Buenas noches, chicos y chicas. Tengo sentimientos encontrados, por un lado no podía esperar a publicar, porque muero porque lean y me den su opinión sobre lo que van a leer. Pero, por otro lado, me entristece de una manera muy intensa tener que terminar de escribir a estos personajes, mi mejor amigo solía decirme que le dejaba sangre mía a algunos de mis personajes, y en este caso estoy segura de que es la verdad. Creo que algo mío, de hecho, se quedará con ellos…

Pero, todo debe terminar en algún momento, ustedes tampoco querrán pasar otros dos años leyendo la misma historia, así que bueno, se cierra una, se abre otra (vi que varios de ustedes ya de hecho están leyendo mi nueva historia, lo cual agradezco, su lealtad es conmovedora). Pero en fin, el escrito del final lo redacté en menos de diez minutos, me salió del alma, estaba tecleando como maniaca, mi Mamá hasta se asustó, espero que haya quedado bien, no sé si se los había comentado pero soy completamente incapaz de releer lo que escribo, me da un pánico horrible que me hace querer salir y quemar la laptop en el frente de mi casa. Soy algo autodestructiva, no sé si sabían eso, pero ya lo saben.

En fin, gracias a todas las lindas chicas que me dejaron su opinión: IzzieBlake, LaSraDarcy (Rossie-chan, honestamente, a ti te voy a extrañar más que a nadie, tus RR's siempre me alegraban el día, en verdad, es un placer tener a alguien que se tomé tanto tiempo en comentar mis locuras, gracias), KaoruxKenshin,anafichan, krayteona, Eri, DarkyStar, KibbiNoNata, Krissie, Noheli, Alshi, Touko, LilyP, SiageLove (Volviste para el final jaja), Marinel, Osiris y Stefanie.

Y a todos los demás que se que me leen (el número de hits que reciben mis capítulos es enfermo, no sé si es que en verdad tengo más de 300 lectores silenciosos, o de pana ustedes me leen más de una vez los capítulos, no sé, sea cual sea el caso, igual es un honor el nivel de atención que me dan). Gracias a todas las chicas que sé que me están leyendo desde el comienzo, que esperaron que superara mi bloqueo de escritor y que siempre están pendientes cuando actualizo. En verdad, no sé si siquiera me molestaría en publicar si no sintiera que hay alguien allí afuera, así sea una sola persona, con la cual mi historia conecte.

¡HA SIDO UN PLACER PARA MI, EL PODER ESCRIBIR PARA TODOS USTEDES!

Sin más que añadir, les dejo el capitulo, la canción es Gotta be Somebody de Nickelback


Relaciones Complicadas

#1 El Combustible del miedo

Yamato Ishida giró los ojos ante el espejo, se veía como un pingüino.

El muchacho suspiró reprimiendo el deseo de quitarse el lazo del cuello.

'Me pregunto si hacen esto para simbolizar que básicamente el novio está aceptando ser su perro faldero por el resto de su vida' comentó el muchacho con una sonrisa de suficiencia, mientras miraba a su mejor amigo.

Taichi estaba demasiado ocupado halando el cuello de su camisa como si de pronto lo asfixiara, por lo cual ni si quiera se molesto en contestar su comentario irónico.

'Creo que tendré un ataque claustrofóbico' comentó el trigueño a su vez, mientras se retiraba la chaqueta y se quedaba frente al aire acondicionado.

'Parece que tendrás un ataque, pero, de pánico' comentó Yamato, divertido.

Taichi aguantó la respiración por unos segundos, mientras tomaba la botella de vodka que había estado cargando todo el día y tomaba un enorme trago directo de ella. El rubio alzó las cejas, soltando una pequeña carcajada.

'A este paso estarás tambaleándote todo el camino al altar' comentó Yamato, quitando la botella de la mano de su amigo.

Taichi respiró hondo mientras se desplomaba en la silla más cercana.

'Voy a perder mi libertad, hermano, estoy perdido' dijo Taichi con voz dramática 'al menos déjame beber esa pérdida'

Yamato giró los ojos, devolviéndole la botella.

'Perder tu libertad, blah, como si en realidad fueras muy libre ahora' dijo el muchacho.

Taichi pateó al muchacho con el pie derecho, enviándole una mirada asesina.

'La ilusión de libertad es igual de valiosa a la libertad en sí'

El rubio negó con la cabeza, encogiéndose los hombros y sentándose al lado de su mejor amigo.

'Bien, entonces alcoholízate y lidia con Sora enojada en tu noche de bodas' soltó el rubio cruzando los brazos.

Taichi ponderó el asunto por unos segundos, oscilando si vista entre la puerta cerrada de la habitación, y la botella en su mano. Suspirando, el muchacho bebió un último trago antes de entregar la botella a su mejor amigo con aire derrotado.

'Creo que voy a vomitar' anunció Taichi, sosteniendo su cabeza.

'Ese es el alcohol hablando' le dijo Yamato, con una sonrisa divertida. El rostro de su mejor amigo se puso blanco.

'No. Voy a vomitar' soltó Taichi levantándose de golpe y corriendo al baño.

Yamato se levantó de su asiento también, dejando las manos en los bolsillos de sus pantalones y negando con la cabeza.

'Te dije que beber era una mala idea' le regañó el rubio, recibiendo un gesto obsceno de Taichi, con el dedo del medio, mientras el trigueño entraba al baño cerrando la puerta detrás de él. La puerta de la habitación se abrió y pudo observar a Koushiro Izumi entrando en compañía de su hermano.

'¿Cómo está el novio?' preguntó Takeru, sonriendo.

Antes de que Yamato Ishida pudiese contestar, el sonido de Taichi en el baño se hizo escuchar en la habitación.

'Está bien, sólo está teniendo un pequeño ataque de pánico. Estará bien' dijo el rubio lo suficientemente fuerte para ser oído por Taichi.

'No se oye bien…' comentó Koushiro alzando las cejas, y observando la puerta del baño cerrada, al tiempo que otro sonido salía de ella.

'Está bien' repitió Yamato, girando los ojos, y golpeando la puerta del baño con el puño 'Estás bien, ¿Escuchaste? Estás bien'

'Quizás Sora debería saber que se siente mal…' dijo Takeru.

'No. No. NO. Por todos los diablos, no. Yo me encargo, sólo díganle a las damas que se tarden unos minutos más con su maquillaje, o alguna tontería como esa' dijo Yamato, golpeando nuevamente la puerta con el puño 'Él sólo necesita algo de café, quizás un puñetazo, pero está bien… ¡Estás bien, Yagami!'

'Vete al infierno, Ishida' se escuchó gritar a Taichi.

'Te juro por Dios, que tiraré la puerta a patadas, Yagami' amenazó el rubio apretando los puños, mientras golpeaba nuevamente la madera.

'¿Necesitas ayuda?' preguntó su hermano menor, rascando la parte de atrás de su cabeza.

'No. Yo me encargo. Sólo vayan a decirle a las damas que el novio está algo borracho, y que distraigan a Sora, veinte minutos máximo' dijo Yamato al tiempo que el rubio retrocedía para luego avanzar de golpe pateando la puerta.

Koushiro y Takeru intercambiaron una mirada, encogiéndose los hombros. La relación de Yamato Ishida y Taichi Yagami era la clase de amistad que solamente tenía sentido para los dos involucrados, pero que raramente funcionaba a la perfección. Por lo cual, ambos muchachos salieron del cuarto, a tiempo para observar como el rubio derrumbaba la puerta del baño.

Koushiro y Takeru caminaron hacia la habitación al final del pasillo, donde las damas se encontraban en compañía de Sora, el rubio tocó la puerta y unos minutos más tarde Mimi Tachikawa abrió.

Koushiro aguantó la respiración por unos segundos, momentáneamente impresionado con la muchacha frente a él. Mimi era parte del cortejo nupcial, igual que él. Estaba vestida con el de traje dama de honor que Sora había escogido para cuatro acompañantes, un hermoso vestido straple de color vino que contrastaba a la perfección con la complexión blanca de la joven, su cabello castaño estaba sostenido a la mitad con un broche mientras que el resto de sus caireles caían sobre su espalda, y un pequeño mechón se salía por la parte de enfrente, rozando una de sus mejillas, sostenía un pequeño ramo de Peonias blancas en la mano. Con más de tres meses sin verla, Koushiro Izumi había fingido olvidar lo hermosa que era, pero aquello era como una cachetada de vuelta a la realidad.

