Hola chicas aquí les subo este nuevo cap. Espero lo disfruten!
Gracias A Rosa por corregir esta traducción, te lo agradezco mil.
Nada es mío todo es de S. Meyer y de jemster 23. "Yo solo traduzco"
El fic en Ingles es "Dreaming of you."
…
Soñando Contigo
Resumen: Cuando a la crítica periodista, Bella Swan le encargan entrevistar al rompecorazones de Hollywood Edward Cullen, ella se sorprende al descubrir que no es la estrella engreída, arrogante, y exigente que esperaba.
En su lugar, resulta ser encantador y carismático. Pero aún más sorprendente, es el hecho de que él realmente le gusta a ella. ¿Es todo demasiado bueno para ser verdad, o los sueños pueden realmente hacerse realidad?
¡DISFRUTENLO!
…
Capítulo 9.
Después del extraño encuentro en la cafetería, las cosas se enfriaron considerablemente en lo concerniente a Edward. Me llamó al día siguiente para disculparse por su repentina partida, pero no logró explicar el razonamiento detrás de él. A pesar de que me desconcertó mucho, insistir sólo agravaría más mi confusión y con el número de plazos que tenía que cumplir en el trabajo, no podía permitirme el lujo de perder mi tiempo pensando en mi casi confesión.
Además de la presión del trabajo, tuve que lidiar con Alice. Ella era como la Nazi de las bodas, con sus altos niveles y pedantes reglas. No pensé que Bridezilla (mezcla entre Bride, novia en ingles y Godzilla) existiera. Pero en realidad existía, tengo que admitir que algunas veces tuve que dar un paso atrás para no estrangularla.
En una nota más positiva, como agradecimiento por ayudarla en sus planes de boda, se ofreció amablemente a ayudarme a prepararme para el evento del viernes. Yo estaba más que de acuerdo. Después de todo, quería estar guapa. Ok, tengo que admitir que quería impresionar a Edward, que, sin duda, luciría asquerosamente hermoso sin mayor esfuerzo.
Con Alice cuidando de mi vestido, todo lo que tenía que preocuparme era en cumplir todos los plazos en el trabajo, pero afortunadamente terminé a tiempo y los últimos días habían sido menos caótico, lo que me dejó libre para vivir y reflexionar sobre otras cuestiones, respecto a Edward. Estaba más que confundida y finalmente termine renunciando a tratar de averiguar exactamente lo que estaba pasando entre nosotros dos.
Sin embargo, el tiempo dio paso al viernes y la perspectiva de volver a verlo, me convirtió en un saco de nervios. No sé por qué me deje llevar a tal estado, pero no podía controlarlo. Por suerte me salvé de la vergüenza de ir sola, porque Rosalie estaba acompañando a Emmett a la gala benéfica y amablemente me ofrecieron un ir con ellos.
Les tomó varios kilómetros de tráfico lento para finalmente llegar a la sede. Era tan grande como me imaginaba; La sala era enorme y llena de gente. Mis ojos escanearon la escena delante de mi, es como si estuvieran programados para la búsqueda de Edward. Estaba ansiosa tratando de detectarlo, cuando una voz divertida interrumpió mi búsqueda:
"Edward no está aquí todavía. Llegará tarde", dijo Emmett, sin molestarse siquiera en quitar su mirada del teléfono que estaba utilizando para enviar mensajes de texto.
Cuando terminó de enviar mensajes de texto me miró con un brillo en sus ojos y dijo:
"Sólo entre tú y yo, está tratando de impresionar a alguien."
A pesar de que era inevitable que Edward estuviera interesado en alguien, el saberlo no hacia el dolor en el pecho menos importante, pero a pesar de mi sufrimiento, trate de poner buena cara.
"¿En serio?" Pregunté, tratando de mantener fuera mi tono de decepción.
Emmett no tuvo la oportunidad de responder antes de recibir un golpe fuerte en el pecho de Rosalie.
"Hey!" se quejo en señal de protesta mientras se frotaba las costillas doloridas. "¿Qué fue eso?"
Rosalie le envió una mirada igual de helada y respondió: "Deja de ser un chismoso"
Cuando se volvió hacia mí, su expresión se suavizó.
"No hagas caso de él, Bella. No esta más que molestando", dijo para tranquilizarme.
Me cansé de devolverle la sonrisa lo mejor que pude, pero estaba bastante segura de que no convencí a ninguno de los dos.
La sala era enorme y estaba llena de gente y aunque, Rosalie y Emmett se mantuvieron junto a mi una hora y media, sin duda, por un sentido del deber, todavía me sentía sola entre un mar de gente. Afortunadamente no pasó mucho tiempo antes de que sintiera la llegada de Edward. Sabía que había llegado debido al gran número de personas que miraban detrás de mí con admiración. Me di cuenta de que enamorado se le veía muy bien: Parecía como si practicara deporte frecuentemente.
Me di la vuelta y no me sorprendí en lo más mínimo al ver a Edward en la puerta. Todavía hoy me quitaba el aliento. Lucía inmaculado en un esmoquin clásico, pero su pelo desordenado mantenía su resistente encanto.
Cuando Edward me vio, una sonrisa iluminó su rostro, antes de que él comenzara a hacer su camino a propósito a través de la multitud hacia mí, como si estuviera en una misión. Como siempre, las mujeres estaban volviéndose locas con la llegada de Edward, pero él parecía no estar afectado por la atención, y mientras les sonreía amablemente, rápidamente pasaba antes de que cualquier de ellas le hablara.
Unos momentos más tarde, apareció delante de nosotros.
"Damas", su voz aterciopelada me dejó temporalmente sin habla. ¿Siempre tiene ese efecto sobre mí?
Esa fue una pregunta estúpida, sobre todo cuando hace cosas tan malditamente irresistibles como besar mi mejilla a modo de saludo. Es cierto, él hizo lo mismo con Rosalie, pero dudo que su piel sintiera el mismo cosquilleo que dejó en la mía.
"Hola Edward", chillé una vez logré recomponerme, pero en mi defensa fue una suerte que incluso pudiera decir una palabra con los increíblemente guapo que estaba.
Poco después, mi sonrisa torcida favorita apareció, sin duda, estaba divertido por mi incapacidad para formar una oración. No podría importarme menos, era simplemente magnífico.
Antes de que ninguno de nosotros tuviera la oportunidad de hablar, Rosalie tomo ese momento para anunciar su partida,
"Tu estás aquí ahora, esa es la señal. Los dejos chicos", dijo con una amplia sonrisa.
¡Muy Discreto!
"Hasta luego, Edward," gritó, pero ella se había ido antes de que cualquiera de nosotros tuviera la oportunidad de decir adiós.
"Espero que no fuera algo que dije", comentó Edward, mientras me recorría con la mirada Sus ojos parecían obsesionados mirándome de forma vigilante. Yo le devolví la mirada inquisitiva
"Lo siento" dijo, saliendo de su aturdimiento. "No es frecuente que me quede sin palabras, pero te ves muy bella como para describirte."
