Disclaimer. Los personajes de Naruto así como la historia misma no son de mi propiedad. Algunos personajes usados aquí son usados con fines de continuar una historia pasada.

Información adicional. El nombre de los capítulos es equivalente a los nombres de algunas armas usadas en la antigüedad por diferentes ejércitos de la antigüedad. Cada arma viene acompañada con información de la misma y una leyenda que puede ayudarlos del arte de la guerra.

El lucero del amanecer (MorningStar) Era una masa usada por los caballeros para atravesar y destruir armaduras.

El lucero del amanecer.

"La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien."

–Sun Tzu

Un par de sombras que comenzaban a moverse desde el olvidado distrito Uchiha se abren camino a una velocidad moderada. Eran las sombras de una mujer y un zorro. Apenas llegaron al borde del distrito su paso se vio frenado por la presencia de una persona, que tomando un camino rápido logró frenar a la dama. Con astucia, comenzó a preparar un jutsu de escape, usando los sellos activó su habilidad y ejecutó.

–Estilo de las sombras: Jutsu sombra fantasma.

Y como atravesando al sujeto de lado a lado, la shinobi pasó de él sin esperarse que no estaba solo. Otro shinobi estaba por acertar en ella un golpe de increíble poder de no ser por la combinación del zorro, que usando el fuego hizo retroceder al atacante. El último obstáculo a pasar, un ninja sereno del que nadie escapaba, ni siquiera el más talentoso entre lo talentoso se le escapaba, y justo en el momento en el que había pasado por la mitad, sintió como era atraída al suelo por magnetismo o algo así.

Alzando un kunai, comenzó a levantar la guardia intentando protegerse de lo que venía.

–No puedes hacerme daño. –Dijo con seguridad. –Habrás pasado los demás, pero no puedes conmigo aún.

–Lamento si mis intentos te frustran.

–De acuerdo. –Los sellos comenzaron a ser invocados, y con un pequeño respiro profundo se sentía el calor en el ambiente. –Katon: Gojiraku no Jutsu. (Escribí Gojiraku por gojira, o sea Godzilla, no tiene falta de ortografía o una confusión gramatical.)

Una llamarada elevó la temperatura del distrito, y con ese jutsu, la kunoichi cayó al suelo junto con su zorro protector.

Al verse inutilizada, no tuvo opción que fallar su misión personal. Entregó un saco de yute pequeño que estaba colgando de su cintura, mientras que los demás comenzaron a rodearla con miradas que matan.

–Lamento haberlo robado. Pero…

–No hay pero que valga, un robo no es algo que te pueda soportar. No a tu padre.

–Tampoco creo que sea tan importante.

–Lo es. –Del saco de yute extrajo un pequeño colgante que perteneció al primer Hokage de la aldea. Lo alzó sobre su cabeza y con cuidado lo colocó alrededor de su cuello. –Esto me lo regaló tu difunta abuela…

–¡NO ESTOY MUERTA!

–Como sea, sería aún más valiosa si o estuviera. Además, si alguien que no soy yo la usa, terminaría enterrado bajo tierra en menos de una semana.

–¡NO LA ASUSTES ASI!

–¡Nadie me deja educarla como se debe!

La ladrona sentada en el suelo recibiendo una de sus divertidas lecciones es Kaede Uzumaki, hija del gran narukage, pero alejada de él desde hacía cinco años. Hoy es una linda mujer de cabello negro largo hasta la mitad de la espalda, ojos negros debido a su Sharingan inactivo y un atractivo físico que daba envidia a las compañeras de la academia e hipnotizaba a otros shinobis muertos por ella. Y casi imitando a cierto shinobi cabeza dura muerto hace ya trece años, ella también ignora que la gente se siente atraída por ella. Vestía tal como lo haría una Uchiha, pues se sabía descendiente y única sobreviviente del clan. Una camisa negra azulada de manga larga, larga hasta los tobillos no tan holgada no tan ceñida con un cierre de plata en el pecho, que cubría desde el cuello de la camisa en forma de V hasta el ombligo, cosa que daba vuelo a la tela cuando saltaba. Un pantalón de color muy similar atado con cordones a la cintura, unas botas de tradición con los dedos descubiertos. En su espalda portaba un Ninjato delgado heredado por Sasuke antes de morir, un regalo que dejó en la casa donde vivía anteriormente. Eso cuando se hizo pasar por Hibiki.

La rodeaban su familia imperial, la doncella de las pociones, rubia exuberante y genio del demonio, lady Tsunade, Godaime para los cuates de la aldea. La shinobi cuya inteligencia, belleza y frente la hacen destacar, la séptima sombra del fuego, Sakura Haruno Nanadaime. Y el soquete hiperactivo y cabeza hueca, la sombra de la alegría Naruto Uzumaki, El narukage.