'El novio está un poco… pasado de tragos, Yama se está encargando' le susurró Takeru al oído. Mimi abrió los ojos con sorpresa y giró sobre sus talones a hacer señas a Hikari, la muchacha acudió en seguida.

'Debo dejarlo en manos de la madrina' explicó Mimi enviándole una sonrisa a su amiga, antes de susurrar a su oído las palabras de Takeru.

Hikari miró a su novio con horror, antes de negar con la cabeza.

'Yo me encargo, le pediré a Miyako que esconda el velo, y apuesto a su mamá puede hacerla llorar un poco para que tengan que reparar su maquillaje' dijo Hikari, suspirando y corriendo al otro lado de la habitación donde estaba la novia.

Los muchachos se disponían a irse, cuando Mimi tomó del brazo a Koushiro, enviándole una sonrisa.

'Kou-chan… ¿Puedo hablar contigo por un minuto?' preguntó.

'Claro, yo iré a buscar a Jou para decirle quien caminará con él por el altar, apenas ayer fue que Sora nos dijo el orden' explicó Takeru, contestando por el pelirrojo, y caminando en dirección al ascensor.

Mimi esperó que estuvieran solos, mientras terminaba de salir de la habitación, y cerraba la puerta tras su espalda.

'No hemos tenido oportunidad de hablar, Kou-chan' dijo Mimi, enviándole una sonrisa.

'Llegaste anoche' dijo el muchacho, asintiendo, mientras dejaba las manos dentro de sus bolsillos.

Mimi asintió y hubo silencio por unos minutos. El muchacho llevó sus ojos al piso, observándose los zapatos como si de pronto fueran lo más interesante del mundo.

'Te he extrañado… muchísimo' soltó ella inmediatamente, mientras soltaba un suspiro prolongado.

Koushiro alzó la mirada, enviándole una media sonrisa.

'¿En verdad?' preguntó él.

Mimi asintió y se acercó hasta abrazar al muchacho con ambos brazos, escondiendo el rostro en su pecho. Koushiro suspiró, devolviéndole el abrazo.

'Yo te he extrañado también. Extraño a mi amiga, más que cualquier otra cosa' dijo el muchacho, suspirando.

'¿Crees que estemos listos para retomar una amistad, Kou-chan? Odio pensar que puedo perder la conexión tan especial que tengo contigo… Siempre digo que Miya-chan es mi mejor amiga, y lo es, pero contigo… Siento que tú me entiendes mejor que nadie' dijo la muchacha, alzando la mirada a él, aún sin separarse de él.

Koushiro asintió, enviándole una pequeña sonrisa.

'Me encantaría volver a ser tu amigo. Extraño hablar contigo, como no tienes idea' dijo el muchacho.

Mimi suspiró, separándose un poco de él y enviándole una sonrisa esperanzada.

'¿Crees que podemos estar bien con eso?' preguntó.

Koushiro no pudo evitar sonreír, al saber que esa pregunta en realidad significaba '¿Estarás tú bien con eso?'. El muchacho asintió, dándole un beso en la frente a su amiga.

'Estaré bien. Estoy bien. Voy a mi propio ritmo, lento pero seguro' explicó el muchacho, al tiempo que se separaban.

Hubo un periodo de silencio, hasta que Mimi alzó la mirada de repente.

'Casi lo olvido' anunció buscando su teléfono y tecleando rápidamente en la pantalla 'te acabo de enviar la información de mi amiga Jessica'

Koushiro alzó las cejas.

'Te has apegado demasiado a Miyako, se te están pegando las mañas' dijo el muchacho, sorprendido 'No necesito que me busques una cita'

Mimi soltó una pequeña carcajada, y negó con la cabeza.

'No es una cita. Es mi amiga, quien coincidentemente es muy inteligente, y su mención en NYU es física… casualmente es la única mujer, además de Miyako, que he conocido con la suficiente inteligencia como para hablar de un montón de cosas que yo no entiendo… Pero sólo le dije que sería lindo que fueran amigos, si pasa o no algo más es enteramente cosa de ustedes. Sólo… creí que te gustaría tener a alguien cerca a quien no tengas que explicarle lo que es el triángulo de Penrose'

Koushiro la observó por unos segundos, asintiendo.

'Amistad. Claro' repitió el muchacho mientras sacaba su propio teléfono, guardando la información de la muchacha 'Si me la envías tú, debe ser especial'

Mimi sonrió, señalando el teléfono del muchacho.

'Es la clase de muchacha que mereces. Es hermosa, graciosa, inteligente, le encanta leer e incluso hace trabajo comunitario… Es mejor que yo' explicó Mimi 'Apuesto que se llevaran de maravilla'

Koushiro suspiró, bajando la mirada al teléfono y se encogió los hombros.

'Te creo' dijo el muchacho, sonriendo también. Ambos se mantuvieron en silencio por unos segundos, antes de girar y volver a sus tareas de cortejo nupcial, sabiendo que entre ellos, todo había vuelto a la normalidad.

Veinte minutos más tarde, Taichi Yagami se encontraba ya junto al altar, esperando al resto del cortejo. El muchacho alzó la mirada y pudo observar a su hermana en compañía de Takeru, caminando hacia él, para tomar sus puestos a ambos lados del altar. Detrás de ellos, Yamato Ishida y Mimi Tachikawa les siguieron, el castaño dio un leve asentimiento a su mejor amigo, dándole las gracias sin palabras por haberlo sacado de su pequeño ataque de pánico. Detrás de ellos entraron Koushiro Izumi y Miyako Inoe, finalizando el cortejo con Jou Kido y Natsuko Hoda (compañera del curso de Sora).

El portador del emblema del coraje cerró sus ojos, mientras la marcha nupcial comenzaba a sonar. Sonriendo, el muchacho volvió a abrirlos, colocándolos directamente en su novia, quien radiantemente entraba caminando por el altar. Sora se veía como una princesa, con un vestido blanco de vuelos y cola, y una pequeña corona sobre su cabeza. Los ojos del muchacho se posaron inquebrantablemente sobre ella, y así, todo rastro de duda y miedo desapareció sin dejar huella.

No había nada más en su mente y en su corazón más que su amor por Sora Takenouchi. En ese momento se sintió más pleno de lo que había anticipado, como si la vida le estuviese devolviendo un pedazo de su corazón que no recordaba haber perdido. En ese momento, Taichi Yagami estuvo más seguro de sus acciones de lo que jamás había estado en toda su vida.

"This time I wonder what it feels like to find the one in this life, the one we all dream of but dreams just aren't enough so I'll be waiting for the real thing"

La ceremonia prosiguió sin ningún problema, y en menos de una hora Sora y Taichi ya eran oficialmente Sr. y Sra. Yagami.

'Buenas noches, amigos y familia de la hermosa pareja' dijo Yamato Ishida, tomando el micrófono y acallando a la banda con un movimiento de la mano.

'Oh, Dios, no' escuchó decir a Taichi en la primera mesa, al tiempo que el muchacho se golpeaba la frente.

'Taichi me pidió que no hablara' explicó Yamato con una sonrisa divertida, al tiempo que observaba a su amigo enviarle una mirada asesina 'Y no iba a hacerlo, pero ciertamente creo que hay algo que a Sora le gustaría saber'

Sora sonrió, observando a su nuevo esposo con las cejas alzadas.

'Voy a matarte, Yamato…' soltó el muchacho, y el rubio podía observar la vena en su frente moverse. Sora abrazó a su novio, dándole un beso rápido y calmándolo casi por acto de magia.

'Mi querido mejor amigo tuvo un ataque de pánico muy poco característico, considerando que es la persona más valiente que conozco' explicó Yamato, sonriendo divertido ante la mirada matadora de su amigo.

Sora giró a observar a su nuevo esposo con las cejas alzadas, el muchacho se encogió los hombros con aire inocente.

