguir siempre la proa de sus sueños :') (? Ok, quería dejar alguna frase motivadora u.u
Cuídense mucho! Gracias otra vez!
Hasta la próxima historia.
Annlu Namikaze