Abuela, madre y padre. Todos invadiendo la aldea de la hoja con el motivo de arrebatarle a la nueva genin el colgante del primer hokage, propiedad de Naruto. No era la primera vez que saqueaba el palacio con la intención de tomar ese colgante. Pero cada vez que lo lograba, había tres sombras que la retenían.

–¿Cómo puedes ser tan necia como para tomar mi colgante?

–Es sencillo. Cada que lo miro dentro de la casa hay una voz tenue que me dice "no lo hagas, que tu padre te castigará o te dará una paliza." Pero apenas la escucho, por que está esta voz más fuerte que me grita "¡QUE HERMOSO SE VERÍA EN MI CUELLO!"

–Bien, de ahora en adelante, me meteré a bañar con esto, y si quieres robármelo tendrás que arrancarlo de mi cadavérico cuello.

–Esa no es una opción fiable.

–Ahora, ve a reunirte con tu superior antes de que llegues tarde.

–¿Me das algo de dinero?

–No te burles de mi, cariño. Ahora, ve. –Naruto bajó la mirada centrando su atención en el zorro que acompañaba a su hija. –Kanon, te ha crecido una cola.

–Mi señor, agradezco me colocase con su hija. Sé que podremos avanzar juntos.

–Cuídense bien.

–¡Vamos, Kanon!

En un instante los dos desaparecieron, iniciando su largo camino hacia el campo de entrenamiento. Atravesando las calles de la aldea, cuyo auge era mayor ahora que una paz relativa cubría el territorio del imperio. Tanto así, que el distrito Uchiha tenía algunos departamentos en renta para la expansión de población. ¿Y adivinen quien cobra la renta de los mismos? Ni ella ni su hermana tenían necesidades económicas venidas de improvisto. O problemas para comprarse alguna herramienta especial. Sobre todo en lo que respectaba a ella.

Al llegar al campo de entrenamiento algunos recuerdos sobre historias de ese sitio llegaban a la mente de la kunoichi. Recordaba haber escuchado a su madre y padre hablar de ese campo. El sitio donde se enfrentaron al entonces ninja que copia, donde su padre fue atado por tramposo y donde comenzaron en serio el camino Shinobi como un equipo. El tiempo ha deteriorado este sitio, pero los postes siguen de pie negándose caer a pesar de estar tan deteriorados. Aquí enfrentó a su tutor por primera vez al lado de sus compañeros de equipo, que llegaban juntos al campo.

–¡Kaede!

–Por fin llegaron. –Dijo Kanon desapareciendo en una nube de polvo.

Los compañeros de Kaede eran una chica y un chico. Gracias a lo unidos que han estado desde niños, los tres pueden pelear en igualdad de condiciones, sin tener un ganador especifico. Ella era Mamori Uzumaki, la hermana menor de Kaede que llegó tan rápido a ser Genin por su inteligencia quizás heredada de su madre. Y Hizashi Hyuga, el hijo de Neji Hyuga y Tenten Hyuga que recibió su nombre del padre del primero. Mamori tenía tanto parecido a su madre, era ver a Sakura con un atractivo infantil y coqueto, cabello semicorto rosado, ojos azules tal vez única herencia de Naruto así como su Uzumaki (La nueva barrera de sangre creada por Naruto en combinación de la corriente de las sombras y el Sharingan de su amigo). Vestía un kimono corto color azul cielo, dejando ver unas bien formadas piernas pajo la tela. Un obi negro azulado atado a la cintura de donde extraía a veces algunos venenos elegidos por ella misma. Un pañuelo atado en el cuello usado para evitar el humo de algunas de sus técnicas, sus pies eran cubiertos por tabi (unas calcetas especiales), y unas sandalias de correas. A su espalda estaba un Ninjato más corto que el de Kaede elaborado por las manos de Tazuna. Por último, su equipo shinobi estaba atado en la pierna de

–Kaede, necesitamos discutir algo importante.

–¿De que se trata?

–Hizashi y Yo hemos estado buscando el nombre ideal para nuestro equipo para salir del aburrido "equipo 7" que tanto nos encasilla. Y tras meses de espera, hemos ideado el nombre ideal para nuestro equipo.

–¿En verdad? ¿Y cuál sería ese?

–"Kekkei Genkai."

–Debo admitir que es un nombre ridículo.

–No, Kaede. Piénsalo. –Hizashi intervino a favor de Mamori. –Nosotros tres somos el primer equipo formado únicamente por miembros con barrera de Sangre. Tú tienes el legendario Sharingan. Mamori tiene el Uzumaki, y yo tengo el Byakugan. Es un buen nombre para nuestro equipo.

–No puedo creer que consientas a la loca esta. Barrera de sangre no es un buen nombre. Hace pensar que somos una especie de muralla, cuando en realidad somos una lanza bien afilada.

–Una lanza siempre puede fallar, por más afilada que esté.

