Yukito se despertó sobresaltado esa mañana, con el estruendoso sonido del despertador que, según la hora, se notaba que ya llevaba sonando un largo rato, de un sólo manotón no intencional el despertador cayó violentamente a el suelo, averiándose.
-Ohhh no! Supongo que deberé pasar después del colegio por uno nuevo o tal vez podría comprar un gallo, sí, eso, un gallo sería difícil averiar-pensó Yukito mientras se imaginaba la cara de To-ya cuando supiera que había averiado otro despertador ^_^U .
Era el segundo despertador que rompía esta semana.
Se había despertado sobresaltado éstos últimos días, sabía que lo que había soñado era algo inquietante pero cuando despertaba no recordaba nada de lo sucedido en dicho sueño.
-Basta de pensar en tonterías y mejor me apuro para alcanzar a To-ya antes de que se vaya sin mí.
Yukito se sirvió un desayuno "pequeño"; que constaba de 4 veces más de lo que comía una persona normalmente y se vistió tan rápido como pudo para alcanzar a Touya antes que se marchara.
-Vaya que se me hizo tarde hoy-pensaba Yukito mientras se montaba apurado en su bicicleta.-To-ya me dará una buena repelada por esto.
Antes de llegar, Yukito pasó por la tienda para comprar un refrigerio y se fijó en el diario de esta mañana . Era 20 de mayo, Yukito meditó por qué esa fecha se le hacía tan especial y de pronto lo recordó a medida que su sonrisa se apagaba...Era el cumpleaños de Nadeshko, la madre de To-ya.
Yukito llegó a la intersección donde ya lo esperaba un impaciente Touya.
-Se te ha hecho tarde ¬¬ llevo esperándote más de 10 minutos.
-Sí, es sólo que me quedé dormido...To-ya...¿Puedo preguntarte algo?
-¿Qué es?
-¿Me...disculpas?
-Yuki, no hay de que disculparse además estamos a tiempo todavía, Sakura se adelantó ya que tenía servicio con el mocoso ese ¬¬
-No es por eso To-ya...Es por todo lo que te he hecho sufrir.
-Yuki, ¿de qué hablas?
-Hoy es el cumpleaños de tu madre y por primera vez...No podrás verla-Esto último lo dijo con una profunda amargura, tanto que Touya temió que se echara a llorar.
Touya se detuvo y miró a Yukito fijamente, sus palabras sonaron suaves, serenas, verdaderas.
-Yuki, mírame, vamos mírame,-Touya tomó su barbilla y lo obligó a mirarlo-Tienes razón, es el cumpleaños de mi madre y no podré verla, Sakura puede estar en peligro ahora y no podré sentirlo, es más, puede estar la misma muerte a mis espaldas y yo simplemente lo ignoraría, todo esto me lastima y me molesta...pero no es nada comparado con la agonía de perderte por...que...yo...te...
En ese instante se oyó una voz muy cerca, demasiado cerca. Era Nakuru que ya se encontrada encaramada de la espalda de Touya, como de costumbre.
-HOLA TOUYAAAAAAA, estás muy guapo hoy. ¿Has hecho ejercicios o algo?
-Hola Akisuki, bájate de encima que pesas.
-¿Estás insinuando que estoy gorda?
-Si así lo entiendes tú.
-Qué cruel que eres conmigo.
-Se hace tarde para la clase, ¿no deberías estar entrando Akizuki?
-NA-KU-RU.
-Cómo quieras yo ya me voy...Vamos Yuki, ¿vienes?
Nakuru recién percatándose de la presencia de Yukito le dice despectivamente:
-Vaya Tsukishiro, que aspecto más lamentable tienes.
-Hola Akisuki, es que yo, no dormí bien, eso es todo. No, To-ya adelántate yo te alcanzo en un minuto-. Dijo respondiéndole a su amigo
-De acuerdo, pero...Yuki, por favor, deja de pensar tantas tonterías juntas y piensa en ti de la misma forma que yo lo hago y verás que eres demasiado valioso...aunque sea así lo veo yo.—Esto lo añadió sonrojándose un poco de camino para dentro su clase pero Yukito lo escuchó perfectamente y lo hizo sentir bien.
Touya se dio la vuelta un segundo para observar a un sonriente Yukito y a una histérica Nakuru que echaba chispas por los ojos, pero raro en ella, no lo siguió ni lo recriminó como de costumbre. Y él se marchó felíz, había sacado las tonterías que ocupaban la cabeza de su amigo y por primera vez no había tenido que entrar con Akisuki pegada a su espalda.
Yukito miró el reloj y se dirigió a Nakuru.
-Bueno Akizuki creo que nosotros también deberíamos entrar, ya se nos ha hecho muy tarde.
-Tsukishiro, quiero hablar contigo.
-Sí, claro. ¿Qué sucede? Podemos entrar a la segunda hora después de todo ^_^U
-¿Sabes que tu amor sólo le hace daño a Touya?
Yukito sintió que algo se rompía dentro de él, estaba tan consternado por el tono de serio y seguro de Akisuki que ni siquiera se molestó en negar eso de AMOR y todo rastro de la sonrisa que adornaba sus labios se borró por completo.
-TÚ NO SABES NADA AKISUKI! Nuestros asuntos no te incumben y para que lo sepas él siempre se preocupa por mí como yo lo hago por él...él...él...me ha dado...
-Y TÚ QUÉ LE HAS DADO,-lo interrumpió Nakuru—Yo sé muy bien todo lo que él te ha dado comenzando por la vida, pero tú por el contrario sólo le has dado pena, sufrimiento, dolor, tristeza, y...nostalgia.
-NO, yo le he dado...
Era verdad. Touya le había dado todo y él no le había dado nada, peor todavía le había quitado lo más importante...SU DON.
Nakuru sonrió triunfante y se volteó dejando a un Yukito peor de cómo había estado antes de las reconfortantes palabras de Touya.
-Piensa en eso Tsukishiro y piénsalo con Yue...Para que puedan desaparecer juntos como un mal recuerdo de la mente de Touya, antes de que tú o él hagan más daño del que ya han hecho...Si eso es posible.
-Akisuki...yo...
-Sé que no quisiste eso Tsukishiro, pero lo que Yue hace es exactamente igual cómo si lo hicieras tú...SON UNO SOLO...Ya lo sabes, ¿no?
Yukito quedó en silencio mientras que una siempre alegre Nakuru se marchaba dejando a Yukito en un estado de dolor y culpa...Sí, más que nada...CULPA
*Dentro de Yukito, Yue no estaba en calma, él había escuchado las palabras de Ruby Moon, y se sentía tan mal como Yukito, era verdad, eran un sólo ser pero fue él quien aceptó los poderes de To-ya, fue él quien lo despojó de la alegría de poder ver a su madre, de poner a su hermana a salvo...fue él...sólo él.*
Sus pensamientos se unieron y en ese momento...