Disclaimer: Todos los personajes son de Stephenie Meyer

DE HOLLYWOOD A LIVERPOOL

CAPITULO 1

Y aquí estaba nuevamente, en una ciudad diferente, un hotel diferente, intentando personalizar en algo la habitación que sería su hogar por los siguientes cinco meses, que podrían ser seis o siete si el rodaje se alargaba, ya fuera por causa del clima, o porque la perfección del director llevase a que hubiera que repetir demasiadas tomas.

Este era su tercer viaje a Londres por cuestiones laborales. Estaban grabando la secuela de "London Bridge"; una película de espías y romances, que hacía tres años se había convertido en su mayor éxito de taquilla, convirtiéndolo en uno de los actores jóvenes más famosos de estos últimos años.

Cuando el director londinense Garret Sheperd le había visto cinco años antes actuando en la obra juvenil "Leaving or living London", intentó varias veces persuadirlo para que actuara con él, hasta que dio con el guión de London Bridge que definitivamente atrajo su atención.

Y tuvieron éxito. La película llegó a la cabeza de las listas de las más vistas en la semana de su estreno, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Participó en los principales festivales de cine con excelentes resultados, y las ofertas de trabajo comenzaron a llover sobre él a la par que las entrevistas tanto para la prensa escrita como audiovisual.

Eran un reparto bastante joven, y estaban comenzando a destacar en el mundo del cine. Si bien Edward siempre había preferido el teatro, no podía rechazar las oportunidades que se le estaban presentando.

Ahora, a sus 24 años, su vida había dado un giro de 180º en los últimos tres años. Había filmado cuatro películas que eran grandes éxitos, había obtenido incontables premios, su cara había salido en todas las revistas de moda y las que no eran de moda también. Sus relaciones eran analizadas en todos los programas de la prensa del corazón y destrozadas de la misma forma. No podía salir a la calle sin que alguien le parara para pedirle un autógrafo o tomarse una foto con él.

Intentaba ser amable y mantener el trato cordial, pero a fin de evitarlo, se estaba convirtiendo en un ermitaño. Odiaba salir, ya no iba a cenar con su familia, no salía de fiesta con sus amigos, no sabía lo que era ir a ver un partido de béisbol, un concierto, una obra de teatro. Últimamente las reuniones con los amigos eran en su casa, unas pizzas, cervezas, películas, partidos en la play, y a eso se reducía su vida social.

Su familia se preocupaba por él, su hermano Alec intentaba rescatarlo de lo que él llamaba "el pozo de la fama" y buscaba hacerle disfrutar la posibilidad de tener a la chica que quisiera, acceder a todos los salones VIP de la ciudad y que el mundo se rindiera a sus pies. Pero él lo odiaba; odiaba saber que a nadie le importaba él de verdad, no les preocupaba lo que Edward Cullen podía sentir o pensar, sino lo que el hecho de estar cerca de Edward Cullen les podía reportar.

Así que aquí estaba ahora, instalándose en el Hilton de Londres, y desempacando en la gran suite que sería su hogar por los próximos 5 meses que durara el rodaje en la ciudad.

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Llegaba tarde. Otra vez llegaba tarde. Alice la había entretenido. La había arrastrado al centro comercial con la excusa de enseñarle una nueva tienda de arte, sabiendo que no podría resistirse, y ahora llegaba tarde. Lo bueno de trabajar para Aro, era que no le hacía problemas si se retrasaba un poco. Además contaba con que Angela se quedaría en el bar hasta que ella llegara. Con Angela mantenían una excelente relación, era una buena amiga y siempre se cubrían mutuamente en el trabajo ya que con los horarios de la universidad, a ambas les resultaba difícil ajustarse a horarios muy estrictos. Pero de todas formas, odiaba llegar tarde, y más si era por culpa del centro comercial.

Aro, su padrino y única familia a todos los efectos prácticos, tenía la concesión de la cafetería y bar del Hilton, y cuando los padres de Bella habían muerto cuatro años antes por culpa de un conductor ebrio, Aro, el mejor amigo de su padre, se había convertido en su tío y jefe. No es que necesitara el trabajo por razones económicas, ya que sus padres le habían dejado un buen colchón económico, además de los ingresos que recibía por la productora cinematográfica que había heredado de su padre, la cual el mismo Aro se ocupaba de dirigir y administrar. Pero no quería utilizar ese dinero si podía evitarlo, tomaba lo necesario para pagar la universidad, pero el trabajo en la cafetería, sumado a los alquileres de las distintas propiedades que había heredado, le permitían pagar todos sus gastos.

Le gustaba ese trabajo, pagaban bien solo por estar tras la barra del bar, servir cafés y bebidas a grandes ejecutivos y gente importante. Solo le pedían discreción, y Bella para eso era muy buena, ya que su despiste general hacía que muchas veces no supiera quiénes eran los que se sentaban frente a ella.

Pero este día estaba previsto se instalara en el hotel el equipo de "London Bridge" y estos sí sabía quiénes eran. Había visto esa película cientos de veces. Emmet la adoraba y una de cada tres noches de películas tocaba verla. La escena de la explosión en el puente, que hace volar por los aires a John Rourke era la favorita de los chicos, mientras que cuando Alice, Rose y Bella veían al guapísimo Edward Cullen en su papel de John rescatando a la rubia Leslie que interpretaba Lauren Mallory, el corazón se les saltaba un latido.

Y ahora estaban rodando la secuela que ellos esperaban ansiosos. Estarían en la ciudad po meses, y los actores que no vivían en Londres se instalarían en el Hilton. Esto había llevado a que se reforzara la seguridad del hotel ya que éste estaba rodeado de periodistas. Y los empleados del hotel debían ser muy discretos, hasta habían firmado contratos de confidencialidad.

De todas formas estaban ansiosos. Solo pensar en tener dando vueltas por el hotel a chicos guapísimos como el mismísimo Edward Cullen o Mike Newton les tenía excitadísimos, pero… debían ser discretos.

Comenzaban meses difíciles…