Disclaimer Los personajes son de Stephanie Meyer, la trama es únicamente mía.


Capitulo 1. El despertar.

Edward POV

Las vacaciones en los Cabos San Lucas fueron lo mejor.

El primer día, uff, como olvidarlo. Pero lo mejor de todo fueron compartir cada momento con mis amigos y con mi Bella.

Esa mujer me había enamorado hasta las cachas. Todo mi ser la llamaba con demasiada urgencia. Su dolor era mi dolor y prometí siempre protegerla y jamás lastimarla.

La noche que Alice nos preparo en verdad me sorprendió, no esperaba a Sophia. Me intrigaban mucho sus palabras.

Necesitas buscar equilibrio a esas emociones que te atormenta…

Ese equilibrio me lo daba Bella. A su lado, me sentía tranquilo, relajado. Aunque era verdad que los celos se apoderaban de mi, como cuando Emmett le dijo esa estúpida apuesta donde se aventó desnuda a la piscina, odiaba que la miraran y menos desnuda, o cuando el estúpido de Jacob Black la beso a la fuerza, esa vez si me enfurecí.

Ver, escuchar, sentir y pensar con claridad…

Pero todo eso cambio en tan solo unos minutos….

Flash Back

El regreso a Forks fue de lo más tranquilo, todos los alumnos de la Academia Williams llegaban de sus vacaciones.

Rosalie suspiro entre los brazos de Emmett. —Ya extraño el sol.

—Todos, Rose, todos lo extrañamos. —Contesto mi novia tomando su maleta.

Enseguida tome la mía y camine a ella y le quite la suya. Me susurro un "Gracias".

El camino hacia la escuela fue tranquilo, Bella mirando por la ventana y los demás enfrascados en sus pequeñas burbujas personales.

No sé que había hecho pero lo hice bien. Con Bella me sentía completo y nada me separaría de ella.

Pude sentir como Bella se tensaba en cuanto llegamos al Instituto. En el pórtico, justo enfrente de nosotros se encontraba Tanya, y sonreía feliz, algo realmente extraño en ella.

—Hola… Swan.

¡Dios, no! Acabamos de llegar.

—No fastidies Toña, acabo de llegar de unas muy buenas vacaciones con mis amigos y mi novio. —Tiempo atrás, Bella me explico él porque le decía Toña a Tanya. Un juego de palabras nada mas, pero como me causaba gracia.

A Tanya claramente no le gusto las palabras de mi novia.

—Claro, de seguro te la pasaste muy a gusto revolcándote con mi novio.

Eso si me enfureció un poco. No conocía una persona más terca que ella.

—Tanya… hace meses que no soy tu novio.

Camino despacio hacia mí, eso no me gusto nada. —Tú siempre serás mi novio, Edward, quieras o no.

Di un paso hacia atrás, pues mire en sus ojos, la clara intención de besarme, pero al mismo tiempo, Bella se interpuso entre nosotros y la empujo haciéndola caer al suelo.

—No te atrevas, estúpida. Entiende que Edward no te ama, es mas nunca te amo, solo que por lastima siempre estuvo a tu lado.

—Eres una mentirosa, Swan! —Grito Tanya a Bella desde el suelo.

Tome a Bella de la cintura, pues sabía que en cualquier momento podría abalanzarse sobre Tanya. —¡Claro que no, solo que tu cabeza hueca no te deja entender la realidad!

Miraba alrededor y todos nos miraban detenidamente. Emmett y Jasper tenían a Rosalie y a Alice también sujetas.

Tanya se levanto y se sacudió. —¿Sabes, Swan? ¡Eres igual de zorra que tu madre!

Instintivamente mis manos sujetaron un poco más fuerte a Bella.

Sentí lo rígida que se puso Bella, aunque no le veía el rostro sabía que tenía los ojos cerrados tratando de clamarse.

—Retráctate de lo que acabas de decir.

—¿Qué cosa? El que eres una zorra igual que tu madre. —Rió Tanya.

Tanya sonrió cruzándose de brazos y mientras Bella forcejeaba conmigo tratando se librarse de mí.

—¡Tú eres la zorra, deja en paz a mi familia!