'Puedo entender porqué mi amigo estaba asustado, y creo poder explicarle también a ustedes porqué' explicó el rubio llevando sus ojos a los de Mimi Tachikawa por un segundo 'El amor es algo aterrador, hermoso, intoxicante y sublime, pero ciertamente, aterrador. Taichi Yagami tuvo un ataque de pánico por la misma razón que cualquier hombre enamorado que está a punto de obtener todo lo que ha querido podría tenerlo. Pasamos la vida entera buscándolo, y cuando finalmente lo encontramos, la mera idea de poder perder ese amor nos arrebata toda posibilidad de paz existente' Yamato sonrió a la castaña 'De pronto, nos obsesiona la idea de poseer ese amor, de que ese sea justo el destino a donde nacimos para estar'

"I'll know it by the feeling, the moment when we're meeting, will play out like a scene straight off the silver screen"

Yamato volvió a mirar a los novios y se encogió los hombros.

'Ahora, la mayoría de nosotros lo disfrazaría como un añoro a una libertad hipotética, que en verdad no poseemos, pues perdemos la libertad en el segundo en el que conocemos a alguien a quien no nos importa entregársela… Decimos que es un 'enfriamiento momentáneo', pero realmente, al menos a como yo lo veo' continuó el muchacho señalando a los novios con uno de sus brazos 'Cuando tienes eso, que seamos sinceros es mera perfección, nos preocupamos demasiado por lo que un pedazo de papel pueda hacerle a nuestra relación'

Yamato no pudo evitar sonreír, al encogerse los hombros y continuar.

'Yo lo entiendo porque siento que me pasaría lo mismo en su lugar, pues, cuando alcanzas la perfección al lado de una persona, cualquier cambio que pudiese alterar ese pequeño balance y disturbar el ordenado caos de nuestro mundo, es algo de lo que aterrarse. Cuando tienes perfección, quieres que la perfección siga exactamente igual… ' Yamato tomó aire, continuando 'Las relaciones son complicadas, cualquier pequeña cosa puede ponerlas de cabeza en un abrir y cerrar de ojos. Así que ese 'enfriamiento' momentáneo del que hablamos con tanta tranquilidad cada vez que alguien se casa, en realidad es un arraigado miedo al cambio, a un cambio que pueda modificar el equilibrio emocional que tanto nos ha costado tener'

Taichi giró los ojos, y le envió una media sonrisa a su mejor amigo.

'Pero, mi amigo superó su pequeña duda en un abrir y cerrar de ojos, porque eso es lo que los hombres enamorados hacemos. Actuamos a pesar del miedo' los ojos azules de Yamato volvieron a fijarse en la castaña, quien le devolvió la sonrisa 'Cuando estamos enamorados en verdad, ningún miedo es capaz de detenernos. El miedo no puede competir con el amor. Y cuando alguien sabe, con la certeza que Taichi y Sora comparten, que han encontrado su mejor mitad al lado del otro… El miedo desaparece a la luz del entendimiento, a la luz de saber que están justo donde pertenecen' Yamato suspiró y alzó la copa de champaña en su mano 'Espero que hayas disfrutado tu último ataque de miedo antes de tener a tu lado todo lo que querías, Taichi… Por la certeza de saber que este par jamás tendrá que temer en nombre del amor de nuevo. Felicitaciones, Taichi y Sora… ¿Y por qué no? Por el amor. Salud'

"So I'll be holding my breath right up to the end

Until that moment when I find the one that I spend forever with"

El rubio se fijó en la muchacha castaña que era la receptora real de todas sus palabras, haciendo un ademan con su copa hacia ella, sin poder evitar sonreír y recordar.

*+* Dos semanas Antes +*+*

#2 Reingeniería de Prioridades

Apenas la puerta del apartamento de Mimi Tachikawa estuvo cerrada, pudo sentir al muchacho justo detrás de ella, con las manos reposando sobre su cadera y el rostro escondido entre el cuello y los caireles castaños de ella. Una pequeña risa escapo de los labios de Mimi, mientras giraba sobre sus talones hacia el rubio, apoyando su frente en la de Yamato.

'No puedo creer que estés aquí…' susurró ella, enviándole una pequeña sonrisa, sin poder evitar sentirse totalmente abrumada. Dios, sí que era guapo, y en aquel instante, con sólo la luz de la luna iluminando su silueta, parecía que su cabello rubio brillaba como pequeños mechones de oro.

'No puedo creer que me hubiese tomado tanto tiempo venir' dijo él, soltando una corta carcajada, mientras retiraba los mechones del cabello castaño de ella, para colocarlos detrás de sus orejas.

'¿De verdad te tomó tanto tiempo?' preguntó ella con voz juguetona, mientras lo abrazaba por el cuello, pegando más su silueta al cuerpo del rubio.

'Una eternidad. Claro, de saber que me ibas a recibir así, habría llegado la noche que viajaste tú' contestó el, cerrando el alcance de sus brazos alrededor de la cintura de la muchacha, y acercándose a rozar sus labios con los suyos.

Mimi dejó escapar una pequeña risa de sus labios, antes de besar los labios del muchacho con suavidad, acariciando su cabello rubio con una mano, para luego separarse.

"'Cause nobody wants to be the last one there, cause everyone wants to feel like someone cares.

Someone to love with my life in their hands, there's gotta be somebody for me like that…"

'Quizás si no me hubieses dado la oportunidad de extrañarte, no te habría recibido así' comentó ella en tono serio

Los ojos azules del rubio se ensancharon, y la soltó con aire ofendido.

'Oh, entonces viajé todas esas millas para arruinar el efecto que mi ausencia había causado en ti, ¿no?' preguntó alzando las cejas.

Mimi soltó una carcajada, asintiendo.

'Vaya, entonces, debería volver al aeropuerto…' soltó él girando los ojos.

Mimi sonrió antes de tomarlo por el cuello de la chaqueta de cuero con ambas manos, acercarlo a ella de una manera bastante sorpresiva, Yamato alzó las cejas sonriendo de manera traviesa.

'Tomaré eso como un no' susurró el rubio.

'No te atrevas a irte, bajo ningún concepto' dijo ella, acercándolo por la chaqueta, ya no tenía la misma mirada juguetona de minutos atrás 'Ese pequeño discurso de las 02:41 AM, te compró muchos puntos, Yama… Muchos….'

"'Cause nobody wants to go it on their own and everyone wants to know they're not alone,

Somebody else that feels the same somewhere there's gotta be somebody for me out there"

La muchacha terminó de halarlo por el cuello de la chaqueta hasta unir nuevamente sus labios con los de él, besándolo con una intensidad muy superior a la que había mostrado hasta ahora. Los brazos del rubio se cerraron nuevamente alrededor de la cintura de la muchacha, mientras correspondía el beso con la misma intensidad. Mimi, a su vez, se aferró a su cuello alzándose de puntillas para alcanzarlo. Yamato logró alzarla del suelo, apoyando la espalda de la muchacha contra la puerta, liberado una de sus manos para acariciarle el cuello con los dedos. Las piernas de Mimi se enredaron, flexionadas alrededor de la cadera de Yamato, con una naturalidad que denotaba todos los años que habían pasado siendo pareja. Les tomó varios minutos perder suficiente aire para separar sus labios del otro.

Yamato fue el primero en hablar.

'Tengo que ser cursi más seguido…' soltó el muchacho, respirando entrecortadamente. Mimi soltó una carcajada, aferrándose al cuello del rubio y rozando los labios en la barbilla de él.

'Realmente, sí, deberías'

Yamato le envió una sonrisa, dejándola completamente apoyada contra la puerta, para llevar ambas manos al rostro de la muchacha, acariciando sus mejillas con los dedos pulgares y observando sus ojos por unos segundos.

'No me pidas que vuelva solo a Japón. Puedo quedarme el resto de verano, déjame quedarme. No puedo estar un día más lejos de ti' pidió.

Mimi negó con la cabeza.

'Hablaremos de eso luego, tienes razón, tenemos que buscar una solución a esto juntos. No importa que digamos o pensemos los dos, al final, hay que admitir que no somos capaces de separarnos el uno del otro'

"Tonight out on the street out in the moonlight, and dammit this feels too right…It's just like Déjà Vu me standing here with you…"

Una enorme sonrisa se formó en los labios del rubio.