De detrás de los arbustos comenzó a aparecer el sensei que les tocaba a ellos. Hablamos de Midory, que no tenía apellidos por ser una niña que encontró el Narukage pidiendo comida en un cruce de caminos. Desde entonces se ha estado preparando con el hokage como una shinobi de calidad, así como el único equipo que fue instruido por él. Midory había crecido mucho, así como su cabellera. Su traje era entallado color morado y cubría su tronco y zona pélvica (Como un traje de baño a una pieza pero más entallado). Sobre el traje tenía una especie de falda en dos partes. Los zapatos y unos protectores especiales para los brazos y brazos. Imitando a su maestro, usaba una mascara morada similar a la de Kakashi. Aunque era una Jounin certificada, a ella no le gustaba ir siempre tan abrigada a menos que se trate de una misión en las montañas. En su cintura pendía un Ninjato, herencia de su padre cuyo nombre nunca supo (No es ningún pasado oculto, solo nunca lo conoció) y consigo siempre traía una daga que el mismo narukage le obsequió para seguir su camino shinobi.

Frente a las sabias palabras de su sensei, los tres bajaron la cabeza pensativos. Midory se colocó frente a cada uno de ellos y les comenzó a sermonear solo un instante.

–Frente a la batalla, la única arma que importa es su astucia e intelecto. Fuera de eso, las armas no importarán demasiado. Hizashi, estoy segura de que tu padre te habrá contado de su pelea con el Narukage frente a su primer examen Chounin.

–Si, el narukage lo venció con el intelecto antes que con la fuerza.

–Bien, una lección aprendida es mejor que mil lecciones inservibles. Ahora, nuestra próxima misión comenzará el día de mañana. Hay un señor feudal dentro de la aldea y nosotros lo escoltaremos hasta su aldea fuera del territorio de la niebla. Así que prepárense para un largo viaje directo a la aldea escondida entre la niebla.

–Si señora.

–Bien. Ahora, ¿Qué les parece un poco de entrenamiento en uno contra uno?

–¿Eh?

–Vamos, no sean tímidos. Sólo será un entrenamiento de taijutsu y ninjutsu. Nada de armas y nada de problemas con el otro.

–Pero sensei, nosotros somos solo tres.

–Es por eso que he solicitado a una persona extra. Taro, aparece.

De entre las sombras apareció un chico huraño con pinta de ser salvaje. A su lado había un perro ninja, delatando la descendencia Inuzuka del joven. Largos colmillos, cabello rebelde, ropa de gran espesor que daba la ilusión de tener pelo alrededor de su cuerpo. Tenía toda la pinta de ser idéntico a su padre, Kiba Inuzuka. Solo que este chico no era más que pantalla. A decir verdad, su carácter no era el de un chico salvaje, sino que parecía ser cortés e incluso rayaba en lo tímido. Su perro era un Alaska, juguetón y fiero a la vez, con una fuerza corporal mayor por ser de esa raza. Detrás de él tenía una mochila ligera, pues sólo portaba el alimento para su cachorro, cuyo nombre era Pero-Pero (A decir verdad, si alguien reconoce a este perro en otro sitio, encontrará que este perro además de un buen amo tiene carácter por si mismo).

–Señorita Midory.

–Él nos ayudará.

De inmediato, Mamori comenzó a sentir el corazón dándole un vuelco, cosa que al parecer era correspondido por Taro. Ambos habían pasado por una experiencia interesante en mitad en el primer examen Chunin, al que no pudieron acceder por ser eliminados en la ronda del bosque de la muerte. Todo por la curiosidad de Mamori.

–Bien, veamos enfrentamientos en este momento. Veamos chicos contra chicos. Hizashi, Taro.

Hizashi se comenzó a preparar atándose unas vendas en las manos. El talento de su padre había sido pasado a su descendiente casi en su totalidad. La diferencia es que Neji siempre será el elemento Hyuga más talentoso de la historia, y su hijo innovaría con su creativa forma de usar su chacra. Tenía el cabello semi largo recogido en una cola de caballo, una túnica larga donde podía ocultar las armas que solía utilizar, una cinta gruesa atada a la cintura, mangas largas y anchas, similar a un maestro en Kung fu, solo que su túnica era blanca, y cada que comenzaba a pelear separaba las mangas al vertical mostrando su musculatura. Al igual que su padre, Hizashi portaba el sello de maldición de la casta menor de los Hyuga protegiendo claro a la casta mayor. Taro Inuzuka, por ejemplo.

En tanto, Taro ocupaba uno un puesto entre los mejores shinobis graduados del colegio en cuanto a logística se refiere. Pero sus habilidades en el combate se resumían en taijutsu, puesto que en el manejo de chacra no era el más indicado. Así que alimentando a su Alaska con una píldora de alimento, comenzó a dispersar chacra en el campo. Tirando al suelo varios Kunais, los dos rodearon a Hizashi. Apenas se abalanzaron a él, Hizashi activó el Byakugan y alzó su nivel de chacra arriba de lo común. Girando en su propio eje, ejecutando el Hakkeshō Kaiten a la perfección, rebotando Taro a la otra dirección, pero no así Pero-Pero . Él había quedado sembrado en la tierra enterrando las uñas en la tierra. Cuando Hizashi dejó de girar, Pero-Pero embistió al Hyuga y capturó su brazo. Al encontrarse atrapado, Intentó soltar al perro, pero él se aferraba aún más a su brazo dándole tiempo a su amo de ejecutar una técnica de la familia Inuzuka.