Rápidamente mire hacia abajo a mis pies pasando a ser de un color rojo vivo de vergüenza y murmuré: "Gracias."
"Vas a tener que aprender a aceptar un cumplido, Bella," dijo, posando sus manos sobre mis hombros. Sentí en ese instante la chispa, pero tercamente mantuve mi cabeza baja para ocultar mi prominente rubor.
"¿Tú no cambias con el tiempo?" Su baja y divertida risa me hizo mirar hacia arriba, con mis mejillas quemadas. Le envíe una mirada de advertencia, pero no se intimidó en lo mas mínimo. En cambio, me miró a través de sus pestañas, una sonrisa burlona avanzaba en su cara y no pasó mucho tiempo antes de una sonrisa tiró de mis propios labios.
"Eso está mejor. Casi te ves feliz de verme", sonrió él.
"Pensé que estarías demasiado ocupado", ofrecí con un encogimiento de hombros.
"Nunca estoy demasiado ocupado para ti, Bella," dijo serio. Me mordí el labio con nerviosismo. Tenía la sensación de rubor regresando en plena vigencia, pero una vez que lo tuve bajo control lo miré con recelo.
Edward me lanzó una mirada perpleja antes de hablar, "¿Qué? ¿No puedo pasar tiempo con una mujer hermosa sin que exista un motivo ulterior?" puso en duda.
"¿Qué diría tu novia sobre eso?" Me encontré preguntando antes de que me pudiera controlar.
Parecía desconcertado por un momento antes de que respondiera con amargura: "No tengo."
"Eso no es lo que Emmett dijo," respondí.
"¡Emmett está mal!" La voz de Edward era firme y no daba nada a discusión.
"¿En serio?" Le dije poco convencida.
Él arqueó las cejas de manera espectacular, como si aceptara el reto y no me decepcionó. Le estreche los ojos de forma acusadora y le dije: "Dice que estás tratando de impresionar a alguien."
Edward inmediatamente miró hacia otro lado y escaneó la sala con atención, pero fue mi imaginación o ¿estaba ruborizado? De cualquier manera, en sus mejillas había un inusual tono rosa.
"Debería preocuparse de su propia vida amorosa", sonaba irritado. "Hablando de Emmett, tengo que tener unas palabras con él. ¿Vas a estar bien por tu cuenta durante un rato?"
"Sí, claro, Rosalie me hará compañía" le respondí, viendo que regresaba con un par de bebidas en su mano.
"Prometo que no pasará mucho tiempo", dijo, inclinándose para besar mi frente.
A pesar de la promesa de Edward, desapareció por un tiempo. Aunque para ser justos, no era su culpa ser el Señor Popular y ser inundado de seguidores ansiosos.
Incontrolablemente mis ojos buscaban a Edward, sólo para darme cuenta que estaba al otro lado de la habitación mirándome, con una sonrisa juguetona tirando de sus labios. Llamaba mi atención enviándome una sonrisa de disculpa o modulaba con la boca, un Lo siento, hacia mi lado de la habitación. Agradecí sus disculpas, pero me encontraba feliz hablando con Rosalie. Entre sus vacaciones y nuestros horarios ocupados, sentía como si no hubiéramos tenido una buena conversación en mucho tiempo.
Charlábamos principalmente de Emmett, era obvio que las cosas iban muy rápido entre los dos. Por supuesto, su afecto y entusiasmo eran obvios me hacían pensar en Edward, y por consiguiente, más a menudo, me encontraba con la mirada a la deriva buscándolo. Era una batalla constante el tratar de controlar el impulso de mirarlo abiertamente. Era duro hasta que vi a una hermosa mujer que se le acercaba. No puedo negar lo impresionante que era, con su larga cabellera rubia lisa, recta, piel perfecta y la figura de reloj de arena. Su pura perfección le dio un duro golpe a mi autoestima, pero más preocupante era el hecho de que ella estaba claramente interesada en Edward. Su sonrisa atractiva presentó sus intenciones evidentemente claras, y su lenguaje corporal gritaba estar interesada, y se quedó a su alrededor como si fuera un mal olor.
Auque era de esperar, nunca es fácil ver a las chicas suspirar abiertamente por Edward. Mientras que él no parecía interesado en lo más mínimo, incluso diría que parecía avergonzado por todo esto, tuve que dar la espalda cuando ella se acerco aún más hacia él.
"Pareces nerviosa," dijo Rosalie, interrumpiendo mi torrente de pensamiento.
"Estoy bien", dije, tratando de sonreír alegremente.
Por supuesto, Rosalie siendo la amiga que era, siempre estaba vigilante y se percató al instante de la fuente de mi angustia. Mirando hacia ella, arqueó una ceja y miró a sabiendas entre Edward y yo, y dijo:
"Él no está interesado en ella, lo sabes."
"No me importa. No tiene nada que ver conmigo de todos modos." Mi terquedad pueril y la respuesta descaradamente escueta, demostraba todo lo contrario y a Rosalie no se le pasó por alto.
"¿Entonces, por qué estás tan enojada?" -preguntó ella.
Al principio no respondí, incapaz de encontrar las palabras para no sonar como la tonta enamorada, celosa y patética que era. Afortunadamente Rosalie intervino para llenar mi silencio ensordecedor.
"No tienes porque mantener todo en tu interior. Estoy aquí para ti si quieres hablar", dijo ella, acariciando suavemente mi hombro.
Quería hablar de eso, realmente lo quería. Confiaba en Rose de todo corazón y mantener todo lo que siento en mi interior, poco a poco me estaba volviendo loca. El problema era que no sabía cómo ni por dónde empezar en todo esto sobre Edward pero, como si leyera mi lucha interna Rosalie dio con la mano un apretón apacible y señaló lo obvio
"Le gustas."
"El mas a mi", admití.
"Entonces, ¿cuál es el problema? Suena bastante simple para mí. No te llevará a ninguna parte mantenerte en silencio. Sé valiente y díselo," ella lo hacia parecer tan fácil,… era una lástima que no fuera tan sencillo.
"Traté de decírselo una vez, pero surgió algo en el camino," dije en mi defensa. "obviamente, no debe ser."
"Pues vuelve a intentarlo."
"No puedo. Lo más probable es que él me rechace", admití descorazonada.
"¿Estás ciega?" prácticamente me gritaba, con lo que se gano mas de alguna mirada curiosa de los pocos que nos rodeaban. "Debes de haber notado la forma en que te mira", dijo, afortunadamente en un volumen más bajo.
"Él no me mira de esa manera." No había dudas de que ella sólo estaba tratando de animarme.
"¿Qué te hace decir eso?" -preguntó ella, mostrando una mezcla de irritación y confusión.
"¿Aparte del hecho de que él está interesado en alguien más?, es dolorosamente obvio", declaré levantando mis manos al aire en señal de frustración. "Quiero decir, míralo y luego mírame a mi", le dije señalando entre nosotros, solo para enfatizar mi punto.