'Es primera vez, en mucho tiempo, que hablas de un nosotros donde no mencionas la posibilidad de estar separados'

Mimi le envió una sonrisa, dándole un beso corto.

'¿Alguna vez existió de verdad tal posibilidad? ¿Una donde no estuviésemos juntos? A pesar de lo que hayamos dicho… Creo que nuestra relación nunca terminó'

Yamato la observó, encogiéndose los hombros, y abrazándola nuevamente.

'Nunca sentí que el lazo de nosotros se cortó por completo. Siempre seguimos unidos de una u otra manera… ¿No te parece?'

Yamato ladeó la cabeza y asintió.

'Desde que me convertí en tu novio jamás volví a decir que era soltero, ni si quiera porque técnicamente, hace un año casi, que rompimos nuestra relación… Nunca dejé de sentirme como tu novio. Cada vez que intentaba recordar que eras mi ex…' el muchacho guardo silencio por unos segundos antes de continuar 'esa palabra… aún rompe algo dentro de mí, porque siempre la sentí como una mentira'

Mimi asintió en silencio.

'Nunca dejé de sentir que te pertenecía a ti' susurró el muchacho besándola con suavidad, por unos segundos, antes de añadir 'y nunca dejé de pensar en ti como mía'

Mimi soltó una pequeña risa.

'¿Ah, sí?' preguntó.

Las manos del rubio volvieron a subir a su rostro, sosteniéndolo mientras besaba primero sus mejillas, luego su frente, bajando por su nariz hacia sus labios, susurrándole:

'Mía, mía, mía, mía, mía' con cada beso 'y usted, señorita… es mi dueña y señora'

Mimi sonrió ampliamente, rozando su nariz con la del muchacho.

'Sí, eres mío… y no vuelvas a olvidarlo, Ishida' le dijo, al tiempo que Yamato soltaba una pequeña carcajada, antes de que ella volviese a unir sus labios con los de ella.

'Nunca volveré a olvidarlo…' susurró él.

'Lo sé…' admitió ella.

'Te amo, Mimi' susurró Yamato, rozando sus labios con los de ella al decirlo. La muchacha no pudo evitar soltar un suspiró sonoro, sonriendo de manera risueña.

'Te amo, Yamato' contestó Mimi, a su vez, arrancando una sonrisa enorme del rubio, mientras se perdía nuevamente en su mirada.

"So I'll be holding my breath, Could this be the end?

Is it that moment when I find the one that I spend forever with?"

'Estas mirándome así de nuevo…'

'¿Así?'

'La luz en tus ojos… me deja saber que nada volverá a separarnos'

La muchacha le envió una sonrisa, mientras permitía que el rubio la acercara por el cuello para perderse nuevamenteen un beso intenso y apasionado.

Los ojos chocolate de Mimi Tachikawa se abrieron con suavidad, encontrando la luz del sol golpeando directo en su cara, haciéndole cerrarlos nuevamente. La muchacha se movió un poco en su cama, intentando cubrir el resplandor de la luz en su rostro, cuando recordó la noche anterior. Sus ojos se abrieron de golpe, nuevamente, mientras giraba el rostro a su derecha.

Allí estaba Yamato Ishida. Dormido a su lado, tan plácidamente, como si el tiempo entre ellos jamás hubiese pasado. El muchacho estaba acostado de medio lado, abrazándola con ambos brazos, y con el rostro arqueado hacia su cuello, respirando sobre ella con una suavidad casi intoxicante. Sus ojos estaban cerrados, y unos mechones rubios desordenados le cubrían el rostro.

Mimi sonrió, al tiempo que intentaba liberarse de los brazos del muchacho, quien soltó un murmullo inentendible, y se aferró a ella con más fuerza. Mimi soltó una pequeña risa, intentando nuevamente soltarse de él y dejando una almohada en su lugar. El muchacho giró levemente en la cama, aferrándose a la almohada y hundiendo el rostro en ella. Mimi negó con la cabeza, antes de salir de la habitación, cerrando la puerta tras ella.

'Es tarde…' susurró estirándose y soltando un suave bostezo. La muchacha tomó su celular, marcando el número que necesitaba por inercia 'Buenos días, Sr Hyde'

'Es tarde, Srta. Tachikawa' contestó él hombre con voz monótona. La castaña se sonrojó, encogiéndose los hombros.

'Lo sé, lo lamento. Sé que debo chequearme todos los jueves y llevo una hora de retraso…' susurró apenada 'pero tampoco quise saltar la oportunidad de hablar con usted porque… pues, tengo… noticias' dijo la muchacha observando la puerta cerrada de su habitación.

El hombre se mantuvo en silencio por unos segundos, antes de contestar.

'Te escucho'

'Yamato está en New York, conmigo'

Mimi tomó aire antes de proseguir a explicarle al Psicólogo todo lo que había ocurrido la noche anterior. El Dr. Hyde era el psicólogo que su madre le había hecho ir a ver, después de que todo el asunto de Hoshi explotase sobre ella, sin embargo, en aquella oportunidad ella había sido demasiado tonta para aceptar su ayuda. Sin embargo, después de la epifanía que había dejado su amnesia, la muchacha lo había contactado nuevamente, continuando las sesiones hasta sentirse emocionalmente lista para resolver aquel asunto de una vez por todas.

'Ya veo… ¿Y cómo te sientes respecto a todo esto?' preguntó el doctor. Mimi podía imaginarlo, arreglando sus lentes de media luna y escribiendo en su cuaderno de cuero negro mientras la escuchaba. Habían tenido pocas sesiones en vivo, la verdad, pero era el psicólogo predilecto de la familia, su oficina estaba en un alto edificio de Manhattan y se especializaba en atender vía teléfono a sus pacientes, para crearles a sus pacientes la ilusión de una 'amistad' más que de un 'tratamiento'.

Mimi suspiró, sin poder evitar sonreír.

'Yo… yo me siento en la novena nube del cielo, doctor' susurró ella, cerrando los ojos, aun siendo capaz de oler el perfume de Yamato en su cuerpo.

El doctor guardó silencio por unos segundos.

'Pensé que habías establecido que era más importante enrumbar tu carrera, antes de volver al Sr. Ishida'

'Lo es, es prioridad. No renunciaré a eso'

'Está bien… También, habías dicho que necesitabas ese tiempo para asegurarte de que realmente podías confiar en él'

Mimi asintió mordiéndose el labio inferior.

'Sí, se que ese era el plan, pero…'

Mimi suspiró, tomando aire, antes de sonreír negando con la cabeza. La castaña se puso de pie, caminado por la sala.

'Debe pensar que soy una de sus pacientes más tontas, siempre entiendo las cosas que dice cuando me toca vivirlas… Finalmente entendí lo que me había dicho de las prioridades… sobre el precio de las cosas respecto a su valor en mi felicidad, sobre lo que significa un sacrificio ante un acto victimario' explicó la muchacha, mordiéndose el labio.

'¿Y qué piensas respecto a eso?' preguntó.

'Creo que Oscar Wilde tenía razón, doctor… 'Todos vivimos en la alcantarilla, pero algunos de nosotros, tenemos la vista puesta en las estrellas'…' dijo Mimi sonriendo.

'¿Qué crees que quería decir el Sr. Wilde con eso?' preguntó el Dr. Hyde.

'No lo sé. Pero para mí ejemplifica lo que hemos estado hablando. Yo tengo una… visión errónea del mundo, poco realista, y quizás poco inteligente' admitió ella 'Soy ingenua y fácil de engañar, lo sé… Me dijo que mi visión del mundo era vista por cristales muy optimistas, ¿recuerda?'