–Tsuga.

Tras analizar a Taro con el Byakugan supo que podía detenerlo, si tan solo tuviese ambos brazos libres. Pero así sería un problema. Intentó reunir chacra en su cuerpo y liberando la mayor cantidad por un solo lado activó una de sus innovaciones.

–Hakkeshō Genkai.

Como si de una barrera se tratase, Taro se estrelló con pared de Chacra, expulsada con fuerza del cuerpo de Hizashi. Así con semejante expulsión de chacra incluso Pero-Pero salió volando al lado de su amo. Hizashi alzó su guardia y comenzó a avanzar con un Kunai en la mano. Taro apenas podía reaccionar a sus ataques, cuando fue Pero-Pero el salvador usando de manera individual el Tsuga para evitar su amo fuese derrotado. Al recibir el impacto, Hizashi quedó un poco rezagado, permitiéndole a Taro accionar su Kekkei Genkai, Byakugan, combinado con el Taijutsu del clan Inuzuka dio una de las innovaciones de la nueva generación. Usando su Chacra encendido, separó varias garras de chacra extendiéndose de él, y comenzando a girar con la poderosa energía rodeándolo, anunció el final de la pelea.

–Estilo Inuzuka, Taladro salvaje.

Y en una rotación endemoniada, se fue aproximando a Hizashi, que estaba atrapado por el dolor de aquella técnica de Pero-Pero . Ante esto, el final estaba decidido. Pero antes de llegar a él, un pequeño problema surgió. Taro cayó al suelo desmayado, completamente fuera de si. Pero-Pero fue el primero en llegar hasta él, seguido de los demás presentes. En especial, Hizashi estaba preocupado, pues este tal vez era un efecto secundario de la barrera que había usado anteriormente. Mientras Midory lo revisaba, el equipo 7 estaba preocupado.

–¿Qué le pasa? –Preguntaba Mamori preocupada y nerviosa.

–Está dormido. –Dijo Midory. A decir verdad, el pobre Taro estaba cansado por completo. No así su fiel amigo canino. –Debe haber gastado todo su chacra antes de impactar a Hizashi.

–Taro no controla por completo su Chacra, señorita. –Dijo Kaede asegurándolo por su visión Sharingan, en desarrollo. –Al usar su Byakugan, desperdició demasiada energía.

–Creo que debemos llevarlo a casa.

–Pero No hemos visto a las damas.

–Después veremos a las dos pelear entre si, por ahora debemos llevar a Taro a su casa. –Midory tomó a Taro entre sus brazos y volvió su cuerpo hacia el oeste. –Creo que por ahora podemos dar esta cesión por terminada. Vayan a descansar, que mañana nos espera una misión fuera de la aldea.

Y en una nube de polvo, Midory, Taro y Pero-Pero desaparecieron del sitio, dejando solo en su lugar un papiro que decía en letras negras.

"El señor feudal partirá al amanecer, pues su deber le espera."

Kaede, que fue la única a la que le interesó conservó dicho papiro. No obstante, un señor feudal siempre iba bien protegido por la estirpe de la espada del viento, los samurais. Algo debió pasar para que el mismo señor feudal deseara la protección de un grupo elite de genins. A decir verdad, Kaede comenzaba a sentir que lo inesperado estaba a punto de ocurrir.

Regresar a casa era una tarea que siempre se tornaba divertida para las hermanas Uzumaki. Primero, por que el apellido siempre fue un secreto resguardado únicamente para los allegados del Narukage. Sólo su familia, Kakashi y Midory en la aldea de la hoja sabían del apellido de esas dos damas. Los adultos tenían prohibido hablar sobre la identidad de los padres de las niñas, por no querer ganarse su sitio en la aldea de forma automática. Pero aún si quisieran hablar desconocían el origen real de Kaede y Mamori, pues ambas eran las únicas en la aldea que poseían dos diferentes Kekkei Genkai, uno cada una: El Sharingan y el Uzumaki (significa espiral, y si mal no recuerdo escribí que Naruto convirtió el Sharingan en una especie de espiral).

La aldea había comenzado a crecer de tal manera, que incluso los aldeanos comenzaban a amontonarse. Aquí es donde interviene Kaede, que como era dueña absoluta del distrito Uchiha había abierto algunos departamentos. Los más lujosos y bien conservados eran rentados, mientras que aquellos que habían sido destruidos ya sea por acción del tiempo o por el poder devastador de guerras o cierto Uchiha que fue asesinado por su hermano, eran obsequiadas con la condición de que reparasen y adecuaran las casas al estilo histórico del distrito Uchiha. Después de todo, esas casas pasaron a ser patrimonio de la aldea por el clan que se vio casi exterminado allí.