Rosalie no parecía convencida y rápidamente argumento de nuevo,
"En primer lugar, ignora lo que Emmett dijo, estaba bromeando. Edward y tú necesitáis que os crezcan una buenas pelotas. Y en cuanto a la cuestión de tu baja autoestima… ¡Edward absolutamente te adora, me gustaría que pudieras ver eso!", declaró con enojo.
Rosalie es encantadora y de buen corazón, pero en las pocas ocasiones en que su temperamento se mostraba, era un poco intimidante, incluso para mí, pero cuando vio mi expresión tímida, su mirada feroz se suavizo visiblemente.
"No estoy tratando de ser dura, sólo me enfurece escuchar como te menosprecias tan a menudo. Y no soy la única que lo odia también."
"¿Quién más?" Le pregunté al instante.
Por un momento o dos, Rosalie parecía estar debatiendo en si debía o no responder a mi pregunta hasta que finalmente se derrumbó, "Edward es muy perceptivo. Lee tus inseguridades".
"¿Tu hablaste con él, de mí?" -Pregunté, sorprendida.
"Bella, eres lo único de lo que habla", declaró, sonriendo de oreja a oreja.
Me sonrojé con furia, pero no me importó porque tal vez, sólo tal vez, había alguna esperanza para Edward y para mí, después de todo.
"No sé qué decir, estoy tan confundida en este momento. En un minuto es todo encanto y al siguiente no puede salir por la puerta lo suficientemente rápido. Me acabo de dar cuenta que no se dónde estamos, si incluso hay un nosotros ", confesé.
"No lo sabremos hasta que lo intentes," respondió Rosalie antes de que algo le llamara la atención detrás de mí.
"Ahora mismo viene a reunirse con nosotras, díselo ya. Ahora es tu oportunidad", me dio un codazo y me dio una mirada cómplice mientras Edward volvía a aparecer delante de mí.
"Lo siento, me llevó más tiempo de lo que esperaba", Edward se disculpó y Rosalie se fue en busca de Emmett.
"Está bien", murmuré con timidez.
Como resultado de mi conversación anterior con Rosalie, me resultaba difícil pensar estando tan cerca de Edward. Por supuesto, esto me puso extra nerviosa y por lo tanto extra torpe.
"¿Estás bien?" -susurró en mi oído, sin duda curioso por mi silencio. Con los nervios de punta salté, con lo que prácticamente derramé mi bebida sobre él.
"Lo siento mucho," me disculpé frenéticamente, pero Edward me interrumpió poniendo su dedo índice sobre mis labios, que parecieron quedarse allí más tiempo del necesario.
"No te preocupes por eso," dijo él, tomándolo con gracia.
"Pero, ¿estás segura de que estas bien?" -preguntó mirándome con curiosidad. "Pareces un poco al límite."
"Estoy bien", reafirmé, pero no parecía convencido.
Edward siempre tenía la capacidad de calmarme con simple hecho de estar y mis nervios desaparecieron pronto, fue como en los viejos tiempos mientras nos poníamos al día sobre lo que habíamos estado haciendo desde nuestra última reunión.
Desafortunadamente, Edward tenía un papel que llevar a cabo esta noche, por lo que una hora más tarde tuvo que salir con Carlisle para cumplir con los recién llegados. Eso estaba bien para mí, porque me dejó libre para hablar con Esme, que se había unido a nosotros momentos antes.
A pesar de estar preocupado por los demás invitados, todavía se sentía como que Edward mantenía una vigilancia constante de mí. Incluso desde el otro lado de la habitación pude ver que estaba visiblemente tenso y con frecuencia me enviaba miradas preocupadas. Incluso cuando estaba, cerca de Emmett, Rosalie, o su propia madre, no cedió en su acto vigilante. Sin embargo, no pasé por alto la mirada que enviaba cuando algún extraño se acercaba a nosotras. Hubiera sido entrañable, si no hubiera asustado a la gente.
Como era de esperar, parecía menos amenazante cuando se nos acercaban algunas niñas. Esme había sido maravillosa al hacerme sentir bienvenida y amablemente me presentó a algunas de las otras esposas, novias y algunos colegas de Carlisle. Todos eran gente realmente agradable y amable y me hicieron sentir parte de sus conversaciones, en lugar de una extraña. Todos estábamos charlando casualmente cuando Edward regresó con una sonrisa brillante.
"Damas", dijo él sin problemas.
Mi boca cayó abierta abruptamente cuando su brazo se deslizó alrededor de mi hombro. Me moví de forma automática a su lado mientras él me acercaba todavía más. Esme mientras tanto me envío un guiño astuto que hizo que mi sonrojo se volviera aún más profundo. Edward no había estado allí ni cinco minutos antes de anunciar su intención de llevarme a otro lado.
"Si las señoras nos lo permiten, me gustaría llevarme a Bella afuera por un momento", anunció. Todos ellas asintieron con la cabeza hacia atrás, obviamente, también deslumbradas solo con oírlo hablar.
Me sonrojé y lo mejor que pude, miré a todas partes, pero en el proceso, mi corazón se detuvo en seco en mi pecho cuando vi una cara familiar al lado opuesto de la barra. Me quedé completamente inmóvil por un momento, paralizada, ya que fui catapultada hacia el pasado.
Una imagen, en particular, que quería reprimir la mayoría del tiempo, pero no importa lo mucho que lo intentara, no podía deshacerme de la imagen de Jacob en la cama con esa puta de mi clase. ¿Lauren creo que se llamaba? No me quedé el tiempo suficiente como para saberlo, pensé con amargura.
Debían haber pasado más de dos años desde que lo había visto por última vez, pero aún así sentía el dolor igual que hace tantos años. Con el paso del tiempo, pensé que había puesto el dolor y la traición en la parte trasera de mi mente pero al verlo de nuevo, volvieron todos los dolorosos recuerdos y sentimientos que había tratado desesperadamente de reprimir. No fue hasta que sentí una suave abrazo, que me apartaron de mi memoria los terribles momentos de esa noche.
"¿Estás bien?" Edward preguntó a mi lado, con la preocupación evidente en su voz.
Me aferraba desesperadamente a su brazo y a su apoyo, Edward era típicamente fuerte y dominante como siempre y reconfortantemente me atrajo hacia él.
"¿Bella que está mal? Me estás asustando," declaró él con su agarre mas apretado en mi cintura.
"Viejos fantasmas", murmuré centrándome en el suelo.
"Dime", declaró él, levantando mi barbilla con el pulgar y el dedo índice por lo que tuve que mirarlo.
"Es Jacob", le susurré.
Mirando de nuevo a la barra, di gracias a Dios que estaba demasiado ocupado sirviendo a un cliente como para darse cuenta de mi. Una vez más sentí a Edward guiando mi cara de vuelta a mirarlo y hubo un destello de ira en sus ojos por lo general cálidos.
"¿Igual que tu ex Jacob?" preguntó con aprensión.
Cuando asentí con la cabeza miró furioso y se volvió para mirar a mis demonios del pasado. Sin embargo, su carácter calmado habitual volvió cuando se dio la vuelta para mirarme de nuevo.
"Podemos salir ahora si lo deseas. Sólo di la palabra," ofreció gentilmente.