'Lo recuerdo'

'La cosa… es que no creo que sea así, doctor. Sin ofender, pero creo que he visto suficiente maldad en mi tiempo de vida como para saber que no todas las personas son buenas, que no todas sus acciones son limpias, y que no todos los que me rodean son confiables. Es como el Sr. Oscar dijo, todos vivimos en la alcantarilla. En un mundo donde el cinismo y las malas intensiones son el día a día' explicó la muchacha 'Entiendo que el mundo no es rosa, entiendo que no puedo esperar que todo salga perfecto ni que competirá con mis fantasías… entiendo que mis deseos no son la realidad, pero…' Mimi se mordió el labio, sin poder evitar sonreír 'Pero el Sr. Oscar también tiene razón, algunos de nosotros, a pesar de entender eso, no podemos evitar mirar a las estrellas. Perdernos en el brillo de esperar lo mejor, y creer que todo en el mundo puede ser tan hermoso como quisiéramos que fuera. Yo creo que no hay ninguna consecuencia a esperar lo mejor, siempre y cuando mantengamos presente que no es la única opción viable para la conclusión de la historia'

Mimi tomó aire, sonriendo.

'Creo, Doctor Hyde, que siempre y cuando las 'estrellas' me hagan feliz, y me permitan cumplir todo lo que 'sueño' al verlas, no debería haber ningún problema en dejar que acompañen y alumbren mi camino' explicó ella, en una analogía que el psicólogo pudo comprender a la perfección 'Creo que puedo aceptar tomar mis decisiones con el corazón… siempre y cuando invite a mi cabeza a participar en la discusión'

'No podría estar más de acuerdo' contestó él.

Mimi sonrió, culminando su conversación con el doctor para finalmente colgar y volver a la habitación, donde Yamato seguía plácidamente dormido. La muchacha sonrió, acercándose al rubio, inclinándose a besar su frente, de repente, el muchacho giró halándola a la cama por el brazo y rodando hasta quedar sobre ella.

'Buenos días, Princesa' le susurró, rozado los labios con los de ella.

'¿Has estado despierto todo este tiempo?' preguntó ella, soltando una pequeña carcajada.

'Ajá, pero hiciste tanto esfuerzo por no despertarme que no valía la pena que lo supieras' asintió él, enviándole una sonrisa.

Mimi sonrió, estirándose un segundo en la cama, antes de abrazar al rubio por el cuello.

'Hable con mi terapeuta' dijo con voz seria.

'Oh, maldición… ¿te dijo que me botaras a patadas, verdad?' preguntó el muchacho negando con la cabeza.

'No. Me dijo que si estaba segura de que valías el precio, no debía perder más tiempo sin ti' contestó, enviándole una sonrisa.

El rostro de Yamato Ishida se iluminó con una sonrisa.

'¿Eres oficialmente mía, de nuevo?' preguntó.

"'Cause nobody wants to be the last one there, cause everyone wants to feel like someone cares.

Someone to love with my life in their hands, there's gotta be somebody for me like that…"

'Técnicamente, no me lo has pedido' dijo ella sonriendo de manera pícara.

Yamato soltó una carcajada asintiendo, el muchacho se levantó de la cama, buscando su chaqueta. Mimi alzó las cejas, sorprendida.

'¿A dónde vas?' preguntó, sentándose en la cama.

Yamato volvió a la cama unos segundos más tarde, sentándose a su lado, lanzando su chaqueta nuevamente al suelo, y sacando una pequeña bolsa de terciopelo, el muchacho tomó la mano de ella, estirándola. Mimi lo observó confundida.

'Nunca quiero volver a olvidar que te pertenezco, ni tener que sentir que tú no me perteneces a mi' dijo él moviendo la bolsa hasta que un par de anillos de color plata cayeron en la mano extendida de Mimi.

'¿Qué?...' preguntó ella observando los anillos.

Yamato le envió una sonrisa, tomándolos de su mano y mostrándole la inscripción en la parte de adentro del anillo.

'Dice 'Pertenezco a Mimi Tachikawa' el otro dice 'Pertenezco a Yamato Ishida' los envié a hacer esta mañana. Los llaman anillos de promesa, por lo visto' explicó él, extendiendo la mano de la muchacha y colocando el anillo en su dedo anular.

'Parecen anillos de matrimonio' dijo ella, con una sonrisa, mientras observaba el pequeño aro de plata alrededor de su dedo.

'Lo es, simbólicamente' dijo él muchacho, al tiempo que colocaba el anillo en su propio dedo anular 'Quiero que todas sepan que tengo dueño, no quiero que nadie más, jamás, se vuelva a confundir con mi estatus de relación. De ahora en adelante, estoy simbólicamente casado contigo, hasta que quieras casarte literalmente conmigo, claro está'

Mimi se mordió el labio inferior, enviándole una mirada conmovida.

'No voy a pedirte que seas mi novia' explicó el de manera obvia 'voy a pedirte… Mimi, ¿quieres pasar el resto de tu vida a mi lado? ¿Por los buenos y malos ratos? ¿En la salud y en la enfermedad? ¿En la riqueza y en la pobreza? ¿Hasta que la muerte nos separe?'

"'Cause nobody wants to go it on their own and everyone wants to know they're not alone,

Somebody else that feels the same somewhere there's gotta be somebody for me out there"

Mimi soltó una pequeña carcajada y negó con la cabeza.

'No'

Los ojos azules del rubio se abrieron por la sorpresa. Al tiempo que fruncía el ceño.

'¿Cómo que 'no'?' exclamó en aire ofendido.

'Acepto estar contigo, por el resto de mi vida, en los buenos y malos ratos, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, pero… no romperé esa promesa ni si quiera si la muerte nos separa, Yama'

Yamato soltó una pequeña risa. Tomando la barbilla de su nueva novia-prometida, y dándole un dulce beso en los labios.

'No quiero perder ni un día más a tu lado, me quedaré en New York hasta que estés lista para volver a Tokio'

Mimi alzó las cejas, sorprendida.

'Y después, puedes estudiar aquí, en Tokio, en París donde quieras. Lo que elijas, podemos hacer que funcione. Logramos que funcionara cuando vivías aquí, y podemos hacerlo de nuevo' anunció el muchacho solemnemente 'No me asusta una relación a distancia, no me asusta que sea complicado. Lo único que quiero es tener la certeza de que podemos hacerlo, juntos'

Mimi soltó una risa leve.

'No sé que quiero aún' anunció ella, encogiéndose los hombros.

'No importa. Sólo quiero que tengas claro que decidas lo que decidas, lo haremos funcionar' dijo Yamato, sosteniendo el rostro de ella.

Mimi le envió una sonrisa, dándole un beso corto en los labios.

'No cambiaria un minuto a tu lado por toda una vida de seguridad. Prefiero mil veces arriesgarme… Sé que cada minuto contigo es algo que atesorar. Estando separados, solía pensar en todo lo que me estaba perdiendo, y en que quizás si no supiera de lo que me perdía no sufriría tanto, pero la verdad es que tú vales cualquier cosa para mi, Yamato… Cuando estoy contigo, soy más feliz de lo que siento posible ser. Contigo no existen limitaciones, ni físicas ni emocionales… Recuerdo todas esas voces que me aconsejaron, diciéndome que jamás iba a poder confiar en ti 100%, que jamás iba a poder hacer que mi mente dejase de dudar de ti… Pero en verdad, está no es una decisión que haya tomado con mi cabeza… sino con mi corazón. Y es una decisión muy sencilla en verdad… porque una vida de tranquilidad sin ti, es más vacía para mí que un mes viviendo plenamente a tu lado' explicó ella, ante un atento Yamato.

Yamato Ishida la tomó por la cintura, girando con ella hasta que ambos estuvieron acostados en la cama, posicionándose encima de su novia, con una sonrisa, mientras la abrazaba con fuerza.

'Hace mucho tiempo, te hice una promesa que no cumplí. Y ahora, quiero volver a retomarla' explicó, besando la nariz de Mimi 'Nunca. Nunca. Nunca' repitió el muchacho 'Nunca voy a volver a separarme de ti, nunca voy a soltarte de nuevo. Jamás'

"You can't give up when you're looking for that diamond in the rough

Because you never know when it shows up, make sure you're holding on 'Cause it could be the one, the one you're waiting on…"

+*+*Aproximadamente un año después*+*+

#3 Enmarañada Experiencia

Mimi Tachikawa soltó la liga de su cabello castaño, desordenándolo en una manera desgarbada, haciendo que los caireles se regaran por su espalda, ondeando al ritmo de sus movimientos, al tiempo que seguía corriendo por el pasillo, esquivando a los pequeños grupos de personas que bloqueaban su camino. La muchacha tropezó el tacón de su botín con la alfombra de la salida, maldiciéndolo, al tiempo que acomodaba su chaqueta.