Ante todo, en la casa que perteneció a Sasuke antes de dejar la aldea, vivían las hermanas Uzumaki. A la edad de diez y once años, las dos habían cortado por completo el cordón umbilical separándose de sus padres, y a los quince y catorce años, edad actual, ya tenían reputación en la aldea.

Esa tarde, una vez habiéndose separado de Hizashi, Kaede y Mamori comenzaron a caminar por su amada aldea. Tenían rumbo fijo directo al Ichiraku, pues algunos gustos fueron heredados de su padre. Mientras tanto, se tomaban su tiempo para encontrarse con algunas personas conocidas.

En su caminata, subieron al tejado de una enorme casa, fijando su mirada en el monte de los hokages, observando como la historia de la aldea seguía escribiéndose. No hace mucho, Kakashi fue relevado del cargo de Hokage por Neji Hyuga. Era por eso que las remodelaciones en el monte se estaban llevando a cabo, colocando el rostro de la novena sombra del fuego. En fila estaban todos. Hashirama Senju, Tobirama Senju, El anciano Sarutobi, Su abuelo Minato Namikaze, la abuela Tsunade, Danzou, su madre Sakura Haruno, Kakashi Hatake y Neji Hyuga. Sin embargo, todo parecía ser que Naruto jamás estaría inscrito en piedra en ese monte por ser el primer y único Narukage. Y al ser el monte dedicado únicamente a los Hokages de la aldea y no a los hombres celebres de la misma, no tenía oportunidad de tomar lugar en la piedra.

–Es difícil pensar que esto es lo que en verdad deseaba papá y nunca se le cumplirá. –Dijo Mamori recordando algunas de sus palabras.

–No puede quejarse. Pudo ser Hokage y decidió dejarlo pasar. Esa clase de tonterías no se perdonan jamás.

–Si, pero no me parece justo que su rostro no esté allí. Cada uno de los rostros en la piedra representa a la elite de la elite en Konoha. Y mi padre bien podría vencer a cada uno de esos sujetos con los ojos cerrados y dos manos atadas en los pies.

–Como sea. Algún día tú y yo competiremos por estar en el lugar de Neji.

–Para ustedes es Kyudaime o el noveno.

De las sombras apareció un Jounin que ambas conocían bien. Durante su preparación en la academia había sido su instructor y varias veces había auxiliado a su padre en el pasado. Konohamaru Sarutobi, nieto del tercer Hokage.

–Konohamaru Sensei.

–Así es. Y ustedes pueden meterse en problemas por juzgar tan mal a nuestro Hokage. Por cierto, ¿No les había dejado una especie de misión o algo así?

–Comenzaremos mañana. Por ahora Midory nos ha dado el día libre.

–Genial. Las dos revoltosas más desesperantes de la aldea están libres de acción. Háganse un favor y no se vuelvan a meter en problemas.

–Planeamos pintarle el rostro al Sandaime un poco.

–Sobre mi cadáver. –Konohamaru desapareció en un centelleo.

En otro sitio de la aldea, Midory entregaba a Taro al clan Hyuga, sitio donde estaba el clan al que pertenecía por tener mayor jerarquía en Konoha, pero sin dejar de usar sus habilidades en Taijutsu animal del clan Inuzuka. Hanabi, que había sido ordenada guerrera Anbu, fue la primera en acudir a la puerta, tratando de ocultar el infortunio de Taro de su padre, que de seguro se burlaría seguido por un entrenamiento bastante fuerte y riesgoso para los dos: Taro y Pero-Pero .

–No es posible que sea un miembro del clan Hyuga. Un Hyuga nace sabiendo usar su chacra.

–Solo necesita un buen instructor.

–Tal vez Naruto quiera…

–Naruto tiene su sitio lejos de aquí. Shikamaru es el encargado de su equipo, junto con Natsumi y Soun.

–Si, pero de los tres, él es quien más trabajo necesita. Entiendo que Taro esté un poco mal entrenado, pero…

–Pronto arreglaremos eso. –Hinata se presentó en la puerta portando un Kimono al estilo de los Hyuga, aceptado por ella desde su matrimonio con Kiba. –Naruto podría ser el profesor que Taro necesita. Si tan solo entendiera el camino Shinobi de él, tal vez se contagiaría, así como todos nosotros resultamos contagiados.

–Está decidido. Mañana convocaré la ayuda del Narukage, y veremos si Taro puede ser atendido por él. –Midory estaba entrando cuando logró ver a Kiba dentro del edificio. Rápidamente se escudó detrás de Hanami y Hinata evitando fuese descubierta por él. –Demonios. Creo que esto no podría ser más cruel.

–Te vi allí atrás, Midory. –Dijo Kiba alertando a Midory que comenzó a intentar despertar a Taro antes de que llegara Kiba a ella.