Me detuve por un momento, contemplando la posibilidad de hacerlo y evitar el infierno que se desataría y el causar una escena, pero me di cuenta de que tenía que enfrentar mis miedos de una vez por todas. Había pasado demasiado tiempo posponiendo lo que obviamente no había terminado todavía.
Dejé escapar un suspiro que no había sabido que retenía antes de hablar; "no, estoy bien. Tengo que enfrentarlo. Tengo que hacer esto ", traté de sonar con más confianza de la que sentía.
Él no parecía convencido, pero sin embargo, me apretó la mano. Cuando la persona en frente de nosotros se hizo a un lado nos acercamos hasta la parte delantera de la barra. Los ojos de Jacob pasaron zumbando por delante de nosotros antes de hacer una doble toma y rápidamente lanzarse de nuevo hacia mí. Me miró bien a los ojos antes de hablar.
"¿Bella?" dijo, aunque se escucho más como una pregunta.
A pesar de mi determinación para enfrentarme a él, me tensé de inmediato, al estar literalmente cara a cara con él. Entonces, de repente todas mis angustias desaparecieron cuando Edward apretó suavemente mi hombro y me susurró al oído solo para que yo pudiera oírlo: "Estoy aquí".
El hecho de que Edward estaba allí me tranquilizó. Podía sentir como era fuerte, confiable y firme, manteniéndome a salvo.
"Bella. Wow mírate... Tú... Tú estás increíble" balbuceó Jacob, atrayendo mi atención de nuevo a él.
"Gracias," musite, sintiendo emerger el calor de mi mejillas.
"Veo que algunas cosas nunca cambian. Tu nunca puedes dejar de sonrojarte", bromeó.
Estaba mirándome con atención cuando Edward se aclaró duramente la garganta, esto hizo que Jacob apartara su mirada de mí y mirara interrogante al Adonis, detrás de mí.
"Jacob, este es Edward," comencé antes de que me cortara.
"Sí, lo reconozco", dijo con un disgusto evidente.
"¿Qué estás haciendo ahora?" me preguntó rápidamente, ni siquiera trataba de ser sutil en su desprecio hacia Edward.
A pesar de la ignorancia de Jacob, Edward estaba inmóvil y ligeramente me pasó las manos sobre los hombros tensos.
"Trabajo como crítica en uno de los periódicos de Londres, ¿y tú?" Le dije, recordando que tenia que hacer una pregunta.
"Todavía no he conseguido nada en el periodismo. Por el momento estoy en lo que puedo, tú sabes", dijo encogiéndose de hombros. Parecía un poco avergonzado y me sentí mal por él.
Un incómodo silencio cayó entre nosotros cuando los ojos de Jacob se redujeron en los brazos de Edward que ahora estaban firmemente envuelto alrededor de mi cintura. En ese momento sentí un cambio en la postura de Edward y miré hacia arriba para ver que miraba a través de la estancia donde Emmett estaba agitando frenéticamente los brazos hacia él. Parecía indeciso mientras Emmett continuaba con sus señas.
No mucho tiempo después le oí suspirar y me miró en tono de disculpa.
"Lo siento, Bella, pero tengo que hablar con Emmett. ¿Estarás bien aquí?" preguntó, aunque parecía torturado.
"Claro," estuve de acuerdo aunque también decepcionada.
"Voy a regresar", dijo a Jacob más que a mi.
Sus ojos se encontraron durante unos segundos tensos antes de que Edward se volviera hacia mí, levantando mi barbilla con el pulgar, antes de besar mi mejilla a la ligera.
"Estoy justo ahí si me necesitas", dijo, dándome un suave apretón.
Vi a Edward dar una breve mirada desdeñosa hacia Jacob antes de que me recordara desde su lugar: "Ah, y no te olvides de las bebidas."
Le fruncí el ceño a modo de respuesta. No había necesidad de hacer esto más difícil de lo necesario. Edward simplemente sonrió, besando mi ceño fruncido, antes de acudir al encuentro de Emmett.
"Pareces feliz", Jacob interrumpió mis ojos maravillados.
"Lo soy", respondí, sabiendo que mi sonrisa era ridículamente ancha.
"¿Tiene algo que ver con determinado tipo?"
"No" respondí un poco demasiado rápido.
"Todavía eres una mentirosa terrible", exclamó, aunque su voz sonaba triste.
No tuve la oportunidad de contrarrestar sus afirmaciones, porque se volvió a hablar con uno de los otros camareros.
"Es mi tiempo de descanso ahora", me anunció y en cuestión de segundos, apareció frente a mí.
"Mira Bella, nunca tuve la oportunidad de pedirte perdón por lo sucedido en aquel entonces," comenzó a decir, pero lo interrumpí.
"Por favor, no vamos a hacer esto ahora. No quiero escucharlo", lo interrumpí mientras mis manos lo apartaban.
Eché un vistazo por la habitación y vi la expresión furiosa de Edward y al instante estaba caminando hacia nosotros. Puede sonar extraño, pero en ese momento me di cuenta de que si tenía alguna oportunidad de superar esto, tenía que hacerlo por mi cuenta.
Una vez más eleve mis manos, sólo que esta vez hacia Edward, señalándole que se mantuviera a raya. No parecía muy contento al respecto, pero asintió con la cabeza comprensivamente, antes de volver y pretender centrarse en Emmett. Todavía podía sentir su mirada vigilante asegurándose de que estaba bien y que me dio la fuerza para escuchar lo que Jacob tenía que decir.
"Sé que no me debes nada, pero por favor dame la oportunidad de explicar", suplicó.
"Bien". Estuve de acuerdo, intrigada por la forma en que esperaba explicar su comportamiento.
"Todo este tiempo te he debido una disculpa, pero estaba demasiado enfocado en mi mismo como para ver que lo que estaba haciendo estaba mal. No hay excusa para mis acciones y no estoy excusando lo que hice en modo alguno. Yo era un chico joven con muchas distracciones. Soy diferente ahora. He cambiado, de verdad que lo hecho. " Hizo una pausa, luciendo un poco aprensivo, antes de continuar, "Entonces, ¿crees que podrías encontrar en tu corazón un lugar para perdonarme y darnos otra oportunidad?"
Creo que mis ojos estaban abiertos como platos y lo miré fijamente en estado de shock y de incredulidad total. ¡No podía hablar en serio! Aunque entre mi sorpresa, tengo que admitir que me sentí en parte aliviada al saber que tanto el poder y la decisión estaba en mis manos. Yo tenía el control de nuevo.
Mientras que Jacob me miraba con ojos de esperanza, yo sabía lo que quería, pero desafortunadamente para él, lo que quería no estaba delante de mí, estaba en el lado opuesto de la habitación, que me aguardaba como siempre lo hacía. Ese conocimiento solo me dio el valor para ser fuerte y más segura de que había estado en mucho tiempo.
Alcé la barbilla determinada, "Lo siento Jacob, pero he seguido adelante. Durante años me culpé a mí misma, pero ahora por fin comprendí que no era culpa mía. Te perdono, pero no puedo volver allí. Las cosas han cambiado, he cambiado".