—Eres igual de zorra que tu madre, e igual de estúpida que tu padre… ¡oh, espera! ¿Pero quién es tu padre?

No entendía esa parte, estaba confundido. —¿De qué estás hablando, Tanya?

—A lo que me refiero, bebe, es que la zorra de René Swan estando casada con idiota de Charlie Swan se metió con…

—¡Cállate!

Miré a quien había interrumpido a Tanya y era Comandante Phil, el padrino de Bella.

—¿No quieres que se entere de la verdad?

—No sabes lo que dices chiquilla. —Respondió el Comandante Phil, sujetando a Tanya por el brazo.

Esta libro su agarre y arremetió. —¡Claro que lo sé!, ¡Tu te metiste con René Swan cuando ella se separo del disque padre de esta! —Señalo a Bella con la cabeza— ¡poco tiempo después ellos dos volvieron y esa zorra se entero de que estaba embarazada!

Me di cuenta de que Bella estaba totalmente tensa. Nadie nos imaginábamos eso.

—Phil… dime que eso no es verdad.

Juraría que el Comandante no encontraba que decir. Por vez primera, lo vi completamente pálido de la angustia.

Bella grito saliendo de su estado de inconsciencia. —¡Dímelo!

—¡Anda, díselo, dile que tú eres su padre! —Siseó Tanya.

No encontraba que hacer. Me sentía tan impotente.

—Bella, yo…

Juraría que pude sentir como Bella se partió en pedacitos entre mis brazos.

—¡No!, ¡Me están mintiendo! —La abrace fuerte, pero ella forcejeaba entre mis brazos.

—Bella, cálmate, amor.

Bella negaba con la cabeza. No sabía a ciencia cierta lo que ella sentía, pero me lo podía imaginar.

—Bella, cariño tranquilízate.

Phil quiso acercarse a ella, pero lo aparto de un manotazo.

—¡No te atrevas a tocarme! —Sus lagrimas caían sus mejillas y a mí me partían el alma una a una. Me dio un codazo en las costillas logrando que por fin la soltara. —¡Me mentiste, ¡Todos me mintieron!, ¿Qué se supone que deba creer ahora? ¡Si todo lo que yo pensaba que era verdad no es más que una puta mentira!

—¿Qué se siente que te destrocen la vida, Swan?

Las chicas gritaron a la vez desde los hombros de los chicos. —¡Cállate, Tanya!

Tanya retrocedió unos pasos, los rostros de Alice y Rose asustaban, pero ahorita no podía preocuparme por ellas, solo por Mi Bella.

—Cariño, debemos hablarlo.

—¿Para qué?, ¿Para qué me llenes la cabeza de más mentiras? No, gracias. —Quise aprovechar que Bella estaba distraída discutiendo todavía con Phil para sujetarla y tranquilizarla, pero me pillo en el acto. —Ni se te ocurra, Edward.

—Pero, Bella, amor…

Comencé a decir, pero me interrumpió. —¡Pero nada!, todos me mienten, ¿en que se supone que debo creer ahora si todos me mienten?

Bella estaba muy agitada, lo notaba en su rostro. De la nada, salió corriendo rumbo al bosque.

Phil y yo gritamos al mismo tiempo. —¡Bella!

—¡Déjenme tranquila!

Fue la única respuesta que recibimos.

Estaba demasiado presionado al no poder ayudar a Bella, que simplemente explote.

La rabia, el sentimiento de impotencia, la tristeza por ver a mi novia con el corazón roto me hizo caminar hacia Tanya, quien me vio con miedo.

—¡¿Por qué? ¡¿Qué te ha hecho, Bella?

—¡Destrozarme la vida!, —Gritaba, encarándome igual de enojada. —¡Jure que me las pagaría muy caro, que lloraría lagrimas de sangre si era necesario, y eso fue lo que hice, vengarme por destrozar todo lo que tenía!

No podía creer que existiera alguien tan ruin como Tanya.

Mi quijada estaba apretada, rechinaba los dientes de furia. Mi agarre se hizo más fuerte sobre los brazos de Tanya.

—¡Edward, me lastimas!

—¡Suéltala, Edward! Ella no vale la pena, —Hablo Phil desde un lado, logrando que por fin soltara el brazo de Tanya. —Necesitamos buscar a Bella.