El Ichiraku ha crecido. Desde hacía un tiempo que el dueño había comprado un establecimiento, y el trabajo de Marketing hizo efecto no solo dentro de la aldea, sino que también fuera de ella gracias a la intervención de los cancilleres de Suna traídos por obra de Temari y Gaara a la aldea. Después de eso, Ichiraku, aunque no tomaba el rango de restaurante de tres tenedores, pero era un establecimiento agradable con más empleados. Uno de ellos, Kin, era un chico que estaba encantado con Mamori a modo de buen hermano mayor. Nada romántico pero si especial.

–Kin, ya llegó tu hermanita.

–Bienvenidos. –Kin era un chico de cabello corto negro y cuerpo delgado formal. Su uniforme era el de un mesero japonés, cercano al uniforme de Ayame pero azul muy tenue. –¿En que les puedo servir.

–Deseamos un especial de cordero. –Kaede ya se había sentado antes de que Ayame se presentara en la escena. –Y dile a mi tía que estoy esperando su respuesta.

–De inmediato.

Kin salió del comedor. Cuando Kin llegó con Ayame, ella estaba acuclillada arreglando el uniforme de una mesera joven. Tanto él como ella sabían que Kaede quería convertir a esa mesera en un Shinobi, pero la posibilidad de que ella permitiera eso era muy poca. Cabello castaño largo, ojos caoba, piel blanca y un enorme gusto por la comida tradicional. Ella era Momoko.

–Está aquí, ¿Cierto?

–Así es. Dice que viene a saber que es lo que has decidido al final.

–Esa mujer nunca se rendirá. ¿Puedes creerlo, Momoko? Tu prima cree que toda la familia debe ser Shinobi. No entiende palabras.

Momoko, que siempre le ha tenido un respeto a veces enfermizo a Kaede como a una prima. Al saber que estaba cerca, la pequeña salió de la cocina observada por su madre y abuelo. No era de sorprender que ella quisiera ver a su prima, pues era lo único que podía hacer. Momoko era sorda, y aunque podía hablar perfectamente sus oídos no recibían información, por lo que tanto su madre como sus primas necesitaban comunicarse con señas para evitar comunicarse con letreros. Así como en la cocina.

–¡Kaede–chan! –La pequeña extendió los brazos para poder abrazar a la mayor de las Uzumaki. Por supuesto fue interceptada por Mamori que no pudo esperar para estrecharlas. Pese a todo, Mamori siempre será una enamorada de la vida (De esas personas que suelen decir cosas como "cosita" o "Hawai, incluyéndome entre ese grupo tan lindo bello).

–"¡Mi amor chiquito! ¡Aún no entiendo como es que una pequeña como tú puede robarme un suspiro cada vez que vengo al Ichiraku a saludar y comer mi ramen de cerdo ahumado!

–¡Bájame, que me ahogo!

Mamori dejó a Momoko en el suelo mareada y dando vueltas en su eje. Kaede, que sabía que esto ocurría cada vez que ellas dos se veían por primera vez en el día estaba acostumbrada a no poder hablar hasta que los pequeños pies de la niña tocaran el piso.

–Prima Mamori, eres bastante rara y me mareas.

–Bueno, al menos tienes entendido que nunca dejaré de quererte. –Dijo Mamori en señas. Debo encontrar una forma de representar las señas para Momoko. Veamos… tal vez si marco algo como esto antes de cada comentario en lugar de colocar el guión será suficiente.

Momoko. –Kaede se dirigió a Momoko con señas. –¿Qué dices si te llevo a la academia y te convertimos en…?

–Ni lo intentes, Kaede.

–Por favor tía Ayame. La niña tiene dotes para ser una shinobi de recordar.

–Es sorda, y apenas coordina sus movimientos. Es mejor mantenerla de este lado antes que mandarla a la guerra así como así.

–Piensa un poco. Ella podría ser la primera kunoichi sorda, haría historia.

–Después, cuando crezca y pueda tomar sus propias decisiones decidirá ella. Por ahora. –Ayame volvió a ver a su sobrina haciendo movimientos de manos tratando de comunicarse con Momoko. –¡No empieces a meterle ideas, Kaede!

–Eres una testaruda escandalosa.

–Y que mas querías, soy hermana de tu padre (No literalmente)

–Eso creí. –Kaede volvió su atención a Momoko y comenzó a hacerle señales que muy constantemente veía viniendo de ella.

–Enseguida, Kaede–chan.

La niña salió de escena y fue a traer la orden de Kaede, mientras que Kin traía la orden de Mamori. Al servir sus platos, cada una tomó palillos y comenzó su labor de alimentación. Creo que aquí terminamos de explicar.