Sus ojos chocolate se posaron en la blancura del andén del aeropuerto, donde una bandada de flashes recibió su llegada. La castaña cubrió sus ojos con un par de lentes oscuros al tiempo que vislumbraba exactamente a quién estaba buscando.

'Srta. Tachikawa, una pregunta'

'Srta. Tachikawa, por favor, una entrevista'

'Srta. Tachikawa, sólo tomará un minuto'

'Srta. Tachikawa, sólo queremos su opinión sobre el libro de la Srta. Hoshi'

'Srta. Tachikawa, ¿Qué se siente estar en el ojo público de un escándalo de infidelidad?'

Mimi ignoró completamente a los fotógrafos, quienes eran detenidos por la seguridad del aeropuerto que les impedía acercarse a ella. La sonrisa de Mimi creció, mientras corría el resto de los metros que la separaban de él, lanzándose inmediatamente a sus brazos apenas estuvo a suficiente distancia. Yamato Ishida recibió a su novia en sus brazos, alzándola en el aire.

'¡Te he extrañado, tanto, tanto, tanto!' susurró la castaña, mientras cruzaba las piernas alrededor de la cadera de su novio y le daba muchos besos rápidos en los labios.

'¡Y yo a ti, princesa, creí que enloquecería si no veía tu rostro ya!' contestó el muchacho, abrazándola con más fuerza, aferrándola más a él

Mimi bajó al suelo, aferrándose al brazo de su novio, mientras este señalaba a uno de sus ayudantes, encargándole buscar sus maletas. El rubio la haló en la dirección contraria, ignorando completamente las preguntas de los fotógrafos.

'Sr. Ishida, un comentario, lo que sea, sobre el libro de la Srta. Hoshi'

'Sr. Ishida, ¿niega usted los alegatos?'

'Sr. Ishida, ¿planea demandar por difamación?'

Mimi soltó una pequeña risa, sin poder evitar notar el ceño fruncido de su novio. El libro de Akemi Hoshi aún le molestaba. Quizás porque le recordaba su época más negra, ahora que hacía casi dos años que aquella fatídica situación había ocurrido. Sin embargo, había sido hace apenas un mes que Akemi Hoshi había publicado el libro, aparentemente incapaz de dejar ir el evento sin cobrar por algo. Mimi lo había convencido de no demandar, completamente segura de que la fascinación de la prensa con su vida amorosa no duraría más de dos meses. En parte, había tenido razón, en esta vuelta a Japón, la habían esperado mucho menos fotógrafos que el mes anterior, y mucho menos de los que habían recibido a Yamato en New York apenas una semana de la publicación del libro.

El libro había sido recibido como un chisme, en vez de un hecho, debido a que la muchacha carecía de pruebas contundentes, de esas que le gustan a la prensa amarillista (como grabaciones, videos o fotos comprometedoras), y la única razón por la cual seguía siendo noticia era porque el involucrado se había negado rotundamente a responder ningún comentario al respecto. Seguro de que cualquier cosa que dijese sólo empeoraría las cosas.

En cuestión de minutos, Yamato Ishida ya estaba abriendo la puerta del automóvil para su novia. La muchacha le envió una sonrisa, entrando y halándolo por el brazo para que entrara con ella.

'Podría acostumbrarme al chofer' dijo la muchacha, enviándole una sonrisa.

'Mi padre se siente culpable, me lo quitará a penas el asunto se enfríe' dijo Yamato, abrazando a la muchacha por la cintura.

'Pues, al menos tiene sus ventajas' dijo Mimi, sonriéndole. La mirada del rubio se tiñó de tristeza por un momento.

'Esperaba que ya se hubiera desaparecido. No puedo creer que sigamos bajo la sombra de algo que acabó hace ya tanto tiempo. A veces, creo que nunca va a desaparecer' dijo Yamato.

'Nunca va a desaparecer' confirmó Mimi.

El rubio alzó las cejas, sorprendido, observando a su novia con semblante confundido.

'Creí que lo habíamos superado'

'Lo hemos hecho' confirmó Mimi 'Pero, Yama, nunca va a desaparecer. Nunca se va a borrar. Todo el que pasa por una situación como la nuestra tiene que aprender a vivir con ello, pues, jamás se va a olvidar. Claro, la mayoría de la gente no tiene la prensa y un libro que se los recuerde, pero créeme, cualquiera que pase por lo que nosotros pasamos vive con eso día a día. Nunca va a desaparecer'

Yamato guardó silencio por unos segundos, tomando la mano de la muchacha, y acariciando sus dedos. El muchacho pasó el dedo por el anillo que adornaba su dedo anular, su promesa.

'Quizás nunca desaparezca, pero ya no nos afecta de la misma manera' dijo Yamato, enviándole una sonrisa.

'Somos más fuertes' confirmó la muchacha, asintiendo 'Todo esto nos ensenó muchas cosas del otro, que quizás no habríamos aprendido de otra manera. De algún modo, la separación fortaleció el vínculo entre nosotros'

Yamato asintió, girando el anillo de su novia con sus dedos.

'Debería demandarla, y hacer que se callara de una buena vez. Odio pensar que pudiera estar lastimándote así sea en lo más mínimo, la sola idea de que te cause un enojo me hace hervir la sangre…'

'Ella ya no es una amenaza, no me importa que diga. Perdió cualquier posibilidad de herirme' contestó Mimi con suavidad.

Yamato alzó la mirada a ella, respirando hondo.

'Me pregunto, si yo también perdí esa posibilidad' preguntó él.

'Oh, Dios, no. Tú podrías matarme. Ahora más que nunca' contestó Mimi, soltó una pequeña carcajada.

Los ojos azules del rubio se expandieron, mientras la miraba con ojos de borrego.

'¿Cómo me dices eso?' reclamó el muchacho. Mimi soltó una pequeña risa, acercándose a besar los labios de su novio.

'Una vez escuché en televisión que amar era entregarle a alguien un arma cargada, y tener la esperanza de que no halará el gatillo' dijo Mimi, con una sonrisa.

"'Cause nobody wants to be the last one there, cause everyone wants to feel like someone cares.

Someone to love with my life in their hands, there's gotta be somebody for me…"

'¿Dónde rayos escuchaste eso?' preguntó Yamato, frunciendo el ceño.

'Ahm… no lo recuerdo. Pero, el punto es que es verdad. Estar enamorado es darle a alguien la total potestad de acabar contigo en el momento en el que mejor lo desee' explicó Mimi 'Por eso es tan importante escoger a alguien por quien valga la pena morir'

Yamato soltó una pequeña carcajada.

'Que Shakesperiano sonó eso' comentó él.

'Oh, sí, Jessica me hizo leer Romeo y Julieta. Koushiro y ella son tan adorables… deberías verlos en una cita, intercambiando información en sus laptops' explicó. Yamato negó con la cabeza, soltando una pequeña risa.

El auto se detuvo. Yamato abrió la puerta, saliendo por ella, apenas el rubio salió, observando

'¿Dónde estamos? No le pedí que nos trajera aquí' preguntó, confundido.

'Le pedí a tu chofer que nos trajera' explicó Mimi, saliendo también, y dándole las gracias al chofer, mientras cerraba la puerta.

El automóvil se alejó de ellos, estacionándose a unos doscientos metros de distancia. Yamato Ishida llevó la mirada a su espalda, soltando una sonrisa, al darse cuenta de donde estaban. Mimi se sentó en la acera por un momento, quitándose los botines y el abrigo.

'No había venido aquí desde…' el rubio suspiró, recordando a la perfección aquella tarde de verano 'desde uno de los días más increíbles de mi vida'

Había poca gente en la playa aquella tarde, mientras el sol apenas se ponía en el horizonte. Mimi se levantó de la acera y lo tomó del brazo, halándolo. Yamato la siguió corriendo a su lado hasta la orilla, la muchacha se mojó los pies en el agua y le envió una sonrisa halándolo con ella. Yamato se acercó, abrazándola por la cintura y enviándole una sonrisa.

'Aquí te dije que te amaba por primera vez' dijo el muchacho, rozando sus labios con los de la novia.