¡Bella!. Mi mente empezó a trabajar, conocía muy bien las tierras de Forks y Bella se había ido corriendo rumbo al Barranco Quileut.

Mire a Tanya aun mas enojado, Bella no conocía ese pequeño detalle.

—Si algo le pasa a Bella, juro… juro… ¡Argg! —La ignore y mire a Phil— se fue rumbo al Barranco, puede hacerse daño.

Salí corriendo en la misma dirección que Bella, necesitaba encontrarla, sana y salva. Rogaba a Dios que nada le pasara.

Entre el bosque escuche las voces de varias personas ayudando a buscar a Bella.

Mi desesperación crecía cada vez más y yo seguía sin encontrarla.

Por fin llegue al barranco y no la había encontrado, estaba completamente empapado por la llovizna que se soltó minutos antes.

Me encorvé apoyando mis manos en mis rodillas para poder tomar aire. Cuando abrí los ojos la vi.

—¡BELLA!

Había caído por el barranco unos doscientos metro.

—¡Bella, Bella! —Gritaba desesperado. —¡Bella, amor, contéstame!

Un quejido salió del pecho de Bella justo cuando empezaba a creer que la había perdido. Suspire un tanto aliviado.

Voltee hacia al bosque y empecé a gritar pidiendo ayuda. Rogaba al cielo que alguien estuviera lo suficientemente cerca para escucharme mientras yo bajaba con cuidado a revisar que Bella no estuviera tan mal.

Cuando por fin llegue al suelo, me apresure a revisar a Bella.

—Bella, mi amor, ¿Estas bien?

Sé que es un tanto estúpida la pregunta, pero, ¿que se suponía que dijera?

Mis manos recorrían el malherido cuerpo de Bella, no quería tocarlo por si llegara a lastimarla más.

Un chorro de sangre escurría de su frente. Me quite la camisa y la hice un nudo, la coloque en su frente presionando un poco la herida intentando detener la sangre que fluía.

—¿Edward? ¿Bella?

Una voz proveniente de arriba me llamo la atención.

—¡Aquí abajo! —grité.

Cuál fue mi sorpresa al divisar el rostro de Jacob Black. —Oh, por Dios.

—¡Esta Malherida, pide ayuda!

—¡No la muevas! ¡No tardo!

Obedecí impaciente. No me agradaba mucho la idea de que fuera Black quien me ayudara, nunca fuimos los mejores amigos. Pero ahora no importaba yo, importaba mi niña que se encontraba tirada a mis pies, quejándose constantemente.

Veinte minutos que se me hicieron años llego Black con la esperada ayuda.

—¡Enseguida bajamos! —Grito alguien.

—¡Edward, ¿Te encuentras bien?

Reconocí la voz de Alice en lo alto. —Sí, Alice, pero que bajen rápido, Bella necesita ayuda.

Nadie me respondió, pero mire como empezaban a bajar algunos paramédicos.

—Tranquila amor, —dije limpiando los restos de agua que caían sobre el rostro de Bella. —Te pondrás bien, y volverás a ser la misma de antes, tranquila amor.

Los quejidos de Bella se hacían cada vez más fuerte.

Por fin los paramédicos llegaron y empezaron a revisarla. Me hice a un lado y deje que trabajaran.

—Su pulso es bajo… —Dijo un paramédico que le revisaba la presión a Bella.

—Tiene rota una pierna y varias costillas, posiblemente un brazo también.

—Y una contusión en el cráneo. —Interrumpí a un paramédico que me miro fijamente.

—¿Y tú te encuentras bien?

Sentí. No necesitaba que se preocuparan por mi salud, lo importante era Bella.

—Me encuentro muy bien, revísela por favor.

El paramédico empezó a revisar la herida que Bella tenía en la cabeza.

—¿Cuánto tiempo a estado inconsciente?

—¿Eh? No lo sé. Alrededor de cuarenta minutos… veinte antes de encontrarla y veinte en lo que llegaron.

Ambos rescatistas asintieron y juntos subieron a Bella en la camilla y la fijaron. Voltee hacia arriba y las cuerdas empezaban a descender para subir a Bella. Por un lado mire como Jasper descendía.