En defensa Jacob asintió con la barbilla, y me ofreció una sonrisa cansada de aceptación.
"Yo no creía que aceptaras, pero necesitaba por lo menos intentarlo."
Mire discretamente a la sala para encontrar a Edward e indicarle que estaba bien. Trató de no verse afectado, pero me di cuenta con la forma en que se frotaba la parte posterior de su cuello, que estaba ansioso y le ofrecí una sonrisa tranquilizadora antes de enfocarme de nuevo en Jacob.
"¿Es por alguien más?" me preguntó.
"¿Por qué dices eso?" Me hice la tonta, queriendo evitar esta conversación con Jacob.
"No estoy ciego, Bella. Has hecho bien. Tu novio es bastante bueno", dijo, tratando de lucir complacido por mi.
"Edward y yo sólo somos amigos", dije negando rotundamente su suposición.
"¿Cómo sabes que me refería a él?" -preguntó con una sonrisa disimulada.
"Edward es mi amigo", me reafirmé.
"Eso no lo dudo, pero es un poco espeluznante ver cómo sus ojos nunca te dejan. Es como si te vigilara todo el tiempo."
"Él es muy protector con sus amigos," ofrecí como justificación.
"Confía en mí no tiene nada que ver con ser amigos. Tenías que haber visto esa mirada que me envió y ahora que regresa. En serio, ha marcando su terreno, pero la verdad es que Bella estoy feliz por ti, realmente lo soy ", dijo, poniendo una mano sobre mi hombro. "Anda por él", me alentó.
Le sonreí con afecto, porque a pesar de todo lo que había sucedido, finalmente fui capaz de seguir adelante. Mientras que en el pasado pude haber manifestado lo contrario, me di cuenta de que una parte de mí todavía se aferraba a la angustia y si soy honesta, probablemente el dolor había contribuido a mi reticencia a intentar nada con Edward. Sin embargo, con todo esto detrás de mí era finalmente libre para seguir adelante con mi vida y con esta realización estaba eufórica.
Entre mi revelación, Jacob de repente parecía muy nervioso.
"Mejor me voy. Parece que tu novio está a punto de venir aquí y darme una patada en el culo", dijo burlonamente.
"Cállate, Edward no le haría daño a una mosca" lo defendí ante Jacob pero éste no parecía convencido.
"Lo que tú digas Bells, te veo por allí", dijo antes de volver corriendo detrás de la barra.
Sentí la presencia de Edward antes de verlo. Poniendo su brazo alrededor de mi cintura, me recosté en él.
"¿Estás bien?" preguntó suavemente.
"Lo estoy ahora", suspiré inclinando la cabeza ligeramente hacia arriba y a un lado para poder mirarle.
"¿Qué quería?" preguntó Edward, con una clara aprensión en su voz.
"Quería explicarse, mi perdón y otra oportunidad", le respondí, sin que mis ojos dejaran los suyos.
"¿Y tú? ¿Qué quieres?" Trató de pasar por casual, pero sentí que estaba nervioso por la forma en que la incertidumbre se reflejaba en sus ojos y la forma de su puño apretado a mi alrededor.
"Estoy aquí ¿no?" Ofrecí, pero Edward no pareció satisfecho, así que continué.
"No quiero nada de él. Tengo el cierre que necesitaba. Jacob es el pasado. Estoy lista para seguir adelante", dije, aunque mi mente estaba gritando ¡contigo! Traté de organizar mi punto enviándole una mirada significativa.
"Bien" contestó él, liberandome de su mano de hierro y girando a mi alrededor dándome totalmente la cara.
"Te mereces mucho más que él. Ahora ven, Esme estará disgustada por que estoy monopolizando tu tiempo", dijo, agarrando mis manos entre las suyas y nos llevo a donde sus padres.
Después del incidente-Jacob; Edward se negó a alejarse de mi lado, durante toda la noche me tomó la mano y pasó el resto de la noche deslizándose entre los distintos grupos.
Edward era típicamente encantador, maravilloso y constantemente me tranquilizaba enviándome sonrisas, guiños o colocando de vez en cuando un beso en la parte superior de mi cabeza, sobre todo cuando sentía que estaba nerviosa por estar rodeada de gente que apenas conocía.
Sin embargo a medida que la noche avanzaba me encontré a gusto con Emmett, Rose, Esme y Carlisle, mientras hablaba también con la nueva gente que Edward me presentaba.
Cuando la fiesta ya llegaba a su fin, todos empezaron a regresar a casa. Los demás habían desaparecido para conseguir sus abrigos, dejándonos a solas a Edward y a mí.
Se volvió hacia mí en tono de disculpa. "Tengo que hacer una llamada rápida y luego habré terminado. Te llevaré a casa si me esperas", dijo con una sonrisa de esperanza.
"Eso sería genial, si estás seguro de que no te importa", le contesté.
"Me he ofrecido ¿No? Además, será un placer", dijo con una amplia sonrisa.
Cuando Edward desapareció para hacer su llamada telefónica, Rosalie volvió a aparecer delante de mí.
"Me quedo esta noche con Emm. ¿Quieres que te dejemos de camino?" ofreció pensativa.
"No, ve tú. Edward se ha ofrecido a llevarme de vuelta a casa", le respondí, tratando de controlar la emoción de mi voz.
Levantó una ceja y me dijo, "¿Sí? ¿Estás segura?"
"Estoy segura, ahora ve y disfruta del resto de la noche."
"Tú también", me guiñó un ojo antes de irse, Edward volvió a aparecer unos momentos después.
"Finalmente he terminado. ¿Estás lista para irnos?" -preguntó, deslizando su mano en la mía.
Asentí con entusiasmo y nos fuimos a recoger nuestros abrigos. La única vez que su mano izquierda dejo la mía fue cuando insistió en ayudarme con mi abrigo. No pudo ocultar una sonrisa radiante cuando vio que llevaba la bufanda que me había regalado. No iba bien con mi conjunto y estoy segura de que Alice me habría matado por solo este hecho, pero no me pude resistir a la comodidad y a la calidez que esta bufanda en particular me traía.
"Vamos" dijo, dispuestos a desafiar el frío.
Edward me condujo por las escaleras y nos dirigimos hacia fuera a desafiar la ira del invierno en Londres. Había hecho como cero grados o bajo cero durante toda la semana, con algo de nieve durante la noche también, así que me preparé un poco para el viento frío que nos golpeó en el momento en que salimos. Para mi gran emoción fue una delicia añadida notar como la nieve caía.
"¡Está nevando!" Grité, completamente consciente de que sonaba como una niña, pero no me importaba estar actuando como una niña en la mañana de Navidad. Se sentía mágico. Eso fue hasta que me tocó un trozo particularmente desagradable de hielo.
De pronto mis pies resbalaron y me fui a toda velocidad hacia el suelo. Estaba esperando que la tierra me diera una palmada en el culo como lo hizo en tantas ocasiones esta semana por culpa del clima traicionero, pero Edward me cogió justo a tiempo.