'Dijiste que estabas 'total y estúpidamente enamorado'' corrigió Mimi, dándole un beso corto.

Yamato Ishida retiró el cabello de la muchacha de su rostro, dejándolo detrás de sus orejas con una mano, dándole un beso lento.

'Estoy total y estúpidamente enamorado de ti, Tachikawa, ahora más que ayer, y menos que mañana' dijo Yamato.

Mimi se aferró al cuello de su novio, colocándose de puntillas para besarle nuevamente.

'Te traje aquí porque tengo una confesión que hacer' comentó la muchacha, mirándolo de manera inocente.

'¿Ah sí? ¿Qué clase de confesión?' preguntó él.

'Me mudo de vuelta a Japón' anunció Mimi en su oído.

"Nobody wants to go it on their own, and everyone wants to know they're not alone

Is there somebody else that feels the same somewhere? There's gotta be somebody for me out there…"

Yamato le envió una amplia sonrisa, abrazándola más hacia él, hasta alzarla del suelo.

'¿Vas a volver a vivir aquí? ¿Por fin voy a poder verte todos los días? ¿Vamos a poder mudarnos juntos? ¿Voy a poder despertar todos los días contigo?' preguntó el muchacho emocionado, hablando con una rapidez poco característica, mientras giraba con la muchacha, alzándola por la cintura.

'Oh, claro que sí' soltó Mimi, riendo con fuerza.

El muchacho le envió una sonrisa maliciosa, al tiempo que la cargaba llevándola hacia el agua.

'¡NO, YAMA, NO, MI ROPA!' pataleó Mimi, sin dejar de reír, pero sin forcejear, permitiendo que Yamato se dejara caer en el agua, llevándola con él.

Segundos más tarde, ambos emergieron aún abrazados, intercambiando una sonrisa.

'Mojaremos el carro de la compañía' dijo Mimi sonriendo.

'No me importa' anunció el rubio, robándole un beso.

Una ola golpeó el equilibrio de ambos, empapándolos aún más y haciéndolos caer nuevamente en el agua. Los muchachos volvieron a emerger del agua, riendo. Mimi lo haló un poco más cerca de la orilla, soltándolo por un momento mientras sacaba la cadena de su camisa.

'Aún lo tienes puesto' comentó el muchacho, con una sonrisa divertida.

'Es el anillo de tu abuela, por supuesto que lo cargo conmigo' dijo Mimi, sonriendo, mientras soltaba el broche de la cadena de oro blanco, y retiraba el anillo de ella, entregándoselo.

'¿Por qué lo estas devolviendo?' preguntó Yamato.

'Te dije que no lo pondría en mi dedo hasta que arregláramos el asunto de donde vamos a vivir, que vamos a hacer, que queremos hacer, etc.… ' dijo Mimi 'Pues está arreglado, vamos a vivir en Japón, y quiero que lo pongas en mi dedo' demandó la muchacha, enviándole una sonrisa de suficiencia.

Yamato alzó las cejas, observándola por unos segundos antes de llevar la vista al anillo en su dedo, el muchacho lo lanzó en el aire, atrapándolo antes de que tocara el agua y lo guardó en su bolsillo.

'No' dijo, simplemente.

Una ola los tambaleó por segunda ocasión.

'¿Que quieres decir con 'no'?' preguntó Mimi, inflando las mejillas como una niña.

Yamato le envió una sonrisa, halándola por la cintura hacia él.

'Dije que no' repitió.

Mimi cruzó los brazos frente a su pecho alzando las cejas.

'Pero eso que quiere decir… ¿Ya no vamos a casarnos?' preguntó.

Yamato Ishida se encogió los hombros.

'Hablamos de mudarnos juntos cuando volvieras, no de casarnos antes de que lleguen tus maletas' explicó el rubio, con tranquilidad.

Mimi suspiró, bajando la mirada por un segundo.

'No estoy diciendo que nos casemos mañana… sólo pensé que podríamos comenzar a decirle a la gente que estamos comprometidos'

'La gente…' repitió Yamato girando los ojos 'Me importa un bledo la gente, la verdad'

'Yama, un par de anillos de promesa y votos que recitamos vía Skype no cuentan como un compromiso' dijo Mimi.

'Cuenta para nosotros. Estamos más casados que cualquier otra pareja que conozco. Ni si quiera Sora tiene un esposo tan consentidor como tú, debo decir' dijo Yamato.

Mimi giró los ojos, asintiendo, y caminando para salir del agua.

'Mimi…' llamó el muchacho, siguiéndola y tomándola por el brazo '¿Qué está pasando? ¿De hecho vas a decirme que un pedazo de papel, o bueno, la ausencia de un pedazo de papel sería un deal-breaker para nosotros?' (Deal-breaker: razón para terminar un trato bilateral).

'No. Claro que no. No hay ningún deal-breaker entre nosotros, Yama' contestó la muchacha 'No necesito realmente el papel, simplemente pensé que podríamos hacerlo oficial, y siempre pensé que era lo que tú querías, después de todo, tú me diste ese anillo'

Yamato le alzó el rostro por la barbilla enviándole una sonrisa.

'Entonces… ¿Por qué no me dejas hacer las cosas a mi modo, mujer? Dios' soltó el muchacho exasperado.

Mimi giró el rostro hacia él, confundida. Yamato le envió una sonrisa, dándole un beso corto en los labios.

'Tenía todo este asunto planeado para el sábado, con un maldito cuarteto de cuerdas, y un tema de 'Medianoche en Paris'' explicó el muchacho girando los ojos 'Sora y Miyako lo han estado organizando, he pasado dos meses escuchando estupideces sobre qué colores combinan mejor y que si deben usar flores de estación o no. No quiero ni si quiera mostrarte la lista de canapés que he tenido que probar… ¿Has probado el mazapán? No lo hagas. Es asqueroso'

Mimi negó con la cabeza, confundida, y le tapó la boca a su novio con una mano.

'Yamato… no entiendo nada' dijo '¿De qué rayos estás hablando?'

'Iba a pedirte matrimonio el sábado. En el aniversario de nuestra primera cita' explicó él, encogiéndose los hombros 'Le pedí ayuda a tus amigas, y transformaron mi idea de llevarte a Paris, sobre la Torre Eiffel en una bendita fiesta temática… Tus amigas son muy molestas, ¿Si sabias eso? De pronto, en vez de lidiar con aerolíneas y vendedores de entradas a Snow Patrol, estaba oyendo de canapés y los colores de moda para manteles… ¿Las mujeres no tienen nada mejor que hacer que preocuparse por coordinar colores? No es por ofender… pero… ¡POR DIOS! Uno pensaría que cualquier cosa sería más relevante que eso…'

Mimi negó con la cabeza, cubriéndole los labios con la mano nuevamente.

'Yamato Ishida…' regañó la muchacha 'Deja de desviarte'

'Quiero casarme contigo. Iba a pedírtelo, el sábado. Pero ahora tú te me estas adelantando. Me estás arruinando la sorpresa'

Mimi frunció el ceno, observando a su novio.

'¿Estoy arruinando tu sorpresa?' preguntó.

'Sí, estas arruinando mi sorpresa' repitió Yamato.

Mimi giró los ojos, dándole un pequeño golpe en el pecho.

'Tú estás arruinando mi sorpresa. Te traje a la playa donde nos juramos amor por primera vez, lo cual no fue fácil porque tuve que sobornar a tu chofer mientras hablabas con tu asistente, y… llegamos y te confieso que vuelvo, que me quiero casar contigo y me sales con que 'no'… ¿Qué diablos? ¿Qué diablos con el 'no'?' exclamó ella dando una pequeña patada en la arena.

'¡Ya tenía planificado algo, Mimi!'

'¡Pues yo también y el mío estaba en progreso!'

'¡Pues yo no sabía que tenías nada planificado!'

'¡Púes yo no sabía tampoco! ¡Tú no dijiste nada!'

'¡Tu no dijiste nada tampoco!

'¡Pues realmente me vale un diablo donde decidamos casarnos, y si nos casamos en absoluto, yo lo único que quiero es pasar el resto de mi vida contigo!'