Los paramédicos, expertos en lo que hacían subieron, junto con Bella.

—¿Estás bien, Edward? —Pregunto Jasper haciéndome reaccionar.

Me había perdido viendo como subían a Bella. —Sí, sí, vamos.

Jasper me hato por la cintura y alguien de arriba me empezaron a jalar. Una vez arriba tome la mano que me ofreció alguien para subir completamente.

Era Jacob Black. —Gracias.

Él no dijo nada, solo asintió. Había bastante gente, entre ellos mis amigos, pero no podía quedarme con ellos. No quería separarme de Bella.

No alcance la ambulancia, pero tome mi volvo y maneje de prisa por la carretera. Gracias a Dios sabias manejar muy bien bajo la lluvia, y diez minutos más tarde, llegue al hospital.

Fin de Flash Back

Vienen pruebas duras, no solo para ti sino para alguien muy importante en tu vida. Necesitas ser fuerte por ti y por él o ella…

Y si que Sophia tiene razón. Casi pierdo a Bella por culpa de Tanya, eso jamás se lo perdonaría, pero ahora, solo pido que Bella despierte.

Bella POV

El dolor se me hacía casi insoportable.

Pensé que había muerto, pero me negaba a pensar que Edward hubiera muerto conmigo. Si no, ¿Por qué escuchaba su voz dándome ánimo?

El dolor que me cobijaba se hizo aun más fuerte. Luchaba con todas mis fuerzas por abrir los ojos, por moverme, por pronunciar aunque sea una palabra que quitara mi dolor, pero cada que movía aunque sea un milímetro mi cuerpo, el dolor era aun más devastador.

La cabeza me dolía casi de la misma manera. El cerebro me punzaba y quería que me la cortaran, así acabaría con el dolor.

—Tranquila amor… Te pondrás bien, y volverás a ser la misma de antes, tranquila amor.

Edward estaba sufriendo, eso no podía ser.

¿Cómo es que había pasado esto? ¿Cuándo me enamore de esta forma de Edward? Él no merecía sufrir, y menos por mi culpa.

El dolor se hizo más agudo cuando los paramédicos me empezaron a revisar. La conciencia volvía cada vez más rápido a mí.

Pero pronto deje de escuchar… de sentir….

.

.

.

Parpadee varias veces, pero volví a cerrar los ojos, no me acostumbraba a la luz tan brillante.

¿Dónde estoy?

Intente levantarme pero un fuerte dolor me pico en las costillas, no pude más que quejarme.

—Ouchs…

—¿Bella, cariño?

La voz de Edward me trajo más a la conciencia.

Intente de nuevo abrir los ojos. Levante un brazo tapándome la luz brillante, lo tenía vendado, pero esta vez logre abrirlos.

—¿Edward?

—Si mi amor, aquí estoy. —Pude sentir como me tomo el brazo y lo hizo reposar de nuevo. Gracias a Dios, su fisionomía me cubría la luz brillante.

—¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué brilla tanto aquí? No, no recuerdo nada.

La risa de Edward parecía como si le hubieran quitado un gran peso de encima.

—Estas en el hospital, Bella. —Dijo caminando hacia la luz brillante, la cual de repente se apago. Era un enorme ventanal y Edward había cerrado las cortinas. Enseguida volvió a mi lado. —Caíste por el barranco Quileut. Por suerte, te encontré a tiempo.

Una mueca se deformo en el rostro de Edward. —Perdóname por no saber protegerte mejor.

Recuerdos golpearon mi mente constantemente, y la traición y la tristeza volvieron a embargarme.

—¿Cuánto tiempo eh estado aquí?

Edward acaricio mi rostro. —Has estado dormida cuatro días enteros. Los médicos dijeron que era normal, que tu cuerpo estaba muy maltratado y que necesitabas descanso, —suspiro— así que te mantuvieron sedada hasta ayer, para observarte mejor.

—Vaya…

—Dijeron que no había peligro, que no entrarías en coma ni nada parecido —nuevamente su faz se torno de preocupación y después paso al alivio. —Que era cuestión de tiempo para que despertaras, ¿Cómo te sientes?