"Y pensar que casi fue un día sin calamidades de Bella, sorprendente", se rió alegremente, mientras me acerba hacia él.
"No es bueno molestar a los discapacitados. No todos podemos ser como tú, Señor superhéroe" le puse mala cara y él me devolvió una mirada perpleja.
"Eres como spiderman con tus rápidos reflejos," le expliqué.
"Entonces, ¿eso te hace mi Mary Jane?" preguntó con una ceja levantada.
A pesar de la fría temperatura de congelación, mis mejillas se sentían como si estuvieran ardiendo ya que nos quedamos mirándonos. A pesar de la tensión en el aire Edward no me dejaba ir, sino mas bien su brazo se mantuvo alrededor de mi cintura y el otro se acercó a mi cara, y con mucho cuidado quitó algunos mechones perdidos de cabello que se habían soltado de mi peinado. Cuando su mano se movió y fue a descansar en mi mejilla me encontré subconscientemente apoyándome en su toque.
"Dios, eres hermosa" susurró, inclinándose hacia mí. Sus ojos brillaban mientras su nariz rozó jugando contra la mía.
Era el momento perfecto, estaba envuelta en los brazos de Edward, cómodos y confortables y para colmo la nieve estaba cayendo. Cuando él se alejó un poco tenía su mirada dirigida hacia mis labios, sabía que tenía que estar sintiendo esta fuerza extraña que se establecía entre nosotros.
Y al igual que una bombilla de luz que se prendió en mi interior. Decidí no tener más miedo, era el momento de entrar en acción y olvidar las palabras que me habían tantas veces antes. En cambio, le enseñaría cómo me sentía.
Decididamente envolví mis brazos alrededor de su cuello e incliné la cabeza hacia atrás mirándole, con la esperanza de que fuera consciente de la invitación a seguir y besarme ya. No me hizo esperar demasiado tiempo, sus ojos se encendieron cuando captó el mensaje y bajó la cabeza dolorosamente lento hacia la mía.
Cerré los ojos cuando sus labios estaban a una fracción de los míos y espere sentir los labios de ensueño en cualquier segundo, pero en su lugar me encontré con nada más que el aire y maldiciones en voz alta. Abrí los ojos cuando Edward quitó la mano de mi mejilla, como si lo hubiera quemado.
"¡Mierda!", exclamó, mientras trataba de no sentirme dolida.
A partir de ahí todo sucedió muy rápido. Vi un destello, seguido de unos gritos muy cerca provenientes de la parte inferior de la carretera. No tuve la oportunidad de reaccionar antes de que Edward se hiciera cargo, tomando mi mano entre las suyas, y que me guiara por la calle, mientras los ruidos de pasos y gritos, continuaban tras nosotros.
Mantuve la cabeza hacia abajo mientras Edward me llevaba apoyada contra él, por lo que estaba oculta. Su ritmo se aceleró cuando llegamos a la final de la calle. Después de haberme caído un par de veces sobre el hielo, prácticamente recurrió a arrastrarme con más fuerza. La velocidad a la que iba habría sido bastante impresionante, si mis pies no me hubieran estado matando, pero Edward estaba completamente inconsciente de mi malestar y aceleró su ritmo.
Cuando me quejé tratando de mantener el ritmo, él me miró preocupado.
"No entres en pánico. Voy a sacarnos de aquí", prometió, leyendo erróneamente la causa de mi malestar.
A medida que continuamos por la calle Edward estaba distraído buscando su teléfono y su control sobre mi mano se soltó cuando lo encontró. Apenas podía distinguir lo que decía, entre toda la conmoción.
"Te necesito. ¡Sí, Ahora! Ahora no es el momento para explicaciones, ven por nosotros", gritó en un tono comprensiblemente irritado.
Él acababa de empezar a dar las instrucciones, cuando sentí una mano cerrarse en mi brazo. Al principio traté de restarle importancia, pero apretó el puño.
"No sea tímida. Vamos a tener una imagen linda de ustedes", dijo una voz recelosa cerca de mí. Luché duro, luego gemí una vez más por su fuerte agarre en mi piel.
No tuve tiempo para reaccionar antes de que Edward se pusiera frente a mí, escondiéndome detrás de él, actuando de escudo entre el fotógrafo y yo. Esperaba sentir miedo, que en parte lo tenía, pero sobre todo me sentía segura y confortada por la presencia de Edward.
Edward, sin embargo, estaba visiblemente furioso y tenso e instintivamente envolví mis brazos alrededor de su cintura para tratar de calmarlo.
"¡Nunca la vuelvas a tocar otra vez!", gritó con ira, desde su altura mirando como el hombre estaba buscando entre la maleza su cámara que dejó caer por el miedo.
Sintiendo que la ira de Edward se intensificaba, traté de calmarlo suavemente frotándole los brazos. Él pareció relajarse un poco, pero era obvio que todavía estaba agitado.
"Por favor, hemos tenido una larga noche. Sólo déjennos en paz", había un dejo de desesperación en mi voz cuando le pedí a los paparazzi que se apiadaran de nosotros.
Resulta que no tenía de qué preocuparme, porque en ese momento oí el chirrido de los frenos y un coche de repente se detuvo detrás de nosotros.
"Métete en el coche," Edward ordenó, cuando él abrió la puerta. Yo no discutí con él y salté de inmediato y él en pos de mí, antes de que el coche se alejara al instante.
"¿Qué demonios fue eso?" una voz familiar llamó desde el frente.
"¡Emmett! ¿Qué estás haciendo aquí?"
"Salvándote el culo", dijo con una sonrisa, mientras que Edward se sentó en silencio junto a mí.
Cuando llegué a su mano, me dejó tomarla, pero no hizo ningún esfuerzo para devolverme el gesto.
"¿A dónde?" Emmett preguntó, mientras yo miraba preocupada a Edward.
"Mi casa", dije sin pensar.
Emmett había visitado mi casa antes, así que no tenía que darle las instrucciones y en su lugar vi a Edward sacar todo la mierda fuera de si. Y cuando finalmente habló, lo hizo sólo para dirigir acusaciones hacia Emmett.
"¿Cómo diablos sucedió esto? Pensé que habías dicho que estaba todo claro." acusó, apretando los puños.
"Todo estaba tranquilo cuando nos fuimos. No es mi culpa que tu te tomaras demasiado tiempo poniéndote y quitándote todo," se justificó.
"No importa" le dije tratando de calmar la tensión entre los dos.
Edward volvió a centrar su mirada en mí y lucía atónito. "¡Tú viste todo y sin embargo dices que no importa!", sonaba irritado.
"Podría haber sido peor" ofrecí, aunque no estaba segura de que siquiera me escuchara.
A lo largo de la duración del viaje en coche Edward no dijo nada y se quedó mirando fijamente por la ventana, mientras yo estaba sentada en silencio, revolcándome en el pensamiento de nuestros casi beso. ¿Se arrepentía? ¿Esa era la razón de su silencio? Esa posibilidad era demasiado molesta para pensarla.
En poco tiempo llegamos a mi casa y rápidamente salí y me cerní en torno a la puerta del copiloto abierta.