'¡Pues eso es lo único que yo quiero también, lo demás no me importa!'

'¡A mí tampoco!'

'¡¿Entonces por qué estamos discutiendo?!'

'¡No lo sé!'

Una tercera ola los tambaleó, mojándolos por completo. Ambos muchachos se observaron por unos segundos, antes de lanzarse a los brazos del otro y besarse con una pasión casi tangible. Yamato volvió a alzar a la muchacha, aferrándola a su cuerpo, mientras Mimi cruzaba nuevamente las piernas en su cadera, quedando casi por completo fuera del agua. Las manos del muchacho se aferraron a su cintura, mientras que las de ella se deslizaron por el pecho de él, aumentando la intensidad del beso como si intensarán robarle el aire al otro. El beso duró por varios minutos, hasta que nuevamente una ola volvió a tambalear su equilibrio.

"'Cause nobody wants to be the last one there, and everyone wants to feel like someone cares

Is there somebody else that feels the same somewhere?There has gotta be somebody for me out there…"

'Sí' dijo ella, sonriéndole.

'No te he preguntado nada' aclaró él, girando los ojos.

'Me lo has preguntado, dos veces' dijo ella.

'Sí, y en ambas ocasiones me has dicho que no' continuó él.

'Pues, entonces no preguntes de nuevo. Sigue siendo sí' dijo ella.

Ambos se observaron a los ojos. Yamato no pudo evitar sonreír, mientras sacaba el anillo de su bolsillo y lo deslizaba en el dedo de la muchacha, sin ningún tipo de ceremonia, dejándolo sobre el anillo de promesa.

'Somos una pareja muy complicada' aclaró él, besando la mano de su novia.

'Simple era algo que nunca estuvo en las cartas para nosotros, Yama… Era complicado o nada' explicó ella, acercándose a besarle los labios 'Nunca vamos a tener una relación normal, porque nunca la hemos querido'

'Si algo he aprendido de todo esto, es que jamás habría estado satisfecho con nada menos que con lo que tengo contigo'

Mimi le envió una sonrisa amplia, dándole un beso corto antes de que otra ola los hiciera caer. Cuando la muchacha logró emerger del agua, giró sobre sus talones, sin poder ubicar a su novio.

'¿Yama?' preguntó, sin poder ubicarlo entre el agua.

El muchacho emergió detrás de ella, salpicando agua, y tomándola por la cintura desde su espalda. Mimi soltó una carcajada, dejando las manos sobre las de su novio, y giró levemente el rostro hacia él.

'Hace mucho tiempo, en esta playa… te dije 'Podría pasar el resto de mi vida a tu lado'… ¿Lo recuerdas?' preguntó el muchacho a su oído.

'Claro, conteste 'Quizás lo hagas' dijo ella, sin voltearse aún hacia él.

Yamato la giró, presionando levemente en su cintura, hasta que quedó frente a él.

'Quiero reescribir eso'

'¿Cómo?'

Yamato sonrió, acercándose lo suficiente para que sus labios rozaran los de ella al hablar.

'Voy a pasar el resto de mi vida a tu lado, Mimi Tachikawa' susurró él.

'Más te vale, Yamato Ishida' contestó ella.

Relaciones complicadas

Cuando pensamos en el amor, la mayoría de nosotros se imagina una película, una donde todos se ven bien, nadie se despeina jamás, y tu ropa parece escogida por un diseñador personal.

Cuando pensamos en el amor, unimos la imagen del sentimiento con las infames letras 'y vivieron felices para siempre' en el fondo. Eso nos crea la desilusión de imaginar que el amor es algo que pasa con naturalidad, que es fácil de obtener y aun más fácil de mantener. Nos comemos el cuento de que 'cuando el amor es real' no debe ser complicado, debe fluir, como el cauce de un río.

Pues, si alguno de ustedes tiene un amor así, uno cuya fuerza jamás sea cuestionado, uno que no haya sido jamás desviado de su camino, uno que no necesite aprender a los golpes para valorarse, mis más sinceros respetos.

En mi experiencia, el amor no es limpio ni perfecto. Es una historia llena de tachones, de enmendaduras y de reescritos. Es una historia compuesta por un millón de eventos desafortunados que te hacen creer que perderás la razón, la mayor parte del tiempo. Está constantemente sucio, por cada roce de nuestras manos, por cada acción que cometemos en su contra, adrede o no. El amor no se consolida llegando blanco, como el vestido de una novia al altar, no, necesita ser fuerte. Y la fortaleza no aparece sin cuestionamientos, la fortaleza no llega a nosotros sin sufrimiento, la fortaleza no forma parte de nuestro amor a menos de que este ya haya sido probado más allá de lo que consideramos si quiera posible. Es entonces, y solo entonces, cuando podemos asegurar que nuestro amor es real.

He llegado a convencerme de que el amor no es nada como lo pintan. No hay 'un felices para siempre'. No hay una receta mágica. Y, ciertamente, no es fácil… en absoluto.

Es fácil amar cuando todo va bien, difícil es mantenerse enamorado a pesar de todo lo malo. Es ver que sobrevive todos los tachones que le hacemos, todas las páginas que le arrancamos y todo ese tiempo que simplemente lo pateamos por el suelo.

Las relaciones no son simples, al contrario, cada una de las relaciones que tenemos son complicadas, por la misma razón que la vida es complicada: PORQUE SOMOS INDIVIDUOS.

Todos nos equivocamos en nuestra propia forma macabra particular, todos rompemos corazones ajenos, todos destrozamos la visión de vida de alguien, todos ignoramos los sentimientos de alguien, y todos buscamos el mismo egoísta camino: vivir, y ser feliz.

Todos nos equivocamos, y el hecho de que comparemos nuestros errores con los de los demás solo deja en claro nuestra poca voluntad de crecer. Nos equivocamos porque es la manera más efectiva que conocemos para crecer. La verdad, es que son esos tachos y enmendaduras las que prueban nuestro carácter, las que forman quienes somos, y las que definen nuestras acciones.

Y en ese aspecto, el amor no dista de la madurez. A medida que crecemos como personas, entendemos las verdaderas ramificaciones de nuestras acciones. Aprendemos a amar, más allá del 'felices para siempre' que tanto soñábamos alcanzar.

Los cuentos de hadas sí existen, esos amores extraordinarios que duran toda la vida, son reales. Pero no tienen un castillo, ni una película. Simplemente, una lucha diaria. Para conocer a la pareja perfecta, esa sin miedos, sin cargas de experiencia, sin errores y sin discusiones, tendríamos que lidiar con una pareja sin comunicación. Pues, la única manera en la que pudiésemos compaginar nuestra vida exactamente igual a otra persona sería con uno de los involucrados perdiendo su identidad como individuo.

Siempre y cuando nos enamoremos de un INDIVIDUO, nuestro amor no va a ser perfecto. No va a ser fácil, y no va a permanecer en una hoja limpia sin borrones.

No sé ustedes, pero, yo estoy completamente bien sabiendo eso. Pues, el sólo hecho de imaginarme una historia sin errores se me hace la cosa más aburrida y rutinaria del mundo. Sin enmiendas no hay pasión. No hay arrebato. No hay espontaneidad. No hay emoción.

Una historia imperfecta jamás será aburrida, no porque los involucrados se amen menos, todo lo contrario; pues es en esa aceptación que se encierra el verdadero misterio del amor: en encontrar una manera de amar a alguien por sus defectos.

La clave es simple, si encuentran a alguien que valga todo lo malo, entonces, ese alguien les pertenece en verdad. No importa que tan complicado, no importa que tan difícil, no importa que tan sucia o reescrita esté su historia, si vale la cuota de sangre que han de pagar por vivirlo… Entonces, por todos los diablos, páguenla.

Las relaciones complicadas quizás no sean las más hermosas, pero sí las más intensas y en eso recae su belleza, en la certeza de vivir sabiendo que no podrían amar a nadie de ninguna otra manera.

FIN


Eso es todo, amigos y amigas. Espero no haberlos decepcionado. Espero que sean tan amables de darme su opinión, aún si es Hate Mail, I'll take it. Con la esperanza de reencontrarlos en mi próxima historia, me retiro.

¡MIL GRACIAS POR LEER!