—Pues me siento que es lo que cuenta, ¿no? —Intente nuevamente enderezarme, pero el dolor en el costado me volvió a atacar. —¿Qué demonios?

—Tienes rotas varias costillas… —Me revise mis costados y mi torso estaba cubierto por vendas de yeso.

—Quiero sentarme.

—Espera… levantare la cama.

Edward me inclino la cama con el control remoto. Ahora estaba ligeramente sentada.

—Gracias. —Dije.

—No hay porque.

Toque mi cabeza y la tenia vendada, mis rostro me dolió un poco cuando las yemas de mis dedos rozaron la piel, mis brazo izquierdo estaba vendado completamente y el derecho solo la muñeca, pero en toda su extensión estaba cubierta de hematomas.

Mi pierna derecha estaba enyesada y la izquierda apenas si podía moverla.

—Debo estar peor de cómo me siento. —sonreí un poco.

Claramente ninguno de los dos quería tocar el tema, y yo se lo agradecía enormemente a Edward, pero en ese momento, mi madre entro por la puerta.

—¡Bella, hija, por fin despertaste!

—¿Tú qué haces aquí? —Pregunte cuando se acerco a mí.

—Vine inmediatamente a Forks cuando me informaron de tu accidente.

No quería ver a René, mucho menos a Charlie o a Phil. No estaba enterada si Charlie lo sabía pero por el momento no quería ver a ninguno.

Edward sujetaba mi mano derecha y me acariciaba constantemente el dorso de la mano.

—Bella, amor, cálmate te hace mal. —Recalco dándome un ligero apretón de mano.

—Edward, por favor, saca a esta señora de aquí.

—Pero Bella…

—¡Sácala! No la quiero ver. Dile que se vaya.

Mi madre comenzó a replicar. —Bella, cariño, tienes que escucharme.

El sonido del monitor que vigila mis pulsaciones se empezó a acelerar.

—Yo no tengo nada que escucharle, Señora, suficiente escuche el otro día… —Mis costillas dolieron más. —Sácala de aquí, Edward, por favor.

—Vamos, Señora… —Hablo mi novio, incitando a mi mama a salir. —Déjela que se calme.

—Pero chico… soy su madre.

—¡Que se vaya! ¡No quiero verla!

René se dejo guiar por Edward a la salida. —Dele tiempo, Señora, todo es muy reciente.

Tape mi rostro con mis manos y empecé a sollozar.

No podía venir aquí después de enterarme como mi vida fue más que una mentira. No quería volver a verla.

Edward regreso a mi lado e intento calmarme.

—Ya, Bella, ya se fue.

—Es que… —lloraba.— como se atreve…

—Es tu madre, Bella, está preocupada por ti.

—¿Y cómo no se preocupo por decirme la verdad? ¿A caso nunca planeaba decirme?

Edward retiro mis manos de mi rostro, y limpio suavemente mi rostro.

—Eso no lo sé, amor. —Sonrió un poco. —Pero eso dejémoslo pasar por el momento, lo importante es que te recuperes, ¿si?

—No intentes abogar por ellos, Edward Cullen. Estoy demasiado enojada para que tú también te pongas de su lado.

—No estoy del lado de nadie, Bella. —Sonrió de lado, como me gusta. —Solo quiero que te pongas bien, no sabes lo que sentí al pensar que habías muerto.

Suspiré. —Yo también pensé que había muerto.

Mis pulsaciones fueron tornándose normales poco a poco según la frecuencia del sonido del monitor.

—Tranquila, amor. —Beso mis labios y acaricio suavemente mi mejilla. —Todo estará bien, ya has despertado y ahora todo estará mejor.


¡Hola Chicas!

¿Qué les pareció el primer capítulo de la secuela? ¿Interesante?

Adivinen que… ¡HOY 27 ES MI CUMPLEAÑOS! Por eso hoy subí el capitulo xD

Ustedes que piensan, ¿Bella está siendo justa?, ¿Harían lo mismo si les pasara eso?

¡Opinen, Opinen!

¿Merezco Reviews? Subiré el siguiente capitulo a más tardar el miércoles de la semana que entra :D

Besos.

Luna.