"¿Vienes?" Pregunté, con la esperanza de ser capaz de obtener algunas respuestas de él. Parecía estar debatiendo su respuesta, lo que me dejó en duda mi atrevimiento, pero finalmente aceptó.
Él todavía no hablaba, más bien, asintió con la cabeza y me siguió al interior. Cuando entramos estaba inmediatamente contenta de estar fuera del frío, en la sensación familiar de la casa y después de quitarnos los abrigos pesados, busqué una distracción.
"¿Quieres tomar algo?" Pregunté, dispuesto a romper el silencio ensordecedor que había caído entre nosotros dos. Edward asintió con la cabeza y rápidamente me dirigí hacia la cocina.
Yo buscaba alrededor, tratando de encontrar las mejores tazas, sin ningún tipo de salpicaduras en ellas y miraba con curiosidad como Edward se sentó en el sofá. Una vez que regresé con nuestras bebidas en la mano, me daba miedo que todavía no hacía ningún esfuerzo por hablar, pero al menos no estaba enojado. Su expresión había vuelto a la expresión suave, libre de preocupaciones que normalmente asociaba con Edward. Los dos estábamos callados por un momento y una vez más, prevaleció un silencio incómodo.
"¿Por qué no estás volviéndote loca en este momento?" preguntó bruscamente, mirándome correctamente por primera vez desde la interrupción.
No tuve oportunidad de responder antes de que él continuara con su despotricar.
"Tu deberías ser presa del pánico y estar abrumada, pero no, simplemente te sientas allí como si nada hubiera pasado" sonaba agravado y me dirigía una mirada exasperada
"Debido a que estás aquí. Siempre me siento segura contigo" le respondí con honestidad, lo que pareció satisfacerlo un poco.
"Así que, ¿quieres decirme lo que se trata todo eso allí? ¿Por qué te pusiste así?" Le pregunté intrigada genuinamente por su animosidad contra el periodista. Sí, me imaginaba que era frustrante, pero sin duda lo había experimentado muchas veces antes como para estar así ahora.
Tomando mis manos entre las suyas, me miró intensamente antes de hablar.
"Me siento muy protector contigo, Bella. Así que cuando vi a ese hombre con las manos sobre ti. ..." Se cortó abruptamente, su ira volvía con toda su fuerza. "¡Maldita sea Bella! ¿No ves lo que te pudo haber hecho?"
"Oh, Edward, dejar de ser tan dramático. No fue nada," declaré, después de haber tenido suficiente de su conciencia culpable.
"¿Cómo puedes decir eso? "Siguió él, alzando la voz, mientras negaba con la cabeza disgustado.
"Debido a que no era gran cosa" respondí, desconcertada por su extraño comportamiento.
"Bueno, obviamente, tu estás loca entonces", espetó.
Me aparté de él un poco, herida y confundida por sus cambios de humor repentinos y su animosidad hacia mí. Edward hizo un puño con su mano en el pelo, obviamente, un signo de su frustración, pero rápidamente se calmó y me miró en tono de disculpa. Tomó mis manos entre las suyas y poco a poco comenzó a acariciarme los nudillos con el pulgar, suavemente.
"Lo siento, perdí los estribos, pero me preocupo por ti, Bella. Quiero protegerte de eso", dijo con suavidad.
Entonces se hizo evidente para mí, la verdadera causa de su enojo. Era tan típico de Edward también. Estaba enojado, no por haber sido emboscado en la calle, si no por no poder protegerme de él y mientras que la lógica era completamente loca, me sentí conmovida por su preocupación.
Quité las manos y a él pareció dolerle pero rápidamente atraje sus manos hacia mi regazo y suavemente entrelacé nuestros dedos.
"Está bien", traté de calmarlo, pero él sacudió la cabeza vigorosamente.
"¡No, no está bien, Bella! respondió con firmeza.
Tomo mi cara entre sus manos, y me miró con atención antes de hablar. "¿No ves que no quiero que te expongas a ese lado de mi vida? No quiero que te acosen y que te persigan por la calle. Puedes pensar que puedes tratar con ello, pero no quiero que lo hagas. No te voy a imponer esto, no por mi " respondió, con la tristeza acordonando sus palabras.
"Me gustaría pasar por cualquier cosa por ti" se me resbaló ante el calor del momento.
"No puedes decir eso" su tono era despectivo.
"Sí puedo." le susurré y mi peor miedo al rechazo se estableció cunado no dijo nada.
Traté de darle la espalda, pero Edward no quería nada de eso. Levantó mi barbilla con los dedos, así que lo miraba y suavemente me dijo: "No te avergüences, eres muy especial para mí también, Bella."
Sin realmente pensar en ello, cerré los ojos y me apoyé en su mano que estaba acariciando suavemente mi mejilla. Sentí que se inclinaba hacia mí y sentí su aliento haciendo cosquillas en mi cara antes de regresar sus dedos bajo mi barbilla, levantando mi cara para que me encontrara con su mirada una vez más. Mi corazón latía de forma errática a medida que bajaba su cabeza hacia mí. Cerré los ojos cuando sus labios cubrieron los míos. Los brazos de Edward estaban envueltos alrededor de mi cintura, puse mis brazos alrededor de su cuello y nos fundimos en un abrazo.
Empezó lentamente al principio, casi como si estuviera probando las aguas, para ver si esto estaba bien. El beso era delicado, suave y dulce, pero yo sabía que se estaba frenando, le probaría que yo estaba cómoda. Le respondí con entusiasmo, vertí todos mis sentimientos en aquel beso, diciéndole que estaba bien y que lo quería, y que lo había soñado durante mucho tiempo.
Él entendió y devoró mis labios con más fuerza mientras se aferraba suavemente a mí. No estoy exactamente segura de cómo sucedió, pero en un momento nos besábamos, y al siguiente nos habíamos tirado sobre el sofá, tirando más de mí mientras estaba encima de él. Sus manos se enroscaron en mi cabello, mientras tomaba mi boca una y otra vez, besándome de tal manera que nunca antes había experimentado.
Entonces, de repente Edward nos dio la vuelta y ahora estaba en la parte superior. Tuvo cuidado de no aplastarme, pero no me importaba, quería sentir cada centímetro de él contra mí. Con propia voluntad, mis manos se aferraban a su espalda presionándolo hacia mí para tratar de aliviar el dolor que él estaba creando.
Tomó ese momento para profundizar el beso y los dos gemimos cuando su lengua se encontró con la mía. Me sonrojé, al oírme gemir, pero mi vergüenza se me olvidó cuando sus manos encontraron su camino alrededor de mi cintura, fundiéndome incluso, más cerca de él.
Se alejó un poco solo para recuperar el aliento.
"Bella", murmuró antes de besarme otra vez, pero esta vez con menos urgencia que antes.
Casi me muero en éxtasis cuando sentí su lengua ligeramente cepillar a través de mis labios de nuevo, pero justo cuando estaba a punto de abrir la boca para profundizar el beso, fuimos interrumpidos por el sonido estridente y familiar que estaba empezando a odiar.