Naruto y Sakura se disponían a abandonar la aldea que los vio crecer. Cada una de las imágenes que recibían en la aldea les metía cada vez más en la cabeza la ausencia de una persona importante para su pasado. Sasuke, que al haber sido una especie de inspiración para los jóvenes shinobis en cuanto a un chico que se esforzó por superar a su hermano, cuyo talento desde el principio fue mayor que el de su hermano. En medio de la plaza del distrito Uchiha reposaba como guardián de aquel clan cuyo final se había visto inminentemente extinto una estatua de piedra hecha por el mismo Naruto como obra de su admiración por el mejor amigo que tuvo. Después de Sakura.

–Hace falta, ¿No lo crees?

–No. Él ahora está en un mejor lugar. Aquí solo recibiría un enorme castigo de parte de la aldea completa. Es mejor dejarlo descansar.

–Cuando enfrentamos a Masato, me encontré con Sasuke entre la plétora de cadáveres. Entre la pelea me dijo algo que nunca podré olvidar. Cuando estuvimos a punto de terminar nuestra energía, él hizo una pausa.

Soy ciego, y espero que seas feliz con Naruto, como jamás pudiste ser conmigo. Te quiero, Sakura, y lamento lo que hice. Y lamento lo que haré. –Sasuke se esforzó por ganarle a Sakura en el duelo en armas, pero cuando él había pasado justo al lado de ella, Sakura hizo uso del Kusarifundo, atándolo de una forma similar a la que Naruto la había atado a ella, usando la cadena alrededor de su tronco y trabando en la espalda de Sasuke sus brazos a la par. Con el pie le obligó a arrodillarse, y con el Kunai apuntó directo a la garganta de Sasuke. Estaba por completo sometido y sin escape.

Demonios. Ese uso del Kusarifundo no lo conocía. –Sakura respiraba aceleradamente, temblando por completo por la falta de energía. Sabía que tenía que terminarlo, pero se negaba a hacerlo. –Adelante, Sakura. Termina con nuestro duelo, y dame una muerte de honor.

No hay honor en la muerte, Sasuke. Solo en la vida.

En ese caso, soy un miserable que no pudo disfrutar de su vida. Extrañaré tu voz ahora que me silencies. Dile a Naruto que lo siento.

Adiós, Sasuke.

Y en un movimiento le acertó una tajada al cuello de Sasuke, dejando su cuerpo en el suelo por ahora.

–Incluso en su inminente muerte, me deseó felicidad a tu lado. Y aunque lamentablemente no te conoce como yo creí que te conocía, debo decir que al final soy relativamente feliz. Soy parte de la historia de Konoha, –Volvió su mirada a donde estaba su rostro esculpido en piedra a lo lejos –Soy parte de la historia del imperio, y tengo una familia numerosa y feliz, o eso espero.

–Al menos yo soy feliz. O demasiado estúpido para sentirme feliz.

–Dime, Naruto. ¿Te arrepientes de algo en tu vida junto a mí?

–Si. Algunos de tus gustos adquiridos con el embarazo me dieron tentaciones. Ahora lamento no haberte tomado un poco de esos melocotones melba, o los enormes pasteles e fresa que tu y Kaede se terminaron juntas mientras yo estaba observándolas, o…

–Eso es todo. Te arrepientes de no haber comido más de lo que comes.

–Eso y que no te dije lo mucho que te amaba desde antes. O no haber estado en los momentos especiales para mi familia, o estar tan lejos durante días tratando de resolver los problemas de los demás…

–Pero ese es tu oficio, Naruto. –Sakura se acercó a él hasta estar ombligo con ombligo, siendo abrazada por él y acariciándole su pecho con sus suaves y delicadas manos (Que protegía en cada golpe con los guantes especiales). –Siempre has puesto a los demás delante de ti. Eres de esos tipos que dicen, "Sé que necesitas algo. Ven a casa y si yo lo tengo es tuyo." Es por eso que me casé contigo.

–¿Por mi interés desmesurado por los demás?

Sakura le asestó un enorme puñetazo en la mollera que Naruto ya extrañaba.

–¡No idiota! –Mientras Naruto estaba acuclillado por el golpe, Sakura tomó al rubio por las mejillas y comenzó a elevarle su mirada hasta centrarla en él. –Por que tienes un corazón tan grande. Eres un ejemplo a seguir, eres terco… –Sakura comenzaba a enlistar los enormes defectos de Naruto haciendo que este se sintiera mal, y con cada defecto apretaba más y más sus mejillas deformando su expresión. –testarudo, un inoportuno de lo peor, hiperactivo ninja cabeza hueca… ¿Qué estaba diciendo?

–Me Eftabaf contando lof motifof por lof que me amaf.

–Cierto. –Aprovechando que la deformidad producida le estiraba los labios hacia delante, Sakura le quitó a Naruto un beso de antología, de esos a los que Sai le encantaría dibujar. Al separarse de él, dio su motivo por el cual lo amaba aún más. –Te amo, por que eres la persona más especial que conozco, que he conocido y que conoceré. El niño con el que crecí, con el que maduré y del que me enamoré perdidamente. En verdad eres lo mejor que hay, lo mejor que hubo y lo mejor que habrá.