"No haga caso de él, por favor" supliqué, sin importarme lo desesperada que sonaba.
Edward parecía tan desesperado como yo y continuó torturándome con suaves besos en mi clavícula, mientras que sus manos me recorrían con frenesí.
Lamentablemente el sonido continuó y los dos dejamos escapar un gemido de aceptación de que quienquiera que fuese, no iba a abandonar hasta que hubiera hablado con Edward.
Quitó su mano izquierda y con el ceño fruncido comenzó a buscar en el bolsillo el maldito teléfono.
Con una maldición, lo sacó y echó un vistazo al número.
"Mierda", murmuró antes de mirarme en tono de disculpa. Yo sabía lo que se venía antes de hablar.
"Realmente lo siento, Bella, pero tengo que contestar esta llamada", dijo luciendo tan decepcionado como me sentía.
Asentí con la cabeza tímidamente y saltó del sofá, me ofreció una tímida sonrisa antes de dirigirse hacia el otro lado de la habitación.
"¿Qué quieres ahora Emmett?" gritó prácticamente en la línea.
Mientras se alejaba hacia la cocina, miré su figura alejándose, lucía el pelo desordenado y la ropa arrugada. Yo lo hice, pensé que con aire de suficiencia, mientras tocaba mis labios ahora hinchados. No quería parecer entrometida, así que traté de ocuparme hojeando la revista más cercana que pude encontrar, pero no fue una buena distracción. Sonreía para mis adentros como una loca hasta que la voz de Edward rompió mi alegría.
"Bueno voy a estar allí tan pronto como pueda", dijo en un tono de voz inusual antes de colgar.
Le devolví la mirada expectante mientras se acercaba a mí.
"¿Está todo bien?" Le pregunté, sintiendo que algo había cambiado. Parecía cansado y estaba tan pálido como un fantasma, estaba tan preocupado que no podía mirarme
"Me tengo que ir", anunció. Sacudiéndose de su trance, pero yo aun estaba preocupada por su errático comportamiento.
"Mira no puedo explicártelo ahora, pero ha sucedido algo", su voz, incluso, sonó sin expresión como su rostro, sin desvelar nada.
No tenía palabras, en todo lo que podía pensar era en que estaba actuando como si el beso nunca tuvo lugar. Permanecí quieta para verlo salir, me envolví en mis brazos, en respuesta a su repentina frialdad y un destello de dolor cruzó su fantasmagórico pálido rostro cuando sus ojos siguieron mi movimiento.
Finalmente dio un paso hacia mí y me besó en la cabeza vacilante.
"Adiós Bella" susurró-.
Algo en su tono de voz hizo que sonara definitivo y yo esperaba que empezara su camino de inmediato, pero hizo lo más inesperado, se abalanzó hacia mí y me atrajo hacia él una vez más.
"Edw ..." No tuve oportunidad de terminar la frase antes de que me diera un beso fuerte y apasionado en los labios.
El beso que habíamos compartido momentos antes fue hermoso, suave y vacilante con respecto a este. Esto era algo completamente diferente; feroz y necesitado, al borde de la desesperación. No había rastro de los nervios y vacilación cuando atacó salvajemente mi boca como si se hubiera estado conteniendo todo este tiempo y se dejara llevar por la emoción del beso.
Una vez salí de mi sorpresa inicial, me encontré respondiendo con la misma ferocidad mientras sus labios se movían desesperadamente sobre los míos. Vertí todas las emociones que no podía expresar con palabras en ese beso y cuando metí una mano en su pelo y tire de él incluso más cerca de mí, pareció alentarlo aún más.
Su lengua se movía contra mis labios pidiendo entrar y lo invité a gusto. A medida que profundizó el beso sus manos recorrían necesitada y posesivamente mi cuerpo. Se sentía tan diferente a todo lo que había experimentado. Era tan crudo y desesperado, pero inmensamente apasionado también. Nada se comparaba, e incluso se acercaba a lo se sentía como una se construía un hambre entre nosotros, que sólo me excitaba más. Después de un tiempo, nuestra respiración era irregular, mientras luchábamos por mantener la ferocidad del beso, pero con mucho gusto moriría antes de terminar este momento fenomenal.
Al parecer, Edward no sentía lo mismo y se apartó de mí. Apoyando su frente contra la mía, acunó mi cara entre sus calientes manos. Sus ojos tenían tantas emociones que iban desde la lujuria, a la alegría y la tristeza. No tuve oportunidad de interrogarlo por su comportamiento errático antes de que él dejara caer las manos de mi cara y se alejara de mí por completo, concentrándose intensamente en el suelo.
"Lo siento" murmuró, su mirada seguía negándose a cumplir con la mía.
Mi corazón se contrajo mientras se dirigía hacia la puerta. Sólo pude ver paralizada como se alejaba de mí sin decir una palabra.
"¿Cuando voy a verte de nuevo?" Llamé, odiando que se pudiera oír la desesperación en mi voz.
Edward se detuvo un minuto, pero cuando por fin se dio la vuelta su rostro tenía una expresión perseguida y demacrada.
"No lo sé. Yo no lo sé", dijo con cansancio.
Parecía a punto de perderlo y que me aterraba. Necesitaba entender que era lo que estaba pasando con él. "¿Estás bien?" Intenté de nuevo, pero o bien no me oyó u optó por ignorarme.
Tímidamente di un paso hacia él tratando de alcanzarle, pero sus ojos fríos me detuvieron. De inmediato levantó las manos en el aire, señalización que me detuviera, así que de inmediato me quedé atrás, herida y confundida por su rechazo.
"Tengo que pensar un par de cosas, dame unos días. Te llamo," por fin habló, antes de darme la espalda.
Vi agonizante como literalmente corría por la puerta. Me las arreglé para contener mis lágrimas hasta que llegue a la puerta yendo tras de él.
Me hundí deslizándome por el marco de la puerta, no podía deshacerme de la molesta sensación en la parte trasera de mi mente, que el beso se sentía como un adiós.
Un saludo a las mostras que siguen este fic:
JadeCullenMasen, Cullen Vigo , Lynn, Fran Cullen Masen, Milhoja, Cathaysa, amys Cullen, Mabel, mariclau , naddia-of-pattz, shandra, NccM, Paolastef , xXArleenXx, PatriciaaJayme17, Shandra1,Kell Masen, marzze , Ruby Bomb, Swan, Fran Cullen Masen, yasmin-cullen. joli Cullen, Sophia Anna Keller, Alex, Maki Salvatore , Tutzy Cullen , Berta , Ani Hndz y Gehry-Girl . McE, Lily, Coona, Lulii, I love Edward
LPADU: Kaprii Strawwberries, Pam3.C.S, L0kiicita Cullen, Laura Castiblanco, Shandra1, larosaderosas, Allie Brandon Withlock, Larosadelarosas.
Disculpen por no explayarme mas pero a ocurrido una desgracia en mi familia y comprenderán que no hay animo, pero aun así les debía el cap y aquí esta, gracias a todas por la paciencia de seguir este Fic pese a no actualizar tan seguido como quisiera.