Naruto sintió llorar a la vez que Sakura comenzaba a lagrimear.

–Dime algo, Sakura. ¿Tú te arrepientes de algo?

–Haberte dejado ir tras Sasuke, sabiendo lo mucho que me amabas… haberme casado tan pronto… confiar que serías un buen padre siendo que ni siquiera supiste que había llegado la hora del parto, y ni hablar de los celos que tienes frente a tus hijas por que les ponía más atención que a ti… Tal vez haber permitido que me molestaras tantas veces… las miles de noches en las que permití que me toc…

–Entiendo.

–Pero de lo que no me arrepiento es de haberme casado contigo.

–Mucha azúcar, ¿No creen? –Dijo Tsunade al haberse tragado todas y cada una de las palabras de Naruto y Sakura. –Ya es hora de volver al palacio, donde si puedo esconderme en mi habitación y evitar verlos haciendo el amor en cualquier sitio posible.

–¡Solo sucedió una vez! –Dijo Sakura apenada.

–Además estábamos vestidos, no viste absolutamente nada.

–Como sea, necesito un sitio para esconderme cuando los dos están juntos.

De pronto a la cabeza de Tsunade llegó la última vez que se sintió tan amada como la pareja que le hacía compañía. Fue aquella última pelea con Jiraya, en su última despedida. Aún estaba gravada en su mente esa especial despedida, recordando al ver a Naruto cómo y cuanto amaba al anciano. Y esa última cruzada le devolvió sentimientos que había querido olvidar.

Deshacerse de un gran amigo era una situación que Tsunade no esperaba. Darle una muerte a Jiraiya, sobre todo después de arrepentirse el no haberle dado una oportunidad, fue terrible. Ambos, enfrascados en una guerra personal, parecían bailar al son de la guerra. Un baile que debía cobrar la vida de uno de los dos al terminar. Kunais iban y venían entre ambos, y las sombras de una pelea que nunca debió darse fue el instante en el que todos, absolutamente todos podían sentir el dolor de esa mujer al enfrentarse a Jiraiya. Y lo peor, era que estaba perdiendo.

Te lo dije, Tsunade. Es mejor que te hagas a la idea de que estoy muerto, y termines mi existencia de una vez por todas.

Jiraiya, no puedes pedirme eso. Eres lo más cercano que tengo a un hermano mayor. Esto no debería ser así.

Lo sé. –Jiraiya extrajo una espada de sapo. –Pero si no lo haces, terminaré haciéndolo yo. Si te mato, nunca podré sentirme bien, en cualquier lugar al que sea mandado después de muerto. Solo hazlo, Mátame.

Jiraiya arremetió en un momento contra de Tsunade, y al ver que estaba en peligro de no salir de esa, la imagen de Kaede llegó a su cabeza, luego la de Sakura y al final Naruto. Se levantó del suelo a velocidad y comenzó a concentrar Chacra en su palma, usando un Bisturí de Chacra cortó los músculos de los brazos de Jiraiya, y al dejarlo por completo inutilizado para formar Jutsus era momento para terminarlo. Y tomando la espada de sapo, Tsunade levantó la guardia. Pero al verlo arrodillado frente a ella, agachando la cabeza en señal de aceptar su muerte, simplemente no pudo hacerlo. Jiraiya esperaba, y esperaba que una tajada le hiciera perder la vida. Al ver que los pies de Tsunade se acercaron a él, elevó la mirada, encontrándose con una Tsunade devastada por el dolor. Se arrodilló frente a él, abrazándolo por no poder hacer tal barbaridad, aún si era su deber.

No quiero volverte a perder. –Tsunade lo tomó de la cara y lo miró fijamente. –Si pudiera regresar el tiempo…

Pero no puedes. Si en verdad quieres despedirte, cúmpleme un último deseo antes de morir.

Tsunade sabía que era lo que Jiraiya quería. Y cerrando los ojos se despidió de él con un beso compasivo, que hizo llorar a su amigo del alma. Con ese beso, marcó el último suspiro de Jiraiya, atravesándole la espada del sapo por el vientre de lado a lado. Y robándole el último suspiro, el sabio ermitaño expiró en los brazos de la princesa de las pociones.

Adiós, Jiraiya.

–[¿Que habrá sido de ti? –Se preguntaba interiormente Tsunade al sentirlo a veces tan cerca. Cada vez que el viento soplaba su rostro, sabía que era ese pervertido tratando de acariciar su cuerpo. Solo que ahora sabía lo que debía hacer. Justo fue en ese momento cuando el viento comenzó a soplar, directo a su rostro. –Jiraya, viejo pervertido. Te daría una bofetada, si no fuera de mala educación mirar al viento con los ojos abiertos].

El primer capitulo era para que conocieran a los nuevos integrantes de la familia Konoha. Espero en el segundo capitulo tener un poco más de accion.

Nos leemos luego.

Kaito J